Monumento a Felipe IV en la Plaza de Oriente
http://www.memoriademadrid.es/buscador.php?accion=VerFicha&id=11998
Esta fuente, formada por dos piletas subcirculares,
se compone de un doble conjunto escultórico, de diferente datación, ubicada
frente al Palacio Real.
La fuente presenta un desarrollo simple pero de
notable valor estético. Un plinto rectangular, rematado en cuatro extremos de
disposición diagonal sobre el que descansan sendos leones de bronce acostados,
constituye el cuerpo central del conjunto, realizado por Elías Vallejo. Sobre
el basamento central se encuentra la estatua ecuestre de Felipe IV, también de
bronce, realizada por Pietro Tacca bajo diseño de Velázquez en el siglo XVII,
con la colaboración de Martínez Montañés y de Galileo Galilei para lograr el
equilibrio del équido.
https://sobreespana.com/2008/05/19/la-plaza-de-oriente-y-el-palacio-real-de-madrid/
La parte frontal y trasera del conjunto se asienta
sobre dos estanques de escasa profundidad. A los pies de la estatua ecuestre se
sitúa el segundo conjunto escultórico, realizado en 1843 por Francisco Elías
Vallejo y José Tomás por encargo de Isabel II. Este conjunto consiste en una
composición a modo de reflejo de espejo, compuesto por dos bajorrelieves
realizados por José Tomás y que representan la imposición del hábito de la
Orden de Santiago a Velázquez por parte del Rey Felipe IV y una alegoría de la
protección del monarca a las artes y las letras.
Los laterales oriental y occidental presentan
sendas esculturas representando figuras masculinas de ancianos que sirven de
alegoría a los ríos Jarama y Manzanares. En el primer caso, bajo la escultura
aparece una fuente compuesta por dos pilas superpuestas con forma de concha que
vierten aguas al amplio pilón semicircular. En el segundo, la alegoría del río
descansa sobre un cántaro del que brota un surtidor de bronce que arroja las
aguas sobre sendas fuentes ya descritas y a un pilón simétrico al citado
anteriormente.
Primera
estatua ecuestre de la historia en la que el caballo se sostiene sobre las dos
patas traseras. Caballo y jinete tienen su origen en un cuadro de Velázquez,
pero lo que era posible en pintura, no lo era en escultura.
https://www.artehistoria.com/es/monumento/monumento-felipe-iv
Se trata de una obra maestra de la estatuaria ecuestre,
no sólo por su calidad artística, sino también por sus características
técnicas. Es la primera escultura a caballo del mundo en la que éste se
sostiene únicamente sobre sus dos patas traseras y, discretamente, también
sobre su cola. La obra consigue su difícil equilibrio gracias a su calculado
estudio de los puntos de apoyo y la distribución de los pesos de la estatua,
donde la parte trasera tiene el mayor de los pesos y la parte delantera está totalmente
hueca, equilibrando así la obra. El conjunto se completa con un pedestal, y dos
fuentes, elementos de menor interés artístico. Fueron realizados en el siglo
XIX, dentro del contexto de las obras de construcción de la Plaza de Oriente.
El monumento fue inaugurado oficialmente el 17 de
noviembre de 1843, un año antes de que Narciso Pascual y Colomer diseñara el
trazado definitivo de la plaza, cuyo contorno fue articulándose a lo largo de
la segunda mitad del siglo XIX..
https://gatopormadrid.com/2021/03/05/monumento-a-felipe-iv-en-la-plaza-de-oriente/
Fototeca. Las
estatuas de la Plaza de Oriente
En nuestro grupo de facebook hemos
publicado una serie de fotografías de la antigua fisonomía de la Plaza de
Oriente. También se ha publicado un grabado de 1893 que representa el paseo en
carro que se daba a los niños alrededor de la plaza y que se llamó "Paseo
de las estatuas"; atracción que fue
costumbre hasta bien entrado el siglo XX.
"—Mira, sobrino—me respondió entonces el de Horche,
volviéndose a parar violentamente en medio de la acera—. No quiero ver el Museo
de Pinturas porque dudo de la autenticidad de la mayoría de los cuadros que
encerráis en ese edificio. Tampoco me lleves a contemplar las estatuas de la
plaza de Oriente como dicen que las contemplan los paletos andariegos. Son
figuras antiartísticas, indignas de la capital de España. [...] Y no me enseñes
las efigies principales que hay en los paseos y plazas de la Corte, pues te voy
a preguntar por qué no habéis levantado otra porción de ellas de hombres
realmente grandiosos y eminentes, y no vas a saber qué contestarme." [1]
Llaman
la atención al espectador de hoy las dos fotografías que veremos a
continuación. De las estatuas de la segunda imagen hablaremos, prescindiendo de
las historias y leyendas ya conocidas sobre ellas.
