miércoles, 29 de julio de 2020

ARTE, JOYAS

Y

ENSALADAS, SOPA Y POSTRES


Petrit Halilaj: A un cuervo y los huracanes.

A un cuervo y los huracanes que, desde lugares desconocidos, traen de vuelta olores de humanos enamorados es extenso título escogido por Petrit Halilaj para rendir su personal homenaje a la libertad, el hogar, la nación, la identidad cultural y el amor. Para el joven artista kosovar son las aves en general una metáfora de la libertad, del vuelo sin fronteras y, por ello, un motivo recurrente en su obra, marcada por el conflicto étnico, la guerra y el exilio. Sin embargo, lejos de caer en la melancolía y el desarraigo, Halilaj propone una visión optimista de su historia íntima.

Petrit Halilaj (Kostërrc, Skenderaj, República de Kosovo, 1986) representó a Kosovo en su primer pabellón en la 55ª Bienal de Venecia (2013). Ha participado en la 57ª Bienal de Venecia (programa internacional), en la 6ª Bienal de Berlín (2010) y en la 15ª Bienal de Lyon (2019). A pesar de su juventud, su trabajo ha sido objeto de exposiciones individuales en museos y centros de arte como Hangar Bicocca (Milán, 2015), Bundeskunsthalle (Bonn, 2015) o New Museum (Nueva York, 2017).

El Museo Reina Sofía presenta en al Palacio de Cristal del Retiro (Madrid) la primera exposición individual en España de Petrit Halilaj. Se trata de un proyecto específico creado para dicho espacio, en el que el artista vincula las connotaciones precisas del lugar con las nociones y alegorías que impregnan su trabajo.

A un cuervo y los huracanes… es un proyecto colaborativo y complejo. Más de dos años le ha llevado a Halijaj el estudio del espacio expositivo —El palacio de Cristal—, sus orígenes, su historia, el impacto de la primera exposición en 1887 con motivo de la Exposición de Flora de las Islas Filipinas. “Este es un lugar increíble, pero bastante difícil para trabajar. Me gustan mucho los lugares altos y poder jugar con los equilibrios entre el espacio y la obra”, declara el artista, que concibe normalmente sus muestras como una parte del espacio público.

En esta ocasión, el artista ha querido insistir en el concepto de libre tránsito, abriendo algunas de las ventanas del Palacio, e instalado estructuras y comederos que atraigan a las aves e insectos que sobrevuelan Parque del Retiro. La instalación se inspira en el singular ritual de apareamiento de los bowerbirds, unas aves que construyen elaboradas estructuras (bowers), decoradas con objetos coloridos para atraer a sus parejas. Se trata de grandes nidos donde luego establecen su hogar.

En la muestra del Retiro destaca también la pieza History of a Hug (Historia de un abrazo, 2020). En ella, un cuervo blanco antropomórfico sostiene entre las manos un trozo de madera en alusión a un momento particular en la historia familiar de Halilaj: el tronco era la herramienta de trabajo de su abuelo en el campo y el objeto que sostenía cuando supo que su esposa había dado a luz a su primer hijo. El motivo del cuervo blanco evoca la diversidad, la lucha y la resistencia al cambio para ser aceptado.

Otras de las protagonistas de la instalación son las inmensas flores coloreadas que decoran el Palacio cuya simbología alude a la personal relación con Álvaro Urbano, su compinche en este trabajo y su cómplice en la vida. Forsythias, semillas de palma, flores de cerezo, amapola, clavel y lirio, realizadas en un marco de acero y lienzo pintado, tienen una especial significación para ambos artistas, pues han protagonizado diversos momentos importantes en su relación.

 


Detalle de la exposición de Petrit Halilaj. A un cuervo y los huracanes que, desde lugares desconocidos, traen de vuelta olores de humanos enamorados. Fotografía: Imagen Subliminal. Miguel de Guzmán y Rocío Romero.







https://loff.it/oops/art-the-moment/petrit-halilaj-a-un-cuervo-y-los-huracanes-352123/


Manuel León: el arte del silencio.

“LA PINTURA QUIZÁS SEA EL ARTE DEL SILENCIO, POR SUPUESTO DEL HABLAR SIN LA GARGANTA”. ESTA REFLEXIÓN DE MANUEL LEÓN ES LA QUE ESTÁ DETRÁS DEL TÍTULO ESCOGIDO PARA SU EXPOSICIÓN EN LA GALERÍA JAVIER LÓPEZ & FER FRANCÉS.

La pintura quizás sea el arte del silencio, por supuesto del hablar sin la garganta”. Tras esta afirmación de Manuel León se esconde el título de su segunda exposición individual en la Galería Javier López & Fer Francés —inaugurada el pasado 11 de junio— y también el hilo que ha tejido su imaginario artístico durante los dos últimos años.

Historia de un silencio aborda temas universales que, al tiempo, forman parte del contexto social actual: nacionalismos, feminismos y otras neurosis. Son asuntos en la brecha del debate contemporáneo a los que Manuel León se aproxima a través de su pincel. De esta manera, el pintor sevillano construye un discurso mudo con numerosas alusiones a la mitología griega y ciertos guiños barrocos. Todo ello sobre un fondo exuberante de color y vitalismo.

Velázquez, Barroco y Escuela Flamenca son las fuentes de las que bebe León desde que comenzó a estudiar Arte en Sevilla. Porque pintar, pintaba desde niño. Fernando Francés, director del CAC Málaga cuando Manuel León expuso su trabajo en 2014, señalaba que en su pintura pueden verse “caravaggios reflexionando sobre la prima de riesgo, zurbaranes discutiendo de cómo afecta la ausencia del crédito en las pymes, ‘valdeses leales enseñando que la corrupción no es nueva sino intrínseca al ser humano y a todos los regímenes políticos o riberas elucubrando sobre sueños americanos”.

