XII RUTA EN SU ANDAR
DESDE
GRANÁTULA DE CALATRAVA
A
HERENCIA
Ya Almagro se va perdiendo en el horizonte camino de
Granátula de Calatrava y los pasos de Cervantes topáronse en su día con la
laguna que forma el volcán “Columba” y las ruinas del “Cerro de la
Encantada”.
Granátula de Calatrava fue sede episcopal y desde su
cerro Oreto se dominan grandes extensiones de tierra y algunos caminos de
Andalucía.
En su santuario dedicado a la Virgen de Zuqueca, se
venera una talla de esta Virgen del siglo XIII. Este santuario está justo al
lado del enclave que primero fue romano, luego visigodo para pasar a manos
árabes llamado “Oretum”.
Granátula de Calatrava está hueca, repleta de cuevas que
se comunican unas con otras. Una Granátula, paralela y desconocida donde las
leyendas e historia se confunden muchas veces, entre lo terrorífico, lo mítico
y lo real. Refugio de asaltadores, de amantes y de asesinos. Para dar a
entender la enormidad de esas cuevas (casi todas tapiadas) basta con ver las
escritura de una casa del pueblo, ubicada en la Plaza de España, nos descubre
las dimensiones de una cueva que está en el subsuelo de esa misma plaza. Sería
una cueva, provista de 3 galerías de distintas dimensiones, una sin duda, de
varias decenas de metros, que serviría para alojar una bodega de 40 metros y
contener 37 tinajas.
Volcán de Cerro Gordo
Puente romano de Publio Baebio
Venusto
Granátula de Calatrava (Ciudad Real)
Granátula de Calatrava es el
testigo final de todas las culturas y civilizaciones que han pasado por su
término municipal a lo largo de su historia. Cuenta con una dilatada historia y
es cuna de personajes ilustres en todos los tiempos, especialmente D. Baldomero
Espartero que llegó a ser uno de los principales militares y políticos del s.
XIX; el obispo de Almería, Antonio Meoro; o científicos como Epifanio Novalbos.
Cuenta actualmente
con casi 800 habitantes, una extensión de 152 km² y está repleto de
tradiciones, variada gastronomía manchega y sobre todo, de mucha historia.
La actividad
economía principal de la localidad se ha basado desde siempre en la
agricultura (vid, olivo, cereal y cultivos de huerta) y la ganadería, actividad
que se combina con el turismo y una mínima industria, especialmente
agroalimentaria.
El casco urbano
está asentando sobre lagunas de origen volcánico (las Lagunas de Valdeleón) y
sobre restos de edificaciones, sepulturas y cerámica que existen desde época
romana.
El significado del
topónimo de “Granátula” es un misterio todavía. Algunos estudiosos y filólogos
se aventuran a definirlo como derivación de “granate”, apreciación visual que
habla de la abundancia de suelos rojizos donde se ubica; otros como diminutivo
de granada; o tradicionalmente con el origen legendario de los “graneros de la
reina Tula”. Mientras que “Calatrava” hace alusión a la orden religioso militar
que repobló la zona tras la batalla de las Navas de Tolosa de 1212.
El término municipal es
históricamente lugar de paso de culturas y civilizaciones. Lo cruza además el
río Jabalón junto con las cañadas (Soriana y Conquense Oriental) y caminos
históricos. Por ello el término municipal es particularmente rico en zonas y
yacimientos arqueológicos de todas las épocas.
De la edad del Cobre encontramos
el yacimiento de Columba (mediados-finales IIIº
milenio a. C. hasta principios del IIº milenio a. C.). Se excavó a principios
de los 90 de manera urgente al realizar el nuevo trazado de la carretera entre
Granátula y Aldea del Rey, donde aparecieron enterramientos y cerámica.
De la edad del Bronce destaca
el yacimiento arqueológico de La Encantada. El yacimiento se
encuentra en el denominado Cerrillo de los Rayos. Se trata de una elevación
montañosa de doble promontorio, de unos 100 m. de altura sobre el llano.
Predominan entre sus materiales cuarcitas o areniscas cuarcíticas. Tiene una
posición estratégica inigualable: desde el yacimiento se domina el valle del
río Jabalón (unos 6 kilómetros separan el yacimiento del río) e importantes rutas
de comunicación, especialmente de trashumancia ganadera, que pasan a varios
kilómetros de distancia. Además controla importantes pasos naturales: el Paso
que une el valle de ese río con la Sierra de Alcaraz; el Paso hacia Sierra
Morena por Despeñaperros a través de Santa Cruz de Mudela; el Paso de
Salvatierra que lleva hacia el Valle de Alcudia; y el paso hacia el norte
de la meseta por el “Embocaero”.
Cronológicamente, el
yacimiento se clasifica como perteneciente a la Edad del Bronce, a la llamada “facies”
de los “Castellones” o “poblados en altura”, entre el 2200 y el 1200 a. C.
