domingo, 20 de marzo de 2022

 

Simbolismo Románico 4


"El románico habla al corazón del hombre y a su inteligencia más profunda" (Jaime Cobreros)

 

El enigma del Románico Erótico

Introducción al arte románico erótico

Es indudable que uno de los aspectos que más interés genera en el aficionado al arte románico es su escultura e iconografía. Es frecuente ver a los visitantes de una iglesia románica dedicar un largo rato para observar con detenimiento el conjunto de capiteles y la corona de canecillos para interpretar el significado de sus pétreas tallas.

Ciertamente, si el románico relaja nuestras mentes gracias a su armonía y equilibrio arquitectónico, también nos estimula e inquieta con la fantasía de sus esculturas.


En este panorama, es la escultura erótica o de contenido sexual y reproductivo la que, en muchas ocasiones, nos causa mayor extrañeza.


Ciertamente no deja de sorprender la presencia en numerosas iglesias de canecillos, metopas y capiteles esculpidos con escenas más o menos subidas de tono.

Aunque es por todos conocida la habitualidad con la que otras civilizaciones esculpían o pintaban escenas eróticas, como en el caso de los templos hindúes, las pinturas murales romanas (Pompeya es un buen ejemplo) o las cerámicas griegas, nos cuesta asimilarlo en el arte religioso cristiano.


Desde nuestra mentalidad actual, en que la sexualidad conserva una cierta carga de vergüenza e indecoro, el sitio en que menos podríamos esperar encontrar esculturas de este tipo es adornando iglesias.


Distribución geográfica

En el románico español, este arte erótico lo podemos encontrar en innumerables iglesias. Es claro que la mayor densidad de iconografía sexual se halla especialmente en el sur de Cantabria y norte de las provincias de Palencia y Burgos, siendo el epicentro de este tipo de escultura la célebre Colegiata de Cervatos, junto a Reinosa.

En la comunidad cántabra es en la Cuenca del Besaya y las comarcas de Campoo y Valderredible donde más ejemplos encontramos: Cervatos, Bolmir, Yermo, etc.

En Palencia se sitúan en la zona nororiental, en la Montaña Palentina, que es vecina a Cantabria. Entre los lugares concretos citamos San Cebrián de Mudá, Revilla de Santullán, etc. en Burgos es frecuente encontrar arte erótico también en el norte: Tejada, Valdenoceda, etc.

Pero insistimos en que la difusión es mucho más amplia.

El arte erótico o reproductivo románico lo encontramos en toda Europa y también en todo el románico español: Navarra, Aragón, Galicia, etc.

Como ejemplo de ellos, en esta página incluimos imágenes de escultura románica erótica pertenecientes a iglesias de otras latitudes: Segovia (Fuentidueña y Barahona del Fresno), Soria (Castillejo de Robledo) y sureste de Burgos (Vizcaínos)

Tipos de representaciones del románico erótico

Como ya dijimos, estas representaciones eróticas se hallan mayoritariamente en el exterior de las iglesias, muy frecuentemente en canecillos y menos en metopas. También hay casos (Cervatos) en que la encontramos en los capiteles de ventanales. Es mucho más excepcional hallarlas en el interior, aunque a diversos casos como en la iglesia segoviana de Aldehuelas de Sepúlveda o en la cántabra de Villanueva de la Nía, por poner sólo dos ejemplos.


En las escenas sexuales del arte románico hay una serie de representaciones que se repiten con frecuencia y que son:

  • Hombres itifálicos (onanistas o no). También se representan animales (por ejemplo, monos) en esta misma actitud
  • Mujeres mostrando su sexo (se interpreta que cuando llevan su cabeza cubierta por toca se trata de mujeres casadas)
  • Coitos entre humano
  • Mujeres embarazadas
  • Partos
  • Madres con niños pequeños
  • Coitos entre animales

Todo ello sin contar con las frecuentes representaciones de fiestas, juglares, bailes, etc. En este sentido, no podemos dejar de citar la sensual representación de la bailarina contorsionista junto al músico que hallamos en las iglesias aragonesas del Maestro de San Juan de la Peña.

Algo de lo que queremos dejar constancia aquí es del hecho de que, frecuentemente, estos canecillos y capiteles de contenido sexual se hallan especialmente mutilados o erosionados.


Al deterioro normal de tantos siglos de existencia, hay que añadir las agresiones deliberadas de que fueron objeto en el pasado.


Interpretaciones del románico erótico

1.- Interpretación tradicional: censura del pecado

La interpretación más habitual es que esta iconografía erótica se expuso en los templos como aviso contra los pecados de la fornicación, adulterio, etc. y su correspondiente castigo.


