LOS PRIMEROS VIKINGOS CRISTIANOS
PIEDRAS RÚNICAS
Las
estelas grabadas con runas se extienden por muchos lugares de Escandinavia,
pero uno de los lugares con más ejemplos de estos monumentos es el lago de
Vallentuna, en Suecia. El estudio de estas antiguas piedras está aportando a
los investigadores valiosa información sobre el mundo vikingo, sus líderes y la
llegada del cristianismo.
Las dos piedras de
Jarlabanke, al inicio del puente que lleva su nombre. Foto: Berig
A
media hora en coche desde Estocolmo se encuentra Täby, una pequeña población
junto al lago de Vallentuna, una comunidad agradable con iglesias adoquinadas,
áreas de picnic y parques infantiles. Pero este lugar también constituye un
viaje al pasado vikingo de Suecia. Dispersas entre la vegetación que rodea el
lago se alzan docenas de piedras rúnicas de la era vikinga. El
estudio de esta singular colección de más de cien losas con inscripciones en
nórdico antiguo, algunas de ellas cubiertas de líquenes, conocida como
Runriket, o Rune Kingdom, arroja nueva luz sobre el pasado del país
escandinavo. En el imaginario colectivo está la imagen de los vikingos como
brutales guerreros adoradores de Odín que se dedicaron al saqueo, bebían sin
freno e hicieron sacrificios de sangre. Si bien hay cierta verdad en este
estereotipo, las reliquias de Runriket en realidad proporcionan
otra imagen: la de devotos colonos cristianos.
LA LLEGADA DEL CRISTIANISMO
Entre los personajes nombrados en estas piedras destaca
el nombre de un gobernante vikingo del siglo XI llamado Jarlabanke
Ingefastsson, que
aparece mencionado en más inscripciones rúnicas aquí que ningún otro lugar,
quizá debido a su gran importancia (o tal vez a su enorme ego). "Hizo
grabar muchas piedras rúnicas. A partir de ellas podemos asumir que el poder de
Jarlabanke creció y cambió el panorama político local", comenta Eric
Östergren, guía del Museo Vikingo de
Estocolmo. Tal vez el ego
de Jarlabanke fue lo suficientemente grande como para resonar como un eco a
través de los siglos, y ofrece interesantes evidencias arqueológicas de una civilización
que, debido a su uso preferente de la madera para la construcción, por lo demás
son escasas. Las piedras rúnicas de Jarlabanke revelan que su
influencia y la de su dinastía se extendió a lo largo de cinco generaciones, y
los arqueólogos han podido estudiarlas para reconstruir un capítulo clave de la
sociedad vikinga muy poco conocido fuera de Escandinavia: la llegada del
cristianismo.
Una de las piedras
erigidas por el caudillo vikingo Jarlabanke en su memoria.
Foto: Berig
PIEDRAS RÚNICAS CON CRUCES CRISTIANAS
En el lado este del lago Vallentuna se erigen dos
formidables piedras rúnicas de granito que llevan inscripciones idénticas y se
encuentran enfrentadas entre sí. Miden alrededor de 1,65 metros y al parecer sus
grabados marcan la
ubicación original de un puente construido por Jarlabanke. Los arqueólogos creen que esta antigua
estructura se levantó sobre un pantano como un pasaje hacia una iglesia. El puente, conocido localmente como
"Jarlabanke bro", mide 116 metros de largo y unos 6,4 metros de
ancho, y es el
punto de partida habitualmente utilizado en la actualidad para realizar un
recorrido por Runriket, que se puede hacer en coche o a pie. Normalmente, las
letras nórdicas antiguas se hallan inscritas en el interior de la sinuosa cola
de una serpiente mítica que enmarca una gran cruz dibujada con gran
precisión. Muchas de las
piedras rúnicas de Runriket tienen talladas estas cruces inconfundiblemente
cristianas, algunas con
un diseño muy elaborado, como las dos del puente Jarlabanke, y otras con líneas
sencillas y poco profundas.
Las letras nórdicas antiguas se hallan inscritas en el
interior de la cola de una serpiente mítica que enmarca una gran cruz dibujada
con gran precisión. Muchas de las piedras rúnicas de Runriket tienen talladas
estas cruces inconfundiblemente cristianas.
