jueves, 25 de enero de 2018

(1)CRÓNICAS DEL UNIVERSAL
GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

España tiene ya un gobierno de izquierda

Don Manuel Azaña en la jefatura.- Se dedicará
de lleno a la reorganización de la República,
siguiendo las tendencias radicales.

     Por  LESTER ZIFFREN
        Corresponsal de la United Press

MADRID, 19 de febrero.- Don Manuel Azaña y Díaz, generalmente reconocido como "el brazo fuerte de la Segunda República", volvió hoy a encargarse del poder, con indicaciones de dedicarse de lleno a reorganizar la República, siguiendo lineamientos "netamente republicanos".
     Se recordará que fue derrocado el Gobierno que presidía en octubre de 1933 después de haber sido Azaña primer ministro durante dos años, ahora que ha vuelto a encabezar el gobierno tiene el propósito de seguir desarrollando su labor de reorganización de España, apegándose estrictamente a las tendencias izquierdistas.
     Inmediatamente después de haber sido conferido el importantísimo cargo por el presidente de la República, don Niceto Alcalá Zamora, don Manuel Azaña procedió con toda actividad a la formación de un gabinete izquierdista que incluye a tres miembros del "Comité Republicano Revolucionario", originalmente formado por los oposicionistas para derrocar la monarquía, y que logró la caída de Alfonso XIII el 14 de abril de 1931.
     Don Manuel Azaña fue con anterioridad primer ministro encargado de la cartera de Guerra, pero en el nuevo gabinete se ha concretado a asumir la presidencia del Consejo de Ministros, siendo sus colaboradores los que siguen:
         Ministerio de Estado, Augusto Barcia, que fue con anterioridad presidente del Consejo Superior Bancario; fue también presidente del Ateneo y es un escritor distinguido y activo publicista.
          Gobernación, Amos Salvador.
          Guerra, general Masquelet.
          Marina, José Giral, quien ocupó el mismo puesto en los gabinetes anteriores de Azaña.
      Educación, Marcelino Domingo (catalán), miembro del Comité Revolucionario y el primer republicano que llegó a tener a su cargo el Ministerio de Educación.
      Obras Públicas, Casares Quiroga (gallego), que fue también miembro del Comité Revolucionario, ex ministro de Gobernación en los gabinetes anteriores de Azaña.
          Justicia, Antonio Lara.
          Hacienda, Gabriel Franco, joven y distinguido economista que fue subsecretario de Hacienda a las órdenes del ministro Jaime Carner.
          Agricultura, Manuel Ruiz Funes.
          Comunicaciones, Blasco Grasón.
          Industria, Plácido Alvárez Buylla, y
          Trabajo, Enrique Ramos.
     Los socialistas que contaron con tres carteras en los anteriores gobiernos del señor Azaña han acordado esta vez no formar parte del Consejo de Ministros; pero en cambio le darán todo su apoyo en las Cortes. Por lo mismo, el Gobierno formado hoy es considerado como izquierdista moderado.
     Está integrado por diez republicanos de la izquierda, dos elementos de la Unión Republicana, y uno que no es político. Los diez republicanos son: Azaña, García Salvador, Giral, Funes, Franco, Casares Quiroga, Buylla, Ramos y Domingo. Lara y Garzón pertenecen a la Unión Repiblicana y el general Masquelet no tiene afiliación política.
     Según se tiene entendido, el ex primer ministro, Diego Martínez Barrios, miembro prominente de la combinación electoral izquierdista que obtuvo el triunfo el último domingo, no quedó incluido en el último gabinete porque hay el propósito de designarlo presidente de las Cortes, puesto que en la práctica equivale al de vicepresidente de la República.
     El nuevo gabinete contiene tres carteras, recordándose que el primer gabinete republicano estuvo integrado por doce ministros y que cuando don Joaquín Chapaprieta adoptó su "programa de economías", el número de ministros se redujo a diez, que era el que había en el gabinete saliente de don Manuel Portela Valladares.
     El retorno de Azaña al poder ha sido interpretado como indicio de que la República llevará ahora a la práctica muchas de las disposiciones contenidas en la Constitución que fueron adoptadas bajo su dirección, pero que han sido ignoradas por completo o en parte, por los gobiernos derechistas que ha habido desde 1933.