En algunos Juicios Finales de grande portadas del románico y el gótico se representan personajes lujuriosos atormentados en el infierno: mujeres siendo mordidas en los pechos y sexo por serpientes y hombres castigados también en sus testículos y pene.


Pero esta escultura no es la que se conoce como románico erótico pues su temática y significado son concretos y conocidos. No estamos refiriendo en este artículo al que se expone en la mayoría de los templos rurales, incluso monásticos, donde son escasos los temas de castigo, mientras que las escenas sexuales se representan con la mayor normalidad.

 

2.- Sencillo reflejo de las costumbres vitales

Podríamos decir que esta teoría es opuesta a la anterior y es cada día más aceptada por muchos autores y estudiosos. Quienes la apoyan, aseguran que la sociedad del siglo XII tenía conceptos morales distintos a los actuales y que la represión sexual era mucho menor, especialmente en los ambientes rurales y populares

En este contexto de desinhibición, el sexo sería algo más cotidiano y menos ocultable que ahora, por lo que los escultores románicos locales representarían escenas eróticas como parte de las costumbres normales de la sociedad en que vivían. De igual modo que esculpían fiestas, labores agrícolas, cacerías, guerras y todo aquello que formaba los acontecimientos cotidianos de la sociedad en que vivían, también esculpían las relaciones sexuales que al final conducían a la perpetuación de la vida.

Para algunos autores, esta situación comenzaría a declinar con el puritanismo calvinista del siglo XVI que caló de forma directa o indirecta en toda la sociedad occidental.

3.- Necesidad Reproductora

 


Para otros autores, lo que aquí se manifiesta es la necesidad de reproducción del ser humano.

Por ejemplo, según María Paz Delgado, estas representaciones podían tener como fin la estimulación de las relaciones sexuales y con ello incrementar la concepción de un número mayor de hijos, en una sociedad con elevada mortalidad infantil y con una esperanza de vida bastante baja. La Europa medieval era víctima de frecuentes guerras y mortandades y había que estimular el crecimiento de la población.


4.- Poder geniásico del hombre

Para Jaime Cobreros, con la presencia casi continua de temas reproductivos en la escultura románica se estaría aludiendo a la capacidad casi divina del hombre de crear (o procrear), en este caso mediante el sexo. Dios hizo al hombre a Su imagen y semejanza. A diferencia de los ángeles -espíritus puros- el ser humano puede engendrar. Recordemos que en el Dios Trino del Cristianismo el Padre no crea -sino que engendra- al Hijo.


En efecto, hay numerosos casos de iglesias en que junto a escenas eróticas (o más acertadamente sexuales y reproductivas) aparecen mujeres embarazadas, partos y las madres con sus hijos.

En la imagen inferior, mostramos dos canecillos de la iglesia navarra de Larumbe. El primero muestra a una mujer casada iniciando el coito acercándose los genitales de su marido. A continuación, esa misma mujer aparece como madre sosteniendo a su hijo.


5.- Reacción a la herejía cátara

Durante cientos de años, el cristianismo tuvo que luchar contra intromisiones de otras creencias de origen oriental como el gnosticismo y el maniqueísmo. Ésta última creencia establecía que todo lo material, incluyendo el cuerpo humano, había sido creado por un dios malo, mientras que el espíritu -lo único bueno- fue obra de un dios bueno. Para los seguidores de estas creencias, el hombre debía liberarse de todo lo corpóreo y ascender en conocimientos esotéricos especiales para alcanzar dicha iluminación.

Según han expuesto estudiosos del fenómeno albigense (de fuerte contenido maniqueo), la presencia de escultura románica erótica obedece a una potenciación del sexo como reacción a este movimiento herético de los siglos XII y XIII.

En efecto, los cátaros tenían prohibido el matrimonio y la procreación de hijos era lo peor considerado porque según sus creencias suponía encerrar nuevos espíritus en la infernal materialidad de la carne.

Sobre estas últimas cuatro interpretaciones

Estas últimas cuatro interpretaciones (puntos 2 al 5) llevarían estas esculturas a un plano positivo y natural. Quizás por eso sea tan frecuente encontrar representaciones de mujeres casadas embarazadas y en pleno parto o ya como madres protegiendo a sus hijos procreados.


Resumen

 

Si la escultura románica encierra en su iconografía todo un mundo complejo de significados y simbolismos, se nos antoja poco probable que obtengamos nunca una única y segura interpretación del arte erótico románico (quizás debamos empezar a emplear el término "reproductivo").

Quizás todas estas interpretaciones tengan algo de verdad o quizás el románico erótico obedezca a razones todavía insospechadas.

También puede ser que estas esculturas estén colocadas allí para que cada uno saque sus propias conclusiones en función de sus necesidades e inquietudes espirituales. De hecho el símbolo románico habla al corazón de cada ser humano.




FIN 4ª parte y Final
































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