LOS BUFFALO SOLDIERS
TROPAS AFROAMERICANAS
EN EL
EJERCITO
ESTADOUNIDENSE
Pertrechados con
los peores equipos, este cuerpo militar integrado sólo por soldados afroamericanos,
fue destinado a las zonas más peligrosas, entre ellas la frontera de Texas,
donde los civiles blancos los insultaban y agredían, a pesar de que los
protegían del acoso de los nativos americanos. Cuba, Filipinas y las dos
guerras mundiales sirvieron para reconocer el valor de unos soldados marginados
por el color de su piel.
Los conocidos como
"Soldados Bisonte" fueron un regimiento de afroamericanos que
sirvieron principalmente en la frontera occidental al finalizar la Guerra
Civil estadounidense. En 1866, y tras la
aprobación por parte del Congreso de la Ley de Organización del Ejército, se
crearon seis regimientos de caballería e infantería exclusivamente con soldados
de color (en ellos llegó a servir una mujer llamada Cathay Williams). Sus
principales tareas fueron ayudar a controlar a los nativos americanos de las
llanuras, capturar a los ladrones de ganado y proteger a los colonos, diligencias,
carromatos y viajeros de ferrocarril a lo largo y ancho del frente occidental. Nadie
sabe con certeza por qué, pero los soldados de los Regimientos de Caballería
noveno y décimo fueron apodados Buffalo Soldiers (Soldados
Bisonte) por los nativos americanos, quizá porque los indios asociaban el cabello
oscuro y rizado de estos soldados al pelaje de un bisonte o por que luchaban
con la valentía y ferocidad que los indios atribuían a ese poderoso animal. Sea
como fuere, el nombre perduró, y los regimientos afroamericanos que se formaron
en 1866, incluidos el 24 y el 25 de infantería, y que se consolidaron en cuatro
regimientos, fueron conocidos a partir de entonces con ese nombre.
Vestida con el
uniforme del ejército, Cathay Williams fue la primera y única mujer que sirvió
como una Buffalo Soldier. Escondió su condición femenina cambiando su nombre
por el de William Cathay.
Foto: CC
COLECTIVOS DISCRIMINADOS
El reclutamiento
del noveno de Caballería tuvo lugar en Nueva Orleans entre agosto y septiembre
de 1866. Los soldados pasaron el invierno organizándose y entrenando, hasta que
fueron trasladados a San Antonio, Texas, en abril de 1867. Allí
se les unieron la mayoría de oficiales y su comandante en jefe, el coronel
Edward Hatch, todos de raza blanca. Adiestrar a soldados sin experiencia y en su
mayoría analfabetos fue un reto, pero a pesar de los
inconvenientes, el regimiento siempre estuvo dispuesto a intervenir en
cualquiera de los muchos conflictos que se producían en el oeste de
Texas. Su misión principal consistía en asegurar la vía que unía San Antonio
con El Paso, y mantener el orden en las zonas que eran atacadas por los nativos
americanos, muchos de ellos hartos de la vida en las
reservas y decepcionados con las promesas incumplidas por parte del gobierno
federal. Por su parte, y a pesar de que los soldados afroamericanos también se
enfrentaban a su propia discriminación por parte del gobierno estadounidense
(que les obligaba a luchar con otro colectivo cuya situación era muy similar a
la suya), los Buffalo Soldiers arrancaban sin
dudar las cabelleras de los nativos americanos a los que abatían en combate.
El décimo de
caballería tenía su base en Fort Leavenworth, Kansas, y estaba comandada por el
coronel Benjamin Grierson. El adiestramiento de este regimiento fue lento y
laborioso, en parte porque el coronel esperaba haber reclutado a hombres mejor
preparados (hemos de recordar que la mayoría eran
analfabetos) y también a causa de un brote de cólera que se desató en el verano
de 1867 y que retrasó cualquier plan establecido. Aquel
mismo verano, se ordenó el traslado del regimiento a Fort Riley,
Kansas, con la misión de proteger a los trabajadores de la empresa Union
Pacific, encargada de construir la vía férrea. Antes de
dejar Fort Leavenworth, se produjeron algunas escaramuzas con algunos grupos de
indios cheyenne, que tanto infantería como caballería repelieron en
una de las muchas batallas que los Buffalo Soldiers iban a emprender.