Estas cruces pueden considerarse unos de
los primeros símbolos cristianos descubiertos en Suecia. De hecho, los
arqueólogos han vinculado la llegada del cristianismo al país escandinavo
directamente con Jarlabanke a través de las piedras de Runriket. "Sabemos
que Jarlabanke y su dinastía deben de haber sido los primeros cristianos en
esta zona y que el abuelo de Jarlabanke, Östen, realizó una
peregrinación a Jerusalén ya en la primera mitad del siglo XI",
afirma Magnus Källström, investigador de la Junta
de Patrimonio Nacional de Suecia y
uno de los estudiosos de runas con más prestigio de Suecia. Asimismo, para
Östergren, las piedras también nos hablan de una transición en las prácticas
funerarias, señalando un cambio de los rituales paganos a los entierros
cristianos: "En las piedras rúnicas de Vallentuna podemos
documentar un cambio de paradigma, desde la típica construcción de túmulos
hasta la adopción de costumbres cristianas medievales", explica.
Piedra rúnica que
se alza en el exterior de la iglesia de Vallentuna.
Foto: Berig
EL PODEROSO JARLABANKE
Hoy
en día, la imponente presencia de un personaje como Jarlabanke todavía se puede
sentir en Vallentuna. Si bien faltan todavía algunas piezas en el rompecabezas
de la historia, todo
lo que se sabe sobre Jarlabanke proviene de las inscripciones de estas piedras. "Jarlabanke debió haber sido
alguien muy importante y rico que vivió en las cercanías del lago Vallentuna.
Construyó su impresionante puente y dispuso un lugar de reunión probablemente
cerca de donde se encuentra hoy la iglesia de Vallentuna". Källström se
refiere a una piedra rúnica
de dos lados que se alza junto a la iglesia de Vallentuna, en una ladera soleada sobre el lago y
que proporciona una
pista fundamental para comprender el poder que concentró en sus manos este
personaje, que tal vez fue un hersir o "jefe de una centena", explica. Sus runas parcialmente
oscurecidas por el musgo gris y marrón dicen lo siguiente: "Jarlabanki
ræisa stæin þenn en sik kvikvan" (Jarlabanke hizo levantar esta piedra en
memoria de sí mismo mientras estaba vivo). Y añade: "E hizo este lugar de
reunión, y él solo poseyó todos estos cien".
Esta piedra
erigida por Jarlabanke, añade que mandaba sobre todo Täby.
Foto: Berig
La palabra "cien", en esta
inscripción, se refiere a una gran región administrativa. Según Källström, es discutible si
Jarlabanke fue simplemente un terrateniente poderoso o si jugó otro papel más
importante. "Esta es un área muy grande y parece imposible que toda esta
tierra estuviera en posesión privada de Jarlabanke. Lo más probable es que el
verbo "æiga" –poseer– signifique algo diferente en este caso: que él
era el cacique de estos 'cien', o el orador de la ley o el juez”. La cantidad de
veces que aparece escrito el nombre de Jarlabanke en Vallentuna sugiere, en
efecto, que era bastante poderoso y quería asegurarse de que todos lo supieran. Källström
también cree que podría haber habido algún tipo de lucha de poder entre
Jarlabanke y su medio hermano, lo que explicaría por qué aquel se tomó la
molestia de afirmar claramente que "él solo" gobernaba el área. De
este modo, estudiosos como Östergren dicen que la naturaleza despiadada de la
política vikinga combinada con una personalidad narcisista lo convertirían en
un gobernante que probablemente se parecería más a un "jefe mafioso"
que a un simple juez. "Jarlabanke se menciona en diez de estas
piedras, ¡y seis de ellas las ha hecho en memoria de sí mismo!", enfatiza
Källström.
La cantidad de veces que aparece escrito el nombre de
Jarlabanke en Vallentuna sugiere, en efecto, que era bastante poderoso y quería
asegurarse de que todos lo supieran.
Además, la pasión de
Jarlabanke por erigir piedras rúnicas probablemente inspiró a muchos otros
líderes vikingos a seguir su ejemplo. El resultado fue la
creación de una larga serie de inscripciones de la era vikinga tardía que ha
llegado hasta nosotros. Pero leer esas antigua letras rúnicas de color rojizo
es una cosa y decodificar el significado de un mensaje en nórdico antiguo es otra.
Por eso, las antiguas piedras vikingas aún guardan muchos enigmas. Aunque
resolver uno de ellos se ha logrado en 2020, año en que los expertos finalmente han
logrado descifrar la piedra Rok, la piedra rúnica más famosa de
Suecia. Con una inscripción grabada que habla de
Ragnarok, el fin del mundo vikingo, la inscripción de Rok está escrita en forma de
acertijo y menciona un evento de cambio climático que afectó a los vikingos en
el siglo IX. Östergren cree que Runriket podría jugar el
mismo papel, el de un portal a través del cual se pueden responder numerosas
preguntas sobre los vikingos y su mundo. "Runriket es un camino hacia un
mayor conocimiento para aquellos que quieran profundizar, pero también para
aquellos que están empezando a atisbar quiénes fueron realmente los
vikingos", concluye.
