FEMINISMO,
EL CAMINO HACIA EL 8 DE MARZO
¿Por qué se celebra el Día
Internacional de la Mujer justo el 8 de marzo? Analizamos cuáles son las
distintas explicaciones históricas sobre el día de esta celebración
reivindicativa.
A finales del siglo XIX, los actos que llevaban a cabo las
sufragistas –cada vez más numerosas– estaban a punto de empezar a cosechar
éxitos. Este cartel refleja el creciente acceso a la información que estaban
experimentando las mujeres.
Foto: Bridgeman /
Aci
Desde hace más de 100 años, el 8 de marzo es un día que celebra los derechos
conquistados por las mujeres en todos los
ámbitos y conmemora la larga historia de luchas y sacrificios para conseguirlos.
En la actualidad, durante esta jornada, se organizan marchas y manifestaciones
en todo el mundo para denunciar que todavía queda mucho camino por recorrer
hasta alcanzar esta deseada igualdad real entre hombres y mujeres. Pues
muchos datos confirman precisamente esto, que en muchos países
nacer mujer es un lastre social.
Algunas de las proclamas que más se escuchan durante la jornada de
protesta son la reclamación de la equiparación laboral y salarial, una
presencia igualitaria en puestos políticos y empresariales relevantes, el
rechazo a la violencia de género, así como la exigencia de más políticas para
detenerla: en definitiva, un empoderamiento completo de las mujeres en el marco
de la sociedad actual.
Los motivos por los que se estableció un día para reivindicar el lugar de la mujer en la sociedad parece que están claros. Sin
embargo, ¿por qué hacerlo precisamente un 8 de marzo? Si
echamos la vista atrás, encontramos más de un antecedente histórico, y no está
claro cuál fue el más determinante.
FECHAS CLAVE DE LA LUCHA FEMINISTA
En marzo 1857, en el marco de la Revolución industrial, las trabajadoras
de una fábrica textil de Nueva York salieron
a la calle a protestar en masa por las duras condiciones de trabajo. Si bien es
cierto que en ese momento las condiciones laborales de todos los trabajadores
eran durísimas, la precariedad se cebaba especialmente con la parte
femenina del sector, cuyos salarios podían llegar a ser menos de la mitad que
los de los hombres solo por el hecho de ser mujeres. Las
protestas terminaron con la intervención violenta de la policía contra las
manifestantes, pero aquella manifestación sentó un primer precedente gracias a
su gran repercusión.
En 1907 tuvo lugar la primera Conferencia Internacional de Mujeres
Socialistas en Stuttgart, Alemania, liderada por Clara Zetkin,
donde se fundó la Internacional Socialista de Mujeres. Uno de los primeros
objetivos que perseguían era el sufragio femenino.
EL PRIMER DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER
Para mostrar apoyo a la huelga que las trabajadoras textiles llevaron a
cabo en Nueva York en 1908 –una huelga que, junto con la de 1857, pasaría a la
historia–, en 1909 una organización de Mujeres Socialistas
celebró en EE.UU el primer Día
Internacional de la Mujer. Aunque solo tuvo seguimiento en
Nueva York y Chicago, se calcula que
unas 15.000 mujeres participaron en una marcha que recorrió la ciudad de Nueva
York.
En 1910, tuvo lugar el segundo encuentro Internacional Socialista de Mujeres,
en Copenhague, Dinamarca. En
esta ocasión, se propuso fijar un día simbólico –entorno al 8 de marzo– que
sirviera para reivindicar los derechos de todas las mujeres,
principalmente el derecho al voto. El siguiente año, se celebró por primera vez
el Día Internacional de la Mujer el 19 de marzo en algunos países europeos como
Alemania, Austria, Dinamarca
y Suiza.
Los grandes conflictos de una centena de años tan convulsa como el siglo XX
ayudaron a afianzar el papel de la mujer, y a lo largo de las siguientes
décadas muchas organizaciones de mujeres de otros países se fueron uniendo a
las reivindicaciones que se llevaban a cabo durante el mes de marzo. Hasta
que en 1975 la ONU reconoció el día de manera oficial.
Es cierto que no resulta sencillo fijar un solo acontecimiento como el motivo
por el que se escogió el 8 de marzo, por ello se ha de entender como una lucha
en conjunto, un esfuerzo prolongado en el tiempo. Así, se entiende como cada
generación ha ido heredando el deber de luchar por sus derechos y por los de
las generaciones venideras.
NAOMI PARKER FRALEY,
LA MUJER QUE INSPIRÓ
EL CARTEL
“WE CAN DO IT”
La imagen de "Rosie, la
remachadora", creada durante la II Guerra Mundial, se acabó convirtiendo
en un símbolo de los movimientos feministas 40 años más tarde
We Can Do It!
La chica del
cartel fue conocida popularmente como "Rosie, la remachadora" (Rosie,
the riveter). El creador de esta icónica imagen, J. Howard
Miller, se inspiró en la fotografía de una mujer trabajando en una fábrica de
remaches para piezas de aviones. Esta mujer era Naomi Parker Fraley, fallecida
en 2019 a los 96 años.
Este cartel es,
sin duda, uno de los máximos exponentes de la expresión “una imagen vale más
que mil palabras”. Una mujer joven
con un pañuelo rojo de lunares blancos mira al espectador con determinación
mientras levanta la manga de su camisa de trabajo para mostrar su brazo en
tensión como símbolo de fuerza. Su silueta se perfila sobre un llamativo fondo
amarillo.
Todo un icono que tuvo una modelo de carne y hueso: Naomi Parker Fraley. Esta
mujer cuya foto inspiró el anuncio, murió el 20 de enero de 2019 en Washington
a los 96 años.
Este célebre cartel de propaganda bélica fue obra de J.
Howard Miller quien, sin ella saberlo, se inspiró en una foto de Naomi Parker
trabajando en una fábrica, concretamente en la zona donde se
reparaban y remachaban las piezas de los aviones. La chica del cartel pasó a
ser conocida como “Rosie, the riveter”, es decir, Rosie, la remachadora.
Procedente de una
familia trabajadora, Naomi vivía en Alameda (California) cuando Japón atacó Pearl Harbor en 1941 en
el marco de la Segunda Guerra Mundial.
Este ataque supuso la entrada definitiva de Estados Unidos en
la guerra tras varios meses de conjeturas. Una gran cantidad de hombres
partieron hacia el frente, y en consecuencia muchas mujeres se incorporaron al
mercado laboral para suplir la falta de mano de obra.
FEMINISTAS AL RESCATE
Así, Naomi Parker,
junto con su hermana y miles de mujeres, se convirtieron en la nueva fuerza
económica pujante de los Estados Unidos y el cartel de J. Howard Miller en un
símbolo de ello. Aun así, la icónica imagen cayó en el olvido, y no fue
hasta 40 años después cuando los movimientos feministas la rescataron para su
causa.
Muchas mujeres han reivindicado su papel de “Rosies” tras el fin del conflicto
bélico, incluso se ha creado una asociación al respecto. Durante muchos años,
se atribuyó a otras mujeres el papel de musa para el cartel del famoso “We can
do it!”. Sin embargo no fue hasta hace dos años que una
investigación demostró que la imagen del inspirador pasquín, usado todavía hoy
para muchas de las reinvindicaciones feministas actuales, había sido la de
Naomi Parker Fraley.
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