SIERRA
DEL RINCÓN
COMUNIDAD DE MADRID
La arquitectura tradicional de los
municipios que integran la Sierra del Rincón, Reserva de la Biosfera –Horcajuelo de la Sierra, Montejo de la Sierra, La Hiruela, Prádena del Rincón y Puebla de la Sierra– presenta unas características muy
particulares y hace que los cascos urbanos de estos pueblos sean lugares de una
singular y enorme belleza gracias a las pintorescas viviendas que se suceden en
sus calles y que se integran maravillosamente en el paraje natural del entorno.
La construcción de las casas de
esta zona siempre ha estado condicionada por el frío y las adversidades
climatológicas que se dan en la sierra. Los edificios, muy compactos, se apoyan
unos en otros para paliar así las bajas temperaturas. Los materiales empleados
–piedra, pizarra, madera, adobe y teja curva árabe– eran fáciles de conseguir
por los lugareños, pues proliferaban en los alrededores. Igualmente, eran los
más adecuados para proteger el hogar, en la mayor medida posible, del frío, el
viento, la lluvia y la nieve.
Los muros de las casas serranas
–muy gruesos y con escasos y pequeños huecos al exterior para mantener la
temperatura– se hacían de mampostería de piedra –generalmente granito o gneis–
y de pizarra sin labrar y su interior se forraba de adobe.
En la base y en los ángulos solían
colocarse bloques de piedra rectangulares de mayor tamaño para dar solidez a la
construcción. Para levantar los forjados y la estructura se empleaban grandes
vigas de madera.
La cubierta, a dos aguas y con poca
pendiente, se prolongaba más allá de la planta para proteger la fachada. Se
realizaba con teja curva de cerámica árabe cuyo característico tono rojo se ha
ido perdiendo con el paso de los años. Éstas se encajaban y anclaban con
argamasa o adobe sobre maderas que se apoyaban en las vigas que, a su vez,
descansaban sobre los muros de piedra.
En lo que a la estructura de la
casa se refiere, solía ser de una o dos plantas. Las viviendas que contaban con
dos alturas situaban en la superior los dormitorios y un cuarto para almacenar
la cosecha y los aperos de labranza, mientras que en la inferior se encontraban
el portal, la sala, la cuadra y la cocina. Era en esta última estancia donde se
articulaba la vida familiar y donde se encontraba la principal fuente de calor.
Debido a la importancia que la
ganadería tuvo en estos municipios, las construcciones agropecuarias son
también un importante legado de la arquitectura típica rural. En cada pueblo,
no obstante, los edificios presentan pequeñas variaciones y muestran
características locales propias.
La
Sierra del Rincón, Reserva de la Biosfera
La Sierra del Rincón, uno de los parajes
naturales más espectaculares de la Comunidad de Madrid, fue declarada Reserva
de la Biosfera por la UNESCO en junio de 2005 gracias a su riqueza
paisajística, a la representatividad de sus ecosistemas mediterráneos y a su
modelo de conservación de la biodiversidad. Desde aquel año, pasó a formar
parte de la Red Mundial de Reservas de la Biosfera puesta en marcha en 1976 por
la UNESCO y compuesta, en la actualidad, por aproximadamente 500 lugares
privilegiados que están repartidos por más de 100 países de todo el planeta.
La Sierra del Rincón se encuentra en el extremo nororiental de la Comunidad de
Madrid y su superficie de 15.230,8 hectáreas está distribuida por cinco
términos municipales que mantienen importantes elementos de la cultura
tradicional serrana. Su altitud oscila entre los 900 y los 2.047 metros, lo que
hace que coexistan en su territorio diversos ecosistemas de gran valor y que su
riqueza paisajística resulte sorprendente y posea un enorme atractivo
ecológico. De hecho, el 90% de su territorio está protegido mediante diferentes
figuras legales. En este aspecto, destaca el precioso Hayedo de Montejo, su
paraje más afamado, declarado Sitio Natural de Interés Nacional en el año 1974.
Además del hayedo, en la Sierra del Rincón destaca un amplio conjunto de
hábitats mediterráneos como los pinares, los robledales, los pastizales, las
fresnedas, los encinares, distintas formaciones de matorrales... Igualmente, su
biodiversidad es increíble. La Sierra del Rincón contiene más de 1.000 especies
de animales y plantas. Se han inventariado más de 690 especies de flora
vascular, aproximadamente 140 de flora no vascular y casi 200 de fauna
vertebrada, de las cuales 140 son raras, animales endémicos o que aparecen en
el Catálogo Regional de Especies Amenazadas.
