lunes, 17 de mayo de 2021

 

MAESTROS DE LA ESPIRITUALIDAD

REFORMA CATÓLICA

 

LAS ÓRDENES RELIGIOSAS

Todas las Ordenes, tan burladas por Erasmo, hicieron ya serios esfuerzos para reformarse en el siglo XV, bien antes de la crisis luterana y de la reforma oficial de Trento. En todas las Ordenes se organizaron “Congregaciones de Observancia” que volvían al ideal de los comienzos y a la observancia.

1.     En España, muchos ermitaños diseminados se juntan y adoptan la regla de San Agustín. Se llaman Jerónimos También una rama femenina: las Jerónimas.

2.     Los benedictinos quieren acabar con los abades cortesanos y quieren volver al espíritu de San Benito. SE organizan en congregaciones reformadas: en Italia, la de Montecasino; en España, la de San Benito de Valladolid a la que pertenece el Monasterio de Monserrat. En este monasterio, el abad García Jiménez de Cisneros escribirá el “Ejercitatorio de la vida espiritual” que influirá en los Ejercicios de San Ignacio.

3.     Entre los dominicos, la reforma se llevó a cabo sin ramas nuevas, sin escisiones. Vuelta a la observancia de la antigua regla. Entre los siglos XV y XVI ha habido 30 santos o beatos dominicos. Son figuras de la época: el Cardenal Cayetano, el reformador Savonarola, San Pío V. Fueron grandes teólogos. Fueron también los Inquisidores. El Cardenal Juan de Torquemada favorece la creación de comunidades reformadas en España en el siglo XV: conventos de San Esteban en Salamanca y San Gregorio de Valladolid. Figuras notables entre los reformados: San Vicente Ferrer, Luis de Granada, Francisco de Vitoria, Bartolomé Carranza. Poco a poco la reforma se fue implantando en todas partes.

4.    Los carmelitas fueron mitigados por Eugenio IV en 1432. Habrá que esperar a Santa Teresa en la segunda mitad del siglo XVI para que llegue la reforma.

5.     Los franciscanos salieron lastimados después del asunto de los Fraticelli. San Bernardino de Siena, primero conventual, después observante y San Juan de Capistrano, promueven la reforma, erigen eremitorios. En España promueve la reforma Pedro de Villacreces (s. XV) y más tarde San Pedro Regalado. Recibieron el apoyo del Cardenal Cisneros. En el siglo XVI y permaneciendo unidos a los observantes, aparece en España la Rama de los “recoletos” o alcantarinos (San Pedro de Alcántara). La canonización de San Bernardino de Siena en 1450 congrega en Roma a San Juan de Capistrano, San Juan de la Marca, San Diego de Alcalá, San Pedro Regalado, Enrique Herp y otros. No todo iba tan mal.

6.    También los agustinos promueven la reforma interna. La impulsa en España Santo Tomás de Villanueva. El General Jerónimo Seripando en el s. XVI se esfuerza mucho en reformar y para ello viaja mucho. En Alemania impulsa la reforma Staupitz. Lutero entró en un convento reformado u observante. A fines del siglo XVI surgen casas de recolección. En 1600, los “recoletos” tienen organización propia bajo un general común. En 1912 se separan definitivamente.

7.     Nace entre los mercedarios la rama de los mercedarios descalzos.

Dos órdenes nuevas

1.     Capuchinos. Es una nueva rama del tronco franciscano.

De los observantes sale Mateo de Bascio quien desea vivir el espíritu genuino de San Francisco. Funda la nueva rama, llamada Frailes Menores Capuchinos (por una larga capucha en su hábito) en 1528. El volverá a los observantes. Los capuchinos viven en eremitorios, llevan vida itinerante, visten pobremente. El Papa les da permiso de llevar barba… (Clemente V había prohibido a los clérigos y obispos el llevar la barba: más parecen guerreros, dice).

 

Los aprueban con la condición de no salir de Italia pero esta prohibición les será anulada más tarde. Tienen dificultades con los observantes. El tercer General Ochino, se hace calvinista y sufren una fuerte crisis que superan. En 1897, León XIII reconoce tres ramas independientes: Observantes, Conventuales, y Capuchinos.

 

También surge la rama de las Clarisas Capuchinas.

2.     Hermanos Hospitalarios. Fundados por San Juan de Dios 1495-1550. Juan Ciudad, portugués, pasa a España: se enrola en el ejército. Se cayó del caballo y tuvo una visión de la Virgen. Deja el ejército. Jesús le dice que vaya a Granada, allá lo toman por loco. Oye un sermón de San Juan de Ávila y se convierte. “Granada será tu cruz” le dijo Jesús. “Vísteme a mi hijo para que aprendas a vestir a los pobres” le dice la Virgen. Para cuidar enfermos y locos, funda en Granada una Comunidad religiosa de Hermanos, la única de votos solemnes. Adoptan la Regla de San Agustín. Aparece el primer hospital para pobres, decente en todo el mundo.

 

La reforma protestante se propagó rápidamente por los países del Norte de Europa. En Francia hubo muchas luchas entre calvinistas y católicos. En los países del Mediterráneo hubo grupos sin importancia pero no arraigó.

 

REFORMA EN ITALIA

1.     Surgen en Italia “Compañías de San Jerónimo” para ayudar a los pobres. Había gran devoción a San Jerónimo; los humanistas la habían propagado por haber tenido el Santo muchos conocimientos humanísticos; los piadosos, por haber sido eremita.

 

Las Compañías de San Jerónimo eran Hermandades de caridad y beneficencia. El mismo Lutero las admiró. Formadas por laicos y sacerdotes; frecuentaban el culto y la piedad. Fundaron Montes de Piedad contra los usureros y buscaban la reforma de las costumbres.

 

2.     Héctor Vernazza funda en Génova, en 1497, la “Compañía del Amor Divino”. Su fin era practicar la piedad y las obras de misericordia. Tenían un aspecto semisecreto. Fundan un hospital para incurables. León X aprueba la Compañía por un Breve, en 1513.

 

Las “Compañías del Amo Divino” se propagaron por toda Italia. Pero les falto unidad y universalidad.

Vernazza pasa a Roma y funda la Compañía en la Iglesia de Santa Dorotea en el Trastevere. El párroco Giuliano Dati ofrece su Iglesia. Es aprobada por León X en 1514. A dicha Compañía pertenece San Cayetano de Tiene y el Cardenal Caraffa, futuro Papa Paulo IV; hay también otros miembros de la Curia papal; San Antonio María Zaccaría. Y unos años más tarde, San José de Calasanz.

 

Los estatutos: plantar la caridad en los corazones. Son sacerdotes y laicos. Eligen un prior anual. Y tienen también su Hospital de Incurables, sus visitas  a las Basílicas, su enseñanza del catecismo. De esta Compañía saldrá San Cayetano para fundar los Teatinos; y San José de Calasanz para fundar los Escolapios. Las Compañías desaparecerán más tarde, al tomar sus miembros nuevas orientaciones.

3.     Oratorios del Amor Divino. Son una réplica a las comunidades de Lutero. Reuniones en las cuales se canta y se ora.

4.    San Felipe Neri. Discípulo de Bautista Carioni de Crema, al igual que Cayetano y Zaccaría. Hombre de ascesis, humildad y austeridad. Muy querido en la ciudad de Roma. Alegría espiritual y prudencia: humanismo devoto. Funda el Oratorio; Sociedad de sacerdotes sin votos, se dedican a la cura de almas.

5.     San Carlos Borromeo. S. XVI. Sobrino del Papa Pío IV, cardenal a los 21 años en 1561. Dotado de grandes dotes y santidad, fue el brazo derecho del Papa Pío V quien lo nombra arzobispo de Milán. Es modelo de prelado consciente y reformador. Visita todas las parroquias de su vasta diócesis: cosa inaudita en aquel tiempo en un prelado.

 

Para la reforma del clero, Clemente VII crea una comisión de reforma. Tiene que saber gramática, serán examinados antes de ordenarse; no se aceptará dinero para ser ordenados; vestirán hábitos de tela sencilla: no llevarán barba.

REFORMA EN ESPAÑA

            Comienza un periodo al final del siglo XV de extraordinaria espiritualidad y gran floración de Santos, cuyas experiencias contarán ellos mismos.

            Los Reyes Católicos, con la conquista de Granada en 1492, logran la unidad espiritual. Favorecen la reforma religiosa en todos los aspectos. Lograrán de Alejandro VI el nombramiento de un comisario de Reforma, para los obispos y religiosos.

1.    Francisco Jiménez de Cisneros

Se llama Gonzalo. Nace en Torrelaguna (Madrid) en 1436. Estudia en Salamanca ambos derechos y es bachiller en los dos. Funda en su pueblo natal una escuela de derecho. Pasa a Roma y es abogado consistorial; allá se ordena sacerdote. Vuelve a su patria con “cartas expectativas” para lograr algún beneficio que quede vacante. Logra el beneficio de Arcipreste de Uceda, por bula de Paulo II en 1471.

