LA ESCULTURA GÓTICA
Queridos
lectores, como siempre me gusta poner datos de interés, ahora toca a la
escultura Gótica en su transición del Románico al Gótico, espero sea de vuestro
agrado y como siempre aprendaís un poco. También servirá para los que estudian
este tema o este periodo. Gracias de antemano a todos/as.
Características
estéticas.
En
general podemos decir que muchas cosas han cambiado con respecto a la escultura
románica, ha cambiado la visión del mundo de la cual es un fiel reflejo la
escultura gótica. El decir que muchas cosas han cambiado no quita para que
otras muchas se conserven, de hecho en muchos aspectos la escultura gótica es
la evolución de la románica sin la cual no hubiera surgido y así a la hora de
su estudio es inevitable la comparación de los dos estilos medievales ya
citados.
A) El naturalismo.
Si
la escultura románica se caracterizaba fundamentalmente por su antinaturalismo,
es decir, por las representaciones alejadas de la realidad, en el Gótico se
busca todo lo contrario y la escultura es tremendamente naturalista. Pero
dentro del naturalismo podemos ver dos vertientes, el naturalismo que copia las
cosas con un realismo total y el que intenta superar la realidad
embelleciéndola, pues bien, ese naturalismo idealizado es una de las
características más importantes de la escultura en este periodo. El naturalismo
gótico hace que a la hora de representar los pliegues de un vestido estos no
aparezcan de una manera geométrica o rígida sino creíble, que cuando se quiera
representar un motivo vegetal este ya tenga relación con la realidad y se pueda
identificar en el campo, así seguiríamos enumerando muchos más ejemplos. Las
figuras van a estar cada vez más dotadas de volumen, esta volumetría realza el
aspecto naturalista y aleja a la escultura de la plenitud de la plástica
románica, de la misma manera desaparecen las deformaciones expresivas del
Románico y la isocefalia. En este naturalismo hay que ver la influencia del
pensamiento de la época y, dentro de este, a la concepción que del hombre y el
mundo tenía San Francisco.
B) La humanización.
Está
muy relacionado con la idea anterior. En el Gótico el hombre va a adquirir una
importancia mayor que en el Románico, Dios sigue siendo el centro de todo pero
el hombre va a cobrar una gran importancia y en la etapa posterior
(Renacimiento) va a convertirse en lo más importante. La representación de la
figura humana se va a aproximar más al natural, lejos van a quedar ya las
representaciones desproporcionadas de la plástica románica. Podemos decir que
todo el largo periodo gótico es un largo camino hacia el realismo, hacia la
representación perfecta del cuerpo humano, esto se logrará plenamente en el
Renacimiento pero la frontera entre las últimas obras góticas y las primeras
renacentistas es muy difusa.
C) La independencia del marco
arquitectónico.
Si
en el Románico todas las obras figurativas (escultura y pintura) estaban
subordinadas al marco arquitectónico, en el Gótico la escultura va a adquirir
un desarrollo pleno, ya no se tienen que adaptar al espacio que la arquitectura
deja, la arquitectura más bien les da realce, a las figuras con frecuencia se
les coloca un dosel que no es ni más ni menos que un elemento decorativo
arquitectónico para subrayar su importancia. El que no esté la escultura
subordinada al fondo arquitectónico no significa que no tenga nada que ver con
este, se llega a un equilibrio en el que las dos artes se complementan, pero la
escultura tendrá siempre a la arquitectura como referencia. En las portadas la
dependencia arquitectónica es mucho más evidente.
D) La antigüedad como fuente de
inspiración.
Si
ya en el Románico veíamos cómo los contactos con la escultura antigua no se
habían perdido totalmente, estos se continúan de una manera más intensa durante
el periodo gótico, es decir en este aspecto se produjo un renacimiento de la
escultura clásica antes del Renacimiento. Los ideales de naturalismo, belleza,
humanismo... son comunes con la estatuaria clásica, así el escultor gótico busca
estos modelos clásicos con afán y en algunos lugares su influencia es muy clara
como en la Visitación de la fachada principal de Reims en la que los personajes
parecen senadores romanos con sus togas, esta influencia clásica será muy
intensa en Italia donde los sarcófagos romanos son más abundantes y en
escultores como Nicolás Pisano, que trabaja en el siglo XIII, dicha influencia
será determinante.
