Navidad en el Mercado de
los Mostenses. Madrid, siglos XIX y XX
En Historia Urbana de Madrid inauguramos la
Navidad con nuestros entrañables “Recuerdos de papel”, sección donde brevemente
relatamos el Madrid de antes basado en contenidos de papeles viejos.
Retrocedemos en el tiempo hasta los siglos XIX y XX para recordar las fiestas
navideñas de los madrileños de entonces, sus costumbres y un poquito de
historia. El escenario no puede ser más entrañable: el desaparecido Mercado de
los Mostenses.
Dos grabados de la revista La
Ilustración Española y Americana recrean las navidades de otros
tiempos y nos muestran el Mercado de los Mostenses en pleno
rendimiento.
La primera imagen corresponde a un grabado realizado por Arturo Carretero en
1887, basado en un dibujo del natural de Diaque. En él vemos el aspecto del
mercado y su actividad durante aquellos días de Navidad.
La segunda imagen -de la
misma revista-, corresponde a un grabado de 1894 sobre un dibujo al natural de
Comba. Hace alusión a "los mártires de Navidad", esos pobres
pavos tantas veces retratados por las calles y plazas madrileñas. El
desaparecido mercado se muestra imponente.
El mercado del siglo
XX
Como contrapunto a
estas estampas decimonónicas, recordaremos ahora el mercado del siglo XX y sus
pescados, comisionistas, asentadores y pescaderos.
Resuenan en esta página los ecos remotos de los
mercaderes subastando aquellos frutos del mar que daban renombre al mercado de
los Mostenses. Discusiones, vituperios, frases mal sonantes, todo ello al grito
vivo que se venía repitiendo por los siglos de los siglos para dar como
resultado el trato más favorable entre las partes.
"«¡A cinco, a cinco la merluza
del Norte!»
«¡Los gallos a dos, los gallos a dos!»
«¡A ver esta pescadilla de Málaga, lo mejor de Málaga, que la doy por diez
reales!»
«¡Aquí está el boquerón como la plata, a dos cuarenta!»
«¡A una ochenta me pagan ya el rape! ¡Venid aquí por el rape!»"
De entre aquel bullicioso ambiente, rodeado de
magníficos ejemplares marinos, se nos cuela en estas líneas el regateo obligado
y amable de dos madrileños del pasado siglo:
Fotografía
de Salazar (1929)
© 2015 Eduardo Valero García - HUM 015-014 RECUPAPEL
© 2015 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325
Pero no todo era vociferar y
vender; el mercado también se divertía.
La fotografía que veremos a continuación, tomada
por el fotógrafo Alfonso la noche del 28 de julio de 1912, nos muestra el
interior del edificio atestado de gente. El motivo de tal aglomeración, un
monumental baile.
Fotografía de Alfonso (1912)
El Liberal, 29 de julio de 1912
© 2015 Eduardo Valero García - HUM 015-014 RECUPAPEL
© 2015 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325
Acompañaba a la foto esta nota:
"Los amplios andenes del Mercado de
los Mostenses se vieron anoche convertidos en enorme salón de baile. En pocas
horas, lo que por la mañana era depósitos de pescados, aves y huevos, al
anochecer quedó transformado en hermoso recinto, artísticamente adornado con
flores, ramaje, gallardetes y banderas de múltiples colores, siendo tapados los
cajones de venta con grandes telones. Grandes focos de arco voltaico daban
espléndida iluminación al local, y en dos templetes alternaban tocando chotis y
habaneras, dos bandas de música.
A 4.000 ascienden las invitaciones que fueron repartidas entre los
industriales del mercado y sus inmediaciones.
Inútil creemos decir que el baile estuvo concurridísimo, desde las nueve de
la noche que comenzó hasta las cuatro de la madrugada, que se dio por
terminado.
Y a la hora en que estas líneas sean leídas por nuestros lectores, el
Mercado de los Mostenses habrá recobrado su normal aspecto, volviendo á ser
puestos de pescados, aves y huevos, lo que anoche era enorme salón de baila."
[El Liberal, Lunes 29 de julio de 1912. En portada]
Un poquito de historia
Los antecedentes históricos nos cuentan que el mercado de los
Mostenses data de 1835 y que fue creado por el marqués viudo de Pontejos, quien
-según un periodista- “trasladó el que se celebraba en la calle del Gato”
a los terrenos del destruido convento de los Premostratenses de San Norberto.
[2]
Recuerda aquel acontecimiento esta nota publicada en el periódico monárquico
Revista Española, del 2 de diciembre de 1835.
Junto con los de las plazas de la Cebada, San Miguel, Carmen y
Chamberí, el mercado de los Mostenses era explotado por el Ayuntamiento de
Madrid. En junio de 1870 se colocaba la primera piedra y quedaba inaugurado en
1875 por el rey Alfonso XII. También se inauguraba el de la Cebada.
De los archivos de la Villa, a través del magnífico portal memoriademadrid (Ayuntamiento de
Madrid), recuperamos los planos del mercado de los Mostenses, proyectado en
1867 por el arquitecto Mariano Calvo Pereira. (Signatura en las imágenes)
El periódico La Época, del domingo 21 de
febrero de 1875, describía en detalle las instalaciones de los casi acabados
mercados de Mostenses y la Cebada. El artículo, titulado “Nuevos Mercados de
Madrid” era el resultado de la visita realizada por el alcalde de entonces,
Sr. Conde de Toreno.
