lunes, 17 de febrero de 2025

 

La historia del Coro Nacional de Ucrania en México y Schedryk (Villancico de las Campanas)

Cada año en Navidad comienzan a sonar las melodías que todos conocemos desde la infancia. Entre ellos se encuentra el capital cultural ucraniano indiscutible: modesto pero ingenioso en su diseño e interpretaciones - "Shchedryk" arreglado por el compositor ucraniano Mykola Leontovych. El villancico ucraniano, más conocido en el mundo bajo el nombre "Carol of the Bells", conquistó la escena musical mundial y la industria cinematográfica, convirtiéndose en un himno navideño internacional.

Aquí contaremos sobre la gira triunfal del Coro Nacional de Ucrania bajo la dirección del director Oleksandr Koshyts durante 1919-1924 en Europa Occidental, América del Norte y del Sur, gracias a la cual el "Shchedryk" de Mykola Leontovych se hizo mundialmente famoso.

En este artículo documental compuesto de fotos de archivo, documentos y entradas de diario que ilustran las aventuras de 40 coristas ucranianos durante su gira por los Estados Unidos Mexicanos.

La gira del Coro Nacional de Ucrania bajo la dirección del director Oleksandr Koshyts duro durante 1919-1924 en Europa Occidental, América del Norte y del Sur. En México, el Coro Nacional de Ucrania realizó una gira durante diciembre de 1922 y enero de 1923. En lugar de las 2 semanas previstas, los ucranianos se quedaron aquí durante 2 meses y actuaron en las mejores salas de conciertos de 18 ciudades del país. Como escribió la prensa sobre la gira ucraniana, solo en la capital se llevaron a cabo más de 20 conciertos, y un total de unos 50 conciertos en México. La gira de los ucranianos se realiza bajo los auspicios del gobierno mexicano y con el apoyo directo del Secretario de Educación y Artes José Vasconcelos y del Secretario de Finanzas Adolfo de la Huerta.

México está en deuda contigo por traernos una organización conocida como el Coro Nacional de Ucrania. Nunca antes habíamos escuchado algo tan perfecto. El dominio de la interpretación de la canción nacional ucraniana está más allá de los elogios, pero con qué truco y admiración percibió México el hecho de que los ucranianos conocen las canciones mexicanas y cantan en español con una dulzura especial propia. La estilización e interpretación que el maestro Koshyts dio a las canciones populares mexicanas ha multiplicado por mil el respeto por nuestras propias obras maestras. El pueblo mexicano nunca olvidará a sus famosos amigos y esperará su visita.

Ministro de Educación y Artes de México, José Vasconcelos, en carta al empresario Max Rabionov, 14 de febrero de 1923


Gira del Coro Nacional de Ucrania en México, ilustrado en el cartel del concierto ucraniano en el Teatro de la Paz en San Luis Potosi


10 de diciembre 1922 - 26 de enero 1923 (18 ciudades): Monterrey, Tampico, San Luis Potosí, Santiago de Querétaro, Guadalajara, Ciudad de México, El Oro, Toluca, Puebla, Orizaba, Veracruz, Jalapa, Pachuca de Soto, Guanajuato, León, Aguascalientes, Zacatecas, Durango, Torreón, Saltillo, Loreto.

Cerca de 50 conciertos: Teatro Isabel (Tampico), Gran Teatro de la Paz (San Luis de Potosí), Teatro de la República (Santiago de Querétaro), Gran teatro Degollado (Guadalajara), Teatro Abreu (México), Plaza de Toros "El Toreo" (Ciudad de México), Teatro Esperanza Iris (Ciudad de México), gran teatro orbeo, teatro principal (Toluca), Plaza de Toros de Toluca (Toluca), Plaza de Toros de Puebla (Puebla), Teatro Cine Lux (Puebla), Teatro Llave (Orizaba), Teatro Variedades (Veracruz), teatro Bartolomé de Medina (Pachuca de Soto), Teatro Juárez (Guanajuato), Gran Teatro Morelos (Aguascalientes), Gran Teatro Calderón (Zacatecas), Teatro Victoria (Durango), Teatro Princesa (Torreón), Gran Teatro Obrero (Saltillo), Teatro Independencia (Monterrey), Teatro Strand (Loreto)

Más de 50 publicaciones: El Informador, Restauración, El Porvenir, El Mundo, El Universal, Excélsior, El Dictamen, El Demócrata, El Heraldo.