Temática y cambios en la iconografía.
En
general siguen siendo válidos casi todos los temas que se daban en la escultura
románica pero además de añadir otros nuevos los temas comunes serán tratados de
una manera totalmente diferente.
La
temática religiosa será también predominante, pero mientras la escultura
románica se centraba en el Antiguo Testamento la gótica dará más importancia a
los Evangelios y las vidas de los santos. De todas las figuras que aparecen en
los Evangelios será la de la Virgen María la predominante, casi todas las
iglesias están dedicadas a la Madre de Dios que en esta época goza de un culto
predominante, así en casi todas las catedrales suele tener reservada una
portada en la que se describen pasajes de su vida. Las figuras de santos van a
tener un gran desarrollo, estos son los protectores de la ciudad, de los
gremios... la obra La leyenda dorada
de Jacopo de la Voragine escrita hacia 1263 y en la que se narran la vida y
milagros de los santos más conocidos será la auténtica fuente de inspiración
para los escultores góticos. Un tema que perdura del Románico es el del Juicio Final, ahora en el Gótico se va a
seguir desarrollando y adquirirá un mayor espíritu narrativo basado en la
consecución de detalles mucho más realistas y descriptivos.
Los
historiadores del arte pensaban hasta hace unos años que a la hora de decorar
las tres fachadas de una catedral los escultores góticos hacían un verdadero
programa iconográfico determinando una unidad iconográfica y una unidad
temática coherente entre las tres fachadas. Hoy en día se ha llegado a la
conclusión que esa unidad no existe ni siquiera en las fachadas, solamente en
cada portada hay un programa de conjunto coherente entre las distintas partes.
Casi por regla general podemos decir que en un gran número de catedrales la
fachada principal se reserva a Jesucristo y al Juicio Final, la Norte a la
Virgen y la Sur a los santos.
Si
en cuanto a la temática vemos una continuación, con algunas novedades, de la
escultura románica, en la manera de realizarse y concebirse la escultura las
diferencias son abismales. Los valores estéticos de la plástica románica
(antinaturalismo, desproporción, esquematismo, esquemas compositivos simples,
plenitud, isocefalia...) fruto de una mentalidad en la que el hombre estaba
totalmente subordinado a lo religioso, van a ser sustituidos por la expresión
humana de los sentimientos. Si el Cristo románico a pesar de estar crucificado
no sufría y aparecía glorioso sobre la cruz, distante del hombre, y no digamos
el Pantócrator o Cristo Juez, en el Gótico las figuras religiosas estarán
dotadas de sentimiento, el Cristo crucificado sufre, sangra, tiene moratones
etc. Si la Virgen románica sólo era el trono en el que se sentaba un Niño ya
mayor, en el Gótico hay una relación humana de madre a hijo, la Virgen acaricia
a su Hijo, ningún ejemplo es más válido para explicar el cambio de mentalidad
entre las dos épocas. En el Románico no importaba la belleza en la
representación, contaba sólo la idea religiosa; en el Gótico se representa la
idea religiosa por medio de la belleza.
Junto a los temas religiosos van a aparecer
otros distintos. A menudo en la fachada principal en la parte alta aparecen los
reyes del Antiguo Testamento, se expresa así una idea política al relacionarlos
con los reyes que reinan en ese momento se subraya el poder de éstos y de la
monarquía. Además de los reyes van a aparecer a veces los obispos o arzobispos
contemporáneos de la catedral, estos se suelen colocar en el parteluz de las
portadas, un ejemplo de esto lo tenemos en la catedral de Burgos donde está
representado el obispo Mauricio, sobre la aparición de estos obispos haremos
una observación, ellos han aportado de manera voluntaria dinero para la
construcción de la catedral pero son los canónigos del cabildo los que
realmente se encargan de una manera constante de aportar ingresos para la
consecución de las obras y de contratar a los constructores, así el mérito no
suele ser de los obispos sino del cabildo.
