NUESTRA SEÑORA DE REGLA
Santuario
de la virgen de Regla de Chipiona
Entre la Playa de Camarón – La Laguna y la
Playa de La Regla se encuentra este hermoso santuario ubicado a orillas del
mar.
Historia
de la imagen de Regla
Aunque la
invocación de Regla tiene puntos oscuros (el origen del nombre de “Regla” o
cómo llegó la imagen a la ermita de los Ponce de León, etc.) sí disponemos de
una bibliografía sobre el santuario y la Virgen.
Todo arranca de la imagen de la Virgen de
Regla, que comenzó a recibir devoción en el Castillo de los Guzmanes ya en el
siglo XIV. Se trata de unan talla de transición de románico al gótico, aunque
la leyenda -como hemos visto anteriormente-, al ponderar a fuerza de la
advocación se remonta, como acostumbraban las leyendas, a tiempo pretéritos, en
nuestro caso la época de San Agustín.
Primera etapa (1399-1600)
En su primera
época (1399-1600), la imagen de la Virgen fue venerada en la ermita del
castillo. A raíz de la gesta heroica del sitio de Tarifa, el 1294, Sancho IV
otorgó a Guzmán el Bueno la franja territorial que media entre la desembocadura
del Guadalquivir y el Guadalete, con la obligación de edificar tres castillos,
uno en Trebujena, otro en Regla, y otro en Rota para apuntalar la defensa de la
frontera.
Años más tarde, Guzmán el Bueno casó a su
hija Isabel con Don Hernán Pérez Ponce de León, y le entregó en dote la villa
de Rota, cuyo término municipal incluía el castillo de Regla (Chipiona se
erigió como municipio el 1490).
La batalla del Salado, el 1340, desplazó
hacia el interior la frontera de la reconquista; en consecuencia el castillo de
los Ponce de León perdió su valor estratégico, y se convierte en convento
agustino. Los Agustinos llegaron a Regla el año 1399, pero para entonces ya
estaba asentada en la comarca la devoción a la Virgen de Regla.
La carta de
donación, otorgada por los Ponce de León el 1399, recomienda hacer obras para
reconvertir la fortaleza en convento y autoriza a la comunidad agustina para
“que en dicha ermita pidiésemos reedificar cementerio y campanario y todo lo
demás que fuese necesario y conducente a dicha fundación del monasterio”.
Las obras comenzaron pronto. La fábrica
conventual se articuló en torno a dos grandes patios. Junto al Claustro mudéjar
construyeron las diversas dependencias conventuales como la portería, sala
capitular y refectorio; los dormitorios iban en la primera planta. En el siglo
XVI el monasterio de Regla aumenta su patrimonio con viñas, pinares y corrales
de pesca, pero siguió siendo un monasterio más bien pobre, tenía lo suficiente
para subsistir.
Lo que sí fue en aumento fue la devoción que
la Virgen de Regla en la comarca. Un indicador del relieve del santuario es la
bula de Eugenio IV de 1445, en 1478; el Papa respondiendo a una petición de la
comunidad otorga indulgencias a los fieles que “visitaren devotamente el
monasterio y la iglesia”.
Segunda etapa (1601-1835)
En el S. XVII
siguió incrementándose la devoción a la Virgen y la fama de Regla. Pescadores y
navegantes frecuentan el santuario para agradecer los favores obtenidos por
mediación de la Santa María de Regla, “la Virgen marinera”. Por su ubicación,
justo en la desembocadura del Guadalquivir, los barcos que iban o venían de
América, saludaban a la Virgen, cuyo santuario era lo último que veían antes de
adentrarse en el océano. “No hay bajel alguno de los de nuestra nación, y
muchos extranjeros católicos, que navegaban solos, o en escuadra, dejen de
saludar a esta señora al descubrir su casa, con salvas numerosas de artillería,
al entrar o salir de la ensenada de Cádiz o broa de Sanlúcar, cuyas aguas se
registran a mucha distancia desde las ventanas y terreno exterior del
monasterio”.
El siglo XVIII marcó un punto de inflexión.
La nueva dinastía borbónica y el saqueo permanente de los piratas, la pérdida
de relieve de la nobleza y de la consiguiente ayuda que los duques de Arcos y
Medina Sidonia le venían otorgando, etc., todas estas circunstancias hacen que
el santuario pierda importancia. No obstante, en el siglo XVIII el culto
prosperó en los ampulosos rituales barrocos, los novenarios, las procesiones
conventuales, etc. Horozco afirma que es la imagen “de mayor devoción desta
tierra, con muchos i evidentísimos milagros”.
Llevada por misioneros y marineros, la
devoción a la Virgen de Regla arraiga también fuera de España llegando a
Hispano-América y Filipinas. Actualmente recibe culto en Bani (República
Dominicana), La Habana , (esta imagen fue canónicamente coronada el año 1956);
en Tovar, ciudad del estado de Mérida, en Venezuela, donde la Virgen de Regla
es patrona desde el 1709; es titular de la catedral de Chihuahua, en Méjico; se
venera en San Pedro de los Milagros, en la Antioquia colombiana. Recibe también
devoción desde el S. XVIII en la Parroquia de Regla, de Lapu-Lapu City, en la
isla filipina de Cebú.
Tercera
etapa (1935)
La
desamortización, la exclaustración de los religiosos, etc.
Estos años cayeron como una losa sobre el
santuario y convento de Regla: sus bienes fueron confiscados, incluido archivo
y biblioteca, el saqueo alcanzó incluso a los azulejos del claustro. La imagen
de la Virgen quedó depositada en la parroquia. Para colmo, Regla estaba
entonces a un kilómetro del pueblo y el inmueble quedó abandonado durante más
de 15 años.