Ocupa una extensión aproximadamente de unas 19 ha., en total, de las que
sólo 2 ha. han sido excavadas. Se trata de un poblado fortificado, que
contó con lienzos de muralla concéntricos y secantes con 8 puertas de
acceso. La Cueva de la Encantada, que da nombre al
yacimiento, debió jugar un papel especial al ser uno de los aljibes naturales
que aprovisionaría de agua a la población. La cueva se rodea de leyendas en
torno a un ambiente mistérico que relaciona el mito de la “bicha” o la Encantá
o la Trocanta y su aparición en la noche de San Juan. La importancia del
yacimiento reside en la cultura material encontrada en las excavaciones
arqueológicas realizadas en las últimas décadas: evidencias de una metalurgia
del cobre desarrollada con la aparición de objetos de este metal y crisoles de
fundición; gran actividad agrícola con la aparición de herramientas, silos de
almacenamiento y molinos de mano para triturar los cereales; estructuras de
viviendas; un edificio funerario religioso; y muchos enterramientos, en
posición fetal con importantes ajuares. A partir del siglo XV a. C. la ciudad
parece convertirse en una necrópolis, sellándose casi todas sus puertas.
Ninguna cultura posterior al Bronce volvió a ocupar la ciudad, quizás por temor
a habitar un espacio de muertos.
Yacimiento arqueológico del Cerro de la
Encantada
Cueva camino de los Baños
Pero el yacimiento
arqueológico más importante es Oreto- Zuqueca, a unos 5 kms al sur del
casco urbano. Esta antigua ciudad posee restos de todas las culturas y fue
capital de la Oretanía hasta su decadencia a mediados del s. IX, cuando la
capitalidad de la región pasa a Qal'at Rhabat (Calatrava La Vieja, Carrión de
Calatrava) e iría decayendo paulatinamente hasta el s. XIX como una pequeña
aldea de Granátula. La población más antigua estaría concentrada en un opidum
ibero denominado Orissia; fue romanizada como Oretum Germanorum donde
encontramos el puente Baebio (s. I d.C.), restos de un edifico religioso o
constatamos la presencia de edificios lúdicos como el circo; en época visigoda
se convierte en sede episcopal con el nombre de Oreto y las excavaciones han
revelado la existencia de una extensa necrópolis; la ciudad comienza su decadencia
en época musulmana denominándose Urit: de esta cultura exiten una noria, un
palacio y los restos de baños más antiguos de la Península, fechados hacia el
750. A mediados del s. IX las fuentes escritas hablan de inestabilidad,
rebeliones de la población y la deportación masiva de sus habitantes como
castigo hacia otras ciudades, especialmente hacia Qal'at Rhabat (Calatrava La
Vieja, Carrión de Calatrava) y Caracuel. Apareciendo a partir de estos momento
en las fuentes con el nombre de Zuqueca. Tras la batalla de las Navas de Tolosa
en 1212 pasó a manos cristianas y existe poblamiento hasta el s. XIX.
La Ermita de Nuestra Señora de
Oreto y Zuqueca es testigo del antiguo esplendor de la ciudad. La
importancia del templo radica en el interés que tiene la Orden de Calatrava
desde el s. XIII en rememorar el pasado episcopal de Oreto. Desde inicios del
s. XIII se reedifica sobre restos de edificios religiosos anteriores, reutiliza
sus piedras y le da connotaciones religiosas importantes. Para ello en 1397 se
crea el Priorato de Santa María de Zuqueca con sede en el santuario. Más
tarde, en 1519, el papa León X emite un Breve Pontificio (Bula Papal) por el
que todos los creyentes que se confesasen, escuchasen misa de Maitines y
comulgasen en la ermita de Oreto y Zuqueca recibirían indulgencias plenarias
similares a como lo harían visitando el Sepulcro de la Virgen en Jerusalén.
Ermita Virgen de Oreto y Zuqueca
La ermita tiene una orientación
este-oeste. Está formada por una nave rectangular rematada al levante por un
ábside de planta cuadrada. La nave se compartimenta longitudinalmente por una
doble arcada sobre pilastras que enjarja con el arco transversal de entrada al
ábside. Esta arcada en la nave principal está centrada como soporte de la
cubierta a dos aguas. En los muros interiores y exteriores de la ermita
aparecen fragmentos arquitectónicos ornamentados con motivos visigodos.
La pequeña aldea de Zuqueca irá
perdiendo paulatinamente protagonismo hasta el s. XV. Pierde su población e
importancia hasta quedar reducido a unas viviendas en pleno s. XX. Es en
el s. XVI, XVII y XVIII cuando Granátula va alcanzando gran desarrollo con
la presencia ya de grandes edificios públicos y religiosos (iglesias de Santa
María de Valdeleón y Santa Ana) junto con algunas casas nobiliarias que pueden
ser hoy día visitadas.
Granátula también
destaca por ser la zona más activa de la región volcánica del Campo de
Calatrava. Destacan el volcán de Columba por ser el
más joven de la región volcánica, Cuevas Negras, el
mar de Valdeleón con el cráter hidromagmático más grande de la
Península Ibérica con 2 kms. de diámetro (donde se asienta actualmente el casco
urbano), el barranco del Varondillo, la
Sima (salidero de CO₂ y única fumarola volcánica de la Península Ibérica) o las
irregularidades térmicas que hay en el mismo casco urbano. El lugar más
importante actualmente es el museo del Cerro Gordo o Yozosa.
Este volcán está
formado por muchas erupciones volcánicas, sobre todo hidromagmáticas y
estrombolianas y está inserto en un complejo mayor denominado Cerro
Gordo- maar del Varondillo. Está situado a unos 4 km. de Granátula,
tiene una superficie unas 280 has. y está a unos 831 m. de altura sobre el
nivel del mar. Su origen está relacionado con la formación del macizo volcánico
del Campo de Calatrava en los últimos 9 millones de años.