A estos grandes atractivos naturales, hay que sumar el valor del patrimonio
cultural, artístico y arquitectónico de los núcleos urbanos de los cinco
municipios que integran esta Reserva de la Biosfera. Horcajuelo de la Sierra, Montejo de la Sierra, La Hiruela, Prádena del Rincón y Puebla de la Sierra conservan
casi intactas construcciones muy interesantes y viviendas y edificaciones de
uso agropecuario de una tipología rural muy característica que hacen de estos
pueblos lugares encantadores por los que parece que no pasa el tiempo. Es
posible visitar un par de museos etnográficos –en las localidades de Horcajuelo
de la Sierra y La Hiruela–, así como una fragua y un molino harinero
rehabilitados. De entre los templos de la zona, destaca la Iglesia de Santo
Domingo de Silos, en Prádena del Rincón.
En la Sierra del Rincón, como en el resto de Reservas de la Biosfera se
concilia la conservación de la naturaleza con el mantenimiento de los valores
culturales y el desarrollo económico y social. Para descubrirla, existe una red
de sendas –señalizadas y acondicionadas– por sus diversos paisajes, ecosistemas
y municipios.
Asimismo, en julio de 2019 se creó Reservas de la Biosfera de Madrid, una iniciativa para promocionar productos artesanales y
naturales procedentes o elaborados en estos espacios con enorme valor
medioambiental.
Centro de Recursos e Información de la Reserva de la Biosfera Sierra del
Rincón. Real, 64. Montejo de la Sierra
Tel. 91 869 70 58 / 91 869 72 17
Horario: Lunes-domingos 9.30-17.30 h.
https://sierranorte.com/reportajes/ficha.php?rut=19
HORCAJUELO DE LA SIERRA
http://www.sierradelrincon.org/horcajuelo_de_la_sierra.html
http://www.fotoescapada.com/fin-de-semana-rural-horcajuelo-de-la-sierra-madrid/
Iglesia parroquial de San Nicolás de Bari y a la derecha el Ayuntamiento
http://www.fotoescapada.com/fin-de-semana-rural-horcajuelo-de-la-sierra-madrid/
Museo Etnológico. Es una antigua casa rural
en la que podemos ver cómo se vivía antiguamente, cuando no existían las
comodidades que tenemos ahora. También es bastante completa y muy bien cuidada.
En la planta baja hacen exposiciones de pintura y en la superior una exposición
de trajes típicos.
http://www.fotoescapada.com/fin-de-semana-rural-horcajuelo-de-la-sierra-madrid/
Plaza Comunidad de Madrid
http://www.telemadrid.es/archivo/Ruta-visita-Horcajuelo-Sierra-2-1728747132--20151012065617.html
El
término municipal de Horcajuelo de la Sierra, antiguamente denominado El
Orajuelo, se encuentra situado al Norte de la provincia de Madrid, en las
estribaciones meridionales del macizo Ayllón, pertenecientes a Somosierra. Su
superficie es de 24,4 kilómetros cuadrados y su altitud media, 1.145 m.,
alcanzando en su extremo norte los 2.030 m. para descender en el extremo sur
hasta los 1.050 m.
El medio físico que le sirve de asentamiento es
duro, accidentado topográficamente, con suelo pobre y pedregoso y abundancia de
pequeños cauces de agua que posibilitan zonas de huerta y pasto intensivo.
En las crestas graníticas crece el matorral. En
la paramera existe una extensa zona de montaña con pinar y algo de jara. Más
ceca del pueblo hay parcelas abandonadas que fueron tierras de cultivo. También
pueden encontrarse rebollares, pastos con setos de encinas y algunos cultivos
en bancales.
El pueblo se asienta en el borde apuntado de un
cerro a cuyas faldas, de pronunciadas pendientes, se encuentran los arroyos de
la Garita y Grande. De esta ubicación proviene el topónimo
"Horcajuelo": horca o pueblo entre dos ríos.
Historia
No se
tienen datos sobre la fundación de Horcajuelo. Posiblemente, como otros muchos
pueblos serranos, fue durante la Edad Media un asentamiento temporal de
pastores de Buitrago, para el aprovechamiento de pastos.
La lenta repoblación de la Tierra de Buitrago
tras la Reconquista no llegó a Horcajuelo hasta, posiblemente, el siglo XIII,
época en la que debió consolidarse como pueblo estable. Como todas las aldeas
de la zona perteneció primero a la Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago, y
desde 1368 al Señorío de Buitrago, de la familia de los Mendoza (desde el siglo
XV, Duques del Infantado).
