LA CIVILIZACIÓN GANDHARA
Cabeza de Bodhisattva. Gandhara
Mary Harrsch (Photographed The Art
Institute of Chicago)
(CC BY-NC SA)
La civilización Gandhara
existió en lo que hoy constituye el norte de Pakistán y Afganistán desde
mediados del primer milenio a. C. hasta principios del segundo milenio d.
C. Aunque la zona fue gobernada a lo largo del tiempo por diversas potencias
importantes, todas compartían gran reverencia por el budismo y
adoptaron las tradiciones artísticas greco-hindúes que se desarrollaron en la
región después de las invasiones de Alejandro el Grande a la India.
La
Extensión de Gandhara
Aunque Gandhara se mencionaba en fuentes
históricas desde los tiempos del rey aqueménida Ciro el Grande (c.
550-530 a. C.), no se conoce que la región haya sido geográficamente descrita
en detalle hasta la peregrinación del monje budista Xuanzang (Hsüan-tsang,
602-664 a. C.) en el siglo VII d. C. Xuanzang visitó la zona hacia el final de
la civilización Gandhara, después que esta lograra sus mayores conquistas y
comenzara su decadencia. De acuerdo con antiguas fuentes budistas, describió el
área con bastante exactitud, así como sus diversas ciudades y localidades. Que
se conozca, este es el primer informe que ha sobrevivido hasta nuestros días
que ha contribuido a identificar los restos hallados en esta región como de
origen gandhárico.
Existe la suposición que Gandhara era una
extensión triangular de tierra de alrededor de 100 km en el sentido este-oeste
y 70 km de norte a sur, ubicada en su mayor parte hacia el oeste del río Indo,
limitada en el norte por las montañas del Hindukush. Gandhara incluía el valle
de Peshawar y las colinas de Swat, Dir, Buner y Bajaur, todo dentro de las
fronteras norteñas de Pakistán.
Sin embargo, los límites de la Gran Gandhara
(regiones en que dominaba la hegemonía cultural y política de Gandhara) se
extendían hacia el valle de Kabul en Afganistán y la meseta de Potwar en la
provincia de Punjab en Pakistán. En algunos momentos su influencia llegó hasta
el lejano Sindh donde aún se observan restos de una estupa y
una ciudadela budista, construidas sobre las aún más antiguas ruinas de
Mohenjo-daro. Entre las ciudades bien conocidas de Gandhara se incluye a
Takshasila (Taxila), Purushapura (Peshawar) y Pushkalavati (Mardan), donde se
han descubierto restos que continúan apareciendo hasta nuestros días.
Origen
del nombre Gandhara
El nombre Gandhara puede haber tenido
diversos significados, pero hasta ahora la teoría más extendida lo relaciona a
la palabra Qand/Gand, que tiene connotación de “fragancia” y Har, que quiere
decir “tierras”. De ahí que en su forma más simple, Gandhara es “Tierra de
Fragancia”.
Otra teoría más probable, geográficamente
sustentada, es que la palabra Qand/Gand haya evolucionado de Kun, que significa
“pozo” o “pileta”. De hecho, la palabra Gand aparece en muchos otros nombres de
lugares asociados al agua, p. ej. Gand-ao o Gand-ab (piscina de agua) y también
Gand-Dheri (charco de agua). Tashkand (piscina de muros de piedra) y Yarkand
también son nombres relacionados y por lo tanto resulta razonable que el país
pudo haberse conocido como “Tierra de los Lagos”. Esto se sostiene más aún
porque hoy día el valle de Peshawar disfruta de muy buen drenaje, sobre todo
durante la época de lluvia, lo cual resulta en que sus terrenos cenagosos
cubiertos por campos y sembrados tengan apariencia de lagos.
Historia
política de Gandhara
Gandhara fue testigo del reinado de varias de
las más importantes potencias de la antigüedad, conforme se relacionan abajo:
- Imperio Persa
Aqueménida (c.600-400 a. C.)
- Griegos
de Macedonia (c.326-324 a. C.)
- Imperio
Maurya del Norte de India (c. 324-185 a. C.)
- Indo-Griegos
de Bactria (c.250-190
a. C.)