Centro arqueológico
Paraje de las Cuevas Negras
El volcán
de Cerro Gordo tuvo un nacimiento violento.
Su primera erupción fue de tipo hidromagmático, y dio lugar a un gran mar
término que hace referencia “a una laguna que ocupa el cráter de un antiguo
volcán”, hoy en día borrado por erupciones posteriores. La segunda erupción provocó
una erupción con lava y nubes de cenizas. Dos coladas fluidas de basaltos se
extendieron hacia el sur y oeste a lo largo de varios kilómetros con un espesor
de decenas de metros, y una lluvia de lapilli negro formó un pequeño edificio
en herradura, cuyos restos destacan en los estratos dentro del volcán. Tras un
periodo de descanso, se produjo una serie de erupciones de tipo hidromagmático y
se formaron conos de piroclastos rojos que forman la mayor parte del volcán
actual. Esta erupción terminó con grandes coladas de barro y agua que dieron
lugar al lahar que cubre el volcán. La última etapa provocó una última erupción
efusiva, que da lugar a un pequeño conelete de escorias que se preserva en la
parte superior del Cerro Gordo.
Manzanares cerca de Granátula de
Calatrava (Ciudad Real)
IGLESIA DE SANTA
ANA. Templo con
planta de cruz latina, bóveda y cúpula media naranja, datado entre los siglos
XIV y XVIII. Conserva la torre y artesonado tallado del coro del S. XVI y
capillas barrocas del S. XVII. En su interior se puede contemplar la imagen de
la Virgen de Oreto y Zuqueca, talla del S. XIII, así como lápidas de la cercana
ciudad de Oretum.
Iglesia
de Santa Ana y monumento al “Tacón” de Almodóvar
Moral de Calatrava (Ciudad Real)
La Encomienda de la Orden de Calatrava se encuentra en el
pueblo de Moral de Calatrava. Sus calles escucharon pasar a muchas gentes del
Siglo de Oro español que de seguro probaron en alguna posada una ricas
gachas. Tierra del nacimiento de Don Juan Téllez-Girón, II Conde de
Ureña, y su hermano gemelo Rodrigo Téllez Girón, Maestre de la Orden de
Calatrava, nacidos en 1456.
La parroquia de San Andrés fue fuerte con torre vigía y
sus entrañas guardan celosamente un cuadro dedicado a la Trinidad de Luis Tristán.
Ermita de la Virgen de la Soledad
Esta
ermita de majestuosa fachada combina el estilo neomudejar con el neoclásico.
Fue
mandada a construir por Juan José Moreno Palancas, hijo ilustre de Moral de
Calatrava que fue Gobernador de Cuba.
Las
obras finalizaron en 1890, pero no se abrió al culto hasta 1994, cuando se hace
cargo de ella la Hermandad de la Soledad y de la Veracruz.
Iglesia parroquial de San Andrés
Apóstol
La
parroquia de San Andrés está situada en la Plaza de España. Fue construida a
partir de la existencia de una torre vigía de la época musulmana y finalizada
en 1475.
Esta
monumental iglesia combina varios estilos arquitectónicos, siendo el gótico el
predominante. Asimismo, encontramos la puerta de San Andrés de estilo
renacentista.
Su
interior alberga grandes obras, como el Cristobalón, fresco de gran tamaño de
finales del siglo XV, y el cuadro de La Trinidad de Luis Tristán, discípulo de
El Greco.
Pinturas del interior de San Andrés.
S. XV
Ermita Virgen de la Sierra
La
ermita construida en honor a la Virgen de la Sierra, patrona de Moral de
Calatrava, ha sufrido diversas transformaciones a lo largo de la
historia.
La
última restauración se realizó en el siglo XVIII gracias a la colaboración de
Don Agustín Ordoñez Pacheco y de los vecinos de la localidad.
Según
la tradición, en el año 674 el rey visigodo Wamba coloca la primera piedra de
la ermita, dónde fue llevada la imagen original.
De Moral a Bolaños
hay un rato...
Casas de la Calle del cristo S. XV
Bolaños de Calatrava (Ciudad Real)
Pocos quilómetros separa a Moral de Bolaños de idéntico
sobrenombre y cuyo topónimo puede proceder de “bola” en alusión a las piedras
que disparaban los cañones “pedreros” o lombardas, dada la abundancia de ellas
en su término municipal.
Fue importante cruce de caminos por pasar por Bolaños la
calzada romana de Mérida a Zaragoza (itirenario Atonio o Vía XXV) y el
camino Real que unía Extremadura y Portugal con el Levante.
Su castillo conocido como de San Fernando o de Doña
Berenguela tiene alguna fama de haber sido el que vió nacer entre sus murallas
al rey santo conquistador de Córdoba y Sevilla.
El castillo de San Fernando o de Berenguela es una
fortaleza árabe construida entre los siglos X y XI de planta cuadrangular con
torres en cada esquina que reforzaban y defendían la muralla perimetral. El
recinto está completamente almenado y rodeado de un foso excavado en la roca.
Iglesia parroquial
de San Felipe y Santiago. Es una construcción del siglo XVI de estilo de transición del gótico
al renacimiento. La Iglesia cuenta con una única nave rematada en una cabecera
poligonal, poseyendo cuatro capillas laterales y un coro. Todo el conjunto
arquitectónico se encuentra cubierto con una bóveda de crucería que se apoya
directamente en los capiteles adosados al muro.
Iglesia parroquial de San Felipe y
Santiago.
