Simbolismo Románico 4
"El románico habla al corazón del hombre
y a su inteligencia más profunda" (Jaime Cobreros)
El enigma
del Románico Erótico
Introducción
al arte románico erótico
Es indudable
que uno de los aspectos que más interés genera en el aficionado al arte
románico es su escultura e iconografía. Es frecuente ver a los visitantes de
una iglesia románica dedicar un largo rato para observar con detenimiento el
conjunto de capiteles y la corona de canecillos para interpretar el significado
de sus pétreas tallas.
Ciertamente,
si el románico relaja nuestras mentes gracias a su armonía y equilibrio
arquitectónico, también nos estimula e inquieta con la fantasía de sus
esculturas.
En este
panorama, es la escultura erótica o de contenido sexual y reproductivo la que,
en muchas ocasiones, nos causa mayor extrañeza.
Ciertamente
no deja de sorprender la presencia en numerosas iglesias de canecillos, metopas
y capiteles esculpidos con escenas más o menos subidas de tono.
Aunque es
por todos conocida la habitualidad con la que otras civilizaciones esculpían o
pintaban escenas eróticas, como en el caso de los templos hindúes, las pinturas
murales romanas (Pompeya es un buen ejemplo) o las cerámicas griegas, nos
cuesta asimilarlo en el arte religioso cristiano.
Desde
nuestra mentalidad actual, en que la sexualidad conserva una cierta carga de
vergüenza e indecoro, el sitio en que menos podríamos esperar encontrar
esculturas de este tipo es adornando iglesias.
Distribución
geográfica
En el
románico español, este arte erótico lo podemos encontrar en innumerables
iglesias. Es claro que la mayor densidad de iconografía sexual se halla
especialmente en el sur de Cantabria y norte de las provincias de Palencia y
Burgos, siendo el epicentro de este tipo de escultura la célebre Colegiata de
Cervatos, junto a Reinosa.
En la
comunidad cántabra es en la Cuenca del Besaya y las comarcas de Campoo y
Valderredible donde más ejemplos encontramos: Cervatos, Bolmir, Yermo, etc.
En
Palencia se sitúan en la zona nororiental, en la Montaña Palentina, que es
vecina a Cantabria. Entre los lugares concretos citamos San Cebrián de Mudá,
Revilla de Santullán, etc. en Burgos es frecuente encontrar arte erótico
también en el norte: Tejada, Valdenoceda, etc.
Pero
insistimos en que la difusión es mucho más amplia.
El arte
erótico o reproductivo románico lo encontramos en toda Europa y también en todo
el románico español: Navarra, Aragón, Galicia, etc.
Como ejemplo
de ellos, en esta página incluimos imágenes de escultura románica erótica
pertenecientes a iglesias de otras latitudes: Segovia (Fuentidueña y Barahona
del Fresno), Soria (Castillejo de Robledo) y sureste de Burgos (Vizcaínos)
Tipos
de representaciones del románico erótico
Como ya
dijimos, estas representaciones eróticas se hallan mayoritariamente en el
exterior de las iglesias, muy frecuentemente en canecillos y menos en metopas.
También hay casos (Cervatos) en que la encontramos en los capiteles de
ventanales. Es mucho más excepcional hallarlas en el interior, aunque a
diversos casos como en la iglesia segoviana de Aldehuelas de Sepúlveda o en la
cántabra de Villanueva de la Nía, por poner sólo dos ejemplos.
En las
escenas sexuales del arte románico hay una serie de representaciones que se
repiten con frecuencia y que son:
- Hombres itifálicos (onanistas o no). También
se representan animales (por ejemplo, monos) en esta misma actitud
- Mujeres mostrando su sexo (se interpreta que
cuando llevan su cabeza cubierta por toca se trata de mujeres casadas)
- Coitos entre humano
- Mujeres embarazadas
- Partos
- Madres con niños pequeños
- Coitos entre animales
Todo ello
sin contar con las frecuentes representaciones de fiestas, juglares, bailes,
etc. En este sentido, no podemos dejar de citar la sensual representación de la
bailarina contorsionista junto al músico que hallamos en las iglesias
aragonesas del Maestro de San Juan de la Peña.
Algo de lo
que queremos dejar constancia aquí es del hecho de que, frecuentemente, estos
canecillos y capiteles de contenido sexual se hallan especialmente mutilados o
erosionados.
Al deterioro
normal de tantos siglos de existencia, hay que añadir las agresiones
deliberadas de que fueron objeto en el pasado.
Interpretaciones
del románico erótico
1.-
Interpretación tradicional: censura del pecado
La
interpretación más habitual es que esta iconografía erótica se expuso en los
templos como aviso contra los pecados de la fornicación, adulterio, etc. y su
correspondiente castigo.
En algunos
Juicios Finales de grande portadas del románico y el gótico se representan
personajes lujuriosos atormentados en el infierno: mujeres siendo mordidas en
los pechos y sexo por serpientes y hombres castigados también en sus testículos
y pene.