Pero también su imaginario artístico se alimenta del cómic y el cine, de la abstracción, de las escenas populares de Semana Santa y las tradiciones taurinas.

En Historia de un silencio, repiquetean los sonidos de relatos fantásticos. Buen ejemplo es La ventrílocua de sí misma, donde una marioneta pop articula un posible discurso, una narración de algo que espera ser revelado. Parece que es el Conde Draco quien habla, pero en realidad es ella y su mutismo los que manejan los hilos del relato. Como bodegón contemporáneo estrepitoso de luz y simbolismo, la obra Teseo y Procusto se adentra en el conformismo y la colectivización que parecen imponerse actualmente. Procusto, reconfigurado en una hoja de Monstera, representa esa conformidad, “falacia seudocientífica en la que se tratan de deformar los datos de la realidad para que se adapten a la hipótesis previa”.

Como colofón, la muestra exhibe una inmensa tela de casi siete metros cuadrados en la que revisa, a través de una gran Venus, la trayectoria pictórica de esta figura a través de las manos de Tiziano, Velázquez y Goya. Remata el recorrido la Olimpia de Manet que invita de nuevo a la reflexión silenciosa, a mirar con los oídos para interpretar una narración que siempre queda abierta.

 

Manuel León. La ventrílocua de sí misma, 2020. Óleo sobre lienzo. 195 x 130 cm

Manuel León. Sombra sándwich (Las tres edades), 2020. Óleo sobre lienzo. 195 x 130 cm

·         Manuel León. Teseo y Procusto (El fin nunca justifica los medios), 2020. Óleo sobre lienzo. 195 x 130 cm

https://loff.it/ver/arte/manuel-leon-el-arte-del-silencio-349872/

 

Melting Landscapes: el Ártico en fotos.

 

El Ártico se derrite. Hace tiempo que esta amenaza dejó de ser una profecía para convertirse en una terrible realidad. La manta de hielo que arropa a la naturaleza de Groenlandia —el segundo depósito de agua dulce más grande de la Tierra, después de la Antártida— e Islandia se vuelve agua cada vez más rápido.

Los últimos estudios de Luke Trusel sobre el cambio climático en zonas heladas del Ártico revelan que el aumento del deshielo comenzó a mediados de 1800, tras el inicio de la era industrial, y que la velocidad de su desaparición no ha hecho más que acelerarse, por encima de la variabilidad normal, hasta el día de hoy, cuentan en National Geographic.

El fotógrafo español Fernando Moleres ha dedicado gran parte de los últimos seis años de su vida a plasmar en imágenes el desvanecimiento de los glaciares groenlandeses. La exposición Melting Landscapes recopila algunas de las mejores fotografías de este proyecto que documenta la destrucción de dos de los lugares más vulnerables ante el calentamiento del planeta: Islandia y Groenlandia. 23 de ellas son inéditas. Pertenecen al grupo de instantáneas tomadas en las expediciones de septiembre de 2017 y enero de 2019.

Fernando Moleres (Bilbao, 1963) es un fotógrafo freelance que trabaja en proyectos personales destinados a la publicación a prensa. Entre sus reportajes destacan los dedicados a la explotación laboral infantil (World Press Photo 1998, Eugene Smith Additional Grant), el retorno de los refugiados en Ruanda, las mujeres trabajadoras o los menores encarcelados en las prisiones africanas (World Press Photo 2011, Tim Hetherington Grant). Melting Landscapes es su último trabajo.

Pese a lo alarmante de las consecuencias del calentamiento del Ártico, la belleza de las imágenes de Moleres es aún más sobrecogedora. Impresiones de un blanco infinito —tomadas en un clima hostil y temperaturas inferiores a los -25º— contrastan con inquietantes migraciones, devastación y contaminación de un mundo que fue inalterable hasta que la combustión de fósiles comenzó a «domesticar» su naturaleza salvaje, inhóspita, indolente.

Será a partir de abril cuando podamos contemplar, en la sala polivalente del Mercat de la Florida de Hospitalet.

 

Melting Landscapes: el Ártico en fotos. 6






https://loff.it/ver/arte/melting-landscapes-el-artico-en-fotos-329466/


Wings of Light, el sueño de Piaget… y el tuyo.

 

Wings of Light es una colección de joyas en tres capítulos creada para enamorarte; las alas de los pájaros, como anticipa el título de la colección, es la inspiración esencial de estas creaciones, una inspiración rica y colorista, muy viva y sugerente que evoca además el vuelo de la imaginación y los sueños.

El primer capítulo de esta colección en tres fases se centra precisamente en la riqueza colorista de las alas de los pájaros tropicales y propone joyas coronadas por zafiros, espinelas y turmalinas; las espinelas son piedras preciosas procedentes de Tanzania pero estas en concreto son además muy raras, difíciles de encontrar.

En el segundo capítulo seguimos en África pero esta vez en Madagascar y Sri Lanka porque se inspira en los pozos sagrados, los cenotes, y las piezas que se incluyen en esta parte de la colección están protagonizadas por el intenso tono azul de los zafiros.

Los colores del atardecer son los que inspiran el tercer capítulo de la colección Wings of Light de Piaget, son los tonos fuegos y rosados entonces los que mandan y toman forma en rubelitas, turmalinas rosadas y oro rosa; además este último capítulo nos reserva una sorpresa, la combinación de materiales muy sugerentes y no tan habituales en la alta joyería como el cuero, la madera o el nácar.





https://loff.it/lucir/joyas/wings-of-light-el-sueno-de-piaget-y-el-tuyo-351720/


LA MAGIA DE LOS DIAMANTES AMARILLOS

 

Cuando pensamos en un diamante, uno de esos que dicen son para siempre, pensamos en una piedra de dureza y brillo extraordinarios y de también de gran transparencia pero lo cierto es que los diamantes son piedras naturales que la naturaleza nos ofrece en un interesante rango de colores que va del blanco al negro pasando por el gris acero, el naranja, el rojo, el  púrpura el marrón, el violeta y el que hoy nos ocupa el amarillo.