El arzobispo de Toledo no acepta la intromisión del Papa y encierra a Cisneros en el castillo de Santorcaz, en donde pasará varios años, que aprovecha para estudiar las Escrituras, la teología y orar. Liberado al fin, es arcipreste de Uceda y después, canónigo de Sigüenza. Estudia hebreo y caldeo con un rabino.

1484. El canónigo de 48 años lo deja todo y entra de franciscano en el Convento de San Juan de los Reyes de Toledo. Cambia su nombre de Gonzalo por el de Francisco. Busca soledad y pasa a Escalaceoli, convento reformado por Villacreces. Después será nombrado Guardián de Salceda.

Elegido confesor de la Reina por consejo del Cardenal Mendoza. Es elegido provincial, cargo que acepta pensando hacer la reforma tan necesaria. Por Bula de Alejandro VI, conseguida por los Reyes Católicos, es nombrado Reformador de todos los conventos de España. Parece que actuó poco en los conventos franciscanos que se reformaban ya por sí mismos. Recorría los conventos a pie o montado en un asno, desde 1494. Llegaba a los conventos y reunía a los frailes; les predicaba la necesidad de la estricta observancia de la regla; les pedía que le presentaran los privilegios que les permitían tener bienes –propios y haciendas etc., y los quemaba como “Alcorán de la vida ancha”. Dictaminaba sobre la manera austera de vestir, eliminó a los beneficiados laicos, a los que acumulaban bienes.

Fue quitando conventos a los conventuales que no querían reformarse. Se suponía duro cuando encontraba resistencia a la reforma y desterró a frailes y abades a Italia. De la reforma franciscana salió la Vía del Recogimiento; también los Alumbrados. Son reformados los franciscanos que pasaron a América.

Nombrado Arzobispo de Toledo en 1495, a la muerte del cardenal Mendoza. Se le comienza a leer la Bula y huye; otra Bula tiene que obligarlo a aceptar. SE consagra en 1497. Reforma el cabildo y clero diocesano; viste con tal pobreza que el Papa le escribe que vista con el decoro propio de su cargo, aunque no con lujo. Celebra sínodos y nombra párrocos tan sólo a sacerdotes ejemplares. Promulga las Constituciones del Arzobispado. Edita un catecismo para la enseñanza del pueblo.

En 1516, a la muerte de Fernando el Católico, es Regente del reino. Se impone a la nobleza. Sale al encuentro del nuevo Rey Carlos I, en 1517, pero muere en el camino en Roa. L eescribe una carta llena de sentido.

Funda la Universidad de Alcalá. Admite cátedras de tomistas, escotistas y nominalistas. Más abierta que la de Salamanca. Influye también Erasmo. Funda colegios para pobres.

Patrocina la Biblia Polyglotta.

Es anterior a la de Erasmo. El Cardenal manda comprar códices hebreos, griegos y caldeos, con gasto de 50,000 ducados de oro. Aparece el Nuevo Testamento en 1514, dos años antes que el de Erasmo. Tiene seis volúmenes la Biblia Polyglotta: lengua griega (LXX), hebrea, caldea. Con prólogos y notas. Trabajan Pablo Coronel, Alfonso de Zamora, Alfonso de Alcalá (judíos conversos), Antonio de Nebrija. Invitado Erasmo, contesta: No me agrada España.

Introduce la imprenta: y se editan muchos libros de la Devoción Moderna que favorecen el florecimiento posterior ascético-místico.

Cisneros encarnó, medio siglo antes de Trento el ideal del prelado que el Concilio propondrá. El arzobispo toledano será uno de lo más firmes pilares que harán posible la reforma del episcopado europeo.

2.     Bula del Patronato

Dada la lamentable moralidad del clero a fines del siglo XV y por motivos políticos los reyes quieren controlar los nombramientos de Obispos. Logran que el Papa Inocencio VIII les conceda en 1486 la Bula del Patronato. En virtud de ella, son los Reyes Católicos los que seleccionan a los obispos: no aceptan extranjeros o nombramientos hechos en Roma. Julio II confirma la Bula en 1508.

3.     Otras figuras

Habrá en España gran floración de santos. Y también muchos alumbrados. San Ignacio insistirá en el discernimiento de los espíritus. En realidad, en este tiempo muchos buscan la soledad, el convento o pasar a América para evangelizar. Hay “beatas” en el buen sentido; y también “alumbradas”. Los libros piadosos divulgados por la naciente imprenta, se leían en todos los hogares.

a)    Francisco de Osuna

Obras:

·         Tercer abecedario espiritual.

Influyó mucho en Santa Teresa.

·         Graciosos convite.

Defiende la comunión frecuente.

 

      Es franciscano. 1492-1540. Defiende  la del recogimiento, meditación, abandono en manos de Dios. El “no pensar” nada lo hacía sospechoso de iluminismo. En esta vía, había “recogidos” y “dejados” (iluminados, a quienes perseguía la Inquisición). Era muy difícil delinear los campos.

b)    San Juan de Ávila

Nace en 1499. Estudia Artes y Teología en Alcalá y es discípulo del dominico Domingo de Soto. Sacerdote en 1526. Da todos sus bienes y quiere embarcarse para América: el obispo se opone y además pierde el barco. Se dedicará a la predicación en Andalucía y lo llamarán Apóstol de Andalucía. Lo arresta la Inquisición pero es absuelto. Es gran director espiritual, por sus sermones se convierte San Juan de Dios. Estando en la prisión de la Inquisición –dos años- aprendió más el misterio de Cristo que en todos sus años de estudio, dice su biógrafo fray Luis de Granada.

      Fundó Instituciones para la educación de la juventud: tres universidades, 11 colegios para jóvenes y 3 seminarios para clérigos. Manda al Concilio de Trento dos memoriales sobre los futuros centros de formación de los clérigos. Se carteó con las más altas personalidades de su tiempo. Rechazó obispados y el cardenalato que le ofreció Paulo III. Fue eminente en caridad, pobreza, humildad, devoción a la Eucaristía, al Espíritu Santo y a la Virgen María.

      Muere en Montilla, a donde se había retirado en 1554, el 10 de Mayo de 1569. Santa Teresa, que lo había consultado alguna vez, dijo, al saber de su muerte: “Lloro, porque la Iglesia pierde una de sus columnas”.

Obras:

Audi filia (oye, hija). Tratado de ascética y mística, escrito en la cárcel de la Inquisición.

Cartas. Se conservan 250, a santos y personalidades.

Homilías y conferencias. De sólida doctrina.

Tratado del Amor de Dios. Misterio de Cristo encarnado y redentor. Es una perla de la lengua castellana.

Tratado del sacerdocio. Cosas que requiere.

Memoriales al Concilio de Trento. Sobre formación del clero.

 

c)   Fray Luis de Granada

Dominico, 1504-1588. Maestro de vida cristiana.

Obras:

                De la oración y meditación

Guía de pecadores

Tratado del amor de Dios

 

d)    Fray Luis de León

Agustino. 1577-1591. Catedrático en Salamanca. P¨rocesado por la Inquisición por su Tratado sobre el Cantar, que corría manuscrito, divulgado por una monja. Absuelto. Soneto en la cárcel: “Aquí la envidia y mentira”. En la cátedra: “Decíamos ayer”. Estuvo en la cárcel cinco años.

Obras:

                        Los nombres de Cristo

                   Exposición del Cantar

                   La perfecta casada.

                   Ante el peligro luterano y calvinista, Felipe II impone un cordón sanitario en toda España; control riguroso de los libros que entran. Y la Inquisición española actúa: Índice de Libros Prohibidos de 1559. El gran Inquisidor Fernando de Valdés y Melchor Cano sospechan de muchos: es sometido a proceso el mismo arzobispo de Toledo, Bartolomé Carranza, dominico. Pero se impedirá la difusión de la reforma protestante tanto en España como en toda América.

REFORMA EN ALEMANIA

      Será una “reconquista” espiritual. El catolicismo en Alemania había quedado en situación trágica.

            El trabajo de reforma será obra de peones sencillos, llegados de fuera. En 1537 aparece un proyecto de reforma de una comisión de Cardenales; Contarini, Carafa, Morone, Pole. Lutero los llama mentirosos y pícaros. Algunos, como Contarini, eran laicos. Separan la esencia de la Iglesia de sus portadores humanos. Reconocen que el poder del Papa “ha sido exagerado por los curialistas”.

            A los jesuitas Faber, Canisio, Jayo, les corresponde el mérito principal de la reorganización católica. Estaban imbuidos de la mística de San Ignacio y eran disciplinados. La reforma en Alemania fue obra de místicos que supieron sacrificarse.

            El primer jesuita que aparece en Alemania es Peter Faber, saboyano.

