LOS PIRINEOS
ESPAÑOLES
Pirineos aragoneses nevados. A la derecha la zona
francesa y a la izquierda la aragonesa. Puedo asegurar que impresionan pues en según
qué viajes, la altura no es mucha. Aragón es mucho Aragón, y
mantenerlo depende de todos nosotros.
Picos del infierno, Panticosa.
El Valle de Arán.
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El Pirineo
aragonés afronta el final de la temporada de esquí ofreciendo lo mejor que
tiene: preciosas montañas y unos espectaculares paisajes nevados.
Los pueblos
de la parte norte de la provincia de Huesca esconden un aire soñoliento, un
ritmo apacible cargado de antigüedad y silencio. Sus alrededores guardan
infinidad de valles, praderas, bosques, ríos o acantilados. Todo lo que
el espíritu aventurero que guardas en tu interior quiere
recorrer.
Si todavía
no conoces este rincón oscense puede que tengas que hacer un hueco en tu agenda
y empezar visitando los 5 pueblos más bonitos del Pirineo aragonés que
te recomendaremos a continuación
Vista de Sallent de Gállego / flickr.com/photos/jesusabizanda/
Sallent de Gállego es, desde el siglo XIII, una de las villas más
importantes del Valle de Tena. A pesar de la influencia de modernidad que
ejerce la estación de Formigal sobre el pueblo, todavía conserva sus tortuosas
y estrechas callejuelas, un puente medieval del siglo XVI (más
conocido entre los lugareños como 'Puente del Paco') y una deliciosa iglesia
gótica.
El espléndido paraje natural de Sallent se sitúa a los
pies del espectacular Embalse de Lanuza, cuyas aguas cristalinas te
maravillarán.
Plaza Mayor de Aínsa / Wikimedia commons
Aínsa es uno
de los pueblos medievales más bonitos que verás. Su espectacular Plaza
Mayor se convierte en el centro neurálgico del esta localidad oscense.
Los balcones que dan a la plaza siempre te recibirán repletos de flores y
el campanario de su iglesia te permitirá tener una vista
inigualable.
El paso de
distintas civilizaciones (de celtas a musulmanes) por sus tierras le ha
otorgado a Aínsa un halo histórico, lo que convertirá tu visita en un auténtico
viaje en el tiempo.
Vista de Panticosa / flickr.com/photos/anaypacosancho/
Este pueblo
pirenaico cuenta dentro de su término municipal con una estación de
esquí alpino, Panticosa-los Lagos, además de un famoso balneario que, a su
vez, también cuenta con varios kilómetros para los amantes del esquí de fondo.
El balneario no se fue construido aquí por casualidad, ya que las aguas
termales de la zona son conocidas desde la época romana.
Pero
Panticosa no es sólo nieve y aguas termales. Concentra alguna de las mejores
rutas de senderismo de toda la región. Una de las más sencillas es la ruta
al Ibón de Sabocos, un precioso lago de origen glaciar a
1.900 metros sobre el nivel del mar.
Vista de Broto / Wikimedia commons
Broto es
un pequeño y precioso pueblo ideal por su situación para una
visita al Parque nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Cuando
visites Broto hay varias cosas que no te puedes perder: la iglesia de
San Pedro Apóstol, del siglo XVI, que funde el estilo gótico aragonés con
el renacentista, el río Ara que divide a la localidad en dos barrios y el paseo
a la Ermita de la Piedad, antigua iglesia románica del siglo XI.
Vista de Tramacastilla de
Tena /
flickr.com/photos/37217010@N06
Esta
localidad situada en la comarca del Alto Gállego, a más de 1.200 metros sobre
el nivel del mar, cuenta con algunas de las casas de piedra más bonitas de la
región, así como una vista privilegiada sobre las montañas y
unos atardeceres espectaculares.
Esta pequeña
villa es sobre todo conocida por su iglesia, San Martín de Tramacastilla de
Tena, del siglo XII, que quedó en ruinas para su posterior remodelación en el
siglo XVII, además de por su excelente cocina donde destacan las migas.
