jueves, 12 de noviembre de 2020

 

COLONIAS DE LA CAPITAL QUE ANTES FUERON PANTEONES

 

Mochilazo en el tiempo

De México se encuentran varias colonias, calles y avenidas en espacios que antes fueron panteones. El día de hoy hablaremos de siete de estos lugares que se han olvidado con el paso del tiempo, la traza urbana y el crecimiento de la población


El territorio al que llamamos “Ciudad de México” se ha ido expandiendo a lo largo de su historia; en sus inicios alcaldías enteras no se consideraban parte de la capital —y eran referidas como “las afueras”— y en lugar de ejes viales, viviendas, empresas u oficinas había canales, llanos o milpas.

Conforme la ciudad fue creciendo se asentaron barrios y con ello sitios donde los habitantes pudieran tener acceso a servicios tanto físicos como espirituales, como mercados, templos o panteones; algunos de ellos perduran hasta nuestros días aunque otros tantos quedaron desdibujados y olvidados por el paso del tiempo y la traza urbana.

Hoy hablaremos de siete panteones a lo largo de la capital que por el crecimiento de la ciudad se quedaron prácticamente en el olvido y en cuyos predios se erigieron algunas colonias como la Doctores, la GuerreroRoma Sur, la San Andrés Tetepilco en Iztapalapa, Guadalupe Tepeyac o la colonia Xoco, entre otras, que hoy en día son testigos de la vida cotidiana y cambiante de la metrópoli.


Vista del que fue panteón de Santa Paula en el siglo XIX. La imagen enviada por don Julio Romo Michaud,  forma parte del Álbum Pintoresco de la República Mexicana, publicado en 1849 por don Julio Michaud.


Años 50, niños jugando encima del panteón y su ermita

 

Este es un detalle de una vista aérea de la Ciudad de México, lograda desde un globo por el gran artista Casimiro Castro a mediados del siglo XIX y publicada en México y sus Alrededores por V. Debray en 1869. Aquí se aprecia la ubicación del cementerio muy cerca del hospital referido y la iglesia de Santa María, hoy conocida como la Redonda  Una de las razones de la fama de este panteón fue que allí enterró Antonio López de Santa Anna, con honores militares, uno de sus pies, que perdió en la batalla de Veracruz contra tropas francesas en 1838.



De la misma litografía de Casimiro Castro, ahora se muestra un sector más amplio de la ciudad a mediados del siglo XIX, que nos permite ubicar con mucha precisión el sitio donde estuvo el panteón de Santa Paula y a la vez como era entonces el panteón de San Fernando. A la fecha del primero solamente permanece la iglesia de Santa María la Redonda, colindando con el trazo del actual Paseo de la Reforma Norte. Del segundo subsiste el panteón en forma de museo, junto a la iglesia de San Fernando, por el contrario el convento del mismo nombre desapareció paulatinamente al promulgarse las Leyes de Reforma en 1859.

http://mexicomaxico.org/Reforma/rotonda.htm

 

https://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/2015/03/01/panteon-colonial-al-cascajo-con-aval-del-inah/santa-paula-600/

 

Fotos: "La Ciudad de los Palacios, crónica de un patrimonio perdido"/ Colección Villasana – Torres y Google Maps.  Diseño web: Rodrigo Romano.

 

En la colonia Guerrero

Para conocer sobre la historia de algunos de estos camposantos nos acercamos al cronista Rodrigo Hidalgo y a la historiadora


Bertha Hernández. Rodrigo comenta que en parte de la actual colonia Guerrero estuvo el panteón de Santa Paula, muy cerca del templo de Santa María la Redonda y junto a lo que ahora es el Eje Central:

“Aunque fue clausurado en 1871 y poco después se fraccionó el terreno, la capilla sobrevivió hasta la ampliación del Paseo de la Reforma en la década de 1960; incluso en la esquina de esta avenida y la calle de Riva Palacio queda un pequeño monumento que recuerda su existencia. Santa Paula tuvo un anexo que fue conocido como el Camposanto de San Andrés, y así aparece en los mapas del siglo XIX”.