            La mayor fuerza se recibió de Pedro Canisio. De Nimega. A los 17 años está con los cartujos de Colonia; después entra en la Compañía de Jesús y profesa en 1549. Trabaja en todas partes y a veces ni tiempo tenía para celebrar la misa. Divulga sus catecismos que impactan a la gente y en adelante los catecismos se llamarán “canisios”.

            Los jesuitas emplearon los Ejercicios Espirituales como instrumento de conversión. También fundaron Colegios para contrarrestar la formación protestante. Salvaron para la Iglesia las Universidades de Colonia, Ingolstadt y Otras. Intervinieron eficazmente en la tercera etapa del Concilio de Trento. En 1549 eran ya 14 en Alemania y Lutero los atacó groseramente.

LOS CLÉRIGOS REGULARES

 

            Son una nueva forma de vida religiosa. En realidad, la ruptura con el monacato y su forma de vida la comenzó Santo Domingo de Guzmán en el siglo XIII. Pero en su tiempo era impensable suprimir ciertas costumbres que se estimaban totalmente indispensables para la vida religiosa, por ejemplo el coro. Santo Domingo cambió muchas cosas; y en los demás, instituyó el sistema de las “dispensas”. Instauró la democracia en el sistema de gobierno; dio formación intelectual a los miembros de su Orden; quiso también que tuvieran un trabajo apostólico especializado.

            Los clérigos regulares –en especial los jesuitas- serán más decididos. También los tiempos habrán cambiado. Serán decisiones lo que en los frailes fueron esbozos. Veamos sus características:

1.   Todas las Órdenes de Clérigos Regulares son fundadas en Italia, en Roma o cerca. Símbolo de la adhesión al Papa.

2.  Son clérigos sometidos a una regla pero no a los obispos. Son órdenes de votos solemnes que sólo dispensa el Papa. Las congregaciones de votos simples simp0les no aparecerán hasta el siglo XVII.

3.  Todos son clérigos. Y buscan el sacerdocio puesto que en su función hacen el apostolado. Antes, muchos fundadores eran laicos.

4.  Dan formación intelectual a sus miembros. Antes no era así, a excepción de los dominicos.

5.  Tienen carácter internacional; movilidad en función de las necesidades dela apostolado.

6.  Democracia: el ejecutivo separado del legislativo. La iniciación de este sistema estuvo en Santo Domingo.

7.   A pesar de la oposición, son más decididos que los mendicantes; suprimen hábito específico y coro. Suprimen penitencias y trabajo manual.

8.   Al suprimir el coro, buscan una compensación en la oración personal o meditación. Espiritualidad más individualista basada en la oración metódica.

9.   La labor apostólica se especializa, antes no era así (excepción de los dominicos). Buscan servicios sociales con miras al apostolado.

10. Influidos por el espíritu de la época, buscan una mayor centralización. En la diversidad de trabajos, tienen mayor vinculación con el superior que lo coordina. La obediencia exigida es fuerte. Antes tenía como mira el desarrollo espiritual del individuo; ahora también mira la actividad del individuo.

11.  Son exclusivistas y apartan de sí a los que no se integran al grupo. No tienen éxito las fusiones (Ignacio no acepta a Teatinos y Somascos; éstos se fusionan pero se separan pronto. También se fusionan y se separan pronto Escolapios Y Clérigos de la Madre de Dios).

 

Dice un autor: “Más poesía en las viejas Órdenes y más práctica en las nuevas”

 

¿CUALES SON LOS CLÉRIGOS REGULARES?

1.   Teatinos

Cayetano de Thiene nace en Vicenza en 1480, de familia noble. Su padre, Gaspar de Thiene, muere en las guerras de la época. De tres hermanos, Cayetano el intermedio, muere el pequeño. Cayetano es educado por su madre y su tío. Es muy caritativo.

 

Estudia Derecho Canónico y Civil en Padua. Estudiante serio y piadoso. Doctor a los 24 años. Al año siguiente va a Roma, siendo Papa Julio II. Cayetano será prelado doméstico, después protonotario apostólico y párroco. Pero quiere reformar.

            Frecuenta las Compañías del Amor Divino en Roma. Sacerdote a los 36 años. Renuncia a los cargos papales. Vive en suma pobreza. Organiza el hospital de incurables de Santiago. Funda Compañías en distintos lugares.

            Se asocia con el Cardenal Caraffa, obispo de Chieti (Theatum). Escriben una regla. Fundan los Clérigos Regulares, con tres votos, y sin propiedad alguna, vida común, hábito de los clérigos, sin lujo. Año 1524. Es una nueva fuerza para la Iglesia. Se instalan en una casa de Roma y los llaman Teatinos. Después pasan a Venecia y fundarán también en Nápoles. El primer superior será Caraffa: le sucederá Cayetano.

            Cayetano de Thiene muere en Nápoles el 7 de agosto de 1547. Era muy rígido en aceptar vocaciones, exigía pobreza total.

 

2.  Clérigos Regulares del Buen Jesús

Fundados por el sacerdote Maluselli. Apenas duraron.

3.  Clérigos Regulares de San Pablo

Fueron llamados Barnabitas. Su modelo era San Pablo. Fundados por San Antonio María Zaccaria. Buscan el apostolado en todas las clases. Tuvieron gran influencia en los nobles. Fueron los únicos en no suprimir el coro. Fundados en 1530, fueron aprobados por el Papa Clemente VII tres años después.

 

4.  Clérigos de Somasca

Fundados en 1532 en la ciudad de Somasca, de donde su nombre. Cuidaron de huérfanos, pobres y necesitados de todas clases. Adoptaron la Regla de San Agustín. San Jerónimo Emiliani murió en 1537 cuidando apestados. Era un militar convertido; y había sido miembro de las Compañías del Amor Divino. Quisieron unirse a la Compañía de Jesús; al no lograrlo, se unieron a los teatinos, pero se separaron unos años después. Recibieron especial apoyo de San Carlos Borromeo.

 

5.  Jesuitas. Véase después en detalle.

6.  Padres de la Buena Muerte

Fundados por San Camilo de Lelis en 1584. Camilo era un soldado de vida disoluta. Herido, se convirtió. Se ordena sacerdote. Con otros tres compañeros funda la Orden que se dedica al cuidado de los enfermos y apestados. San Camilo murió en 1614.

 

7.  Clérigos Regulares de la Madre de Dios

Fundados por San Juan Leonardi en 1593 y dedicados a la colaboración en las parroquias y la enseñanza del catecismo. Juan Leonardi murió en 1609.

 

8.  Clérigos Regulares Menores

Fundados por San Francisco Caracciolo en 1588. Dedicados al apostolado en general.

9.  Clérigos Regulares de las Escuelas Pías

Fundados por San José de Calasanz. Nace el santo en Peralta, España, en 1557. Sacerdote de la diócesis de Urgel. Para asegurar su vida, pasa a Roma a buscar una prebenda. Fracasa en su empeño; pero al ver a los niños pobres sin nadie que se preocupe por ellos, da un giro a su vida. “Hallé la manera de servir a Dios en los niños”-

 

Trabaja en la Compañía del Amor Divino de Santa Dorotea. Enseña el catecismo y colabora en una escuela. Peregrina a Asís y Francisco lo desposa con tres doncellas.

 

En a. 1600 funda la primera escuela gratuita para niños pobres; se le juntan algunos compañeros. Amplía sucesivamente su escuela. Con ellos funda una Congregación en 1617, que en 1621 es elevada a Orden de Votos solemnes. Escribe las Reglas. Quiere suma pobreza. La Orden tiene una expansión demasiado rápida por Italia y Europa. Tiene enemigos internos y ambiciosos, que denuncian al Santo a la Inquisición.

 

Llevado preso por las calles de Roma, es absuelto. Nuevas intrigas y es depuesto de su cargo de General por el Santo Oficio. Seguirá la supresión de la Orden que será restaurada después de la muerte del santo. San José de Calasanz muere en soledad y persecución pero reafirmándose como hijo de la Iglesia, a los 92 años, en 1648. Su lema fue: Piedad y Letras. Decía: “Si los niños son bien educados desde sus primeros años en la piedad y las letras, hay que esperar un feliz desarrollo en esta vida y en la otra.

 

De este tiempo son algunas Comunidades Femeninas de votos solemnes.

1.   Ursulinas

Fundadas en 1535 como sociedad sin votos y dedicadas a la enseñanza de las jóvenes. Muerta ya la fundadora, San Carlos Borromeo las organizó en su diócesis de Milán en sociedad de votos simples. Paulo V, a principios del s. XVII les dio Votos Solemnes y posteriormente se dividieron en diferentes ramas.

 

2.  Orden de Nuestra Señora

Llamada también Compañía de María. Fundada en 1606 por Santa Juana de Lestonnac en Burdeos, Francia. Aprobada por Paulo V en 1607 como Orden de Votos Solemnes y clausura. En tiempos posteriores se transformará, dedicada a la educación de las jóvenes. La fundadora tuvo que sufrir mucho en sus tres últimos años por oposición interna. Murió en 1640.

