domingo, 3 de mayo de 2020


EL BIERZO

EN EL

PERIODO PREHISTÓRICO




 Tradicionalmente el período prehistórico abarca desde la aparición del hombre en el planeta (primeros restos fósiles humanos), hasta que los grupos humanos nos transmiten noticias escritas de su existencia; si esas noticias son transmitidas por otros grupos más desarrollados se suele hablar de Protohistoria. 
      Pues bien, las primeras fuentes escritas referentes al espacio geográfico que hoy conocemos como Bierzo, aunque referidas a los pueblos del norte en general, provienen de escritores griegos y romanos (Strabon, Plinio, Floro) y son escritas en un momento en el que El Bierzo está integrado en el Imperio Romano, dentro de la provincia Citerior y del Conventus Asturum. De ese mismo período son las fuentes epigráficas. 



Los conocimientos de toda la historia anterior (Períodos prehistórico y protohistórico) dependen única y exclusivamente de las excavaciones arqueológicas que han sido, en general, escasas, si exceptuamos toda la labor realizada por el equipo dirigido por Javier Sánchez-Palencia en la Zona Arqueológica de las Médulas (ZAM), las excavaciones del Castro de Chano (F. Miguel y J. de Celis) y las llevadas a cabo en Castro  Ventosa por T. Mañanes (años 70) y más recientemente en la zona de las murallas por I. Díaz y A. Garín, aunque en ningún caso estamos hablando de una excavación general del yacimiento. 
      Esta es la razón que explica que los períodos prehistóricos más antiguos (Paleolítico y Neolítico) prácticamente sean desconocidos en lo que atañe a El Bierzo, llegándose a formular incluso la hipótesis de un posible despoblamiento de esta comarca en el Paleolítico. Esta hipótesis está en revisión en la  actualidad,  por el hallazgo de piezas líticas (bifaces), hendedores, raederas...etc) en las terrazas de la margen izquierda del río Cúa, en las cercanías de Cacabelos, por parte de F. Miguel y M. Figuerola. Cronológicamente, estas piezas han sido encuadradas en el Paleolítico Inferior (Achelense Medio, entre 300000 y 100000 a.C.). 
      Otros hallazgos, fundamentalmente hachas pulimentadas, nos sitúan ya en períodos más recientes: Neolítico y Edad del Bronce. Estas hachas se han encontrado en numerosas zonas (Ancares, Paradasolana, Molinaseca, Cabañas Raras, Carucedo, Corbón del Sil y Ponferrada) y se suelen situar a finales del IV milenio a.C. en el tardoneolítico o inicios del calcolítico, siendo comunes al resto de la provincia o incluso de la cuenca del Duero. 
      En el Calcolítico (inicios de la E. del Bronce en los que se utiliza el cobre), en una cronología aproximada de 2500-1800 a.C., sitúa Fernández Manzano las cerámicas halladas en la cueva de las Tres Ventanas de Toral de los Vados; son cerámicas realizadas a mano y decoradas con acanalados e incisiones a peine. También alguna de las puntas de lanza (punta palmela) de Bembibre (aparecieron en total 28 puntas de bronce en 1978 en pleno casco urbano; la gran mayoría son del Bronce Final o de los inicios de la Edad del Hierro) y, finalmente, las pinturas esquemáticas de Sésamo - Peña Piñera (ver foto superior)- y Librán. 
      En cuanto a la Edad del Bronce (1800-700 a.C.), los hallazgos han sido más numerosos, destacando: 
  • Hachas de talón (Ponferrada, Villafranca del Bierzo). 
  • Idolos de Noceda y Villafranca del Bierzo. 
  • Puntas de bronce de enmangue tubular (Bembibre), ya del final del bronce y de la transición a la Edad del Hierro. 
      La tradicionalmente llamada Edad del Hierro coincide en el noroeste y norte hispano (por tanto también en El Bierzo), con la Cultura Castreña. Toma este nombre de los lugares de habitación fortificados, los castros. Suelen encontrarse en zonas elevadas y protegidas, bien en cerros aislados, en laderas de colinas o en la confluencia de dos ríos. Presentan toda una serie de estructuras defensivas (fosos, taludes, muralla), que rodean el poblado; su espacio interior es irregular y accidentado, adaptándose las viviendas al terreno sin que exista una organización de los edificios que permita hablar de urbanismo, con amplias zonas sin edificar. Las casas suelen ser exentas y, entre ellas, más que calles existe "caleyos"; suelen ser de planta circular,  elíptica o de forma rectangular con las esquinas formando escuadra o redondeadas. Los materiales más utilizados son pizarras o cantos rodados y es probable que las techumbres fuesen de elementos vegetales o de paja. El espacio interior suele ser bastante reducido (3/5 m de diámetro; 10/20 m2 de extensión) y la única abertura hacia el exterior suele ser la puerta, apareciendo a veces un asiento en el interior recorriendo el muro. También aparece el hogar formado por lajas. Según Sánchez-Palencia, no se debe identificar cada edificio con una posible vivienda, ya que lo que este autor denomina "unidad de habitación" se extiende a otras viviendas anejas. El número de castros en el Bierzo es muy amplio, superando con creces los cerca de cien de que habla Mañanes; no obstante, no todos (probablemente ni siquiera la mayoría) sean prerromanos ya que hay numerosos castros del período romano, unidos a explotaciones auríferas.  






Herrería de Compludo


Los aspectos socio-económicos y culturales más significativos de la cultura castreña, muy resumidos son los siguientes: 
  • Economía de carácter autosuficiente, basada en agricultura, ganadería, recolección y caza con una probable importancia de propiedades de tipo comunitario. 
  • Aunque los datos que nos transmiten los escritores greco-romanos son muy generales para todo el norte peninsular, parece ser que la organización social es de base familiar, pasándose después a unidades gentilicias de mayor amplitud (centuria, castellum o castro), superponiéndose la gens y el populus. 
  •  Desde el punto de vista cultural, el aspecto más destacado y que engloba a los demás es el religioso; se trata de una religión politeista, algunos de cuyos dioses han llegado hasta nosotros a través de lápidas epigráficas: Bodo, Degante, Mandica, Cossue...etc. 
El Bierzo en el periodo romano 

