sábado, 17 de abril de 2021


ESPAGUETIS AL DENTE Y CRUJIENTES CON TOMATES CONFITADOS Y UN TOQUE DE MENTA

La pasta es uno de los productos preferidos en todo el mundo. Aunque se trata de uno de los alimentos más ancestrales y se desconoce su origen, probablemente ligado al propio desarrollo de la agricultura —se trata simplemente de mezclar un cereal con agua—, es un producto que puede encontrarse en las cocinas populares de muchos países y culturas.

Cuenta la leyenda que fue Marco Polo quien trajo la pasta a Europa desde China, en uno de sus viajes, aunque algunas referencias históricas aseguran que ya con anterioridad se elaboraban en la ciudad italiana de Pisa los vermicelli, muy similares a los spaghetti, aunque algo más finos.

Aunque la pasta ha sido asumida en los recetarios tradicionales de muchos países, Italia sigue siendo el país donde más se consume y el mayor productor del mundo, con empresas como Barilla, fundada en 1877 por Pietro Barilla, y que actualmente elabora productos que dan lugar a platos tan apetitosos como estos Spaghetti n° 5 al pomodoro by Davide Oldani.

INGREDIENTES

Para 4 personas

·         Para los espaguetis: 320 g de espaguetis Barilla n.° 5 | 4 g de sal | 10 ml de aceite de oliva virgen extra | 200 ml de tomate triturado

·         Para los espaguetis crujientes: 100 g de espaguetis Barilla n.° 5 | 2 g de sal | 200 ml de aceite de girasol

·         Para el tomate confitado: 6 tomates en rama pelados | 3 g de aceite de oliva virgen extra | 3 g de sal | 3 g de azúcar | 2 g de hojas de menta

·         Para el toque final: 15 g de hojas de menta | 50 g de aceite de girasol

ELABORACIÓN

Para los espaguetis al dente, en una cazuela grande con agua hirviendo y sal los hacemos hasta que tengan una textura firme pero no dura, los colamos y mezclamos con una salsa hecha con el tomate triturado.

Para los espaguetis crujientes, los hacemos en agua hirviendo con sal durante unos 11 minutos, los colamos, demos enfriar y secamos. Una vez secos, los freímos de uno en uno en el aceite de girasol a 160 °C, hasta que estén dorados.

Para el tomate confitado cortamos los tomates en rama en cuatro láminas —retirando las semillas— y las condimentamos con sal, aceite de oliva virgen extra, azúcar y menta. Dejamos secar ligeramente en el horno a 57 °C durante aproximadamente 3 horas.

Finalmente, en una cazuela calentamos el aceite de girasol a 60 °C añadimos la menta, dejamos infusionar durante 30 minutos y pasado ese tiempo retiramos la menta.

A la hora de servir colocamos en cada plato una base de los espaguetis con salsa de tomate, añadimos el aceite con menta, los tomates confitados y, por último, los espaguetis crujientes.

http://diariodegastronomia.com/espaguetis-al-dente-crujientes-tomates-confitados-toque-menta/?mc_cid=172fdfe565&mc_eid=58a7c7255e 



La levadura de panadería es el ingrediente clave que proporciona volumen, esponjosidad y un sabor incomparable. Fresca en daditos, líquida, seca activa o instantánea… se trata de un producto vivo y activo, un hongo microscópico que hace que la masa fermente y desarrolle aromas.

PIZZA VEGANA CON CALABACÍN, BERENJENA Y TOMATITOS CHERRY

La levadura de panadería es el ingrediente clave que proporciona volumen, esponjosidad y un sabor incomparable. Fresca en daditos, líquida, seca activa o instantánea… se trata de un producto vivo y activo, un hongo microscópico que hace que la masa fermente y desarrolle aromas.

Solo la levadura de panadería permite obtener productos de panificación: panes, bollería, masas para pizza… En definitiva, elaboraciones tan sabrosas como esta Pizza vegana, una receta ofrecida por Levital.

