La Cofradía del Santo Cristo de la Capilla,
siglos XVIII y XIX –
JUANA GABRIELA
ROMÁN JÁQUEZ 1–
https://www.milenio.com/cultura/inah-recomienda-replica-santo-cristo-festividades
Santiago del Saltillo junto con Monterrey fue un
territorio de frontera en el noreste novohispano hasta la segunda mitad del
siglo XVIII lo que forjó un carácter en sus habitantes que se manifestó de
diversas maneras. En Saltillo, una de ellas fue la devoción a la imagen del
Santo Cristo de la Capilla. Esta devoción unió a los españoles con los mestizos
y tlaxcaltecas en su lucha por sobrevivir a las continuas incursiones de
nómadas. Ahora esta devoción es un signo de identidad que une a los nativos de
Saltillo ante el embate de la modernidad que promovió la inmigración.
Santos Rojo compró en Xalapa, Veracruz, la imagen del
Santo Cristo en la primavera de 1608. Rojo la llevó consigo a Santiago del
Saltillo, villa que había fundado junto con Alberto del Canto, Juan Navarro,
Cristóbal Pérez y Diego de Montemayor en julio de 1577. Rojo inició la
construcción de una capilla funeraria al lado norte de la parroquia de Santiago
Apóstol, ubicada frente a su casa en la antigua
Calle Real. Santos Rojo murió en 1614 y fue su viuda Beatriz de las Ruelas
quien la terminó. Esta capilla primigenia debió ser de terrado y sin cúpula. La
capilla fue dedicada a las Ánimas, por lo que así se le conoció hasta el siglo
XVIII.
Rojo, por ser uno de los fundadores de Saltillo, obtuvo
mercedes de tierra al nororiente de la villa donde fundó las haciendas de San
Diego y Santa Ana, y se dedicó al cultivo y comercio del trigo como en todas
las haciendas ubicadas alrededor de la villa, grandes productoras de este grano
muy demandado en las minas de Mazapil y Zacatecas.
La imagen del Santo Cristo está elaborada en pasta de
caña de maíz y por esto es probable que haya sido realizada en la región de
Pátzcuaro en Michoacán. Los purépechas desde la época prehispánica elaboraban a
sus dioses de esta manera, para llevarlos al campo de batalla por su poco peso.
Hay evidencia documental de que el obispo Vasco de Quiroga promovió la
elaboración de imágenes religiosas con este material para la evangelización.
Así la tradición ha continuado hasta la actualidad entre los purépechas.
La imagen fue restaurada en 2004 aunque ya no cuenta
con la cruz original que fue retirada de la imagen en la década de 1950 y
substituida por una cruz de plata, en la que se guarda también una reliquia.
Además la imagen cuenta con cinco coronas, una de oro y cuatro de plata que se
encuentran resguardadas en la Catedral de Saltillo.
El culto a la imagen del Santo Cristo inició en el seno
familiar de Santos Rojo y Beatriz de las Ruelas, pero para principios del siglo
XVIII ya formaba parte de la devoción de los vecinos de la villa del Saltillo.
La capilla que conocemos actualmente inició su construcción hacia 1725 y fue
terminada en la década de 1760. Ya para entonces se llamaba a la imagen Santo
Cristo de la Capilla. Durante esta época el presbítero Lucas de Lasaga y cura
de la villa del Saltillo imprimió las primeras novenas lo que expandió el culto
fuera del ámbito local.
La cofradía fue una institución en la Nueva España que
se remontaba al siglo XVI y que se extendió por todo el Virreinato. El objetivo
era apoyar a los miembros cofrades en el aspecto espiritual y material al
momento de fallecer y en el más allá al continuar oficiando misas por el descanso
eterno de las almas de los cofrades fallecidos. Pero además tenían una función
más terrenal, con el objetivo de obtener fondos realizaban diversas actividades
económicas. En el caso de la Cofradía del Santo Cristo se le puede considerar
como el primer banco en Saltillo, ya que por las evidencias documentales tuvo
esa función desde su fundación en 1743. Con los recursos obtenidos y por orden
del obispo de Guadalajara también debía apoyar la construcción de la nueva
parroquia de Santiago Apóstol, posteriormente Catedral.