La piedra Rok,
recientemente descifrada.
Foto: iStock
LA PIEDRA DE ROK Y EL MIEDO VIKINGOA UNA CATÁSTROFE
CLIMÁTICA
Este monumento de granito contiene la inscripción rúnica
más larga del mundo. Hasta la fecha se creía que hacía referencia a hechos
heroicos, pero una reciente investigación sugiere que el texto estaría
relacionado con el temor a un desastre medioambiental.
Cerca del lago Vättern, en Ostergötland, en el sur de
Suecia, se alza la inscripción rúnica más grande y más larga del mundo: la
piedra de Rök. Esta famosa
inscripción, que mide 2,5 metros de alto (otro metro se encuentra bajo tierra)
contiene más de 700 runas que cubren por completo sus cinco lados. El
significado de esta inscripción continúa siendo de difícil interpretación para
los investigadores, ya que el texto no está completo y contiene diversas formas
de escritura.
Algunos investigadores creen que el texto hace referencia
a Teodorico el Grande y
se refiere a actos heroicos llevados a cabo por el rey de los ostrogodos.
Existe, sin embargo, un consenso respecto a su dedicación. Al parecer fue
erigida como un monumento conmemorativo por parte de un
tal Varin en memoria de Vemoda, su hijo fallecido.
RUEGO A LOS DIOSES
Ahora, un estudio
llevado a cabo por investigadores de tres universidades suecas y
publicado en Futhark: International Journal of Runic Studiessugiere que este monumento, levantado
en el siglo IX, refleja el temor a una crisis climática. Los autores del estudio creen que las
inscripciones aluden a la llegada de un inminente período de frío extremo.
"La clave para desbloquear la inscripción fue el enfoque
interdisciplinario. Sin las colaboraciones entre el análisis textual, la
arqueología, la historia de las religiones y la runología habría sido imposible
resolver los enigmas de la piedra rúnica de Rök. La inscripción refleja la
angustia provocada por la muerte de un hijo y el temor a una nueva crisis
climática similar a la catástrofe ocurrida después del año 536", comenta
Per Holmberg, profesor de sueco en Universidad de Gotemburgo y director del estudio.
Según el estudio, este monumento fue levantado en el
siglo IX para evitar una crisis climática. Los investigadores creen que las
inscripciones aluden a la llegada de un inminente período de frío extremo.
En el año 536 tuvieron lugar una serie
de fenómenos climáticos extremos que provocaron un período de bajas
temperaturas, malas cosechas, hambre y muerte en todo el mundo. También en Escandinavia. Este
período se conoce con el nombre de Pequeña Edad de Hielo de la Antigüedad
Tardía. De hecho, según Bo Gräslund, profesor de Arqueología de la Universidad
de Uppsala: "Antes de que
se erigiera la piedra rúnica de Rök, ocurrieron una serie de eventos que
debieron parecer extremadamente siniestros: una poderosa tormenta solar tiñó el
cielo de dramáticos tonos rojizos, el rendimiento de los cultivos se resintió a
causa de un verano extremadamente frío, y más tarde ocurrió un eclipse solar
justo después del amanecer. Incluso uno de estos eventos habría sido suficiente
para aumentar el temor a otro Fimbulwinter (un signo del fin del
mundo en la mitología nórdica)".
ACERTIJOS PARA MANTENER EL EQUILIBRIO CÓSMICO
Según esta nueva interpretación, la inscripción consta de
nueve acertijos: la respuesta
a cinco de ellos es el Sol, otro acertijo pregunta quién estaba muerto y ahora
vive y los cuatro restantes versan sobre el dios Odín y sus guerreros. Según
explica Olof Sundquist, profesor de Historia de las Religiones de la Universidad de
Estocolmo: "La
poderosa élite de la Era Vikinga se veía a sí misma como garante de buenas
cosechas. Eran los líderes del culto que mantenían unido el frágil equilibrio
entre la luz y la oscuridad. Y finalmente en Ragnarök [la batalla del fin del mundo]
lucharían junto a Odín en la batalla final por la luz". Esta nueva lectura de la inscripción de
la piedra de Rök coincidiría así con las narraciones históricas y mitológicas plasmadas en otros textos
vikingos.
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/piedra-rok-y-miedo-vikingo-a-catastrofe-climatica_15055
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