En estas circunstancias se produjo, el 1 de
julio de 1851, la visita providencial de los Infantes de Orleans. Antoine de
Latour, el secretario que acompañó a los Infantes, en el testimonio escrito que
nos dejó de aquella visita, refiere que tanto la fábrica conventual como la
misma iglesia estaban en condiciones penosas. La ilustre comitiva tuvo la
oportunidad de contemplar los muros cuarteados y el abandono general del
edificio. El Infante decidió que la casa debía volver a ser lo que fue.
La legislación, afirma De Latour, no permitía
restablecer la orden que había abolido a los religiosos, entre ellos los
agustinos, pero sí era posible restaurar el conjunto.
“Les Infants ne le pensares pas. Aussitot,
par leer soins, une liste de souscription courut sur toute la côte et dns les
villes voisines, et, des une liste de souscription courut sur toute la côte et
dans les villes voisines, et, des l´anne suivant, au mois de septiembre, la
cloche du monastere, retrouvée souys les flots, annonçait joyeusement a toute
la contrée que Notre-Dame de Regla allait reprendre posesión de son
sanctuaire”
El 7 de septiembre de 1852 regresó la Virgen de Regla a su viejo
altar; tras una procesión muy nutrida que devolvió la imagen de la Virgen a su
camarín.
Los Infantes pusieron un capellán para
garantizar la custodia y culto del santuario.
Cuarta etapa: Llegada de los Franciscanos
(1882)
Todo este largo
paréntesis iniciado el 1835 se cerró el 8 de septiembre de 1882, fecha en la
que se dio la bienvenida a la Comunidad Franciscana, en una misa solemne
presidida por el obispo de Cádiz, D. Jaime Catalá, acompañado de las
autoridades provinciales, la tripulación del buque de la Armada “Vulcano”, y
todo el pueblo. Aquel día comenzó una nueva etapa para Regla y su entorno.
Con la llegada de los franciscanos el culto de Regla adquiere su
mayor esplendor. En pocos años la
Comunidad llegó a sumar casi un centenar de religiosos que, además de atender a
las necesidades de la formación (pues Regla se ha convertido en un Colegio para
formar misioneros con destino a Tierra Santa y Marruecos) y restaurar los muros
cuarteados del edificio, elevaron el nivel del culto hasta conferir gran
solemnidad a las funciones litúrgicas.
La devoción popular se muestra
no sólo en multitudinaria procesión del
día de la fiesta cada 8 de septiembre, sino en la liturgia diaria del santuario, que se convierte en centro de peregrinaciones.
Regla sigue siendo el Santuario donde llegan
de toda esta parte de Andalucía para visitar a la Virgen. Pero también es lugar
donde se celebran liturgias muy solemnes, donde el órgano y la Coral del
Santuario interpretan el canto gregoriano y el repertorio anual de la polifonía
sacra.
Regla es un
seminario en el que hay profesores, biblioteca, predicadores, ciclos de
conferencias, etc. Este nuevo entorno concedió al Santuario una gran
proyección.
Una efemérides en la historia del santuario
tuvo lugar el 1954: el Delegado Pontificio, Cardenal Segura, coronó
canónicamente a la Virgen de Regla; fue un acto muy preparado por los
Franciscanos en el que participaron los habitantes de Chipiona, la colonia
veraniega y los pueblos vecinos de Sanlúcar, Rota, Jerez y Puerto de Santa
María. Los periódicos de la zona y “Regla”, revista mensual de información
religiosa, que entonces se publicaba en el santuario, cubrieron con todo lujo
de detalles la información sobre el evento.
Concluir diciendo que no es sencillo resumir
la historia de esta imagen, limitándonos a destacar los hechos más salientes de
los más de seis siglos de santuario.
La tradición de la procesión de la Virgen de
Regla
Cuenta la tradición que, saqueada Hipona, por
los vándalos, los discípulos de San Agustín, obispo de dicha ciudad africana,
huyeron en una barca portando la imagen de una Virgen. Según la leyenda la
imagen data del año 300 d.C., y fue mandada a construir por San Agustín, siendo
obispo de Hipiona, para su oratorio.
Huyeron hasta que el mar les llevó al
promontorio de Chipiona el 2 de julio del año 443, y allí fundaron un
monasterio sobre los restos de alguna antigua construcción.
Con la llegada de los árabes, el prior Simón,
en el 713, la escondió en un pozo bajo una higuera, cercano al lugar de culto,
junto con los utensilios de decir misa y una lamparilla encendida.
En 1.330 un canónigo reglar de la Catedral de
León, que venía cruzando toda la península, se sentó bajo una higuera a reposar
teniendo una visión, en la cual se le desveló que la imagen de la Virgen estaba
en el pozo que había junto a aquel árbol, con lo que la talla estuvo oculta
durante 617 años. En aquel lugar se colocó una
cruz, y años más tarde concederían los Ponce de León su castillo para
convertirlo en templo y así poder dar culto a la Virgen.
Se recomienda
visitar el Camarín de la Virgen -decorado con pinturas neobarrocas-, el Patio
Mudéjar y el Humilladero, un templete construido sobre un pozo donde se ocultó
la imagen de la Virgen durante la ocupación musulmana.
Recuerda
que el día de la Virgen de Regla es la festividad del 8 de Septiembre (fiesta
patronal de Nuestra Señora de la Regla).
Por cierto, el Santuario de Regla se puede visitar de lunes a
domingo, de 8 a 12 hs y de 17 a 20.30 hs.
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