- Escitas de Europa del Este
(c. s. II a. C. al I a. C.)
- Imperio
Parto (c. s. I a. C. al I d. C.)
- Imperio
Kushán de Asia Central (c. s. I a. C. al V d. C.)
- Hunos Blancos
de Asia Central (c. s. V d. C.)
- Shahi
Hindú del Norte de India (c. s. IX d. C. al X d. C.)
A estos le siguieron las conquistas musulmanas
hasta llegar al período medieval de la historia de la India.
Aqueménidas
y Alejandro
Gandhara fue parte del Imperio Aqueménida durante
un tiempo, pero su ocupación no fue larga. Se conoce que más adelante fue un
estado tributario de los aqueménidas (conocido como satrapía) y después pagó
tributo y acogió a Alejandro el Grande, quien eventualmente lo conquistó (junto
con el resto del Imperio Aqueménida). La hegemonía aqueménida en Gandhara duró
desde el s. VI a. C. hasta 327 a. C.
Se cuenta que Alejandro cruzó Gandhara para
entrar en lo que es propiamente el Punjab (función que hoy mantiene) y que el
soberano de Taxila, el Rajá Omblú, le ofreció su alianza contra el Rajá Porus,
quien era una constante fuente de agitación opuesta a Taxila y a las regiones
bajo su influencia. Todo ello culminó en la Batalla de Hidaspes, recogida en la
historia como parte integral de las victorias de Alejandro en la India. Sin
embargo, Alejandro no permaneció allí mucho tiempo; a la postre se aventuró
hacia el sur por la vía del río Indo, cruzó en dirección al oeste hacia
Gedrosia (Baluchistán) y continuó hasta Persia, donde falleció.
Mapa de las conquistas de Alejandro Magno
US Military Academy (Public Domain)
Alejandro dejó importantes poblaciones
griegas en todas las regiones que conquistó y Gandhara no fue una excepción.
Alentó a artesanos, soldados y demás seguidores a que contrajeran matrimonio y
se mezclaran con la población local para incorporarla por completo a la
civilización griega. A la muerte de Alejandro en junio del 323 a. C. los
ocupantes griegos, desesperados por regresar a su hogar, iniciaron el viaje de
retorno y dejaron atrás a los que permanecieron con sus nuevas familias,
quienes pasaron a ser más indios que griegos.
Dominio
Maurya
Alrededor del 316 a. C. el rey Chandragupta
de Maghada (321-297 a. C.) penetró y conquistó el Valle del Indo, con lo cual
anexó a Gandhara y designó a Taxila como capital provincial de su recién
formado Imperio Maurya. A Chandragupta le sucedió su hijo Bindusara y a este
Asoka (quien antes había gobernado Taxila).
Asoka adquirió fama por propagar el budismo,
construir numerosos monasterios y difundir los pronunciamientos del “Dharma”
por todo el subcontinente. Uno de tales claustros es el grandioso Dharmarajika
al este del río Tamra en Taxila, famoso por sus estupas. Se afirma que Asoka
enterró allí varias reliquias de Buda. Se supone que Mankiyala, Dharmarajika y
Sanchi son estupas contemporáneas.
Estupa Dharmarajika (Taxila)
Dr. Muhammad Kashif Ali (CC BY-NC-ND)
Indo-Griegos
En el año 184 a. C. los griegos mantenían su
poder en Bactria, hoy norte de Afganistán y bajo el rey Demetrius, invadieron
de nuevo a Gandhara. Fue este quien construyó una nueva ciudad en la ribera
opuesta del río frente al Montículo de Bhir. Esta nueva encarnación de Taxila
se conoce hoy como Sirkap (que significa "cabeza cortada"),
construida conforme al diseño de cuadrículas de Hipoddamius.
El reino de Demetrius estaba compuesto por
Gandhara, Aracosia (la Kandahar de los tiempos modernos, en Afganistán), Punjab
y parte del valle del Ganges. Era una sociedad multiétnica en la que convivían
griegos, indios, bactrios e iraníes occidentales. Se encuentra evidencia de
ello en toda la Taxila del siglo II a. C., tal como el santuario zoroástrico de
Jandial, directamente al norte de Sirkap.