 

La ruptura con el sistema tradicional en la vida religiosa femenina de clausura estricta y votos solemnes no llegará hasta San Vicente de Paúl, con sus Hijas de la Caridad. Entonces aparecerán, en los años siguientes muchas congregaciones de apostolado externo y votos simples que harán un gran bien en la Iglesia.

 

RECOGIMIENTO Y DEJAMIENTO

            Benito había señalado la importancia de la oración litúrgica, el Opus Dei: era la primera obligación de los monjes. Más tarde, tanto insistieron en ello que esta ocupación llenó prácticamente todo el día, y el programa de Benito, por ej. En el trabajo manual, fue olvidado.

            Fue mal interpretado; porque si Benito recomendaba y preceptuaba la oración litúrgica comunitaria, no olvidaba la contemplación que dejaba a la responsabilidad de cada cual. Benito era profundamente contemplativo: si a causa de sus viajes tenía que dejar el canto de las horas, nada decía: pero lamentaba profundamente el hecho de que, a veces, sus múltiples ocupaciones le impedían dedicarse a la contemplación.

            En todas las cosas hay desviaciones, y las hubo en el periodo monacal y también en los siguientes frailes que conservaron el coro y que a veces daban importancia a lo material, más que a lo interior. Para que hubiera coro, se reclutaron en algunos conventos, en el siglo XV a niños, puesto que la comunidad estaba diezmada por la peste negra. Muchos cantaban en el coro lo que no entendían, lo que hace decir a Erasmo, con mordacidad, en el Elogio de la locura, que “no hacen sino rebuznar”.

            Contra algo que pecaba de falta de interioridad reaccionó la Devoción Moderna, insistiendo en la necesidad de la oración personal o meditación. De esta necesidad de interioridad hablará Erasmo y con razón. “Oración mental contra oración vocal” se dijo: sin que se fuera contra la vocal. Todo el renacimiento espiritual de los s. XV y XVI dirá lo mismo y se insistirá en la oración de recogimiento que influye en la vida.

            El fuerte despertar espiritual en España a finales del siglo XV y su desarrollo en el siglo siguiente produjo santos, pero también desviaciones. Y tanteos, que traen de cabeza a la rígida Inquisición española, que, en su afán de evitar el contagio de las herejías no sabía trazar la línea divisoria entre lo que era luteranismo o erasmismo o ideas afines y al verdadera espiritualidad católica. No olvidemos que los místicos emplean con frecuencia un lenguaje difícil de comprender para los teólogos.

ALUMBRADOS O DEJADOS

            Tiene este movimiento una cierta relación con el erasmismo y el protestantismo. Hubo en España dos movimientos: el de Toledo y el de Llarena. Contra el de Toledo promulgó la Inquisición un Decreto en 1525.

            ¿Qué eran? En un principio, fueron semejantes los “recogidos” y los “dejados o alumbrados”. Buscaban un cristianismo interiorizado. Después seguirían caminos bien diferentes, ortodoxos unos, equivocados los otros.

            Los Alumbrados que predicaban el dejamiento se hicieron sospechosos. Melchor Cano verá más tarde la quinta esencia del iluminismo en la fórmula: “El amor de Dios es el hombre en Dios”.

            Lo esencial para un Iluminado, es dejarse al amor de Dios pues este amor ordena a la persona de tal manera que no puede pecar ni venial ni mortalmente. Una ética muy atrevida y muy desconcertante para los devotos timoratos. Es peligroso creer en la impecabilidad que da al alma de los espirituales y dejados el amor de Dios; como el afirmar que todas nuestras obras proceden de Dios es afín al luteranismo.

            Los iluminados estaban contra todo formalismo religioso; defendían el “dejamiento” sin ataduras de circunstancias o formalidades. Invocaban la inspiración divina para ir contra todo formalismo religioso. Decían que los devotos estaban atados por mil cosas que les impedían dejarse al amor de Dios. Se oponían a la vida monástica, a las prácticas religiosas, devociones, confesión. No aceptaban la Tradición, tan sólo la Escritura: esto alertó a la Inquisición. Más tarde dirá Molinos, en su quietismo: “El alma que ha llegado a la muerte mística no tiene ya voluntad pues Dios se la ha arrebatado; Dios quiere obrar en nosotros sin nosotros”. Algo parecido defendían los iluminados.

            El iluminismo no era triste. Estamos demasiados acostumbrados a considerar reforma protestante y católica como dos escuelas de sombrío pesimismo: quitar temor y poner seguridad, es fórmula de iluminados y luteranos. La seguridad llena el alma de alegría.

            El algunos autores ha habido confusión entre recogidos y dejados.

            San Juan de Ávila describe el movimiento de los alumbrados como ciego error o engaño. Dice en Audi filia:

“Otros han querido buscar sendas nuevas que les parecían muy breve atajo para llegar a Dios y dejándose en sus manos eran tanto amados de Dios y regidos por el Espíritu Santo que todo lo que a su corazón venía no era otra cosa sino lumbre e instinto de Dios. Y llegó a tanto ese engaño que si aqueste movimiento interior no le venía, no habría de moverse a hacer alguna cosa, por buena que fuese… Y si les movía el corazón, la habían de hacer aunque fuese contra el mandamiento de la ley de Dios”.

            Melchor Cano es apasionado pero acertado, dejando aparte su fuerte antifeminismo:

“Sin letras, sin humana erudición ni magisterio, guiados por el Espíritu Santo, se prometían luz para entender, como si Dios les hubiera abierto a ellos, como a los apóstoles, el sentido de entender la Sagrada Escritura… La exponían también mujeres. Estos conventículos fueron muy dañosos”.

            Y dice Osuna en el Tercer Abecedario espiritual:

“Hay algunos que se dicen espirituales, tan engañados en esto, que totalmente se apartan y huyen de los que les amonestan pobreza y aspereza, y lo peor es que ellos tienen a los otros por personas que no gustan de cosas del corazón ni han alcanzado la libertad del espíritu.. No seas santo de pie quebrado sino que te ordenes de tal manera que puedas seguir a Cristo por dentro y por fuera…”

            Para los alumbrados, la perfección estaba en dejarse a Dios; para nada servían las obras externas, la oración vocal, las austeridades y penitencias. En realidad, cayeron en vicios groseros. Volvemos a una clase de catarismo que tantas veces ha aparecido en la historia.

RECOGIDOS

            Movimiento espiritual que se origina en los eremitorios de los franciscanos reformados. El principal representante es Francisco de Osuna, ya citado otras veces, con sus Abecedarios, en especial el Tercer Abecedario. Francisco de Osuna nace en 1492 y muere en 1542.

            Son épocas de inquietud espiritual. Aparecen obras importantes, como el Ejercitatorio del abad Cisneros, 1500; Arte de servir a Dios, del franciscano Alonso de Madrid, 1521; los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, quien tuvo que sufrir procesos en Alcalá por ser sospechoso de iluminismo. ¿Cómo enseñaban sin tener letras…?

            El Recogimiento acentúa la búsqueda de métodos que lleven de modo seguro a la perfección y a la unión con Dios. Insisten para ello en dos tiempos fuertes: oración mental por la mañana y por la noche. Oración metódica que se irá extendiendo por todas las comunidades religiosas y por los laicos devotos. Esta oración la extendían a todo el mundo, teniendo en cuenta que Dios no es clasista y que la santidad es para todos. Santa Teresa fue decidida partidaria de la oración mental y para todos sin distinción. Lo mismo Luis de Granada, Juan de Ávila, Ignacio de Loyola, etc.

            Osuna distingue tres clases de oración: vocal, de pensamiento y de recogimiento. El centro dela meditación es la Pasión del Señor. Y no se olvida de las acciones, como lo hacían los alumbrados: “Las grandes contemplaciones no quitan las menores obligaciones”.

            Los activistas o enemigos del recogimiento decían que la oración era fingimiento o pereza, que no se buscaba sino el no hacer nada. Para Osuna, la oración vocal es buena, la mental es mejor y la de recogimiento es óptima. Cuanto se es más perfecto más se cumple la ley de Dios y no se puede dejar la oración por la contemplación.

            Y escribe contra el espíritu de Erasmo: “No te satisfagas con el mucho saber, que solamente puede perfeccionar tu entendimiento, sino que también busques en ello el mucho hacer…”. Insiste en que las ceremonias exteriores tienen valor si nacen de la interioridad, pero que la interioridad, si es buena, llevará a las manifestaciones exteriores.

            Y respondiendo a Erasmo quien, en su “Elogio de la locura”, dice que los frailes rebuznan, dice:

“De nosotros salieron (Erasmo) pero no eran de nosotros. Dicen de nosotros que cantamos con voces de asnos y estaríamos mejor cosiendo zapatos… Aunque los vanos que fueron religiosos no refrenaron su lengua y no hayan puesto odio en el mundo, que antes no tenía por capellanes, no por eso nos irá peor con Dios sino mejor”.

