El
viacrucis, un impulso para la Semana Santa de Sevilla
Hoy en día, los viacrucis -el camino de la cruz- presididos por los
distintos titulares de las hermandades son habituales y casi imprescindibles
durante la Cuaresma a pesar de que el origen del modelo actual de este culto
externo es reciente. Los viacrucis de hoy encuentran su germen en el ejercicio
que presidía el Cristo de las Misericordias de Santa Cruz ya
inicios de los años setenta y en el viacrucis de Sevilla que
comenzó a celebrarse en 1976 motivado por una circunstancia impensable en la
realidad actual: una crisis de la Semana Santa.
Es cierto que en el año 1521, Fadrique Enríquez de Ribera, primer marqués de Tarifa,
instaura el rezo en Sevilla, sin embargo, este primitivo viacrucis guarda poca
relación con el modelo actual. Según cuenta el historiador
Manuel Jesús Roldán, este ejercicio tenía un alto componente
turístico: “El duque de Alcalá realiza un viaje a Tierra Santa e impresionado
por el rezo piadoso del viacrucis que se hacía allí, se trae las medidas a
Sevilla e instituye ese ejercicio”. Dicho viacrucis, que se iniciaba en la Casa
Pilato y tenía su culmen en el templete de la Cruz del Campo, es parte del
origen de la Semana Santa de Sevilla. Ambos enclaves están separados por 997
metros, la distancia que el marqués de Tarifa había recorrido desde el pretorio
de Pilato hasta el Monte Calvario.
En Santa Cruz nace el modelo actual de viacrucis
El
precedente del modelo actual de viacrucis se sitúa en el barrio de Santa Cruz,
en la hermandad de dicho título y, más en concreto, en el rezo que preside de manera anual el Cristo de las Misericordias
desde el año 1971. Antes, el crucificado ya protagonizó tres
viacrucis externos de manera extraordinaria: el 11 de noviembre de 1946 con
motivo de la Santa Misión, el 13 de diciembre de 1954 como culminación del
cincuentenario de la hermandad y en la noche del 23 de noviembre de 1962.
La
corporación del Martes Santo fue pionera y, por qué no decirlo, valiente en una
etapa difícil para las cofradías sevillanas. El primer lustro de los años
setenta fue tiempo de crisis para la Semana Santa hispalense. “Las
hermandades penitenciales ven que no encajan con el tardofranquismo y tampoco
conectan con los ecos del Concilio Vaticano II, que quería renovar la Iglesia y
que, incluso, llega a criticar a las cofradías”, explica Roldán. De hecho, el
propio cardenal Tarancón afirmó que «las cofradías eran
propias de regiones subdesarrolladas”.
En la imagen, el
Señor de las Misericordias preside el viacrucis extraordinario de Santa Cruz
con motivo del cincuentenario de la hermandad, año 1954.
Las
cofradías tenían pocos nazarenos y el público escaseaba en las calles de
Sevilla. Ante esto, el Consejo de Hermandades y
Cofradías, presidido por José Sánchez Dubé, entendió que era el momento de
darle un impulso a la Semana Santa hispalense y, para ello,
apostó por seguir el modelo de viacrucis de la Hermandad de Santa Cruz. Así, en
1976 el Cristo de las Misericordias estrena el viacrucis de Sevilla. “Había que
volver a sacar a la gente a la calle, había que recuperar al público”, enfatiza
Roldán.
El viacrucis de Sevilla, todo un éxito
El
hecho de que el crucificado atribuido al taller de Roldán ya presidiera este
rezo de manera anual por la judería hispalense fue determinante para ser la
primera imagen elegida por parte del Consejo. Sin embargo, la circunstancia más
llamativa, al menos hoy, es que la cercanía de Santa Cruz con
respecto a la catedral también jugó un papel fundamental en la elección,
puesto que “había miedo a sacar a una imagen a la calle. Estaba recién instaurada
la democracia; es decir, hablamos de un momento de absoluta transición”.