Las primeras construcciones de la población se
levantaron en el punto más agudo del cerro. Durante los siglos XVI, XVII y
XVIII, Horcajuelo siguió perteneciendo al Señorío del Duque del Infantado y
como tal pagando importantes rentas y gobernándose por las Ordenanzas Generales
Comunes. La población pasó de 53 vecinos en el año 1554, a 33 en 1655 y a 25 en
1670.
En 1797 la población había ascendido a 75
vecinos, ninguno de ellos asentado en casa de campo o alquería. El principal
recurso económico era la ganadería lanar que determinaba el régimen de
explotación de los cultivos: los "rodeos" sometidos al régimen de año
y vez, y los tercios, sembrados cada tres años. En torno al pueblo se situaban
los pequeños huertos y los linares, junto con el ejido comunal dedicado a
pastos. La Dehesa Boyal Comunal se reservaba a los animales de labor y a los
cerdos. También se explotaban colmenas.
En el siglo XIX se produjo una completa
modificación de la organización política, económica y territorial del país, que
incidió de forma intensa en las condiciones de vida de Horcajuelo y de todos
los pueblos de la zona: fin del Régimen Señorial, desaparición de la Mesta,
Desamortizaciones eclesiástica y civil, nueva división provincial.
En 1833, Horcajuelo pasó a ser un municipio
independiente de la provincia de Madrid, integrado en el Partido Judicial
de Torrelaguna. A finales de siglo la población tenía 125 vecinos.
El municipio mantenía una escuela de educación primaria y vivía en ella un
médico. La economía seguía basándose en la agricultura y la ganadería: parcelas
de regadío con hortalizas, legumbres y frutas; tierras de secano con cereales;
prados con heno; montes de roble y mata baja; ganadería lanar, vacuna y
caprina.
Aunque durante la Guerra Civil la línea del
frente se situó en Somosierra, Horcajuelo tuvo más suerte que otros pueblos de la
zona y no sufrió grandes destrozos.
Desde la década de los 60 del siglo XX el
municipio experimentó un proceso de despoblación acelerada y de envejecimiento,
debido a la emigración de sus habitantes más jóvenes.
No se han desarrollado urbanizaciones de segunda
residencia y el pueblo ha conservado su calidad ambiental y las características arquitectónicas tradicionales. En 1980 fue declarado Núcleo de Interés Rural y las nuevas
edificaciones han respetado las tipologías y materiales autóctonos. Esto ha
hecho que Horcajuelo de la Sierra haya registrado un desarrollo turístico sostenible,
respetuoso y muy cuidado. Las casas rurales en Horcajuelo de la Sierra se integran a la perfección en el entorno sin renunciar
al confort existente en la actualidad. También es imprescindible disfrutar de
los restaurantes de Horcajuelo de la Sierra, cuyos platos están deliciosos.
Lugares interesantes en Horcajuelo de la
Sierra
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Ermita_Dolores_Horcajuelo_de_la_Sierra.JPG
·
Ermita de Nuestra Señora de los Dolores
Se encuentra situada en las inmediaciones de
la población, a unos 500 metros aproximadamente. Sin embargo, existe la
posibilidad de llegar a ella siguiendo una ruta de unos 1,500 kilómetros que
parte de las calles de Horcajuelo de la Sierra y ofrece unas interesantes panorámicas
del municipio.
http://www.sierradelrincon.org/horcajuelo_de_la_sierra.html
·
Museo Etnológico
El Museo
Etnológico reproduce una antigua vivienda rural
típica de la zona, además cuenta con una pequeña exposición de trajes típicos.
Se complementa con la fragua y un museo de pintura.
https://sierranorte.com/horcajuelo/
MONTEJO DE LA SIERRA
https://as.com/diarioas/2020/04/07/actualidad/1586257506_931105.html
https://photoflick.es/montejo-de-la-sierra/
https://photoflick.es/montejo-de-la-sierra/
https://photoflick.es/montejo-de-la-sierra/
El
término municipal de Montejo de la Sierra se localiza al norte de la provincia
de Madrid, lindando con la de Guadalajara, cerca de las montañas de Somosierra
y dentro de la Cordillera Central. Su superficie es de 31,37 kilómetros
cuadrados. El núcleo urbano se encuentra a una altitud de 1.148 m. pero se
sobrepasan los 2.000 m. en la zona norte del municipio.