            La Vía del Recogimiento imita al Señor que acostumbraba a recogerse al desierto. Esta espiritualidad es afectiva; los jesuitas darán a la meditación un giro más discursivo: La vía supone mortificación de los sentidos externos e internos; desnudez del alma y disposición receptiva. Más importante la contemplación o recogimiento que la oración vocal y las obras, pero se reivindica el esfuerzo personal en la búsqueda de la perfección. Las penitencias y asperezas, según el espíritu de cada uno, son un paso previo.

            Para llegar a la verdadera oración hacen falta tres clases de silencio: el de las cosas creadas, cuando cesan en el alma todas las fantasías; el olvidarse de uno mismo y sentarse a los pies del Señor, como María; el transformar el alma completamente en Dios.

            Los destinatarios de la Vía del Recogimiento son todos los hombres, pues a todos los llamó el Señor a la santidad: casados y solteros, laicos y religiosos, hombres y mujeres. En esto están de acuerdo Lutero y Erasmo.

            Los recogidos así como los místicos, invocan con frecuencia y comentan el Cantar de los Cantares.

            No faltaron los adversarios. En especial la Inquisición que veían alumbrados por todas partes. El Inquisidor Fernando de Valdés, dominico, los dominicos Domingo de Soto y Melchor Cano, unos con más serenidad y otros con más violencia, combatieron el recogimiento. Sospechaban de la espiritualidad afectiva. El Índice de Libros Prohibidos de 1559 recogió nombres d grandes autores: aparecen allí Luis de Granada, Juan de Ávila, Osuna (no se atrevieron con los Abecedarios pero le pusieron la obra “Gracioso convite” para que apareciera su nombre). Luis de León también estuvo encarcelado por sus comentarios al cantar. La Vida de Teresa de Jesús fue a parar a manos de la Inquisición… Y cuando Melchor Cano declara que la oración mental metódica es altamente peligrosa para la gente sencilla y para mujeres, Teresa de Jesús contesta con dureza. Algunos inquisidores consideraban como llena de erasmismo la insistencia de adorar a Dios en espíritu y verdad.

 

 

REFORMA CARMELITANA

EL GRAN SIGLO FRANCÉS

FRANCISCO DE SALES  Y  PEDRO DE BERULLE

VICENTE DE PAUL



 

 

INTRODUCCIÓN

En el siglo XVII, Francia, a la par del esplendor político y cultural, tiene un gran esplendor espiritual. Prosperidad del Carmelo, de los Jesuitas y de los Capuchinos.

            Hay tres corrientes: el Salesianismo humanista, con los jesuitas: el Berulismo que es un agustinismo moderado de tendencia mística: y el Vicentismo dirigido a las obras de la caridad.

            No faltaran problemas: el Galicanismo es una tendencia nacionalista que busca alguna independencia de Roma; el Quietismo, que es un desviacionismo en el camino del amor. Y el Jansenismo,  con el que renacen los problemas de la gracia, de tan difícil solución, que invoca a la figura de San Agustín, tomado en sentido exagerado, y que pone problemas políticos a la vez que religiosos.

            En Francia, la Iglesia tenía mucho poder y mucho dinero y estimaba Richelieu que un tercio de los bienes nacionales estaban en manos de la Iglesia. El alto clero era muy rico, el bajo clero era muy pobre y mal pagado. El alto clero llevaba vida cortesana, el bajo buscaba prebendas para poder vivir pero era ignorante. Nunca fueron publicados los Decretos de Trento y por lo tanto, no se aplicaban. También los religiosos necesitaban, en gran parte, urgente reforma. Francisco de Sales será modelo de obispo; Pedro de Bérulle buscará la reforma de los religiosos y del clero: Vicente de Paul trabajará en la formación del clero y forzará a que se vayan aplicando los decretos de Trento.

            Había salones en donde se desarrollaba la piedad y la mística: eran los “centros devotos”, especialmente el de Madame Acarie, prima de Bérulle, quien vivía profunda vida mística.

            En 1604, se introduce el Carmelo en Francia: Bérulle logra que vayan de España, Ana de Jesús y Ana de San Bartolomé, grandes colaboradoras de Santa Teresa de Jesús y herederas de su espíritu. Tendrán dificultades con Bérulle, que quiere imponer una espiritualidad diferente de la española.

            Santa Juana de Lestonnac fundará la Compañía de María, aprobada en 1607, para la educación de las niñas. San Juan Bautista de la Salle a finales del s. XVII funda la congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Y el Abad de Rancé, hombre de vida disoluta y convertido después, dará origen a la Trapa, reforma del Cister, de vida muy austera.



San Isidro de la Trapa es el lugar de descanso y reflexión acompasada entre los ríos Pisuerga y Carrión, en una vega repleta de arboledas y cultivos, es una visita obligada para el caminante donde puede reponer fuerzas en el silencio.

El Monasterio de San Isidro de Dueñas, está ubicado aproximadamente a cinco kilómetros de la localidad, fue durante la Edad Media uno de los cenobios más importantes y prósperos de toda la península.

Fray Damián Yáñez asegura que el Monasterio de San Isidoro, actualmente San Isidro, es anterior a la invasión de los árabes, seguramente del siglo VII.

Los actuales monjes son Cistercienses de la Trapa, de origen francés, asentados en el Monasterio desde 1891.

https://clickturismo.es/duenaslugares/duenaslugares_006.htm

         Pedro de Bérulle funda el Oratorio para la formación del clero secular. Tendrá dificultades con los jesuitas por su ideología y por los colegios que tenía el Oratorio. Después de Bérulle y en medio de polémicas, una parte de los oratorianos tendrá tendencia jansenista.

SAN FRANCISCO DE SALES

            Francisco De Boisy nace en el castillo de Sales en 1567. De familia noble en el condado de Saboya. Es el santo de la Amistad. Hombre de gran dulzura y bondad, será un gran director espiritual, en especial de mujeres, y tendrá amistad con muchas de ellas. Decía: “Mejor es ser bondadoso que justo”. Es humanista y al mismo tiempo está dentro de la mejor tradición espiritual. Recibe influencias de Santa Teresa y de San Ignacio. Propagará la devoción al Verbo Encarnado –que lo hace precursor del Oratorio francés- y al Sagrado Corazón de Jesús, que propone a la Visitación.

            En 1582 estudia en París en el colegio de los jesuitas. Recibe la educación de un noble: frecuenta el gran mundo. No participa en el ambiente guerrero de la época. A los 18 años tiene una fuerte crisis purificadora: duda sobre su futura vida eterna. Se encomienda a la Virgen María, reza el “Acordaos”, hace voto de castidad perpetua y renace la paz.

            1588: regresa a Saboya; estudia después derecho en Padua. Una mujer noble intenta seducirlo y huye, ora, ayuna estudia. Enferma gravemente y sana E 1591, es Doctor en Derecho; visita Loreto y regresa a Saboya.

            Quiere ser sacerdote pero su madre lo quiere casar; al final consiente. Sin estudios de seminario –que no existía todavía en Francia- se ordena sacerdote el 8 de diciembre de 1593.

            1594: el obispo de Annecy lo manda de misionero al Chablais, región de Saboya enteramente dominada por los calvinistas de Ginebra. Nadie lo escucha, tuvo una sola conversación en un año y atentan contra su vida. Viaja por la región y puesto que no quieren oírle, escribe unas hojas que llama “las controversias”. Su padre se queja con el obispo por su peligro de atentados. Pero Francisco sigue y no se desanima.

            La hostilidad irá disminuyendo: la gente lo recibirá y escuchará. Tiene disputas públicas con los calvinistas, aún en la misma Ginebra, restablece la misa en Thonon, donde se ha instalado. Llega a entrevistarse por tres veces con Teodoro de Beza, sucesor de Calvino en Ginebra; pero los amigos de Teodoro impiden ulteriores entrevistas por temor. Francisco oye a todos y aguanta a todos.

            En 1598 es nombrado obispo auxiliar de Annecy pero no se consagra por entonces. Y, por fin, como premio a tantos esfuerzos, llega la conversión global en Chablais y la restauración del culto católico.

            Los acontecimientos  se suceden: 1599, visita Roma y lo examina el Papa Clemente VIII; 1601, muerte de su padre, 1602, estancia en París durante seis meses,  visita la rey Enrique IV, predica con gran éxito. Conoce a Madame Acarie, que volaba en la mística, y, por consejo de Francisco, funda el primer Carmelo francés y al quedar viuda, ingresa en él. Se llamará María de la Encarnación y es beata. Ingresan también sus tres hijas.

