Pocos lugares de la ciudad nos gustan tanto como
Azcapotzalco, allí se come y se camina muy a gusto, por eso quisimos hacerle un
homenaje contándoles un poquito de su historia.
De todas las alcaldías de la ciudad, si existe una con la
que deberíamos de estar especialmente agradecidos, esa tendría que ser
Azcapotzalco. Según la tradición mexica, fue allí donde nació el maíz con el
que Quetzalcóatl alimentó a los primeros seres humanos. Por eso, no es de
extrañar que esa zona se haya convertido en el modelo a seguir para lo que,
después sería la gran Tenochtitlán.
El
origen de Azcapotzalco
Desde la prehistoria, la zona en la que está asentada la
alcaldía goza de suelos muy fértiles. Según registros arqueológicos, este era
uno de los lugares más socorridos de los grupos nómadas en el periodo Paleoindio. Allí se han encontrado puntas de lanza hechas de piedra que indican la
presencia de cazadores y recolectores en la zona.
A
LA DERECHA SE VE TEZOZÓMOC CON SU HIJO CUACUAPITZÁHUAC. FOTO: ARQUEOLOGÍA
MEXICANA
Más adelante, en el periodo Preclásico formativo
—alrededor del año 200 a.C.—, durante el apogeo de Teotihuacán, aparecieron los
primeros asentamientos importantes en lo que hoy ocupan las colonias de Santa
Lucía Tomatlán, Santiago Ahuizotla y el pueblo de San Miguel Amantla. Estas
pequeñas aldeas se dedicaron principalmente a la agricultura y las artesanías,
actividades que perduraron mucho tiempo después de que fueran conquistados por
los mexicas.
CÓDICE
DE AZCATITLAN. FOTO: ACADEMIA MEXICANA DE LAS CIENCIAS
Antes de que Tenochtitlán alcanzara su esplendor, el
señorío de Azcapotzalco estaba en manos de los tepanecas, un pueblo tan bien
organizado que incluso sirvió como modelo para el naciente imperio mexica. De
hecho, a comienzos de siglo XV, bajo el mando de Tezozómoc, los tepanecas
sometieron a los mexicas tlatelolcas, a los mexicas tenochcas y a la mayoría de
los pueblos del Valle de México.
GUERRA
DE AZCAPOTZALCO. FOTO: BIBLIOTECA DIGITAL MUNDIAL
El origen del maíz y la humanidad
En 1472, tras la alianza de los señoríos de Tenochtitlán,
Texcoco y Tacuba, el territorio de Azcapotzalco pasó a ser parte del imperio
mexica. La mayoría de los tepanecas fueron asesinados o vendidos como esclavos,
aunque quienes lograron volver a asentarse en la zona se dedicaron a la
artesanía y la agricultura.
Aun cuando los antiguos pobladores de Azcapotzalco no
eran agradables para los mexicas, las tierras donde se asentaron tenían una
carga simbólica muy importante para su cosmovisión. Según el Códice Chimalpopoca, las hormigas de esta demarcación revelaron a Quetzalcóatl la
existencia de maíz en Tonacatépetl, un cerro sagrado custodiado por los
tlaloques, ayudantes de Tláloc.
ESCUDOS
DE LOS PUEBLOS QUE FORMARON LA TRIPLE ALIANZA.
Para poder hurtar los granos con los que alimentaría a
los primeros hombres, Quetzalcóatl se disfrazó de hormiga y engañó a los
guardianes para que no le hicieran mucho daño. De ahí que el nombre de la
alcaldía signifique “En los montes de hormigas” y su glifo sea una hormiga
rodeada de granos de maíz.
Qué significa chintololo
Sobre el gentilicio de Azcapotzalco, hay quienes dicen
que surgió justo después de la caída de los tepanecas. Según el arqueólogo José
Antonio Urdapilleta Pérez, la
palabra chintololo viene de los vocablos nahuas chintli (asentaderas)
y tololontic (redondo), lo cual se traduce como “el de las
asentaderas redondas”.
Este apodo inició como una burla a los campesinos
tepanecas que seguían viviendo en Azcapotzalco. Debido a su trabajo, la mayor
parte del tiempo se la pasaban agachados y el aire entraba debajo de sus
prendas, dándoles un aspecto hinchado.
Otra teoría apunta a que el término en realidad se
refiere a las habilidades artísticas de los Tepanecas, quienes eran famosos por
sus trabajos en piedra y cerámica, apreciados hasta bien entrado el periodo
colonial.
LA
ESTATUA DE JOSÉ JOSÉ EN CLAVERÍA. FOTO: LOCAL.MX
Dicen que en los años sesenta, un conocedor de la cultura
maya trató de darle un nuevo significado y propuso la teoría de
que chintololo se compone de las raices Chintun (piedrecita)
y T’otl (grabar), que da como resultado “Los que graban las
piedrecitas”. Aunque, la mayoría de los chintololos apoyan la primera teoría
porque incluso su topónimo, la hormiga, parece una persona agachada.