El programa de Azaña

     El programa de Azaña consiste en dar a la nación una fuerte tendencia laica, en mantener una aptitud de absoluto respeto por la aspiración de autonomía de Cataluña, y en proceder con la urgencia que el caso requiere con respecto a lo que considera gran necesidad de llevar a cabo la reforma agraria, dividiendo los latifundios entre los campesinos.
     La noticia de que Azaña había sido designado primer ministro fue recibida con extremado júbilo en Barcelona. La Generalidad Catalana, que había sido suspendida desde la revolución de octubre de 1934, reanudó todas sus funciones con excepción de la legislativa. Los líderes catalanistas han redactado inmediatamente una petición que enviarán a Madrid solicitando que se anule el decreto que la suspendió. Si Azaña la atiende favorablemente, cosa que todos esperan, las cortes catalanas podrán reanudar muy pronto su labor legislativa. En caso contrario, la Generalidad sólo seguirá con sus funciones administrativas.

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El presidente Alcalá Zamora fue depuesto
por las Cortes.

Violó la Constitución al disolver por tercera vez
la Magna Asamblea.

United Press
     MADRID, 8 de abril.- Don Niceto Alcalá Zamora, conocido como el Padre de la Segunda República Española, ha sido depuesto de su alto cargo al probarse en la sesión de hoy de las Cortes, la proposición presentada por los elementos del Frente Popular, en el sentido de que el presidente de la República había disuelto en forma injustificada el Parlamento anterior.
     El presidente de la Cámara, en funciones de presidente provisional, Diego Martínez Barrio, encabezó la comisión de diputados que fue a la residencia del señor Alcalá Zamora para notificarle oficialmente su remoción.
     Después de prolongado debate en el que prominentes oradores y líderes del Frente Popular apoyaron dicha proposición, se procedió a votar, absteniéndose de hacerlo, los miembros del gabinete y el presidente de la Cámara; los monarquistas, los tradicionalistas, los agraristas y los diputados del Partido de la Acción Popular, abandonaron el salón durante la votación. Los radicales, centristas y progresistas se opusieron.
     Los elementos del Frente Popular estaban ansiosos por deponer de la primera magistratura a don Niceto Alcalá Zamora porque siendo ferviente católico era considerado como un obstáculo para el desarrollo de su programa, pues es bien conocida su tendencia de mantener a España lo más izquierdista posible, sin llegar a ser socialista.
     De la misma manera que el ex monarca don Alfonso, el ex presidente de la República, don Niceto Alcalá Zamora, ha sido acusado de haber desarrollado una política de tendencias, personalistas lo cual quiere decir que se considera que lo movía el deseo de lograr que el régimen respondiera a sus deseos y a sus ambiciones personales.
     Aun cuando se le considera entre los liberales, es en realidad conservador si se comparan sus tendencias con las de los elementos que integran el Frente Popular, que no ha podido olvidar que en 1930 ordenó la disolución de las Cortes, basándose en que no constituían la verdadera expresión de la opinión pública de España.
     Durante la sesión de esta tarde en las Cortes, que estuvo muy concurrida, notándose aglomeraciones en galería y corredores, y durante la cual prevaleció un ambiente de tensión general, se efectuaron los debates en los que el señor Alcalá Zamora no estuvo en condiciones de defenderse, ya fuera verbalmente o por escrito, a causa de la reglamentación expresa sobre el particular que norma las actividades parlamentarias en estos casos.
     Los miembros de la Liga Catalana fueron los únicos en expresar la opinión de que la forma en que se ha procedido ha sido injusta y nada equitativa, porque de hecho la Legislatura ha tratado de rsolver y fallar en una controversia entre la misma Legislatura y el presidente constituyéndose así en juez y parte.
     La actitud de las Cortes no causó ciertamente sorpresa alguna a don Niceto Alcalá Zamora, pues ya esperaba la aprobación de la proposición de los izquierdistas y aun tenía listo a un notario iciera un inventario de los fondos en existencia en el palacio, de los destinados a gastos de representación, así como de los objetos y mobiliario del mismo palacio.
     El último lunes se anunció que el ahora ex presidente Alcalá Zamora logró en dichos gastos de representación durante el último trimestre economías con un total de sesenta mil pesetas que fueron devueltas a la tesorería, elevando el total de las sumas devueltas por ese concepto desde que ha estado en el poder a un millón quinientas veintiocho mil pesetas.
     El presidente de la Cámara Diego Martínez Barrio, tomó ya posesión con todas las formalidades de ley, de la presidencia de la República, que ocupará provisionalmente y hasta que efectuadas las elecciones presidenciales, deje el alto cargo en manos del presidente electo.