      El Bierzo se integra en el mundo romano como consecuencia de un enfrentamiento militar conocido historiográficamente con el nombre de "Guerras Cántabras". Como consecuencia de la derrota de los pueblos indígenas, comienza un proceso de romanización que en el caso de El  Bierzo parece ser que fue más intenso que el de los territorios del norte por su riqueza aurífera. 
      Las Guerras Cántabras.- Se desarrollan a finales del s. I a. C. (29/19a.C.) y los textos que han llegado hasta nosotros han dado lugar a numerosas interpretaciones por parte de los historiadores. El resultado de las mismas fue la derrota de los pueblos del norte y su integración en el mundo romano. Esta integración presenta como características más importantes las siguientes: 
  •  Cambios en el poblamiento: 
    • Abandono de algunos castros y establecimiento de asentamientos en las zonas llanas de los valles y de la hoya. Floro señala que "César, recelando del amparo ofrecido por los montes en los que se refugiaban, les ordenó habitar y establecerse en los campamentos situados en la llanura". De todas formas, no todos los castros fueron abandonados pues este tipo de poblamiento sigue existiendo en época romana, aunque con algunas diferencias respecto al período prerromano, como se puede observar en los llamados castros mineros en los que está presente una especie de protourbanismo (Castro de Orellán). 
    • Nacimiento de unos núcleos de población de cierta consideración, destacando Bergidum e Iteramnium Flavium, núcleos situados en las principales vías de comunicación. 
Reconstrucción de unas viviendas de El Castrelín de S. Juan de Paluezas (Sánchez-Palencia)

  • Cambios en la organización económica.
    • Junto a una economía de carácter básicamente autosuficiente que permanece, adquiere una importancia enorme una economía basada en la explotación del oro que va unida a los intereses del estado romano. 
    • Introducción de nuevos cultivos como la vid y el olivo y nuevas técnicas (arado romano). 
    • Probables cambios en los tipos de propiedad, disminuyendo las propiedades comunales, apareciendo la gran propiedad de tipo romano (Villae). 
    • Importancia de la minería del oro, empleando distintos sistemas de explotación en función de las características del yacimiento (primarios/rocas, ríos, terrenos sedimentarios). Estos últimos fueron los más importantes: La Leitosa, Castropodame y, sobre todo Las Médulas, además de numerosas pequeñas explotaciones. 
    • Importancia de establecimientos metalúrgicos y cerámicos (terra sigillata, imbrices, tégulas). 

  • Cambios en la organización social.-
    • La organización de base familiar y gentilicia prerromana necesariamente hubo de sufrir transfomaciones adaptándose a una sociedad de base esclavista, aunque desconozcamos esas transformaciones. 

  • nivel político-administrativo, aunque inicialmente el territorio correspondiente a El Bierzo junto con todo el territorio astur se integra en la provincia Lusitania, en vida del propio Augusto pasa a formar parte de la provincia Citerior o Tarraconense. A comienzos del s. III d.C., el emperador Caracalla crea la provincia Hispania Nova Citerior, formada por los conventus Asturum, Bracarensis y Lucensis; finalmente, Diocleciano, a finales del s. III crea la provincia Gallaecia en la que se incluye El Bierzo. 
      Estas provincias se dividían en Conventus. El Bierzo se incluye en el Conventus Asturum con centro administrativo en Asturica Augusta (Astorga). El último eslabón a nivel administrativo lo constituyen las "civitates" (núcleo con características urbanas y el territorio que lo rodea. En El Bierzo se citan dos (Bergidum e Interamnium) de las que se supone que llegaron a alcanzar estatuto municipal por el apelativo "Flavium"
 
  • Cambios culturales.-
  • Lenta transformación de las creencias religiosas, aunque perviven durante mucho tiempo las divinidades indígenas bien con sus propios nombres o asimiladas a las romanas. Además se introducen divinidades claramente romana: Júpiter (Dolichenus/Optimo Máximo/de los Queledini son tres acepciones de esta divinidad que aparecen en sendas lápidas encontradas en Villadecanes, Torre del Bierzo y San Andrés de Montejos); dioses manes y lares; cultos mistéricos y finalmente, el cristianismo. Además comienza a utilizarse el latín como lengua (lápidas epigráficas). 
      A partir del s. III  d.C. se produce en todo el Imperio Romano una crisis profunda, cuyas causas, obviamente, escapan al ámbito geográfico de El Bierzo, aunque también aquí tiene sus repercusiones, entre las que podemos destacar:

 
  • Abandono de explotaciones auríferas. 
  • Amurallamiento de Castro Ventosa. 
  • Ocultamiento de "tesorillos" (Villariños, Ponferrada). 
      Con la desaparición definitiva del Imperio, e incluso antes, comienzan a llegar a El Bierzo nuevos grupos humanos iniciándose así el período medieval o, como prefieren denominarlo algunos autores, la Antigüedad Tardía, señalando así una continuidad en ciertos aspectos fundamentales hasta el siglo VIII, y más concretamente hasta la llegada de los musulmanes a la península en el año 711. 


Bibliografía
VV.AA.- Historia de El Bierzo. Diario de León - Instituto de Estudios Bercianos. Ponferrada 1994; pp.1-24.  
ÁLVAREZ GONZÁLEZ, Y.- "El tránsito del mundo prerromano al romano en el valle de Noceda". Revista Estudios Bercianos, nº 17, pp. 75-84.  
- "Excavaciones en el valle de Noceda. Los castros de La Forca y Ceruñales" Revista  Estudios Bercianos, nº 18; pp. 20-28.  
"Ocupación castreña prerromana y romana en las cuencas del Noceda y del Boeza". Revista  Estudios Bercianos, nº 23; pp. 5-17.  
BARCIA MERAYO, E. "Precisiones al trazado de algunas Vías Romanas en El Bierzo". Revista  Estudios Bercianos, nº 23; pp. 32-65.  
DÍAZ ÁLVAREZ, I. (con la colab. de A. Garín García) "La importancia viaria de Bergidum". (Mecan.).  
-"Estudio arquitectónico de las murallas de Bergidum" (Mecan.)  
FERNÁNDEZ VÁZQUEZ, V. y FERNÁNDEZ VÁZQUEZ, L.- "Localización del Monte Medulio en la Sierra de La Lastra". Revista  Estudios Bercianos, nº 23. pp. 122-128.  
MAÑANES, T.- El Bierzo Prerromano y Romano. León 1981.  
- Arqueología de la cuenca leonesa del río Sil (Laciana, Bierzo, Cabrera). Valladolid 1987.  
RABANAL ALONSO, M.A.- Vías Romanas de la provincia de León. León 1988.  
VV.AA. Actas del Congreso Internacional Astorga Romana. Astorga 1986. (FERNÁNDEZ MANZANO, J. "El territorio astur antes de la llegada de los romanos"); pp. 13-36.


El Bierzo Medieval

Antigüedad tardía: Período germano-visigodo.      

