miércoles, 4 de mayo de 2022

 

La influencia de la lengua árabe en la lengua española

http://www.diariosiriolibanes.com.ar/Secciones/Cultura/La-influencia-del-%C3%A1rabe-en-el-espa%C3%B1ol

 

Este trabajo habla de la influencia de los árabes en el español. Como los árabes ocuparon la Península Ibérica casi 800 años, la cultura y la lengua se mezclaron entre los españoles y los árabes. Nos hemos concentrado en la lengua. Normalmente la lengua árabe penetraba en la lengua española, pero a menudo el español penetró en el árabe, este trabajo habla sobre todo de la penetración del árabe en el español. En el trabajo primero definimos la lengua castellana para orientarnos. Después explicamos la historia abreviada de los musulmanes en la Península Ibérica. En el último capítulo aclaramos la influencia de los árabes en el español. Nos referimos a las palabras de la procedencia árabe, los cambios en el dialecto, la morfología, la sintaxis, la frasaelogía y los refranes. Queremos señalar la semejanza entre el árabe y el español, ya que la semejanza es evidente.

 

Lengua castellana

 

La lengua castellana es una de las lenguas más habladas del mundo. El castellano no se usa solo en la Península Ibérica sino que también en otro “territorio”, especialmente en América Latina, donde se habla castellano en todos los países excepto Brasil, en los Estados Unidos y en las antiguas colonias españolas en África.


https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-38021392

 

El castellano pertenece a las lenguas romances, es decir, proviene del latín, concretamente del latín vulgar que hablaban los legionarios romanos que empezaron a llegar a la Península Ibérica a partir del siglo tres a.C. Los términos que provienen del latín forman la mayor y original parte del castellano. Otros términos que ayudaban a componer esta lengua fueron recibidos de los idiomas griego, germano, francés y sobre todo del idioma árabe. Palabras de las lenguas latina y griega ayudaron a desarollar la ciencia (p.e. célula, elevado), mientras que las palabras del árabe desarollaron palabras del ámbito militar, administrativo o agrícola (p.e. alcalde, albaricoque, almacén).

 

Hoy en día la mayor parte de la palabras que penetran en el español son de origen inglés, por el efecto de ser lengua mundial. Los anglicismos están relacionados con tecnología, ciencia, deporte, política, negocio, informática. Durante la dictadura del general Franco en la primera mitad del siglo veinte muchos de los anglicismos fueron cambiados por los equivalentes españoles.

 

La conquista musulmana de la península Ibérica

 

La etapa musulmana de la Península Ibérica es un complejo proceso político y militar. Los árabes vinieron de África donde habían conquistado Egipto. Los musulmanes continuaron rumbo al norte de África y después de haber ganado Mallorca, el Ándalus les parecía un objeto muy atractivo.

 

La conquista empezó en el reino visigodo en el año 711. Después de la muerte del gobernador Witiza, llegó al trono Rodrigo. El país estaba partido en dos partes y las dos partes luchaban por el reinado. De una parte estaba el clan gentilicio de Wamba-Égica, al que estaba vinculado Witiza, y de otra el clan de Chindasvinto-Recesvinto, al que pertenecía Rodrigo. La lucha por el reinado causó las guerras civiles, lo que debilitó esta región. Cuando Rodrigo fue elegido gobernador, la otra parte pidió ayuda a los árabes. Los árabes no dudaban y vinieron a ayudar a Chindasvinto-Recesvinto. En el año 711 vencieron al ejército de Rodrigo cerca del río Guadalete. En ese tiempo empezó la dominación de los musulmanes en España.

 

Después de cinco años los árabes conquistaron la mayoría de España. La razón de la conquista tan rápida fue causada por la insuficiente resistencia de los habitantes pero ante todo de la nobleza. La nobleza intentaba proteger sus terrenos y los bienes y en casa de su bien accedió al convenio con los musulmanes.