Ermita Virgen del
Monte. Fue construida
en el siglo XIII tras el avance cristiano en la reconquista a los musulmanes
que culminó en la batalla de las Navas de Tolosa. La ermita probablemente fuese
construida por la Orden de Calatrava sobre restos visigodos. Se accede por unos
soportales de traza típica manchega, adosados al muro Sur.
Cervantes es de seguro que al pasar por estas tierras
tuvo que doblar su rodilla ante el altar de la románica Virgen del Monte sita
en la ermita que lleva su nombre y donde existe una leyenda de su aparición: La
tradición oral dice que: “la virgen
se presentó a una pequeña pastorcilla en un pequeño promontorio una tarde del
mes de abril, tocada con un gracioso sombrero pastoril. Estos encuentros se
sucedieron con frecuencia bajo la frondosa encina en la que se veían la Virgen
(con apariencia de pastora) y la niña con el ganado, que obsequiaba a la
pastora con pequeños manojos de flores silvestres. Los encuentros sucedieron
con asiduidad y normalidad hasta que un día la belleza de la señora era
especialmente intensa y la niña la encontró rodeada de un halo de luz y un gran
resplandor que produjo el sobresalto de la muchacha, que llena de asombro ante
lo que veía, pregunto a la señora por el rebaño que ya no aparecía junto a
ella, la Virgen explicó a la niña que ella era la pastora del pueblo de Dios,
al lugar acudió el padre de la joven que dio fe del suceso y comunicó a las
autoridades de la villa el divino acontecimiento.”
En aquel lugar se empezó a construir una pequeña ermita y
bajo el altar mayor de la misma quedó el tronco de la vieja encina donde la
Virgen había querido encontrarse con la joven. De este modo narra la leyenda el
comienzo de la devoción mariana y el culto en la pequeña ermita del siglo XIII
dedicada a “María Santísima de los Ángeles del Monte de la Moheda”, más
conocida como la Virgen del Monte.
Muchos cervantistas sitúan entre estos lugares las
escenas narradas en el capítulo 3 de la primera parte del Quijote titulado:
“Donde se cuenta la graciosa manera que tuvo Don Quijote de armarse caballero”.
Y llegamos a la húmeda Daimiel
Tres cosas tiene Daimiel que no las tiene Toledo:
Reloj de repetición, las fuentes y el lavadero.
Antes de entrar en Daimiel se puede ver un trozo de
historia de esta tierra: las ruinas de Motilla de Azuer Emplazado en la
vega del río Azuer que le da nombre, este singular y monumental yacimiento
arqueológico, se ubicaba controlando y explotando un amplio territorio que
permitía el acceso a recursos agropecuarios, y al abastecimiento del agua,
preciado y necesario recurso captado desde el nivel freático, en lo que hasta
la fecha es el pozo más antiguo de la Península.
Motilla de Azuer
Las
gentes del bronce de La Mancha dieron a sus muertos un tratamiento que es
reflejo de las decisiones de los vivos; decisiones que revelan, entre otras
cosas, el estatus del difunto, la posición social de su familia o la riqueza de
sus allegados. En todo caso sus necrópolis constituyen el registro material de
unas acciones repetidas que indican las reglas puestas en práctica por aquella
sociedad a lo largo del tiempo. Hay quien opina que el registro funerario
observable no es necesariamente un espejo completo de la complejidad social, o
que el tratamiento funerario no tiene porqué corresponderse fidedignamente con
la situación en vida. A pesar de estas limitaciones se puede asumir que la
asimetría de los ajuares funerarios refleja aproximadamente el estatus social
de los individuos en vida, que será puesto de manifiesto a través de dos
parámetros, el número de objetos de ajuar y su singularidad o rareza. Las
tumbas documentadas adscritas al bronce de La Mancha no forman necrópolis bien
organizadas. Aparecen como fosas simples o revestidas de piedra bajo las
viviendas o en zonas concretas, en ocasiones marginales, de los yacimientos,
sin llegar a ser nunca muy numerosas. El ritual preferente es el de la
inhumación individual en la que el cadáver aparece flexionado. Los
enterramientos infantiles suelen practicarse en el interior de una vasija.
A
menudo no existen ajuares, lo que podría estar indicando cierta igualdad
social. En caso de existir, los ajuares son modestos, no mostrando claras
diferencias sociales salvo excepciones, como es el caso del brazalete de
arquero con remaches de plata o el brazalete de marfil pintado encontrados en
el corte 4A de la Morra del Quintanar Las investigaciones paleoantropológicas
informan de que eran inhumados tanto hombres como mujeres, pertenecientes a
todos los grupos de edad. Los enterramientos infantiles llegan a superar el 30
por ciento de los inhumados. La esperanza de vida para toda la población era de
31 años, pero alcanzaba los 42 si se superaba la infancia. Son franca minoría
los individuos que vivieron más de 50 años. La altura media era de 1,70 metros
para los hombres y 1,50 metros para las mujeres. En la Motilla del Azuer se han documentado
hasta la fecha un gran número de sepulturas individuales en fosa, así como
varios enterramientos infantiles en el interior de vasijas de cerámica,
situados en la zona fortificada y en las defensas aledañas; son individuales y
se encuentran en posición fetal, sobre fosas ovaladas o rectangulares y
señaladas por lajas, encontrándose un enterramiento en pithos que corresponde a
un niño.