            1602: Muere el obispo de Annecy y Francisco pasa como titular: se consagra el 8 de diciembre. Renuncia a su patrimonio familiar en favor de sus hermanos; lleva vida sencilla y austera, es muy amable con los visitantes; enseña catecismo a los niños y se dedica al ministerio sacerdotal.

https://www.ecured.cu/Francisco_de_Sales

 

La Orden de la Visitación

En 1604, Jacqueline Coste y Juana Francisca Fremiot de Chantal se ponen bajo su dirección.. Francisco tiene una visión de una viuda y dos más y comprende que debe fundar una nueva comunidad religiosa. Un día se le presenta una dama enlutada y reconoce en ella a la viuda de la visión.

            Juana era cinco años menos que Francisco; había nacido en Dijon de familia noble. Su padre era presidente del Parlamento de Borgoña y Francisco tuvieron una hermosa amistad espiritual: Francisco era dulce, Juana enérgica.

            Juana había casado con el Barón de Chantal, noble oficial del ejército de Enrique IV y vivían muy unidos; era excelente ama de casa, muy caritativa con los necesitados. En 1601, en un accidente de caza, había muerto su esposo. Juana comenzó a darse a la oración. Viviendo estados místicos, buscó un director espiritual.

            En 1604, conoce en Dijon a Francisco de Sales. Fue un inicio de correspondencia fecunda; Juana había hecho voto de obedecer a su confesor, pero le aclaró Francisco: puede preguntar y después le anula el voto; Juana se dirigirá con él, la amistad será sólida y duradera.

            Con la llegada de las carmelitas de Ana de Jesús a Dijon, Juana quiere ser carmelita pero la disuade el santo. Francisco deseaba fundar un instituto de austeridad moderada para visitar a los enfermos.

            1610: fundación de las hijas de la Visitación en Annecy. Llevará vida de oración y visitarán a los enfermos.

            Después funda la casa de Lyon. Y llegan los problemas con el obispo de Lyon, que no quiere religiosas que salgan de casa, dice que no es propio de ellas…

            Discuten los dos obispos. Al final Francisco cede.

            Se convierte la congregación en Orden de clausura, con votos solemnes y regla de San Agustín. Independencia de cada casa.

            Santa Margarita María Alacoque será religiosa en esta Orden a finales del siglo XVII.

            1618-1619. Tercera estancia de Francisco en París, va en el séquito de un cardenal. Predica mucho (su oratoria es más pesada que la de Vicente de Paul).

            Conoce a Angélica Arnauld, abadesa del Císter de Port-Royal. Había sido nombrada abadesa a la edad de 11 años: a los 17 se dio de lleno a la oración y arrastraba con su austeridad a todas las religiosas. Francisco le recomendó dulzura y suavidad que era lo contrario del espíritu de Angélica. Muerto ya Francisco, Angélica siguió a Saint-Cyran y entró en el espíritu jansenista.

            En París conoce también Francisco a Vicente de Paul, que tiene 40 años, humilde, preceptor de los hijos de Gondi. Vicente aprenderá de Francisco la dulzura.

            Proponen a Francisco para Arzobispo de París y se niega: seguirá en Annecy hasta su muerte.

            12 de diciembre de 1622. Última entrevista de Francisco y Chantal. Después, Francisco viaja a Lyon y enferma. Muere el 28 de diciembre de 1622..

            Obras:

-       Introducción a la Vida devota (Filotea)

-       Obra escrita para los laicos, dando normas de piedad. Estilo sencillo e ingenuo con relatos de anécdotas de la antigüedad. Muy leído en su tiempo y en tiempos posteriores.

-       Tratado del amor de Dios.

-       Escrito para las religiosas de la Visitación.

-       Conversaciones espirituales.

 

PEDRO DE BÉRULLE

            Nace en Troyes, Francia, en 1575. Su familia, noble, se instala en París, son tiempos muy turbulentos por las guerras de religión. Pedro pierde a su padre a los siete años. Estudia con los jesuitas y después en la Sorbona. Su familia quiere que estudie Derecho pero él se inclina hacia la Teología. Ambiciona la perfección. Se ordena sacerdote en 1599 y, después, en un retiro en Verdun, reflexiona: ¿se hará capuchino o jesuita? Decide permanecer en el clero secular. Le ofrecen ser preceptor del Delfín pero decide no entrar en la Corte.

            Entra en el círculo de Madame Acarie, su prima, en un ambiente místico. En adelante, Bérulle será metafísico, teólogo y maestro de espíritu; todo lo reducirá a la teología mística impregnada de metafísica y marcará profundamente a la Iglesia de Francia. Al preocuparse por el problema místico, se ve muy influenciado por los místicos renano-flamencos y por el agustinismo. Comienza a descubrir el misterio del Verbo Encarnado y los carmelitas los llevarán a la humanidad de Cristo. Quiere comunicar a los hombres el misterio del hombre-Dios.

            1604: Va a España a buscar carmelitas: irán Ana de Jesús y Ana de San Bartolomé, que será obligada a tomar el velo negro. Tendrá dificultades con ellas por diferencias de espiritualidad. Con el tiempo fundará 43 carmelos y será nombrado Visitador Perpetuo de las carmelitas. Al final, Ana de Jesús y Ana de San Bartolomé pasarán a Flandes.

            Funda el Oratorio al estilo de San Felipe Neri. Busca sacerdotes santos al servicio de los obi9spos. El mismo se encargará de la formación de los candidatos, que quiere santos y sabios. El Oratorio no era una Orden Religiosa sino una sociedad de sacerdotes a las órdenes de los obispos.

            Para los sacerdotes del Oratorio, Cristo, el Supremo Sacerdote, debe de ser en centro de todo. Ejemplo de la total sumisión del hombre a Dios. Bérulle propone llevar a cabo tal sumisión como un “Voto de Servidumbre” al que sigue el “Voto de esclavitud mariana”. María nos lleva a la humanidad deificada de Cristo y ésta nos llevará al Padre.

            Estos votos le causaran oposición tanto de las carmelitas como de los jesuitas y el caso será llevado a la Inquisición. Da la impresión de que Bérulle es un idealista que busca el fin, pero le es difícil encontrar los medios; va a las alturas y crea un camino para almas selectas tan sólo.

            En 1626 es nombrado Cardenal. Ha tenido dificultades con Madame Acarie por el voto que quiere imponer a las carmelitas. Rompe con Richelieu que busca la grandeza de Francia por encima de la religión. Defensor a ultranza de la jerarquía, lo es menos de los religiosos, aunque aprecia su vida. Es hombre muy ocupado, busca la reforma del clero.

            Nos dejó reglas escritas para el Oratorio. Pensaba que bastaba con buscar a Dios. Su vida interior fue extraordinaria como lo afirman Francisco de Sales y Vicente de Paul quien dice que Bérulle es uno de los hombres más santos que había conocido. Fundó 41 casas de Oratorio.

https://en.wikipedia.org/wiki/Pierre_de_B%C3%A9rulle

            Obras

                Discurso del Estado y de las Grandezas de Jesús

                Memorial para la dirección de los superiores.

                La elevación de Cristo hacia Santa Magdalena.

                Vida de Jesús.

            Bérulle murió en 1629, celebrando la misa, cuando pronunciaba las palabras del Canon romano: “Acepta, Señor, la ofrenda de nuestra servidumbre…”

            Pequeño de talla, su espíritu fue desbordante, tenía una actividad extraordinaria. Todos acudían a él. En la juventud se había consagrado a Dios basando su consagración en la entrega de la humanidad de Cristo a la divinidad: la servidumbre mística en Jesucristo.

 

Doctrina

            En el centro está la humanidad de Jesucristo que da a la Santísima Trinidad un culto de adoración y amor infinitos. Nosotros entramos en esta adoración y amor en Jesucristo.

            A través del agustinismo, Bérulle tiene un cierto neoplatonismo: desprecio por la materia; ve todas las cosas en Dios.

            Algunos le reprochan insistir más en la adoración que en el amor. No es del todo cierto aunque sus expresiones llevan a esta conclusión:

                        “La criatura es creada y conservada continuamente por Dios: de ahí nace su obligación de servidumbre. Aceptar esta servidumbre es la vida de acción de gracias continuada. Hay que mirar a Dios y no mirarnos a nosotros mismos”.

         El alma tiende a abandonarse poco a poco, ponerse en manos de Dios consciente de su nada ante Dios y que Dios se glorifique en nosotros mismos. A esta actitud o disposición permanente, le llama Bérulle “estado”. Este “estado” nos lleva a perder y aniquilar el YO para no ser de nosotros sino de Dios. Bérulle es más intelectualista: Teresa y Juan de la Cruz son más afectivos y prácticos.

                        Insiste en el misterio del Verbo Encarnado:

                        La Encarnación, misterio de abajamiento por amor.

                        Éxtasis de amor eterno.

                        Misterio de divinización.

                        Jesús reparador de nuestro ser.

                        Jesús, adorador infinito.

                        La Encarnación, nueva creación.