Dominio suevo.-
 
Llegada en el año 409 junto con Alanos y Vándalos. Desde un punto de vista histórico, no existen aspectos lo suficientemente significativos como para superar el carácter de generalidades que se puedan decir sobre el reino suevo que finaliza en el año 585 al ser derrotados por el rey visigodo Leovigildo.

 Dominio visigodo.- 

Desde el año 585 hasta el 711, el Bierzo forma parte del reino visigodo, cuyo centro político se encuentra en Toledo. Los aspectos más significativos de este período los podemos resumir en tres apartados. 
  • Desde el punto de vista dministrativo-teritorial, la única modificación respecto al período bajoimperial romano se produce en el siglo VII al crearse dentro de la provincia Gallaecia, el ducatus de Asturias en el que es muy probable que estuviese incluido el Bierzo (S. Valerio: "provincia asturiensi"). Las provincias se encontraban subdivididas en territorios (Territoria), formando el Bierzo el BERGIDENSIS TERRITORI.
  • Otro aspecto significativo está relacionado con el Monacato; en el Bierzo tiene como principal protagonista a S. Fructuoso, ya que entre sus numerosas fundaciones, tres se sitúan en el Bierzo: monasterio de los Santos Justo y Pastor de Compludo, el monasterio Rufianense y el monasterio Visoniense.
  •  Bergium fue una ceca visigoda, es decir un lugar de acuñación de moneda, en este caso de escasa
  • importancia, probablemente relacionado con fines fiscales o con campañas militares.

Invasión musulmana y Reino de Asturias.     
En el año 711 se produce la llegada de los musulmanes a la P. Ibérca, logrando prácticamente en cinco años, el dominio de la mayor parte del territorio controlado anteriormente por los visigodos, dominio que debe ser entendido en el sentido tributario. Entre los años 718 y 722 se produce la derrota de una expedición musulmana en Covadonga, lo que señala el inicio del Reino de Asturias. 
     Durante varios años, el Bierzo va a desempeñar el papel de zona de transición, papel que va a mantener hasta el período comprendido entre mediados del siglo VIII y los años centrales del siglo IX, ya que durante los reinados de Alfonso II (791-842) y de Ramiro I (842-850), se produce la reconquista del Bierzo, entendiendo por tal la integración de esta comarca en el reino de Asturias tanto desde el punto de vista territorial como político-administrativo. Unos años más tarde, durante el reinado de Ordoño I (850-866), la expansión de este reino ya se sitúa al sur del espacio berciano, jugando un papel relevante en ese sentido gentes originarias del Bierzo. 
     A partir del reinado de Alfonso III (866-910) se dan unas condiciones en el Bierzo que permiten la configuración de unas estructuras poblacionales, económico-sociales y administrativas que se pueden resumir en los siguientes aspectos: 
Características económicas, sociales y administrativas de El Bierzo en el período medieval.  
Configuración de la red de poblamiento. 
     Desde la segunda mitad del s. IX y comienzos del s. X nos encontramos con referencias documentales continuas a pueblos, aldeas u otros lugares. Este "nacimiento documental" de los núcleos de población es estudiado por M. Durany en el período que va desde el s. IX hasta 1250, llegando a contabilizar un total de 437, algunos de ellos ilocalizados. 
     Gran parte de ellos aparecen en donaciones realizadas a monasterios, a la iglesia de Astorga o a otras sedes episcopales. Los protagonistas de esas donaciones son individuos a nivel particular  o comunitario, nobles o los propios monarcas; incluso la primera referencia puede ser un monasterio que puede ser el origen del núcleo de población. Si queremos simplificar un proceso de enorme complejidad, debemos señalar que los protagonistas de un fenómeno que conocemos con el nombre de REPOBLACION, entendida en un sentido amplio como colonización y puesta en cultivo y también como organización administrativa del territorio, son los siguientes: 
     - El Campesinado que bien en el contexto de las llamadas Comunidades de Aldea o a nivel particular son los principales protagonistas si tenemos en cuenta la documentación medieval. 
     - Los Monasterios. Su importancia cuantitativa (37 documentados antes del s. XII) hace pensar a algunos historiadores que la llamada repoblación monástica es la más característica del Bierzo. 
     - La nobleza y la monarquía, que aparecen como propietarios en múltiples ocasiones. 
     Si hasta el s. XII las aldeas son la referencia fundamental en la red de poblamiento, desde este siglo el fenómeno más llamativo es el del desarrollo de una serie de villas (Molinaseca, Ponferrada, Bembibre, Cacabelos, Villafranca...). El crecimiento demográfico, el papel jugado por algunos monarcas como Fernando II y Alfonso IX y el Camino de Santiago son algunos factores que hay que tener presentes para explicar el nacimiento y desarrollo de estas villas de las que, sin duda, el mejor ejemplo es Villafranca. 
 Las características económicas y sociales nos sitúan ante un claro proceso de feudalización. 
     Desde el punto de vista económico la tierra es la gran protagonista al ser la principal fuente de riqueza: se trata de una explotación agrícola-ganadera que tiene más importancia en uno u otro sentido dependiendo de las zonas; el viñedo, los cereales, los huertos y linares están presentes en todo el Bierzo, pero sobre todo en el Bierzo Bajo, mientras que las explotaciones en las que el ganado juega un papel fundamental las encontramos en Ancares, Valcarce o montes Aquilianos. 

Otras actividades económicas que nos ponen ante una paulatina diversificación económica son las artesanales y mercantiles sobre todo en relación con las villas; también la pesca (Lago de Carucedo), la minería del hierro en la zona de la Chana de Borrenes..etc. Pero ante todo y sobre todo el mundo medieval es agrícola y ganadero.
     Ahora bien, la tierra es además un factor de primer orden porque su propiedad genera una serie de derechos que pueden ser en trabajo, en productos o en dinero. Por esta razón es conveniente preguntarnos quiénes son los propietarios y cómo se explotan las propiedades. 
     A modo de resumen y a partir de las fuentes documentales, principalmente religiosas y más concretamente monásticas, los propietarios son: 

- Los Monasterios.- No se trata de los 37 mencionados en el proceso de repoblación de los que una parte muy importante desaparece a finales del s. XII, sino fundamentalmente de tres: Sta. Mª de Carracedo, S. Andrés de Espinareda y S.Pedro de Montes. Además destacan también: Sta. Mª de Cluniaco y S. Francisco en Villafranca, S. Guillermo de Villabuena y S. Miguel de Almázcara junto con los monasterios gallegos de Samos (presente en Vilela, Villadepalos, Magaz, Villafranca...), Sobrado (Molinaseca y Villafranca), Meira (Villafranca y Valcarce), el monasterio-hospital del Cebrero, los monasterios leoneses de Carrizo y Sandoval (Molinaseca) o S. Isidoro (Noceda, Columbrianos). No podemos olvidar además las sedes episcopales: Astorga (Tierra de Montes, Ancares, Bajo Bierzo), Santiago (Trabadelo, Cacabelos), la de León, Oviedo y  Lugo junto con las órdenes militares  (Santiago, Temple, Hospital). 
     Todas estas instituciones aparecen como detentadoras de grandes propiedades, constituidas por pequeñas explotaciones en un proceso que se repite: realización de donaciones, compras y cambios por parte de los distintos grupos sociales, pero sobre todo, por parte del campesinado.