INGREDIENTES

Para la masa

·         500 gr de harina de fuerza

·         250 ml de agua templada

·         50 ml de aceite

·         15 gr de sal

·         12,5 gr de levadura Levital

Para la pizza

·         ½ calabacín

·         ¼ berenjena

·         Tomatitos cherry

·         Tomate frito

ELABORACIÓN

Para la masa, disolvemos la levadura fresca en un vaso con un tercio de agua tibia, y cuando esté lo vertemos en un bol o recipiente grande. Añadimos la harina, la sal y el aceite y mezclamos todo con un tenedor hasta que la masa esté lo suficientemente más densa como para continuar amasando con las manos sobre la encimera, previamente enharinada.

El truco para conseguir la masa perfecta es repetir un mismo procedimiento durante el amasado: hacemos una bola, doblamos sobre sí misma y volvemos a compactar, repitiéndolo durante varios minutos y espolvoreando la masa de harina para facilitarnos el trabajo. Cuando hayamos terminado, volvemos a dar forma de bola a la masa, la colocamos en un bol, tapamos con un papel film y dejamos reposar durante una hora para que gane volumen y esponjosidad.

Pasado ese tiempo, volvemos a espolvorear con harina la superficie de trabajo y, con la ayuda de un rodillo, aplastamos la bola para darle la forma redonda de la pizza. Le damos la vuelta y repetimos la operación una y otra vez durante dos minutos, y listo.

Para la pizza, cortamos las verduras en rodajas y las asamos por ambos lados en la parrilla con un poco de aceite. Mientras precalentamos el horno a máxima temperatura. Ponemos papel de horno en la bandeja, y encima la masa redondeada. Con la ayuda de un pincel añadimos el tomate frito por toda la masa, sin llegar a los bordes. Cuando tengamos las verduras listas, las repartimos por la masa, bajamos la temperatura del horno a 250 ºC y horneamos durante 10-15 minutos.

http://diariodegastronomia.com/pizza-vegana-calabacin-berenjena-tomatitos-cherry/?mc_cid=172fdfe565&mc_eid=58a7c7255e

 


BERENJENA CON QUESO EMMENTAL EN SALSA DE GUINDILLA

Los quesos de Suiza son famosos en todo el mundo gracias al cuidado y a las características artesanales con las que se elaboran. El pastoreo de las vacas es obligatorio en este país donde está totalmente prohibido el uso de hormonas y antibióticos en la crianza de ganado y donde ningún queso puede fabricarse con aditivos químicos.

Para elaborar un queso suizo se utiliza casi el doble de leche que para fabricar un queso de producción industrial. Las queserías reciben dos veces al día la leche recién ordeñada para garantizar la elaboración de un producto fresco y sano. El uso de leche cruda, no pasteurizada, posibilita un sabor más intenso y potencia los aromas derivados del pasto y forrajes.

Unos sabores que se deben, en esencia, a la leche con la que se elaboran, no pasteurizada y de las mejores vacas, vacas no hormonadas y alimentadas con pastos del prado, heno y hierbas naturales. Gran parte del mérito es de éstas, pero, son los maestros queseros suizos los que siguiendo el mismo proceso que cientos de años atrás, se encargan de transformar la leche en quesos de excelentísimo sabor, sin aditivos, ricos en vitamina D y aptos para intolerantes al gluten y a la lactosa, quesos que dan lugar a platos como esta Berenjena con queso Emmentaler en salsa de guindilla, una receta ofrecida por Quesos de Suiza.

INGREDIENTES

Para 4 personas

o    2 berenjenas medianas

o    Mantequilla para cocinar

o    200 g de queso Emmentaler AOP rallado

o    2 huevos

o    2 hojas de salvia picadas finamente

o    Sal y pimienta

Para la salsa

o    1 diente de ajo cortado en pequeños trozos

o    2 guindillas rojas cortadas en pedazos

o    1 dl de vino rojo

o    20-30 g de mantequilla, fría, cortada en pedacitos

o    Sal y pimienta

ELABORACIÓN

Cortar las berenjenas en 12-16 rodajas, salar y dejar reposar durante 30 minutos. Pasado ese tiempo, secar el líquido con un paño o papel de cocina y freír las rodajas en mantequilla hasta que estén doradas

Mezclar el queso, los huevos y la salvia. Condimentar con sal y pimienta. Untar las berenjenas con esta mezcla y colocar sobre papel de hornear en una bandeja. Gratinar en el horno, previamente precalentado a 220 °C.