Fotografía publicada en La Revista Moderna (1899)
© 2015 Eduardo Valero García - HUM 015-014 RECUPAPEL
© 2015 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325
Servicio Fotográfico Municipal
© MEMORIADEMADRID
Archivo de la Villa (ca. 1925)
Inventario: 9007
© 2015 Eduardo Valero García - HUM 015-014 RECUPAPEL
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Aunque de menores dimensiones, era idéntico al de la Plaza de la
Cebada o de Riego.
"Es un hermano menor del de la Cebada, no tan bien
trajeado como el primogénito, pero igualmente á la moderna, con su edificio
exprofeso de hierro y ladrillo."[3]
Fotografía publicada en La Revista Moderna (1899)
© 2015 Eduardo Valero García - HUM 015-014 RECUPAPEL
© 2015 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325
Destinado principalmente al negocio del pescado, también se
vendían aves, caza y huevos.
"La característica del mercado de los Mostenses son los
pescados. Así como el de la Cebada, es la estación central de las verduras, y
por eso sus calles trascienden á huerto, el que se yergue en el antiguo solar
del convento, sirve de alhóndiga á los peces, y su recinto huele á mar. La
pronunciación lenta del Vierzo repercute bajo sus naves y los delantales de
bayeta verde y negra, única prenda subsistente de la indumentaria maragata
pululan por sus galerías. El Cantábrico vierte allí sobre el marmol sus
calamares, el Atlántico, sus sardinas, el Mediterráneo, sus atunes, y
acondicionados luego en banastas que chorrean y, dejando tras de sí un
penetrante aroma de salazón, se esparcen por las pescaderías de la capital la
rica fama marina de la Península entera. El nombre de los Mostenses resulta,
por tal motivo, conocido en todos los puertos de España." [3]
El mercado de los Mostenses desaparecerá para dar paso al tercer tramo de la
Gran Vía (Avenida A o de Eduardo Dato), a pesar de no ser necesario. El trazado
del proyecto no afectaba al edificio, como podemos apreciar en la siguiente
fotografía tomada desde Leganitos; sin embargo "mantenerlo en aquel
emplazamiento, más allá del punto de vista sanitario y estético, sería un
absurdo. Un establecimiento de venta de pescado, aves y caza con fachada a una
calle de lujo hubiese sido un error mayor..."[4]
© 2015 Eduardo Valero García - HUM 015-014 RECUPAPEL
© 2015 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325
© 2015 Eduardo Valero García - HUM 015-014 RECUPAPEL
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Debemos aclarar que, a diferencia de lo que se apunta en algunos
blogs, el mercado no se derribó en 1925 sino en 1930, que fue cuando comenzaron
las obras de desmonte y derribo. La noticia aparecida en La Nación del 31 de
mayo de 1930 (Año VI, número 1.446) da cuenta de ello y del desastroso
resultado de la subasta.
En 1935 el diario La Voz publica una fotografía de Alfonso donde
se mostraban los solares donde había estado el mercado. A pie de imagen una sugerencia:
"...podrían ser un lugar indicadísimo para levantar el nuevo teatro de
la Ópera, que le está haciendo tanta falta a Madrid."
Fotografía de Alfonso (1935)
© 2015 Eduardo Valero García - HUM 015-014 RECUPAPEL
© 2015 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325
Y hasta aquí la breve reseña histórica del desaparecido mercado.
Completan este recuerdo navideño unas fotografías de Alfonso y Salazar.
Retratos amables de la gente, el producto y las instalaciones.
© 2015 Eduardo Valero García - HUM 015-014 RECUPAPEL
© 2015 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325
© 2015 Eduardo Valero García - HUM 015-014 RECUPAPEL
© 2015 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325
Navidad y pescado, nada más tradicional en fechas tan señaladas.
Por eso se nos ocurre poner punto y final al artículo histórico-navideño con
una receta de nuestros antepasados.
Receta
Un besugo asado de 1745
Esta receta fue publicada por primera vez en "Nuevo
arte de cocina", de Juan Altimiras, con licencia de 4 de julio de
1745.
La que transcribimos, titulada "Beʃugo aʃʃado" corresponde a la edición de 1758, que dice:
"[...] después de bien limpio, y escamado, le
lavarás, y enjugarás con un paño limpio, lo pondrás en vasija espaciosa, sobre
unas hojas de laurel; le echarás ajos fritos por encima, luego le pondrás fuego
abaxo, y arriba algo más, y quando los trozos esten medio asados, tendrás
prevenida una cazuela, ajos picados, pimienta, peregil, sal, agrio de lima, o
limon, y los iras rociando con un manojo de plumas, o peregil, por una, y por
otra."
¡Bon Appetit!
Mercado
de los Mostenses hoy.
http://www.conunpardeguindillas.com/2017/03/mercado-mostenses-madrid.html
Bibliografía
· En todas las citas se ha conservado la ortografía original.
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