domingo, 22 de noviembre de 2020

 

CONSEJOS Y NUTRICIÓN

DURANTE EL CONFINAMIENTO

 

GUÍA PARA UN CONSUMO DE LÍQUIDOS SALUDABLE Y CON CRITERIO

 

En esta época y situación de mercado en que la oferta de bebidas cada día es mayor y la industria alimentaria va buscando nuevas fórmulas con las que atraer y confundir al consumidor, partiendo de los últimos estudios científicos sobre el tema, este libro quiere ayudar a elegir con criterio qué beber.

Y es que, tan importante o más que lo que comemos es lo que bebemos. Podemos sobrevivir sin comer nada unas semanas, pero muy pocos días sin beber, sin embargo, frente a la cada día más creciente oferta de bebidas, las recomendaciones sobre su consumo son cada vez más escasas e insuficientes, cuando no erróneas e interesadas, y muestran una clara influencia de lobbies de empresas que venden zumos, refrescos, bebidas energéticas, deportivas, alcohólicas, y un largo y líquido etcétera.

Por otro lado, y por si fuera poco, cada vez hay más evidencias científicas que demuestran que casi la mitad de los adultos supera las recomendaciones de ingesta de azúcares a partir de los líquidos que bebe y que dicho consumo se relaciona de manera inequívoca con la actual pandemia de sobrepeso y obesidad en la población.

Sobre esta base, Beber sin sed (Paidós, 2020) se presenta como la primera guía en español sobre el consumo saludable de líquidos, una publicación basada en los últimos estudios científicos sobre el tema, en la que los autores, el dietista-nutricionista Julio Basulto y el pediatra Carlos Casabona, han querido ofrecer una información completa sobre toda clase de bebidas, y disipar así algunas de las dudas más frecuentes a la hora de consumir líquidos como agua, lácteos, bebidas vegetales, refrescos, bebidas energéticas, zumos, bebidas alcohólicas, té, café e incluso gazpachos y sopas.

“Comenzamos a ingerir líquidos muy pronto, bastante antes de nacer; así, hacia el tercer mes de gestación, una vez formada la boca, bebemos pequeños traguitos de líquido amniótico. A través de este y de la placenta, el feto recibe sustancias nutritivas y se acostumbra al olor y sabor de lo que va tomando la madre. Nada más nacer comenzamos a tomar leche materna, que proporcionará la energía necesaria y suficiente hasta los 6-7 meses de vida de manera exclusiva. La lactancia puede alargarse, enmarcada en una alimentación diversa y saludable, hasta que niño y madre deseen. Si no es posible o no se quiere amamantar, tendremos que beber otro tipo de leche. Para ello, la tecnología ha elaborado leches artificiales, las denominadas ‘leches de fórmula’, con una composición que intenta emular (sin conseguirlo, obviamente) a la leche materna”, explican los autores en la introducción del libro.

http://diariodegastronomia.com/guia-consumo-liquidos-saludable-criterio/

 

 

CLAVES PARA QUE EL ETIQUETADO NOS AYUDE A LLEVAR UNA DIETA SALUDABLE

 

Leer el etiquetado es imprescindible para cerciorarnos de las propiedades de los productos que vamos a consumir y poder planificar un menú saludable, especialmente en el caso de alérgicos, celíacos y diabéticos, que deben tener especial cuidado a la hora de leer el etiquetado, ya que la composición o ingredientes pueden ser especialmente dañinos para su salud.

Y, para ello, desde Sanitas han querido ofrecer una serie de consejos para leer correctamente el etiquetado de los alimentos y planificar una dieta saludable con la que perder peso. “La etiqueta nutricional nos ayuda a conocer la composición real de cada producto y lo que aporta a nuestro organismo, del mismo modo que facilita la comparación entre dos productos parecidos”, explica Eva Mª Bautista, nutricionista de Blua de Sanitas, que ha elaborado un listado de cinco errores comunes que se deben evitar a la hora de elegir un producto en el supermercado:

Fijarse solo en las calorías. Ocurre a menudo que los consumidores solo se fijan en el número de calorías de un producto, obviando todo el resto de información. Que un alimento tenga pocas calorías no quiere decir que sea necesariamente sano y uno con una proporción elevada de calorías no tiene por qué ser poco nutritivo. Esto ocurre, por ejemplo, con los frutos secos, cuyo valor calórico por cada 100 gramos es considerablemente elevado, pero que son alimentos muy recomendados por su valor nutricional.

No tener en cuenta la ración recomendada. El etiquetado de los alimentos marca los valores nutricionales por cada 100 gramos de producto, pero en ocasiones también aparecen los gramos recomendados por ración. En estos casos el fabricante indica la cantidad de producto que conforma la ración para una persona y son esos datos los que se deben tomar como referencia, ya que darán una idea más realista de las calorías, azúcares o grasas que se van a ingerir.