 

La zona de la península Ibérica gobernada por los Árabes que llamamos Al Ándalus fue organizada en provincias individuales con el centro en Córdoba. Al Ándalus lo influyeron los desacuerdos internos entre los habitantes causados por la diversidad étnica y religiosa. Del norte al sur los cristianos se pusieron a aumentar el territorio del cristianismo. A los cristianos que vivían en Al Ándalus se les denomina los mozárabes. Aunque fueron aceptados, tenían que pagar mucho dinero por los impuestos, por eso muchos de ellos cambiaron de religión. En la zona árabe llevaban una vida también los árabes que se llamaban los mudéjares. Es interesante que estas dos civilizaciones vivieran juntas y a pesar de las diferencias entre ellos, se respetaran.

 

A partir del año 912 comenzó la época más beneficiosa gracias a Abd al Rahman III. Este hombre independizó Al Ándalus de Bagdad por hacer una expedición contra los cristianos. El sucesor de Abd al Rahman III. se llama Al Hakam II. Durante su reinado fue construida Medina Azahara – uno de los restos más bellos de la dominación musulmana. Con la muerte del último gobernador Al-Mansur terminó la prosperidad del país. Se inició la crisis política y la reorganización del territorio en los reinos independientes llamados reinos de Taifas. Los más famosos son el reino de Toledo, Valencia, Zaragoza, Granada y Sevilla. La reorganización causó la decadencia de Al Ándalus. Los reinos luchaban entre sí y gastaron mucho dinero. Estos desacuerdos los aprovecharon los cristianos y mandaron a los árabes pagar los impuestos – parias. Al Ándalus volvió a unirse, pero los habitantes no aceptaron a los almohades por la religión. Además los reinos cristianos (Aragón, Castilla, Navara) se unieron y en el año 1212 vencieron a los almohades. Desde 1212 el reino árabe se fue reduciendo y solo quedó en Granada, donde se quedaron aún 250 años hasta el año 1492 cuando los reyes cristianos terminaron la etapa de los musulmanes.

 

La influencia de los Árabes en el español

 

Como los musulmanes ocuparon la península Ibérica ocho siglos, influyeron mucho en el español y España. La influencia se puede notar casi en todos los ramos, en la cultura o ciencias.

 

Influencia lingüística del árabe

 

A pesar de que, como ya hemos dicho, había hablantes que dominaban las dos lenguas, las diferencias lingüísticas entre ellas eran tan grandes que el influjo quedó en los aspectos más externos, sobre todo en el léxico.

 

Fonología

Tal como afirma Cano (1999:52) no hay en español ningún fonema prestado del árabe ni ninguna pronunciación particular. «Todos los estudios realizados sobre correspondencia de fonemas de una lengua a la otra han resultado negativos: los respectivos sistemas fonológicos fueron siempre impermeables el uno al otro».

Parece posible, y así lo recogen tanto Lapesa (1981:145) como Cano Aguilar, que la influencia de los préstamos árabes modificara la frecuencia de ciertos tipos de acentuación: se incrementaron las palabras oxítonas y proparoxítonas y se produjo el aumento de polisílabas: almogávar, berenjena...



Morfología

En este campo, tampoco el árabe ha dejado demasiada influencia. Aun así podemos destacar:

  • La anteposición del artículo al- a numerosos sustantivos. La fusión de ese artículo con el lexema del sustantivo permite el uso de artículos romances: la almohada, el alhelí, el albarán… En muchos casos, las palabras se han formado con el artículo al- unido a la base latina (almeja < ár. al + lat. mitulu, alpiste (< ár. al + lat. pistu).
  • En el campo derivativo, el árabe nos ha dejado el sufijo -í, para formar gentilicios (ceutí, marroquíyemení…) u otros sustantivos o adjetivos (jabalí, maravedí, muladí, baladí…). El término «alfonsí» aparece en el siglo XIII para referirse a lo relativo a Alfonso X.
  • En el campo de las preposiciones, de origen árabe es hasta (< ar. hatta) y sus variantes adta, ata, hata, fasta . Lo son también las partículas marras, de balde, en balde.
  • Con respecto a los indefinidos, la voces fulano (< ár. fulan «uno», «cualquiera») y mengano (< ár. man kana «el que sea») son también de procedencia árabe (Lleal, 1990: 190-195; Lapesa, 1981: 133-135)
  • Las interjecciones hala, ojalá, guay y la antigua ya «Oh».