En el plano de la Ciudad de México de 1869, pueden verse claramente el sitio que ocupaban los panteones de Santa Paula y San Andrés. Cortesía. 
 


En la misma demarcación, en la Guerrero, está la plaza y el templo de Nuestra Señora de los Ángeles, que para 1880 aún contaba con su panteón, hoy desaparecido. La iglesia también tuvo varios cambios y se le agregó una cúpula.


Templo de Nuestra Señora de Los Ángeles en 1880 (hoy colonia Guerrero); sobre la explanada hay diversos puestos en los días cercanos a la fiesta patronal. Colección: Villasana - Torres.

 

El caso de Campo Florido en la colonia Doctores

 

En la colonia Doctores estuvo el panteón del Campo Florido, de éste permanece la capilla en la calle de Doctor Lavista, que fue dañada durante los combates de la Decena Trágica en 1913. Sobre este camposanto,  Bertha Hernández compartió que aquí fue enterrado por sus amigos el poeta Manuel Acuña en 1873 después de que se quitó la vida:

“Cuando Acuña fue llevado a enterrar, el Panteón del Campo Florido estaba casi en las afueras de la ciudad de México. Como ocurrió con el cercano Panteón General de la Piedad, fue una burrada monumental la elección de esos emplazamientos para construirle cementerios a una ciudad que ciertamente los requería a gritos, pues los viejos camposantos heredados de los años previos a la Reforma, aparte de estar enclavados en las parroquias de la ciudad, eran objeto, un día sí y otro también, de críticas y recelos debido a los 'miasmas' (emisiones de los cuerpos en descomposición) que los panteones verticales podían esparcir por toda la ciudad. Ya se acababa el siglo XIX, y había muchos a los que no se les olvidaba que en varios de aquellos cementerios, Santa Paula y San Fernando incluidos, reposaban las víctimas de las  grandes epidemias de cólera que habían azotado en otros tiempos a la capital mexicana.”



En este Plano General de la Ciudad de México de 1880, de la Mapoteca Orozco y Berra, podemos ver la ubicación del Panteón Campo Florido.

 

De acuerdo con sus investigaciones, para 1890 este cementerio ya era considerado como un foco de insalubridad ya que la zona sobre la que reposaba era de chinampas y la “ocurrencia” de las autoridades hacer un cementerio en este tipo de suelo provocaba filtraciones contaminantes a los cuerpos de agua.

Las condiciones lo llevaron a ser un cementerio donde únicamente los pobres enterraban por voluntad propia a sus seres queridos, porque no alcanzaba para un lugar mejor.

Tres años después del funeral de Acuña, en 1876, los vecinos de la zona solicitaron a las autoridades que se clausurara el cementerio y para 1878 el panteón iniciaría su proceso de desaparición, tanto por el abandono como por orden del gobierno de aquél entonces.

Para 1885 se tomó parte de los terrenos del panteón para abrir una vía para el tránsito y así nació la calle Doctor Andrade y tres años después se originó una parte de lo que hoy integra Doctor José María Vértiz; ya para la década de 1890, documentos oficiales ya se referían a este sitio como “extinguido panteón del Campo Florido”, explicó  Bertha.

Sobre los restos de Acuña, sus amigos los salvaron de Campo Florido y organizaron su traslado al Panteón de Dolores, en donde permanecieron hasta 1917, cuando se decidió que serían llevados a la Rotonda de los Coahuilenses Ilustres, en Saltillo, lugar en el que aún permanecen.


Daños causados por los combates de la Decena Trágica en el templo del Campo Florido a inicios de 1913. Esta iglesia formó parte de un antiguo panteón; la toma fue realizada desde el actual cruce de Doctor Lavista, Doctor Ruiz y Doctor Andrade, en la colonia Doctores. Colección: Villasana - Torres.