No mirar el etiquetado cuando indica ‘light’ en el dorso. Este es uno de los errores más comunes al comprar alimentos. Las estrategias de marketing de los fabricantes pueden confundir al consumidor marcando sus productos con la palabra ‘light’. Este indicativo solo quiere decir que ese alimento es una versión menos calórica que la original del mismo. Esto no quiere decir que el producto ‘light’ sea sano o sea recomendable para incluir en una dieta equilibrada.

‘Sin azúcar añadido’ no es sinónimo de sin azúcar. Los productos que se publicitan como ‘sin azúcares añadidos’, tampoco son necesariamente sanos. Que no tenga azúcar añadido no implica que no lleve azúcar, ya que el alimento en origen puede llevar un alto contenido de este o tener otros edulcorantes como jarabe de maíz o fructosa. Además, es importante tener cuidado con productos anunciados como bajos en grasas, como quesos rallados o yogures, ya que es habitual que los fabricantes añadan azúcares para compensar la falta de sabor que ocurre al sustraer la nata de estos alimentos.

No tener en cuenta el tipo de grasas. Erróneamente se asocia la grasa a algo incompatible con una dieta saludable, de ahí que el eslogan anteriormente mencionado, ‘bajo en grasas’, haya sido uno de los grandes reclamos en los últimos años. Las grasas son necesarias para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, no así las grasas saturadas, que sí son perjudiciales para la salud. En cambio, los ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados son beneficioso para el organismo en general y se encuentran en alimentos como las nueces, los aguacates o los aceites de origen vegetal. Organismo, no así las grasas saturadas, que sí son perjudiciales para la salud. En cambio, los ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados son beneficioso para el organismo en general y se encuentran en alimentos como las nueces, los aguacates o los aceites de origen vegetal.

http://diariodegastronomia.com/claves-etiquetado-nos-ayude-llevar-una-dieta-saludable/

 

 

PERDER PESO, PRINCIPAL MOTIVO DE LAS CONSULTAS A NUTRICIONISTAS DURANTE EL CONFINAMIENTO

 

“Desde el colectivo de profesionales de la alimentación nos han trasladado que ya se está produciendo un aumento en el número de consultas relacionadas con la pérdida de peso ganado estas últimas semanas. También aumentan aquellos casos que tienen que ver con patologías asociadas a la alimentación y pacientes que se han encontrado con ansiedad o tristeza que suplen con comida”.

Así lo ha explicado Luis Cabañas, secretario del Colegio de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (CODiNuCoVa), añadiendo que, en concreto, el 70 % de las consultas realizadas a nutricionistas desde el pasado mes de marzo en esta Comunidad han sido para perder peso, motivadas en gran medida por una pérdida de los hábitos saludables.

Objetivo, perder peso

Según explican desde el Colegio profesional, el perfil mayoritario de quien contacta con una persona profesional de la nutrición son mujeres —un 87 %, frente a un 13 % de hombres— con edades comprendidas entre los 35 y los 50 años, seguidas de también mujeres, más jóvenes, entre los 25 y los 35 años. “Durante los meses de confinamiento el 72 % de las consultas que hemos recibido han sido relacionadas con las dietas y la pérdida de peso. Llama la atención que un amplio porcentaje de consultas ha estado relacionado también con la educación alimentaria, por lo que entendemos que sí hay una predisposición de la sociedad a alimentarse de una manera más saludable, aunque no siempre es fácil en estos momentos” comenta Rocío Planells, gerente del CODiNuCoVa.

En este sentido, algunos de los motivos para no seguir esas pautas o recomendaciones de alimentación saludable pueden encontrarse en el propio confinamiento: “El acceso constante a la comida, alcohol, o simplemente productos comestibles poco saludables, ha pasado factura a muchas personas. Además, se han producido muchas situaciones de estrés y de ansiedad y hay quien las canaliza a través de la comida”, apuntan desde el Colegio sobre lo que los profesionales definen como hambre emocional, que “debemos aprender a distinguirla del hambre física. El hambre emocional es impulsiva, aparece en un momento exacto y suele apetecer algo en concreto, mientras que el hambre física aparece de manera gradual y se sacia con el acto de comer o cenar”.

Consultas telemáticas

Según se desprende de la encuesta Profesión y COVID19: ¿Cómo ha afectado a nuestra profesión, impulsada por el Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas, el 82 % de los nutricionistas de la Comunidad Valenciana han tenido que adaptar su trabajo al entorno digital. De hecho, la mayoría de ellos prevé mantener este tipo de servicio, compaginándolo con la asistencia presencial, a partir de la desescalada.