 

Calcos semánticos y Fraseología.

Se interpretan como calcos semánticos aquellas palabras y expresiones románicas en cuanto a origen y forma pero parcial o totalmente arabizadas en cuanto a su significado. Así, infante «niño que no habla» pasó a significar «hijo de noble», «hijo de rey», apoyándose en el termino árabe walad «hijo», «niño», «heredero al trono». Parecido fenómeno se observa en hidalgo, fidalgo, hijodalgohijo se relacionó con el árabe ibn «descendiente de primer grado», «relacionado con». Casos como esos son casa («casa»/«ciudad»), plata («lámina»/«plata») (Cano, 1999: 54)

 

Además de estos calcos semánticos, el romance reprodujo textualmente algunas fórmulas y frases hechas árabes, que viven en la actualidad con total vigencia: si Dios quiere, Dios mediante, Dios te guarde, Dios te ampare...

 

Léxico: Los arabismos

Si en otros dominios, la influencia árabe no es muy notable, en el campo del léxico sí lo es. Los arabismos del español suponen aproximadamente el 8% del vocabulario total y se calcula que son unas 4000 palabras, incluyendo voces poco usadas (Cano, 1999: 53)

 

Los arabismos abarcan casi todos los campos de la actividad humana y según Rafael Lapesa (1981: 133) son, después del latino, el caudal léxico más importante del español, al menos hasta el siglo XVI.

Así, encontramos arabismos referidos al conocimiento y la ciencia .

 

Como: algoritmo, guarismo, cifra . álgebra, redoma, alcohol, elixir, jarabe, cénit, nombres de constelaciones como Aldebarán… Referidos a instituciones y costumbres: alcalde, alguacil, albacea, alcabala…, a actividades comerciales: aranceltarifa, aduana, almacén, almoneda, almazara, ataujía, zoco, ceca… a urbanismovivienda: arrabalaldea, alquería, almunia, alcoba, azotea, zaguán, alfeizar, albañil, alarife, tabique, azulejo, alcantarilla, albañal, alfombra, almohada… En el campo de la vida doméstica, el vestido o el ocio encontramos: laúd, ajedrez, azar, tarea, alfarero, taza, jarra, ajorcas, alfiler, aljuba, albornoz, babucha, zaragüelles, albóndigas, almíbar, arrope...

 

Los hay también referentes a las labores agrícolas, en las que los árabes fueron verdaderamente innovadores en los sistemas de cultivo y regadío: acequia, aljibe, azud, noria, arcaduz… y a plantas, flores y frutos: alcachofa, algarroba, algodón, alfalfa, alubia, azafrán, azúcar, berenjena, almiar, aceiteazucena, azahar, adelfa, alhelí, arrayán alerce, acebuche, jara, retama

También encontramos arabismos referidos a productos minerales,

como azufre, almagre, albayaldeazogue, almadén… y nombres de aves rapaces, pues la cetrería era uno de los deportes preferidos por los árabes: sacre, neblí, alcotán, alcarabán, borní, alcándara

Las continuas luchas con los cristianos también proporcionaron una gran cantidad de arabismos referentes a laguerra: aceifas, algara, adalid, atalaya, alcazar, zaga, alfange, adarga, aljuba, adarve, tambor, añafil, alférez, acicate, acémilas, jaeces, albarda, barbacana

 

Algunos arabismos se remontan a orígenes diferentes del propio árabe: así del sánscrito nos llegó ajedrez y alcanfor, del persa, jazmín, azul, naranja, escarlata y del griego llegaron voces como arroz, alambique, acelga, alquimia… en eso los árabes no hicieron sino continuar la labor de transmisores culturales como en tantos otros campos.