 También debemos tener presente que este tipo de propiedad es la que mejor conocemos por el carácter de las fuentes documentales, pero es sin duda hasta bien avanzado el siglo XIV, la más importante. 
- Propiedad de realengo, nobiliar, de los concejos y del campesinado libre. La presencia constante de donaciones no tendría sentido sino existiese este tipo de propiedad. 
     En cuanto a la explotación de las propiedades religiosas, ésta puede ser directa como en el caso de Carracedo, donde J.A. Balboa documenta  al menos 31 granjas, pero se trata sobre todo de una explotación indirecta a través del campesinado dependiente, generalizándose en la Baja Edad Media el sistema de foros (contrato de arrendamiento a largo plazo -en ocasiones varias vidas- en el que el propietario recibe rentas en dinero o en especie y el arrendatario (forero) tiene el usufructo). 
     En los otros tipos de propiedad desconocemos las posibles formas de explotación, aunque sí están presentes en la documentación los campesinos dependientes respecto a los nobles. De todas formas lo que resulta más relevante es que la explotación de la tierra desde el punto de vista de los propietarios no sólo hace referencia a los frutos, sino también a las rentas. De forma paralela al proceso de concentración, los propietarios comienzan a recibir una serie de rentas, bien derivadas de la explotación o del ejercicio de una serie de atribuciones administrativas, judiciales o religiosas. El conjunto de todas ellas forman lo que los historiadores denominamos renta feudal. El lugar que ocupa cada grupo social respecto a la renta feudal nos permite señalar la existencia de distintos grupos sociales: 
El Campesinado: se trata de un grupo que presenta diferencias económicas o jurídicas, pero es ante todo el que aporta la fuerza de trabajo a esa sociedad, es decir el que genera la renta feudal. Poco a poco va perdiendo su propiedad y cayendo en dependencia, lo que dará lugar a una serie de conflictos sociales. 


- Por otra parte, tendríamos al Clero (monasterios o sedes episcopales) y la nobleza en distintos grados (nobleza magnaticia y nobleza local). Estos dos grupos son los perceptores de la renta feudal utilizando diversos medios: desempeño de cargos judiciales o administrativos (tenencias) o prestación de servicios religiosos. 

Los habitantes de las villas también se encuentran inmersos en esta sociedad de carácter feudal participando en uno u otro de los grupos; en este sentido, no debemos olvidar que el más importante proceso de señorialización de la Baja Edad Media se realiza a partir de algunas villas: Bembibre y Villafranca. 


Transformaciones bajomedievales      
Precisamente en este período (Baja Edad Media) que se corresponde con los siglos XIV y XV, esta situación presenta algunos cambios; los más significativos en mi opinión son los siguientes: 
  • Crisis de algunos señoríos monásticos que pierden una parte de su patrimonio territorial, particularmente a manos de algunos nobles que utilizan como instrumento la encomienda (cesión de la administración patrimonial y de la percepción de rentas a un noble a cambio de su protección). 
    • Algunos ejemplos significativos pueden ser los de Gonzalo Berciano de Cubillos en el caso del monasterio de Villabuena, los de Gómez Pérez de Cervantes, Arias Méndez de Gándaras y Albar Pérez de Ibias en el Monasterio de Espinareda o los García Rodríguez de Valcarce en Carracedo.
  • Importancia que adquieren los señoríos laicos, destacando sobre todo dos: Bembibre (Alfonso de la Cerda, nieto de Alfonso X, Medinaceli, Alba de Liste) y Villafranca que se desarrolla en los siglos bajomedievales con los Osorio, aunque el marquesado del mismo nombre no se crea hasta 1486.
  • Gran importancia de los conflictos sociales que son fruto de la culminación del proceso de señorialización propio de todo el período medieval, destacando en este sentido las llamadas Guerras Irmandiñas, con importante incidencia en el Bierzo.
  • Finalmente a nivel administrativo territorial el Bierzo pasa por diversas fases a lo largo del período medieval. A nivel superior, el Bierzo forma parte del reino de Asturias (hasta 910, del de León (en dos períodos: 910-1037 y 1157-1230) y de la Corona de Castilla y León entre 1037-1157 y después de 1230. La articulación del territorio berciano dentro de estos reinos se articula a partir del siglo XII en base a la existencia de tenencias; el Bierzo es un ejemplo de lo que C. Jular denomina "Tenencia mayor" que abarca otras menores como Ancares, Ulver, Boeza, Aguiar, Valcarce o las tenencias de las villas (Molinaseca, Cacabelos, Villafranca o Bembibre) o de otrás de carácter más local como Villabuena. A comienzos del siglo XIII, las grandes tenencias se integran en las Merindades Mayores, incluyéndose el Bierzo en la Merindad Mayor de León. Otras eran la de Galicia o la de Castilla. Precisamente estas Merindades se convierten en Adelantamientos que se mantienen hasta el s. XV.
Estas son, en mi opinión y de una forma muy resumida, las características más importantes que presenta el Bierzo a lo largo de la E. Media, teniendo presente que algunas de estas características siguen presentes hasta el s. XIX. 



 



Bibliografía  
VV.AA.- Historia de El Bierzo. Diario de León-IEB. Ponferrada 1994; pp. 25-84.
CAVERO DOMINGUEZ, G.- "Introducción a la nobleza y señoríos del Bierzo Bajomedieval. Estudio y Fuentes". Tierras de León, nº 65; pp. 75-97.
- Conflictos y revueltas contra la mitra asturicense (ss. XI-XV). El ejemplo de los Barrios de Salas. Ponferrada 1996.
DURANY CASTRILLO, M.- La Región del Bierzo en los siglos centrales de la E. Media 1070-1250. Santiago de Compostela 1989.
FRANCO SILVA, A.- "Bienes, rentas y vasallos del Señorío de Villafranca del Bierzo al término del s. XV". Archivos Leoneses, nº 69, pp.39-72.
"El Señorío de Villafranca del Bierzo" en BRAH CLXXIX, pp. 35-126.
QUINTANA PRIETO, A.- Monografía histórica del Bierzo. Madrid 1956.
- Temas Bercianos (3 vols.) Ponferrada 1983-84.
RODRIGUEZ GONZALEZ, Mª del C.- Economía y Poder en el Bierzo en el s. XV. S. Andrés de Espinareda. Santiago de Compostela 1992. 