El
viacrucis de Sevilla funcionó. Al año siguiente, 1977, el Cristo de la Fundación de los Negritos protagonizó
el rezo en la catedral, pero el asentamiento definitivo llegó con la elección
consecutiva de las grandes devociones de la ciudad. Los viacrucis presididos
por el Cachorro (1978), el Gran Poder (1979), el Amor (1980) y Pasión (1981)
fueron multitudinarios. Es decir, se cumplió el objetivo con el que nació el
modelo actual de viacrucis: recuperar el público en las calles y, por ende, la
fe y la religiosidad popular.
El
gran número de cofrades que acompañó al Señor de Vera-Cruz, imagen de menor
devoción que los Cristos anteriores, en 1982 confirmó el éxito del viacrucis de
Sevilla como culto extraordinario. “Es el aldabonazo definitivo para crear un
modelo. Ese modelo que hace que triunfe el viacrucis masivo, en el que el rezo
viene a ser secundario”, argumenta Roldán. Brotó el modelo de viacrucis
que prolifera actualmente en las distintas hermandades de Sevilla durante la
Cuaresma.
En la imagen, el Gran Poder
durante el viacrucis de Sevilla, año 1979.
De
forma paulatina, entre finales de los ochenta y principios de los noventa, el
prototipo del viacrucis de Sevilla comenzó a trasladarse a las distintas
hermandades de la ciudad. “Entre otras cosas, las hermandades quieren volver a
sacar su imagen, potenciar el aspecto de la corporación en la calle”, cree
Roldán. El crecimiento de este culto externo ha sido tal que, en la actualidad, 37 de las 70 corporaciones de penitencia
celebran viacrucis externos. Es decir, en 48 años se ha pasado
del único ejercicio del Cristo de las Misericordias a que más de la mitad de
las hermandades de penitencia inunden la Cuaresma con sus viacrucis.
Qué es el rezo del viacrucis
Andas
cada vez más sofisticadas, bonitos exornos florales, recorridos bastante bellos
y numerosos hermanos y público forman parte de los viacrucis. Pero lo realmente
fundamental de este culto es el rezo en sí de las catorce estaciones. A pesar
de que el origen del modelo de viacrucis que hoy se conoce se sitúa entre los
siglos XVI y XVII, el rezo
actual, basado en los textos evangélicos, lo establece San Juan Pablo II el Viernes Santo de 1.991, quien
incorpora nuevos pasajes y sustituye algunas estaciones que estaban tomadas de
los textos apócrifos.
“El
rezo del viacrucis es una forma de participar, de estar con Jesús en el momento
más importante de su pasión. En su sentido más estricto, el viacrucis es
recorrer el camino de Jesús en Jerusalén desde que es sentenciado hasta que
muere en la cruz”, afirma Marcelino Manzano, delegado
diocesano de hermandades y cofradías de Sevilla. Es un camino
espiritual que muchas hermandades, como el Amor, el Gran Poder o San Roque, recorren de manera interna en sus templos.
Así lo explica Manzano: “Ese camino también se puede hacer de forma espiritual;
es decir, cada uno en su templo o en su casa”.
Por
último, Marcelino Manzano avala el rezo externo del viacrucis siempre que sirva
para hacer ese camino espiritual junto a Jesús: “El ejercicio del viacrucis
externo es reciente, se ha ido extendiendo. Lo veo bien siempre y cuando
propicie ese itinerario espiritual. Si no sirve para que la gente rece porque
no se escucha o porque los fieles están distraídos, mejor que no”.
El
viacrucis en Sevilla, un culto vital durante la Cuaresma y que fue fundamental
para que la Semana Santa hispalense saliera de una crisis. Un ejercicio
espiritual para acompañar a Jesús en el momento más importante de su pasión
desde la fe y la religiosidad popular.
Bibliografía
- Santa
Cruz y el Cristo de las Misericordias. Lametro Fox. 2004.
- Roldán
Salgueiro, Manuel Jesús. ‘La Semana Santa de la Transición’. El Paseo
Editorial. 2017.
- Consejo
General de Hermandades y Cofradías de Sevilla [En línea] http://www.hermandades-de-sevilla.org/via-crucis/imagenes-que-han-presidido-el-via-crucis
- Archidiócesis
de Sevilla [En línea] https://www.archisevilla.org/via-crucis-el-camino-de-la-cruz/
https://denazaretasevilla.com/2019/07/04/viacrucis-impulso-la-semana-santa-sevilla/
I
estación:
Jesús en el Huerto de los Olivos
Misterio de la Oración en el Huerto, Hermandad de Montesión. /
Manuel Jesús Pérez.
