MAESTROS
DE LA ESPIRITUALIDAD
REFORMA
CATÓLICA
LAS
ÓRDENES RELIGIOSAS
Todas las Ordenes, tan
burladas por Erasmo, hicieron ya serios esfuerzos para reformarse en el siglo
XV, bien antes de la crisis luterana y de la reforma oficial de Trento. En
todas las Ordenes se organizaron “Congregaciones
de Observancia” que volvían al ideal de los comienzos y a la observancia.
1. En
España, muchos ermitaños diseminados se juntan y adoptan la regla de San
Agustín. Se llaman Jerónimos También
una rama femenina: las Jerónimas.
2. Los
benedictinos quieren acabar con los abades cortesanos y quieren volver al
espíritu de San Benito. SE organizan en congregaciones reformadas: en Italia,
la de Montecasino; en España, la de San Benito de Valladolid a la que pertenece
el Monasterio de Monserrat. En este monasterio, el abad García Jiménez de
Cisneros escribirá el “Ejercitatorio de
la vida espiritual” que influirá en los Ejercicios de San Ignacio.
3. Entre
los dominicos, la reforma se llevó a cabo sin ramas nuevas, sin escisiones.
Vuelta a la observancia de la antigua regla. Entre los siglos XV y XVI ha
habido 30 santos o beatos dominicos. Son figuras de la época: el Cardenal
Cayetano, el reformador Savonarola, San Pío V. Fueron grandes teólogos. Fueron
también los Inquisidores. El Cardenal Juan de Torquemada favorece la creación
de comunidades reformadas en España en el siglo XV: conventos de San Esteban en
Salamanca y San Gregorio de Valladolid. Figuras notables entre los reformados:
San Vicente Ferrer, Luis de Granada, Francisco de Vitoria, Bartolomé Carranza.
Poco a poco la reforma se fue implantando en todas partes.
4. Los
carmelitas fueron mitigados por Eugenio IV en 1432. Habrá que esperar a Santa
Teresa en la segunda mitad del siglo XVI para que llegue la reforma.
5. Los
franciscanos salieron lastimados después del asunto de los Fraticelli. San
Bernardino de Siena, primero conventual, después observante y San Juan de
Capistrano, promueven la reforma, erigen eremitorios. En España promueve la reforma
Pedro de Villacreces (s. XV) y más tarde San Pedro Regalado. Recibieron el
apoyo del Cardenal Cisneros. En el siglo XVI y permaneciendo unidos a los
observantes, aparece en España la Rama de los “recoletos” o alcantarinos
(San Pedro de Alcántara). La canonización de San Bernardino de Siena en 1450
congrega en Roma a San Juan de Capistrano, San Juan de la Marca, San Diego de
Alcalá, San Pedro Regalado, Enrique Herp y otros. No todo iba tan mal.
6. También
los agustinos promueven la reforma interna. La impulsa en España Santo Tomás de
Villanueva. El General Jerónimo Seripando en el s. XVI se esfuerza mucho en
reformar y para ello viaja mucho. En Alemania impulsa la reforma Staupitz.
Lutero entró en un convento reformado u observante. A fines del siglo XVI surgen
casas de recolección. En 1600, los “recoletos” tienen organización propia bajo
un general común. En 1912 se separan definitivamente.
7. Nace
entre los mercedarios la rama de los mercedarios descalzos.
Dos
órdenes nuevas
1. Capuchinos. Es
una nueva rama del tronco franciscano.
De
los observantes sale Mateo de Bascio quien desea vivir el espíritu genuino de
San Francisco. Funda la nueva rama, llamada Frailes Menores Capuchinos (por una larga capucha en su hábito) en
1528. El volverá a los observantes. Los capuchinos viven en eremitorios, llevan
vida itinerante, visten pobremente. El Papa les da permiso de llevar barba…
(Clemente V había prohibido a los clérigos y obispos el llevar la barba: más
parecen guerreros, dice).
Los
aprueban con la condición de no salir de Italia pero esta prohibición les será
anulada más tarde. Tienen dificultades con los observantes. El tercer General
Ochino, se hace calvinista y sufren una fuerte crisis que superan. En 1897,
León XIII reconoce tres ramas independientes: Observantes, Conventuales,
y Capuchinos.
También
surge la rama de las Clarisas Capuchinas.
2. Hermanos Hospitalarios.
Fundados por San Juan de Dios 1495-1550. Juan Ciudad, portugués, pasa a España:
se enrola en el ejército. Se cayó del caballo y tuvo una visión de la Virgen.
Deja el ejército. Jesús le dice que vaya a Granada, allá lo toman por loco. Oye
un sermón de San Juan de Ávila y se convierte. “Granada será tu cruz” le dijo
Jesús. “Vísteme a mi hijo para que aprendas a vestir a los pobres” le dice la
Virgen. Para cuidar enfermos y locos, funda en Granada una Comunidad religiosa
de Hermanos, la única de votos solemnes. Adoptan la Regla de San Agustín.
Aparece el primer hospital para pobres, decente en todo el mundo.
La
reforma protestante se propagó rápidamente por los países del Norte de Europa.
En Francia hubo muchas luchas entre calvinistas y católicos. En los países del
Mediterráneo hubo grupos sin importancia pero no arraigó.
REFORMA
EN ITALIA
1. Surgen
en Italia “Compañías de San Jerónimo”
para ayudar a los pobres. Había gran devoción a San Jerónimo; los humanistas la
habían propagado por haber tenido el Santo muchos conocimientos humanísticos;
los piadosos, por haber sido eremita.
Las
Compañías de San Jerónimo eran Hermandades de caridad y beneficencia. El mismo
Lutero las admiró. Formadas por laicos y sacerdotes; frecuentaban el culto y la
piedad. Fundaron Montes de Piedad contra los usureros y buscaban la reforma de
las costumbres.
2. Héctor
Vernazza funda en Génova, en 1497, la “Compañía
del Amor Divino”. Su fin era practicar la piedad y las obras de
misericordia. Tenían un aspecto semisecreto. Fundan un hospital para
incurables. León X aprueba la Compañía por un Breve, en 1513.
Las
“Compañías del Amo Divino” se propagaron por toda Italia. Pero les falto unidad
y universalidad.
Vernazza
pasa a Roma y funda la Compañía en la Iglesia de Santa Dorotea en el
Trastevere. El párroco Giuliano Dati ofrece su Iglesia. Es aprobada por León X
en 1514. A dicha Compañía pertenece San Cayetano de Tiene y el Cardenal Caraffa,
futuro Papa Paulo IV; hay también otros miembros de la Curia papal; San Antonio
María Zaccaría. Y unos años más tarde, San José de Calasanz.
Los
estatutos: plantar la caridad en los corazones. Son sacerdotes y laicos. Eligen
un prior anual. Y tienen también su Hospital de Incurables, sus visitas a las Basílicas, su enseñanza del catecismo.
De esta Compañía saldrá San Cayetano para fundar los Teatinos; y San José de Calasanz para fundar los Escolapios. Las Compañías desaparecerán
más tarde, al tomar sus miembros nuevas orientaciones.
3. Oratorios del Amor Divino.
Son una réplica a las comunidades de Lutero. Reuniones en las cuales se canta y
se ora.
4. San Felipe Neri.
Discípulo de Bautista Carioni de Crema, al igual que Cayetano y Zaccaría.
Hombre de ascesis, humildad y austeridad. Muy querido en la ciudad de Roma.
Alegría espiritual y prudencia: humanismo devoto. Funda el Oratorio; Sociedad de sacerdotes sin votos, se dedican a la cura de
almas.
5. San Carlos Borromeo. S.
XVI. Sobrino del Papa Pío IV, cardenal a los 21 años en 1561. Dotado de grandes
dotes y santidad, fue el brazo derecho del Papa Pío V quien lo nombra arzobispo
de Milán. Es modelo de prelado consciente y reformador. Visita todas las
parroquias de su vasta diócesis: cosa inaudita en aquel tiempo en un prelado.
Para
la reforma del clero, Clemente VII crea una comisión de
reforma. Tiene que saber gramática, serán examinados antes de ordenarse; no se
aceptará dinero para ser ordenados; vestirán hábitos de tela sencilla: no
llevarán barba.
REFORMA
EN ESPAÑA
Comienza un periodo al final del siglo XV de
extraordinaria espiritualidad y gran floración de Santos, cuyas experiencias
contarán ellos mismos.
Los Reyes Católicos, con la conquista de Granada en 1492,
logran la unidad espiritual. Favorecen la reforma religiosa en todos los
aspectos. Lograrán de Alejandro VI el nombramiento de un comisario de Reforma,
para los obispos y religiosos.
1. Francisco Jiménez de Cisneros
Se
llama Gonzalo. Nace en Torrelaguna (Madrid) en 1436. Estudia en Salamanca ambos
derechos y es bachiller en los dos. Funda en su pueblo natal una escuela de
derecho. Pasa a Roma y es abogado consistorial; allá se ordena sacerdote.