El territorio es muy montañoso, con vegetación
compuesta por extensas praderas y bosques caducifolios y de coníferas. Además
de poseer amplias zonas de robles y rebollos como el resto de la comarca,
destaca un bosque de hayas de gran interés, el llamado Hayedo de Montejo,
asociado también a robles y acebos. El río Jarama nace en el término de Montejo
y discurre en su límite noroeste. El arroyo de la Mata divide el territorio en
dos, de Norte a Sur, y, después de pasar cerca del núcleo urbano de Montejo, se
une al río Lozoya, ya fuera del término.
El pueblo se localiza a los pies de la Majada de
la Peña y sobre el río de La Mata. No hay en el término más entidades de
población, aunque se cree que existió una aneja a la Ermita de Nazaret que
debió de desaparecer antes del siglo XV. La Cañada Real, que provenía de
Tamajón, cruzaba por Montejo entre la Ermita de Nazaret y la Dehesa de Prádena.
El origen del nombre de Montejo proviene del
hecho de encontrarse en zona montañosa. Con anterioridad se denominó Montejo
del Rincón, parece ser que debido al nombre de un monte cercano.
Historia
Montejo,
como el resto de la comarca, parece haber estado despoblado desde finales del
siglo XII, con la excepción de pequeños asentamientos ganaderos temporales de
pastores de Buitrago. Se ha apuntado la hipótesis de que fuera fundado por
pobladores de Robregordo, Somosierra y Colladillo en búsqueda de prados para el
ganado.
En 1460, Montejo, integrado en el Señorío de
Buitrago, de la familia de los Mendoza, ya estaba consolidado como población y
compró el monte de El Chaparral, el actual Hayedo, a un caballero de Sepúlveda.
En esa fecha ya existían en el término un hospital, una Iglesia Parroquial (de
San Pedro) y varias ermitas. El núcleo inicial de la población se localizaba en
el lado sur de la Iglesia y en torno a la Puerta del Sol, cerca de las huertas,
donde se encuentran la trama más consolidada y los edificios más antiguos. La
plazuela sirvió como núcleo para el desarrollo posterior de la población en la
ladera sur de la Majada de la Peña. Las calles se extienden paralelas a las
curvas de nivel, con grandes manzanas y viario irregular. Se aterraza dicha
ladera hasta el arroyo de La Mata para el establecimiento de huertas y linares,
mediante la creación de una red de caminos y regueras. Estas regueras recogían
el agua de los arroyos y la canalizaban hasta las plantaciones.
El sistema económico se basaba, sobre todo, en
la ganadería, complementada por una agricultura de autoconsumo. Por ello, las
vías eran más cañadas que calles y los edificios se construían cercanos al río
para regar las huertas, originando los bancales. A mediados del siglo XVI,
Montejo contaba con 66 vecinos, una Casa de Concejo, carnicería, panadería,
taberna, molino harinero, fragua, tejera y pósito. Dos siglos más tarde, en
1751, la población había crecido hasta 122 vecinos y 498 habitantes. La
ganadería seguía siendo el elemento primordial de subsistencia, suministrando
el 40% de la renta bruta total. Pero la riqueza ganadera estaba muy
concentrada, ya que el 60% de la cabaña ovina estaba en manos del 1% de la
población. Las 150 viviendas del pueblo estaban construidas con gneis, madera
de roble, adobe y teja curva cerámica de la tejera municipal. En ellas se
albergaban los vecinos y su ganado.
En 1833 Montejo dejó de pertenecer a Guadalajara
para incorporarse a la provincia de Madrid. El fin del Régimen Señorial, las
Desamortizaciones y la desaparición de la Mesta modificaron sustancialmente la
economía del municipio. Se redujo drásticamente la cabaña ovina, desaparecieron
las comunidades de pastos, la Corporación compró la Dehesa Boyal, se incrementó
el número de parcelas dedicadas a la agricultura y se cercaron. La industria
estaba representada por telares, dos minas de plata, molinos harineros y la
producción de carbón.
La población de Montejo en el siglo XX se
mantuvo en torno a los 450 habitantes hasta la década de los 50, fecha en la
que se empiezan a producir intensos movimientos migratorios hacia Madrid. En
1981 se contabilizaban 181 habitantes. Hoy día, Montejo sigue manteniendo la
tradición ganadera, pero desplazada del ovino al bovino que encuentra en Madrid
un buen mercado de productos lácteos y cárnicos. Se han desarrollado algunas
cooperativas de vacuno y se han creado nuevas zonas de pastos. La superficie
forestal ocupa el 45% del término municipal y hay seis montes públicos
gestionados por la Comunidad de Madrid. La agricultura sigue siendo una
actividad residual pero se ha intentado mejorar el regadío construyendo tres
estanques en la Dehesa Boyal y manteniendo el sistema de regueras. La industria
no tiene ninguna presencia, pero a nivel comercial, Montejo es un centro
subcomarcal, con un número significativo de establecimientos.