Si
en el Románico veíamos que se representaban a menudo monstruos y seres
fantásticos, esta temática se va a continuar durante el Gótico y va a adquirir
un nuevo impulso, se van a incorporar nuevas fuentes de inspiración como las
noticias que de tierras asiáticas traen viajeros como Marco Polo y Benjamín de
Tudela, se hacen eco de leyendas y tradiciones chinas o indias donde aparecen
hombres con muchos brazos, hombres con la cabeza en el vientre... Estas
esculturas así como las que hacen referencia a escenas obscenas se van a
colocar en lugares secundarios pero sobre todo en las gárgolas de los desagües
que es donde la imaginación del artista trabajará con mayor libertad.
El emplazamiento de la escultura
En
general la escultura se sigue colocando en los mismos lugares que en el
Románico; en otros casos los lugares y las modalidades escultóricas son
totalmente nuevos. Hagamos un estudio de estos lugares.
La Portada, la colocación
de las esculturas en las portadas sigue siendo frecuente y aquí encontramos
arquivoltas (ojivales), jambas, dintel, parteluz...como en la época anterior ;
pero la distribución es distinta de las portadas románicas, en vez de encontrar
el tímpano presidido por el Pantócrator y los tetramorfos este se encuentra dividido
en registros horizontales y en ángulo superior se suele colocar la escena del
Calvario ; a menudo en el tímpano aparece narrada la vida de la Virgen, esto
también es una novedad con respecto al Románico. En las arquivoltas se colocan
las esculturas siguiendo la dirección de los arcos y no en sentido radial.
Las fachadas van a recibir
esculturas, aunque esto se daba en algunas iglesias románicas (Poitou) ahora en
el Gótico se va a convertir en definitivo y algunas fachadas serían impensables
sin estas esculturas; recordemos la galería de los Reyes de Reims y de muchas
otras catedrales. Estas esculturas no están tan subordinadas al marco
arquitectónico como las de las portadas y son más volumétricas.
Los retablos. Aparecerán
detrás del altar unos muros decorados con esculturas o pinturas que recibirán
el nombre de retablos, estos retablos surgen en el Gótico y se van a
desarrollar hasta la época barroca. Normalmente se dividen en sentido vertical
en calles y en horizontal en pisos, todo este conjunto se corona normalmente
con un calvario, la parte de abajo se llama banco o predela. Retablos famosos
en España serán los de Toledo, Sevilla... y adquirirán un gran desarrollo y
riqueza a finales del siglo XV.
Sillerías de
coro.
En las catedrales españolas es normal colocar en medio de la nave central,
entre los pies y el crucero, el coro o lugar donde se reúnen los canónigos de
la catedral, estos coros se disponen en forma de "U" y en cada lado
se colocan los asientos de los canónigos, estos son de madera y en sus
respaldos se pueden esculpir relieves que hacen alusión a todo tipo de temas,
una sillería famosa será la del coro de la catedral de Toledo. Al igual que los
retablos adquieren gran desarrollo a finales del Gótico.
Púlpitos. Son unas plataformas
elevadas desde las que los clérigos se dirigen a los fieles, en sus partes
laterales suelen aparecer motivos escultóricos. Serán muy típicos en Italia.
Sepulcros. El tema de la
muerte obsesionará al hombre de la Baja Edad Media. Aunque ejemplos de
sepulcros encontramos desde principios del Gótico, los modelos más acabados
serán los del siglo XV. En esencia encontramos dos tipos de sepulcros. Por una
parte los sepulcros exentos, se encuentran en medio de las capillas, suelen
tener forma prismática y las caras están decoradas con relieves, en la parte
superior, en recuerdo del sarcófago romano, el difunto o los difuntos, están
representados durmiendo (como El doncel de Sigüenza, el joven difunto aparece
leyendo); en algún caso el difunto es llevado por un cortejo fúnebre como en la
Tumba de Philippe Pot del Museo del Louvre. Por otra parte tenemos los
sepulcros parietales, es decir, los que están en la pared cobijados bajo un
arco, un ejemplo acabado es el Sepulcro de D. Alfonso de la Cartuja de
Miraflores.