Vuelve a su patria con “cartas expectativas” para lograr algún beneficio que
quede vacante. Logra el beneficio de Arcipreste de Uceda, por bula de Paulo II
en 1471.
El
arzobispo de Toledo no acepta la intromisión del Papa y encierra a Cisneros en
el castillo de Santorcaz, en donde pasará varios años, que aprovecha para
estudiar las Escrituras, la teología y orar. Liberado al fin, es arcipreste de
Uceda y después, canónigo de Sigüenza. Estudia hebreo y caldeo con un rabino.
1484.
El canónigo de 48 años lo deja todo y entra de franciscano en el Convento de
San Juan de los Reyes de Toledo. Cambia su nombre de Gonzalo por el de
Francisco. Busca soledad y pasa a Escalaceoli, convento reformado por
Villacreces. Después será nombrado Guardián de Salceda.
Elegido
confesor de la Reina por consejo del Cardenal Mendoza. Es elegido provincial,
cargo que acepta pensando hacer la reforma tan necesaria. Por Bula de Alejandro
VI, conseguida por los Reyes Católicos, es nombrado Reformador de todos los conventos de España. Parece que actuó poco
en los conventos franciscanos que se reformaban ya por sí mismos. Recorría los
conventos a pie o montado en un asno, desde 1494. Llegaba a los conventos y
reunía a los frailes; les predicaba la necesidad de la estricta observancia de
la regla; les pedía que le presentaran los privilegios que les permitían tener
bienes –propios y haciendas etc., y los quemaba como “Alcorán de la vida
ancha”. Dictaminaba sobre la manera austera de vestir, eliminó a los
beneficiados laicos, a los que acumulaban bienes.
Fue
quitando conventos a los conventuales que no querían reformarse. Se suponía
duro cuando encontraba resistencia a la reforma y desterró a frailes y abades a
Italia. De la reforma franciscana salió la Vía
del Recogimiento; también los Alumbrados.
Son reformados los franciscanos que pasaron a América.
Nombrado
Arzobispo de Toledo en 1495, a la muerte del cardenal Mendoza. Se le comienza a
leer la Bula y huye; otra Bula tiene que obligarlo a aceptar. SE consagra en
1497. Reforma el cabildo y clero diocesano; viste con tal pobreza que el Papa
le escribe que vista con el decoro propio de su cargo, aunque no con lujo.
Celebra sínodos y nombra párrocos tan sólo a sacerdotes ejemplares. Promulga
las Constituciones del Arzobispado. Edita un catecismo para la enseñanza del
pueblo.
En
1516, a la muerte de Fernando el Católico, es Regente del reino. Se impone a la
nobleza. Sale al encuentro del nuevo Rey Carlos I, en 1517, pero muere en el
camino en Roa. L eescribe una carta llena de sentido.
Funda
la Universidad de Alcalá. Admite
cátedras de tomistas, escotistas y nominalistas. Más abierta que la de Salamanca.
Influye también Erasmo. Funda colegios para pobres.
Patrocina
la Biblia Polyglotta.
Es
anterior a la de Erasmo. El Cardenal manda comprar códices hebreos, griegos y
caldeos, con gasto de 50,000 ducados de oro. Aparece el Nuevo Testamento en
1514, dos años antes que el de Erasmo. Tiene seis volúmenes la Biblia
Polyglotta: lengua griega (LXX), hebrea, caldea. Con prólogos y notas. Trabajan
Pablo Coronel, Alfonso de Zamora, Alfonso de Alcalá (judíos conversos), Antonio
de Nebrija. Invitado Erasmo, contesta: No me agrada España.
Introduce
la imprenta: y se editan muchos libros de la Devoción Moderna que favorecen el
florecimiento posterior ascético-místico.
Cisneros
encarnó, medio siglo antes de Trento el ideal del prelado que el Concilio
propondrá. El arzobispo toledano será uno de lo más firmes pilares que harán
posible la reforma del episcopado europeo.
2. Bula del Patronato
Dada
la lamentable moralidad del clero a fines del siglo XV y por motivos políticos
los reyes quieren controlar los nombramientos de Obispos. Logran que el Papa
Inocencio VIII les conceda en 1486 la Bula del Patronato. En virtud de ella,
son los Reyes Católicos los que seleccionan a los obispos: no aceptan extranjeros
o nombramientos hechos en Roma. Julio II confirma la Bula en 1508.
3. Otras figuras
Habrá
en España gran floración de santos. Y también muchos alumbrados. San Ignacio
insistirá en el discernimiento de los espíritus. En realidad, en este tiempo
muchos buscan la soledad, el convento o pasar a América para evangelizar. Hay
“beatas” en el buen sentido; y también “alumbradas”. Los libros piadosos
divulgados por la naciente imprenta, se leían en todos los hogares.
a)
Francisco
de Osuna
Obras:
·
Tercer
abecedario espiritual.
Influyó mucho en Santa Teresa.
·
Graciosos
convite.
Defiende la comunión frecuente.
Es franciscano. 1492-1540. Defiende la del recogimiento, meditación, abandono en
manos de Dios. El “no pensar” nada lo hacía sospechoso de iluminismo. En esta
vía, había “recogidos” y “dejados” (iluminados, a quienes perseguía la
Inquisición). Era muy difícil delinear los campos.
b)
San
Juan de Ávila
Nace
en 1499. Estudia Artes y Teología en Alcalá y es discípulo del dominico Domingo
de Soto. Sacerdote en 1526. Da todos sus bienes y quiere embarcarse para
América: el obispo se opone y además pierde el barco. Se dedicará a la
predicación en Andalucía y lo llamarán Apóstol de Andalucía. Lo arresta la
Inquisición pero es absuelto. Es gran director espiritual, por sus sermones se
convierte San Juan de Dios. Estando en la prisión de la Inquisición –dos años-
aprendió más el misterio de Cristo que en todos sus años de estudio, dice su
biógrafo fray Luis de Granada.
Fundó Instituciones para la educación de
la juventud: tres universidades, 11 colegios para jóvenes y 3 seminarios para
clérigos. Manda al Concilio de Trento dos memoriales sobre los futuros centros
de formación de los clérigos. Se carteó con las más altas personalidades de su
tiempo. Rechazó obispados y el cardenalato que le ofreció Paulo III. Fue
eminente en caridad, pobreza, humildad, devoción a la Eucaristía, al Espíritu
Santo y a la Virgen María.
Muere en Montilla, a donde se había
retirado en 1554, el 10 de Mayo de 1569. Santa Teresa, que lo había consultado
alguna vez, dijo, al saber de su muerte: “Lloro, porque la Iglesia pierde una
de sus columnas”.
Obras:
Audi
filia (oye, hija). Tratado de ascética y mística, escrito en la
cárcel de la Inquisición.
Cartas.
Se
conservan 250, a santos y personalidades.
Homilías
y conferencias. De sólida doctrina.
Tratado
del Amor de Dios. Misterio de Cristo encarnado y redentor. Es
una perla de la lengua castellana.
Tratado
del sacerdocio. Cosas que requiere.
Memoriales
al Concilio de Trento. Sobre formación del clero.
c) Fray Luis de Granada
Dominico, 1504-1588. Maestro de vida cristiana.
Obras:
De
la oración y meditación
Guía de pecadores
Tratado del amor de Dios
d)
Fray
Luis de León
Agustino. 1577-1591. Catedrático en Salamanca. P¨rocesado
por la Inquisición por su Tratado sobre el Cantar, que corría manuscrito,
divulgado por una monja. Absuelto. Soneto en la cárcel: “Aquí la envidia y
mentira”. En la cátedra: “Decíamos ayer”. Estuvo en la cárcel cinco años.
Obras:
Los
nombres de Cristo
Exposición del Cantar
La perfecta casada.
Ante
el peligro luterano y calvinista, Felipe II impone un cordón sanitario en toda
España; control riguroso de los libros que entran. Y la Inquisición española
actúa: Índice de Libros Prohibidos de 1559. El gran Inquisidor Fernando de Valdés
y Melchor Cano sospechan de muchos: es sometido a proceso el mismo arzobispo de
Toledo, Bartolomé Carranza, dominico. Pero se impedirá la difusión de la
reforma protestante tanto en España como en toda América.
REFORMA
EN ALEMANIA
Será una “reconquista”
espiritual. El catolicismo en Alemania había quedado en situación trágica.
El trabajo de reforma será obra de peones sencillos,
llegados de fuera. En 1537 aparece un proyecto de reforma de una comisión de
Cardenales; Contarini, Carafa, Morone, Pole. Lutero los llama mentirosos y
pícaros. Algunos, como Contarini, eran laicos. Separan la esencia de la Iglesia
de sus portadores humanos. Reconocen que el poder del Papa “ha sido exagerado
por los curialistas”.
A los jesuitas Faber, Canisio, Jayo, les corresponde el
mérito principal de la reorganización católica. Estaban imbuidos de la mística
de San Ignacio y eran disciplinados. La reforma en Alemania fue obra de
místicos que supieron sacrificarse.
El primer jesuita que aparece en Alemania es Peter Faber,
saboyano.