“Al igual que en otras profesiones, el futuro de la Nutrición también ha de pasar por la flexibilización, la adaptación a un entorno cambiante y la atención proactiva. Tenemos que asumir que habrá nuevos escenarios y como profesionales de la salud somos clave en la asistencia sanitaria”, explica Rocío Planells.

http://diariodegastronomia.com/perder-peso-principal-motivo-las-consultas-nutricionistas-confinamiento/

 

 

LOS MEJORES ALIMENTOS PARA CONSUMIR EN FRESCO, EN CONSERVA, ALMACENAR O CONGELAR



Hay alimentos, los llamados no perecederos, que tienen una vida útil muy larga, no necesitan refrigeración y no se deterioran a menos que sean abiertos. También los hay, como los tubérculos y raíces, duran mucho tiempo en determinadas condiciones. Y, finalmente, otros productos como muchas verduras y frutas, que es aconsejable consumir en pocos días.

Algo que, en estos días de confinamiento, viene bien conocer de cara a realizar una compra útil y duradera, evitando así salir de casa y garantizando una buena nutrición. Y es que estar encerrados no tiene por qué suponer un reto para la alimentación saludable. Por ello, Cristina Casado, dietista-nutricionista la Unión Vegetariana Española (UVE) y colaboradora de ProVeg España —organización internacional por la conciencia alimentaria— ha querido ofrecer una serie de consejos sobre la duración, caducidad y conservación de los principales alimentos.

En fresco, en conserva, almacenar, congelar…

ALIMENTOS NO PERECEDEROS. Lo mejor es optar por alimentos secos: legumbres y cereales. Además, son los más baratos del mercado. Entre las legumbres, se pueden adquirir lentejas, garbanzos, alubias blancas, pintas, rojas, frijoles negros, pastas de legumbres o soja texturizada fina y gruesa. Respecto a los cereales, es buena idea elegir pasta, arroz, cuscús, quinoa, maíz de palomitas, avena y muesli. El pan puede comprarse en más cantidad de la habitual y congelarse en porciones. Y, si te animas, tener harina de gluten puede servir para hacer seitán casero e igualmente conservarlo en el congelador.

VERDURAS. Tanto las conservas en botes de cristal o latas como las verduras congeladas son elecciones muy sanas y nutritivas. Algunos ejemplos de verduras en conserva aconsejables son el tomate triturado, la menestra de verduras, pisto, alcachofas, espárragos, maíz dulce, encurtidos… Los tubérculos y raíces son opciones que aguantan mucho tiempo, por lo que es muy buena idea comprar patatas, zanahorias y boniato. En cuanto a verduras frescas, las cebollas y los ajos suelen aguantar mucho tiempo también. Igualmente los tomates y la lechuga tipo iceberg o romana. Además, las verduras frescas se pueden trocear y congelar para ser utilizadas después sin haber perdido sus propiedades: brócoli, coliflor, guisantes, judías verdes, espinacas, setas, mezclas de verduras congeladas…

FRUTA. Sigue consumiendo fruta fresca para garantizar el aporte de vitamina C. De entre ellas, la manzana es la que aguanta más tiempo, seguida de la naranja. Los plátanos se pueden comprar la mayoría verdes y un par amarillos, para que duren más tiempo. Puedes también elegir fruta enlatada y congelada, vigilando bien las etiquetas, para asegurarte de que no lleven azúcar añadido, sino al natural. Por ejemplo, piña, fresas y frutos rojos.

FRUTOS SECOS Y SEMILLAS. Los frutos secos y las semillas, además de altamente nutritivos son básicos que duran mucho tiempo, especialmente las nueces, las almendras, pipas de calabaza y semillas de sésamo y lino.

BEBIDAS VEGETALES. También podemos aprovisionarnos de bebida vegetal, yogures de soja, tofu y tempeh, que aguantan bien en el frigorífico hasta que los abrimos y después duran de 3 a 4 días.

OTROS ALIMENTOS DURADEROS. El aceite de oliva, la levadura nutricional o de cerveza, el cacao puro, chocolate negro, café, e infusiones y las especias son otros alimentos que pueden tener de fondo de armario, con una fecha de caducidad extremadamente amplia.

http://diariodegastronomia.com/los-mejores-alimentos-consumir-fresco-conserva-almacenar-congelar/

 

 

CÓMO MANTENER UNOS HÁBITOS ALIMENTICIOS SALUDABLES EN CIRCUNSTANCIAS EXCEPCIONALES

 

En estos días de alarma es posible que, por diferentes razones, el temor a padecer la enfermedad, el cambio de horarios, el cuidado de los niños y mayores en casa, etc. tomemos la comida como una de las pocas vías de escape, de modo que comamos sin ‘hambre real’, sino más por ‘hambre emocional’, algo que suele aparecer de repente, generando el apetito de alimentos específicos, generalmente dulces u otros muy palatales.