                Dicen en Graff, joyeros expertos en el trabajo sobre diamantes y muy especialmente sobre diamantes amarillos, que si una piedra preciosa puede contener el brillo de la diversión esa es, sin duda, un diamante amarillo y de hecho podemos decir sin miedo a equivocarnos que hoy en día los diamantes amarillos están entre las gemas más buscadas del mundo.

                Esto así, en gran medida, gracias al trabajo de Graff Diamonds, una firma joyera que lleva décadas puliendo diamantes amarillos y confeccionando con ellos piezas magníficas, el proceso es largo, lento e intenso: comienza por la localización y adquisición de la piedra, continua con el trabajo de los cortadores y diseñadores que buscan el mejor modo de sacar el máximo partido a la pieza en bruto: una vez pulida y diseñada queda el engarce, ya sea en pendientes, colgantes, anillos o pulseras, ya sea con otras piedras preciosas (ideal con algún diamante blanco) o solas y probablemente en oro blanco o en platino.

                Diamantes amarillos y Graff… no hay realmente dos ideas que se conjuguen tan bien como estas dos, con tanta belleza, tanta exclusividad, tanto brillo, tanto lujo y tanto encanto.

 






https://loff.it/lucir/joyas/la-magia-de-los-diamantes-amarillos-de-graff-350426/


3 recetas para disfrutar de los quesos suizos como nunca antes. 

 

Sobre los estragos que el confinamiento ha causado en nuestros hábitos saludables, tanto en lo que tiene que ver con la alimentación como en la práctica del deporte, han corrido ya ríos de tinta y acerca de quienes simplemente se han acomodado más si cabe en sus hábitos poco saludables, mejor ni hablar…

Sea come sea, estamos en pleno mes de junio, en verano ya está aquí, la nueva normalidad también y no se nos ocurre mejor forma de celebrarlo que cuidándonos… y disfrutando de los ricos quesos suizos; porque ambas cosas juntas y a la vez son posibles incluso si eres intolerante al gluten o a la lactosa: las vacas suizas de las que procede la leche con la que se preparan los quesos suizos sólo como pastos naturales, nada de cereal, así que el gluten no será un problema como tampoco la lactosa porque, gracias al proceso artesanal de elaboración de estos quesos, la lactosa ‘desaparece’ transformándose en ácido láctico y otras sustancias.

Para que disfrutes cuidándote hoy te traemos 3 recetas elaboradas con quesos suizos, son tres recetas muy distintas y también tres quesos diferentes de la nutrida variedad de quesos suizos ¿listo para cuidarte y disfrutar comiendo rico y sano? a continuación tienes los detalles de estas tres estupendas recetas, una pista: la primera y la última son las más sencillas y la segunda… una tentación irresistible para los amantes del ramen (aunque no es ramen…).

 


Ensalada de endivias con manzana y Le GruyeĚre AOP-1.

Ingredientes:
150 gr de La Gruyère AOP
1 endivia
1 manzana Gala
100 ml de aceite de nueces
vinagre para el aliño
Sal y pimienta
Brotes para adornar

Preparación:
Corta la endivia por la mitad y pícala en trozos muy finos, a continuación pela la manzana y córtala también en trozos pequeños; corta el queso en cubos de un centímetro de grosor y mezcla todos los ingredientes, aliña tu ensalada con aceite de nuez, vinagre, sal y pimienta al gusto y sírvela en bowls altos de cristal de ración decorada con brotes.


Power Bowl.

Ingredientes:
100 gr de Emmentaler AOP
1 aguacate pequeño y maduro
100 gr de brócoli
100 gr de lentejas
1 calabaza pequeña (110 gr)
1 remolacha pequeña
2 huevos
Media taza de arroz
Nueces y semillas de girasol
Vinagreta
Jugo de limón
Pimienta negra molida
1 cucharada de semillas de chía
Flor de sal y aceite de oliva virgen extra

Preparación:
Lo primero que debes hacer es preparar los ingredientes, empieza por cortar en cubos la remolacha y la calabaza mientras pre calientas el horno a 200ºC, hornéalas durante 20 minutos aliñadas con aceite de oliva, sal y pimienta; entonces puedes cocer los huevos y también cocinar el arroz, las lentejas y el brócoli.
A continuación corta el Emmentaler AOP en palitos y también el aguacate (ábrelo primero por la mitad, retira el hueso y añádele zumo de limón antes de cortarlo en tiras).
Y ya puedes montar tu power bowl ¿cómo? así: en un bol grande mezcla el arroz, las lentejas, el brócoli, el queso, el aguacate y la vinagreta, coloca sobre esta mezcla las verduras horneadas después de dejarlas enfriar un poco, añade el huevo, las semillas y las nueces, da un toque de pimienta negra y aliña con la flor de la sal y aceite de oliva.

 


Sopa de hinojo.

Ingredientes:
Dos bulbos de hinojo
750 ml de caldo de verduras
50 gr de Appenzeller cortado en dados
sal y pimienta
Semillas de alcaravea
Hojas de hinojo

Preparación:
Corta un bulbo y medio de hinojo y, con la mitad restante, haz rodajas de unos pocos centímetros; hierva el caldo.
Cocinamos al vapor el bulbo y medio de hinojo que hemos cortado previamente durante solo 3 minutos y lo trituramos.
Añadimos al puré de hinojo el caldo y lo calentamos un poco más.
Servimos la sopa en los platos y entonces añadimos tanto los dados de queso como las láminas rodajas de hinojo que hemos reservado. Rematamos los platos con las semillas de alcaravea y las hojas de hinojo y completamos con un pincho moruno de Appenzeller.

 

https://loff.it/saborear/recetas/3-recetas-para-disfrutar-de-los-quesos-suizos-como-nunca-antes-350565/

 



Receta de cuajada de chocolate con frutos rojos.