La mayor fuerza se recibió de Pedro Canisio. De Nimega. A
los 17 años está con los cartujos de Colonia; después entra en la Compañía de
Jesús y profesa en 1549. Trabaja en todas partes y a veces ni tiempo tenía para
celebrar la misa. Divulga sus catecismos que impactan a la gente y en adelante
los catecismos se llamarán “canisios”.
Los jesuitas emplearon los Ejercicios Espirituales como
instrumento de conversión. También fundaron Colegios para contrarrestar la
formación protestante. Salvaron para la Iglesia las Universidades de Colonia,
Ingolstadt y Otras. Intervinieron eficazmente en la tercera etapa del Concilio
de Trento. En 1549 eran ya 14 en Alemania y Lutero los atacó groseramente.
LOS
CLÉRIGOS REGULARES
Son una nueva forma de vida religiosa. En realidad, la
ruptura con el monacato y su forma de vida la comenzó Santo Domingo de Guzmán
en el siglo XIII. Pero en su tiempo era impensable suprimir ciertas costumbres
que se estimaban totalmente indispensables para la vida religiosa, por ejemplo el
coro. Santo Domingo cambió muchas cosas; y en los demás, instituyó el
sistema de las “dispensas”. Instauró la democracia en el sistema de gobierno;
dio formación intelectual a los miembros de su Orden; quiso también que
tuvieran un trabajo apostólico especializado.
Los clérigos
regulares –en especial los jesuitas- serán más decididos. También los
tiempos habrán cambiado. Serán decisiones lo que en los frailes fueron esbozos.
Veamos sus características:
1.
Todas las Órdenes de Clérigos Regulares
son fundadas en Italia, en Roma o cerca. Símbolo de la adhesión al Papa.
2. Son
clérigos sometidos a una regla pero no a los obispos. Son órdenes de votos
solemnes que sólo dispensa el Papa. Las congregaciones de votos simples
simp0les no aparecerán hasta el siglo XVII.
3. Todos
son clérigos. Y buscan el sacerdocio puesto que en su función hacen el
apostolado. Antes, muchos fundadores eran laicos.
4. Dan
formación intelectual a sus miembros. Antes no era así, a excepción de los
dominicos.
5. Tienen
carácter internacional; movilidad en función de las necesidades dela
apostolado.
6. Democracia:
el ejecutivo separado del legislativo. La iniciación de este sistema estuvo en
Santo Domingo.
7.
A pesar de la oposición, son más
decididos que los mendicantes; suprimen hábito específico y coro. Suprimen
penitencias y trabajo manual.
8.
Al suprimir el coro, buscan una
compensación en la oración personal o meditación. Espiritualidad más
individualista basada en la oración metódica.
9.
La labor apostólica se especializa,
antes no era así (excepción de los dominicos). Buscan servicios sociales con
miras al apostolado.
10. Influidos
por el espíritu de la época, buscan una mayor centralización. En la diversidad
de trabajos, tienen mayor vinculación con el superior que lo coordina. La
obediencia exigida es fuerte. Antes tenía como mira el desarrollo espiritual
del individuo; ahora también mira la actividad del individuo.
11. Son
exclusivistas y apartan de sí a los que no se integran al grupo. No tienen
éxito las fusiones (Ignacio no acepta a Teatinos y Somascos; éstos se fusionan
pero se separan pronto. También se fusionan y se separan pronto Escolapios Y
Clérigos de la Madre de Dios).
Dice
un autor: “Más poesía en las viejas Órdenes y más práctica en las nuevas”
¿CUALES
SON LOS CLÉRIGOS REGULARES?
1.
Teatinos
Cayetano
de Thiene nace en Vicenza en 1480, de familia noble. Su padre, Gaspar de
Thiene, muere en las guerras de la época. De tres hermanos, Cayetano el
intermedio, muere el pequeño. Cayetano es educado por su madre y su tío. Es muy
caritativo.
Estudia
Derecho Canónico y Civil en Padua. Estudiante serio y piadoso. Doctor a los 24
años. Al año siguiente va a Roma, siendo Papa Julio II. Cayetano será prelado
doméstico, después protonotario apostólico y párroco. Pero quiere reformar.
Frecuenta las Compañías del Amor
Divino en Roma. Sacerdote a los 36 años. Renuncia a los cargos papales. Vive en
suma pobreza. Organiza el hospital de incurables de Santiago. Funda Compañías
en distintos lugares.
Se asocia con el Cardenal Caraffa,
obispo de Chieti (Theatum). Escriben una regla. Fundan los Clérigos Regulares,
con tres votos, y sin propiedad alguna, vida común, hábito de los clérigos, sin
lujo. Año 1524. Es una nueva fuerza para la Iglesia. Se instalan en una casa de
Roma y los llaman Teatinos. Después pasan a Venecia y fundarán también en
Nápoles. El primer superior será Caraffa: le sucederá Cayetano.
Cayetano de Thiene muere en Nápoles
el 7 de agosto de 1547. Era muy rígido en aceptar vocaciones, exigía pobreza
total.
2. Clérigos Regulares del Buen Jesús
Fundados
por el sacerdote Maluselli. Apenas duraron.
3. Clérigos Regulares de San Pablo
Fueron
llamados Barnabitas. Su modelo era
San Pablo. Fundados por San Antonio María Zaccaria. Buscan el apostolado en
todas las clases. Tuvieron gran influencia en los nobles. Fueron los únicos en
no suprimir el coro. Fundados en 1530, fueron aprobados por el Papa Clemente
VII tres años después.
4. Clérigos de Somasca
Fundados
en 1532 en la ciudad de Somasca, de donde su nombre. Cuidaron de huérfanos,
pobres y necesitados de todas clases. Adoptaron la Regla de San Agustín. San
Jerónimo Emiliani murió en 1537 cuidando apestados. Era un militar convertido;
y había sido miembro de las Compañías del Amor Divino. Quisieron unirse a la
Compañía de Jesús; al no lograrlo, se unieron a los teatinos, pero se separaron
unos años después. Recibieron especial apoyo de San Carlos Borromeo.
5. Jesuitas. Véase después en detalle.
6. Padres de la Buena Muerte
Fundados
por San Camilo de Lelis en 1584. Camilo era un soldado de vida disoluta.
Herido, se convirtió. Se ordena sacerdote. Con otros tres compañeros funda la
Orden que se dedica al cuidado de los enfermos y apestados. San Camilo murió en
1614.
7. Clérigos Regulares de la Madre de Dios
Fundados
por San Juan Leonardi en 1593 y dedicados a la colaboración en las parroquias y
la enseñanza del catecismo. Juan Leonardi murió en 1609.
8. Clérigos Regulares Menores
Fundados
por San Francisco Caracciolo en 1588. Dedicados al apostolado en general.
9. Clérigos Regulares de las Escuelas Pías
Fundados
por San José de Calasanz. Nace el santo en Peralta, España, en 1557. Sacerdote
de la diócesis de Urgel. Para asegurar su vida, pasa a Roma a buscar una
prebenda. Fracasa en su empeño; pero al ver a los niños pobres sin nadie que se
preocupe por ellos, da un giro a su vida. “Hallé la manera de servir a Dios en
los niños”-
Trabaja
en la Compañía del Amor Divino de Santa Dorotea. Enseña el catecismo y colabora
en una escuela. Peregrina a Asís y Francisco lo desposa con tres doncellas.
En a.
1600 funda la primera escuela gratuita para niños pobres; se le juntan algunos
compañeros. Amplía sucesivamente su escuela. Con ellos funda una Congregación
en 1617, que en 1621 es elevada a Orden de Votos solemnes. Escribe las Reglas.
Quiere suma pobreza. La Orden tiene una expansión demasiado rápida por Italia y
Europa. Tiene enemigos internos y ambiciosos, que denuncian al Santo a la
Inquisición.
Llevado
preso por las calles de Roma, es absuelto. Nuevas intrigas y es depuesto de su
cargo de General por el Santo Oficio. Seguirá la supresión de la Orden que será
restaurada después de la muerte del santo. San José de Calasanz muere en
soledad y persecución pero reafirmándose como hijo de la Iglesia, a los 92
años, en 1648. Su lema fue: Piedad y
Letras. Decía: “Si los niños son bien educados desde sus primeros años en
la piedad y las letras, hay que esperar un feliz desarrollo en esta vida y en
la otra.
De
este tiempo son algunas Comunidades Femeninas de votos solemnes.
1.
Ursulinas
Fundadas
en 1535 como sociedad sin votos y dedicadas a la enseñanza de las jóvenes.
Muerta ya la fundadora, San Carlos Borromeo las organizó en su diócesis de
Milán en sociedad de votos simples. Paulo V, a principios del s. XVII les dio
Votos Solemnes y posteriormente se dividieron en diferentes ramas.
2. Orden de Nuestra Señora
Llamada
también Compañía de María. Fundada
en 1606 por Santa Juana de Lestonnac en Burdeos, Francia. Aprobada por Paulo V
en 1607 como Orden de Votos Solemnes y clausura. En tiempos posteriores se
transformará, dedicada a la educación de las jóvenes. La fundadora tuvo que
sufrir mucho en sus tres últimos años por oposición interna. Murió en 1640.