Otros lugares. La lista no se
pararía aquí, en general la escultura va a proliferar por todos los lugares de
las catedrales, desde las gárgolas hasta los cimborrios o agujas pasando por
las torres etc.
Escultura gótica francesa.
El
punto de partida de la escultura francesa, que marca el final de la románica y
el principio de la gótica se encuentra en el Pórtico Real de Chartres. Los
primeros tanteos revelados ya plenamente góticos se realizan en el siglo XII en
las catedrales de Sens y Senlis, en ésta última aparece la primera portada
dedicada a la Virgen. Pero los grandes conjuntos escultóricos pertenecen al
siglo XIII y en ellos se advierte cómo el Pantócrator románico da paso al
Cristo Maestro, de expresión más humana y bondadosa, al tiempo que la Virgen
ocupa cada vez lugar más destacado en los programas iconográficos. Así ocurre
en el crucero de la catedral de Chartres, en la muy restaurada serie de
portales de Nôtre-Dame de París, en la catedral de Amiens (aprox. 1235), con
figuras de gran belleza como el célebre Beau Dieu de la portada principal o la
Virgen Dorada del lado sur del crucero; y en la catedral de Reims, en cuyas
esculturas, posteriores a 1250, se aprecia la intervención de diversos maestros
como el que realizó el grupo de la Anunciación, cuyo arcángel muestra una
abierta sonrisa, o el de la Visitación, en el que late el eco del mundo
clásico, no en vano su realizador era conocido como maestro de las esculturas
antiguas.
Durante
el siglo XIV, la escultura francesa dio paso al alargamiento y acusada
curvatura de las imágenes con mantos de abundantes plegados curvilíneos,
configurando una especie de “manierismo gótico” cuya mejor expresión son las
piezas de marfil producidas por los talleres parisinos.
A
fines del siglo XIV y principios del siglo XV surgió en Borgoña un estilo pleno
de realismo en la captación de rostros y objetos que habría de extenderse por
toda Europa en el siglo siguiente. Su introductor fue Claus Sluter, autor del
llamado Pozo de Moisés (1395-1401) en
la cartuja de Dijo, en el que aparecen unos profetas de intenso realismo.
También Sluter fue el creador de un tipo de sepulcro exento que tendría gran
difusión, con la figura yacente del difunto y en los laterales diversas
plañideras y encapuchados, conforme se observa en el sepulcro del duque Felipe
el Atrevido en Dijon, cuyo modelo se continúa en el de Philip Pot del Museo del
Louvre, realizado hacia 1485 por Antoine Le Moiturier. Con las obras de Sluter
y sus seguidores el arte gótico culmina el largo camino hacia el realismo, de
ahí al Renacimiento sólo hay un paso.
Escultura gótica española.
A)
El
gótico inicial: segunda mitad del siglo XII y primera mitad del XIII
En
el tema anterior, al tratar la evolución de la escultura románica española,
hablábamos del Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela como el final de
esta escultura románica, ese final, por otra parte es también el inicio de la
escultura gótica ya que el citado pórtico tiene características de los dos
estilos al tratarse de una obra de transición. Junto al Pórtico de la Gloria se
dan otras obras con las mismas características de pertenecer al periodo de
transición entre el románico y el gótico: las esculturas de San Vicente de
Ávila y el apostolado de la Cámara Santa de Oviedo entre otras. Ya de la
primera mitad del siglo XIII tenemos obras plenamente góticas realizadas bajo influjo
francés: la portada occidental de la catedral de Ciudad Rodrigo y la portada de
la colegiata de la ciudad de Toro. En ambos casos se representa el tema de la
pasión y escenas de la vida de Cristo.
B) La escultura
gótica de la segunda mitad del siglo XIII.