Josefa Báez Treviño obtuvo el permiso del obispo de
Guadalajara monseñor Parada para fundar la cofradía en la Capilla del Santo
Cristo en el verano de 1743. Josefa Báez Treviño era bisnieta de Rojo e hija
del gobernador de Nuevo León, Francisco Báez Treviño.
Los cofrades fundadores eligieron el 6 de agosto, día
de la Transfiguración de Cristo, para conmemorar a la imagen del Santo Cristo
conocido ya como Señor de la Capilla. Esta conmemoración se repite en varios
sitios del norte de México, donde la imagen de Cristo es el patrono de la
comunidad católica, como en Mapimí, Durango y Mazapil, Zacatecas.
Al momento de la fundación de la Cofradía del Santo
Cristo de la Capilla era cura párroco del Saltillo José Martín Sánchez Navarro.
La cofradía se fundó con un monto original de 860 pesos para ser invertidos en
préstamos sobre hipotecas a diferentes personas, en particular a los hacendados
del valle del Saltillo, a un rédito anual del 5%.2
La cofradía también integró a los tlaxcaltecas del pueblo
de San Esteban de la Nueva Tlaxcala. Así el culto al Santo Cristo tuvo otra
función más allá de la devoción espiritual de los cofrades, funcionó como un
vínculo de unión entre las dos comunidades que tenían que enfrentar las
continuas incursiones de los indios nómadas y la inseguridad que esto
provocaba.3
Los cofrades aportaban cada año su limosna a la
cofradía y con esto aumentaban la base del monto original para que la cofradía
pudiera pagar los servicios religiosos de los miembros como entierros y misas,
así como el pago del sacristán, la compra de la cera para las misas y los
honorarios por los sermones del cura de la villa.
La cofradía fue muy exitosa desde su inicio. A pesar de
no ser la primera ni la última cofradía que se fundaría en Saltillo, ya que
desde el siglo XVII existían dos más y posteriormente en el siglo XVIII los
tlaxcaltecas también contarían con la propia, la cofradía bajo la
administración de Josefa Báez Treviño logró expandir los créditos como lo
muestra el primer libro de la cofradía que inicia en 1743 y termina en 1804.4
Para 1753, es decir, una década después de su fundación
y todavía bajo la dirección de la mayordoma Josefa Báez Treviño, la cofradía
contaba con 140 miembros vivos más los fallecidos por los que seguía orando. Para
entonces el culto al Santo Cristo se había extendido a Zacatecas, Cuencamé,
Parras, San Luis Potosí, Monclova y Nuevo León y hasta lugares tan lejanos como
Michoacán y Pachuca. Para el siglo XIX el culto al Santo Cristo había
desplazado el culto a Santiago Apóstol, patrono de la ciudad.
Los cofrades y devotos también aportaban regalos; para
1752 el inventario era el siguiente:
Paño de “Cálix”
cíngulo blanco de tela
15 palios de Bretaña labrados
1 casulla de tela blanca con bolsa de corporales y paño
de cáliz que dio la marquesa de San Miguel de Aguayo
1 cortina de raso azul de China
6 tapetes chicos
4 cuadritos de media vara que están en el nicho del
Santo Cristo
1 “Cálix” con su patena que dio doña María de Almandos
Otro dicho cáliz con su patena y cuchara que dieran los herederos
6 candeleros de plata… y dos de pie ancho
1 lámpara para candeleros todo de plata
1 vasito de plata de dicha lámpara
9 cíngulos
9 listones sin abotonar
20 cabelleras
3 peines abotonados
1 cuerpecito de plata
2 piernecitas y 1 corazón de plata
1 cucharita de plata
1 relicario de filigrana
1 espejo con su marco
7 onzas de plata
Una cajita en que se guarda todo lo dicho
1 palio de Bretaña labrada
2 tinajitas de barro
2 ángeles de barro
2 ramilleteros grandes
2 pares de manteles de Bretaña y los otros usados
1 casulla de brocado verde con paño de cáliz y bolsa de
corporales que dio de limosna don Manuel Ramos
1 colcha de China azul
1 velillo encarnado
2 cíngulos de cinta de tela
6 almohadas perfiladas
1 palio de “razo”
2 ramilleteros medianos
1 cruz “embusida” de concha
4 candeleros de plata
La Cofradía del Santo Cristo continuó funcionando hasta
que fue suprimida por la Ley Lerdo, aplicada en 1859. El culto al Santo Cristo
de la Capilla continúa y es parte del patrimonio cultural de los saltillenses.