El arte y las flores de Azcapotzalco
Debido a la habilidad de sus artesanos, Azcapotzalco se
convirtió en un sitio pintoresco durante la colonia. Sus alfareros, que
conocían bien las técnicas para trabajar con barro y cerámica de distintos colores, pasaron de fabricar
elementos religiosos y rituales a producir jarros, a hacer piezas de alfarería
muy fina para las familias acaudaladas de la Nueva España.
FOTO:
LA CIUDAD DE MÉXICO EN EL TIEMPO
A pesar de que el crecimiento del pueblo era inminente,
muchos de sus antiguos pobladores se negaron a dejar de hablar náhuatl y a
convertirse en la servidumbre de las familias españolas. Mientras tanto, las
viejas construcciones tepanecas y los templos mexicas poco a poco les dieron
paso a las muchas iglesias que hay en la zona.
TEATRO
POPULAR VIRGINIA FABREGAS. FOTO: LA CIUDAD DE MÉXICO EN EL TIEMPO
La iglesia dominica de Felipe y Santiago, por ejemplo,
tiene por cimientos los restos del antiguo teocalli tepaneca. Por cierto, en la
torre de este templo hay una hormiga colorada que representa a Quetzalcóatl en
su búsqueda de maíz. Según la leyenda, el insecto se mueve un poco cada año y
el día que por fin alcance la punta del campanario, se acabará el mundo como lo
conocemos.
ATRIO
DE LA PARROQUIA DE LOS APÓSTOLES FELIPE Y SANTIAGO. FOTO: GRUPO TLAHTOQUE DE
CRONISTAS Y NARRADORES DE AZCAPOTZALCO
Debido a las vistas tan agradables que ofrecía
Azcapotzalco, muchas familias acomodadas de la Nueva España decidieron ir a
vivir allí. Todavía a principios del siglo XX, durante el porfiriato, muchas
personas compraron terrenos para construir casas ostentosas al puro estilo
francés, muchas de las cuales todavía permanecen en Clavería. No les importaba
convivir con los agricultores de la zona, porque sabían que incluso sus campos
rebosaban de belleza.
HACIENDA
DE CLAVERÍA. FOTO: LA CIUDAD DE MÉXICO EN EL TIEMPO
Antes de que el Mercado de Jamaica se convirtiera en la meca de los floristas, de Azcapotzalco salían
casi todas las flores y plantas que embellecían a la ciudad. Sus productores
abastecían a los locales de la Merced y el Mercado Juárez. No debe
sorprendernos entonces que ahí se hayan establecido los Matsumoto, una de las
familias de floristas más famosas de México y cuyos terrenos luego se
convirtieron en nuestro querido Parque de la China.
TATSUGORO
MATSUMOTO A QUIEN, ENTRE MUCHAS OTRAS COSAS, LE DEBEMOS LAS JACARANDAS DE LA
CIUDAD. FOTO: COLECCIÓN FAMILIA MATSUMOTO
La industrialización de Azcapotzalco
Por otro lado, Azcapotzalco también tuvo su papel en la
industrialización de la ciudad. En 1929, el gobierno acondicionó 50 hectáreas
para convertirlas en la Zona Industrial Vallejo. Ahí operaron fábricas,
almacenes, talleres y oficinas, pero no fue hasta 1944 que el presidente Manuel
Ávila Camacho lo inauguró oficialmente.
CORRALES
DEL RASTRO Y FRIGORÍFICO DEL DISTRITO FEDERAL. FOTO: ARMANDO SALAS PORTUGAL VÍA
VALLEJO-I
Ese mismo año también inauguraron la Refinería 18 de
Marzo —hoy el Parque Bicentenario— y la clausuraron en 1991. Además, los
trabajadores de este complejo le dieron origen a las famosas petroleras,
platillo típico de la alcaldía. La alcaldía también alberga a La Raza, uno
de los hospitales más importantes del país y que hoy es uno de los principales
bastiones contra la COVID-19.
REFINERÍA
DE AZCAPOTZALCO. FOTO: ARMANDO SALAS PORTUGAL VÍA VALLEJO-I
Con
todo, podemos decir que Azcapotzalco es uno de los muchos corazones de la
ciudad. No importa por dónde lo veamos, pensar en esta alcaldía y en sus ocho
barrios siempre nos lleva a recordar una caminata en el orquidiario del Parque Bicentenario; a imaginar a José José cantando a
media noche en el Parque de la China; o a una comida deliciosa en Nicos o
las Petroleras. Por eso lo queremos mucho.
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