Es
la etapa del gótico llamado clásico, la influencia francesa en esta época es
importante y coincide con la construcción de las grandes catedrales castellanas
del siglo XIII.
En
Burgos trabaja el maestro Enrique que realiza la Puerta del Sarmental (puerta
sur de la catedral) ya casi a mediados de siglo. En el tímpano aparece un tema
románico típico: el Pantócrator y los evangelistas pero el tratamiento es ya
propio del gótico, los evangelistas están representados como hombres que
escriben en sus pupitres. En el parteluz se encuentra la imagen de San
Indalecio. Todo este conjunto se cree que está influido por la escultura de la
catedral de Amiens. La puerta norte o de la Coronería representa un Juicio
Final y debido a la desigual calidad de las esculturas deducimos la
participación de dos maestros distintos. Otra puerta importante es la que daba
acceso al claustro, de hacia 1270, conserva todavía la policromía original y el
de destacar la Anunciación de las jambas del lado izquierdo. Otras esculturas
de la época que destacan en la catedral de Burgos son la representación de
Alfonso X y su mujer doña Violante. Sin salir de Burgos hemos de destacar en el
monasterio de las Huelgas el sepulcro de Alfonso VIII y Leonor de Aquitania, de
gran originalidad y que guardan relación con los de la iglesia de Santa María
en Villalcázar de Sirga (Palencia).
En
León encontramos en la portada principal de su catedral una escultura que tiene
relación con la burgalesa. En la puerta central de la fachada occidental está
representado el tema de la deésis: Jesucristo resucitado enseñando las manos
con las huellas de los clavos rodeado de ángeles que portan la lanza y otros
símbolos de la Pasión; en los extremos la Virgen y San Juan contemplan el
acontecimiento. Debajo, en el registro inferior un Juicio Final con la
representación detallada del Paraíso y del Infierno, es la derivación de un
viejo tema románico tratado bajo la estética gótica. En la misma puerta central
encontramos en el parteluz la imagen de la Virgen Blanca, realizada por el
mismo maestro que trabajo en Burgos en la puerta de la Coronería. Fuera de
Castilla y León destaca la imagen de la Virgen Blanca en el parteluz de la
catedral de Tarragona que es un precedente del ritmo curvo que adquieren las
esculturas del XIV, su autor el maestro Bartomeu que también trabajó en Gerona.
C) La escultura
gótica en el siglo XIV.
En
el siglo XIV llegamos a una manera muy peculiar a la hora de representar las
figuras: los personajes describen una acusada curvatura, las figuras presentan
una sonrisa un tanto irreal, se describen los detalles secundarios y
anecdóticos, se destaca la abundancia de pliegues...
En
Castilla destacan dos escuelas:
Toledo y Vitoria; también serán centros importantes Cataluña y Navarra.
En
Toledo se rematan algunas fachadas
que no se habían completado en el siglo anterior. Es de destacar la Puerta del
Reloj, su tímpano está dividido en varios niveles que tratan sobre la pasión de
Cristo y en el remate de éste la muerte de la Virgen. La Puerta del Perdón se realiza
ya a principios del siglo XV. Quizá la obra más representativa del gótico del
siglo XIV sea la Virgen Blanca de la catedral de Toledo obra policromada que se conserva en el coro de
la catedral, es una síntesis de todas las características que hemos presentado.
En
Vitoria destaca la portada de Santa
María, donde se representan escenas de la vida de Jesucristo y de la Virgen.
También en la misma ciudad destaca la portada de la iglesia de San Pedro con
escenas de la vida de ese santo.
En
Navarra destacan las esculturas de
la catedral de Pamplona, especialmente la llamada Puerta Preciosa dedicada a la
Virgen. Otra puerta a destacar es la de la Virgen del Amparo donde se recoge la
influencia de la escultura alemana.
Cataluña conserva una
importante muestra de la escultura del XIV que se manifiesta en todos los
géneros, desde los relieves de la Urna de
Santa Eulalia en la cripta de la catedral de Barcelona, hasta sepulcros en
piedra de los reyes en el monasterio de Poblet, pasando por los retablos
también en piedra. Destaca la labor de Jaume Cascalls que realiza los más
importantes sepulcros reales de Poblet y la estatua de Pedro IV en la catedral
de Gerona.