La mayor potencialidad económica del pueblo en
los últimos años reside en el sector turístico-recreativo. El Hayedo se ha
convertido en un recurso de primer orden que atrae cada año a miles de
visitantes. Bajo esta influencia, han surgido negocios de hostelería y
actividades al aire libre que complementan la oferta turística. Las casas rurales de Montejo de la Sierra son ideales para desconectar, descansar y disfrutar de
la privilegiada naturaleza del entorno. Además, entre los restaurantes de Montejo de la Sierra destacan los que ofrecen propuestas de cocina
tradicional.
Lugares interesantes en Montejo de la Sierra
https://www.guiarepsol.com/es/fichas/monumento/ermita-de-nazaret-181738/
·
Ermita de Nuestra Señora de Nazaret
A poco más de un kilómetro del pueblo, en un
alto desde donde se obtienen unas bonitas vistas del núcleo urbano y del valle,
está esta ermita construida en piedra y barro. En sus aledaños se celebra, cada
año, una romería.
https://www.panoramahenares.com/2018/09/hayedo-de-montejo-de-la-sierra.html
·
Hayedo de Montejo
El Hayedo de Montejo,
uno de los más meridionales de Europa, es uno de los enclaves naturales más
destacados de la Sierra Norte. Fue declarado Sitio Natural de Interés Nacional
en 1974.
Virgen Dolorosa de rodillas
·
Ermita de la Soledad
Fue construida, en piedra, en el siglo XVI.
Presenta planta cuadrada de pequeño tamaño y conserva una imagen de la Virgen
que puede verse por dos ventanillas abiertas en sus puertas.
·
Iglesia Parroquial de San Pedro en Cátedra
Fue construido entre el
siglo XVI y XVIII en honor del Apóstol San Pedro. En el exterior, destaca la
espadaña de tres cuerpos, donde se alojan las campanas (1 pequeña y 2 grandes)
que todavía cumplen su función: hora del Ángelus, celebración de misa,
entierro, o fuego. Un nido de cigüeñas la corona, justo debajo de la
característica veleta de hierro fundido. En su interior, barroco, destaca por
su tamaño y buen estado de conservación, el altar mayor, que ocupa la cabecera
de la nave central. Lo preside San Pedro, sentado en su silla gestatoria o
cátedra, de donde toma el nombre la iglesia. En la nave lateral, se pueden
apreciar otros retablos interesantes: el del Cristo (finales del s. XVI), el de
la Virgen de los Dolores, construido con las limosnas de los devotos. En uno de
los nichos centrales se observa la talla románica de la Virgen de Nazareth,
patrona del pueblo, la Virgen del Remedio y el Niño de la Bola (recientemente
restaurado por suscripción popular). Finalmente, en la Sacristía, además del
archivo parroquial, hay un pequeño museo donde se guarda la Custodia y la Cruz.
Sólo está abierta para visitas en domingo o festivos, antes y después de la
celebración de la misa a las 12:00h.
https://sierranorte.com/montejo/
LA HIRUELA
https://turismoycultura.es/wp-content/uploads/2018/02/dondecomer_1280x800.jpg
https://www.sierranortemadrid.org/la-hiruela
El
término municipal de La Hiruela está situado en el límite noroeste de la
provincia de Madrid, entre cerros y terreno quebrado de la vertiente Este de
Somosierra, a 105 kilómetros de la capital, en la cuenca del río Jarama. Su
extensión es de 17,2 kilómetros cuadrados y ocupa un terreno accidentado de la
Sierra de Guadarrama, con los montes Calahorra y Sierra Concha y el Cerro de la
Artillla. El Pico Porrejón alcanza los 1.827 m. y junto al Jarama la altitud es
de 1.700 m., siendo la altitud del pueblo de 1.257 m.
El curso de agua más importante es el mencionado
Jarama, que en su tramo más alto discurre por el norte del término. En el
límite oriental discurre, por un valle encajado, el arroyo de Las Huelgas. Por
otro valle encajado, en el centro del territorio municipal, corre el arroyo de
la Fuentecilla, junto al cual se asienta el núcleo, unos 50 m. más alto de
cota.
