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ARTISTAS QUE HAN SABIDO CAPTURAR EN
SUS
CUADROS LA ESENCIA DEL VERANO Y NOS
TRASLADAN A ÉL
No sabemos cómo será el
verano que dará comienzo en poco más de un mes, solo que será diferente. No
obstante, hay cosas que ninguna pandemia podrá modificar: el calor extremo, la
luz intensa, los días tan largos... Muchos artistas se han sentido atraídos por
el verano como modelo a lo largo de la historia del arte. Sus representaciones
cobran ahora más valor que nunca ara ayudarnos a recordar todas las bondades de
la estación del año que es sinónimo de vida y diversión.
VACACIONES EN LA PLAYA
La playa es el primer lugar
que se nos viene a la cabeza cuando pensamos en el verano. La sensación de la
arena entre los pies, la brisa salada, el primer golpe del mar que nos baja de
golpe la temperatura corporal, esa acústica especial en la que lo lejano suena
cercano y lo cercano lejano... La costa es un escenario que ofrece un
imaginario que ha inspirado a artistas de todas las épocas y partes del
mundo. Sin irnos muy lejos, en España tenemos a Joaquín
Sorolla, cuyos cuadros capturaron a finales del siglo XIX y
principios del XX la luz especial del Mediterráneo mejor
que cualquier foto.
Niño Pescando, 1905
Niños en la playa, 1906
Paul Ferney está
especializado en pintura al óleo y sus obras destacan por su poder de
transportarte casi por arte de magia a su playa favorita. Se
caracteriza por un estilo predominantemente impresionista a base de trazos
amplios.
Hopper retrató a
mediados del siglo XX el estilo de vida estadounidense dentro y fuera de las
áreas urbanas. Aunque viviía y trabajaba en Nueva York, pasó sus veranos de
madurez en Cabo Cod, Massachusetts, donde se hizo un
estudio soleado y apartado con vistas al océano.
Sea Watchers, 1952
Rooms by the Sea, 1951
Degas reprodujo este
cuadro en su estudio, guiado por la memoria.
Es por ello que se trata de una escena menos natural y realista que las
anteriores y la apariencia de sus personajes es más estática y rígida.
Sur la plage, 1876-77
El impresionista Monet se
traslada a Sainte Adresse en el otoño de 1866 y en la playa de Saint Avray
pinta varias escenas marinas.
La playa de Sainte-Adresse, 1867
La playa en Trouville, 1870
La piscina
Hay dos tipos de personas en el mundo: las
que prefieren bañarse en el mar o las que prefieren la piscina,
con su cloro, sin riesgos de que nos pique una medusa y ahorrándonos el que se
nos meta arena hasta en el carnet de identidad. Jessica Brilli es una artista contemporánea cuyo trazo tiene
reminiscencias de Hopper con sus líneas rectas y su estética de realismo
americano del siglo XX. Las piscinas están muy presentes en su obra, sobre todo
cuando nadie las está usando.
Lo mismo sucede con Darek Grabus, que nos transporta a la soleada California con
sus paisajes de piscinas
Paseos por
jardines en flor
Con el buen tiempo llegan todos los planes al
aire libre que no podemos hacer durante el invierno. De entre ellos, la
estrella son los picnics en el campo o en parques como el de la Ciudadella
en Barcelona o el Retiro en Madrid. O simplemente salir a pasear por ellos y sentarse
a contemplar la vida en el césped y leer. Un ejemplo perfecto
del relax que traen días así lo encontramos en la pintura más famosa de Georges Seurat. El retrato de un
soleado domingo en el París de finales del XIX.
Tarde de domingo en la isla
de la Grande Jatte, 1884
Con esta bonita estampa de Turner, directamente desde el Romanticismo,
podemos imaginarnos que visitamos Florencia en una tarde de
junio con todo el aroma de la vegetación en flor. Se
respira paz y belleza.
Florence from near San Miniato, 1828
El idilio de Monet con el verano no se limita a las
escenas playeras, un ejemplo es este cuadro en el que los girasoles,
propios de esta época, son los protagonistas.
El jardín de Monet en Vétheuil, 1880
Mujer en el jardín, 1867
El pueblo
En verano, muchos aprovechan para alejarse de
las ciudades y desaparecen para pasar unas semanas de relax en el pueblo, alejados
del bullicio y en contacto con la naturaleza. Allí el tiempo
transcurre de manera diferente: lento y apacible. Un poco lo que transmite el
Paseo de domingo de Carl Spitzweg.
Paseo de domingo, 1841
Si los cuadros de Vincent Van Gogh olieran lo harían, sin
duda, a verano. Será por su predilección a la hora de usar el color
amarillo o por lo que le gustaba representar girasoles
sobre sus lienzos pero es innegable que la época estival es la protagonista de
muchas de sus obras.
Camino con ciprés y
estrella, 1890
Terraza de café por la
noche, 1888
Las enfermedades de Manet, que impedían la mayor parte de
sus movimientos, motivaron que en el verano de 1882 alquilara una casa en
Rueil, pasando en este lugar desde julio hasta octubre. Aunque retrató la
entrada con su jardincillo, la gran protagonista de esta composición
es la luz, tomada posiblemente del natural.
Casa en Rueil, 1882
Fotos
| Sorolla, Monet, Manet, Van Gogh, Hopper, Turner, Degas, Paul Ferney, Darek
Grabus, Jessica Brilli.
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