La
ruptura con el sistema tradicional en la vida religiosa femenina de clausura
estricta y votos solemnes no llegará hasta San Vicente de Paúl, con sus Hijas de la Caridad. Entonces
aparecerán, en los años siguientes muchas congregaciones de apostolado externo
y votos simples que harán un gran bien en la Iglesia.
RECOGIMIENTO
Y DEJAMIENTO
Benito había señalado la importancia de la oración
litúrgica, el Opus Dei: era la
primera obligación de los monjes. Más tarde, tanto insistieron en ello que esta
ocupación llenó prácticamente todo el día, y el programa de Benito, por ej. En
el trabajo manual, fue olvidado.
Fue mal interpretado; porque si Benito recomendaba y
preceptuaba la oración litúrgica comunitaria, no olvidaba la contemplación que
dejaba a la responsabilidad de cada cual. Benito era profundamente
contemplativo: si a causa de sus viajes tenía que dejar el canto de las horas,
nada decía: pero lamentaba profundamente el hecho de que, a veces, sus
múltiples ocupaciones le impedían dedicarse a la contemplación.
En todas las cosas hay desviaciones, y las hubo en el
periodo monacal y también en los siguientes frailes que conservaron el coro y
que a veces daban importancia a lo material, más que a lo interior. Para que
hubiera coro, se reclutaron en algunos conventos, en el siglo XV a niños,
puesto que la comunidad estaba diezmada por la peste negra. Muchos cantaban en
el coro lo que no entendían, lo que hace decir a Erasmo, con mordacidad, en el
Elogio de la locura, que “no hacen sino rebuznar”.
Contra algo que pecaba de falta de interioridad reaccionó
la Devoción Moderna, insistiendo en la necesidad de la oración personal o
meditación. De esta necesidad de interioridad hablará Erasmo y con razón. “Oración mental contra oración vocal” se
dijo: sin que se fuera contra la vocal. Todo el renacimiento espiritual de los
s. XV y XVI dirá lo mismo y se insistirá en la oración de recogimiento que
influye en la vida.
El fuerte despertar espiritual en España a finales del
siglo XV y su desarrollo en el siglo siguiente produjo santos, pero también
desviaciones. Y tanteos, que traen de cabeza a la rígida Inquisición española,
que, en su afán de evitar el contagio de las herejías no sabía trazar la línea
divisoria entre lo que era luteranismo o erasmismo o ideas afines y al
verdadera espiritualidad católica. No olvidemos que los místicos emplean con
frecuencia un lenguaje difícil de comprender para los teólogos.
ALUMBRADOS
O DEJADOS
Tiene este movimiento una cierta relación con el
erasmismo y el protestantismo. Hubo en España dos movimientos: el de Toledo y
el de Llarena. Contra el de Toledo promulgó la Inquisición un Decreto en 1525.
¿Qué eran? En un principio, fueron semejantes los “recogidos” y los “dejados o alumbrados”. Buscaban un cristianismo interiorizado.
Después seguirían caminos bien diferentes, ortodoxos unos, equivocados los
otros.
Los Alumbrados que
predicaban el dejamiento se hicieron sospechosos. Melchor Cano verá más tarde
la quinta esencia del iluminismo en la fórmula: “El amor de Dios es el
hombre en Dios”.
Lo esencial para un Iluminado, es dejarse al amor de Dios pues este amor ordena a la persona de tal
manera que no puede pecar ni venial ni mortalmente. Una ética muy atrevida y
muy desconcertante para los devotos timoratos. Es peligroso creer en la
impecabilidad que da al alma de los espirituales y dejados el amor de Dios;
como el afirmar que todas nuestras obras proceden de Dios es afín al
luteranismo.
Los iluminados estaban contra todo formalismo religioso;
defendían el “dejamiento” sin
ataduras de circunstancias o formalidades. Invocaban la inspiración divina para
ir contra todo formalismo religioso. Decían que los devotos estaban atados por
mil cosas que les impedían dejarse al amor de Dios. Se oponían a la vida
monástica, a las prácticas religiosas, devociones, confesión. No aceptaban la
Tradición, tan sólo la Escritura: esto alertó a la Inquisición. Más tarde dirá
Molinos, en su quietismo: “El alma que ha llegado a la muerte
mística no tiene ya voluntad pues Dios se la ha arrebatado; Dios quiere obrar
en nosotros sin nosotros”. Algo parecido defendían los iluminados.
El iluminismo no era triste. Estamos demasiados
acostumbrados a considerar reforma protestante y católica como dos escuelas de
sombrío pesimismo: quitar temor y poner seguridad, es fórmula de iluminados y
luteranos. La seguridad llena el alma de alegría.
El algunos autores ha habido confusión entre recogidos y
dejados.
San Juan de Ávila describe el movimiento de los
alumbrados como ciego error o engaño. Dice en Audi filia:
“Otros han querido buscar sendas nuevas que les parecían
muy breve atajo para llegar a Dios y dejándose en sus manos eran tanto amados
de Dios y regidos por el Espíritu Santo que todo lo que a su corazón venía no
era otra cosa sino lumbre e instinto de Dios. Y llegó a tanto ese engaño que si
aqueste movimiento interior no le venía, no habría de moverse a hacer alguna
cosa, por buena que fuese… Y si les movía el corazón, la habían de hacer aunque
fuese contra el mandamiento de la ley de Dios”.
Melchor Cano es apasionado pero acertado, dejando aparte
su fuerte antifeminismo:
“Sin letras, sin humana erudición ni magisterio, guiados
por el Espíritu Santo, se prometían luz para entender, como si Dios les hubiera
abierto a ellos, como a los apóstoles, el sentido de entender la Sagrada
Escritura… La exponían también mujeres. Estos conventículos fueron muy
dañosos”.
Y dice Osuna en el Tercer
Abecedario espiritual:
“Hay algunos que se dicen espirituales, tan engañados en
esto, que totalmente se apartan y huyen de los que les amonestan pobreza y
aspereza, y lo peor es que ellos tienen a los otros por personas que no gustan
de cosas del corazón ni han alcanzado la libertad del espíritu.. No seas santo
de pie quebrado sino que te ordenes de tal manera que puedas seguir a Cristo
por dentro y por fuera…”
Para los alumbrados, la perfección estaba en dejarse a
Dios; para nada servían las obras externas, la oración vocal, las austeridades
y penitencias. En realidad, cayeron en vicios groseros. Volvemos a una clase de
catarismo que tantas veces ha aparecido en la historia.
RECOGIDOS
Movimiento espiritual que se origina en los eremitorios
de los franciscanos reformados. El principal representante es Francisco de
Osuna, ya citado otras veces, con sus Abecedarios, en especial el Tercer
Abecedario. Francisco de Osuna nace en 1492 y muere en 1542.
Son épocas de inquietud espiritual. Aparecen obras
importantes, como el Ejercitatorio del abad Cisneros,
1500; Arte de servir a Dios, del franciscano Alonso de Madrid, 1521;
los Ejercicios
Espirituales de San Ignacio, quien tuvo que sufrir procesos en Alcalá
por ser sospechoso de iluminismo. ¿Cómo enseñaban sin tener letras…?
El Recogimiento acentúa la búsqueda de métodos que lleven
de modo seguro a la perfección y a la unión con Dios. Insisten para ello en dos
tiempos fuertes: oración mental por la mañana y por la noche. Oración
metódica que se irá extendiendo por todas las comunidades religiosas y por
los laicos devotos. Esta oración la extendían a todo el mundo, teniendo en
cuenta que Dios no es clasista y que la santidad es para todos. Santa Teresa
fue decidida partidaria de la oración mental y para todos sin distinción. Lo
mismo Luis de Granada, Juan de Ávila, Ignacio de Loyola, etc.
Osuna distingue tres clases de oración: vocal, de pensamiento
y de recogimiento. El centro dela meditación es la Pasión del Señor. Y
no se olvida de las acciones, como lo hacían los alumbrados: “Las grandes
contemplaciones no quitan las menores obligaciones”.
Los activistas o enemigos del recogimiento decían que la
oración era fingimiento o pereza, que no se buscaba sino el no hacer nada. Para
Osuna, la oración vocal es buena, la mental es mejor y la de recogimiento es
óptima. Cuanto se es más perfecto más se cumple la ley de Dios y no se puede
dejar la oración por la contemplación.
Y escribe contra el espíritu de Erasmo: “No te satisfagas
con el mucho saber, que solamente puede perfeccionar tu entendimiento, sino que
también busques en ello el mucho hacer…”. Insiste en que las ceremonias
exteriores tienen valor si nacen de la interioridad, pero que la interioridad,
si es buena, llevará a las manifestaciones exteriores.
Y respondiendo a Erasmo quien, en su “Elogio de la
locura”, dice que los frailes rebuznan, dice:
“De nosotros salieron (Erasmo) pero no eran de nosotros.