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La hora lúgubre de Kerensky

Por CARLOS PEREYRA

     (20 de abril).-  Molotov anuncia que los camaradas rusos van a abrir sus templos cívicos para el culto del sufragio universal, secreto, igual y directo. En España ese mismo sufragio es arrojado al muladar por los camaradas de los camaradas rusos. Hay 13.528,609 votantes inscritos; cuatro millones ciento veinte mil noventa y cinco se abstuvieron de votar. De los nueve millones que ejercitaron sus derechos, resultó una mayoría en favor de los partidos antirrevolucionarios; pero como la revolución quedó adueñada de los grandes centros, los artificios de la ley, uniéndose a las coacciones, dieron en la balanza con una inclinación de victoria decisiva. Con todo, no puede negarse que existen tres facciones iguales del cuerpo electoral; la de los indiferentes o incapaces; la de los vencidos; la de los vencedores que no admiten limitación alguna en sus ventajas.
     Si esta fuera una consecuencia electoral, apenas merecería comentarlo. Pero lo acontecido se revela como afirmación revolucionaria, ligada con el antecedente del 6 de octubre, y como punto de partida para transformaciones de incalculables resonancias en el orden político, económico, espiritual, y en todos los otros órdenes de la vida. Cada uno de los grupos vendedores va a sus propios fines. Los republicanos jacobinos se apresuran a un aplastamiento del adversario en la enseñanza, en la magistratura, en la burocracia, en el Ejército y en los cuerpos de seguridad. Establecen la censura de prensa y de tribuna, niegan el derecho de reunión, desarticulan todas las organizaciones políticas e imponen penas corporales o pecuniarias. La acción trituradora tiene toda la extensión que puede dar un mando despótico.
     El aliado revolucionario pide más. El republicano otorga cuanto menos posible, aunque siempre con exceso de lo que él quisiera consentir, y lo que voluntariamente ofrece, nos satisface. Sus violencias espontáneas parecen tímidas concesiones.
     El Gobierno tiene que marchar deprisa, llevado a empujones por la chusma, procurando dejar ocultas las nueve décimas partes de los hechos que se realizan contra su propio decoro. La función de las autoridades parece concentrada en la negación de lo innegable. Cuando la censura logra que los periódicos no den cuenta de un Gobierno duerme contento. ¿Qué pasa en Granada? ¿Qué pasa en Cádiz? Según la prensa, todo ha sido normal. El ministro de Gobernación es arquitecto y es hijo de un ministro de la monarquía. Como arquitecto, como hijo de ministro monárquico y como ministro republicano, le interesa que no haya iglesias quemadas en el centro de Madrid. Además, el ministro es diez o doce veces millonario. El Frente Popular Español, a imitación del Frente Popular Francés, busca hombres de gran fortuna para que llegue bien prestigiado el oleaje bolchevique. Este ministro de Gobernación, arquitecto y millonario, no quiere que arda el centro de Madrid. Pero le queman una iglesia enfrente de su despacho, a doscientos metros del edificio en que ejerce las altas funciones de la Gobernación. El ministro ignora quien ha quemado ese templo. Y sólo dice, hostigado por la curiosidad periodística: "Se quemó San Luís". También "se quemó San Ignacio". Pero el ministro lo niega, aunque San Iganacio dista otros doscientos metros de su oficina. A lo sumo, admite que en San Ignacio hubo un conato. Madrid entero acude, y ve el conato. El templo tiene por bóveda la celeste y las llamas del conato envolvieron un gran almacén situado junto a la iglesia. Búsquese anizados", en cualquier periódico español una noticia inteligible de estos dos incendios. En uno de los dos siniestros salieron heridos gravemente dos bomberos, que murieron después, y los entierros se hicieron con ostentación agresiva, porque eso dos hombres eran socialistas. El cuerpo de bomberos desfiló y muchos de los individuos del cuerpo levantaron sus puños. De esto sí se publican pormenores a más no poder.
     En la populosa barriada del Puente de Vallecas ha habido incendios de varios edificios y saueos de varias tiendas. "Exageraciones", dice el ministro millonario. En vano se le dice que las exageraciones cesarán cuando el público tenga noticia de los datos precisos. Así se negaría que en el Puente de Vallecas fueron saqueadas veintiséis tiendas y que fueron incendiados tres edificios. El ministro ofrece una explicación.
     