Singular
es el caso de un enterramiento infantil en la Motilla del Azuer que presenta un
ajuar asociado consistente en recipientes de arcilla y cerámica de muy
reducidas dimensiones que, a modo de juguetes, reproducen las formas típicas de
los materiales del asentamiento.
Daimiel (Ciudad Real)
Ocaña nos abre su callejeo y nos muestra sus monumentos:
La iglesia daimileña de San Pedro,abre las puertas para dejar ver y disfrutar de
las imágenes de Semana Santa.
El santuario de la Virgen de las Cruces guarda la talla
de la Virgen al que da nombre del siglo XV. Situada en la plaza del mismo
nombre, es de planta de cruz latina, orden dórico, bóvedas de ladrillo y arcos
torales en piedra; en crucero y ábside las bóvedas son de crucería. Poseía un
gran retablo barroco destruido por los republicanos en la Guerra Civil
Iglesia de Santa María la Mayor de origen gótico del
siglo xiv probablemente sea templario, debido a que se han encontrado multitud
de huellas de esta orden. Reconstruida y ampliada en épocas posteriores por la
Orden de Calatrava.
Construida en el siglo XVI, la Venta de Borondo
constituye la clásica venta de paso manchega, recuerdo de una arquitectura que
salpicaba las antiguas cañadas mesteñas. La mencionada venta se ubica a tres
kilómetros del casco urbano, estando vinculada al camino real que unía
Extremadura con el Levante y a la Cañada Conquense.
En la plaza principal hay un olivo milenario-fue
trasplantado al lugar actual en 1998, procedente de un terreno de los
alrededores.
Iglesia de San Pedro
Santuario Virgen de las Cruces
Iglesia de Santa María la Mayor
Venta de Borondo
Ermita de San Roque
Ermita Virgen de la Paz
Olivo milenario
En el húmedo lugar
de la Mancha... Las Tablas de Daimiel, son un importante humedal en la Mancha,
están alimentadas hidráulicamente por los ríos Ciguela y Guadiana.
Foto: La Vanguardia
Tablas de Daimiel
ARENAS DE SAN JUAN (CIUDAD REAL)
Nuestra Señora de las Angustias
Pinturas románicas
Entramos en Arenas de San Juan y nos topamos con un raro
ejemplar de iglesia románico-mudéjar Nuestra Señora de las Angustias, siglo XII
con una pinturas excepcionales de estilo románico que fueron descubiertas en
1969 en la capilla absidal de la nave de la Epístola al eliminar unas yeserías
barrocas. Estas sencillas pinturas, perfiladas con líneas negras y que también
muestran tonos ocres y rojizos, muestran escenas de la pasión de Cristo y
presentan una indudable importancia al suponer, conjuntamente con el resto del
edificio, el ejemplo más meridional en toda Europa de una obra de estilo
románico. Os invito a disfrutar de esta joya única, sencilla y cercana.
Como diría Azorín en su Ruta del Quijote: El llano pierde su
uniformidad desesperante; comienza a levantarse el terreno en suaves
ondulaciones; la tierra es de un rojo sombrío; la montaña aparece cercana; en
sus laderas se asientan cenicientos olivos. Ya casi estamos en el famoso Puerto
Lápice. El puerto es un anchuroso paso que forma una depresión de la montaña;
nuestro carro sube corriendo por el suave declive...
Puerto Lápice era conocido en época quijotesca como “Las
Ventas de Puerto Lápice”. Sus casas encaladas hacen ver la importancia
quijotesca de este lugar, que bien pudiera ser el lugar de aquel nombre no
recordado por el afamado caballero.
El romancero popular describe a Puerto Lápice de esta
manera:
En las ventas del Puerto
Todo se vende:
Oveja por cordero,
Gato por liebre.
Don Quijote dirá de Puerto Lápice que“ … por ser un lugar
muy pasajero”. Es en una de sus ventas donde el hidalgo D. Alonso Quijano será
armado caballero en una delirante ceremonia.
En el siglo XVI solo constaba de algunas posadas y ventas
para hospedaje de los caminantes, sobre todo de los mercaderes de seda que se
dirigían a Murcia. Es en esta época cuando Miguel de Cervantes, famoso escritor
castellano, dice que “autores hay que dicen que la primera aventura que le
avino [a don Quijote] fue la de Puerto Lápice” (Don Quijote, Primera Parte,
cap. 2).
Venta del Quijote
Plaza de la Constitución
Puente de origen ibero-romano
Paisajes de la Mancha. Oleo de Rubén
de Luis Rubio
La antigua Consabura nos abre sus puertas con no poca
envidia de sus pueblos y ciudades vecinas. La historia la hizo grande a ella y
no solo al descubrir su perfil o ver sus campos repletos de trigo y cebada.
Ella es arrogante en el horizonte manchego que a veces intenta despertar a esos
gigantes durmientes sobre el Cerro del Tío Calderico. Hace unos 2.000 años
fue capital de la Carpetanía. Nudo de caminos, y muy importante para los
romanos, ha sido inmortalizada en los textos de Tito Livio o de Ptolomeo. Las
legiones romanas pisaron estas tierras a través de la calzada romana llamada
“Via Laminium”.
Consuegra es madre de de dos grandes hombres
contemporáneos de Cervantes y como él, hombres de letras y algo
olvidados: Juan Cobo, dominico, quien en el siglo XVI fue
el primer occidental en traducir un libro del chino a un idioma europeo y en
publicar una obra en chino. El dominico español también fue uno de los primeros
en escribir diccionarios y gramáticas del chino al español y al latin, por lo
que es un precursor de la sinología. Nació en en esta Villa de Consuegra
en 1547 y murió en Taiwán en 1592.