Durante los
últimos años, podría decirse incluso décadas, el rezo del viacrucis -el
camino de la cruz- se ha convertido en una pieza fundamental en la
preparación de Sevilla, las hermandades y los cofrades para la Semana Santa. En
su sentido más estricto y tomando como base la devoción a una imagen, durante
las catorce estaciones los
fieles recorren junto a Jesús el camino hasta su muerte en el Monte Calvario. Así es en el
viacrucis del Cristo
de la Buena Muerte de la Hiniesta que tiene lugar cada
último sábado de enero, en el rezo interno que se celebra cada viernes de
Cuaresma en la basílica del Gran
Poder o en el ejercicio que preside cada Lunes Santo
el Señor de la Salud de los
Gitanos.
A pesar de
que el origen del modelo de viacrucis que hoy se conoce se sitúa entre los
siglos XVI y XVII, el rezo actual, basado en los textos evangélicos,
lo establece San
Juan Pablo II el Viernes Santo de 1991, quien incorpora nuevos
pasajes y sustituye algunas estaciones que estaban tomadas de los textos apócrifos.
Así es el viacrucis según la
Semana Santa de Sevilla.
I estación: Jesús en el Huerto de los Olivos.
Del Evangelio según San
Marcos (Mc 14, 32-36): “Fueron a una finca, que llaman
Getsemaní, y dijo a sus discípulos: «Sentaos aquí mientras voy a orar». Se
llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, empezó a sentir terror y angustia, y les
dijo: «Me muero de tristeza: quedaos aquí velando». Y, adelantándose un poco,
se postró en tierra pidiendo que, si era posible, se alejase de él aquella
hora; y dijo: «¡Abbá! (Padre): tú lo puedes todo, aparta de mí ese cáliz. Pero
no lo que yo quiero, sino lo que tú quieres». El mencionado momento de la
pasión de Jesucristo tuvo lugar en Getsemaní,
lugar habitual de oración del Señor, en la noche antes de ser arrestado.
En la Semana
Santa de Sevilla la Hermandad
de Montesión, con su misterio del Señor de la Oración en el Huerto,
es la corporación que representa dicho pasaje bíblico. En concreto, el paso de
la cofradía del Jueves Santo recoge la escena que describe San Lucas (Lc 22,
39-44); es decir, el momento en el que a Jesús mientras ora se le aparece un
ángel para confortarlo. Según el texto evangélico, Cristo llegó a sudar sangre
del sufrimiento.
El misterio de Montesión
En la parte
delantera del misterio, se encuentra el ángel confortador, Egudiel, que porta el cáliz y
la cruz; en la zona central se observa al Señor de la Oración en el Huerto; y
en la trasera, se sitúan justo debajo del olivo los apóstoles San Pedro, Santiago el Mayor y San Juan,
quienes están dormidos.
El Cristo de
la Oración en el Huerto es una obra anónima del último tercio del siglo XVII
atribuida a Pedro
Roldán. Es cierto que durante el siglo XX, al hallarse el
contrato en el que la hermandad encargó a Jerónimo Hernández en 1578 la ejecución de
las cinco imágenes que conformaban el misterio por aquel entonces, el Señor se
relacionó con el citado artista.
Antigua
disposición del misterio de la Oración en el Huerto. / Hermandad de Montesión.
El ángel
Egudiel, que significa la ‘penitencia de Dios’, se trata de una obra anónima
del mismo periodo que el Señor. Las alas actuales fueron realizadas por Luis Ortega Bru en 1955,
al igual que la nube sobre la que se sitúa la talla.
El actual
apostolado que forma parte del misterio – San Pedro, Santiago el Mayor y San
Juan- es de Antonio
Castillo Lastrucci (1950), encargado de reemplazar las
anteriores figuras que fueron destruidas
en el saqueo que sufrió la capilla de Montesión en la tarde del 18 de julio de
1936. A excepción de San Pedro, una obra de Vicente Hernández Couquet (1851),
el primitivo apostolado se cree que correspondía al taller de Pedro Roldán.