Sirkap
Dr. Muhammad Kashif Ali (CC BY-NC-SA)
Escito-Partos
La gradual ocupación del Punjab por los
escitas de Asia Central comenzó alrededor del 110 a. C. Estas tribus nómadas
acostumbraban invadir los territorios del norte, como el de Bactria, pero en el
pasado los aqueménidas no les habían permitido avanzar. Se habían establecido
en Drangiana, la moderna Sistan iraní, e invadido el Punjab infiltrándose a
través de la zona meridional del valle del Indo, hasta llegar a tomar Taxila.
Durante el primer cuarto del siglo I d. C. se
produjo una invasión de los partos, que comenzaron a tomar los reinos griegos
en Gandhara y Punjab. Se afirma que Gondophares, un líder parto que vivió en
Taxila, había sido bautizado por el apóstol Tomás, cuestión no del todo
imposible, ya que para entonces la ciudad daba cabida a numerosas religiones y
pudo haber albergado hace casi 2000 años a una incipiente fe cristiana.
Kushan
Los Kushan eran una tribu proveniente de Asia
Central y Afganistán que migró a Gandhara alrededor del siglo I d. C. La tribu
eligió a Peshawar como centro de poder y luego se expandió hacia el este hasta
el centro de la India para establecer el Imperio de Kushán, que duró hasta el
siglo III d. C. En el 80 d. C. los kushanos le arrebataron el control de
Gandhara a los escito-partos. La importante ciudad de Taxila se volvió a fundar
en otro sitio y fue bautizada con el nombre de Sirsukh. Semejaba una gran base
militar, con un muro de 5 km de largo y 6 metros de espesor. Se convirtió en un
centro de actividad budista y alojaba peregrinos de Asia Central y China. La
era kushana fue el período de más alto desarrollo del arte, la arquitectura y
la cultura de Gandhara y se considera como la edad de oro de la historia de
esta región.
Imperio Kushan y estados adyacentes
John Huntington (CC BY-NC-SA)
El filósofo griego Apollonius de Tyana visitó
la ciudad de Taxila y comparó su tamaño con Nínive,
en Asiria.
Se puede hallar una descripción de Taxila (probablemente Sirsukh) en la Vida de
Apollonius de Tyana, cuyo autor es Philostratus.
Ya he
descrito la manera en que la ciudad está amurallada, pero se dice que estaba
dividida en estrechas calles de la misma forma irregular que en Atenas y que las casas estaban construidas de tal manera que si
se les observaba desde afuera sólo tenían una planta, mientras que si se
entraba en una de ellas, de inmediato se encontraban cámaras subterráneas que
se extendían tanto por debajo del nivel del suelo como lo hacían las cámaras de
encima. [Philostrastus, Life of Apollonius (Vida de Appolonius), 2.23; tr. F. C. Conybeare].
La parte final del reinado kushano se
caracterizó por una serie de dinastías de corta duración que tomaban
sucesivamente el control de la región de Gandhara, lo cual resultó en que la
región estuviera constantemente sometida a incursiones e invasiones o de una
forma u otra trastornada. Una rápida sucesión de regencias por el Imperio Sasánida,
los kidaritas ( o pequeños kushanos) y finalmente los Hunos Blancos que
siguieron al menguante gobierno kushano, condujo a que se detuvieran las
cotidianas actividades religiosas, sociales y de comercio. Cerca del 241 a. C.
los gobernantes del área fueron derrotados por los sasánidas persas bajo el
reinado de Shapur I, con lo que Gandhara fue anexada al Imperio Persa. Sin
embargo, presionados desde el noroeste, los sasánidas no pudieron controlar la
región de forma directa. Entonces esta cayó en manos de los descendientes de
los Kushan, que se llegaron a conocer como Kidaritas o kushanos kidar, lo cual
literalmente quiere decir pequeños kushanos.
Templo Jandial
Muhammad Bin Naveed (CC BY-NC-SA)
Hunos
Blancos
Los Kidaritas se ingeniaron para mantener el
territorio, dándole continuidad a las tradiciones de sus predecesores kushanos
hasta el siglo V d. C., época en que los Hunos Blancos o Heftalitas invaden la
región. Debido a que el budismo y por extensión la cultura Gandhara ya se
encontraba en esos tiempos en decadencia, la ocupación causó destrucción
material y dada la adopción de la fe Shivaita por los hunos, la importancia del
budismo comenzó a decrecer con mayor rapidez.