Fotografía de Alfonso o Cortés (?)
La Esfera, 1924
© 2016 Eduardo Valero García-HUM 016-002 FOTOTECA
© 2016 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325
© mcu-IPCE-FPH
Archivo MORENO
Signatura: 0465_C
(Finales siglo XIX o principios del XX)
© 2016 Eduardo Valero García-HUM 016-002 FOTOTECA
© 2016 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325
Como
podemos apreciar, una verja rodeaba todo el perímetro del monumento a Felipe IV
y zona ajardinada. En la parte exterior cuarenta regias estatuas rodeaban la
plaza. Las esculturas de los reyes godos y astures custodiaban el precioso
conjunto, acompañados a su vez por frondosos árboles que deslucían la visión de
tan majestuoso entorno.
© mcu-IPCE-FPH
Archivo RUIZ VERNACCI
Signatura: VN-27995
© 2016 Eduardo Valero García-HUM 016-002 FOTOTECA
© 2016 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325
En
1905, tres años después de tomarse la siguiente fotografía, la plaza se
encontró abarrotada de multitudes luciendo estandarte de cada una de las
comisiones allí presentes. La plaza era el punto de encuentro y partida de la
manifestación que desfiló hasta la Biblioteca Nacional para rendir homenaje al
insigne D. José Echegaray. Desde los balcones del Palacio la familia real presenció
la masiva marcha. Cuentan las crónicas que mucha gente se encaramaba a los
árboles y a las cabezas y torsos de las estatuas. Ocurrió el 19 de marzo de
aquel año.
(Fragmento de positivo estereoscópico)
© mcu-IPCE-FPH
Archivo ARCIMIS
Signatura: ARC-0381
© 2016 Eduardo Valero García-HUM 016-002 FOTOTECA
© 2016 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325
Así fue su fisonomía hasta que en 1909 la zona comenzó a hundirse y las estatuas mostraron cierto grado de inclinación. En su subsuelo confluían las aguas de los Caños del Peral, el arroyo de la Encarnación y el del Arenal, que, a pesar de los rellenos con tierras echadizas, fueron buscando su cauce, socavando y desplazando el terral.
Pero el detonante vino del terrible hundimiento frente al Palacio Real, en la puerta del Príncipe, que sacó a la luz las catastróficas consecuencias de una rotura de las tuberías del Canal de Isabel II. Ocurrió en marzo de 1910
Así
lo había explicado un técnico en un reportaje de La Correspondencia
de España del 29 de marzo de aquel año:
Por su parte, el alcalde de entonces, Sr.
José Francos Rodríguez, dejaba claro la gravedad de la situación y el peligro
que suponía una plaza que se hundía poco a poco y en la que se abrían grandes socavones
sin previo aviso.
Sin ser estos
acontecimientos los que cambiaron la fisonomía de la plaza, al menos
propiciaron los trabajos de mejora que fueron practicados.
Para que nos hagamos una idea del estado de plaza y estatuas, nada mejor que la
opinión de un protagonista, un paseante del Madrid de 1910:
Poco después, ya
en 1911, se leía la siguiente noticia:
Las reformas de
1912 de subsuelo y pavimentación, acometidas en varias zonas de la ciudad,
incluyeron la modificación de rasantes de la plaza y restauración de las
estatuas. Para este servicio se dotó de una partida de 124.392,7 pesetas.
En 1913 los
jardines fueron remozados para dar la bienvenida al presidente de Francia, Monsieur
Raymond Poincaré. A tal efecto el alcalde de entonces, Sr. Vincenti, destinó
una partida de casi 80.000 pesetas.
© Archivo HUM
© 2016 Eduardo Valero García-HUM 016-002 FOTOTECA
© 2016 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325
En 1918 las mudas
estatuas fueron protagonistas de la instalación de tremendos barracones para la
celebración de la verbena de Santiago. Era costumbre montar allí esa fiesta con
sus puestos típicos, pero lo que resultó intolerable aquel año fue la presencia
de los barracones.
La plaza más
regia de Madrid, en la que cohabitan Palacio, Teatro, monumento y estatuas de
reyes, se convertía en una fantochada. Las críticas al Ayuntamiento llegaron
enseguida.