Desde el
origen de la antiquísima Hermandad de Montesión, el misterio de la Oración en
el Huerto es el paso central de la cofradía. Así se entiende del encargo que la
corporación le realizó en 1578 a Jerónimo Hernández. En sus inicios la hermandad llegó a
procesionar con hasta cinco pasos que representaban los misterios dolorosos del
Rosario (la oración en el huerto, la flagelación, la
coronación de espinas, Jesús con la cruz y la crucifixión), pero solo el del
Señor de la Oración en el Huerto ha perdurado en el tiempo.
La actual
disposición del misterio fue adoptada en 1914, cuando el diseñador y
orfebre Antonio Amiáns colocó al ángel
confortador en la delantera y a Cristo en el centro del paso.
Hasta esa fecha, la escena se representaba justo al revés; es decir, el Señor
de la Oración en el Huerto, justo delante, daba la espalda al pueblo.
Presidió el viacrucis del
Consejo recientemente
El Cristo de
la Oración en el Huerto presidió el viacrucis de Sevilla el 6 de marzo de 2017.
Se trataba de una de las grandes imágenes de la capital hispalense que aún no
había acudido a la catedral para ser el eje central del rezo.
En la
actualidad, la corporación no celebra viacrucis con la imagen atribuida a Pedro
Roldán, pues es el Cristo
de la Salud (1954), también titular de la hermandad, quien
preside dicho rezo externo. El crucificado de Luis Ortega Bru recorre las
calles de su feligresía cada primer sábado de Cuaresma.
Besapiés
Jesús de la Oración en el Huerto | Hermandad MonteSión | 21 Febrero 2019 | Luis
Selvático.
Curiosidades
Dada la
trascendencia del misterio de la Oración en el Huerto en la pasión de Cristo,
el paso de la Hermandad de Montesión ha participado en numerosas ocasiones en el Santo Entierro Grande
de Sevilla: 1850, 1854, 1898, 1910, 1920, 1946, 1965, 1992 y en
la tarde del Sábado Santo de 2004, cuando se celebró por última vez la magna
procesión. Además, en el año 2013, el misterio de la Oración en el Huerto
formaba parte del viacrucis
extraordinario con motivo del Año de la Fe que no puedo
celebrarse por la lluvia.
Con motivo
del saqueo que sufrió la capilla de Montesión en la tarde del 18 de julio de
1936, el Señor de la Oración en el Huerto procesionó solo sobre el paso que cedió la Hermandad de la
Hiniesta en la tarde del Jueves Santo de 1937.
Tanto en
1886 como en 2000, la cofradía realizó la estación de penitencia desde la
vecina parroquia de San Juan de la Palma al encontrarse la capilla de Montesión
en obras.
El olivo que
forma parte del misterio de Montesión es el único completamente natural de la
Semana Santa de Sevilla. En la mañana del Martes Santo, se coloca sobre el
paso.
A pesar de
que la disposición actual del misterio de Montesión está asentada desde hace
más de un siglo, existe
cierto debate en la corporación sobre la distribución de las imágenes. Es
cierto que el ángel confortador, al encontrarse en la delantera del paso y a
una cierta altitud, tapa al Señor, más centrado, y dificulta su contemplación
en la calle. En el último besapiés de la imagen que tuvo lugar hace unas
semanas, se pudo apreciar la disposición que se podría implantar en el misterio en un
futuro: el Señor de la Oración, más adelantado, adquiere mayor
protagonismo en la escena, mientras que Egudiel se sitúa a su izquierda y un
poco más atrasado.
Viacrucis tradicional
En el
primitivo viacrucis de Sevilla que instauró en 1521 Fadrique Enríquez de Ribera, primer marqués de
Tarifa, debía rezarse el ejercicio según el considerado
viacrucis tradicional. Así se refleja en los diferentes azulejos que se sitúan
entre la Casa Pilato y el humilladero de la Cruz del Campo, recorrido que
siguió el viacrucis entre 1630 y 1873. De esta forma, la primera estación del
primitivo viacrucis era la siguiente: Jesús es condenado a muerte.