 

Toponimia

Otro de los campos en los que la influencia árabe se deja notar es el de la toponimia; en la Península Ibérica la toponimia de origen árabe es abundantísima y no solo en las zonas de dominio musulmán sino también, aunque con menor intensidad, en la Meseta y el Noroeste.

En muchos casos, su significado es descriptivo; así, Algarbe (< algarb «el poniente»), La Mancha (< mandza «altiplanicie»), Alcalá y Alcolea (< alqalat «el castillo»), Medina (< madinat «ciudad»), Rábida, Rápita (< ribat «convento militar»), Iznajar (< hisn «zona o lugar fortificado»)

En otros casos son formas compuestas amalgamados: wadi «río» nos ha dejado Guadalquivir «río grande», Guadalén «río de la fuente», Guadalajara «río de las piedras»… Abundan los que tienen por segundo elemento un nombre personal: Medinaceli «ciudad de Selim», Calatayud «castillo de Ayub» o los muchos Beni- (<ibn «hijo de»): Benicasim («hijos de Casim»). También encontramos formas híbridas arábigo-romances: Guadalcanal «río del canal», Guadalupe «río del lobo». A veces, se forman añadiendo a una voz romance el artículo árabe al-: Almonaster (< lat. monasterium), Alpuente (< lat. portellum).

 

Los árabes tomaron de los mozárabes la /c/ con que articulaban la /c/ latina ante /e, i/. A eso se debe el predominio de /c/ en las transcripciones de voces romances y sobre todo, la abundancia de ch por c en muchos topónimos de AlAndalus: Conchel (Huesca), Carabanchel (Madrid), Elche (Alicante) Hornachuelos (Córdoba)

 

Fenómeno propio de árabe hispano es la imela: el paso de /a/ a /e/ y posteriormente a /i/, que permite explicar topónimos como Hispalis > Isbilia > Sevilla.



Características fonéticas de los arabismos

El paso de palabras árabes, tomadas del registro oral en la mayoría de los casos, al romance exigió su reajuste fonológico y acomodación al sistema hispano, pues muchos de los fonemas árabes no tenían correspondencia en español. Este proceso se realizó del siguiente modo: (Quilis, 2003: 77-80) (Lapesa, 1981:142-145)

 

VOCALISMO

El sistema vocálico de árabe, con tres fonemas /a, i, u/, dos grados de abertura y distinción de cantidad se acomodó al del romance, con tres grados de abertura y perdiendo la función distintiva de cantidad.

El diptongo au > o (hauz > alfoz, as-saut > azote)

El diptongo ai > e (mais > almez) o se conservó (baitar > albeitar).

 

CONSONANTISMO

En general, cabe destacar la conservación del carácter sordo o sonoro de los fonemas árabes, que una vez adaptados siguieron la evolución de los españoles. Sin embargo, hay una serie de fenómenos que merece la pena destacar para poder entender la acomodación de ciertos fonemas árabes no existentes en el español:

  • Dado que el romance no tenía más sibilantes fricativas que la /s/ sorda y la /z/ sonoras apicoalveolares, las sibilantes fricativas dentales árabes se acomodaron a las africadas romances /ŝ/ y /«z»/, con grafia c o ç y z respectivamente.
  • Las aspiradas árabes se asimilaron con la única aspirada romance, la [«h» aspirada], alófono de /f/ y produjeron diferentes resultados: o bien se representaron por [h], (alharaca, alheña), o bien fueron reemplazadas por /f/. De ahí las alternancias en algunas formas: rahal /rafal, Alhambra / Alfambra, alholí / alfolí.
    En otros casos dieron como resultados /g/ o /k/: al-'arabiyya > algarbía.
    A veces llegaron a desaparecer (sobre todo el 'ain árabe): 'arab > árabe, al-'arif > alarife.
  • Las terminaciones de los masculinos árabes eran consonantes o grupos consonánticos no admitidos por el español desde el siglo XIV. En estos casos:
    -el romance añadió una vocal de apoyo: sucq > zoco, alard > alarde, algib > algibe.
    -en otros, se sustituyó esa consonante árabe por otra tolerable en romance: al-'agrab > alacrán, al-muhtasib > almotacén.
  • Los nombres árabes terminados en vocal acentuada eran insólitos en español (sólo en la conjugación había casos: canté, salí), por ello se colocó una consonante paragógica, asimilando así su forma a los sustantivos habituales en español: al-kirā' > ant. alquilé > alquiler, al-bannā' > albañí > albañil.