El Presidente de la República, Álvaro Obregón, y su familia están presentes en los eventos de Ucrania. Después del concierto, el presidente Obregón le confiesa a Koshyts: "Por primera vez en mi vida lamento no tener una segunda mano (perdida en la guerra) y no puedo aplaudirlos". Luego dijo que con mucho gusto enviaría tal coro "a los enemigos de la República" para hacerlos amigos de México”.

Los antecedentes gubernamentales de Oleksandr Koshyts, como exjefe del Departamento de Música del Ministerio de Educación de la República Popular de Ucrania, y no solo como director de orquesta, son de interés para el Secretario de Finanzas de México. El funcionario invita al director ucraniano a escuchar a los cantantes de la futura Ópera de México, comparte planes para eventos ministeriales en el campo de la política musical, invita a Oleksandr a cooperar.

Continuando con su tradición diplomática de incluir obras de compositores locales en el programa ucraniano, Koshyts arregla el himno mexicano, así como dos éxitos musicales de México: Perjura y Paloma Blanca del compositor Miguel Lerdo de Tejada. Gracias a esto, el Secretario Vasconcelos en una carta al empresario del coro  escribirá "La interpretación que el Maestro Koshyts dio a las canciones populares mexicanas ha aumentado mil veces nuestro reconocimiento".

El destacado compositor mexicano Manuel María Ponce también se convirtió en un aficionado del arte ucraniano quien en su artículo nota la rítmica de "Shchedryk" de Mykola Leontovych, y caracteriza la llegada del coro ucraniano a México, como lo hizo una vez en Praga, según la fórmula de César "Vine, Cante y Venci" (Llegó, cantó, ganó).

La experiencia exclusiva de los artistas itinerantes ucranianos son las actuaciones frente a una multitud de 30 mil personas en el estadio Plaza de Toros "El Toreo", donde se realizan corridas de toros: "parecía que no cantarían 40 personas, sino 40 moscas", escribió Koshyts  en su diario.

El arte ucraniano y su intérprete Oleksandr Koshyts se convirtieron en fenómenos de marca: "este es el arte del futuro", "el arte de la eternidad". "Shchedrik - golpea con ritmo". La gente llama a Koshyts  "calva divina", y los artistas ofrecen registrar una nueva tendencia cultural: "La musica Koshytsyna".



"El Espectáculo Maravilla del Siglo": postales con una invitación al concierto del Coro Nacional de Ucrania en el Gran teatro de la Paz en San Luis Potosí, 15 de diciembre de 1922

Carteles de los conciertos del Coro Nacional Ucraniano en el Gran teatro Degollado (Guadalajara) y Plaza de Toros "El Toreo" (Ciudad de México)

Además de obras de compositores ucranianos, el Coro Nacional de Ucrania también interpretó canciones extranjeras en conciertos mexicanos, incluido el villancico catalán prestado de Luis Millet "El Cant dels Aucells" y los éxitos recientemente aprendidos del compositor mexicano Miguel Lerdo de Tejada "Perjura" y "Paloma Blanca" arreglados específicamente para el público mexicano por Oleksandr Koshyts.

«El coro viaje por exprés a la Ciudad de México. El concierto se realiza en un estadio acústico donde caben más de 40 mil personas. En el vagón del tren dos mexicanos tararean una melodía apasionada, enérgica. Koshyts escucha, saca un cuaderno y comienza a anotar la melodía. Los pide que la repitan una vez más. Anota, sonríe alegremente y continúa anotando. Llama a Tuchapskii. Descompone la melodía cantada al unísono en voces. ¡Falta solamente hora y medio para llegar a la Ciudad de México! Koshyts armoniza la melodía. Llaman a los cantantes, quienes están en el siguiente vagón. El compositor interpreta delante de todos los presentes viajeros, junto con su Capella. Alguien anota las palabras. Sacan más papel de notas de sus maletas. Lo hacen, tambaleándose por el movimiento: el tren viaja a una velocidad de 90 kilómetros por hora. Aquí mismo practican. Koshyts está de pie en un banco y los cantantes a lo largo del pasillo. Cantan. Los mexicanos en el vagón están conmocionados. Es “Perjura”.