Dicen de nosotros que cantamos con voces de asnos y estaríamos mejor cosiendo
zapatos… Aunque los vanos que fueron religiosos no refrenaron su lengua y no
hayan puesto odio en el mundo, que antes no tenía por capellanes, no por eso
nos irá peor con Dios sino mejor”.
La Vía del Recogimiento imita al Señor que acostumbraba a
recogerse al desierto. Esta espiritualidad es afectiva; los jesuitas darán a la
meditación un giro más discursivo: La vía supone mortificación de los sentidos
externos e internos; desnudez del alma y disposición receptiva. Más importante
la contemplación o recogimiento que la oración vocal y las obras, pero se
reivindica el esfuerzo personal en la búsqueda de la perfección. Las
penitencias y asperezas, según el espíritu de cada uno, son un paso previo.
Para llegar a la verdadera oración hacen falta tres clases de silencio: el de las
cosas creadas, cuando cesan en el alma todas las fantasías; el olvidarse
de uno mismo y sentarse a los pies del Señor, como María; el transformar
el alma completamente en Dios.
Los destinatarios de la Vía del Recogimiento son
todos los hombres, pues a todos los llamó el Señor a la santidad: casados y
solteros, laicos y religiosos, hombres y mujeres. En esto están de acuerdo
Lutero y Erasmo.
Los recogidos así como los místicos, invocan con
frecuencia y comentan el Cantar de los Cantares.
No faltaron los adversarios. En especial la Inquisición
que veían alumbrados por todas partes. El Inquisidor Fernando de Valdés,
dominico, los dominicos Domingo de Soto y Melchor Cano, unos con más serenidad
y otros con más violencia, combatieron el recogimiento. Sospechaban de la
espiritualidad afectiva. El Índice de
Libros Prohibidos de 1559 recogió nombres d grandes autores: aparecen allí
Luis de Granada, Juan de Ávila, Osuna (no se atrevieron con los Abecedarios
pero le pusieron la obra “Gracioso convite” para que apareciera su nombre).
Luis de León también estuvo encarcelado por sus comentarios al cantar. La Vida de Teresa de Jesús fue a parar a
manos de la Inquisición… Y cuando Melchor Cano declara que la oración mental
metódica es altamente peligrosa para la gente sencilla y para mujeres, Teresa
de Jesús contesta con dureza. Algunos inquisidores consideraban como llena de
erasmismo la insistencia de adorar a Dios en espíritu y verdad.
REFORMA
CARMELITANA
EL
GRAN SIGLO FRANCÉS
FRANCISCO
DE SALES Y PEDRO DE BERULLE
VICENTE
DE PAUL
INTRODUCCIÓN
En el siglo XVII, Francia, a
la par del esplendor político y cultural, tiene un gran esplendor espiritual. Prosperidad
del Carmelo, de los Jesuitas y de los Capuchinos.
Hay tres corrientes: el Salesianismo humanista,
con los jesuitas: el Berulismo que es un agustinismo
moderado de tendencia mística: y el Vicentismo dirigido a las obras de
la caridad.
No faltaran problemas: el Galicanismo es una
tendencia nacionalista que busca alguna independencia de Roma; el Quietismo,
que es un desviacionismo en el camino del amor. Y el Jansenismo, con el que renacen los problemas de la
gracia, de tan difícil solución, que invoca a la figura de San Agustín, tomado
en sentido exagerado, y que pone problemas políticos a la vez que religiosos.
En Francia, la Iglesia tenía mucho poder y mucho dinero y
estimaba Richelieu que un tercio de los bienes nacionales estaban en manos de
la Iglesia. El alto clero era muy rico, el bajo clero era muy pobre y mal
pagado. El alto clero llevaba vida cortesana, el bajo buscaba prebendas para
poder vivir pero era ignorante. Nunca fueron publicados los Decretos de Trento
y por lo tanto, no se aplicaban. También los religiosos necesitaban, en gran
parte, urgente reforma. Francisco de Sales será modelo de obispo; Pedro de
Bérulle buscará la reforma de los religiosos y del clero: Vicente de Paul
trabajará en la formación del clero y forzará a que se vayan aplicando los
decretos de Trento.
Había salones en donde se desarrollaba la piedad y la
mística: eran los “centros devotos”, especialmente el de Madame Acarie, prima
de Bérulle, quien vivía profunda vida mística.
En 1604, se introduce el Carmelo en Francia: Bérulle
logra que vayan de España, Ana de Jesús y Ana de San Bartolomé, grandes
colaboradoras de Santa Teresa de Jesús y herederas de su espíritu. Tendrán
dificultades con Bérulle, que quiere imponer una espiritualidad diferente de la
española.
Santa Juana de Lestonnac fundará la Compañía de María,
aprobada en 1607, para la educación de las niñas. San Juan Bautista de la Salle
a finales del s. XVII funda la congregación de los Hermanos de las Escuelas
Cristianas. Y el Abad de Rancé, hombre de vida disoluta y convertido después,
dará origen a la Trapa, reforma del Cister, de vida muy austera.
San
Isidro de la Trapa es el lugar de descanso y reflexión acompasada entre los
ríos Pisuerga y Carrión, en una vega repleta de arboledas y cultivos, es una
visita obligada para el caminante donde puede reponer fuerzas en el silencio.
El
Monasterio de San Isidro de Dueñas, está ubicado aproximadamente a cinco
kilómetros de la localidad, fue durante la Edad Media uno de los cenobios más
importantes y prósperos de toda la península.
Fray
Damián Yáñez asegura que el Monasterio de San Isidoro, actualmente San Isidro,
es anterior a la invasión de los árabes, seguramente del siglo VII.
Los
actuales monjes son Cistercienses de la Trapa, de origen francés, asentados en
el Monasterio desde 1891.
https://clickturismo.es/duenaslugares/duenaslugares_006.htm
Pedro de Bérulle funda el
Oratorio para la formación del clero secular. Tendrá dificultades con los jesuitas
por su ideología y por los colegios que tenía el Oratorio. Después de Bérulle y
en medio de polémicas, una parte de los oratorianos tendrá tendencia
jansenista.
SAN
FRANCISCO DE SALES
Francisco De Boisy nace en el castillo de Sales en 1567.
De familia noble en el condado de Saboya. Es el santo de la Amistad. Hombre de
gran dulzura y bondad, será un gran director espiritual, en especial de
mujeres, y tendrá amistad con muchas de ellas. Decía: “Mejor es ser bondadoso que justo”. Es humanista y al mismo tiempo
está dentro de la mejor tradición espiritual. Recibe influencias de Santa
Teresa y de San Ignacio. Propagará la devoción al Verbo Encarnado –que lo hace
precursor del Oratorio francés- y al Sagrado Corazón de Jesús, que propone a la
Visitación.
En 1582 estudia en París en el colegio de los jesuitas.
Recibe la educación de un noble: frecuenta el gran mundo. No participa en el
ambiente guerrero de la época. A los 18 años tiene una fuerte crisis
purificadora: duda sobre su futura vida eterna. Se encomienda a la Virgen
María, reza el “Acordaos”, hace voto de castidad perpetua y renace la paz.
1588: regresa a Saboya; estudia después derecho en Padua.
Una mujer noble intenta seducirlo y huye, ora, ayuna estudia. Enferma
gravemente y sana E 1591, es Doctor en Derecho; visita Loreto y regresa a
Saboya.
Quiere ser sacerdote pero su madre lo quiere casar; al
final consiente. Sin estudios de seminario –que no existía todavía en Francia-
se ordena sacerdote el 8 de diciembre de 1593.
1594: el obispo de Annecy lo manda de misionero al
Chablais, región de Saboya enteramente dominada por los calvinistas de Ginebra.
Nadie lo escucha, tuvo una sola conversación en un año y atentan contra su
vida. Viaja por la región y puesto que no quieren oírle, escribe unas hojas que
llama “las controversias”. Su padre se queja con el obispo por su peligro de
atentados. Pero Francisco sigue y no se desanima.
La hostilidad irá disminuyendo: la gente lo recibirá y
escuchará. Tiene disputas públicas con los calvinistas, aún en la misma Ginebra,
restablece la misa en Thonon, donde se ha instalado. Llega a entrevistarse por
tres veces con Teodoro de Beza, sucesor de Calvino en Ginebra; pero los amigos
de Teodoro impiden ulteriores entrevistas por temor. Francisco oye a todos y
aguanta a todos.
En 1598 es nombrado obispo auxiliar de Annecy pero no se
consagra por entonces. Y, por fin, como premio a tantos esfuerzos, llega la
conversión global en Chablais y la restauración del culto católico.
Los acontecimientos
se suceden: 1599, visita Roma y lo examina el Papa Clemente VIII; 1601,
muerte de su padre, 1602, estancia en París durante seis meses, visita la rey Enrique IV, predica con gran
éxito. Conoce a Madame Acarie, que volaba en la mística, y, por consejo de
Francisco, funda el primer Carmelo francés y al quedar viuda, ingresa en él. Se
llamará María de la Encarnación y es beata. Ingresan también sus tres hijas.