     "Los autores de estos hechos no pertenecen a los partidos organizados". Y hay algo extraordinariamente satisfactorio: "los partidos organizados procuraron calmar a los desorganizados". Este fue el parte de victoria.

     En Granada quemaron la iglesia del Salvador y la de San Gregorio. Quemaron "El Ideal", periódico que dependía de "Debate", de Madrid. Quemaron el teatro de Isabel la Católica, el mejor de la ciudad. Ardió todo el inmueble del Café Colón, y ardió el Café Royal. Fue incendiado el Club de Tenis. Destruyeron las oficinas de Acción Popular, las de Falange Española y la casa del señor Taboada, profesor de ciencias naturales en el instituto. La ciudad estuvo bajo la autoridad, si puede dársele tal nombre, de veinticinco grupos que con parejas de guardias practicaron registros e hicieron detenciones. Todo esto se sabe casualmente por el que habla con algún granadino.
   Logroño es la casa solariega del ministro de Gobernación. Allí están sus ejecutorias. Allí puede sentir especialmente lo que significa la destrucción por el fuego de tres centros políticos antipáticos, de un teatro y de seis edificios religiosos.
     Un periódico, cuyo nombre no quiero mencionar, empezó sus tareas de colaboración oficiosa con esta delicada explicación de los hechos:

     "Durante los días 17 y 18 de febrero se prendió fuego por esos pueblos a algunas iglesias. El procedimiento ya es conocido: se derrama un poco de gasolina en los muros de los edificios, se les aplica una cerilla y parece que arde en pompa el templo. Lo único que arde es la gasolina. Pero se produce la alarma y se da ocasión a que se exageren los acontecimientos y a que muchos puedan creer que las iglesias han sido reducidas a ceniza." Pequeñeces: "retozó un poco el pueblo, que tanto había sufrido durante dos años, y se produjo alguno que otro susto en la beatería andante."

     Un mes más tarde, el mismo periódico reconoce que la última quincena de febrero fue pavorosa. "Hubo muchos chispazos y algunos incendios y no pocos sucesos lamentables; pero todo ello fue dominado instantáneamente.
      El ministro de Gobernación no ha tenido que batir una revolución que se le viniera de frente; pero sí una maniobra de agente provocador, que desluce mucho más la gestión de un ministro de Gobernación y que acaba por quebrantar la salud del más fuerte."
     Todo esto para dar a entender que las iglesias son quemadas por los sacristanes, que el ministro tiene disentería y que no sintiéndose apegado al puesto, dimitirá cuando pueda.