La villa de La Hiruela, que concentra la
totalidad de la población, se ubica en la falda del alto de Bañaderos, rodeado
por los Picos de Morra de la Dehesa y Cabeza del Burrial, con laderas de bosque
de robledales en campos cercados, prados y monte bajo. El asentamiento está
rodeado por el río Jarama al Norte, el arroyo de la Fuentecilla al Este y el
arroyo de la Umbría, al Oeste. En su parte inferior hay una zona amplia de
huertas cercadas.
Historia
No
existe ningún dato sobre la fundación del pueblo ni sobre el origen de su
nombre pero, posiblemente, como en el caso de los demás pueblos dependientes de
Buitrago, el primer asentamiento se produjo entre los siglos XII y XIII,
después de la Reconquista y época de repoblación de toda la zona.
La Hiruela perteneció a la Comunidad de Villa y
Tierra de Buitrago, siendo cabeza del Cuarto de las Cuatro Villas eximidas (con
Puebla y El Atazar) y con todos ellos pasó a pertenecer a los Mendoza desde
1368, integrando el Señorio de Buitrago. En 1490 obtuvo el privilegio de
Villazgo y su cañada obtuvo el rango de real, manifestando así su importancia
ganadera.
En efecto, La Hiruela es un pueblo ganadero
típico, generado y condicionado por su economía, el clima y la topografía en la
que se asienta. Su trama urbana es de gran sencillez, como resultado de la
principal preocupación de abrigarse de los rigores del clima, con la progresiva
edificación de construcciones compactas, cerradas al exterior, apoyándose las
unas en las otras a lo largo de dos calles principales, compartiendo
medianeras. Se dejan algunos entrantes a las huertas o caminos que conducen a
prados y sembrados. Por estos espacios libres pasan las regueras, encauzando el
agua de los manantiales que nacen por encima del pueblo.
Desde que obtuvo el privilegio de Villazgo formó
parte del Cuarto de las Villas, dependiendo directamente del Duque del
Infantado, nuevo titular del Señorío, y adquiriendo derecho a rollo o picota.
Conservó su derecho sobre pastos, aguas, carbón, caza y pesca durante los
siglos XVI y XVII.
En 1751 habitaban el lugar 55 vecinos (220
personas). En esa época existían tierras de regadío para hortalizas, frutales y
nogales, prados de regadío y secano, tierras de sembradura de secano, dehesas
para pastos y leña, ejido para pasto, montes y tierras incultas. Se producía
centeno, lino, linaza, hierbas, manzanas y cerezas. En cuanto a la ganadería,
se daba la presencia de cerdo, buey, vaca, cabra y oveja. También se explotaban
colmenas.
En esa época ya estaba consolidado el tejido
urbano que se ha mantenido prácticamente sin variaciones hasta nuestros días.
El núcleo se estructura en dos calles paralelas a distinta altura que
descienden desde la entrada del pueblo por la carretera, que viene de Montejo y
el Puerto de La Hiruela, hasta la plaza donde se asienta la Iglesia. Los
edificios se agrupan en grandes manzanas.
A mediados del siglo XIX, La Hiruela tenía 30
casas, incluida la del Ayuntamiento, la escuela de instrucción primaria y la
Iglesia Parroquial de San Miguel. Sus vecinos eran 32 y 128 los habitantes.
Desde entonces la población ha ido disminuyendo progresivamente, sobre todo a
partir de los años 60 del siglo XX debido a la intensa emigración a Madrid.
Durante todo este periodo la economía
tradicional del pueblo se vio afectada por los mismos condicionantes que el
resto de la zona: extinción del Régimen Señorial, Desamortización, desaparición
de la Mesta y crisis de la ganadería tradicional.
Actualmente, La Hiruela conserva un importante patrimonio etnológico y mantiene su tejido original sin actuaciones
que lo degraden ni construcciones de segunda residencia fuera del casco urbano.
Los edificios son marcadamente rústicos, de fábrica de laja de pizarra (piedra
del terreno) y huecos con cercos de madera. Algunos de ellos están abandonados,
otros se han rehabilitado como establecimientos rurales. Por tanto, muchas de
las casas
rurales en La Hiruela mantienen
una construcción típicamente tradicional pero con el equipamiento y las
comodidades actuales. Por su parte, los restaurantes
de La Hiruela dan la posibilidad
de probar platos de diferentes tendencias culinarias.