Por ello, desde el área de Nutrición y Bromatología/Gabinete de Nutrición y Dietética (Policlínica Universitaria) de la Universidad CEU San Pablo han querido hacer públicos algunos consejos útiles para seguir manteniendo unos hábitos alimenticios saludables durante estos días.

Objetivo, mantener nuestros hábitos saludables

Planificación. Este punto es esencial. Haz un menú semanal, evitando así caer en la improvisación. Si cocinas con antelación evitarás elegir lo primero que veas en la despensa o nevera.

Horario. Es importante seguir un horario para las comidas, y así evitarás picotear durante el día.

La cocina… para cocinar. Evita entrar en la cocina si no es la hora de comer o de cocinar.

Un sitio para comer. Elige un par de espacios físicos concretos de la casa para comer —comedor, cocina…—, de esta manera se pueden reducir ingestas poco apropiadas (habitación, otras).

Un menú saludable. Es el momento para, en lo posible, mantener y/o recuperar los valores de la Dieta Mediterránea. Incluye en el menú verduras, frutas, cereales integrales, legumbres, carne —preferentemente magras—, pescado —no te olvides del pescado graso/azul—, huevos, lácteos y frutos secos, como pilares fundamentales de tu alimentación diaria.

Productos a evitar. Modera la compra de productos como bollería —intenta elaborar bollería casera utilizando aceite de oliva… hazlo en familia ahora que tienes más tiempo—, refrescos azucarados, snacks salados o dulces… Realiza la lista de la compra para evitar comprarlos cuando vayas al mercado o supermercado.

Disfruta de la comida. Siéntate a la mesa tranquilo/a, disfrutando de la comida, siempre que puedas en compañía y aprovechando que tienes más tiempo para masticar adecuadamente.

Toma diariamente dos raciones de verduras, cruda o cocinada, y tres de fruta al menos, preferiblemente entera. La verdura en conserva y congelada puede ser también una opción rápida y saludable en estos días

Utiliza y experimenta técnicas culinarias saludables: plancha, cocción, vapor…

Hidrátate correctamente: elige preferentemente el agua, y en el caso de adultos también infusiones y café. Puedes añadir un chorrito de naranja o limón, menta… al agua para darle un toque de sabor asegurando dos litros diariamente. Otras fuentes de hidratación como sopas frías y calientes, infusiones, lácteos y, en su caso, por zumos naturales y bebidas no calóricas.

Identifica el hambre emocional para ver qué lo desencadena (aburrimiento, tristeza). En estos días elige actividades entretenidas y placenteras para evitarlo como, por ejemplo, leer, escribir, hacer pilates o yoga en casa, ordenar, coser, jugar a juegos de mesa… también para aprender o ‘hacer pinitos’ en la cocina saludable.

Mantente activo dedicando una parte del día a caminar en casa o en el jardín, hacer estiramientos, ponerte alguna clase online…

Si picoteas, elige opciones saludables: manzana o pera al microondas con canela; guacamole; humus; palitos de zanahoria; olivada; palitos de pepino; copos de avena con cacao puro y yogur natural; yogur natural con semillas (chía, lino, sésamo); galletas caseras de avena; frutos rojos (puedes comprarlos congelados) con yogur natural o queso fresco batido; fresas con leche o bebida vegetal sin azúcar añadido; tosta integral de atún con tomate; tosta integral de requesón con pera; tosta integral de tomate con queso fresco; tosta integral de aguacate con tomate; naranja con canela; fruta con chocolate del 85 % fundido; tosta integral con ricota y semillas.

Introduce alimentos saludables con nutrientes interesantes para nuestra flora intestinal y el sistema inmunitario: fruta, verdura, legumbre, semillas, jengibre, cúrcuma, yogur natural, kéfir, cítricos, pimiento rojo, pescado azul, cacao del 85 %, encurtidos (pepinillos).

Y, además…

En la compra, sé solidario y compra solo que necesites, procura que vaya a la compra una persona por casa, no hables, tosas o estornudes sobre los alimentos, ponte guantes para elegir la fruta, el pan, etc., elige pagar con tarjeta de crédito, no te toques la cara mientras estés colocando la compra, lávate las manos con jabón después de haber hecho la compra.

En la cocina, lávate las manos con jabón antes y después de cocinar, prioriza lavar en el lavavajillas, utiliza servilletas de papel, lava a 60 ºC paños, servilletas y manteles, desinfecta encimeras después de cocinar, y evita cocinar si estás enfermo o con síntomas.

http://diariodegastronomia.com/mantener-unos-habitos-alimenticios-saludables-circunstancias-excepcionales/

 



 

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