El otro gran hombre fue Diego Galán de Escobar, cautivo en Árgel como Miguel de
Cervantes, realizó, tras su liberación, un azaroso periplo desde Estambul
atravesando Europa hasta su casa en España, escribiéndola en su Relación
del cautiverio y Libertad de Diego Galán, natural de la villa de Consuegra y
vecino de la ciudad de Toledo
Consuegra (Toledo)
Castillo de Consuegra (Toledo)
Castillo de Consuegra (Toledo)
Este
castillo es mencionado en la Estoria de España de
Alfonso X el Sabio (s. XIII), donde se comenta que este pertenecía, en tiempos
de los visigodos, al conde don Julián,
al que define Alfonso X como "heredero en el castiello de Consuegra"
Es posible que la primera reconstrucción del castillo fuera realizada por Almanzor, en el siglo X, época del dominio musulmán de las comarcas cercanas.
En 1097, Al-Mu'tamid cedió el castillo a Alfonso VI,
gracias a un pacto matrimonial, ya que el rey se casaría con la princesa sevillana Zaida, aportándole el Castillo de
Consuegra. Así se consiguió el castillo sin ningún tipo de guerra, ni ningún
acontecimiento similar.
El
castillo ha sido lugar de enfrentamientos bélicos constantes, esta se perdió
pasando de cristianos a musulmanes en repetidas ocasiones hasta pasar
definitivamente al reino de Castilla.
La
cesión del castillo y su alfóz a los caballeros se realizó en el año 1.183 por
Alfonso VIII, aunque la fortaleza ya había sido reconquistada por Alfonso VI,
justamente cien años antes, siendo lugar de enfrentamientos bélicos constantes,
esta se perdió pasando de cristianos a musulmanes en repetidas ocasiones hasta
pasar definitivamente al reino de Castilla.
Su
última ampliación se realizó en el siglo XVII con la intención de albergar una
nueva ermita. La fortaleza continuó habitada hasta prácticamente principios del
siglo XIX. En el año 1.813 el edificio fue volado por las tropas de Napoleón
quedando en ruinas.
En
1.837 sufrió el proceso desamortizador de Mendizábal para ser adquirido por el
Ayuntamiento en 1.962. Actualmente se halla en fase de rehabilitación
habiéndose recuperado el 50% del castillo.
Hoy
en día se pueden visitar dos de tres aljibes, la galería, la nave de archivos,
la ermita, la sala capitular, la torre albarrana, las terrazas, el jardín, la
barbacana y los pasos de ronda, siendo utilizado para representaciones
teatrales y eventos culturales.
Consuegra está dividida en dos por el río Amarguillo. Un
río gracioso porque en pocas veces ha llevado agua, pero serio porque en varias
ocasiones ha demostrado su fuerza y su lado más oscuro inundando la población.
Entre sus estrechas callejuelas que revelan su trazado
medieval, podemos continuar viendo antiguas casonas junto con construcciones de
tradición popular. En una de esas calles no topamos con una casa con el escudo
heráldico en el lugar donde se asentó una casona de Los López de Cervantes,
gentes nobles quienes tuvieron cierta parentela con el autor del Quijote.
Consuegra. Escudo de los López
Cervantes
Consuegra (Toledo). Molinos y el
castillo en el Cerro del Tío Calderico
Los “gigantes” son los Molinos de Viento que representan
junto al castillo gran parte de la historia de esta ciudad. De trece que habían
originales, quedan doce: Bolero, Membrino, Sancho, Cardeño, Vista Alegre,
Caballero del Verde Gabán, Chispas, Alcancía, Rucio, Mochilas, Clavileño y
Espartero.
La iglesia parroquial de San Juan Bautista de estilo
mudéjar construida en 1567. Es de planta de cruz latina, posee un cimborrio
cuadrangular, accesos laterales porticados, y está construida con piedra y
ladrillo, en el interior conserva dos portadas renacentistas.
El convento de San
José, de las Reverendas
Madres Carmelitas Descalzas en 1597, siglo XVI. Fue erigido por disposición
testamentaria por el Gran Prior de la Orden de San Juan, D. Fernando Alvárez de
Toledo, en acción de gracias por la sentencia que concedió a su familia el
cuerpo de Santa Teresa de Jesús, y que se encontraba en Alba de Tormes (Salamanca).
En él se conserva una carta de la Santa, y varias de San Juan de la Cruz.
La Casa Tercia. Este palacio ocupaba prácticamente
dos manzanas, contando con: silos, bodegas, (ubicados en cuevas y en la parte
superior del edificio), contaduría y pagaduría, cárcel y archivo, en la torre,
patio de armas e iglesia.
Construido sobre
aljibes romanos, parte de sus muros están formados por grandes piedras de
sillería y su estructura formaba parte del palacio prioral; en él se encontraba
la tesorería y otras dependencias administrativas de la orden del Hospital.
A finales del
siglo XVIII fue sede de su archivo, una vez que se llevó a cabo su traslado
desde el castillo. En la invasión francesa se salvó de las llamas, no así la
mayor aparte de los documentos que en él se custodiaban.
Es la casa más
representativa del municipio y se cree que pudo ser obra de D. Juan de
Villanueva en la época de Carlos III. La casa tiene en la portada un sencillo
escudo heráldico.
