Ecosistemas
Manglares
¿Qué son los manglares?
Los manglares son una formación
vegetal leñosa, densa, arbórea o arbustiva de 1 a 30 metros de altura,
compuesta de una o varias especies de mangle y con poca presencia de especies
herbáceas y enredaderas.
En México predominan cuatro
especies de mangle (Rhizophora mangle, Laguncularia racemosa,
Avicennia germinans y Conocarpus erectus). Aunque existen dos
especies más (Avicennia bicolor y Rhizophora harrisonii) con
una distribución restringida en el estado de Chiapas y una variedad de C.
erectus (C. erectus var. sericeus). Estas especies se pueden
encontrar formando asociaciones vegetales o en bosques monoespecíficos.
Los humedales costeros, en particular los manglares, brindan una gran
variedad de servicios ambientales: son zonas de alimentación, refugio y
crecimiento de juveniles de crustáceos y alevines, por lo que sostienen gran
parte de la producción pesquera, son utilizados como combustible (leña), poseen
un alto valor estético y recreativo, actúan como sistemas naturales de control
de inundaciones y como barreras contra huracanes e intrusión salina, controlan
la erosión y protegen las costas, mejoran la calidad del agua al funcionar como
filtro biológico, contribuyen en el mantenimiento de procesos naturales tales
como respuestas a cambios en el nivel del mar, mantienen procesos de
sedimentación y sirven de refugio de flora y fauna silvestre, entre otros.
Aunque
a nivel mundial desde el año 2000 se ha registrado una tasa decreciente de
deforestación de los manglares (excepto en el Sudeste Asiático), existen otras
amenazas como el cambio climático que actualmente toman un papel relevante
(Hamilton y Casey 2016). En nuestro país, los ecosistemas de manglar han sido
afectados principalmente por la tala o remoción llevada a cabo como
consecuencia de las actividades agrícolas, ganaderas, acuícolas y turísticas.
En México, el ecosistema de manglar representa 5% del total mundial y ubica al país en 4º lugar entre los
125 países y territorios que poseen este tipo de humedal, el cual cubre en
nuestro país tan sólo el 0.4% de su superficie.
Especies de manglar en México
https://www.biodiversidad.gob.mx/ecosistemas/manglares
PASTIZALES
Nombres
Pastizal. En otras partes del
mundo se le conoce como estepa, pampa, sabana (en regiones calientes y húmedas)
o praderas. Hay otros pastizales de distribución restringida como el
páramo de altura (o zacatonales alpinos), pastizales sobre yeso
(gipsófilos), y pastizales salinos (halófilos).
Descripción
Son comunidades vegetales donde
predominan los pastos con pocos árboles y arbustos. Pueden ser producto del
desmonte de terrenos boscosos pero aquí nos referimos a los naturales. En las
sabanas pueden existir árboles pero son escasos y muy dispersos.
Distribución
Ocupan el 6.1% (118,
320 km²) del territorio nacional. Los pastizales naturales se encuentran en regiones
semiáridas y de clima templado frio. Están muy extendidos en el norte del país
y cubren amplias zonas en Chihuahua, Coahuila, Sonora, Durango, Zacatecas, San
Luis Potosí y Jalisco. Se encuentran entre los 1,100 y 2,500 m, aunque también
pueden encontrarse en menor altitud. Los pastizales inducidos se pueden
encontrar en casi cualquier zona del país y cubren otro 6% del territorio
mexicano.
Ecosistemas
de México: Extensión y distribución
Áreas naturales protegidas
Reserva de la
Biósfera Mapimí en Durango, Chihuahua y Colima
Reserva
de la Biósfera Janos en Chihuahua
Reserva
de la Biósfera Sierra Gorda en Querétaro
Flora y fauna
En los pastizales áridos las
especies comunes son: Pasto
navajita (Bouteloua
spp.), Zacate búfalo (Buchloe dactyloides), Popotillo plateado (Andropogon), Zacate llanero (Eragrostis intermedia), Zacate
colorado (Heteropogon
spp.), Toboso
común (Hilaria
mutica), Tapete
panizo (Leptochloa
spp.), Zacate
lobero (Lycurus
spp.) y Zacate araña (Muhlenbergia porteri). Otras
especies son el Cardo,
huizapol o rosetilla (Cenchrus echinatus), Papalote (Chloris crinita), Pasto
alambre o Pasto enredadera (Cynodon dactylon), Zacate mano (Digitaria californica), Zacate
salado, Pasto salado playero (Distichlis spicata) y Zacate borreguero (Dasyochloa pulchella).
Algunos árboles y arbustos comunes son el Mezquite (Prosopis glandulosa), Ocotillo (Fouquieria splendens), Lechugilla (Agave lechuguilla), Candelilla (Euphorbia antisyphilitica), Gobernadora (Larrea tridentata),
y cerca de los arroyos, álamo (Populus fremontii) entre
otras especies y Sicomoro (Platanus wrightii).