     Mientras más se extienda la violencia revolucionaria más dura es la acción del Gobierno contra la opinión antirrevolucionaria. "Política", el periódico de Azaña, anunció medidas implacables para depurar la magistratura, amparadora de las derechas. La publicación está dirigida por un Carlos Esplá, subsecretario de Gobernación en los primeros tiempos de la República, y antes corresponsal de "El Sol" en París. Yo le conocí por un telegrama que contenía estas inolvidables palabras: "La nobl pasión de Calles". Era la pasión que tenía por ejecutores a Roberto Cruz, a Joaquín Amaro, a José Mazcorro y a Jesús Palomera López.

     Ahora lo que se admira en España es la pasión de la Pasionaria, Dolores Ibarruri, que dice un discurso: "El último triunfo electoral ha sido un triunfo del comunismo y del socialismo. Azaña y Companys estarán en el poder mientras cumplan el programa del Frente Popular; pero en caso contrario se pasará por encima de ellos". El Gran Price de Barcelona, con lleno desbordante aplaude las palabras de La Pasionaria. Y la censura no impide que se publiquen por todos los periódicos. La censura existe contra los que no amenazan. Otro mitin, de mayor volumen, reunido en la Plaza de Toros Monumental de Barcelona, da la voz del anarquismo. La lluvia interviene para dispersarlo, pero el público no se va sin exigir la inmediata derogación de la Ley de Orden Público, de la de Vagos y Maleantes y de las Asociaciones que dictaron los socialistas en su bienio.
     Largo Caballero se siente ya en la retaguardia. Con lenguaje que es eco del andamio, injuria a los socialistas del reformismo y del centrismo. Ellos, a su vez, sin darse por entendidos de las ofensas, arrecian en sus insultos contra la reacción del fascismo vaticanista. Así se restablece la unidad. Nadie presta atención a los improperios que llegan de la izquierda.
     Y así se preparan las elecciones municipales, coactivamente impuestas por los elementos revolucionarios. En más de un millar de pueblos, y precisamente allí, donde triunfaron electoralmente las derechas, aparece la supremacía de la hoz y el martillo, bajo la enseña de los trapos rojos. Las elecciones se harán sin prensa, sin propaganda, sin garantías. Y no al antojo del Gobierno, sino contra el Gobierno, donde los comités quieran romper el Frente Popular para hacer el Proletariado. Ya casi son recuerdos idílicos los de Comisiones Gestoras de febrero, como la de Arroyomolinos de León, compuesta por el Matarratas, el Tacones, el Aliaca, el Burranquino, el Pata Seca, el Narigón y el Boza. Ahora se multiplican los sociólogos lugareños dispuestos a manejar "la palanca conque el proletariado romperá los obstáculos opuestos por el poder político burgués".
     La aspiración inmediata, que deberá realizarse el 12 de abril, aparece en "Claridad", órgano de Largo Caballero, sin que "Política" se atreva a decir una sola palabra de esto. "Claridad": "reduce a propiedad colectiva, social o común, la tierra, las minas, los transportes, las fábricas, las máquinas, el capital moneda, los bancos y las grandes empresas. Organizada la sociedad bajo la dictadura del proletariado, se establecerá la Confederación de las Nacionalidades Ibéricas..."
     Muchos pensarán que esto no es serio, y acaso el Gobierno también, como si Largo Caballero estuviera en Rusia. Pero Rusia está en España. Moscú se ha hecho dueño de Praga y tiene un punto de apoyo en París, mediante el pacto franco-soviético. Mientra se efectúan las elecciones al norte de Los Pirineos, para la consagración de la victoria del Frente Popular, el comunismo abre su campaña para apoderarse de los ayuntamientos españoles, consumando así las conquistas de la revolución, con las facilidades que vienen del poder político. Azaña prepara la recepción de la primera embajada soviética, Alcalá zamora compone frases para saludarla con énfasis castelariano, sin saber todavía cuáles son los designios del Kremlin.