1602: Muere el obispo de Annecy y Francisco pasa como
titular: se consagra el 8 de diciembre. Renuncia a su patrimonio familiar en
favor de sus hermanos; lleva vida sencilla y austera, es muy amable con los
visitantes; enseña catecismo a los niños y se dedica al ministerio sacerdotal.
https://www.ecured.cu/Francisco_de_Sales
La
Orden de la Visitación
En 1604, Jacqueline Coste y
Juana Francisca Fremiot de Chantal se ponen bajo su dirección.. Francisco tiene
una visión de una viuda y dos más y comprende que debe fundar una nueva
comunidad religiosa. Un día se le presenta una dama enlutada y reconoce en ella
a la viuda de la visión.
Juana era cinco años menos que Francisco; había nacido en
Dijon de familia noble. Su padre era presidente del Parlamento de Borgoña y
Francisco tuvieron una hermosa amistad espiritual: Francisco era dulce, Juana
enérgica.
Juana había casado con el Barón de Chantal, noble oficial
del ejército de Enrique IV y vivían muy unidos; era excelente ama de casa, muy
caritativa con los necesitados. En 1601, en un accidente de caza, había muerto
su esposo. Juana comenzó a darse a la oración. Viviendo estados místicos, buscó
un director espiritual.
En 1604, conoce en Dijon a Francisco de Sales. Fue un
inicio de correspondencia fecunda; Juana había hecho voto de obedecer a su
confesor, pero le aclaró Francisco: puede preguntar y después le anula el voto;
Juana se dirigirá con él, la amistad será sólida y duradera.
Con la llegada de las carmelitas de Ana de Jesús a Dijon,
Juana quiere ser carmelita pero la disuade el santo. Francisco deseaba fundar
un instituto de austeridad moderada para visitar a los enfermos.
1610: fundación de las hijas de la Visitación en Annecy.
Llevará vida de oración y visitarán a los enfermos.
Después funda la casa de Lyon. Y llegan los problemas con
el obispo de Lyon, que no quiere religiosas que salgan de casa, dice que no es
propio de ellas…
Discuten los dos obispos. Al final Francisco cede.
Se convierte la congregación en Orden de clausura, con
votos solemnes y regla de San Agustín. Independencia de cada casa.
Santa Margarita María Alacoque será religiosa en esta
Orden a finales del siglo XVII.
1618-1619. Tercera estancia de Francisco en París, va en
el séquito de un cardenal. Predica mucho (su oratoria es más pesada que la de
Vicente de Paul).
Conoce a Angélica Arnauld, abadesa del Císter de
Port-Royal. Había sido nombrada abadesa a la edad de 11 años: a los 17 se dio
de lleno a la oración y arrastraba con su austeridad a todas las religiosas.
Francisco le recomendó dulzura y suavidad que era lo contrario del espíritu de
Angélica. Muerto ya Francisco, Angélica siguió a Saint-Cyran y entró en el
espíritu jansenista.
En París conoce también Francisco a Vicente de Paul, que
tiene 40 años, humilde, preceptor de los hijos de Gondi. Vicente aprenderá de
Francisco la dulzura.
Proponen a Francisco para Arzobispo de París y se niega:
seguirá en Annecy hasta su muerte.
12 de diciembre de 1622. Última entrevista de Francisco y
Chantal. Después, Francisco viaja a Lyon y enferma. Muere el 28 de diciembre de
1622..
Obras:
- Introducción
a la Vida devota (Filotea)
-
Obra escrita para los laicos, dando normas de
piedad. Estilo sencillo e ingenuo con relatos de anécdotas de la antigüedad.
Muy leído en su tiempo y en tiempos posteriores.
-
Tratado del amor de Dios.
-
Escrito para las religiosas de la Visitación.
-
Conversaciones espirituales.
PEDRO
DE BÉRULLE
Nace en Troyes, Francia, en 1575. Su familia, noble, se
instala en París, son tiempos muy turbulentos por las guerras de religión.
Pedro pierde a su padre a los siete años. Estudia con los jesuitas y después en
la Sorbona. Su familia quiere que estudie Derecho pero él se inclina hacia la
Teología. Ambiciona la perfección. Se ordena sacerdote en 1599 y, después, en
un retiro en Verdun, reflexiona: ¿se hará capuchino o jesuita? Decide
permanecer en el clero secular. Le ofrecen ser preceptor del Delfín pero decide
no entrar en la Corte.
Entra en el círculo de Madame Acarie, su prima, en un
ambiente místico. En adelante, Bérulle será metafísico, teólogo y maestro de
espíritu; todo lo reducirá a la teología mística impregnada de metafísica y
marcará profundamente a la Iglesia de Francia. Al preocuparse por el problema
místico, se ve muy influenciado por los místicos renano-flamencos y por el
agustinismo. Comienza a descubrir el misterio del Verbo Encarnado y los
carmelitas los llevarán a la humanidad de Cristo. Quiere comunicar a los
hombres el misterio del hombre-Dios.
1604: Va a España a buscar carmelitas: irán Ana de Jesús
y Ana de San Bartolomé, que será obligada a tomar el velo negro. Tendrá
dificultades con ellas por diferencias de espiritualidad. Con el tiempo fundará
43 carmelos y será nombrado Visitador Perpetuo de las carmelitas. Al final, Ana
de Jesús y Ana de San Bartolomé pasarán a Flandes.
Funda el Oratorio al estilo de San Felipe Neri. Busca
sacerdotes santos al servicio de los obi9spos. El mismo se encargará de la
formación de los candidatos, que quiere santos y sabios. El Oratorio no era una
Orden Religiosa sino una sociedad de sacerdotes a las órdenes de los obispos.
Para los sacerdotes del Oratorio, Cristo, el Supremo
Sacerdote, debe de ser en centro de todo. Ejemplo de la total sumisión del
hombre a Dios. Bérulle propone llevar a cabo tal sumisión como un “Voto de
Servidumbre” al que sigue el “Voto de esclavitud mariana”. María nos lleva a la
humanidad deificada de Cristo y ésta nos llevará al Padre.
Estos votos le causaran oposición tanto de las carmelitas
como de los jesuitas y el caso será llevado a la Inquisición. Da la impresión
de que Bérulle es un idealista que busca el fin, pero le es difícil encontrar
los medios; va a las alturas y crea un camino para almas selectas tan sólo.
En 1626 es nombrado Cardenal. Ha tenido dificultades con
Madame Acarie por el voto que quiere imponer a las carmelitas. Rompe con
Richelieu que busca la grandeza de Francia por encima de la religión. Defensor
a ultranza de la jerarquía, lo es menos de los religiosos, aunque aprecia su
vida. Es hombre muy ocupado, busca la reforma del clero.
Nos dejó reglas escritas para el Oratorio. Pensaba que
bastaba con buscar a Dios. Su vida interior fue extraordinaria como lo afirman
Francisco de Sales y Vicente de Paul quien dice que Bérulle es uno de los
hombres más santos que había conocido. Fundó 41 casas de Oratorio.
https://en.wikipedia.org/wiki/Pierre_de_B%C3%A9rulle
Obras
Discurso del Estado y de las
Grandezas de Jesús
Memorial para la dirección de
los superiores.
La elevación de Cristo hacia
Santa Magdalena.
Vida de Jesús.
Bérulle murió en 1629, celebrando la misa, cuando
pronunciaba las palabras del Canon romano: “Acepta, Señor, la ofrenda de
nuestra servidumbre…”
Pequeño de talla, su espíritu fue desbordante, tenía una
actividad extraordinaria. Todos acudían a él. En la juventud se había
consagrado a Dios basando su consagración en la entrega de la humanidad de
Cristo a la divinidad: la servidumbre mística en Jesucristo.
Doctrina
En el centro está la humanidad de Jesucristo que da a la
Santísima Trinidad un culto de adoración y amor infinitos. Nosotros entramos en
esta adoración y amor en Jesucristo.
A través del agustinismo, Bérulle tiene un cierto
neoplatonismo: desprecio por la materia; ve todas las cosas en Dios.
Algunos le reprochan insistir más en la adoración que en
el amor. No es del todo cierto aunque sus expresiones llevan a esta conclusión:
“La
criatura es creada y conservada continuamente por Dios: de ahí nace su
obligación de servidumbre. Aceptar esta servidumbre es la vida de acción de
gracias continuada. Hay que mirar a Dios y no mirarnos a nosotros mismos”.
El alma tiende a abandonarse
poco a poco, ponerse en manos de Dios consciente de su nada ante Dios y que
Dios se glorifique en nosotros mismos. A esta actitud o disposición permanente,
le llama Bérulle “estado”. Este “estado” nos lleva a perder y aniquilar el YO
para no ser de nosotros sino de Dios. Bérulle es más intelectualista: Teresa y
Juan de la Cruz son más afectivos y prácticos.
Insiste en el misterio del Verbo Encarnado:
La Encarnación, misterio de abajamiento por
amor.
Éxtasis de amor eterno.