                        El Verbo Encarnado, el centro del mundo.

                        La Madre del Verbo Encarnado, el camino para llegar a Jesús.

            Insiste en la santidad del sacerdocio, reaccionando contra la actitud de su tiempo de buscar el sacerdocio para tener un beneficio.

 

Conclusión

            Es fiel a la doctrina de las jerarquías (él era un noble): Por María a Cristo hombre; de Cristo hombre a Cristo Dios; de Cristo Dios al Padre.

            Bérulle tiene páginas brillantes, a veces recargadas. Doctrinas maravillosas pero de tono tan elevado que dan la impresión de ser especulativas y no prácticas. La actitud de servidumbre, despojada de un sentido humano, lleva a una actitud temerosa ante la Majestad de Dios. En la Francia del s. XVII, llevó más tarde a algunos oratonianos a posiciones afines al jansenismo.

            De la escuela de Bérulle fue Malebranche, oratoniano y filósofo. También San Juan Eudes, fundador de la Congregación de Jesús y maría; Olier, fundador de los sulpicianos que tanto han influido en la formación del clero francés. Y en la escuela sulpiciana se formaron San Juan Bautista de la Salle, Grignon de Monrfort y Libermann.

 

 

VICENTE DE PAUL

            Vicente es la causa de los pobres: tiene actualidad perenne. Organiza la caridad cristiana, siempre necesaria. No escribió obras: sus obras fueron su vida. Escribió, sí, más de 30.000 cartas maravillosas, que son el testimonio de su espíritu.

            Nace el 24 de abril de 1581 en Pouy, cerca de Dax, en las landas de Burdeos.

https://es.wikipedia.org/wiki/Vicente_de_Pa%




Berceau de Saint Vincent de Paul: Ranquines, lugar de nacimiento de San Vicente de Paúl, en el municipio de Saint-Vincent-de-Paul

La capilla de la Cuna, de estilo neobizantino, entre cuyos muros se guardan las reliquias del santo

https://www.france-voyage.com/francia-guia-turismo/cuna-san-vicente-paul-2192.htm

 

Hijo de Juan Depaul y Bertranda de Moras. Es de familia humilde; pastor y porquerizo. Lo recordará siempre y vivirá en humildad durante toda su vida. Su padre quiere que estudie para que llegue a tener prebendas y mantenga a la familia: también Vicente buscará prebendas en sus primeros años; después vivirá desprendido y no irá a su familia sino a los pobres el mucho dinero que pasará por sus manos.

            Estudia 7 años en Dax, en un colegio de franciscanos; se avergüenza de su padre pobre y se niega a ir a la sala de visitas porque lo ve pobremente vestido. En 1596 recibe la tonsura y las órdenes menores. Después estudia en las Universidades de Toulouse y Zaragoza (España) pues no había seminarios en Francia. Su padre muere en 1598. Vicente sde ordena sacerdote el 23 de mayo de 1600, a los 19 años. Más adelante dirá:

                        “Sí yo hubiera sabido que era ser sacerdote cuando tuve la temeridad de recibir el sacerdocio, como lo he sabido después, hubiera preferido trabajar la tierra, antes que meterme en un estado tan terrible”.

            Nombrado párroco de Thilt, surge un competidor. Va a Roma en 1601 para su pleito y lo pierde. En 1604 es bachiller en Teología, enseña. Después quiere ganar un obispado: “Quería dar caza al gran negocio” dice. Busca dinero. De Marsella lasa a Narbona por mar.

            Cae en poder de unos piratas que lo venden como esclavo en Túnez; primero tendrá que remar; después será esclavo de un alquimista; por fin, de un hacendado que era un cristiano renegado. En 1607 convence al renegado y regresan los dos a Francia.

            Sigue pensando en su posible prebenda y va a Roma. El embajador de Francia lo manda a París y logra que la reina Margarita lo nombre su capellán. Y por fin llega la prebenda: el obispo de Aix renuncia en él una abadía de Chaumes (Císter)

 

Conversión

            Lo calumnian de ladrón y calla. Aquí comienza el camino de la santidad el que sólo había buscado prebendas como negocio.

            Sufre fuertes tentaciones contra la fe. No sólo hace actos de fe sino que sirve a los enfermos de los hospitales, viendo en ellos a Jesucristo. Y hace limosnas. La tentación dura tres años y un día Vicente toma la resolución de entregarse de por vida y por amor de Jesucristo al servicio de los pobres. Se disipan las tinieblas y su alma se llena de paz.

            Vicente ha encontrado a Jesucristo en los pobres.

            Conoce a Bérúlle y frecuenta el Oratorio. Bérulle es teórico y Vicente práctico; y no lo atrae el Oratorio pues son sacerdotes sabios y teme que no se darán a los pobres.

            1612: párroco de Clichy, cerca de París, por influencia de Bérulle. Trabajo maravilloso y tiene fama de santo. Al cabo de un año, Bérulle lo llama para que sea preceptor de los hijos del general de galeras Felipe de Gondi. Hace las dos cosas, pero en 1613 renuncia a la parroquia.

            Educa a los hijos de Gondi; vive en la casa del noble pero esta como en una cartuja: renunciará a la abadía y queda libre. Comienza a misionar en las aldeas de los dominios de los Gondi. Pero no está contento en el ambiente rico, quiere estar con los pobres. Deja a los Gondi y va a la parroquia de Chatillon.

            Misiona y organiza la primera cofradía de la caridad. Pero lo forzarán a regresar con los Gondi: Vicente acepta si lo dejan en libertad de misionar.

            1617: instala en todas partes Cofradías de la Caridad: en 1618 tiene ya compañeros que lo ayudan a misionar; y las cofradías serán de hombres y mixtas. Ha seguido estudiando y en 1624 es Licenciado en Derecho: así piensa poder lograr permisos del Estado cuando lo requiera.

            El general de galeras Gondi lo ha nombrado capellán de galeras. Asiste a los condenados que viven en situación infame. Logra mejorar su condición material y espiritual.  Los galeotes lo reciben como un ángel de Dios. Funda un hospital de galeotes.

            1618: se encuentra en París con Francisco de  Sales, el apóstol de la amabilidad. Y logra contagiarse del optimismo de Francisco, olvidando un cierto pesimismo agustiniano propio del oratorio de Bérulle. “Si Francisco se pudo dominar, ¿por qué no puedo hacerlo yo?. Poco a poco deja su carácter agrio y adquiere la dulzura. Francisco de Sales le encarga su Visitación de París y Vicente es nombrado superior de la Visitación hasta su muerte.

            1623: se encuentra en París con Luisa de Marillac, señora casada que se dirige con él.

Congregación de la misión

         1622: se retira un tiempo a la Cartuja de Soissons y reflexiona. Más tarde dirá a sus misioneros: “Ser cartujos en casa y misioneros en campaña

            1625: Funda la Congregación La Misión. Tiene seis compañeros y se dedican a misionar a la gente del campo, que está abandonada y no a la gente de la ciudad. No aceptarán prebendas o dignidades eclesiásticas. Comienzan las misiones y el Rey los aprueba.

            Pero en Roma se rechaza el proyecto: los oratorianos de Bérulle se oponen. Vicente se asombra y lo lamenta: “El campo es tan grande… hay lugar para todos

            1633: Urbano VIII aprueba la Congregación de la Misión.

            Los misioneros no son religiosos, pertenecen al clero secular. Hacen votos privados con efectos jurídicos públicos. Votos simples reservados al Papa. No se logró sin oposición, pues en aquel tiempo había mucha oposición a las Órdenes religiosas y algunos querían algo parecido al oratorio. En Roma no se deseaban nuevas Órdenes.

            La aprobación definitiva es de Alejandro VI en 1655: cosa rara, están exentos de los Ordinarios pero pertenecen al clero secular. Así nacen las Congregaciones de Votos simples.

 

San Lázaro

            Priorato de los Canónigos Regulares de San Agustín. Lo ceden a la Congregación de la Misión a condición de alimentar a los 12 canónigos hasta la muerte: Vicente libra la “batalla del silencio” en las dificultades con los canónigos. San Lázaro será, en adelante, el centro de las actividades de Vicente: allá recibirá a pobres y ricos. Comenzará la expansión enviando misioneros a distintos países de Europa, al norte de África y a Madagascar.

 

Cofradías de la Caridad

            Muchas señoras se inscriben en ella a partir de 1629. Luisa de Marillac, ya viuda, ayuda mucho a los pobres y anima a las señoras de las Cofradías. No quiere Vicente que los párrocos controlen las cofradías: “Que las mujeres no dependan de los hombres, sobre todo en cuanto a la bolsa”. A veces hay roces con los párrocos.

 

Hijas de la Caridad

        Funda las Hijas, viendo la necesidad de orientar a las jóvenes humildes, separadas de las señoras ricas.