Algunas especies de fauna
características de los pastizales son: los perritos
llaneros mexicano (Cynomys mexicanus) y de cola
negra (Cynomys ludovicianus), el berrendo (Antilocapra americana), el bisonte (Bison bison), el puercoespín (Erethizon dorsatum), el tlalcoyote (Taxidea taxus) y
la zorra
norteña (Vulpes
macrotis) además de numerosos roedores, liebres (Lepus spp.) y conejos (Sylvilagus spp.). Son
característicos entre las aves el águila
real (Aquila
chrysaetos), Zarapito
Picolargo (Numenius
americanus), Buho
llanero (Athene
cunicularia), Halcón
aplomado (Falco
femoralis), Aguililla
real (Buteo
regalis), Chorlo
llanero (Charadrius
montanus) y el Pradero
occidental (Sturnela
neglecta).
Servicios
ambientales
La mayoría de los pastizales se utilizan
para la cría de ganado bovino y equino. Los pastizales, son fuentes de
alimentos, fibras y combustibles, contribuyen a la regulación del clima, la
polinización, la purificación y recarga de acuíferos, el control de especies
invasoras y la captura de carbono. Tienen valor cultural, espiritual y
recreativo.
Impactos y
amenazas
Los pastizales son considerados
uno de los ambientes más amenazados de América del Norte. Un pastizal
sobrepastoreado significa desolación erosión, y ganado desnutrido. El mal
manejo ganadero impide el buen desarrollo y la reproducción de las especies
vegetales más nutritivas y apetecidas por el ganado.
Legislación
En el estado de Durango existe
una Ley que regula el aprovechamiento técnico de pastizales.
Referencias
- Challenger, A.
1998. Utilización y conservación de los ecosistemas terrestres de México:
Pasado, presente y futuro / Antony Challenger.- México: Comisión Nacional
para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad; UNAM, Instituto de
Biología;
- ECOPAD,
2007. Estrategia
para la Conservación de Pastizales del Desierto Chihuahuense (ECOPAD). Aguirre, C.,
Hoth , J. y A Lafón (Eds.). Chihuahua, Mexico. 23 pp.
- Gauthier D., A. Lafón, T. Toombs, J. Hoth and E Wiken, 2003. Pastizales:
hacia una estrategia de conservación para los pastizales de América
del Norte. Comisión para la Cooperación Ambiental de América del Norte.
Montreal, Canadá. 99 pp
- Hoth, J. , 2009 Lecciones del Desierto Chihuahuense In:
Temperate Grasslands of the World. BC Grasslands Magazine, Canada.
- Hoth, J. 2007.
Pastizales del Desierto Chihuahuense: ecoregión en caída libre.
- PACP- Ch,
2011. Plan
de Acción para la Conservación y Uso Sustentable de los Pastizales del
Desierto Chihuahuense en el Estado de Chihuahua 2011 – 2016. Guzmán,
J.C., Hoth, J. y Blanco, E. (Eds). Gobierno del Estado de Chihuahua),
México. 44 pp
- PMAR-DCh,
2012. Plan Maestro de la Alianza Regional para la
Conservación de los Pastizales del Desierto Chihuahuense. Guzmán,
J.C., Hoth, J. y Berlanga (Eds.) Comisión para la Cooperación
Ambiental de América del Norte. México.
- Rzedowski, J.
2006. Vegetación de México. 2006. 1ra. Edición digital, Comisión Nacional
para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. México.
Sitios web
- Comisión
para la Cooperación Ambiental. Pastizales de América del Norte
- Iniciativa
de Conservación de Pastizales Templados
- Rocky
Mountain Bird Observatory
https://www.biodiversidad.gob.mx/ecosistemas/pastizales
Selvas húmedas
Nombres
Selva alta perennifolia o bosque
tropical perennifolio. En algunos casos se llega a incluir la selva baja
perennifolia como parte de estos ecosistemas. Las selvas se clasifican en altas
(de más de 30 metros), medianas (entre 15 y 30 m), o bajas (menos de 15 m) y de
acuerdo a la caída de sus hojas se consideran perennifolias (menos del 25% de
las especies pierden sus hojas), subperennifolias (25 a 50% de las especies
pierden las hojas), subcaducifolias (50 a 75% de las especies pierden las
hojas) o caducifolias (más del 75% de las especies pierden sus hojas).