Misterio de divinización.
Jesús reparador de nuestro ser.
Jesús, adorador infinito.
La Encarnación, nueva creación.
El Verbo Encarnado, el centro del mundo.
La Madre del Verbo Encarnado, el camino para
llegar a Jesús.
Insiste en la santidad del sacerdocio, reaccionando
contra la actitud de su tiempo de buscar el sacerdocio para tener un beneficio.
Conclusión
Es fiel a la doctrina de las jerarquías (él era un
noble): Por María a Cristo hombre; de Cristo hombre a Cristo Dios; de Cristo
Dios al Padre.
Bérulle tiene páginas brillantes, a veces recargadas.
Doctrinas maravillosas pero de tono tan elevado que dan la impresión de ser
especulativas y no prácticas. La actitud de servidumbre, despojada de un
sentido humano, lleva a una actitud temerosa ante la Majestad de Dios. En la
Francia del s. XVII, llevó más tarde a algunos oratonianos a posiciones afines
al jansenismo.
De la escuela de Bérulle fue Malebranche, oratoniano y
filósofo. También San Juan Eudes, fundador de la Congregación de Jesús y maría;
Olier, fundador de los sulpicianos que tanto han influido en la formación del
clero francés. Y en la escuela sulpiciana se formaron San Juan Bautista de la
Salle, Grignon de Monrfort y Libermann.
VICENTE
DE PAUL
Vicente es la causa de los pobres: tiene actualidad
perenne. Organiza la caridad cristiana, siempre necesaria. No escribió obras:
sus obras fueron su vida. Escribió, sí, más de 30.000 cartas maravillosas, que
son el testimonio de su espíritu.
Nace el 24 de abril de 1581 en Pouy, cerca de Dax, en las
landas de Burdeos.
Berceau de Saint Vincent de Paul: Ranquines, lugar
de nacimiento de San Vicente de Paúl, en el municipio de Saint-Vincent-de-Paul
La
capilla de la Cuna, de estilo neobizantino, entre cuyos muros se guardan las
reliquias del santo
https://www.france-voyage.com/francia-guia-turismo/cuna-san-vicente-paul-2192.htm
Hijo de Juan Depaul y
Bertranda de Moras. Es de familia humilde; pastor y porquerizo. Lo recordará
siempre y vivirá en humildad durante toda su vida. Su padre quiere que estudie
para que llegue a tener prebendas y mantenga a la familia: también Vicente
buscará prebendas en sus primeros años; después vivirá desprendido y no irá a
su familia sino a los pobres el mucho dinero que pasará por sus manos.
Estudia 7 años en Dax, en un colegio de franciscanos; se
avergüenza de su padre pobre y se niega a ir a la sala de visitas porque lo ve
pobremente vestido. En 1596 recibe la tonsura y las órdenes menores. Después
estudia en las Universidades de Toulouse y Zaragoza (España) pues no había
seminarios en Francia. Su padre muere en 1598. Vicente sde ordena sacerdote el
23 de mayo de 1600, a los 19 años. Más adelante dirá:
“Sí yo hubiera sabido que era ser sacerdote
cuando tuve la temeridad de recibir el sacerdocio, como lo he sabido después,
hubiera preferido trabajar la tierra, antes que meterme en un estado tan
terrible”.
Nombrado párroco de Thilt, surge un competidor. Va a Roma
en 1601 para su pleito y lo pierde. En 1604 es bachiller en Teología, enseña.
Después quiere ganar un obispado: “Quería dar caza al gran negocio” dice. Busca
dinero. De Marsella lasa a Narbona por mar.
Cae en poder de unos piratas que lo venden como esclavo
en Túnez; primero tendrá que remar; después será esclavo de un alquimista; por
fin, de un hacendado que era un cristiano renegado. En 1607 convence al
renegado y regresan los dos a Francia.
Sigue pensando en su posible prebenda y va a Roma. El
embajador de Francia lo manda a París y logra que la reina Margarita lo nombre
su capellán. Y por fin llega la prebenda: el obispo de Aix renuncia en él una
abadía de Chaumes (Císter)
Conversión
Lo calumnian de ladrón y calla. Aquí comienza el camino
de la santidad el que sólo había buscado prebendas como negocio.
Sufre fuertes tentaciones contra la fe. No sólo hace
actos de fe sino que sirve a los enfermos de los hospitales, viendo en ellos a
Jesucristo. Y hace limosnas. La tentación dura tres años y un día Vicente toma
la resolución de entregarse de por vida y por amor de Jesucristo al servicio de
los pobres. Se disipan las tinieblas y su alma se llena de paz.
Vicente ha encontrado a Jesucristo en los pobres.
Conoce a Bérúlle y frecuenta el Oratorio. Bérulle es
teórico y Vicente práctico; y no lo atrae el Oratorio pues son sacerdotes
sabios y teme que no se darán a los pobres.
1612: párroco de Clichy, cerca de París, por influencia
de Bérulle. Trabajo maravilloso y tiene fama de santo. Al cabo de un año,
Bérulle lo llama para que sea preceptor de los hijos del general de galeras
Felipe de Gondi. Hace las dos cosas, pero en 1613 renuncia a la parroquia.
Educa a los hijos de Gondi; vive en la casa del noble
pero esta como en una cartuja: renunciará a la abadía y queda libre. Comienza a
misionar en las aldeas de los dominios de los Gondi. Pero no está contento en
el ambiente rico, quiere estar con los pobres. Deja a los Gondi y va a la
parroquia de Chatillon.
Misiona y organiza la primera cofradía de la caridad.
Pero lo forzarán a regresar con los Gondi: Vicente acepta si lo dejan en
libertad de misionar.
1617: instala en todas partes Cofradías de la Caridad: en 1618 tiene ya compañeros que lo ayudan
a misionar; y las cofradías serán de hombres y mixtas. Ha seguido estudiando y
en 1624 es Licenciado en Derecho: así piensa poder lograr permisos del Estado
cuando lo requiera.
El general de galeras Gondi lo ha nombrado capellán de
galeras. Asiste a los condenados que viven en situación infame. Logra mejorar
su condición material y espiritual. Los
galeotes lo reciben como un ángel de Dios. Funda un hospital de galeotes.
1618: se encuentra en París con Francisco de Sales, el apóstol de la amabilidad. Y logra
contagiarse del optimismo de Francisco, olvidando un cierto pesimismo
agustiniano propio del oratorio de Bérulle. “Si Francisco se pudo dominar, ¿por
qué no puedo hacerlo yo?. Poco a poco deja su carácter agrio y adquiere la
dulzura. Francisco de Sales le encarga su Visitación de París y Vicente es
nombrado superior de la Visitación hasta su muerte.
1623: se encuentra en París con Luisa de Marillac, señora
casada que se dirige con él.
Congregación
de la misión
1622: se retira un tiempo a la Cartuja de
Soissons y reflexiona. Más tarde dirá a sus misioneros: “Ser cartujos en casa y misioneros en campaña”
1625: Funda la Congregación
La Misión. Tiene seis compañeros y se dedican a misionar a la gente del
campo, que está abandonada y no a la gente de la ciudad. No aceptarán prebendas
o dignidades eclesiásticas. Comienzan las misiones y el Rey los aprueba.
Pero en Roma se rechaza el proyecto: los oratorianos de
Bérulle se oponen. Vicente se asombra y lo lamenta: “El campo es tan grande… hay lugar para todos”
1633: Urbano VIII aprueba la Congregación de la Misión.
Los misioneros no son religiosos, pertenecen al clero
secular. Hacen votos privados con efectos jurídicos públicos. Votos simples
reservados al Papa. No se logró sin oposición, pues en aquel tiempo había mucha
oposición a las Órdenes religiosas y algunos querían algo parecido al oratorio.
En Roma no se deseaban nuevas Órdenes.
La aprobación definitiva es de Alejandro VI en 1655: cosa
rara, están exentos de los Ordinarios pero pertenecen al clero secular. Así
nacen las Congregaciones de Votos simples.
San
Lázaro
Priorato de los Canónigos Regulares de San Agustín. Lo
ceden a la Congregación de la Misión a condición de alimentar a los 12
canónigos hasta la muerte: Vicente libra la “batalla del silencio” en las
dificultades con los canónigos. San Lázaro será, en adelante, el centro de las
actividades de Vicente: allá recibirá a pobres y ricos. Comenzará la expansión
enviando misioneros a distintos países de Europa, al norte de África y a
Madagascar.
Cofradías
de la Caridad
Muchas señoras se inscriben en ella a partir de 1629.
Luisa de Marillac, ya viuda, ayuda mucho a los pobres y anima a las señoras de
las Cofradías. No quiere Vicente que los párrocos controlen las cofradías: “Que las mujeres no dependan de los hombres,
sobre todo en cuanto a la bolsa”. A veces hay roces con los párrocos.
Hijas
de la Caridad
Funda las Hijas, viendo la
necesidad de orientar a las jóvenes humildes, separadas de las señoras ricas.
