Buenas noches chicos y
chicas, para este fin de semana, unos buenos platos y un rico postre, que
siempre se agradece.
Que los disfrutéis
BACALAO ASADO AL VINO BLANCO CON PATATA
PANADERA Y CEBOLLA CONFITADA
La
gastronomía asturiana es muy rica y combina equilibradamente tradición e
innovación en todo tipo de platos y creaciones. Una de las mayores riquezas de
la Asturias gastronómica es la despensa de la tierra y del mar, además de los
sabrosos y sanos productos que se elaboran en casa, sobre la base de las razas
autóctonas.
Asturias es huerta, con la faba como reina, producto
autóctono que es la base principal del plato de cuchara más emblemático de
Asturias: la fabada. La riqueza de la huerta astur hace que los platos de
cuchara, ideales para el otoño-invierno sean de excepcional calidad y muy
variados: las distintas versiones de la fabada o del pote constituyen un mundo
de posibilidades donde también tiene cabida las cebollas o los pimientos
rellenos… u otros platos donde se incorpora también el tenedor, pero donde la
excelencia de la huerta es la verdadera protagonista.
Pero,
además, Asturias cuenta con más de 300 kilómetros de costa, que son su balcón y
escaparate al mar y a los alimentos que de ella surgen. Los pescados y mariscos
de esta región tienen merecida fama, por su excepcional calidad y por algunas
peculiaridades, que van desde las artes de pesca hasta la forma de
condimentarlos o degustarlos.
También la carne asturiana
tiene reconocido prestigio y calidad. La ternera asturiana se presenta al
amparo de la IGP (Indicación Geográfica Protegida), y nunca defrauda. Las razas
autóctonas tanto la Asturiana de los Valles como la de la Montaña poseen una
genética privilegiada basada en dos secretos: el aire puro que respiran y el
ecosistema en el que habitan, donde se alimentan de pastos muy nutritivos y
naturales. Esta vida sana se traduce, en los fogones y en la mesa, en multitud
de recetas y preparados, en los que también tienen protagonismo las razas
autóctonas como el ‘gochu asturcelta’, la pita pinta, el pitu de caleya y la
‘oveya xalda’, que como sus nombres indican son cerdos, gallinas, pollos
criados en libertad en la ‘caleya’, y ovejas autóctonas.
En definitiva, una tierra
rica y fértil cuyos privilegiados productos dan lugar a platos tan singulares
como este Bacalao asado con patata
panadera y cebolla confitada, una receta del restaurante La Noceda
(Oviedo), ofrecida por Turismo de Asturias.
INGREDIENTES
·
1
lomo de bacalao de medio kilo
·
1
patata
·
1
cebolla
·
Vino
blanco
·
Aceite
de oliva
·
Sal
·
Perejil
ELABORACIÓN
En primer lugar ponemos el
bacalao en la plancha, por la parte de la piel.
Por otro lado, ponemos a
confitar la cebolla con el aceite de oliva y sal, y la patata la
cortamos en panadera y la freímos despacio.
Cuando la cebolla esté
confitada y la patata frita, ponemos en un molde una base de patata,
encima la cebolla y, por último, el bacalao con la piel hacia arriba. Rociamos
todo con vino blanco y lo introducimos al horno, a 180 ºC, durante unos 12
minutos.
A la hora de servir, en un
plato llano scolocamos primero la patata y la cebolla, encima el bacalao con la
piel para arriba, le echamos por encima un poco de aceite de perejil y,
finalmente, espolvoreamos con perejil fresco picado.
CHIVO LECHAL GLASEADO CON VINO DE MÁLAGA
Las razas
autóctonas aportan un valor añadido al medio rural y a las producciones
ganaderas fomentando la protección del medio ambiente de manera sostenible y
manteniendo la biodiversidad gracias al cuidado de la cría de la mano de los
ganaderos, que trabajan para conservar razas puras, fomentando el patrimonio
genético español.