El tren está llegando a la Ciudad. Faltan pocos minutos. Reescriben las notas, debajo escriben la letra de la canción y al mismo tiempo aprenden a pronunciar las palabras. Los pasajeros hispanohablantes les ayudan. 

Y aquí esta el estadio colosal. El coro se agrupa piramidalmente en un escenario especialmente construido, y frente a él en un podio separado, a cierta distancia, el hechicero Koshyts. la tensión es terrible. ¿Funcionará? ¿Tendrán éxito? ¡Esto es absolutamente improvisado!

Y de repente los nietos de Cortes y Monte zuma se congelan. Este es su himno, un himno no oficial, un himno nacido de sangre y en sangre. Todos los mestizos, todos los criollos cantan. La genial intuición del gran director-compositor ucraniano extrajo de esta canción todos los matices de las experiencias humanas de esta tierra extraordinaria, una síntesis de su alma que no puede sintetizarse, que nunca encontrará la paz, porque en ella vive la lucha entre dos elementos en conflicto, dos sangres.

Con cada estrofa, la canción se volvió más encantadora, más formidable. Y en ese momento llega la tormenta mexicana del deleite: una tormenta de almas extáticas rugió en el estadio. La gente saltó de los escalones de piedra del anfiteatro sobre los hombros y las cabezas de los vecinos del frente, rompió los límites de los cordones y la policía y miles corrieron hasta el podio. Mil flores, guantes, chales, dinero volaron al grupo en blanco y negro, de tierras desconocidas, piramidalmente agrupado, que tanto apasionaron los corazones del pueblo mexicano. Y Koshyts, sacerdote victorioso, estaba de pie, lleno de admiración, como una estatua de un músico griego.

Tuvieron que cantar "Perjura" tres, cinco, seis veces, y la multitud se enfureció en un trance permanente de deleite.

Después del concierto, la multitud cargó a Koshyts en sus manos. Y el día siguiente, 46 mil mexicanos volverán al estadio para una vez más lanzar una lluvia de flores y llevar sobre los hombros al genio ucraniano de las praderas del rio Dnipro.

¡Fue un récord de éxito mundial! El éxito de un hombre que, en armoniosos tonos de voces vivas, supo expresar lo que no se puede expresar con palabras: los secretos de la existencia humana y el destino dado a los pueblos por el Cielo».

Del artículo "Espíritu gigante,  mago de canciones encantadoras". Pavel Zaitsev, Director General de Artes y Cultura Nacional de la República Popular de Ucrania, publicado en el libro de Mykhailo Holovashchenko "El fenómeno de Oleksandr Koshyts" (Kyiv, 2007).

«La Multitud que Asistió al Toreo Ayer se Emocionó al oír el Himno Patrio Cantado por los Ucranianos» 

El subtítulo del artículo sobre la actuación del coro ucraniano en el Estadio El Toreo ante una audiencia de 32 mil personas en el periódico Excélsior del 25 de diciembre de 1922.

Recortes de la revista Cine-Mundial con la imagen del Coro Nacional de Ucrania y las corridas de toros en el estadio El Toreo

«Escribo bajo de la impresión fresca del concierto. Hoy fue nuestro triunfo completo. Al concierto llegó el presidente de la Republica Obregón con su familia. Yo estaba bastante enfermo, el coro medio ronquido (especialmente los octavitas), pero cantaron muy bien. Después de cantar “Sueño” el público empezó a gritar. Pero, cuando cantamos “Paloma blanca” – pensé que la tierra se iba a agrietar y fallar. El público grito tanto que no pude entender nada, solo vi como agitaban las manos, sombreros, carteles... Los coristas me contaron, que después de esta canción un hombre en el parterre golpeo la gorra al suelo, salto sobre una silla, levanto las manos arriba y comenzó a gritar como un loco. También gritaban todos los oyentes en la sala. Durante el entreacto, me invitaron a conocer el presidente, que quería verme. Me dio las gracias y me dijo: “Por primera vez en mi vida, lo siento, que no tengo mi segunda mano (la perdió en la guerra) y no puedo aplaudirle”. Continuo diciendo que sería feliz, si podría enviar a un coro semejante a los enemigos de la Republica para hacerlos amigos de México. Estas palabras se transmitieron en las radios por toda América».