Durante las invasiones de los hunos blancos,
la creencia religiosa de la región cambió gradualmente hacia el hinduismo a
costa del rechazo al budismo, por la conveniencia política que para ellos
significaba realizar alianzas con el Imperio Gupta hindú
en contra de los sasánidas. El cambio de signo religioso (que durante siglos
fue la base de toda la vida social) condujo a un ulterior deterioro del
carácter de la región Gandhara.
La alianza de los hunos blancos con el
Imperio Gupta en contra de los sasánidas causó además que la cultura budista
declinara, al punto que ésta se puso en marcha a través de los desfiladeros
norteños hacia China y más allá. El hinduismo se apoderó de la región y los
budistas emigraron. Durante los siglos posteriores se produjeron constantes
invasiones desde el oeste, sobre todo la conquista musulmana, debido a lo cual
los remanentes de la anterior cultura que aún quedaban cayeron con el tiempo en
el olvido. Las viejas ciudades y sitios importantes de culto fueron olvidados
durante los siguientes 1500 años hasta su redescubrimiento a mediados del 1800
d. C. por los exploradores coloniales británicos.
Imperio de los Hunos (Huna) Blancos
John Huntington (CC BY-NC-SA)
Gandhara tuvo varios soberanos a lo largo de
los siglos, pero la evidencia arqueológica muestra que su tradición cultural
persistió de manera uniforme durante sus distintos gobernantes. Aunque los
territorios estaban dispersos sobre vastas áreas, las fronteras culturales de
regiones como las de Mathura y Gandhara estaban bien definidas y pueden ser
identificadas a través de incontables restos arqueológicos.
Arte de
Gandhara
El arte de Gandhara puede ser rastreado desde
el siglo I a. C, e incluía pintura, escultura, numisma, alfarería y todos los
elementos asociados a una tradición artística. Vino a despegar durante la era
Kushan y más específicamente bajo el rey Kanishka en el siglo I a. C., quien
deificó al Buda y pudo, aunque se discute, haber introducido su imagen por
primera vez.
Tras Asoka, durante la época de Kanishka, el
budismo experimentó una resurrección. La historia de la vida de Buda se
convirtió en motivación principal para todas las variedades del arte de
Gandhara. En la actualidad se encuentran grandes cantidades de imágenes de Buda
en numerosas capillas, estupas y monasterios. El arte se dedicaba en
exclusividad a la propagación de ideales religiosos, al punto que incluso los
artículos de uso diario estaban repletos de imágenes sagradas.
Entre los materiales empleados se encontraban
rocas kanjur revestidas
de yeso y pintadas, así como el esquisto. La kanjur es
en lo fundamental una roca fósil que puede ser modelada con facilidad para
lograr formas que se emplean como base de distintos elementos decorativos del
arte gandhárico, tales como pilares, figuras de Buda, abrazaderas y otros elementos.
Después que se desbasta la piedra y aparece la figura básica, esta se cubre de
yeso para darle terminación. A ciertos artículos escogidos se les recubría
además con piedras preciosas y hoja de oro. El mayor tamaño de la base de las
estatuas de esquisto era de 2.5 metros cuadrados para poder transportarlas; las
estatuas y relieves más grandes se hacían de arcilla y estuco.
Buda de Gandhara, Taxila
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)
El Buda se reverenciaba mediante estas
representaciones escultóricas de estilo bien definido que en lo fundamental
permanecía constante. Al Buda siempre se le representaba con sencillas ropas de
monje, el pelo atado en un moño conocido como Ushnisha y una contenta expresión
facial. Aunque las esculturas recién hechas se pintaban de colores brillantes,
hoy sólo quedan el yeso y la piedra; no obstante, se han hallado algunos
artículos con los colores originales intactos. Las imágenes de Buda se
esculpían para los diferentes cultos de la región, cada uno con características
particulares identificadas por laksanas (marcas
divinas), mudras (gestos de
las manos) y distintos ropajes. Buda siempre jugaba el papel principal en estas
piezas y podía ser identificado de inmediato por su aureola y sencillo atuendo.