Descripción
Son las comunidades vegetales más
exuberantes del país, están formadas por árboles de hasta 30 m o más de alto,
de muy diversas especies y que conservan su follaje todo el año. Además abundan
las lianas, epífitas y palmas. Algunos árboles tienen troncos rectos con raíces
tubulares con contrafuertes. La mayoría de los árboles tienen hojas grandes y
duras. Se distribuyen en climas cálidos y húmedos. Son ecosistemas muy
complejos con alta variación de especies de un lugar a otro.
Distribución
Originalmente ocupaban una
extensión de cerca del 9.2% de la República
Mexicana que se ha reducido a 4.7% (91, 566 km²). En
México se distribuye casi exclusivamente en la vertiente del Atlántico, desde
el sur de San Luis Potosí a lo largo de Veracruz hasta Tabasco y en el sur de
la Península de Yucatán. Además se encuentra en una angosta franja de la
vertiente pacífica de la Sierra Madre de Chiapas, así como áreas de menor
tamaño en las faldas bajas de la Sierra Madre del Sur de Oaxaca y Guerrero, por
lo general en terrenos por debajo de los 1,200 metros sobre el nivel del mar.
Ecosistemas de México: Extensión y distribución
Áreas naturales
protegidas
Reserva
de la Biósfera de Los Tuxtlas, Veracruz
Reserva
de la Biósfera Calakmul, Campeche
Reserva
de la Biósfera El Ocote, Chiapas
Reserva
de la Biósfera Sian Ka´an, Quintana Roo
Clima
Se
distribuye en regiones con lluvia abundante todo el año y temperaturas cálidas
por lo que las plantas conservan su follaje. La precipitación promedio es
superior a 2,000 mm anuales y la temperatura, siempre mayor a
18°C con poca variación (de 5 a 7 °C). La mayor parte de las selvas húmedas crecen
sobre rocas calizas que forman karst por lo que el agua escurre por grietas
directamente al subsuelo y los ríos superficiales son muy escasos.
Flora y fauna
Son los
ecosistemas con mayor riqueza de especies. El 99% de sus
especies se originaron en el sur del Continente Americano y tienen una
distribución amplia.
Las
selvas húmedas están dominadas por árboles y palmas de gran cantidad de
especies que crecen a diferentes alturas. Las de mayor altura que integran el
dosel superan los 30 m de alto, algunas de las más conocidas
son caoba (Swietenia macrophylla), ceiba (Ceiba pentandra), cedro rojo (Cedrela odorata), flor de corazón (Talauma mexicana), guapaque (Dialium guianense), jobo (Spondias mombin), molinillo (Quararibea funebris), matapalo (Ficus spp.), mamey zapote (Pouteria sapota), palo de aguacate (Nectandra sinuata), palo mulato (Bursera simaruba), ramón (Brosimum alicastrum), sombrerete (Terminalia amazonia), zapote cabello (Licania platypus) y zapote (Manilkara zapota), el zopo (Guatteria anómala), entre muchas otras.
Sobre
ellas se desarrollan numerosas orquídeas, helechos, bromelias, musgos y
líquenes. Otros árboles de menor talla que crecen por debajo de los grandes
son cacao (Theobroma cacao), guanábana (Annona muricata), rosita de cacao (Quararibea funebris) y palo de hule (Castilla elastica). En los
límites de la selva y las orillas de caminos, crecen el chancarro (Cecropia obtusifolia), el corcho (Ochroma pyramidale) y el jonote (Heliocarpus appendiculatus).
Al
interior de la selva, la enorme masa de ramas y hojas constituida por el
conjunto de árboles mantiene sombreado y húmedo el nivel del suelo. Pocas
especies están adaptadas a la sombra, las más comunes son las palmas tepejilote (Chamaedorea tepejilote) y chocho (Astrocaryum mexicanum), ramón colorado (Trophis racemosa), flor del beso (Psychotria elata), platanillo (Heliconia bihai), y una
pariente de las nochebuenas (Dalechampia spat), además de varios
helechos y algunas gramíneas de hojas anchas.
La
selva es el hogar y refugio de gran cantidad de mamíferos, algunos de ellos de
hábitos arborícolas como mono araña (Ateles geoffrogyi) y mono aullador (Alouatta palliata), coatí (Nasua narica), hormiguero (Tamandua mexicana), martucha (Potos flavus), mico dorado (Ciclopes didactylus), mapache (Procyon lotor), y otros terrestres como venado temazate (Mazama americana) y venado cola blanca (Odocoileus virginianus), armadillo (Dasypus novemcinctus), jabalí (Pecari tajacu), musaraña (Cryptotis parva), nutria (Lontra longicaudis), tapir (Tapirus bairdii), tepescuintle (Agouti paca) y tlacuache dorado (Caluromys derbianus).