Margarita Naseau es la primera, aldeana, maestra de niñas
pobres. Se encuentra con Vicente en los días de crisis, cuando las señoras
mandaban a sus criadas. Se ofrece, deja su trabajo de maestra y se pone a
cuidar enfermos. Es la primera Hija de
la Caridad, sirviente de pobres y enfermos. Atrae a otras y muere cuidando
apestados.
Las primeras Hijas de la Caridad trajeron las dotes de
sus sólidas virtudes campesinas. Vicente las forma con Ejercicios espirituales,
lectura y oración y le ayuda la señora Marillac.
Ante el fracaso de Francisco de Sales en su proyecto de
la Visitación, Vicente quiere ir despacio y con prudencia. “Comunidad de
mujeres” y “libertad de ir y venir por las calles” eran términos que no se
veían fáciles de compaginar con la vida religiosa femenina.
Vicente decide: sus Hijas no serán religiosas. No tendrán
celda, ni velos ni rejas. Quitó del vocabulario todo lo que supiera a claustro
u orden religiosa. Las residencias se llamarían “casas”; el noviciado,
“seminario”; las superioras, “hermanas sirvientes”; su capilla, “la parroquia”;
sus oficios, “los de los fieles”. Serían hijas de la parroquia.
1633: fundación de las Hijas de la Caridad. La directora
serpa Luisa de Marillac. Crece rápidamente el número. Las Señoras de la Caridad
buscaban fondos; las Hijas de la Caridad los distribuían.
Multiplicó las cautelas para que no las tomaran como
religiosas y las encerraran en el claustro. No cambiaban de nombre como hacían las
religiosas. Las Hijas deseaban hacer votos: que sean privados, dijo el santo.
Tendrán por monasterio la casa de los enfermos y la casa
donde está la superiora. Por celda, “una habitación de alquiler”. Por capilla, “la
iglesia Parroquial”. Por claustro, “las calles de la ciudad”. Por clausura, “la
obediencia”. Por rejas, “el temor de Dios”. Por velo, “la santa modestia. Por
profesión, “la continua confianza en la Divina Providencia, la ofrenda de todo
lo que son”. Encontrarán a Jesús entre los pobres.
1642: primeros votos de Luisa y otras cuatro. Primero
perpetuos, después se hicieron anuales y los renuevan rápidamente el 25 de
marzo, fiesta de la Compañía.
Traje: el de las aldeanas de la época. Se acepta una toca
en atención al frío, color gris, toca blanca. Después de Napoleón, el color del
vestido fue negro y se levantaron las alas de la toca.
Vicente abrió el camino a la Vida religiosa femenina. Buscó una fórmula que desarrollara muchas
cualidades de la mujer, abriera ancho campo al apostolado, y rompiera moldes
tradicionales que encerraban a la mujer detrás de las rejas de la clausura.
Teresa de Jesús había comenzado y dado los primeros pasos: la llamaron “fémina
inquieta y vagabunda”.
Vicente ve la humillante situación de la mujer, cuando
retratar a las aldeanas de su tiempo que “vuelven fatigadas de su trabajo,
mojadas y llenas de barro, y vuelven al trabajo sin mirar si está bien”…
Quiso dar un lugar a la mujer en la Iglesia y en la
sociedad; parte de la universalidad de la vocación apostólica y de los carismas
y servicios de caridad en la que han de participar ambos sexos.
Teresa de Jesús sacó a la mujer “monja” del rutinarismo
un tanto mundanizado, le dio un sentido esponsal con Cristo y de explícito
servicio a Él y a su Iglesia.
Vicente encontró la fórmula: sierva de Jesucristo en los
pobres. Rompió los moldes de la vida consagrada y de él salieron las innumerables
legiones de congregaciones religiosas. Dignificó a la mujer a quien dio una
misión en la Iglesia y en el mundo.
Padre
de la Caridad
El siglo XVIII fue muy turbulento, lleno de guerras que
causaron gran miseria, en especial en Francia. Vicente se esforzó en remediar
lo que podía; fue padre de los que sufrían. Sus obras:
Reforma
hospitalaria
Asilo de dementes
Casas de corrección
Asistencia a jóvenes
arrepentidas
Obras de protección a las jóvenes
Casas cuna para niños
expósitos
Hijas de la Caridad
Damas de la Caridad
Asistencia médica gratuita
Comedores populares
Luchas contra el paro y la
mendicidad
Asistencia a cárceles,
galeotes, penales, forzados
Socorros de urgencia en
desgracias generales: guerras, devastaciones, inundaciones, desterrados,
refugiados.
Otras
obras
1.
Restaurador
del clero
Vicente
logra que se cumplan los decretos de Trento en cuanto a la formación, años de
ordenación etc., de los sacerdotes. En los últimos años de su vida logró gran
influencia que puso al servicio de la reforma.
En
1628 comienza a organizar Ejercicios espirituales que pondrá obligatorios antes
de la ordenación sacerdotal. Poco a poco, los obispos adoptaron el método y
serán obligatorios en diferentes países. Los padres de la Misión fundaron casas
de ejercicios para el clero en varios países. Después se ha hecho obligatorio
para sacerdotes y religiosos. También recibían los ejercicios que daba Vicente
en San Lázaro, muchos obispos. Llegaron los asistentes a 1000 por año; Vicente
los alojaba gratis en San Lázaro.
2. Conferencias de los martes
Para
todos los sacerdotes, diocesanos y religiosos. Asistían también obispos, entre
ellos Bossuet.
3. Organizador de seminarios
Trento
había insistido en su creación, pero todavía no los había en Francia. Los
oratonianos los habían comenzado pero pronto se orientaron hacia los colegios.
Vicente se ocupa de ello, los divide en mayores y menores, y al morir, se
encargaba ya de unos veinte. También dirigieron seminarios en otros países los
Padres de la Misión.
4. En el Palacio Real
Asiste
a bien morir a Luis XIII en 1643. Es confesor de Ana de Austria. Es miembro del
Consejo Real para Asuntos Eclesiásticos y con su influencia logra que se
nombren tan sólo obispos dignos; lucha
contra los abusos de los grandes (Richelieu, Mazzarino) que se entrometían en cosas
de la Iglesia. Los nobles lo calumniaban, nunca se defendió.
5. Transforma el púlpito francés
Se
predicaba con citas paganas y poco espíritu. Se abusaba de términos
escolásticos decadentes, la oratoria era ampulosa. Francisco de Sales también
había pagado tributo a su época. Vicente impuso en el púlpito la sencillez y la
claridad evangélica; el pueblo lo comprendía.
6. San Vicente y el Jansenismo
Vicente
entró en la amistad de Saint-Cyran, cabeza de los jansenistas. Pero la amistad
duró poco: el espíritu rigorista de los jansenistas chocó con la sencillez y la
bondad de Vicente. Los jansenistas abogaban por una reforma de costumbres
tremendamente rigorista; algunos oratonianos se inclinaban hacia él; apoyaban sus
doctrinas en la obra “Agustinus” de Cornelio Jansenio.
“El jansenismo es una enfermedad que consiste
en no querer vivir en el miserable tiempo en que nos toca vivir” decía
Vicente.
Cuando
Saint.Cyran fue encarcelado, Vicente no quiso participar en ni9ún proceso
dándose cuenta de que el problema era religioso pero también político. Pero
Vicente tomó todas las medidas para que el jansenismo no entrara en su
Congregación y expulsó a los que se inclinaban hacia la herejía.
Nunca
disputaba ni discutía ni predicaba sobre el jansenismo. Decía que la discusión
sirve para fomentar el error. También después luchó el santo contra el “laxismo”
que propugnaban algunos jesuitas, en su lucha contra el jansenismo, y que fue
condenado también.
Después
de una breve enfermedad, Vicente murió el 27 de septiembre de 1660, vestido y
sentado en un sillón, rodeado de los suyos y después de bendecir sus obras.
Luisa de Marillac había muerto el 15 de marzo del mismo año. Vicente, al morir,
tenía 79 años.
Memorial
Perenne
Vivió siempre en pobreza; se acercó a
todos, en especial a los pobres, e intentó acercar a ricos y pobres; logró
enormes conquistas sociales; rehabilitó a los campesinos; defendió los derechos
de la mujer; combatió la esclavitud; recordó a los gobernantes sus deberes.
Abrió al mundo entero un ancho cauce a la
caridad fraterna y nos enseñó a amarnos unos a otros. La mansedumbre y la
humildad fueron el arma de su maravillosa fecundidad apostólica. No fue un gran
letrado, pero pesó más que los letrados.
Ozanam organizó en el siglo XIX las
Conferencias de San Vicente de Paul.
“Es necesario despojarse de sí para llenarse de Dios; es necesario
llenarse de Dios para despojarse de sí”
“Hacen
falta cinco virtudes para ser un buen continuador de Jesús, humildad,
sencillez, mortificación, dulzura y celo”
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Serraima
Cirici, Enrique, Grandes Maestros de
Espiritualidad, México, Universidad Pontificia de México, A.C., Colecc.
Material Académico UPM n° 8, 1994.







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