Lugares interesantes en La Hiruela
https://susanacsantana.blogspot.com/2016/05/sierra-del-rincon-madrid.html
·
Iglesia Parroquial de San Miguel Arcángel
De construcción barroca, aunque remozada, presenta nave
con arco triunfal de medio punto, muros de mampostería y coro en alto.
https://turismoycultura.es/wp-content/uploads/2018/02/colmenar-hiruela-general.jpg
·
Colmenar
Es otro de los elementos etnológicos que conserva el
municipio. Muy cerca del Molino Harinero se halla este colmenar recientemente
recuperado con el que antaño los vecinos producían miel.
·
Carbonera
La carbonera era el lugar donde los vecinos hacían el
carbón vegetal para poder calentarse durante el invierno.
·
Molino Harinero
Este
antiguo molino harinero está totalmente restaurado y conserva su maquinaria
original. Reformado en el año 2001, es el único
molino de la comunidad de Madrid, moliendo grano a la antigua. Está
muy cerca del casco urbano de La Hiruela, junto al río Jarama, cuyas aguas
aprovechaba para moler. En la misma explanada donde se encuentra el molino,
también se sitúa una pequeña área recreativa con mesas, bancos, papeleras,
juegos infantiles y zona de estacionamiento de bicicletas. Es muy recomendable
llegar a este molino haciendo la Ruta por los Antiguos Molinos de La Hiruela, es un agradable
paseo por un entorno natural privilegiado.
https://www.sierranortemadrid.org/museo-etnografico-molino/
·
Museo Etnológico
El Museo Etnológico de La Hiruela recrea el
interior de una casa del pueblo y muestra aperos de labranza y otros
utensilios. El antiguo frontón cubierto de la localidad se convirtió en el año
2002 en un centro que alberga en su planta alta un Museo Etnológico que recoge
el acervo popular y los ancestrales modos de vida de los habitantes de La
Hiruela con diferentes aperos de labranza, útiles ganaderos y domésticos, y
vestuario histórico.
En el interior del museo nos podremos encontrar con
varias estancias que recrean una vivienda rural del siglo XVII. Se engloban
dentro de cuatro ideas, el descanso, la celebración, la reunión y las labores.
Las piezas que se encuentran en ellas provienen de donaciones privadas
realizadas por los vecinos de La Hiruela,
https://sierranorte.com/lahiruela/
PUEBLA DE LA SIERRA
La
villa de Puebla de la Sierra está localizada en el borde septentrional de la
provincia de Madrid, al pie de los Cerros de la Mujer Muerta, en las
estribaciones de Somosierra. Su territorio configura uno de los términos
municipales más extensos de la Comunidad y presenta un relieve muy accidentado,
quedando limitado a oriente y occidente por dos barreras montañosas que
constituyen el circo conocido como Sierra de la Puebla que oscila entre los
1.827 m. del Pico Porrejón, los 1.389 m. del Pinilla y los 1.350 m. del
Porrejón Bajero al Sur.
Por el valle encajonado que se forma discurre el
río Puebla, al que vierten sus aguas numerosos arroyos, muchos de ellos
estacionales, que desembocan en el Riato, límite natural con los vecinos
Berzosa y Robledillo.
Esta topografía ha condicionado el tradicional
aislamiento de Puebla de la Sierra que aún se comunica con Prádena por los 18
kilómetros de la carretera M-130 que alcanza cotas superiores a los 1.600 m. y
es, a veces, cortada por la nieve.
El paisaje está dominado por masas boscosas con
grandes extensiones repobladas de pino, aunque todavía quedan amplias zonas de
robledales autóctonos, componiéndose el monte bajo de jarales, cantueso, brezo
y rebollos. La riqueza zoológica es considerable, con corzos, jabalíes, zorros,
palomas, perdices rojas y otras especies de gran valor cinegético. El término
municipal está integrado en la Reserva Nacional de Caza de Sonsaz.