Presa romana del s. I tiene una longitud de 630
metros, recoge las aguas del el río Amarguillo y del arroyo de la
Magdalena. Es una de las mayores presas romanas conservadas de todo el mundo lo
que demuestra la importancia que tenía Consuegra en la época romana.
Dejamos Consuegra atrás y aparece Madridejos en plena
llanura toledana y manchega. Su iglesia sobresale entre la multitud de casas
blancas de la vieja población. La Iglesia de San Salvador de mediados del S XVI
y trazada por Alfonso de Covarrubias, se puede contemplar el Gótico Decadente y
el Renacimiento. Se construyó a expensas de la Orden de San Juan, siendo su
Gran Maestre Lisleadán.Callejeando por sus calles te topas con la iglesia y
convento de San Francisco fundado a principio del siglo XVII y atribuido al
arquitecto Juan Bautista Monegro. Cerca se encuentra el Molino del Tío Genaro,
único superviviente de otros tantos que habían del siglo XVI-XVII.
En Madridejos se canta con desconfianza esta copla:
Madridejos, Madridejos ni de cerca ni de lejos, que quien
confiado se acerca, déjase en ti hasta el pellejo
Madridejos (Toledo)
Antiguo Convento de San Francisco,
hoy Museo del Azafrán y Etnográfico
Un tesoro. Eso es el azafrán
para la comarca de La Mancha, donde esta preciada especia que nace de la flor
del azafrán (Crocus sativus, L.) se cultiva desde que la introdujo en estos
campos el Califato de Córdoba, en el siglo X. Hoy, su cultivo y
comercialización suponen una de las actividades más próspera para los pueblos
azafraneros, entre ellos los de la Mancha toledana y los Montes de Toledo.
Madridejos es uno de estos
municipios azafraneros y desde el año 2008 su ayuntamiento, a través del
Patronato Municipal de Cultura y Turismo, gestiona el Museo del Azafrán y
Etnográfico. Se ubica en el antiguo Convento de San Francisco, fundado en 1612
y que tras la desamortización de Mendizabal ha ido teniendo diversos usos, como
el de prisión y colegio.
Iglesia del Divino Salvador
Camuñas (Toledo)
Existen indicios de un asentamiento
romano y posteriormente árabe. Entre los restos arqueológicos se han hallado
candiles, cerámica y alguna lápida epigráfica. El paraje los villares de
Almaén, es un claro topónimo que denota la presencia hispanorromano y árabe.
También se han documentado asentamientos hispanorromanos en los parajes de las
Varas, del Palio y Lerma.
Tras la reconquista su repoblación fue realizada hacia el
1276 por la Orden de San Juan.
En aquellos tiempos era solo una aldea que dependería de Consuegra hasta
mediados del siglo XVI. El 5 de abril de 1557 se le concede el privilegio de villazgo,
por la princesa Juana de Austria,
gobernadora de estos reinos en ausencia de su hermano Felipe II, habiendo de entregar el municipio al
tesoro público la cantidad de "un millón cincuenta y nueve mil
quinientos maravedíes".
En aquella fecha Camuñas tenía 160 vecinos con unos 800 habitantes. Desde el
siglo XVIII tiene a San Nicasio como patrón. A principio del siglo XIX se
produce la invasión francesa, de la que surge un movimiento contra el invasor,
en forma de guerrillas, teniendo el municipio como representante histórico de
este tiempo al tío Camuñas.
Durante la Primera República Española comienza
la Revolución Cantonal y se
forman cantones (estados
independientes voluntariamente federados en la Federación
española) por diversos lugares de España. El más célebre fue el de Cartagena pero Camuñas también formó su propio
cantón, que se deshizo a los pocos días, siendo un acontecimiento anecdótico.
Torre del Reloj. Camuñas
Las fiestas de los “Pecados y Danzantes” que
datan desde el siglo XVI. Son grupos folklóricos-piadosos-que actúan en torno a
la Festividad del Corpus Christi, con su danza de “Tejer el Cordón” y sus
recuerdos propios de un auto sacramental.
Dos grupos, pecados y danzantes,
aparecen con una imponente vestimenta. En la de los Pecados, con careta y
larga vara, predomina el rojo y el negro: son el mal. Los Danzantes, de careta
y vestimenta blanca, son la alegría, y el bien.
Durante la misa, los Pecados esperan
fuera. Al comenzar la procesión, atacan entre fuego de pólvora y alaridos,
hasta caer humillados. A continuación, los Danzantes, al son de la música,
ejecutan la danza del cordón.
Las diferentes máscaras y variantes de
vestido en Pecados y Danzantes representan diferentes personajes, como “El
Pecado Mayor” que, con careta de cerdo, representa al demonio, el “Judío Mayor”
–la ceguera de la fe-, “El Capitán” –la caridad-, “El alcalde” –la esperanza-
“El Tambor” –la templanza-, “la Porra” –la fortaleza-, o “la Madama” que
recorre la procesión y recoge a los Danzantes para formar una larga columna
tras ella. Así, la fiesta adquire el significado simbólico de los autos
sacramentales y obras dramáticas del Siglo de Oro, con la peculiaridad de que
toda la representación se realiza sin palabras.
En la procesión participan hombres del
pueblo de todas las edades, ya que desde que hacen la comunión los niños pueden
pasar a formar parte de cualquiera de los grupos.