 

Una vez admitidos, los arabismos sufrieron los mismos cambios fonéticos que el romance:

  • Palatalización de geminadas: an-nil > añil.
  • El grupo /st/ > /s/ (grafía c/ ç): musta'rib > moçarabe > mozárabe, 'ustuwan > çaguán > zaguán.
    Este cambio afectó incluso a toponimos latinos: lat. Caesar Augusta > ár. Saraqusta > Çaragoça > Zaragoza.
  • En muchos préstamos antiguos se sonorizaron las oclusivas sordas intervocálicas: al-qutun > algodón.

El uso de arabismos ha variado según las épocas; durante el Califato, cuando el centro del poder era Córdoba se introdujeron sin obstáculos ni competencia; sin embargo, durante la Baja Edad Media empiezan a retroceder frente a los latinismos y extranjerismos. Después se inicia el retroceso; el propio Villalobos (1515) recriminaba a los toledanos porque «al usar arabismos afean y ofuscan la pulidez y claridad de la lengua castellana».

El avance de la conquista cristiana hace retroceder no sólo las fronteras sino también los usos lingüísticos. Mientras los moriscos estuvieron en España sus usos y costumbre tenían actualidad, tras su expulsión en 1609 muchos términos árabes fueron desechados y sustituidos por formas romances, así alfayate y alfageme fueron sustituidos por sastrealbeitar por veterinario

«Otros se mantuvieron en el habla regional, pero la gran cantidad de ellos que subsiste con plena vida, muchos de ellos fundamentales, caracteriza el léxico hispano-portugués frente a los demás romances» (Lapesa 1981: 156)

 

 

Las palabras de procedencia árabe

 

En esta parte nos vamos dedicar a las palabras, concretamente a la explicación y a la clasificación según su significado. Rafael Lapesa dice que más de 4000 de las palabras en la lengua española provienen del árabe. El vocabulario árabe se puede reconocer por los artículos al-/a-, podríamos pensar que son prefijos, pero en realidad son artículos. Los artículos se suelen añadir a una palabra sobre todo en Castilla, Galicia o Portugal. En Cataluña y también en otros países europeos estos artículos no se suelen añadir.

 

Por ejemplo: cast. azúcar, gal. azucre, port. Açúcar; cat. sucre, fr. sucre, ingl. sugar, ital. Zucchero

 

Mucho del vocabulario está relacionado con la guerra. Como ya sabemos, los musulmanes ocuparon la península Ibérica 800 años, durante los cuales se hizo la guerra. Los árabes amenazaron a los cristianos – aclardes, que llegarían a su territorio. Cuando luchaban, se animaron con gritos altos – alaridos, con típicos sables turcos – alfanjes y para protegerse utilizaban yelmos – almófares. Usaban mucho los caballos, en los cuales estaban situados los soldados que sa llamaban jinetes. A la cabeza estaba de un soldado estaba el guía – adalid que tenía rango de almirante.

 

Los árabes no sobresalieron solo por la guerra sino que también por la agricultura. Llevaron a la Península Ibérica todavía flores no conocidas azafrán, la caña de azúcar, albahaca, limones, toronjas, albaricoques. De las flores que cultivaron, hizieron jarabe de fruta – arrope o sazonaron el alcohol.

 

Los musulmanes eran unos negociantes muy trabajadores y buenos. Pero aunque eran trabajadores, existían también alcahuetes que negociaban con las alhajas, gracias a los que recibían muchos dinares. En los típicos mercados (zocos) se podían comprar los armarios de marfil – arquetas de marfil. Debían pagar arancel – pago por el transporte por las fronteras. Normalmente a sus clientes les ofrecían café.