 – de «Diario» de Oleksandr Koshyts

El anuncio del concierto debut del Coro Nacional de Ucrania en el Teatro Arbeu el 20 de diciembre de 1992: «Acontecimiento artístico sin precedentes en México. Las más alta manifestación de un arte único y genuino que se haya registrado en México».

Teatro Arbeu

«En la tarde fue mi beneficio. Aquí se esconde una vieja costumbre de los actores españoles: dedicar su beneficio a alguna persona destacada de la ciudad. Cantamos bien y la recaudación y el público fue maravilloso. "Perjura", que cantamos por primera vez, salió bien. El público se volvió loca y tuvimos que volver a subir al escenario al compositor Tejada. Además del mar de flores, también recibí regalos del Secretario de educación – una placa de oro, del Secretario de hacienda – una pitillera de plata, del director del conservatorio – una placa de oro, de la dirección del teatro "Esperanza" un reloj de oro maravilloso y de Rabinov – una pitillera de oro. Rabinov fantasea con que me darán una medalla de oro, lo que me agrega un material ricamente divertido para el diario».

– del «Diario» de Oleksandr Koshyts

Oleksandr Koshyts y destacados compositores mexicanos Manuel María Ponce y Miguel Lerdo de Tejada

Extracto del artículo del compositor Manuel Ponce sobre el Coro Ucraniano. El Universal, 22 de diciembre 1992.



Carta del Secretario de Educación Publica de México, José Vasconcelos dirigida al empresario Max Rabinoff, 14 de febrero de 1923

 

En su diario Koshyts menciona su cooperación con la Secretaría de Hacienda de México:

«Antes de salir de la Ciudad de México, el secretario de Hacienda quiso informarme sobre las medidas del gobierno con respecto a la música cuando se enteró de que yo era el Jefe del Departamento de Música en el Ministerio de Educación de Ucrania. Resultó que ya habían implementado lo que yo había presentado al Departamento de Música: estaban recolectando talentos musicales en todo México y criándolos con fondos públicos: vistiendo, brindando vivienda y enseñando. Hasta ahora, solo se ha abierto un estudio de ópera, porque se refieren a ópera estatal solo con cantantes mexicanos. La construcción de la Ópera de mármol de Carrara (Palacio de Bellas Artes), con un valor de 30 millones de pesos, se está terminando. Se reunieron unos cien cantantes. Escuché a unos 20. Entre ellos se encuentran maravillosos tenores, barítonos y hermosas sopranos»

Carta del Director de la Escuela N. de Música y Arte Teatral, Julián Carrillo dirigida a Oleksandr Koshyts, 3 de enero de 1923.

«Cuando fui al concierto de hoy, mi estado de ánimo era pesimista. Ya he escuchado los coros de fama mundial, por ejemplo: coro de la Capilla Sextina, coro de Santa Virgen en Loreto, Italia o en Lourdes, Francia. Y parecía que nada era más perfecto en todo el mundo. Pero, desde la primera obra del programa, me asegure con gran placer que estoy frente a algo mágico y extraordinario. No exagero cuando digo así, es pura verdad. Era imposible imaginar que las voces humanas son capaces de expresar una impresión tan perfecta de orquesta impecable. He oído violines, violonchelos, contrabajos, que sonaban tan limpio y claro, que solo Paganini era capaz de realizarlo. La singularidad de este coro en comparación con los mencionados anteriormente está en lo que los primeros dan una impresión monótona y El Coro Ucraniano por su diversidad y colorido nacional da una visión perfecta de su arte. La cuarta actuación de primera parte del concierto provocó un gran rugido de aprobación. Esto es “O, allí, detrás de la montaña” de Stetsenko. Nunca he visto un dibujo musical tan perfecto, cerrando los ojos, podía ver una montaña cubierta de nieve. La canción termina con un bajo profundo que nunca había oído en mi vida. La segunda actuación del programa es magnífica y fabulosa – estoy hablando de “Canción de cuna” (solista O. Dmytrieva) de Barvinsky en la interpretación musical de Koshyts. Los instrumentos de voz revelaron unos momentos simplemente increíbles! Siento que para descubrir la impresión es necesario encontrar términos nuevos y todavía desconocidos. ¡El poder del arte Supremo se combina con actuación Celestial!»