Bibliografía
- Jiménez
Sampedro, Rafael. ‘La Semana Santa de Sevilla en el siglo XIX’. Abec
editores. 2013.
- Roda
Peña, José. ‘Pedro Roldán, escultor 1624-1699’. Arco/Libros. 2012.
- Misterios
de Sevilla. ABC de Sevilla.
- Leyendas
de Sevilla [En línea] http://leyendasdesevilla.blogspot.com/2013/04/via-crucis-de-la-cruz-del-campo-i.html
- Hermandad
de Montesión [En línea] https://www.archisevilla.org/via-crucis-el-camino-de-la-cruz/
- La Santa Sede [En línea] http://www.vatican.va/news_services/liturgy/2008/via_crucis/sp/station_01.html
https://denazaretasevilla.com/2019/07/04/i-estacion-jesus-en-el-huerto-de-los-olivos/
VII estación: Jesús carga con la cruz
Nuestro Padre Jesús del Gran Poder. / Fran Santiago.
Durante los últimos
años, podría decirse incluso décadas, el rezo del viacrucis -el
camino de la cruz-se ha convertido en una pieza fundamental en la
preparación de Sevilla, las hermandades y los cofrades para la Semana Santa. En
su sentido más estricto y tomando como base la devoción a una imagen, durante
las catorce estaciones los fieles recorren junto
a Jesús el camino hasta su muerte en el Monte Calvario.
Así es en el viacrucis del Cristo de la Buena Muerte de la
Hiniesta que tiene lugar cada último sábado de enero, en
el rezo interno que se celebra cada viernes de Cuaresma en la basílica
del Gran Poder o en el ejercicio que preside cada
Lunes Santo el Señor de la Salud de los
Gitanos.
A pesar de que el
origen del modelo de viacrucis que hoy se conoce se sitúa entre los
siglos XVI y XVII, el rezo actual, basado en los textos evangélicos, lo
establece San Juan Pablo II el Viernes Santo de 1991,
quien incorpora nuevos pasajes y sustituye algunas estaciones que estaban
tomadas de los textos apócrifos.
Así es el viacrucis según la Semana Santa de Sevilla
VII estación: Jesús carga con la cruz. Del Evangelio según San Juan (Jn 19, 16-17): “Entonces [Pilato] se lo
entregó para que lo crucificaran. Tomaron a Jesús, y, cargando él mismo con la
cruz, salió al sitio llamado «de la Calavera» (que en hebreo se dice Gólgota)”.
Describe la escena en la que Jesús, coronado de espinas,
inicia el camino hacia el Monte Calvario cargando con la cruz en la que va a
ser crucificado.
Al ser varias las
hermandades de Sevilla que representan dicho pasaje bíblico, el artículo se va
a centrar en el primer nazareno que presidió el viacrucis de la capital
hispalense: el Señor del Gran Poder,
que quizá es la imagen que genera más devoción de Sevilla. La escena evangélica
que describe San Juan solo la escenifican aquellos nazarenos que procesionan en
solitario: el Cristo de la Corona, Nuestro Padre Jesús del Divino Perdón, el Nazareno de la Salud y Clemencia (Padre Pío),
el Señor de la Humildad del Cerro, Nuestro Padre Jesús de la Salud de la Candelaria,
el Señor de la Divina Misericordia de las Siete Palabras, Nuestro Padre Jesús de la Pasión, el Nazareno del Silencio, el Señor de la Salud de los Gitanos, el Gran Poder y
el Nazareno de la O. A todas estas imágenes hay que
sumar el misterio de la Hermandad de la Paz,
que representa el momento exacto en el que Nuestro
Padre Jesús de la Victoria recibe la cruz.
Hay que tener
presente que la iconografía de Jesús con la cruz al hombro es, junto a la del
Señor crucificado, la más extendida en la Semana Santa de Sevilla. Así,
contando con las imágenes de Jesucristo que son acompañadas por Simón de Cirene -VIII estación-, con los
nazarenos que forman parte de un misterio y con las tres obras de Jesús caído -representación
basada en los textos apócrifos-, dieciocho de las setenta
hermandades de penitencia de Sevilla tienen entre sus titulares a un nazareno.