Hay lugares
que ya son bonitos de por sí, pero en cuanto caen unos copos de nieve ganan
miles de puntos de espectacularidad. Se trata de paisajes nevados,
rincones alejados de estaciones de esquí pero ideales para caminatas, senderismo
o el primer contacto de los niños con la nieve.
No esperes
mucho para convencer a tu familia o amigos, poneos buen calzado, con una suela
adecuada que te permita no resbalar, coged gorro, bufanda, guantes... y ya
estaréis listos para disfrutar de las mejores rutas y paisajes nevados.
Nieve en la Sierra de Gredos / flickr.com/photos/vm_ramos/
La Sierra de
Gredos es, sin duda alguna, uno de los parajes más bellos de España.
Gran parte de los turistas que la visitan en invierno se concentran en
Navarredonda de Gredos y Hoyos del Espino, desde donde parten la mayoría de
rutas de niveles amateur.
Si ya
cuentas con algo de experiencia con el senderismo y las rutas de montaña, te
recomendamos la visita a la Laguna Grande de Gredos. Desde la
"plataforma de Gredos" (un parking en Hoyos del Espino) arranca una
caminata de mínimo 2 horas con la que podrás llegar hasta la laguna. En
invierno está totalmente congelada y la imagen es preciosa.
Si tienes un
nivel muy avanzado, sin duda tu aventura será llegar al Almanzor, a
2.591 metros sobre el nivel del mar.
El Valle de
Arán te ofrece un abanico de posibilidades cuando nieva: esquí en Baqueira,
vías ferratas, senderismo y un variado patrimonio artístico de arquitectura
románica y gótica. Lo mejor para disfrutar plenamente del valle es combinar
alguno de estos planes con una visita a unas aguas termales y
una ruta para conocer lo mejor de la cocina aranesa.
La tradición
de aguas termales en la zona proviene de los romanos y hay muchos spas próximos
a los manantiales, como las Termas de la Baronia en la
localidad de Les. Pruébalas, ¡no te arrepentirás!.
Para la ruta
gastronómica tienes más de 180 restaurantes a tu disposición repartidos por
toda la comarca y con una cocina exquisita, en la que destaca la olla
aranesa.
Senderismo
en la Comarca del Sobrarbe /
flickr.com/photos/aka1936/
El Sobrarbe es famoso por los espectaculares valles de
Ordesa y Pineta, los fotogénicos picos como el Monte Perdido, y adorado por los
amantes de la naturaleza y el turismo rural.
Habitualmente la comarca destaca por su actividad senderista, pero cuando caen las nevadas de las
últimas semanas varias empresas ofrecen la posibilidad de calzarnos unas raquetas para pasear por caminos y bosques
nevados.
Por último, no te pierdas Aínsa, uno de los pueblos medievales más
bonitos de España, que con nieve es, si cabe, más
espectacular y sus fotos harán las delicias de tus seguidores de Instagram.
Sierra de las Nieves, Málaga
https://www.revistaiberica.com/la-sierra-de-las-nieves/
Parece una
broma que un Parque Natural llamado "Sierra de las Nieves" no esté en
Huesca o Lleida sino en la provincia de Málaga, pero este paraje es el
principal pulmón de los malagueños. Fue declarado "Reserva de la
Biosfera" por la Unesco y si habitualmente es bonito, verlo
nevado es algo inolvidable.
Para
acercarte al Parque lo mejor es hacerlo a través de la localidad de Yunquera o
Tolox y para turistear, sin lugar a dudas, alucinarás con la magnitud y la belleza
de Ronda.
Si tu idea
es hacer una escapada a la nieve con niños te recomendamos el
madrileño pueblo de Rascafría y la ruta hasta la Cascada del Purgatorio.
Es una ruta sin complicaciones, perfectamente señalizada y que
en invierno no sufre de aglomeraciones. Para iniciarla, una vez que llegues a
Rascafría busca el parking de Las Presillas.
Si no lo
conoces te enamorarás de Rascafría, que para muchos es un trozo de suiza depositado
en la Comunidad de Madrid. Te encantará su historia, sus puentes y su
gastronomía.
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