El Antiguo Régimen

Conocemos como época moderna o Antiguo Régimen el período comprendido entre el s. XVI y comienzos del siglo XIX.   Las sociedades de A. Régimen se caracterizan básicamente por: 

  •  Ecónomicamente la tierra sigue siendo la principal protagonista. Su propiedad está generalmente en manos de ciertos sectores privilegiados, siendo trabajada por un campesinado sometido a diversos tipos de dependencia. 
  • La industria es frecuentemenet de tipo familiar, localizándose en villas y ciudades, organizada en un sistema gremial. 
  • Se trata de una sociedad estamental integrada por diversos grupos o estamentos desiguales ante la ley (clero, nobleza, estado llano). 
  • Territorialmente nos encontramos con un estado centralizado, personificado en la persona del monarca, pero en el que existen múltiples jurisdicciones. 
Es, en definitiva, una sociedad hija y heredera de la E. Media; de ahí que algunos historiadores hablen de un feudalismo desarrollado, al referirse a este período. 

  Demografía.   La población berciana crece de forma significativa desde finales del s. XV hasta la década de los ochenta del s. XVI, en la que se inicia un estancamiento y posteriormente un retroceso demográfico que llega hasta mediados del s. XVII cuando, de nuevo, se incia un lento crecimiento que continuará hasta finales del s. XVIII. 

El número de núcleos de población (unos 290) apenas varía durante el período moderno. La gran mayoría son aldeas de poblamiento concentrado que no superaban los 100 vecinos; sólo algunos núcleos de la hoya asentados a la vera del Camino de Santiago superaban los dos centenares de vecinos (Cacabelos, Corullón, Los Barrios de Salas y, sobre todo Villafranca y Ponferrada).  Las edificaciones se construyen con materiales autóctonos, encontrándose cubiertas de pizarra o con cuelmo de paja.  

Economía. 

Agricultura y ganadería son las dos actividades productivas más importantes, orientadas ambas mayoritariamente hacia el autoconsumo. Se trata fundamentalmente de un policultivo que presenta como principales productos los cereales, la vid y los derivados ganaderos. Se trata ante todo de un elevado minifundismo al que contribuye el sistema foral. 
En cuanto a la propiedad destaca el amplio porcentaje de tierras en manos de eclesiásticos.

Dos sectores son los más importantes en el campo de la Industria: el textil que afecta a una gran parte de la población campesina (lino), destacando sobre todo la zona del Boeza y el siderúrgico que es el más importante, y que tiene como base la construcción de un número importante de ferrerías. Ya a fines del s. XV, se construyen las ferrerías de Herrerías de Valcarce, Arnado y Ponte Petre (Selmo) y Marciel (Bembibre). Pero el siglo más importante en este sentido es el s. XVIII: S. Vicente de Leira (1717), Linares(1729), Pombriego (1750), Torre de S. Andrés de las Puentes (1764), Tejedo de Ancares (1788). Además también hay que citar los intentos de elaborar acero y de construir una fábrica de armas  en Villafranca (1779) y una fábrica de hierro en la Somoza. 
Según J. A. Balboa, "desde el punto vista tecnológico, las ferrerías bercianas eran semejantes a las vascas, es decir constituían un tipo particular de farga catalana, que en lugar de utilizar una trompa de agua -introducida en el Bierzo, ya avanzado el s. XIX- para inyectar aire al horno, usaban unos barquines o grandes fuelles accionados por una rueda hidraúlica. La necesidad de agua para accionar los barquines y el mazo explican su localización a orillas de ríos y arroyos. Por medio de una chapacuña se desviaba agua del río a un canal o presa que la conducía a un estanque o banzao, comunicado con un banzadillo, en cuyo piso de madera o pizarra se encontraban dos aberturas o chiflones por los que caía el agua que movía las ruedas que accionaba barquines y mazo. 
El mineral de hierro, previamente raguado o calcinado al aire libre, era reducido en el horno por medio de carbón vegetal. Este horno era bajo, de poco más de 0´50 m. de alto por otro tanto de ancho, aunque algo más estrecho en el fondo. Se cargaba con capas alternativas de mineral y carbón, cuyo conjunto se denominaba agoa. Cada una llevaba unas trece arrobas de mineral por doce o trece cargas de carbón vegetal, de las que se obtenían unas cinco o seis arrobas de hierro (de 60 a 70 kls.). La operación se realizaba ininterrumpidamente cada cuatro horas, seis veces al día en los meses en los que funcionaba la herrería. Por último, la masa de hierro o zamarra que salía del horno era posteriormente estirada en barras en el mazo, especie de martillo pilón de grandes dimensiones, movido por una rueda hidraúlica. 
Las ferrerías bercianas trabajaban entre 200 y 250 días al año con una producción media de 70 a 90 Tm. por cada ferrería. En el s. XVIII el total de la producción superaba el 1/2 millón de kilos y en el siglo siguiente, el millón". 
En cuanto al Comercio, las principales actividades relacionadas con este sector se centraban en las villas de Ponferrada, Cacabelos y Villafranca mediante la existencia de tiendas y también por la celebración periódica de ferias (Villafranca, Ponferrada, Cacabelos, El Espino). Además los grandes protagonistas de los intercambios comerciales van a ser los arrieros maragatos, fornelos y ancareses. No obstante, debemos tener presente que las actividades comerciales chocan con importantes trabas: estado de las vías de comunicación, pontazgos, portazgos y otros impuestos.
  

Organización Social.

Ya hemos señalado que nos encontramos con una sociedad estamental definida por criterios jurídicos, no económicos. En ella existen dos grupos privilegiados (Clero y Nobleza) y uno no privilegiado: el Estado Llano. 

La Nobleza, es un estamento muy heterogéneo desde el punto de vista económico: Grandes de España, títulos, caballeros e hidalgos. En el Bierzo, los Marqueses de Villafranca adquieren el título de Grandes de España en 1765 (Carlos III), a continuación se encuentran algunas de sus ramas segundonas: Señores de Arganza y Canedo, considerados como caballeros. En este nivel secundario también hay que incluir a los Condes de Toreno, Vizcondes de Quintanilla, Marqueses de Valdueza y Señores de Priaranza. En el Bierzo hay además un gran número de hidalgos (48´8 % de la población).  