La iconografía de
Jesús Nazareno tiene su origen en el siglo IV;
de hecho, en el año 350 se reproduce por primera vez en el Sarcófago 171 del Museo Pío Cristiano del Vaticano.
A pesar de que en la época romana el reo solo portaba el travesaño, Jesús,
coronado de espinas, es representado cargando con la cruz camino del Calvario.
La iconografía comienza a adquirir mayor protagonismo en Sevilla a partir de
la segunda mitad del siglo XVI, véase al Cristo de la Corona, de autoría anónima.
En un principio, como
el Señor de la corporación del Sagrario, Cristo es representado abrazando la
cruz, iconografía original de Jesús Nazareno, quien sujeta el madero por el
tramo más largo. Así se observa en las imágenes de Jesús Camino del Calvario, obra de Jorge Fernández (1528) que se encuentra en el
retablo mayor de la catedral, y del Cristo de las Fatigas,
talla de Gaspar del Águila (1587)
que se ubica en la parroquia de la Magdalena.
Nazareno del Silencio. / Fran
Santiago.
La representación más
extendida de Jesús Nazareno se instaura en Sevilla durante el siglo XVII,
centuria en la que las hermandades cuya devoción se centra en Cristo cargando
con la cruz empiezan a crecer. En el mencionado siglo, entre otras obras, Francisco de Ocampo ejecuta a Jesús Nazareno del Silencio (1609) -imagen
que abraza la cruz-, Martínez Montañés realiza
al Señor de Pasión (1615) y Juan de Mesa gubia al Gran Poder (1620).
Nuestro Padre Jesús del Gran Poder
Durante siglos la
imagen fue atribuida a Martínez Montañés, pues el nombre de Juan de Mesa, tal
vez por su muerte temprana o su temperamento tranquilo, se perdió en el olvido
hasta la centuria del XX. El investigador Heliodoro
Sancho Corbacho encontró en 1930 el documento por el que
la Hermandad del Gran Poder le encargó a Juan de Mesa la ejecución del Señor y
del San Juan Evangelista (1620) que procesiona
junto a la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso.
El actual Cristo del Gran Poder sustituyó a una obra anterior.
Como asegura el
historiador del arte Manuel Jesús Roldán,
con Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, Juan de Mesa rompió con el modelo tardoclasicista propio
de las imágenes de nazareno de Francisco de Ocampo y Martínez Montañés para
introducir una estética basada en el dinamismo, la fuerza y la
expresividad del barroco. La prominente corona de espinas
tallada sobre la cabeza del Señor es uno de los elementos que mejor muestra
estas características. Una de las espinas se clava en la ceja izquierda y otra
atraviesa una de sus orejas. Por su parte, la gran zancada es una demostración
del poder del Señor, mientras que su mirada doliente y perdida conecta
perfectamente con los fieles. Por todo ello, el Gran Poder es quizá el nazareno de mayor dramatismo de Sevilla.
Es una imagen
realizada en madera de cedro, a excepción de la peana y la cruz, que se
ejecutaron en pino de segura. El Señor, imagen pensada desde sus inicios para
ser vestida, mide 1,81 metros y tiene los brazos articulados, lo que permite
que durante su besamanos el Gran Poder sea expuesto como un cautivo.
El paso del Cristo del Gran
Poder, obra de Francisco Antonio Ruiz Gijón (1688-1692), es el más antiguo de
la Semana Santa de Andalucía. Tanto es así que, según afirma Manuel
Jesús Roldán, es el paradigma del paso sevillano y el modelo a seguir en las
diferentes andas procesionales de la fiesta. A excepción de los
respiraderos -que fueron tallados posteriormente-, la obra se conserva
íntegramente.
Es la única imagen que ha
presidido el viacrucis de Sevilla en dos ocasiones
El Señor del Gran
Poder acudió a la catedral el primer lunes de Cuaresma de 1979 para ser el eje
central de un multitudinario viacrucis de Sevilla. En su cuarta edición, el
rezo se consolidaba así como culto extraordinario. Solo ocho años después,
en 1987, la imagen de Juan de Mesa volvería a
presidir el ejercicio con motivo de la beatificación del cardenal
Spínola. Aquel 9 de marzo, el Señor del Gran Poder lució la
túnica de las “espinas”, obra de Teresa del Castillo (1857) que la talla no
llevaba desde 1948. Una imagen, con la túnica bordada, que no se volvería a
repetir hasta el año 2008, cuando lució la de los cardos en la Madrugada. Tal
fue la cantidad de público que acompañó al Cristo que el viacrucis acumuló dos horas de retraso.