Fiesta de interés turístico nacional y
Bien de Interés Cultural Inmaterial.
De Corpus Christi al
siguiente domingo.
Pecados y Danzantes
Iglesia de La Asunción
Situada
en el centro histórico de la villa. La obra, iniciada el 24 de abril de 1794,
se asienta sobre un templo anterior, la iglesia se Santamaría, como se nombra
en los registros de bautismos de la iglesia en 1626. Esta primera iglesia es de
orígenes inciertos, aunque la torre actual, vestigio de la anterior y que se
encontraba junto a primigenia iglesia que no incorporada como en la actualidad,
nos muestra un estilo mozárabe propio del siglo XII. Dentro de los límites de
los muros exteriores que tiene que mantener, diseña Villanueva el interior con
tres naves en cinco tramos.
Ermita de la Veracruz. Camuñas.
Villafranca de los Caballeros
(Toledo)
En el año 1557, Felipe II reconoció su privilegio
de villazgo, La denominación de “franca”, le viene porque al principio de
poblarse fue declarada franca (libre de impuestos) por seis años. “de los
Caballeros”, se uniría a la anterior denominación, a causa de un hecho ocurrido
en la Edad Media. “Sucedía que todos los años, se reunían en este lugar el día
de San Martín los diputados de las villas y aldeas sanjuanistas para tratar del
aprovechamiento de los pastos Comunes del Gran Priorato. En dicha junta
contestaban cuando se les decía “… hable ahora el caballero de tal población…”,
y por albergar aunque solo fuera un día a los asistentes que eran considerados
Caballeros se les puso este sobrenombre.
Un edificio construido en el siglo XII nos sorprende.
Torre con campanario, cuadrada a los pies de un templo, umbral entre la calle
con el interior de dicha iglesia, la de La Asunción. Parroquia importante
para los villafranqueros. Un templo con piedras por lienzos, con una belleza
externa e interna que no os dejará indiferentes. En su interior se puede ver
una bellísima pila bautismal del s. XV, y sus bóvedas góticas que encapotan la
capilla mayor, así como las barrocas que hacen lo mismo en sus dos naves.
Iglesia de la Asunción
Los grandes humedales de esta tierra
seca salen a nuestro encuentro:
Lagunas Grande y Chica y la Laguna de la Sal. Son
de una gran mayor importancia ecológica de toda Castilla-La Mancha,
refugio de fauna y declarado Reserva de la Biosfera Alimentadas por el Cigüela,
la Laguna Chica presenta una gran riqueza natural, destaca su fauna y su flora.
Mientras que la Laguna Grande es una de las lagunas fluviales más grandes de La
Mancha, con fines recreativos.
Herencia (Ciudad Real)
Llegamos a Herencia a través de esos caminos manchegos
donde antes de entrar en el pueblo una copla sugiere a propios y extraños con
humildad esta oración:
Virgen de las Mercedes,
Tened paciencia,
Porque somos muy brutos
Estos de Herencia.
Iglesia de Nuestra Señora de la Merced
Monumento a la mujer
Iglesia de la Inmaculada Cocepción
Las cocinas del buen llantar
Las gachas
El Quijote a su
vez es un gran libro de cocina, nos la muestra por doquier, en este caso las
“gachas” son el plato elegido.
Consiste en una
especie de papilla que se elabora con harina de almortas (también llamada de
“titos” o “guijas” y chícharos), panceta de cerdo, ajos, pimentón, aceite y
sal.
Ingredientes
250 gr. de harina de almortas o de trigo (1 cucharada por
persona)
400 gr. de panceta
400 gr. de chorizo fresco
Agua
Aceite de oliva
Sal
Pimentón dulce
2 trozos de guindilla
Perejil
Elaboración
Corta la panceta en trozos gruesos y fríela en un wok o
en una sartén con un chorrito de aceite. Reserva. Trocea los chorizos y fríelos
en un wok o en una sartén con un chorrito de aceite. Reserva. Añade la harina
al wok, vierte agua poco a poco y remueve hasta que empiece a coger
consistencia. Añade pimentón dulce al gusto, una pizca de sal y la guindilla.
Cocina durante 6-8 minutos hasta que espese. Incorpora la panceta y los
chorizos y sigue cocinando hasta que empiece a hervir. Sirve las gachas bien
calientes en un plato hondo y espolvorea con una pizca de perejil picado.
—¿Qué será esto, Sancho, que parece que se me ablandan
los cascos o se me derriten los sesos, o que sudo de los pies a la cabeza? Y si
es que sudo, en verdad que no es de miedo: sin duda creo que es terrible la
aventura que agora quiere sucederme. Dame, si tienes, con que me limpie, que el
copioso sudor me ciega los ojos. Calló Sancho y dióle un paño, y dio, con él,
gracias a Dios de que su señor no hubiese caído en el caso. Limpiose don
Quijote, y quitose la celada por ver qué cosa era la que, a su parecer, le
enfriaba la cabeza, y viendo aquellas gachas blancas dentro de la celada, las
llegó a las narices, y, en oliéndolas, dijo:—Por vida de mi señora Dulcinea del
Toboso, que son requesones los que aquí me has puesto, traidor, bergante y
malmirado escudero. A lo que con gran flema y disimulación respondió Sancho:—Si
son requesones, démelos vuesa merced, que yo me los comeré. Pero cómalos el
diablo, que debió de ser el que ahí los puso.
(Parte II, Cap: XVII)
Gachas
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