El Clero es otro sector privilegiado pues sus miembros no están sometidos a la jurisdicción ordinaria y están exentos de un gran número de impuestos. Su importancia es grande por su número, pero sobre todo por su riqueza patrimonial y por su influencia ideológica, produciéndose a lo largo de los siglos modernos un claro aumento de este estamento. 

 Podemos distinguir entre Clero Regular (miembros de la Ordenes Religiosas) que en el Bierzo son: Benedictinos (S. Andrés de Espinareda y S. Pedro de Montes), Cistercienses (Sta. María de Carracedo y S. Miguel de las Dueñas que incorpora S. Guillermo de Villabuena a partir de 1530), Franciscanos (Villafranca, Cabeza de Alba -1441-, Sta. Mª Magdalena del Cerezal -1425- y la Concepción de Villafranca -1535- y los Conventos de S. Agustín (2 en Ponferrada: 1508 y 1524). Además existía un hospicio de Carmelitas en Ponferrada y en Villafranca a lo largo del s. XVII se fundan numerosos monasterios: Anunciada (1606), Agustinas Recoletas de S. José (1612), Colegio de la Cía. de Jesús y, en Congosto, el Monasterio de canónigos regulares de S. Agustín (Virgen de la Peña). Además, está el clero secular constituido por párrocos, tenientes de cura, coadjutores, capellanes y otros beneficiados. La mayoría de este clero secular se integra administrativamente en la diócesis de Astorga, si bien Santiago está presente en Cacabelos y Trabadelo y Lugo en el Valle del Valcarce. Además la Colegiata de Villafranca funcionaba como una pequeña diócesis, exenta de jurisdicción respecto al obispo y con iglesias dependientes de ella, fundamentalmente en la Somoza. El poder económico del clero deriva tanto de sus propiedades (directas o indirectas), como del ejercicio del dominio señorial sobre ciertas jurisdicciones e incluso de las oblaciones eclesiásticas (diezmo, primicia y voto a Santiago). 

El Estado Llano (Estado general o común) lo componen los que no forman parte de los otros dos. En el Bierzo aproximadamente el 50 % de la población. Su característica fundamental es la ausencia de privilegios, pero dentro de él coexisten catidad de condiciones: mercaderes, artesanos, siendo la gran mayoría campesinos y jornaleros.  

Situación administrativo-territorial.

Durante la época moderna el Bierzo formó parte de una extensa Provincia de León que comprendía los Partidos de León, Principado de Asturias y Partido de Ponferrada, cuyos límites coincidían aproximadamente con la comarca del Bierzo. El centro de este partido era la villa realenga de Ponferrada, gobernada por un corregidor de nombramiento real, subdividiéndose en gobernaciones o merindades, cotos, concejos y jurisdicciones. El 88´5 % de los núcleos de población eran de señorío laico (Marquesado de Villafranca, Conde Alba de Liste -Bembibre-, pequeños señores) o eclesiástico (Obispado de Astorga, Colegiata de Villafranca, Monasterios de Montes, Espinareda y Carracedo). El 11´5 % restante era de realengo (Ponferrada, real Valle de Ancares y Préstamo de Tabladillo).  

La Crisis del A. Régimen.

Con esta expresión se conoce el período histórico en que las características que acabamos de analizar comienzan a cambiar iniciándose así un proceso revolucionario (Rev. Liberal/Rev. Burguesa), que culminará dando lugar a una situación nueva que a nivel político se caracteriza por el establecimiento de un régimen constitucional, a nivel económico por el establecimiento de unas relaciones capitalistas y a nivel social por la cristalización de la sociedad de clases. 

La crisis del A. Régimen tiene en el Bierzo dos manifestaciones fundamentales: 

Crisis de subsistencias, derivadas de dos factores: establecimiento del libre comercio de granos y la mala climatología en años concretos. 

La Guerra de la Independencia y el proceso de revolución liberal que tiene como consecuencia la quiebra de las instituciones tradicionales y la desaparición de las personas representativas del A. Régimen que en la mayoría de los casos huyen a Galicia. 
En este contexto, a nivel militar, el Bierzo se convierte en zona de enfrentamiento entre el ejército regular español y las tropas inglesas, por una parte, y el ejército francés, por la otra, en un momento en el que desde 1807, había fallecido el corregidor de Ponferrada (máxima autoridad del Partido), Fco. Ejea Corbalán, sin que sea sustituido ya que existe un vacío de poder a nivel estatal. 

A nivel político, ante la ausencia de las autoridades del A. Régimen, se sucede la creación de Juntas. Precisamente la Junta Suprema de Léon se establecerá en ciertos momentos en Ponferrada. Ante la convocatoria a Cortes (Cortes de Cádiz) el 21 de marzo de 1810, la Junta divide el territorio berciano en "Partidos"; en principio son dos: Villafranca y Ponferrada, apareciendo un poco más tarde el de Bembibre. Tras la proclamación de la Constitución de Cádiz se crean ayuntamientos constitucionales; no obstante en 1814, se restablece el absolutismo tras la derrota de los franceses y el regreso de Fernando VII, produciéndose el encarcelamiento de los miembros de los ayuntamientos constitucionales y tomando posesión de nuevo las corporaciones anteriores a 1812; al mismo tiempo se anulan todos los decretos de las Cortes.
 



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El Bierzo en la época Contemporánea  

El Bierzo, provincia 

       Ya hemos señalado que administrativamente el Bierzo se integra durante el período moderno en el llamado Partido de Ponferrada y en otras ocasiones, Provincia del Bierzo. De esta forma se encuentra integrado, junto con otras 39 en el reino de Castilla desde 1591 hasta 1789.

Debemos tener en cuenta que el proceso de Revolución Burguesa no sólo se caracteriza por la puesta en práctica de reformas económicas y sociales, sino que también lleva a cabo transformaciones de tipo político-administrativas como son el establecimiento de un sistema político constitucional y centralizado desde el punto de vista territorial, que supere los diversos "particularismos" propios del sistema feudal evolucionado. De ahí que una de las reformas llevadas a cabo a lo largo del proceso revolucionario fuesen las de carácter administrativo. Ya con José Bonaparte se adscribe el Bierzo a la prefectura de Astorga y, al mismo tiempo, las Cortes de Cádiz emprenden también su propia reforma que se ve truncada por el restablecimiento del absolutismo.
De esta forma, es en el llamado Trienio Liberal (1820-1823), un nuevo período constitucional, cuando se lleva a cabo una división del reino en provincias. Entre las 52 en las que se divide figura la Provincia del Bierzo, con Villafranca como capital; de ahí que se la conociese también como Provincia de Villafranca. Su creación no pudo ser aprobada en el período ordinario de sesiones de las Cortes (1820/21) debido sobre todo a las rivalidades entre Ponferrada y Villafranca, entre otras causas. Por esta razón se aprueba en las sesiones extraordinarias de septiembre de 1821, y más concretamente, el 15 de octubre, publicándose al día siguiente en la Gaceta de Madrid. La aprobación definitiva es por Decreto de las Cortes de 27 de enero de 1822. Esta provincia comprendía los Partidos Judiciales de Villafranca, Ponferrada, Toreno y El Barco de Valdeorras. 