Señor del Gran Poder en el
viacrucis de Sevilla de 1987. / ABC.
Actualmente, la
hermandad no celebra viacrucis externo por las calles de la feligresía, pues el
ejercicio se reza por el interior de la basílica del Gran Poder cada viernes de
Cuaresma.
El Señor del Gran
Poder solo ha participado en 1854 en el Santo Entierro
Grande de Sevilla. Por otro lado, formaba parte del viacrucis
extraordinario del Año de la Fe (2013) que no pudo celebrarse por la lluvia.
Curiosos pleitos con otras hermandades
La cofradía del Gran
Poder procesiona en la Madrugada del Viernes Santo
desde 1777, fecha en la que el Silencio se negó a realizar la
estación de penitencia por no estar de acuerdo con la incorporación de la
hermandad de San Lorenzo. Catorce años después, en 1791, se inició el pleito
entre la Carretería, que llevaba 28
años sin procesionar, y el Gran Poder que perduró hasta 1798 por la prevalencia
en el orden de entrada en la catedral. Ambas hermandades casi acaban
extinguidas.
En 1800 la cofradía
de San Lorenzo firmó la concordia con la Macarena para discurrir por delante de ésta
en la catedral previa solicitud de la venia ante la Esperanza. Haciendo uso de
la concordia, en 1827 el Gran Poder, que retrasó su salida ese año por la
lluvia, envió cuatro nazarenos a la Cruz de la Cerrajería para que la Macarena
no avanzase por delante suya. La cofradía de San Gil decidió volverse. A
inicios del siglo siguiente, en 1903, tras no
pedir un año antes el Gran Poder la venia a la Macarena y realizar ésta la
estación de penitencia por delante de la cofradía de San Lorenzo, el cardenal Spínola insta a ambas hermandades a que renueven la
concordia, vigente hasta la fecha.
A la corporación que
radica en la basílica del Gran Poder desde 1965 se
la podría calificar como peregrina, pues en sus casi seis siglos de vida ha
residido en hasta seis templos: iglesia de San Benito Abad (actual
parroquia de San Benito); iglesia del convento de la
Asunción (Santiago de la Espada); antiguo convento del Valle (actual Santuario
de Nuestro Padre Jesús de la Salud); San Acacio (actual
Círculo de Labradores), donde la corporación solo radicó entre 1697 y
1703; iglesia de San Lorenzo, lugar
en el que la hermandad se hospedó en la actual capilla donde se encuentran los
titulares del Dulce Nombre, entre 1703 y 1965; y la actual basílica.
Numerosas salidas extraordinarias
Dada la gran devoción
que Sevilla le guarda al Señor del Gran Poder, la imagen de Juan de Mesa ha
protagonizado numerosas salidas extraordinarias.
El 7 de septiembre de
1800, el Señor del Gran Poder formó parte de una procesión por rogativas conjunta con las hermandades de Rocamador,
Silencio, Carretería y la comunidad franciscana de San Antonio. La
imagen fue trasladada hasta la catedral en una Sevilla que estaba sufriendo las
penurias provocadas por la epidemia de la fiebre amarilla de América.
Para conmemorar la
finalización de la Guerra Civil,
el 3 de mayo de 1939 el Señor del Gran Poder
protagonizó una salida extraordinaria a la catedral, donde se
celebró un triduo sacro y una función de acción de gracias. El domingo 7 la
imagen, que lució la túnica persa, volvió a la parroquia de San Lorenzo entre
grandes masas de público que, al paso del Señor, realizaban el saludo fascista,
como era obligatorio en los primeros años tras la victoria del general Franco.