Rigoletto, El Heraldo, 22.12.1932

 

«... Canto ¡Aleluya! Canto gloria, estimados lectores, al arte divino, arte poderoso, arte de la eternidad. Acabo de escuchar al Coro Ucraniano y mi corazón está lleno de alegría, mi alma – de asombro, el oído – de homónima de los bosques y las lluvias de primavera, de la sinfonía de la tierra legendaria, de las voces de chicas enamoradas, del llanto quejumbroso de las madres, del canto de los kobzares. Traigo a Ustedes, estimados lectores, buenas noticias de Navidad: vamos y nosotros con este colectivo de mujeres y hombres... y vamos a cantar en éxtasis ¡Aleluya! La dulzura increíble y la riqueza de los acordes – no como en una orquestra u órgano, mucho más poderosa, porque estas voces tienen alma, imaginación y sentimiento!»

«Restauración», 19.12.1922 

 

«Esta noche el Teatro Isabel se ha transformado en un templo de la música, donde 40 voces de maravilloso timbre con la mayor maestría artística nos hicieron comprender cuánto emocionante es la voz... El autor de estas líneas sintió en Europa el famoso Coro Klavé, compuesto por miles de coros que han actuado con gran éxito en París y otras capitales del mundo. El arte intemporal del maestro Clave se vivifica en el maravilloso monumento, erigido en su honor en uno de los parques de Barcelona. Por lo tanto, el coro ucraniano también es igual al coro Klavé, aunque menos numérico. Da la impresión del arte del futuro, que no encaja en nuestros términos y técnicas habituales. El coro ucraniano ha despertado las emociones del público. Le expresamos un profundo agradecimiento y una sincera felicitación».

Avernino, El Mundo, 13.09.1922

 

« ...Cada obra del programa del coro Ucraniano fue un éxito. Después del estreno de la canción «Madre de Dios de Pochaiv», al final de la cual el bajo mostró un timbre increíble, estallaron las primeras ovaciónes. Nuestro público, que tiene un instinto artístico inherente, se dio cuenta de que tenía un coro inusual frente a él, y que estaba dirigido por un director excepcional. Los aplausos y las ovaciones se repitieron sin parar. «Shchedryk» sorprende con su ritmo inusual e interesante, «Kolyskova» - una canción con efectos notables de sonido cerrado, que suena fresco; «La cabra» y «Agaricos» están llenos de poder y virtuosismo original - todas estas obras cautivaron enormemente al público... El Coro Nacional Ucraniano obtuvo una verdadera victoria durante su primer concierto, seguido de los siguientes, no menos significativos. Parafraseando a César, se puede decir sobre ellos: ¡Vinieron, cantaron, ganaron!».

Manuel M. Ponce, El Universal, 22.12.1922

 

«Se puede decir muchas frases exuberantes para describir el milagro del Coro Ucraniano, pero solo se puede entender en silencio. Supongo que en el mismo momento en que escribo, muchos corazones están bajo el hechizo de estas "voces instrumentales". Y pienso que lo mismo sienta las miles de personas que estuvieron esta noche en el concierto en Teatro Variedades. Después de todo, «La canción de cuna» que nos cantó el Coro Ucraniano contribuirá a nuestra plena reencarnación... La armonía, el ritmo y el éxtasis - es lo que nos hizo atravesar el Coro Ucraniano».

EI Dictament, 11.01.1923, Veracruz



Foto del empresario del Coro Nacional de Ucrania Max Rabinov con su esposa y Alexander Koshyts en el Excelsior.








































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