Inicialmente presentaba los siguientes límites: 

Por el  Norte, la cordillera que actualmente divide a Asturias de León desde el monte del Cuadro, origen del río Cúa, hasta el nacimiento del río Sil en Leitariegos; al Este, la línea divisoria de aguas al Cabrera y Eria, monte Teleno, puertos de Foncebadón, Fonfría, Manzanal y la divisoria al Sil y al Orbigo, pasando por la montaña de Salientes y siguiendo al collado de Cerredo y puerto de Leitariegos; al sur, las sierras de Cabrera que dan origen al río de este nombre; y por el oeste, el antiguo límite de Galicia desde el monte del Cuadro hasta el origen del Bisuña; de allí seguía por los montes que forman el valle de Orres hasta el puente de Cigarrosa, desde donde continuaba por los altos a buscar las sierras del Exe y Peña Trevinca, siguiendo por el nacimiento del río Casoyo a unirse con las sierras de Cabrera, el valle de Orres y los concejos del Sil de arriba y de Abajo, Salientes, Salentinos y Valseco, Tejedo y Mata de Otero quedaban comprendidos en esta provincia". 

En agosto de 1822, las diputaciones de Villafranca, León y Orense presentaron una rectificación de estos límites a las Cortes que ya no llegarían a aprobar debido a su disolución y al restablecimiento de nuevo del absolutismo. 

Esas rectificaciones establecían: 

"Por el norte comienza la línea divisoria en el santuario de Nª Sra. de Carrasconte, entre las Babias que quedan acogidas a León y Laciana al Bierzo; sigue por entre la Vega de los Viejos y Lumajo hasta la cumbre de este último pueblo, continuando con la raya con Asturias a buscar el puerto de Leitariegos; camina por los de Cerredo y Cienfuegos a buscar el monte del Cuadro. Por el Poniente, a partir del Cuadro sigue por las sierras de Palo, Pozo, Comeal hasta el puerto de Piedrafita desde donde marcha por las sierras del Cebrero y monte del Faro que dividen aguas a los ríos Valcarce y Lor, Bisuña y Quiroga, hasta buscar el nacimiento del río Soldón; marcha por el curso de este río hasta su confluencia con el Sil; sigue por la margen derecha del Sil hasta su unión con el Bibey; continúa subiendo por la margen derecha de este río hasta el pueblo de Baho inclusive. Por el sur, partiendo del estribo de montaña que hay al Mediodía de dicho pueblo y norte de Buján, sigue hasta el monte de S. Bernabé desde el cual corre por las montañas que dividen las aguas de los valles del Bollo y Viana hasta encontrar los altos de Sobre Ramilo; desde este punto marcha por lo más elevado de las sierras de Porto y Calva a Peña Trevinca, continuando desde aquí a las montañas de La Cabrera que forman las grandes vertientes a los ríos Duero y Sil, siguiendo por la sierra del Yugo. Por el oriente, a partir de la sierra del Yugo, va por los montes de la Portilla, el Colinas y pasando por el oeste de Corporales sigue a lo alto del monte Teleno, sierra de Osma, Foncebadón, Fonfría, dirigiéndose al este de Manzanal, marcha por las montañas aguas vertientes al Sil y Orbigo hasta la montaña de Salientes, situada al oriente de dicho pueblo, desde la que pasa a Río Obscuro y Villar.

Como máximo órgano político-administrativo de la provincia se constituyó la Diputación en Villafranca, instalándose en el Colegio de los Jesuitas (actual PP. Paúles), que habían sido expulsados a finales del s. XVIII. 

Finaliza el Trienio Liberal y el propio régimen constitucional, debido a los levantamientos llevados a cabo por realistas y por la llegada a la península de tropas francesas ("Cien Mil Hijos de S.Luis"), intervención que hay que situar en el nuevo contexto político-territorial europeo tras la derrota definitiva de Napoleón. Esta invasión francesa se produce el 7 de abril de 1823 y a primeros de julio es ocupado el Bierzo por realistas y tropas francesas. Por un decreto de 1 de octubre de 1823 se declaran nulas todas las actuaciones del Gobierno Constitucional, entre ellas la división en provincias. Cuando muere Fernando VII, por un decreto de 30 de Noviembre de 1833, se establece una nueva división provincial (obra de Javier de Burgos), en la que el Bierzo aparece integrado en la provincia de Léon, salvo el caso de Valdeorras y once pueblos de la antigua merindad de Aguiar que se integran en la de Orense. 
Aunque hubo intentos teóricos (regencia de Espartero, bienio progresista -1854/55-) de constituir de nuevo la provincia, lo cierto es que hasta el momento actual la división provincial de Javier de Burgos es la que ha permanecido.   

Aspectos económicos: las Desamortizaciones. El ferrocarril. La Filoxera. La minería. La producción eléctrica. ENDESA. 

La muerte de Fernando VII da lugar a un período en el que definitivamente se van consolidando las reformas propias de la revolución liberal burguesa. Desde el punto de vista económico, una de las más importantes ha sido la de las Desamortizaciones. En palabras de Miguel J. García, "la desamortización, junto con la supresión de los mayorazgos y la abolición de los diezmos, constituye una de las claves más importantes para la comprensión del cercano, pero al mismo tiempo tan desconocido (sobre todo en el Bierzo) siglo XIX ". 