En 1965 el Señor del Gran Poder participó en
la Santa Misión organizada por el cardenal Bueno Monreal. En
andas, la imagen de Juan de Mesa fue trasladada a la parroquia de Santa Teresa, en el barrio de la Candelaria, el 28 de enero. Unos días
después, el domingo 7 de febrero, el nazareno presidió un viacrucis por las
calles del vecindario. En mayo de ese mismo año, el Señor del Gran Poder y la
Virgen del Mayor Dolor y Traspaso, que fue acompañada musicalmente por el
Regimiento de Infantería Soria nº 9, protagonizaron una salida extraordinaria a
la catedral antes de que ambas imágenes fuesen trasladadas a su nuevo templo el 27 de mayo de 1965, Domingo de la Ascensión.
Salida
extraordinaria del Gran Poder tras la finalización de la Guerra Civil, mayo de
1939. / ABC.
En enero de 1995, con
motivo de la concesión de la Medalla de la Ciudad al Señor
del Gran Poder, había prevista una procesión extraordinaria
hasta la plaza de San Francisco, donde se iba a celebrar el acto de imposición,
que no pudo llevarse a cabo por la lluvia. En su lugar, la ceremonia se
desarrolló en la basílica.
Debido a las obras
que sufrió la basílica en 2008, el Señor del Gran Poder y la Virgen del Mayor
Dolor y Traspaso fueron trasladados en abril al convento de Santa Rosalía. Las
imágenes regresaron a su templo el 14 de noviembre del citado año.
La última salida
extraordinaria de la imagen de Juan de Mesa tuvo lugar a inicios de noviembre
de 2016, cuando el Señor del Gran Poder presidió en la catedral de
Sevilla el Jubileo de las Hermandades por el Año de la
Misericordia. En la noche del 3 de noviembre la imagen fue
trasladada a la catedral, mientras que regresó en la mañana del domingo 6 de
noviembre. Numerosos fieles acompañaron al nazareno en ambas procesiones.
Para celebrar los
tres siglos de la llegada de la hermandad a la parroquia de San Lorenzo, donde
la corporación se forjó tal y como la conocemos hoy, se celebró un besamanos
extraordinario del Señor del Gran Poder en la parroquia de San Lorenzo el día
19 de diciembre de 2003.
Nazarenos que procesionan en
solitario que han presidido el viacrucis de Sevilla
- Señor
del Gran Poder, 1979 y 1987.
- Nuestro
Padre Jesús de la Pasión, 1981.
- Nazareno
del Silencio, 1983.
- Nazareno
de la O, 1994.
- Señor
de la Salud de los Gitanos, 2009. No pudo presidir el rezo por la lluvia.
- Señor
de la Salud de la Candelaria, 2012.
Viacrucis tradicional
En el primitivo viacrucis de Sevilla que
instauró en 1521 Fadrique Enríquez de Ribera,
primer marqués de Tarifa, debía rezarse el ejercicio según el
considerado viacrucis tradicional. Así se refleja en los diferentes azulejos
que se sitúan entre la Casa Pilato y el humilladero de la Cruz del Campo,
recorrido que siguió el viacrucis entre 1630 y 1873. De esta forma, la séptima
estación del primitivo viacrucis era la siguiente: Jesús cae por segunda vez.
Bibliografía
- Jiménez
Sampedro, Rafael. ‘La Semana Santa de Sevilla en el siglo XIX’. Abec
editores. 2013.
- Borrallo,
Pablo. ‘Iconografía de la Semana Santa de Sevilla’. Ediciones Alfar. 2017.
- Roldán
Salgueiro, Manuel Jesús. ‘Gran Poder. Historia, arte y devoción’.
Almuzara. 2014.
- Roldán
Salgueiro, Manuel Jesús. ‘La Semana Santa de la Transición’. El paseo
editorial. 2017.
- Nazarenos
de Sevilla. ABC de Sevilla.
- Leyendas
de Sevilla [En línea] http://leyendasdesevilla.blogspot.com/2013/04/via-crucis-de-la-cruz-del-campo-i.html
- Consejo
General de Hermandades y Cofradías de Sevilla [En línea] http://www.hermandades-de-sevilla.org/via-crucis/imagenes-que-han-presidido-el-via-crucis
- La
Santa Sede [En línea] http://www.vatican.va/news_services/liturgy/2012/via_crucis/sp/station_02.html
https://denazaretasevilla.com/2019/03/21/vii-estacion-jesus-carga-con-la-cruz/