En la actualidad el Catálogo Oficial de razas
ganaderas de España cuenta con 157 razas autóctonas, de las que 128 se
encuentran clasificadas como en peligro de extinción. En el aspecto productivo,
las razas autóctonas ofrecen, no solo a los profesionales de la cocina, sino a
la población en general, una amplia variedad de productos, como carne, leche,
huevos, y sus derivados, además de otros productos como lana y cuero, que
sirven como materias primas de los sectores agroalimentario y manufacturero con
gran potencial y de gran prestigio a nivel internacional.
En esta
línea, el Ministerio puso en marcha el pasado año el concurso Recetas de Cocina
100 x 100 Raza Autóctona, un certamen destinado a estudiantes de Escuelas de
Hostelería y Restauración cuyo objetivo era la promoción del logotipo 100 %
Raza Autóctona. Con esta iniciativa se trataba de generar una serie de recetas
cuya elaboración incluya algún producto procedente de animales de razas
autóctonas, para facilitar su conocimiento entre todos los sectores y la
sociedad en general y, a la vez, contribuir a conservar la biodiversidad
productiva y apoyar a los ganaderos que crían estas razas y la comercialización
de estos productos, informando sobre el valor de las razas autóctonas y la
historia que existe detrás de sus productos.
Dentro de estos sectores
cobra especial importancia la hostelería y restauración, por ello este concurso
se dirige a los estudiantes de este sector, que aportaron ideas cono este Chivo lechal Malagueño glaseado con vino de
Málaga y barquillo de queso de cabra, una receta firmada por Miguel Angel
Vargas y Mónica Alonso de la escuela de Hostelería y Turismo de Madrid.
INGREDIENTES
·
2
costillares de chivo lechal
·
2
dl de Pedro Ximénez Malagueño
·
Sal
y pimienta
·
Aceite
de oliva virgen extra
Para
el barquillo de queso de cabra (de acompañamiento)
·
Pasta
filo
·
100
g de mantequilla
·
200
g de queso de cabra
ELABORACIÓN
Deshuesamos el costillar
de chivo lechal para obtener el lomo limpio. Lo cortamos en cuatro porciones y
salpimentamos.
Por otro lado, reducimos
el Pedro Ximénez hasta 1/3 de su volumen inicial.
Doramos los lomos en una
sartén antiadherente con un poco de aceite, les añadimos la reducción de Pedro
Ximénez y cocemos glaseándolos.
Para el barquillo de queso
de cabra de acompañamiento, pintamos las hojas de pasta filo con mantequilla
derretida, desmenuzamos el queso y lo ponemos sobre la parte inferior de la
pasta filo.
Cerramos la pasta formando
un cilindro fino, doblando los bordes en forma de caramelo, y horneamos a 180
ºC hasta que se dore el barquillo y quede crujiente.
Una vez hecho, servimos
los lomos de chivo acompañados de los barquillos de queso.
ALBÓNDIGAS DE CARNE PICADA Y CHORIZO FRESCO
El Consorcio
del Chorizo Español es una asociación voluntaria que agrupa a compañías del
sector cárnico español. Todas estas empresas son expertas en producción y
exportación de chorizo y tienen el objetivo común de producir y comercializar
un Chorizo Español auténtico y de alta calidad.
El sello avala el origen de los productos y
garantiza un alimento de calidad único que se certifica a partir de un control
del producto con un estricto seguimiento de la trazabilidad y origen de las
materias primas y de los procesos productivos, creando un signo distintivo de
reconocimiento para su comercialización a nivel internacional.
Un
producto muy versátil que en la cocina da lugar a elaboraciones tan sabrosas
como estas Albóndigas de Spanish
Chorizo, una receta de Cookaholic (Suecia) ofrecida por el Consorcio del
Chorizo Español (CChE).