Muchas figuras mitológicas se observan como parte de estas escenas junto a
dioses, parejas, semidioses, príncipes, divinidades, reinas, guardias
masculinos y femeninos, músicos, sacerdotes de la realeza, soldados y también
gente común.
Uno de los elementos más constantes en el
arte de Gandhara es el Bodhisattva, que en esencia es una estatua de Buda antes
de alcanzar la iluminación. Varios Bodhisattvas de las vidas anteriores de Buda
se representan en el arte de Gandhara; los más prominentes son Avalokiteshvara,
Maitreya, Padmapani y Manjusri. En comparación con la austeridad de las
imágenes de Buda, las esculturas e imágenes de Bodhisattvas muestran un lujo
superlativo con variedad de joyas, peinados, taparrabos, sandalias, etc., de
modo que las distintas encarnaciones de Bodhisattvas son reconocibles por sus
ropas, posturas y mudras.
Arquitectura
de Gandhara
La característica más sobresaliente y
singular de la arquitectura de Gandhara fue la proliferación de estupas y otras
edificaciones religiosas como los monasterios, que formaron el núcleo de la
identidad regional durante casi 1000 años. Las estupas se construyeron sobre
todo para venerar los restos de los maestros budistas y se decía que las más
antiguas guardaban restos del propio Buda. Además se erigían estupas para
reverenciar a monjes de alto rango; las edificaciones marcaban sitios en los
que se comentaba que habían ocurrido hechos legendarios relacionados con las vidas
de Buda.
Métodos de construcción en la antigua Taxila
Muhammad Bin Naveed (CC BY-NC-SA)
La abundancia de estupas en toda la India
constituyó el sello del reinado de Asoka, quien volvió a enterrar las cenizas
del Buda en diferentes estupas por todo su dominio. Aunque constituyó más que
nada un logro arquitectónico, la estupa fue un vehículo para exponer y exaltar
el arte de Gandhara, que comprendió esculturas, relieves, pinturas y otros
elementos de alta decoración. Las imágenes destacaban en paredes, patios,
nichos y capillas; los estucos adornaban las paredes de los jardines de las
estupas y los monasterios.
Al inicio las estupas se construían con bases
circulares y su tamaño era modesto. En la medida en que aumentaba la
importancia del culto a Buda en la región, los centros de veneración se
rediseñaban con mayor elegancia y se adornaban para aumentar la estatura de la
religión y para atraer más fieles y benefactores. Se sabe que las estupas
originales de Kunala y Dharmarajika eran de menor importancia y que más tarde
se expandieron a proporciones mayores por gobernantes como Asoka y Kanishka.
Una base (medhi)
circular o cuadrada sostenía un cilindro o barril sobre el cual se colocaba un
domo (anda). Se empleaban
peldaños para subir a la plataforma, comenzar a rodear a pie el domo en el
sentido de las agujas del reloj y seguir el camino de la procesión (Pradakshina
Patha) delimitado por barandas (vedika).
En ocasiones la base podía tener múltiples niveles que elevaban la altura de la
estupa. En las esquinas de la base era usual fijar pilares en cuyos capiteles
se colocaban figuras de leones; la cima del domo se coronaba primero con
un harmika, cercado
cuadrado invertido, sobre el cual se levantaba el yasti o
pilar que sostenía varios chattras o parasoles
que disminuían en tamaño, distribuidos de manera uniforme.
Estupa - vista isométrica con identificadores
Muhammad Bin Naveed (CC BY-ND)
Las estupas vinieron a representar el culmen
de los logros de la arquitectura budista de la región y desde luego, al igual
que las demás artes, estaban dirigidas a promover las estructuras religiosas de
poder. Las estupas se decoraban con paneles en relieve y frisos que describían
historias y eventos de devoción que reforzaban su rol.