Para la salsa, estofar el ajo en la mantequilla, añadir la guindilla y seguir cocinando. Apagar con vino blanco y dejar evaporar a fuego lento. Pasar por el molino para verduras. Cocinar la salsa hasta que se vuelva espesa. Incorporar progresivamente la mantequilla fría. Condimentar con sal y pimienta.

Para el emplatado, verter primero la salsa en los platos calientes y colocar encima las berenjenas al Emmental.

http://diariodegastronomia.com/berenjena-queso-emmental-salsa-guindilla/

 


ZANAHORIAS ASADAS CON ESPECIAS ORIENTALES, VINAGRETA DE MIEL Y LIMÓN, Y QUESO DE CABRA

Vivir en España significa disponer de una oportunidad única para consumir los productos más característicos de la Dieta Mediterránea, como por ejemplo, las frutas, hortalizas, y sus transformados en zumos, conservas y ultracongelados, puesto que es posible conseguirlas fácilmente y a un precio razonable, facilitando así una dieta equilibrada y saludable.

El proceso por el que pasan las verduras congeladas permite procesar la materia prima vegetal de forma eficiente y con bajo impacto ambiental. Además, el producto llega al consumidor limpio y troceado, impidiendo que se generen desperdicios. Pero, ¿y desde el punto de vista nutricional? ¿conservan las verduras congeladas sus propiedades? En torno a las propiedades nutritivas de las verduras congeladas han girado muchos mitos, sin embargo, según la Asociación Española de Fabricantes de Vegetales Congelados (ASEVEC) ya son varios los estudios que han demostrado cómo, gracias al proceso de la ultracongelación, se preservan prácticamente intactas sus propiedades.

“El proceso que siguen las verduras congeladas es un gran desconocido para la población. La principal diferencia entre una verdura fresca y una congelada es que, la segunda se congela a gran velocidad y en continuo movimiento para conservar la calidad, sabor y valor nutricional del producto. El proceso se realiza con aire a menos cuarenta grados, que permite que el producto alcance rápidamente la temperatura de menos veinte, evitando así roturas de tejidos y pérdida de fluidos”, explica Álvaro Aguilar, secretario general de ASEVEC.

Otra de las ventajas que presentan estos productos es que ayudan a evitar el desperdicio alimentario y son medioambientalmente sostenibles. Su tratamiento permite que lleguen al consumidor limpias, enteras o troceadas, por lo que no generan desperdicios y, además, son de uso fácil y rápido, ya que se presentan listas para cocinar, dando lugar a elaboraciones como estas Zanahorias asadas con especias orientales, vinagreta de miel y limón y queso de cabra.

INGREDIENTES

o    500 g de zanahorias congeladas

o    85 ml de zumo de naranja

o    200 ml de aceite de oliva

o    Media cucharadita de comino molido

o    1 pizca de azafrán

o    6 dátiles

o    1 cucharada sopera de cilantro fresco

o    1 cucharada de miel

o    100 g de queso de cabra

o    Media cucharadita de sal

ELABORACIÓN

Echar las zanahorias, sin descongelar, en una sartén con dos cucharadas de aceite. Dejar rehogar a fuego medio durante 7 minutos, moviendo continuamente.

Cuando estén hechas, mezclarlas en un bol con el zumo de naranja, el aceite y la miel. Añadir el comino y el azafrán, salpimentar al gusto, y remover todo bien.

Deshuesar los dátiles, cortarlos en trozos pequeños y añadirlos al bol, junto con las zanahorias y el aliño. Mezclarlo bien y guardar en la nevera durante una hora.

Pasado ese tiempo, sacar el bol de la nevera y añadir el cilantro fresco picado. Por último, picar el queso de cabra en daditos y añadirlo.

Emplatar con un poco de cebollino picado por encima.

http://diariodegastronomia.com/zanahorias-asadas-especias-orientales-vinagreta-miel-limon-queso-cabra/






 


 

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