LA VIDA EN ROSA,
NUEVA EXPOSICIÓN DEL MUSEO DEL TRAJE
¿Cómo se ha usado el color rosa
en la historia de la moda? De María Antonieta a Rosalía, el Museo del Traje
toma prestado el título de la canción más famosa de Edith Piaf en su nueva
exposición: La vie en rose
CASACA
S. XVIII
También llamado
traje “a la francesa” esta casaca data de entre los años 1775 y 1785, cuando el
rosa se impuso en la moda Rococó.
VESTIDO
IMPERIO
De 1810, este tipo
de vestido fue popularizado por Josefina Bonaparte, considerándose Maria
Antonieta la antecesora de este estilo.
TRAJE
INFANTIL
Durante el siglo
XVIII, el rosa se utilizó sin importar el género o la edad, pues era símbolo de
riqueza y de poder. Tanto es así, que hasta los curas lo utilizaban durante las
liturgias.
CONJUNTO
DE MEDIAS Y ZAPATOS NEOCLÁSICOS
Durante
el Neoclasicismo, que se materializa con la Revolución Francesa, los
colores pastel son sustituidos por los bien definidos rojos pompeyanos,
influencia de los descubrimientos de Pompeya y Herculano unas décadas
antes.
TRAJE
GOYESCO
A mediados del
siglo XIX se consolida el llamado “traje de luces” para los toreros, que usan
con frecuencia el color rosa en las distintas piezas que lo componen (chaqueta,
chaleco, calzón, medias y faja).
TÚNICA
DE BALENCIAGA
En la década de
los años 50 del siglo XX, grandes diseñadores como Dior, Balenciaga y la
mayoría de los creadores de la alta costura exploraron el color rosa, que en
manos de actrices como Marilyn Monroe o Jayne Mansfield adquirió una
dimensión erótica.
VESTIDO
“TERESA CABARRÚS”, DE JESÚS DEL POZO
En 2006, el
diseñador Jesús del Pozo creó esta pieza en honor a Teresa
Cabarrús, dama española que fue amante y después esposa
de Jean-Lambert Tallien, político francés durante la Revolución Francesa.
LA VIDA EN ROSA, NUEVA EXPOSICIÓN DEL MUSEO DEL TRAJE
El rosa y su
amplia gama cromática -pastel, fucsia, frambuesa, coral,
malva- son los protagonistas de la nueva exposición temporal del Museo del Traje de Madrid: La vie en rose. A través de esta exposición, la institución
quiere profundizar en los aspectos técnicos y simbólicos asociados al uso del
rosa en la moda y en la cultura occidental en general. En
definitiva, pone la mirada en la historia del color rosa y en sus usos en la
ropa.
En realidad, La vie en rose hace
un recorrido a lo largo de la historia de la Humanidad a través del color
rosa. En la muestra, gracias a este color se diferencian
entre periodos artísticos y épocas pero también se señalan
los significados que el rosa ha ido adquiriendo con el
paso de los años. Así, la exposición incluye prendas
de ropa desde siglo XVIII hasta nuestros días, pero también
otros objetos más antiguos como útiles de cocina de la
época helenística o carteles publicitarios de
mediados del siglo XX. En todos ellos, el rosa y sus diferentes tonalidades son
los protagonistas.
HISTORIA DEL ROSA EN
EL MUNDO DE LA MODA
Siguiendo el
tiempo como hilo conductor de La vie en rose comienza con vasijas y
otros elementos de la Antigüedad y la Edad Media, cuando el rosa se conseguía a través de la
mezcla del rojo -obtenido de insectos como el kermes o la chinchilla o a través
de la raíz de la rubia- y el blanco. Este proceso era muy costoso por lo que
fue considerado un color lujoso y, por tanto, demandado por la
nobleza. Muy utilizado en el arte como símbolo divino, es
el color de la encarnación de Cristo, de su nacimiento y resurrección.
Ya en los siglos XVIII
y XIX, los colores se comenzaron a obtener a través de
los minerales y en la moda y en el arte llega el
Rococó donde el rosa son los altos estamentos sociales,
sin diferencia de sexos ni edad, quien más lo demanda. La reina María
Antonieta o la
marquesa Madame de Pompadour sentían
debilidad por el rosa y con ellas, toda su corte. Tanto fue así, que en la
fábrica de Sèvres se elaboró el “rosa Pompadour”, en honor a Madame
de Pompadour.
Con el fin del
Rococó y la llegada del Neoclasicismo y la Revolución Francesa, el rosa pálido
del Rococó deja paso a los colores brillantes, muy influenciados por los
descubrimientos de Pompeya y Herculano, donde era habitual utilizar el rojo en
los frescos que adornaban las casas. En esta época, el clero
también viste de rosa durante las liturgias, pues no se
diferenciaba la indumentaria civil de la religiosa y era símbolo de poder.
Es a partir
de mediados del siglo XIX, con el auge del hombre burgués
cuando éste comienza a rechazar el color en su vestimenta, que lo reduce a su
uso en los chalecos o corbatas. Aunque el rosa no es aún un color asociado
estrictamente a lo femenino, son la mujer y los niños quien principalmente lo
utilizan, asociando al color una connotación de sumisión. Llama la atención que
es en esta época cuando los toreros incluyen este color en su indumentaria,
aunque en este caso la connotaciones están asociadas a la buena suerte, clase y
nobleza.
Es a finales
del siglo XIX y durante el siglo XX cuando aparecen los
tintes químicos y el rosa deja de ser un color definitivamente utilizado por
los hombres, pues en esta época existe una renuncia al color y un
desinterés por la moda por parte masculina. Es cuando el rosa
se comienza a asociar con la mujer y en oposición al arquetipo
masculino. También se asocia a la lujuria, al exceso y al mal
gusto, en función del tono elegido. Llama la atención que a la vez que el
régimen nazi utiliza estrellas rosas para marcar la homosexualidad, adquiriendo
el color connotaciones claramente negativas, Elsa Schiaparelli llevaba a la
moda el “shocking pink”, con el que comienza la historia del rosa como color
provocador.
Con el paso del
tiempo, estas connotaciones se diluyen y a mediados del siglo
XX los grandes diseñadores de alta costura como Dior,
Balenciaga, Fath o Balmain comienzan a utilizarlo en sus
trabajos y el color comienza a asociarse comercialmente con la mujer,
especialmente en productos de belleza. En la actualidad, el rosa se ha
reinventado y popularizado. Considerado un color subversivo, fue el color del
punk y de iconos del pop como David Bowie, así como de la
cultura urbana.
Ejemplos de todas
estas épocas es los que se podrá ver en La
vie en rose del 16 de
noviembre al 3 de marzo de 2019 en el Museo del Traje de
Madrid. Las piezas expuestas pertenecen al propio Museo del Traje y otras
instituciones que han cedido algunas de las piezas: Museo Nacional de Artes
Decorativas, el Museo Arqueológico Nacional y otras colecciones privadas como
la de Antoni de Montpalau. La entrada es libre hasta
completar aforo.
https://viajes.nationalgeographic.com.es/a/vida-rosa-nueva-exposicion-museo-traje_13489/8
No hay comentarios:
Publicar un comentario