¿Has probado la cuajada de chocolate? hoy gracias al Melvin de Martin Berasategui vamos a contarte como prepararla y sorprender así a tus comensales con un postre espectacular, aquí no se trata de elegir entre un lácteo (la cuajada) un dulce (el chocolate) o fruta (frutos rojos) sino en combinar las tres cosas de tal manera que crees un postre dulce, rico, natural y sano; el tiempo de preparación es de 4 horas y aunque tengas que dedicarle algo de tiempo no será nada complicado que te salga perfecto, a continuación te contamos paso a paso cómo prepararlo.


Ingredientes

Para la cuajada
435 g de leche
40 g de azúcar
5 g de gelatina (2 hojas)
50 g de chocolate negro 66%Para la salsa de chocolate
150 g de leche
40 g de miel de acacia
120 g de chocolate negro 66%Para decorar y saborear
Frutos rojos al gusto
Hojas de menta

 

 


Primero la cuajada

Calienta la leche con el azúcar en una cazuela y después agrega la gelatina previamente hidratada en agua fría.


Cuajada... de chocolate

Vuelca la mezcla sobre el chocolate picado y mézclalo muy bien ayudándote de una varilla de batir.


¡Casi listo!

Rellena los vasos de cristal con tu cuajada pero no hasta el borde, deja una cuarta parte vacío ¿para qué? te lo explicamos en el próximo paso, por ahora…

¡A la nevera! tienes que dejar que la cuajada cuaje (nunca mejor dicho) y para eso tu postre tendrá que pasar de 3 a 4 horas (puede ser más pero nunca menos) en la nevera.


Salsa de chocolate

La salsa de chocolate se prepara hirviendo la leche y la miel en una cazuela y mezcándola bien con chocolate picado.

A la mesa:


Vierte un poco de la salsa en tus vasos de cuajada (no olvides dejarla enfriar primero) pero sigue dejando un poco de hueco para decorar después con frutos rojos y hojitas de menta.

 

https://loff.it/saborear/recetas/receta-de-cuajada-de-chocolate-con-frutos-rojos-349768/






























martes, 28 de julio de 2020

 MADRID DEL AYER

 

Si sigues esta opción, en la próxima página se te propondrán dos sencillas alternativas: una visita cronológica (donde podrás elegir la época que quieres visitar) o una visita temática, donde algunas de las fotos (no todas) se han agrupado según el lugar de la ciudad fotografiado.

Te recomendamos que te tomes tu tiempo para visitar nuestra colección. Aquí, más que en ningún otro sitio, las prisas impedirán disfrutar de la visita. Debes hacerlo con tranquilidad, observando los detalles de cada fotografía, intentando descubrir los cambios que ha sufrido la ciudad en los últimos doscientos años. Así, paladeando cada foto, con calma, es como disfrutarás de este sitio.   


Merendero “Viveros de la Villa”, en la entrada de la Casa de Campo, Madrid, hacia 1900. Anónimo. Museo Municipal, Madrid

 

La Colección de fotografías antiguas que presentamos en este sitio web está formada por muchos centenares de fotos anteriores a 1970. Para el visitante que accede por primera vez, hemos seleccionado una treintena de las mismas -nuestras favoritas y las más representativas de los diversos lugares y épocas de la geografía de nuestra ciudad- con el ánimo de presentar una muestra reducida del contenido de la Colección.

Una vez finalizado este tour rápido, el visitante podrá disfrutar, si así lo desea, de una visita completa a nuestra Colección.

Que disfrutes.


Edifico Capitol, Plaza del Callao, finales década de 1930. Anónimo. Archivo ediciones La Librería (Madrid).


Puerta del Sol, antes de la reforma. Calotipo, 1852, Tenison. Biblioteca Nacional de París.

La Iglesia-Hospital del Buen Suceso (al fondo de la imagen) fue derribada dos años después de esta imagen, en 1854. Fue el primer paso de lo que sería, tres años después, el comienzo de la gran reforma de la Puerta del Sol. Esta es una de las pocas fotos que existen de la Iglesia del Buen Suceso. La farola que aparece ante ella, era una única farola de gas con la que se iluminaba la plaza y había sido instalada en 1848.

 


El Congreso de los Diputados y la Carrera de San Jerónimo. Calotipo, 1853

Ch. Clifford. Biblioteca Nacional (Madrid)

El edificio del Congreso de los Diputados, obra de Narciso Pascual y Colomer, se terminó de construir en 1850, en el lugar donde había estado el Convento del Espíritu Santo. Este convento ya había servido de sede de las Cortes, tras el desalojo de los frailes en 1834. Al fondo de la fotografía se observa la iglesia de los Jerónimos, en restauración.


La Puerta del Sol, antes de la reforma, esquina con la calle Montera, 1855.

Anónimo. Biblioteca Nacional (Madrid)

La calle que se ve a la izquierda es Montera. El edificio que aquí aparece fue derribado dos años después, en 1857, durante el proceso de reforma de la Puerta del Sol. El famosos Café de Levante (el primero, el original, el de las pinturas de Alenza), uno de los más populares de la historia de Madrid, estaba situado un poco más a la derecha de la foto frente a la Iglesia del Buen Suceso, desde donde parece que está tomada la foto, concretamente en la calle Alcalá, nº 5. El famosos café también desapareció con la reforma de la plaza. Me pregunto si las dos letras "CA" que aparecen como comienzo de un cartel al lado derecho de su imagen, no serán las dos primeras del cartel que anunciaría al famoso café, delatando su ubicación.

Una duda sobre la fecha de la foto: por la posición relativa del lugar donde está tomada y la Calle Montera, todo parece indicar que el fotógrafo estaba en la Iglesia del Buen Suceso (no podría estar en ningún otro edificio pues la Calle Montera quedaría bastante más alejada). Pero la Iglesia del Buen Suceso fue demolida en 1854... ¿quiere decir esto que la fecha de la foto no es correcta y que es anterior a 1855?