INGREDIENTES
·
400
g de chorizo fresco
·
400
g de carne picada
·
3
cucharadas de pan rallado
·
1
dl de nata para montar
·
1
cucharadita de ajo en polvo
·
1
cucharadita de pimentón molido
·
1
cucharadita de cebolla en polvo
·
1
cucharadita de sal
·
2
huevos
Para
la salsa
·
75
g de mantequilla
·
4
cucharadas de harina de trigo
·
3
dl de nata para montar
·
3
dl de leche
·
5
cucharaditas de cebolla en polvo
·
1
cucharadita de aceite de setas
ELABORACIÓN
Mojamos el pan rallado en
la nata para montar.
Pelamos el chorizo fresco,
lo trituramos y mezclamos con la carne picada. Añadimos las especias y los
huevos y trabajamos hasta obtener una masa uniformemente distribuida.
Formamos las albóndigas y
las vamos friendo a fuego medio.
Para la salsa, en una
sartén honda derretimos la mantequilla, añadimos la harina y sofreímos durante
1-2 minutos removiendo bien para que la salsa no tenga un sabor a harina.
Añadimos la nata y la
leche poco a poco mientras vamos batiendo bien hasta que veamos que queda una
salsa cremosa. Agregamos las especias y la soja, rectificamos de sal si es
necesario, y finalmente añadimos las albóndigas y dejamos hacer unos minutos
removiendo bien para que se mezclen todos los sabores. Servimos con una
guarnición al gusto.
http://diariodegastronomia.com/albondigas-carne-picada-chorizo-fresco/
ROSQUILLAS DE ANÍS CON UN TOQUE DE MOSCATEL
Lejos de las
coloridas luces en las calles, los villancicos por doquier y las sonrisas de
los más pequeños, la llegada de la Navidad es el anuncio de las prisas para
comprar todos los regalos de la lista, organizar decoraciones, confeccionar
menús de comida y cenas familiares…. los dulces navideños caseros son la
guinda, ese detalle especial que recordaremos.
Víctor Gutiérrez, chef ejecutivo de Elba
Estepona Gran Hotel & Thalasso Spa, que cuenta con una amplia con
experiencia en varios restaurantes con estrella Michelin, propone para las
próximas fechas navideñas esta deliciosa receta de las famosas Rosquillas de
Anís con un toque inconfundiblemente andaluz: el dulzor del moscatel, el vino
de Málaga por excelencia.
INGREDIENTES
o 1 kg de harina
floja
o 250 gr de azúcar
o 400 ml de aceite
de oliva o manteca
o 250 ml de vino
dulce
o 5 gr de anís o
‘matalauva’
o La ralladura de
un limón
o Canela en polvo
o Azúcar glas
o Mezcla a partes
iguales de azúcar y agua
ELABORACIÓN
Calienta el aceite con
‘matalauva’, déjalo enfriar.
En un perol grande (o en
su defecto en una sartén profunda), echa el azúcar y el vino mientras los
mezclas. Después, añade el aceite frío, mezcla de nuevo, y acaba añadiendo la
harina, la canela y la ralladura de limón.
Una vez la masa tenga una
textura homogénea, llega la parte más entretenida: hacer pequeñas bolas con la
mano, darles forma de palito y unir los dos extremos para conseguir el rosco.
Repite hasta que acabes la masa.
Coloca los roscos en una
bandeja de horno con un poco de separación, ya que crecerán durante la cocción.
Hornéalos a 175 grados
durante 40 minutos.
Sácalos del horno y ponlos
a enfriar.
Ya sólo falta el toque
final. Mientras se enfrían, añade en una fuente grande agua caliente y azúcar a
partes iguales y un buen chorro de anís seco. Mezcla.
Los roscos ya están listos
para sumergirse en el sabroso mejunje: báñalos durante unos segundos,
escúrrelos en una rejilla y pásalos (o ‘emborrízalos’) por azúcar glas.
¡Listo! ¡A disfrutar de su
inconfundible sabor casero!
http://diariodegastronomia.com/rosquillas-anis-toque-moscatel/
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