 

En la Edad Media nacieron en la Península Ibérica muchos edificios maravillosos – muchos palacios (Aljafería de Zaragoza, Alhambra en Granada) y aljamas (en Córdoba, la Giralda de Sevilla, Medina Azahara). Por eso se desarollaba suficiente albañilería y por eso tenía que existir alguien quien construyera los muros – alarifes. Los árabes eran geniales en la cerámica y alfarería. Estos ramos producieron muchas joyas preciosas como por ejemplo alcarrazas, bateas y jarras.

 

En cuanto a la vivienda, se situaban en pueblos más pequeños – aldeas. Normalmente tenían una terraza – azotea, donde podían jugar al ajedrez. Las alfombras de varios colores estaban colgadas en el dormitorio – alcoba. En los armarios – alacenas estaba guardada la ropa típica – albaradas, por ejemplo sandalías – abarcas o albornoces.

 

Uno de los ramos más importantes que trajeron los árabes es la ciencia, por eso muchos terminos no solo se adaptaron al español, sino que se convirtieron en los términos internacionales. De las matemáticas podemos destacar cifra (ingl. cipher; ital. cifra; alem. Ziffer), algoritmo (ingl. algorithm; alem. Algorithmus), álgebra (ingl.algebra; ital. algebra; fr. algébre; alem. Algebra). De la química son azufre, elixir , alambique. A la medicina se le adaptaron las palabras jaqueca o jarabe.

 

Cambios en el dialecto

 

En lo que se refiere al dialecto, se puede decir que los atributos romances se integraron en la lengua árabe. Se diferenciaba el dialecto de los árabes en Al Ándalus de otros habitantes árabes en estados árabes. El dialecto de los árabes fue influido por la población natal. Los árabes tomaron los elementos de la lengua de los mozárabes, es decir, de los cristianos que vivían en el territorio de los musulmanes. El castellano se mezclaba con el árabe y aquí se puede hablar de la integración. Además, los dialectos se diferenciaban en los regiones de Al Ándalus, se usaban otros dialectos en las ciudades y en los pueblos.

 

Hay que destacar que en la forma escrita se solía usar el árabe clásico, dicho de otro modo, el árabe no integrado por el romance. Pero esta idea no la aceptaba todo el mundo. Esta idea no aceptada causó el nacimiento de los únicos géneros en la poesía, como por ejemplo moaxaja (un tipo de poema que consiste en varias estrofas de cinco o más versos en árabe clásico o en hebreo, y termina con una jarcha, que es un poemilla en mozárabe que sirve de estrofa de remate) o zéjel ( una forma tradicional de poesía recitada en dialecto coloquial que se compone de una estrofilla inicial o estribillo, y de un número variable de estrofas de tres versos monorrimos seguidos de otro verso de rima constante), en los cuales el árabe se mezclaba con el romance o se usaba el dialecto vulgar que contenía los elementos tanto romances como árabes.

 

 

Si se compadeciera, si a mi afán accediera, si mi fin no quisiera, besarlo me dejera y de él no me quejara. Culto de amor profeso; no de traición soy reo; mi honor puro mantengo: quien esta ley abraza prendado está de Faray. Mi humillación me gusta, mis ansias, mi tortura. Deja, pues, tus censuras. Soy de una gente rara, que de su mal jacta. Que el fuero intacto siga a todo amante obliga, y, si alguien dice, diga: los reproches aparta, pero al fuero no falta. Una niña que pena cual yo, mi mal consuela si a su madre se queja: ¡Que me quita mi alma! ¡Que me arrebata mi alma!

 

La fraseología y los refranes

 

En el idoma español se guardaron muchos refranes o fraseología que vienen del árabe. Muchos de ellos se adapataron a la lengua romance.