Puerta de Alcalá, 1857

J. M. Sánchez. Biblioteca Nacional (Madrid)

Puerta de Alcalá, obra de Francisco Sabatini, se terminó de construir en 1778, como parte del proceso de embellecimiento de la ciudad emprendido por el rey Carlos III. Sustituyó a la antigua que había sido construida en 1599, con motivo de la llegada de la reina Margarita de Austria, esposa de Felipe III (aunque la antigua puerta no estaba exactamente donde la actual, sino un poco más cerca de la plaza de la Cibeles). Obsérvese en el lado izquierdo hasta dónde llegaba el Retiro. El edificio que casi toca la puerta por el lado derecho formaba parte del complejo de edificios del pósito.

Panorámica de la Puerta del Sol durante el inicio de los derribos previos a la reforma, 1857

Ch. Clifford. Museo Municipal de Madrid.

Aunque nos resulte irreconocible, esta es la imagen que presentaba la Puerta del Sol (probablemente desde el edificio de Correos, hoy sede de la Presidencia de la Comunidad), cuando empezaron las obras de derribo de los edificios que vemos y que darían lugar a la Puerta del Sol y como hoy la conocemos. Las tres calles que aquí aparecen son (de izquierda a derecha) Preciados, Carmen y Montera. Gracias a las nuevas construcciones, la calle Preciados perdió la curva que muestra al fondo.

Puerta del Sol durante el inicio de los derribos previos a la reforma, 1857

Ch. Clifford. Museo Municipal de Madrid.

La foto está tomada desde detrás de lo que había sido la Iglesia del Buen Suceso, derribada en 1854, (aún pueden verse parte de los escombros de la misma) cuando se empezaba con el derribo de los edificios que formaban la plaza para proceder a su reforma. El reloj que aparece en la torre del edificio de Correos (hoy sede de la Comunidad de Madrid) era el que había estado en la Iglesia del Buen Suceso. Permaneció en dicho edificio hasta 1866, año en que fue sustituido por el actual. La Iglesia del Buen Suceso fue lo primero que se derribó para proceder a la reforma de la Puerta del Sol (1854). La farola que aparece en el centro de la plaza, era una farola de gas, instalada en 1848.

 

Madrid visto desde el Oeste. 1860. Ch. Clifford.

Plaza Mayor, hacía 1865

J. Laurente. Museo Municipal de Madrid.

La Plaza Mayor es obra de Juan Gómez de Mora y se construyó en 1619, aunque desde entonces ha sufrido muchas reformas y tres incendios importantes. El responsable de la forma definitiva de la plaza es de Juan de Villanueva, quien en 1790 modificó el sentido abierto que había tenido hasta entonces y la hizo cerrada y simétrica, como la conocemos hoy día. La plaza tuvo su origen en la antigua Plaza del Arrabal, situada extramuros del recinto medieval, que fue uno de los principales puntos comerciales de nuestra ciudad. En 1848 se la dotó del jardín que vemos en la foto y que estuvo permanentemente en la misma hasta los años 50 del siglo XX.

Calle Alcalá, con la Cibeles en su antiguo emplazamiento, c. 1870

J. Laurent. Colección Merelo.

La Cibeles no se colocó en el centro de la plaza hasta 1895. Como puede verse, en su emplazamiento original la fuente no llevaba aún los dos angelotes en la parte trasera del carro, que le fueron agregados cuando se cambió su emplazamiento. A la izquierda, la amplia calle Alcalá, aún sin asfaltar.

 

Red de San Luís con la Fuente de los Galápagos, anterior a 1868.

Aranguren. Museo Municipal (Madrid)

 

La actual calle Montera, antes de que se construyese la Gran Vía, terminaba a la altura de la Calle Caballero de Gracia (que es la que en la fotografía se ve haciendo esquina tras la fuente), formando allí la Red de San Luis. La Fuente de los Galápagos, que se se encuentra actualmente en el Retiro, estuvo originalmente en este lugar, en la Red de San Luis, (tal y como muestra la foto). Fue inaugurada en el año 1832 para conmemorar el nacimiento de la que sería la reina Isabel II. La fuente es obra del arquitecto Francisco Javier de Mariategui. Las esculturas fueron talladas por el escultor José Tomás Genevés.

La fuente no tenía sólo carácter conmemorativo y ornamental, sino que servía para el abastecimiento de agua, para lo cual en 1839 estaban autorizados diecisiete aguadores. 

Tras la inauguración en 1858 del canal de Isabel II la fuente dejó poco a poco de tener función utilitaria y, dado su tamaño, se decidió trasladarla en 1868 a la plaza de Santa Ana. En 1879 se  trasladó a su actual emplazamiento, en la glorieta de Nicaragua del parque del Retiro. 

Calle de Toledo, hacia 1890

Laurent. Archivo Ruiz de Vernacci. Ministerio de Cultura (Madrid)

El tranvía nº 66 (aún de tracción animal, pues los de tracción eléctrica no aparecerían hasta 1898) sube renqueante hacia la Plaza Mayor, donde entrará por el arco de Toledo y bordeará los jardines con los que entonces contaba la Plaza. Hacía el recorrido desde la Plaza Mayor hasta los Carabancheles, pero al llegar a la Puerta de Toledo cambiaba la tracción animal por un trencito de vapor (al que el Ayuntamiento prohibía circular por el centro de la ciudad); al regresar desde la periferia sucedía lo contrario: cambiaba el trencito de vapor por las mulas.  Cuando iba muy cargado necesitaba, para subir la Calle Toledo, el refuerzo con unas cuantas mulas más para poder subir la cuesta.

La foto muestra una estampa de lo que debió ser cotidiano en la época: las grandes lonas que protegen del sol los comercios de la calle (típicas del centro de Madrid en la época) y crean una especie de soportales de tela; la mujeres hablando en la acera; el niño, sentado en la baranda del tranvía, que sorprende a nuestro fotógrafo... 