D)
La
escultura gótica en el siglo XV.
En
el siglo XV la producción es abundantísima, a España llegan influencias de los
principales núcleos productores de la Europa del momento: a principios la
escultura estará bajo el influjo borgoñón (recordemos las formas realistas de
Sluter en el Pozo de Moisés), influjo que será sustituido en una segunda etapa
por el flamenco y el germánico. De todas formas la consecución del realismo es
la nota dominante de la escultura del XV y la escultura española pasa por su
mejor momento.
En
Pamplona destaca el monumental sepulcro de Carlos III el Noble y su mujer
Leonor de Castilla realizado por Janin de Lomme, en esta obra se nota el
poderoso influjo de la escultura borgoñona del momento, está inspirado en la tumba de Felipe el Atrevido hecha por el
propio Sluter.
En
los reinos de la Corona de Aragón
(Cataluña, Aragón Baleares y Valencia) hemos de destacar la figura de Guillem
Sagrera representante en la zona de la corriente borgoñona, sus obras más
importante son el San Pedro de la puerta
del Mirador de la catedral de Palma y el Ángel de la puerta de la lonja de Palma. En Cataluña destacará la
figura de Pere Joan, autor del famoso San
Jorge del palacio de la Generalitat y el
retablo de la catedral de Tarragona. Otros autores de menos importancia que
también trabajan en la zona son: Pedro Oller, Pedro Sa Anglada y Hans de
Suabia.
En
la Corona de Castilla vemos al
principio la influencia borgoñona que dura hasta mediados de siglo, y más tarde
la flamenca que se desarrolla en la segunda mitad en tres núcleos importantes:
Sevilla, Toledo y Burgos. De la influencia borgoñona encontramos el ejemplo más
acabado en la tumba del cardenal Anaya
en la catedral vieja de Salamanca.
En
la segunda mitad destaca el núcleo sevillano con autores como Lorenzo
Mercadante de Bretaña que asume el estilo flamenco y deja en el sepulcro del cardenal Cervantes un
realismo patético. El núcleo toledano lo inicia Egas Cueman con obras como el sepulcro de los Velasco en el
monasterio de Guadalupe, la sillería de
la colegiata de Belmonte (al principio proyectada para Cuenca), y algunas
esculturas en la puerta de los Leones y en San Juan de los Reyes.
Importante
será también la labor de Sebastián de Almonacid, autor de los sepulcros de la Capilla de D. Álvaro de Luna
en la catedral toledana y la tumba
parietal de Martín Vázquez de Arce, más conocido como el Doncel de Sigüenza
por encontrarse en la catedral de Sigüenza (Guadalajara), esta es su obra más
importante; obras de este maestro se localizan también en Ávila y Segovia. Ya a
finales del siglo trabaja en Toledo Rodrigo Alemán con la sillería del coro de
la catedral de Toledo donde en los respaldos representa escenas de la Guerra de Granada con la representación de las
distintas ciudades. De gran importancia será la labor desarrollada por el
núcleo burgalés que equivale a decir Gil de Siloé, el autor más destacado y que
eclipsa a sus contemporáneos. Desarrolla su producción entre 1483 y 1500.
Importante es su retablo de Santa Ana
en la catedral de León. Pero como retablista su obra más destacada es el retablo de la cartuja de Miraflores,
un retablo espectacular influido por lo germánico, un gran medallón central y
otros en su interior y en el exterior hacen alusión a diversos misterios
religiosos. En la misma cartuja realiza el sepulcro
exento en forma de estrella de Juan II e Isabel de Portugal, obra de una
gran calidad técnica, como es usual en él, el material utilizado es el
alabastro. Sin salir de la cartuja de Miraflores encontramos otro sepulcro,
esta vez parietal, el del príncipe don Alfonso, hijo de los anteriores y
hermano de Isabel la Católica, en esta obra el detallismo en la representación
es insuperable.
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