 

Así que, es posible encontrar en el español por ejemplo los refranes de procedencia religiosa:

 

‹‹que Dios guarde››

‹‹si Dios quiere ››

‹‹bendita sea la madre que te parió ››

 

Muchos refranes tienen el origen en el árabe:

‹‹ Un hombre es sabio mientras busca la sabiduría; si llega a creer que la ha encontrado, se convierte en idiota.››

‹‹Que nadie le diga lo que tiene que hacer a alguien que ya ha decidido cuál tiene que ser su destino.››

‹‹Le herida causada por una lanza puede curar, pero la causada por las lenguas es incurable.››

‹‹No paséis el tiempo soñando con el pasado y con el porvenir; estad listos para vivir el momento presente.›› ‹‹Quien se empeña en pegarle una pedrada a la luna no lo conseguirá, pero terminará sabiendo manejar la honda.››

‹‹Una piedra lanzada por la mano de un amigo es como una flor.›› ‹‹Al que fortuna le viste, fortuna le desnuda.››

‹‹Castiga a los que tienes envidia haciéndoles bien.››

‹‹Libros, caminos y días dan al hombre sabiduría.››

‹‹Siéntate a la puerta de tu casa y verás pasar el cadáver de tu enemigo.››

‹‹Los que de veras buscan a Dios, dentro de los santuarios se ahogan.››

‹‹El silencio es el muro que rodea la sabiduría.››

‹‹Al lado de la dificultad está la facilidad.››

‹‹El tesoro que no se gasta aprovecha poco.›› ‹

‹La verdad que daña es mejor que la mentira que alegre.››

‹‹Al perro que tiene dinero se le llama señor perro.››

‹‹Un benefactor es el que me hace bien, incluso aunque haga mal a todo el mundo.››

‹‹Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo. ››

 

Conclusión

 

En el trabajo hemos logrado demostrar que la influencia del árabe en el español fue muy importante para su evolución. Los árabes ocuparon la Península Ibérica casi 800 años, así que dejaron un gran impacto en España. La existencia de los árabes se puede notar en la cultura, la ciencia y sobre todo en el lenguaje. El lenguaje español recibió una gran parte del vocabulario del idioma árabe. La mayoría del vocabulario español recibido del árabe empieza por los artículos al/a. Con estos artículos es muy fácil reconocer el origen de una palabra. Los musulmanes tuvieron influencia en la formación del vocabulario, la morfología, la sintaxis y los refranos. Los refranes demuestran la existencia de los musulmanes que tardó mucho tiempo. Es interesante que no hayan desaparecido y hoy en día sigan usándose. Nos ha sorprendido que no solo los árabes cambiaron el español, sino que también los españoles cambiaron el árabe. Este cambio trata del dialecto de los árabes que diferenciaba de los de los estados árabes. El trabajo ha enriquecido nuestro conocimiento. Nos hemos enterado de la historia de la conquista musulmana en la Península Ibérica la cual antes no conocíamos. El trabajo ha sido muy interesante y se ha tratado de un tema que nos encanta – el español.

 

Fuentes

 

http://www.academia.edu/4460129/2012_06_18_SODOROVA_Spanielsky_a_taliansky_jazy

http://www.oskole.sk/?id_cat=62&clanok=9722  https://es.wikipedia.org/wiki/Conquista_musulmana_de_la_pen%C3%ADnsula_ib%C3%A9rica   https://es.wikipedia.org/wiki/Islam_en_Espa%C3%B1a  

https://es.wikipedia.org/wiki/Rafael_Lapesa

http://www.citasyproverbios.com/nacionalidad.aspx?n=Arabia

 

 

file:///C:/Users/Familia/Downloads/m-ria-rejdugov--influenciadelalengua-rabeenlalenguaespa-ola.pdf

 

https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/la-invasin-rabe-los-rabes-y-el-elemento-rabe-en-espaol-0/html/00b64db8-82b2-11df-acc7-002185ce6064_2.html

 

https://www.cervantesvirtual.com/bib/historia/monarquia/austrias.shtml

 





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