Puerta del Sol, 1900

Moreno. Archivo Moreno (Madrid)

La Puerta del Sol en los albores del Siglo XX. Su reforma había terminado en 1862 y ahora es un espacio abierto y uniforme. El proyecto de dicha reforma (1859-1862) fue obra de los arquitectos Juan Rivera, José Morer y Antonio Ruiz de Salce. En la foto podemos observar como el torreón de la casa del Cordero servía de central telefónica (la primera que tuvo Madrid, de ahí la gran cantidad de cables que convergen en ella) y cómo convivían en ese momento los tranvías eléctricos (la última novedad) con los tradicionales de tracción animal. Aún no se ve ningún automóvil y faltaban 19 años para que llegase el metro. La foto está tomada desde la puerta del Café de la Montaña, que ocupaba los bajos del hotel París, el único hotel de lujo con que contaba la ciudad en ese momento.

Calle Zurbano, 1900

Anónimo, Museo Municipal (Madrid)

Edificio La Equitativa (Calle Sevilla con Calle Alcalá), 1906

Alois Beer. Osterreichisches Staatsarchiv, Kriegsarchiv, Viena (Austria)

Este edificio, obra de José Grases Riera fue construido entre 1887 y 1891, como sede de la compañía americana Seguros la Equitativa. En 1920 fue comprado por Banesto.

Con anterioridad a su construcción, en 1882, se había ampliado la Calle Sevilla, derribando los edificios de uno de sus lados y dejándola con la anchura que tiene en la actualidad.

 

Construcción del Edificio Metrópolis. 24 de febrero de 1910.

Foto Campúa. Hemeroteca Municipal (Madrid)

El concurso internacional que se convocó para la construcción de este edificio propiedad de la Unión y el Fénix Español entre arquitectos españoles y franceses fue ganado por Jules y Reymiond Fevrier (1906), pero la obra la llevó a cargo Luis Esteve entre 1909 y 1910. El gusto francés de sus bellos elementos ocultan el hecho de que es uno de los primeros edificios de nuestra ciudad construido en hormigón. Como puede verse, la construcción de la Gran Vía aún no había comenzado. Lo haría unos meses más tarde. A la derecha del edificio en construcción se ve el palacio de la duquesa de Sevillano, que sería uno de los primeros en ser derribado para dar lugar a la nueva vía.

Edificio de La Unión y El Fénix, recién inaugurado, 1910.

Ch. Franzen. Archivo Monasor.

En 1975 fue comprado por la compañía Metrópolis que cambió el grupo escultórico símbolo de la propietaria original (el que aparece en la foto) por  una Victoria alada de Federico Caullaut. A la derecha, como puede verse en el arranque de lo que sería la Gran Vía, ni siquiera había empezado a construirse el Edificio Grassy (1916)

 

Palacio de la Industria y de las Artes, anterior a 1910.

J. Lacoste. Tarjeta Postal. Museo de Historia (Madrid)

En la época en que está hecha la foto, este era el final de la Castellana. Aún se pueden ver los raíles del tranvía que daba aquí la vuelta para regresar hacia el centro. En primer plano tenemos el monumento a Isabel La Católica y al fondo lo que antes era el palacio de la Industria y de las Artes y que actualmente es el Museo de Ciencias Naturales. La estatua de la reina católica fue trasladada en 1958, ya que entorpecía la circulación de vehículos. Fue llevada unos metros más allá, para ocupar un lugar secundario, en uno de los laterales de la Castellana, con un promontorio arbolado a sus espaldas, que prácticamente la oculta.

Plaza de Neptuno con el Hotel Palace en construcción, 1912.

Archivo Fotográfico de la Agencia EFE.

El edificio del Hotel Palace, que aquí vemos en construcción ya bastante avanzada, es obra del ingeniero Eduardo Ferrès i Puig y se terminó de construir en 1912 sobre el solar del antiguo palacio del duque de Medinaceli. El hotel se construyó en sólo 18 meses (desde el 30 de marzo de 1911 al 29 de septiembre de 1912). Fue el primer edificio con estructura de hormigón armado en Madrid.

 

Glorieta de Cuatro Caminos, 1913

Anónimo. Museo Municipal (Madrid)

La fuente que se puede ver en el centro de la plaza se la conoce con el nombre de la fuente de Isabel II, porque se construyó con motivo de la inauguración del Canal de Isabel II en 1858. Fue la primera fuente con surtidos de Madrid. Originalmente estuvo en la Calle de San Bernardo (frente a la iglesia de Monserrat) y más tarde se trasladó hasta la Puerta del Sol. Como el surtidor era demasiado alto y ponía todo perdido de agua decidieron llevársela. Finalmente se trasladó hasta Cuatro Caminos en 1913, alrededor de la fuente se celebraba la verbena de Nuestra Señora de los Ángeles, en honor a la patrona del barrio y de la iglesia. Tras la guerra civil se llevó hasta la Casa de Campo porque no había sitio para ella en ninguna zona destacada de Madrid. Allí ha pasado desapercibida durante muchos años. (Fuente: No solo metro)

Iglesia de San Sebastián en la Calle del mismo nombre, cruce con Huertas. Años 20

Autor desconocido.

Lo que vemos en la foto es el atrio de la iglesia de San Sebastián, en el cruce de la calle Huertas con la calle de San Sebastián. En su día, como en todas las iglesias de Madrid, en este lugar existía un cementerio, que desapareció cuando José Bonaparte en 1809 prohibió los enterramientos en el interior de las ciudades. Pero de la época en que estaba en uso el citado cementerio, existe una bella historia romántica que parece ser cierta: el poeta y escritor José Cadalso (1741-1782) se enamoró de una famosa actriz llamada María Ignacia, admirada por todo Madrid. Ella le correspondió con su amor, pero el destino no les fue propicio y ella murió repentinamente dejando desolado al poeta. Tal fue su desesperación que la misma noche del entierro volvió a este cementerio para desenterrar a su amada y llevársela, aunque no lo consiguió, porque fue sorprendido mientras cavaba. 