La estupa constituía el principal centro de
culto y en su apoyo estaba el monasterio; una estructura que poseía áreas
específicamente dedicadas a la vida de los monjes. El monasterio o Sangharama
se convirtió en parte sustancial de la tradición budista. Con el tiempo llegó a
ser una unidad auto-sustentada, con tierras para la siembra de cosechas y
riquezas que tanto laicos como nobles le aportaban en abundancia para obtener
bendiciones. En su forma final el monasterio incluyó elementos bien definidos,
que convenían a su función básica. Estos eran:
- Refectorio/Salón de servicios: Upatthana-sala
- Cocina: Aggi-sala
- Paseo enclaustrado: Chankamana-sala (para
caminar/ejercitar)
- Baño: Jantaghara (junto al
tanque central de agua)
- Depósito: Kotthaka
- Almacén médico y general: Kappiya-kuti
Estos edificios se construían por lo general
con un enyesado de lodo que se pintaba por completo, o en algunos casos con
escenas de la vida de Buda (p. ej. el monasterio de Jina Wali Dheri en Taxila).
Planta de un Monasterio Budista (Gandhara)
Muhammad Bin Naveed (CC BY-ND)
Aparte de los edificios religiosos había, por
supuesto, una arquitectura doméstica que variaba y cambiaba con la cultura
prevaleciente en la región. Las ciudades comprendían desde asentamientos
orgánicos, como Bhir, hasta las más rígidas y planeadas poblaciones al estilo
de Sirsukh. Las ciudades más antiguas se desarrollaban de manera no planeada,
mientras las más nuevas parecen haber estado directamente inspiradas por
trazados hipodámicos observados más tarde en el siglo I a. C. Tiendas, parques,
palacios, templos, relojes solares, tugurios, chozas, villas, ínsulas,
pabellones, calles, caminos, torres de observación, portones y muros
fortificados, todos formaban parte del tejido urbano válido para la mayoría de
las ciudades de la antigüedad.
Aunque el paisaje religioso estaba dominado
por la fe budista, existe amplia evidencia acerca de otras fes que se entremezclaban
y desarrollaban dentro de la urdimbre social: Jainismo, Zoroastrianismo e Hinduismo incipiente, entre otras. Se piensa que
el templo de Jandial era de naturaleza zoroástrica, mientras que un templo
jainista y un templo al sol se hacen notar en la calle principal de Sirkap,
junto a varias estupas.
Estupa Doble Cabeza de Águila
Muhammad Bin Naveed (CC BY-NC-SA)
Una
ruina bien conocida es la de la estupa Doble Cabeza de Águila en Sirkap, que
presenta el motivo que le da nombre: una cabeza doble de águila dispuesta en
tres tipos distintos de arcos decorativos, de estilos griego, persa e hindú
respectivamente. Esto muestra el grado de mezcla de las culturas de la región,
lo que se deduce de los restos arqueológicos.
Conclusión
La
vida diaria en las ciudades de Gandhara estaba muy bien desarrollada y debido a
su favorable ubicación geográfica entre India, Persia y China, constantemente
veía cruzar por sus tierras a invasores, comerciantes, peregrinos, monjes y
viajantes. Hacia el oeste, desde la India y hacia el este, desde Persia, la
ruta que atraviesa la región de Gandhara la convirtió en el centro del camino
de cada viajero. Por esta misma vía penetró el Islam en la región y con toda probabilidad
puso el último clavo en el ataúd del budismo en la zona. De hecho, la misma vía
sería empleada durante siglos, incluso después del colapso de Gandhara, hasta
la era de los descubrimientos.
Las
riquezas de Gandhara, aunque bien conocidas durante siglos por los cazadores de
tesoros, no serían descubiertas de nuevo hasta la era del dominio colonial
británico en el subcontinente indio, época en que las tradiciones artísticas de
esta civilización perdida fueron redescubiertas y sacadas a la luz, a finales
del siglo XIX y durante todo el siglo XX.
Bibliografía
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Dani,
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Lahore, 1999.
·
Marshall,
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Saleem-ul-Haq, B.S. "Gandhara : A Buddhist School
of Art." Journal of Asian Civilizations,
Vol 20, No 1, July 1st 1997, pp. 151-168.
·
Shaikh Khurshid Hasan. Buddhist
Architecture of Gandhara. Institute of Historical
and Cultural Research, Center of Excellence, Islamabad, 2013
https://www.worldhistory.org/trans/es/1-13819/la-civilizacion-gandhara/
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