Pero esta escultura no
es la que se conoce como románico erótico pues su temática y significado son
concretos y conocidos. No estamos refiriendo en este artículo al que se expone
en la mayoría de los templos rurales, incluso monásticos, donde son escasos los
temas de castigo, mientras que las escenas sexuales se representan con la mayor
normalidad.
2.- Sencillo
reflejo de las costumbres vitales
Podríamos
decir que esta teoría es opuesta a la anterior y es cada día más aceptada por
muchos autores y estudiosos. Quienes la apoyan, aseguran que la sociedad del
siglo XII tenía conceptos morales distintos a los actuales y que la represión
sexual era mucho menor, especialmente en los ambientes rurales y populares
En este
contexto de desinhibición, el sexo sería algo más cotidiano y menos ocultable
que ahora, por lo que los escultores románicos locales representarían escenas
eróticas como parte de las costumbres normales de la sociedad en que vivían. De
igual modo que esculpían fiestas, labores agrícolas, cacerías, guerras y todo
aquello que formaba los acontecimientos cotidianos de la sociedad en que
vivían, también esculpían las relaciones sexuales que al final conducían a la
perpetuación de la vida.
Para algunos
autores, esta situación comenzaría a declinar con el puritanismo calvinista del
siglo XVI que caló de forma directa o indirecta en toda la sociedad occidental.
3.- Necesidad Reproductora
Para otros
autores, lo que aquí se manifiesta es la necesidad de reproducción del ser
humano.
Por ejemplo,
según María Paz Delgado, estas representaciones podían tener como fin la
estimulación de las relaciones sexuales y con ello incrementar la concepción de
un número mayor de hijos, en una sociedad con elevada mortalidad infantil y con
una esperanza de vida bastante baja. La Europa medieval era víctima de
frecuentes guerras y mortandades y había que estimular el crecimiento de la
población.
4.- Poder
geniásico del hombre
Para Jaime
Cobreros, con la presencia casi continua de temas reproductivos en la escultura
románica se estaría aludiendo a la capacidad casi divina del hombre de crear (o
procrear), en este caso mediante el sexo. Dios hizo al hombre a Su imagen y
semejanza. A diferencia de los ángeles -espíritus puros- el ser humano puede
engendrar. Recordemos que en el Dios Trino del Cristianismo el Padre no crea
-sino que engendra- al Hijo.
En efecto,
hay numerosos casos de iglesias en que junto a escenas eróticas (o más
acertadamente sexuales y reproductivas) aparecen mujeres embarazadas, partos y
las madres con sus hijos.
En la imagen
inferior, mostramos dos canecillos de la iglesia navarra de Larumbe. El primero
muestra a una mujer casada iniciando el coito acercándose los genitales de su
marido. A continuación, esa misma mujer aparece como madre sosteniendo a su
hijo.
5.- Reacción
a la herejía cátara
Durante
cientos de años, el cristianismo tuvo que luchar contra intromisiones de otras
creencias de origen oriental como el gnosticismo y el maniqueísmo. Ésta última
creencia establecía que todo lo material, incluyendo el cuerpo humano, había
sido creado por un dios malo, mientras que el espíritu -lo único bueno- fue
obra de un dios bueno. Para los seguidores de estas creencias, el hombre debía
liberarse de todo lo corpóreo y ascender en conocimientos esotéricos especiales
para alcanzar dicha iluminación.
Según han
expuesto estudiosos del fenómeno albigense (de fuerte contenido maniqueo), la
presencia de escultura románica erótica obedece a una potenciación del sexo
como reacción a este movimiento herético de los siglos XII y XIII.
En efecto,
los cátaros tenían prohibido el matrimonio y la procreación de hijos era lo
peor considerado porque según sus creencias suponía encerrar nuevos espíritus
en la infernal materialidad de la carne.
Sobre
estas últimas cuatro interpretaciones
Estas
últimas cuatro interpretaciones (puntos 2 al 5) llevarían estas esculturas a un
plano positivo y natural. Quizás por eso sea tan frecuente encontrar
representaciones de mujeres casadas embarazadas y en pleno parto o ya como
madres protegiendo a sus hijos procreados.
Resumen
Si la
escultura románica encierra en su iconografía todo un mundo complejo de
significados y simbolismos, se nos antoja poco probable que obtengamos nunca
una única y segura interpretación del arte erótico románico (quizás debamos
empezar a emplear el término "reproductivo").
Quizás todas
estas interpretaciones tengan algo de verdad o quizás el románico erótico
obedezca a razones todavía insospechadas.
También
puede ser que estas esculturas estén colocadas allí para que cada uno saque sus
propias conclusiones en función de sus necesidades e inquietudes espirituales.
De hecho el símbolo románico habla al corazón de cada ser humano.
FIN 4ª parte y Final
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