Frente a esta iglesia, donde está el reloj, estuvo ubicada, muchos años antes de que tomaran esta foto, la Fonda de San Sebastián, lugar donde se llevaron a cabo las primeras tertulias literarias en España y en las que participaba Moratín. Luego, posteriormente, daría pie a un café del mismo nombre. El reloj que aparece en primer plano se conocía como el reloj de Canseco, pues así se llamaba el negocio al que pertenecería.

 

Gran Vía, 1924

Alfonso. Archivo General de la Administración.

En esta fotografía vemos cómo está casi a punto de finalizarse la construcción de la segunda fase de la Gran Vía (tramo Red de San Luís a Callao). A la izquierda tenemos el edificio del hotel Metropol de los arquitectos Vicente Agustí Elguero y José Espelíus Andoaga (construido en 1922) y a la derecha el lugar que ocupará, en 1928, el edificio de Telefónica. En esta misma acera, el segundo edificio que se ve (el de los templetes circulares en el tejado) fue el de los Grandes Almacenes Madrid-París) obra de Anasagasti y Jacobson de 1920), pionero en España de este tipo de negocios. Una década después de inaugurarse el negocio quebró y el edificio se transformó en cine. El edificio de hoy en día ha sufrido muchas transformaciones y casi no se reconoce con el de la fotografía, incluso perdió sus dos bonitos templetes circulares del tejado cu8ando se ampliaron sus plantas. Al fondo puede verse la zona de Callao aún sin construir.

Plaza del Callao, con el edificio del Palacio de la Prensa en construcción, 1927.

Autor desconocido. Museo de Historia (Madrid)

Este edificio responde a un diseño del arquitecto Pedro Muguruza Otaño. Se tardaron cuatro años en su construcción, desde 1924 a 1928. Hasta que se construyó el edificio de Telefónica, también en Gran Vía, fue el edificio más alto de Madrid. Fue levantado por encargo de la Asociación de la  Prensa de Madrid y en él estuvo la redacción de la revista satírica La Codorniz durante los años cuarenta del siglo XX  y también la llamada Hoja del Lunes (el único periódico que se publicaba ese día).

 

El Rastro, 1929

Ferriz. Museo Municipal de Madrid.

Diríase que el Rastro no ha cambiado desde principios del Siglo XX, si no fuese porque algunos de los edificios que aparecen ya no existen. Seguramente los productos que se vendían ayer y hoy serán diferentes, pero el ambiente es igual que el de cualquier domingo actual por la mañana. No se sabe muy bien de dónde viene el nombre de "rastro", aunque algunos autores señalan que podría venir del rastro de  sangre que dejaban, por la Ribera de Curtidores,  las reses sacrificadas en un matadero que había en la plaza de Vara del Rey. Por la imagen queda claro que el sombrero de moda para hombre, imperante en la época, era del tipo canotier de paja y cinta negra.

 

Glorieta de Atocha. Finales década 1920

Autor desconocido.

Plaza de la Cebada, 1929.

Autor desconocido.

Al fondo puede observarse la estructura de hierro del antiguo mercado de La Cebada.

Puerta del Sol, década 1930

Autor desconocido. Biblioteca Nacional (Madrid)

En el centro de la plaza vemos el templete, obra de Antonio Palacio, por el que se descendía al metro. Estuvo en ese lugar, tal y como podemos ver en la foto, hasta 1933, año en que fue retirado (aún se conservaría durante 20 años más el que existía en la Red de San Luís). En primer plano vemos los urinarios públicos (existían uno a cada lado de la plaza) y que permanecieron abiertos para el caminante con urgencias fisiológicas hasta la reforma de la plaza del año 1986, cuando los cerraron. Al fondo vemos el hotel París, en cuyos bajos estaba el Café de la Montaña (el café de las 16 puertas) donde departía en su tertulia Valle Inclán y donde tuvo el encontronazo que le costaría el brazo.

Plaza Mayor, 1932

Autor desconocido. Archivo de Ediciones La Librería

En la época de la foto la Plaza Mayor era una auténtica estación de autobuses. En ella coincidían doce itinerarios distintos, y el vecina Caba Baja, otros catorce. Cada una de ellos con sus garajes, depósitos de equipajes, de mercancía, de venta de billetes. Aunque eso sí, el centro de la plaza estaba ajardinado.

 

Gran Vía, década 1940

Autor desconocido

En primer plano vemos el edificio que había sido el de los Grandes Almacenes Madrid-Paris (obra de Anasagasti y Jacobson, de 1920), pionero en España de este tipo de negocios. Una década después de inaugurarse el negocio quebró y el edificio se transformó en cine. En la época de la foto, el cine también había desaparecido y se había convertido en los famosos almacenes SEPU, situados en este edificio desde 1932 y hasta su desaparición en 2002. La antena que sobresale en el tejado delata que Radio Madrid (la SER) ya emitía desde el mismo lugar de donde lo hace hoy. La emisora fue inaugurada por el Rey Alfonso XIII en junio de 1925, en este mismo lugar. Entonces se llamaba Unión Radio. El edificio de hoy en día ha sufrido muchas transformaciones y casi no se reconoce con el de la fotografía, incluso perdió sus dos bonitos templetes circulares del tejado cuando se ampliaron sus plantas. Más adelante en la foto, el edificio de Telefónica, el que fue el primer rascacielos de España en su momento, levanta su mole imponente desde 1928.