La población se llamó Puebla de la Mujer Muerta
hasta los años 40 del siglo XX en que cambió a su nombre actual por expreso
deseo del gobernador civil de la provincia, Carlos Ruiz. El nombre original
hacía referencia al de los Cerros a cuyo pie se asienta la villa y cuya silueta
recuerda la de una mujer yacente, mientras que Puebla es un término de origen
castellano frecuente en localidades de repoblación. Posiblemente proceda de la
concesión al lugar en 1301 de la Carta-Puebla, un estatuto jurídico para
favorecer el asentamiento.
http://www.sierradelrincon.org/puebla_de_la_sierra.html
Historia
Puede
admitirse un origen árabe de Puebla, aunque la presencia islámica debió ser
poco intensa. En el siglo XII se vio la necesidad de fundar, por razones
defensivas, pueblos estables en la comarca de Buitrago y Puebla debió ser uno
de ellos. A finales del XIII, la entonces llamada aldea de la Mujer Muerta
estaba en manos de un arcediano madrileño que la recibió de Sancho IV y la
permutó más tarde con otra aldea. El Señorío era sólo jurisdiccional ya que las
tierras pertenecían al común de Villa y Tierra, organización que ya estaba
constituida en dicha época.
En 1490, para compensar el aislamiento y la
lejanía que dificultaba su gobierno, recibió de Íñigo López de Mendoza, el
célebre Marqués de Santillana, el título de villazgo. Por él adquiría la villa
jurisdicción propia. A pesar de este hecho, el concejo de Puebla se reunió en
el pórtico de la Iglesia hasta la segunda mitad del XVI, cuando se construyó el
primer Ayuntamiento. También en estos años se levantó la fragua y la Fuente
Vieja que aún se conserva.
En 1562 se levantó la Ermita de la Soledad,
también hoy en uso, que se utiliza como lugar de enterramiento y que pertenecía
a la Cofradía de la Vera Cruz.
Uno de los momentos de mayor importancia
demográfica de Puebla se produjo en el siglo XVIII: en 1768 contaba con 313
habitantes. La ganadería, básicamente lanar, la agricultura de secano (centeno
y trigo) y la de regadío (lino y huertos) eran las principales fuentes de
riqueza, además de las colmenas y el aprovechamiento del bosque.
En el siglo XIX se sucedieron las distintas
medidas que pusieron fin al Antiguo Régimen: abolición de los señoríos,
división provincial, desamortización religiosa y civil. Las tierras de Puebla
que salieron a subasta pública (el 70% del término) quedaron en su mayor parte
en manos del Común de Vecinos.
El siglo XX se inició con la población
estabilizada. La Guerra Civil pasó por el núcleo destruyendo el Ayuntamiento y
ocasionando importantes pérdidas en la Iglesia. En los años 40 fue objeto de la
actuación del programa de Regiones Devastadas y se reconstruyó la Casa
Consistorial, urbanizándose también la plaza.
Se inició desde entonces un intensísimo descenso
poblacional por emigración. De forma paralela se produjo la práctica
desaparición de la producción agropecuaria y la extensión de la superficie de
bosque debido a las repoblaciones realizadas en los montes. El abandono de
numerosas viviendas tradicionales y la construcción de residencias secundarias han
modificado la configuración del pueblo. En lo que se refiere a turismo,
las casas
rurales de Puebla de la Sierra son
ideales para olvidarse de las preocupaciones cotidianas y disfrutar del
impresionante entorno natural. En cuanto a la gastronomía, la cocina
tradicional está deliciosa en los restaurantes
de Puebla de la Sierra.
ALEGORIA AL ESCRIBIENTE (FERNANDO EGUIA)
https://www.ociopormadrid.com/2018/06/el-valle-de-los-suenos-parque.html
·
Valle de los Sueños
En las inmediaciones del pueblo se encuentra
este sorprendente proyecto que muestra un conjunto de esculturas que se
integran en la naturaleza a lo largo de un recorrido de más de un kilómetro. Dicen que el viajero que
acude a Puebla de la Sierra es porque se ha perdido, y la verdad es que no les
falta un poco de razón, porque llegar allí es perderse en el silencio de la
noche, en la tranquilidad de sus paisajes, en la belleza de sus rincones y por
supuesto en el sueño de la magia. Esa magia a la que se
refieren, es la que quieren expresar con el proyecto del Valle de los Sueños.
https://alfagemeloeches.wordpress.com/2017/08/30/puebla-de-la-sierra-el-valle-de-los-suenos/
·
Ermita de Nuestra Señora de la Soledad
Es una construcción del siglo XVI, que
actualmente se emplea como Ermita del Cementerio.
- Fuente
árabe
Se sitúa junto a la Ermita y presenta arco de
medio punto, donde la gente iba a recoger el agua.
·
Iglesia Parroquial de la Purísima
Es de difícil datación, probablemente procede
de principios del XVII. Consta de un cuerpo principal de tres naves separadas
por arcos de medio punto. Junto a la cabecera se levanta la espadaña.
https://sierranorte.com/sierranortemadrid/
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