            Margarita Naseau es la primera, aldeana, maestra de niñas pobres. Se encuentra con Vicente en los días de crisis, cuando las señoras mandaban a sus criadas. Se ofrece, deja su trabajo de maestra y se pone a cuidar enfermos. Es la primera Hija de la Caridad, sirviente de pobres y enfermos. Atrae a otras y muere cuidando apestados.

            Las primeras Hijas de la Caridad trajeron las dotes de sus sólidas virtudes campesinas. Vicente las forma con Ejercicios espirituales, lectura y oración y le ayuda la señora Marillac.

            Ante el fracaso de Francisco de Sales en su proyecto de la Visitación, Vicente quiere ir despacio y con prudencia. “Comunidad de mujeres” y “libertad de ir y venir por las calles” eran términos que no se veían fáciles de compaginar con la vida religiosa femenina.

            Vicente decide: sus Hijas no serán religiosas. No tendrán celda, ni velos ni rejas. Quitó del vocabulario todo lo que supiera a claustro u orden religiosa. Las residencias se llamarían “casas”; el noviciado, “seminario”; las superioras, “hermanas sirvientes”; su capilla, “la parroquia”; sus oficios, “los de los fieles”. Serían hijas de la parroquia.

            1633: fundación de las Hijas de la Caridad. La directora serpa Luisa de Marillac. Crece rápidamente el número. Las Señoras de la Caridad buscaban fondos; las Hijas de la Caridad los distribuían.

            Multiplicó las cautelas para que no las tomaran como religiosas y las encerraran en el claustro. No cambiaban de nombre como hacían las religiosas. Las Hijas deseaban hacer votos: que sean privados, dijo el santo.

            Tendrán por monasterio la casa de los enfermos y la casa donde está la superiora. Por celda, “una habitación de alquiler”. Por capilla, “la iglesia Parroquial”. Por claustro, “las calles de la ciudad”. Por clausura, “la obediencia”. Por rejas, “el temor de Dios”. Por velo, “la santa modestia. Por profesión, “la continua confianza en la Divina Providencia, la ofrenda de todo lo que son”. Encontrarán a Jesús entre los pobres.

            1642: primeros votos de Luisa y otras cuatro. Primero perpetuos, después se hicieron anuales y los renuevan rápidamente el 25 de marzo, fiesta de la Compañía.

            Traje: el de las aldeanas de la época. Se acepta una toca en atención al frío, color gris, toca blanca. Después de Napoleón, el color del vestido fue negro y se levantaron las alas de la toca.

            Vicente abrió el camino a la Vida religiosa femenina. Buscó una fórmula que desarrollara muchas cualidades de la mujer, abriera ancho campo al apostolado, y rompiera moldes tradicionales que encerraban a la mujer detrás de las rejas de la clausura. Teresa de Jesús había comenzado y dado los primeros pasos: la llamaron “fémina inquieta y vagabunda”.

            Vicente ve la humillante situación de la mujer, cuando retratar a las aldeanas de su tiempo que “vuelven fatigadas de su trabajo, mojadas y llenas de barro, y vuelven al trabajo sin mirar si está bien”…

            Quiso dar un lugar a la mujer en la Iglesia y en la sociedad; parte de la universalidad de la vocación apostólica y de los carismas y servicios de caridad en la que han de participar ambos sexos.

            Teresa de Jesús sacó a la mujer “monja” del rutinarismo un tanto mundanizado, le dio un sentido esponsal con Cristo y de explícito servicio a Él y a su Iglesia.

            Vicente encontró la fórmula: sierva de Jesucristo en los pobres. Rompió los moldes de la vida consagrada y de él salieron las innumerables legiones de congregaciones religiosas. Dignificó a la mujer a quien dio una misión en la Iglesia y en el mundo.

 

Padre de la Caridad

            El siglo XVIII fue muy turbulento, lleno de guerras que causaron gran miseria, en especial en Francia. Vicente se esforzó en remediar lo que podía; fue padre de los que sufrían. Sus obras:

                        Reforma hospitalaria

                   Asilo de dementes

                   Casas de corrección

                   Asistencia a jóvenes arrepentidas

                   Obras de protección a las jóvenes

                   Casas cuna para niños expósitos

                   Hijas de la Caridad

                   Damas de la Caridad

                   Asistencia médica gratuita

                   Comedores populares

                   Luchas contra el paro y la mendicidad

                   Asistencia a cárceles, galeotes, penales, forzados

                   Socorros de urgencia en desgracias generales: guerras, devastaciones, inundaciones, desterrados, refugiados.

 

Otras obras

1.   Restaurador del clero

Vicente logra que se cumplan los decretos de Trento en cuanto a la formación, años de ordenación etc., de los sacerdotes. En los últimos años de su vida logró gran influencia que puso al servicio de la reforma.

En 1628 comienza a organizar Ejercicios espirituales que pondrá obligatorios antes de la ordenación sacerdotal. Poco a poco, los obispos adoptaron el método y serán obligatorios en diferentes países. Los padres de la Misión fundaron casas de ejercicios para el clero en varios países. Después se ha hecho obligatorio para sacerdotes y religiosos. También recibían los ejercicios que daba Vicente en San Lázaro, muchos obispos. Llegaron los asistentes a 1000 por año; Vicente los alojaba gratis en San Lázaro.

2.  Conferencias de los martes

Para todos los sacerdotes, diocesanos y religiosos. Asistían también obispos, entre ellos Bossuet.

3.  Organizador de seminarios

Trento había insistido en su creación, pero todavía no los había en Francia. Los oratonianos los habían comenzado pero pronto se orientaron hacia los colegios. Vicente se ocupa de ello, los divide en mayores y menores, y al morir, se encargaba ya de unos veinte. También dirigieron seminarios en otros países los Padres de la Misión.

4.  En el Palacio Real

Asiste a bien morir a Luis XIII en 1643. Es confesor de Ana de Austria. Es miembro del Consejo Real para Asuntos Eclesiásticos y con su influencia logra que se nombren tan sólo obispos  dignos; lucha contra los abusos de los grandes (Richelieu, Mazzarino) que se entrometían en cosas de la Iglesia. Los nobles lo calumniaban, nunca se defendió.

5.  Transforma el púlpito francés

Se predicaba con citas paganas y poco espíritu. Se abusaba de términos escolásticos decadentes, la oratoria era ampulosa. Francisco de Sales también había pagado tributo a su época. Vicente impuso en el púlpito la sencillez y la claridad evangélica; el pueblo lo comprendía.

6.  San Vicente y el Jansenismo

Vicente entró en la amistad de Saint-Cyran, cabeza de los jansenistas. Pero la amistad duró poco: el espíritu rigorista de los jansenistas chocó con la sencillez y la bondad de Vicente. Los jansenistas abogaban por una reforma de costumbres tremendamente rigorista; algunos oratonianos se inclinaban hacia él; apoyaban sus doctrinas en la obra “Agustinus” de Cornelio Jansenio.

El jansenismo es una enfermedad que consiste en no querer vivir en el miserable tiempo en que nos toca vivir” decía Vicente.

Cuando Saint.Cyran fue encarcelado, Vicente no quiso participar en ni9ún proceso dándose cuenta de que el problema era religioso pero también político. Pero Vicente tomó todas las medidas para que el jansenismo no entrara en su Congregación y expulsó a los que se inclinaban hacia la herejía.

Nunca disputaba ni discutía ni predicaba sobre el jansenismo. Decía que la discusión sirve para fomentar el error. También después luchó el santo contra el “laxismo” que propugnaban algunos jesuitas, en su lucha contra el jansenismo, y que fue condenado también.

Después de una breve enfermedad, Vicente murió el 27 de septiembre de 1660, vestido y sentado en un sillón, rodeado de los suyos y después de bendecir sus obras. Luisa de Marillac había muerto el 15 de marzo del mismo año. Vicente, al morir, tenía 79 años.

 

Memorial  Perenne

      Vivió siempre en pobreza; se acercó a todos, en especial a los pobres, e intentó acercar a ricos y pobres; logró enormes conquistas sociales; rehabilitó a los campesinos; defendió los derechos de la mujer; combatió la esclavitud; recordó a los gobernantes sus deberes.

      Abrió al mundo entero un ancho cauce a la caridad fraterna y nos enseñó a amarnos unos a otros. La mansedumbre y la humildad fueron el arma de su maravillosa fecundidad apostólica. No fue un gran letrado, pero pesó más que los letrados.

      Ozanam organizó en el siglo XIX las Conferencias de San Vicente de Paul.

                  “Es necesario despojarse de sí para llenarse de Dios; es necesario llenarse de Dios para despojarse de sí”

              “Hacen falta cinco virtudes para ser un buen continuador de Jesús, humildad, sencillez, mortificación, dulzura y celo”

 

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Serraima Cirici, Enrique, Grandes Maestros de Espiritualidad, México, Universidad Pontificia de México, A.C., Colecc. Material Académico UPM n° 8, 1994.







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