Plaza Callao, Mayo de 1955

Cas Oorthuys. Museo de la fotografía de los Países Bajos (Nederlands Fotomuseum) Rótterdam

La imagen la domina el edificio de Galerías Preciados, grandes almacenes que habían sido fundados en 1943 por Pepín Fernández y desapareció en 1995, comprada por su competidor, El Corte Inglés. La cadena tomó su nombre de la calle Preciados, donde estaba ubicado su primer centro, siendo este una ampliación de la "casa madre" Sederías Carretas, fundada por Pepín Fernández a su regreso de Cuba en el año 1934, siguiendo el estilo de los almacenes El Encanto de La Habana. En esta foto vemos su edificio de Callao, el que hoy ocupa el Fnac y antes de que construyesen el horrendo edificio de la calle del Carmen que hoy ocupa El Corte Inglés, lo que ocurrió en 1968 (en su lugar vemos aún al precioso Hotel Florida, donde se alojaban la mayor parte de los corresponsales extranjeros durante la guerra civil y obra de Antonio Palacio; desapareció para dar lugar al actual edificio de El Corte Ingles). El cine Callao exhibía, como hoy,  los carteles de sus películas.

Plaza de España, 1959

Anónimo. Archivo General de la Administración

En esta bonita foto de la plaza más grande que existe en nuestra ciudad, aún sin realizar el paso subterráneo para salvar el cruce con la calle Bailén vemos los dos rascacielos más altos de Madrid hasta la inauguración de Azca. El primero en ser construido fue el Edificio España (obra de los hermanos Otamendi Machimbarrena) entre los años 1948 y 1953. Lo construyó la Compañía Inmobiliaria Metropolitana, con financiación oficial. El segundo fue la Torre de Madrid en 1957, de los mismos arquitectos y por la misma compañía que su vecino. El tráfico, como puede apreciarse, ya era considerable para la época. Y aparecían los primeros Seat 600.

 

Plaza de Colón, década de 1960

Autor desconocido

Nadie reconocería a la plaza de Colón de hoy. Aquí la vemos como era antes de que construyesen el Centro Cultural de la Villa y los Jardines del Descubrimiento y que con ellos mudasen la estatua de Colón en 1977 desde el emplazamiento que vemos en la foto. Podemos apreciar también que aún no se había construido el horrendo Centro Colón, para lo que hubo que derribar el Palacio del duque de Medinaceli que era una auténtica joya arquitectónica de 1870, tal y como podemos ver en la foto, a la derecha. 

El monumento a Colón es obra de Arturo Melina Alinari y Jerónimo Suñol, del año 1885. Fue un regalo de la nobleza a Alfonso XII con motivo de su boda con Maria de las Mercedes. La reforma del eje Prados-Recoletos ha colocado de nuevo el monumento en su lugar original.

 

Gran Vía, finales década 1960

García Pelayo

Aquí está a punto de producirse uno de los primeros y dolorosos cambios en la fisonomía de la Gran Vía. Los Almacenes Rodríguez que llevaban en este edificio que vemos a la derecha desde 1921 (edificio obra de Modesto López Otero)  están a punto de desaparecer cuando tomaron esta imagen. Con el negocio desaparecerá también el edificio y en su lugar, en 1977, construirán un horrible edificio de hierro y metal que en un principio fue la sede de las Cajas Rurales y ahora  alberga unos juzgados. El autor de tan horrendo crimen fue un arquitecto llamado Francisco Calero. A su izquierda podemos ver la parte trasera del Oratorio del Caballero de Gracia, tal y como eran antes de la reforma llevada a cabo en los años 70/80 del Siglo pasado y que le dejó su fisonomía actual.

 

Puerta del Sol, 1969

Revista Villa de Madrid, n° 27

Aquí vemos una perspectiva aérea de la Puerta del Sol tras la reforma que sufrió en 1950 a cargo de Manuel Herrero Palacios, que la dotó de una zona ajardinada con dos fuentes neobarrocas en el centro. Las otras grandes reformas las sufriría en 1986 y 2009. Todos los tejados están ocupados por anuncios luminosos. Por la calle Preciados y por la calle del Carmen aún circulan los coches. Una es de sentido de bajada, la otra, de subida. Como puede verse, el edificio del Corte Inglés de Preciados, ya asoma su fea estructura abajo a la izquierda.

Plaza de Colón, sobre mediados  de la década de 1960.

Revista Villa de Madrid, n° 29

Aunque parezca mentira así era la Plaza de Colón hasta hace pocos años: el monumento al descubridor (1865) ocupaba el centro de la plaza (donde nuevamente ha regresado en 2010, después de 40 años), lo que ahora son los Jardines del Descubrimiento (1970) estaban ocupados por la grotesca mole de la Fábrica de Moneda y Timbre (construida en 1861). En la parte baja de la foto se ve, a la derecha, como se está construyendo el horrendo Centro Colón en el solar de lo que hasta ese entonces había ocupado el bellísimo Palacio de Medinaceli. En la parte izquierda podemos observar cómo se empieza a derruir la casa cuyo espacio ocuparán las Torres de Colón (obra de Antonio Lamela, 1967-1976).

Glorieta de Atocha con su famoso scalextric recién construido, 1968

Revista Villa de Madrid, n° 25.

El scalextric de Atocha se construyó en 1968. Era la respuesta de aquella época para hacer más fluido el tráfico, y junto con el de Atocha se construyeron otros como el de Cuatro Caminos.


Este scalextric ocultaba de la vista uno de los vestíbulos urbanos más atractivos de la capital española, en el que convergían el Paseo del Prado con el Parque del Retiro, el casco antiguo de la Ciudad, la estación de trenes de Atocha y el ministerio de Agricultura. En 1985 comenzaron las obras para desmontar este mastodonte gris de hormigón y acero, que finalizaron en 1992. Esto permitió recuperar la Fuente de la Alcachofa y abrir la circulación mediante una rotonda con semáforos, lo que ha supuesto una mejora del entorno a nivel urbanístico, al convertirse un espacio degradado en un espacio de calidad.

Texto tomado de: http://www.fotomadrid.com/verMonografico/29

 

 

http://viejo-madrid.es/paginas/00/1900-005.html

http://viejo-madrid.es/paginas/coleccion1.html

 





















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