 

La Roma Sur

 

Por su parte, Rodrigo Hidalgo dice: “una parte de la actual Roma Sur alojó al Panteón General de la Piedad, sobre el terreno se construyeron el Centro Escolar Benito Juárez y el Estadio Nacional, que años más tarde dio paso al Multifamiliar Juárez, como lo muestra el plano cortesía de la Mexico Tramways Company, Lines and Properties in Mexico City”.


Vista de la portada del Ex Panteón General de La Piedad  (hoy parte de la colonia Roma Sur) a principios del siglo XX. Este cementerio y el del Campo Florido  (hoy parte de la colonia Doctores) alcanzaron gran importancia tras el cierre del de Santa Paula (hoy parte de la colonia Guerrero) y de los atrios de las iglesias para este fin; en 1882, el Panteón Civil de Dolores se convirtió en el general de la ciudad y aquel  fue clausurado. Colección Villasana - Torres.



Planos del panteón de La Piedad en 1910, hoy parte de la colonia Roma Sur. Crédito: Library of Congress.

 

Al norte y oriente de la capital 

Al norte, en los alrededores de la Villa de Guadalupe, se encontraba el Panteón del Tepeyac, que estaba rodeado de las cúpulas y torres de la antigua Basílica, del Convento de Capuchinas y de la Capilla del Cerrito, cuya imagen es nuestra fotografía principal.

En  la colonia San Andrés Tetepilco de Iztapalapa se encuentra el templo de San Andrés Tetepilco, construido en el siglo XVII y que continúa en pie con algunos cambios en la fachada; hasta 1930 aún conservaba su antiguo panteón y en la actualidad, en el espacio que ocuparon las tumbas, hay un jardín.


Templo de San Andrés Tetepilco en la Alcaldía Iztapalapa en 1930, Crédito: INAH.

 

La desaparición de los cementerios

 Bertha Hernández comenta: “no todos los viejos cementerios de la capital desaparecieron en fast track como Santa Paula o los panteones de los atrios de las parroquias. En la medida en que la secularización de cementerios, establecida por las leyes de Reforma, comenzó a consolidarse pudo comenzar a documentarse con cierta solidez lo que ocurrió con algunas de nuestras necrópolis”.

Dos de los panteones que fueron reducidos en su tamaño pero que han sobrevivido al paso del tiempo son el Panteón de San Fernando, muy cerca del Centro Histórico, y el de Xoco, a unos metros de la Cineteca Nacional.

Al primero se le “rebanó al menos un muro” para la construcción de una calle, que en teoría, permitiría la construcción de diversos proyectos, entre ellos un Panteón Nacional donde reposarían los restos de los Héroes de la Patria, pero que nunca se llevó a término.

Sobre el cementerio de Xoco, en donde se encuentra la tumba de Francisco Sosa, escritor, historiador y periodista campechano,   Bertha dice que vecinos del antiguo pueblo de Xoco le compartieron que los predios donde hoy en día se encuentran el IMER y la Cineteca Nacional, alguna vez fueron parte del panteón que hoy está en los límites de esta colonia capitalina, entre las calles de Mayorazgo y Río Churubusco.

Poco vemos hoy de estos camposantos; sin embargo, podemos recrear estos sitios y muchos más de nuestra capital compartiendo con las nuevas generaciones estos relatos que ayudan a generar interés y a valorar el viejo rostro de la CDMX.

La fotografía principal es el pantéon del Tepeyac, al norte de la ciudad y en los alrededores de la Villa de Guadalupe, que estaba rodeado de las cúpulas y torres de la antigua Basílica, del Convento de Capuchinas y de la Capilla del Cerrito. La imagen es de 1938, del Archivo Fotográfico Manuel Ramos.

 

https://www.eluniversal.com.mx/opinion/mochilazo-en-el-tiempo/las-colonias-de-la-capital-que-antes-fueron-panteones

 

 


































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