ISABEL DE MOCTEZUMA

ÚLTIMA PRINCESA AZTECA

La historia de esta princesa azteca está plagada de trágicos acontecimientos a lo largo de su vida, tantos que llegó a casarse seis veces, tres de ellas con extremeños, y entre casamiento y casamiento tuvo una relación con el conquistador, Hernán Cortés de quien tuvo una hija.

            Hija de Moctezuma II nace en Tenochtitlán por el año de 1503, sin ser muy exacta la fecha, recibiendo el nombre de TECUICHPOCHTZIN (pequeña flor de algodón). Poco o nada se sabe de su infancia, aunque según la costumbre, estaría al cuidado de alguna de sus medias hermanas, pues aunque solo tuvo un hermano de madre (Pedro), la poligamia era una práctica muy usual entre la élite azteca. A Moctezuma II se le atribuyen, entre esposas y concubinas unas 3 000, o sea, igual que a Salomón, según la Biblia. Antes de la conquista española Tecuichpochtzin (Isabel de ahora en adelante) estuvo casada con un primo de sangre real, este casamiento se realizó cuando tenía 9 años. (En Europa, según las leyes, no se podían casar antes de los 12 cumplidos). Este matrimonio duró pocos meses por la muerte de su esposo, mucho mayor que ella.

            Tras la muerte de su padre: Moctezuma II, muerto a pedradas por sus propios súbditos por el episodio de la Noche Triste. Cuitláhuac es elegido su sucesor y para legitimar su reinado se casa con su sobrina Isabel. Esta unión, como la anterior, dura muy poco tiempo y no llegó a consumarse, debido a que Cuitláhuac muere de víctima de viruela (enfermedad que trajeron los soldados de Pánfilo de Narváez, que unirían a Cortés, después de que éste les había derrotado en la batalla de Cempoala) cuando preparaba un grande ejército para expulsar a los españoles.

            Durante el segundo intento de conquista, Cuauhtémoc y su esposa Isabel tratan de huir con su séquito de la ciudad, pero son apresados en las aguas del lago de Texcoco. Tras la toma del Imperio por los españoles y asentada ya la colonia, el matrimonio es separado e Isabel, junto con sus dos medias hermanas pasan al cuidado de los misioneros franciscanos donde son acogidas y bautizadas con los nombres de Isabel, como ya se mencionó, y el de sus hermanas como: doña maría y doña Leonor.

            En 1524 Cuauhtémoc es acusado de liderar una sublevación y es asesinado por los españoles: por que doña Isabel, nuevamente enviuda con poco más de quince años y pasa a tutela de Cortés, quien había prometido a Moctezuma el cuidado de su hija cuando él falleciese. Dos años después, Hernán Cortés acuerda un nuevo matrimonio para Isabel, pero esta vez con un cristiano: Alonso de Grado y le concede a Isabel en dote. También este matrimonio duraría poco, escasamente un año, pues don Alonso moría y ella quedaba viuda por cuarta vez, aunque ahora era muy querida y respetada por los propios españoles.

            Con 18 años regresa al amparo de Cortés, viudo también, por razones que aún hoy día no termina los historiadores en ponerse de acuerdo, pues algunos creen que él mismo mandó matar a su esposa para casarse con Isabel y tal vez fundar un reino independiente de España. El caso es que la sedujo o la engañó con palabras de matrimonio, no se sabe, y del fruto de estos encuentros, Isabel tuvo una hija. Cortés no parecía querer tener más familia y en cuanto se enteró del embarazo buscó un nuevo matrimonio para Isabel, bien para evitar el escándalo, bien para evitar represalias del Rey de España que podría creer que él quería perpetuar el Imperio azteca con su sangre. El elegido fue Pedro Gallego, mozo de espuelas de Cortés y algo afeminado, quien aceptó cargar con el paquete y con la herencia. Poco después de este casamiento nacería una niña que en principio Cortés despreció, aunque años después la reconoció y la legitimó con el nombre de doña Leonor Cortés de Moctezuma.