Entre
las aves más vistosas destacan el águila solitaria (Harpyhaliaetus solitarius), guacamaya roja (Ara macao), hocofaisán (Crax rubra), pava cojolita (Penelope purpurascens), perico verde (Aratinga holochlora), tucán real (Ramphastos sulfuratus), tucán de collar (Pteroglossus torquatus) y zopilote rey (Sarcoramphus papa). También la
habitan reptiles como tortuga casquito (Kinosternon scorpioides), tortuga jicotea (Trachemys scripta), iguana (Iguana iguana), boa (Boa constrictor), víbora mano de piedra (Atropoides nummifer), cascabel (Crotalus durissus) y varias especies de ranas, sapos
y salamandras. En los límites con otros ecosistemas vive el cocodrilo de río (Crocodylus acutus).
Además
de mamíferos, aves y reptiles, en las selvas húmedas viven una gran diversidad de anfibios, de insectos, particularmente escarabajos, hormigas, mariposas, abejas y otros invertebrados.
Servicios ambientales
Las
selvas han sido tradicionalmente fuente de maderas preciosas, leña y diversidad
plantas y animales para la subsistencia de comunidades rurales e indígenas.
Además son sustento de los procesos de funcionamiento de los ecosistemas
incluyendo ciclo de nutrientes y agua, retención y formación de suelos, hábitat
de biodiversidad, regulación del clima, erosión y eventos extremos,
mantenimiento de la biodiversidad. También desempeñan un papel importante en la
regulación de polinizadores, plagas y vectores de enfermedades. Así mismo, la
producción de miel depende de múltiples especies de abejas nativas, europeas y
africanizadas que visitan más de 100 especies de plantas de
las selvas húmedas.
Impactos y amenazas
Los
principales impactos directos son el cambio de uso de suelo para dedicarlo a
agricultura o ganadería y el cambio climático que se prevé que ocasione
condiciones más cálidas secas lo cual ocasionaría la ampliación de ecosistemas
secos afectando a los húmedos. Otras amenaza más difícil de cuantificar pero
evidente es la extracción desmedida de flora y fauna para tráfico ilegal lo
cual afecta la capacidad del ecosistema para mantener su funcionamiento y sus
servicios ambientales.
Estado de conservación
De
los 255,000 km2 que se estima había originalmente
en México, hubo una gran destrucción de este ecosistema durante la década de
los 70´s y para 2002 las comunidades
primarias se redujeron a 44,000 km2. Los cambios más
drásticos ocurrieron en Veracruz, Tabasco, la sierra del sur de Chiapas y la
parte norte del estado de Yucatán donde casi la totalidad de la vegetación de
selvas húmedas se eliminó para la cría de ganado. Sin embargo también ha habido
regeneración ya que cerca de 5,900 km2 anteriormente
dedicados a agricultura o ganadería, para 2002 aparecían
cubiertas de vegetación secundaria y unos 1,030 km2 incluso
tenían comunidades primarias.
Legislación
Este
ecosistema tiene gran valor para la conservación ya que alberga gran cantidad
de especies de flora y fauna que se encuentran en categorías de riesgo (NOM-059-SEMARNAT-2010).
Publicaciones
- De Vos, J.
1988. La Paz del Dios y del Rey: la Conquista de la Selva Lacandona,
1525-1821. Fondo de Cultura Económica, CIESAS. México, D.F.
- De Vos, J.
1988. Oro verde: la Conquista de la Selva Lacandona por los Madereros
Tabasqueños, 1822-1949. Fondo de Cultura Económica, CIESAS. México,
D.F.
- De Vos, J. 2002.
Una Tierra Para Sembrar Sueños: Historia Reciente de la Selva Lacandona,
1950-2000. Fondo de Cultura Económica, CIESAS. México, D.F.
- Dirzo, R., y
R. Vogt. 1997. Historia Natural de los Tuxtlas. UNAM. México, D.F.
- Estrada, A.,
Coates-Estrada, R. y A. Estrada. 1995. Las Selvas Tropicales Húmedas de
México: Recurso Poderoso, Pero Vulnerable. Fondo de Cultura Ecónomica,
México, D.F.
- Meli, P. y V.
Carrasco-Carballido. 2011. Restauración
ecológica de riberas. Manual para la recuperación de la vegetación
ribereña en arroyos de la Selva Lacandona. Serie diálogos 5.
Corredor Biológico Mesoamericano México. CONABIO, México, D.F.
- Naranjo-García,
E. y J. Alvarez-Sánchez. 2003. Ecología del suelo en la selva tropical
húmeda de México. UNAM, México, D.F.
- Romaní Cortés,
J. 2011. De
necedades a necesidades. Anatomía de un conflicto agrario-ambiental en la
zona norte de la Lacandona. Serie
diálogos 4. Corredor Biológico Mesoamericano México. CONABIO, México, D.F.
https://www.biodiversidad.gob.mx/ecosistemas/selvaHumeda
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