Cada 6 de agosto acuden miles de personas a rendirle culto a la imagen del
siglo XVI que más allá de la devoción es signo de identidad para los
saltillenses. Actualmente, la Cofradía del Santo Cristo de la Capilla es
conocida como Caballeros del Santo Cristo y su tarea es la custodia de la
imagen durante su traslado de la Capilla a la Catedral de Saltillo el día 27 de
julio de cada año, cuando inicia el novenario que termina el 6 de agosto. Los
caballeros devuelven la imagen a su nicho en la Capilla el día 7 de agosto.
Bibliografía
Alessio Robles, Vito. “El Santo Cristo de la Capilla”
en Catedral de Saltillo… por los siglos de los siglos, Gobierno del estado de
Coahuila/ UA de C. Monterrey, 2001.
Cuello, José. Saltillo Colonial. La formación de una
sociedad en la frontera mexicana, Archivo Municipal de Saltillo, Saltillo,
2004.
Fuentes, Pedro. “Crónica del Saltillo” en Cuadernos de
Cultura de la Dirección General de Promoción social y cultural del Estado de
Coahuila, No. 2, Saltillo, 1976.
Harris, Charles III. El Imperio de la Familia Sánchez
Navarro, Sociedad Monclovense de Historia, Monclova, 1992.
Monsiváis, Carlos. Las herencias ocultas del
liberalismo del siglo XIX, México, 2006.
Oyervides, Francisco Javier. Crónica del Santo Cristo
de la Capilla, texto inédito, Saltillo, 1987.
Rangel Silva José Alfredo, Identidad, devoción y
conflicto. El Señor del Hospital y los indios de Salamanca. Siglos XVII y
XVIII. Tesis de Maestría. El Colegio de Michoacán, Zamora, Mich. 1998.
Román Jáquez, Juana Gabriela.“El Culto al Santo Cristo
de la Capilla a través de los siglos” en El Santo Cristo de la Capilla. IV
Centenario, Obispado de Saltillo, Saltillo, 2008.
Román Jáquez, Juana Gabriela. “El Culto al Santo Cristo
en Coahuila” ponencia presentada en el III Coloquio de Historia, Sociedad y
Patrimonio, Colegio de San Luis/ Universidad Autónoma de Querétaro, San Luis
Potosí, 17 al 19 de junio de 2009.
Archivos
Archivo de la Catedral de Santiago del Saltillo
Fondo Colonial
Archivo Municipal de Saltillo
Fondo Presidencia Municipal
NOTAS
1 Centro INAH Coahuila.
2 Charles Harris III menciona que en la época en que
José Martín Sánchez Navarro era el cura de la parroquia de Santiago, la familia
estaba pasando por una mala racha económica.
3 Los tlaxcaltecas arribaron al valle del Saltillo en
1591 como parte del proyecto de poblamiento promovido por la Corona ante la
resistencia de los nativos conocidos entre los conquistadores como chichimecas.
4 La cofradía de los tlaxcaltecas desapareció en marzo
de 1839 cuando el entonces gobernador de Coahuila, Francisco García Conde,
retiró las alhajas, muebles y fondos que ascendían a 500 pesos otorgados por el
Dr. Miguel Ma. Lobo a favor de la Cofradía de las Ánimas.
https://www.seducoahuila.gob.mx/colegiocoahuilense/assets/revista-98-completa-(1).pdf
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