            En 1529 nace en Tacuba un hijo de Isabel y Pedro, a quien le pusieron por nombre Juan Gallego Moctezuma. Un año después, el esposo muere de forma violenta. Al no encontrarse Cortés en México no intervino en la nueva elección de marido, pero como dama de gran fortuna, querida y respetada por propios y extraños, no le fue difícil encontrar nuevo marido: Juan Cano, natural de Cáceres, fue el afortunado, pocos años mayor que ella había llegado con la expedición de Pánfilo de Narváez a pelear contra Cortés. En este casamiento, Isabel tendría veintitrés o veinticuatro años. No hay datos a partir de este año, solo se sabe del nacimiento de cinco hijos: Juan, Pedro, Gonzalo, Isabel y Catalina. Durante años, el matrimonio se querelló contra la Corona para recuperar territorios que por herencia de emperadores aztecas les correspondían y los ganaron. Al igual que sus hermanas, Isabel se convirtió en “cacica” tras la desgracia de su pueblo, no sin antes haber pasado por la humillación de ser concubina de Hernán Cortés. Poseedores de tal riqueza fundó el Hospital de San Juan de Dios, hoy museo FRANZ MAYER, donde se daba asilo a los indígenas.

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            Isabel Moctezuma muere en julio de 1550 y se creía que tenía cerca de 50 años. Por su testamento se sabe que realizó su conversión al cristianismo. Conservó su riqueza y su “status” social de gran señora. Lo que le permitió un proceso de aprendizaje y cultura hispana. Su testamento cuyo original se encontró en 1996 en el ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN dice así: “Quiero y mando y es mi última voluntad que todos los esclavos, indios e indias naturales de esta tierra, que el dicho, Juan Cano, mi marido y yo tenemos como propios, por la parte que a mí me toca, sean libres de todos los servicios, servidumbres y cautiverios, y como personas libres, hagan de sí su voluntad, porque yo ya no los tengo como esclavos”.

            Se cree que está enterrada en el ex templo de San Agustín, debajo de la antigua sede de la Biblioteca Nacional, ya que ella era la benefactora de su construcción, que en su época era la de mayor importancia, después de la Catedral. Muerta Isabel, Juan Cano de Saavedra regresa a España, a su villa de Cáceres, donde con sus riquezas edifica un enorme palacio conocido como Palacio de Toledo-Moctezuma, en la actualidad sede del archivo Histórico Provincial de Cáceres. En España obtuvo el reconocimiento definitivo, de parte de la Corona como Heredero Legal de Moctezuma y de su herencia.

            Y estando en España, viudo, se casó con doña Elvira de Toledo y Ovando, perteneciente a una de las familias de la más relevante aristocracia, dando origen a uno de los linajes de más renombre como Condes de Enjandara, Duques de Abrantes y Marqueses de Valdefuentes, que con toda seguridad hoy día se paseen de Cáceres descendientes del linaje de Moctezuma.

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            Según la Crónica de Hoy existen más de 300 descendientes de Moctezuma II dispersos en España, Argentina, México y Estados Unidos. Algunos con títulos nobiliarios como los Condes de Miravalle o la familia mexicana de Tovar y de Teresa (p.e.p.d.) quien fue Secretario de Cultura en México.

            Cabe señalar que no todas las familias de apellido Moctezuma necesariamente son descendientes de Moctezuma II. De los actualmente registrados y documentados, ninguno lleva el apellido Moctezuma. Los descendientes documentados en México, los Tovar y de Teresa, provienen de la unión de Isabel y Hernán Cortés, de la hija que ella aborreció por haber sido fruto de una violación o estrupo, pero que Cortés si reconoció con el nombre de Leonor Cortés Moctezuma, que se casó con Juan de Tolosa, alias Barbalonga, fundador de Zacatecas.

            En el 2015, el hijo del fallecido don Rafael de Tovar y de Teresa, de nombre también Rafael de Tovar y de Teresa López-Portillo, revalidó el título reconocido en España de Conde de Gustarredondo, título que proviene del siglo XVIII.

Fernández Rodríguez, Tomás, “Isabel de Moctezuma, última Princesa azteca”, en Revista del Casino Español de México, México, Revista n° 15, diciembre de 2018, pp. 5-7.