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Don Manuel Azaña electo presidente español.

Votaron por Azaña los socialistas, los comunistas, los republicanos de
la izquierda, los agrarios.

     Exclusivo de "The New York Times para EL UNIVERSAL

     MADRID, 10 de mayo.- La Convención presidencial, de estricto acuerdo con todas las formalidades de la Constitución eligió hoy presidente de la República al señor Manuel Azaña, quien fue el único candidato legalmente presentado.
     El acontecimiento no resultó tan pacífico como se deseaba pues dos diputados socialistas después de haberse injuriado, llegaron a las manos y se propinaron terrible golpiza.
     La Policía tomó con buena anticipación las precauciones necesarias y así logró evitar que los fascistas alteraran el orden.
     El Colegio Electoral se reunió en los jardines de El Retiro que dan sombra y frescura a los paseantes por los prados. Pero durante la función electoral de hoy, bien podría decirse que había más policías que árboles, y eso ya dará una idea de la fuerza que se mantuvo lista para impedir cualquier desorden.
     De las numerosas puertas con que cuenta El Retiro, solamente se abrieron dos, una para la entrada y la otra para la salida. La Policía expidió tarjetas de admisión a los periodistas y a un pequeño grupo de invitados especiales, además de los miembros del Cuerpo Diplomático.
     Todos los periodistas y fotógrafos fueron cuidadosamente registrados antes de penetrar al Palacio de Cristal. Y mañana ocurrirá lo mismo en la ceremonia de la toma de posesión, la cual tendrá lugar en el Palacio de las Cortes, situado en la plaza del mismo nombe, a las tres y media de la tarde.
     El nuevo presidente señor Azaña se dirigirá al Parlamento en un coche abierto, y después de la ceremonia irá al palacio que ocupaba la reina María Cristina, en la plaza de la Cibeles, donde residirá con su familia.
     No obstante que cuatrocientos sesenta y tres diputados e igual número de compromisarios deberán elegir al presidente, sólo un total de ochocientos setenta y cuatro asistió a la Convención, y de éstos votaron por Azaña setecientos setenta y cuatro.
     Aproximadamente treinta diputados monárquicos boicotearon el Colegio Electoral. Ciento quince diputados de "Accion Polpular", más algunos compromisarios, votaron en blanco en señal de protesta contra la actitud del Gobierno izquierdista de no suspender el estado de sitio y de no dar garantías para ejercer libremente el sufragio.
     De los cuatrocientos setenta y tres diputado solamente se ha aceptado a cuatrocientos cincuenta y tres. Cinco delegados han expresado su desaprobación de la única candidatura, votando por personas que no eran candidatos. De estos votos ilegales recibieron uno Alejandro Lerroux, otro Antonio Primo de Rivera, jefe de los fascistas y actualmente en la cárcel; otro Largo caballero, otro ramón González peña, diputado socialista, jefe de la rebelión comunista de Asturias.
     Los delegados que votaron por Azaña fueron los socialistas, los comunistas, los sindicalistas, los republicanos de izquierda, la Liga Regional Catalana, los agrarios, radicales, demócratas, liberales y republicanos conservadores.
     Cuando se confirmó oficialmente el resultado de la votación se le comunicó al señor Azaña, quien aceptó inmediatamente, convocando a una reunión de ministros. El ministro de Estado, señor Augusto Barcia, vicepresidente del gabinete, presentó desde luego al presidente interino de la República, señor Martínez Barrio, la renuncia de Azaña como primer ministro, pidiéndole entonces Martínez Barrio a Barcia que él asumiera la jefatura del gabinete interinamente, para darle a Azaña posesión de la presidencia de la República, después de lo cual el mismo presidente se encargará de designar a los miembros del Gobierno.
     No se sabe aún quién será designado presidente del Consejo de Ministros, cargo para el cual suenan, los nombres de Marcelino Domingo, Cásares Quiroga, el citado señor Barcia y el señor Ruiz Fumes.

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Continuará......













     

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