El citado autor señala dos fases en el proceso: 
  • La fase  Mendizábal (1836-1851) en la cual se venden en el Bierzo 1.832 bienes eclesiásticos tanto pertenecientes al clero regular como secular, con un valor de tasación de más de 5´5 millones de reales. Estos bienes eran fincas rústicas, fincas urbanas y foros, constituyendo la venta de estos últimos el aspecto más característico de esta fase. Los beneficiarios de esta fase fueron fundamentalmente comerciantes, cargos políticos, funcionarios de la administración, hacendados, etc., siendo la participación del campesinado totalmente minoritaria. 
  • Fase Madoz (1851-1898, con interrupciones). En esta fase se declaran en venta además de bienes eclesiásticos, las fincas y foros pertenecientes a los bienes de propios de los pueblos o a las instituciones civiles. El lugar más importante lo ocupan, en el caso del Bierzo, los bienes eclesiásticos (más del 90% entre clero regular y secular). Para que nos hagamos una idea aproximada de lo que supuso este proceso en el Bierzo, en total, entre 1836 y 1898 se realiza una transferencia real de al menos 11.867 fincas. 
Las consecuencias de este proceso afectan de forma distinta a los disintos sectores sociales: la gran perdedora del proceso fue indudablemente la iglesia. También se vieron perjudicados los municipios. Las más importantes adquisiciones se producen por parte de miembros de la burguesía berciana que invierten en la adquisición de bienes alrededor del 65% del valor total de los mismos. Estas importantes adquisiciones no tenían como finalidad la explotación directa de las fincas, sino la de obtener rentas mediante arriendos a medio plazo o percibiendo foros. 

Finalmente, el campesinado, que aunque participa de forma más importante a partir de 1855, en absoluto se beneficia de forma ostensible del proceso, siendo los foros el principal impedimento. Este tipo de arrendamiento conocerá un proceso de redención masiva durante la Dictadura de Primo de Rivera (años veinte del siglo actual) y sólo en 1963 con la Compilación del Derecho Civil.

El Ferrocarril. En 1864 comienzan las obras del ferrocarril en el Bierzo, obras que se adjudican a la empresa José Ruiz Quevedo, participando otras subcontratas que se establecen en Ponferrada, dando lugar al primer núcleo del movimiento obrero berciano. Las obras finalizan en 1881 completándose el enlace Palencia-La Coruña en 1886.  

Filoxera. Ya desde 1885 se tienen noticias de la filoxera en algunos municipios del Bierzo oeste, lindantes con Lugo y Orense; tres años después se confirma su presencia en los municipios de Villafranca y Puente de Domingo Flórez. Finalmente en 1892 quedaron inutilizadas por la filoxera todas las viñas desde Ponferrada hasta los confines al este de la comarca. Frente a esta situación tan desastrosa para la economía berciana, prácticamente no se tomaron medidas; sirva como ejemplo que 20 años después aún no se habían tramitado todos los expedientes para la rebaja de contribuciones y de cambio de cultivo. 

Podemos señalar, a modo de resumen, que como aspectos positivos de los años finales del siglo XIX hay que señalar la llegada del ferrocarril y de la luz eléctrica, pero, como contraste, nos encontramos con la destrucción del viñedo, el cierre de fraguas y ferrerías, de telares caseros y de otras artesanías, incapaces de competir con los productos industriales de otras zonas del país (hierro vizcaíno, textiles catalanes..etc). Estos factores dan lugar a una profunda crisis que está en la base de un fenómeno del que ya hemos hablado en el apartado geográfico: el de la emigración; desde 1887 a 1910 el Bierzo pierde en torno a 10.000 personas de las que una parte muy importante emigró a América.   
La Minería. Aunque la existencia de carbón mineral en la cuenca del Boeza se conocía desde 1764, los intentos de explotar yacimientos de carbón y de hierro, salvo el caso de pequeñas empresas no cristalizan en el Bierzo hasta 1918 con la creación de la Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP), auténtico hito en la historia de la minería berciana y de la propia ciudad de Ponferrada. A partir de la década de los veinte (Dictadura de Primo de Rivera) comienzan a aparecer nuevas empresas tanto en la zona de Fabero-Matarrosa-Toreno como en la zona de Torre-Tremor, inciándose así un proceso de explotación del subsuelo berciano que, dependiendo de la coyuntura económica nacional e internacional, ha llegado hasta el momento actual, en el que se encuentra sometido a un proceso de reconversión que no parece tener fin.  

La producción eléctrica: ENDESA. Ya durante los años veinte se establecen en el Bierzo algunas industrias como las cementeras (1923: Cementos "Cosmos" y poco más tarde Cementos "Bergidum"S.A.), así como otro tipo de establecimientos, multiplicándose al mismo tiempo las obras públicas. 

Pero probablemente es a partir de finales de los años 40 cuando se produce otro período de industrialización y, sobre todo, de especialización de la economía berciana. Probablemente los hitos más importantes sean los siguientes: 1949: inauguración de los grupos I y II de Compostilla I (ENDESA) que se ampliará en años posteriores; centrales hidroeléctricas (Fuente de la Azufre y Bárcena, en la década de los 50) al igual que la explotación de hierro en el coto Wagner. 1957: Roldán S.A. 1961: Compostilla II en Cubillos ...etc. Un carácter más coyuntural presentan algunas explotaciones mineras como las de wolframio en los años 40 en la zona de la Pena del Seo.   

Aspectos políticos:  Sindicalismo, Guerra Civil, Guerrillas. 

Solamente tres días después de haberse producido el golpe militar del 18 de Julio de 1936, el Bierzo, ocupada Ponferrada y las cuencas mineras, quedó incluido dentro del territortio correspondiente al denominado bando nacional, comenzando al mismo tiempo una represión que se centró en autoridades, sindicalistas y profesionales de la enseñanza, mientras que comienzan a ser nombrados en los distintos cargos públicos, personas afines al nuevo régimen. 
     En este sentido, y no por supuesto en cuanto a sus consecuencias, la Guerra Civil fue "breve" en el Bierzo, pero en contrapartida, esta comarca adquiere un protagonismo excepcional en uno de los aspectos que indisolublemente va unido a la Guerra Civil y a la postguerra: 

Las Guerrillas. 
S. Serrano distingue tres fases en el desarrollo del movimiento guerrillero; 
  • una primera fase (agosto 1936- 1940/41) en la que las expectactivas de los huidos no era tanto organizarse en grupos armados, sino tratar de huir al extranjero. Existieron partidas de huidos en los montes de Casayo, en Ancares y en el Bierzo Oeste. 
  • La segunda fase (hasta 1947), en cambio, se caracteriza por la plena organización de los guerrilleros, siendo la guerrilla del Bierzo la primera organizada de la España de postguerra (Federación de Guerrillas de León-Galicia, fundada en 1942 en los montes de Ferradillo). 
  • A partir de 1947 (3º fase), el inicio de la guerra fría consolida definitivamente la dictadura franquista y de nuevo la huida se va a convertir en la finalidad primordial. En el año 1951 con la muerte de Manuel Girón Bazán, finaliza el fenómeno guerrillero en el Bierzo. 
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