En los años 20
desaparecerán las verjas que encarcelaban al monarca de bronce y su entorno
para ser cambiadas por una decoración que -lejos de dejarle en libertad-, le
encadenaban. Quedará rodeado entonces de pesadas cadenas sujetas a pilotes de
piedra.
Dijo D. Ramón
Gómez de La Serna:
"Por algún conducto misterioso se supo que iban a
robar la Plaza de Oriente o que iba a escaparse, y por eso la cargaron de
cadenas.
¿O aquella verja de intermedio de circo, tan frágil para los cuatro
leones de la fuente, se ha dado por inútil al cabo del tiempo al comprender que
los cuatro leones son mansos?" [2]
© 2016 Eduardo Valero García-HUM 016-002 FOTOTECA
© 2016 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325
Fotografía: Díaz Casareigo, 1928
© 2016 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325
Después de la guerra -y antes también-, las estatuas de los reyes visigodos iban presentando un estado de deterioro vergonzante. Claro está que durante la triste contienda fue cuando más daños sufrieron; pero antes de eso ya les habían desaparecido cetros, narices, algún dedo y otras extremidades.
Aquel
día de 1931 que Felipe III y su corcel fueron derribados y destrozados en la
Plaza Mayor, los monarcas visigodos también sufrieron varios daños.
Fotografía: Cortés o Marín
Mundo Gráfico, 1931
© 2016 Eduardo Valero García-HUM 016-002 FOTOTECA
© 2016 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325
Durante
la guerra un obús italiano alcanzó de lleno a Doña Petronila, reina de Aragón,
que en la fotografía de Benítez Casaux yace destrozada a los pies de su marido,
Berenguer IV.
Fotografía: Benitez Casaux
Estampa, 1937
© 2016 Eduardo Valero García-HUM 016-002 FOTOTECA
© 2016 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325
Esta
otra fotografía, también de Benítez Casaux, muestra en detalle los pilotes de
piedra con cadenas en un escenario de destrucción. Así se presentaba la Plaza
de Oriente en guerra.
Fotografía: Benitez Casaux
Estampa, 1937
© 2016 Eduardo Valero García-HUM 016-002 FOTOTECA
© 2016 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325
Ya
en la década de los años 40 -a principios-, se decide remodelar la plaza y
reducir el número de estatuas -que como dijimos, eran cuarenta-, y situarlas en
el lateral opuesto al paseo, mirando hacia el monumento a Felipe IV.
© 2016 Eduardo Valero García-HUM 016-002 FOTOTECA
© 2016 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325
© mcu-IPCE-FPH
Archivo MORENO
Signatura: 04746_A
© 2016 Eduardo Valero García-HUM 016-002 FOTOTECA
© 2016 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325
En
1962 Patrimonio Nacional les procura un mantenimiento general para intentar
borrar las cicatrices del paso del tiempo y el maltrato. Esta tarea se
prolongará durante varias décadas. Así lo muestra la siguiente imagen del año
1980.
Fotografía: Pastor
© 2016 Eduardo Valero García-HUM 016-002 FOTOTECA
© 2016 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325
La plaza y sus estatuas han visto pasar los tiempos que
crearon historias. Han conocido reyes y a otros que no lo eran, y han sido
testigos de manifestaciones en pro o en contra de esos unos y aquellos otros.
Fotograbado MEDITERRÁNEO, 1970
© 2016 Eduardo Valero García-HUM 016-002 FOTOTECA
© 2016 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325
Fotograbado MEDITERRÁNEO, 1970
© 2016 Eduardo Valero García-HUM 016-002 FOTOTECA
© 2016 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325
Pero la plaza ahí continúa, ostentando su viejo linaje.
Sus moradores de bronce y piedra evocan siglos perdidos en la memoria, mientras
en su paseo y jardines resuenan ecos de infancia y sones de alabarderos.
Grabado: D. F. Pradilla, 1870
© 2016 Eduardo Valero García-HUM 016-002 FOTOTECA
© 2016 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325
[1] Soler, Antonio. Los hombres y los días. El archivo de
Cristóbal Colón. La Acción, diario de la noche. Madrid,
1917. Año II (380) p. 1 • En todas las citas se ha conservado la ortografía original. |
© 2016 Eduardo Valero García - HUM 016-002 FOTOTECA
ISSN 2444-1325
https://historia-urbana-madrid.blogspot.com/2016/02/estatuas-de-la-plaza-de-oriente-madrid.html
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