Un Buffalo Soldier
miembro del noveno regimiento de Caballería en 1980.
Foto: CC
LAS MISIONES DE LOS BUFFALO SOLDIERS
Una acción poco
conocida de los Buffalo Soldiers fue la
participación del noveno de Caballería en la guerra del condado de Johnson,
también conocida como la guerra en Powder River y la guerra de Wyoming Range. La
guerra del condado de Johnson fue un enfrentamiento que tuvo lugar entre los
grandes ganaderos de la zona y supuestos ladrones de ganando que, en realidad,
eran pequeños colonos que competían con ellos por los derechos a la tierra,
ganado y agua. El entonces presidente de Estados Unidos, Benjamin Harrison,
ordenó al sexto de Caballería que acabara con la violencia y capturara a una
banda de asesinos a sueldo contratada para reprimir a los ganaderos más
desfavorecidos. Ante la imposibilidad de sofocar el conflicto
debido a las presiones políticas y sociales locales, el presidente decidió que
los Buffalo Soldiers trasladaran
a sus hombres desde Nebraska a la zona de conflicto. Frente
a una población local muy hostil (un soldado murió y otros dos resultaron
heridos), el noveno de caballería permaneció en Wyoming durante casi un año
hasta que logró apaciguar las tensiones.
Los cuatro veteranos
regimientos de soldados afroamericanos participarían asimismo en la guerra de
Cuba en 1898. El
noveno y el décimo regimientos de Caballería se encuadraron en la misma
división junto con unidades blancas, bajo el mando del general Joseph Wheeler.
El veterano general era conocido como "Fighting Joe" Wheeler,
militar que durante la Guerra de Secesión había servido con el ejército
confederado y que ahora, contra su voluntad, se veía al mando de dos aguerridos
regimientos de soldados afroamericanos.
Conocido como
"Fighting Joe" Wheeler, este general que había servido en la Guerra
de Secesión americana fue puesto al mando del noveno y el décimo regimientos de
Caballería en contra de su voluntad.
Foto: CC
Los regimientos de Buffalo Soldiers también
participaron en la guerra de Filipinas entre los años 1899 y 1903. En este caso hubo
una fuerte oposición a la guerra entre los afroamericanos. Muchos soldados
establecieron una buena relación con "los nativos de piel morena de las
islas", y un número inusualmente grande de tropas desertó durante la
campaña, algunas de las cuales se unieron a los rebeldes filipinos. Uno de los
más "soldados búfalo" conocidos que se unió a los rebeldes fue el
célebre David Fagen, que alcanzó el rango de capitán en el
Ejército Revolucionario de Filipinas. Fagen se convirtió en un famoso líder
guerrillero y su captura fue una obsesión tanto para el ejército como para el
público estadounidense en general. Su deserción se produjo como resultado del trato
discriminatorio que sufrían los regimientos de afroamericanos por parte de las
tropas estadounidenses, en su mayoría blancas, quienes con frecuencia se
referían a ellos despectivamente como niggers o gugus.
La imagen sobre
estas líneas muestra la compañía de los Buffalo Soldiers en Camp Wikoff en 1898
durante la guerra hispanoamericana.
Foto: Cordon Press
EN LAS GUERRAS DEL SIGLO XX
Los Buffalo
Soldiers no formaron parte de las Fuerzas
Expedicionarias Estadounidenses durante la Primera Guerra Mundial, pero de
entre sus filas surgieron suboficiales experimentados que se incorporaron a
otras unidades afroamericanas segregadas para el servicio de combate, como el
Batallón de Ingenieros. Los primeros soldados
afroamericanos en entrar en combate en Francia fueron las divisiones de
infantería, que lo hicieron bajo mando francés. Antes de la Segunda Guerra
Mundial, los Regimientos de Caballería se disolvieron en su mayoría y sus
miembros se trasladaron a unidades orientadas al servicio junto con toda la
división de caballería. Batallones afroamericanos independientes de artillería,
así como batallones de intendencia y de apoyo, participaron en la Segunda
Guerra Mundial. La llamada "División Bufalo", intervino
en combate durante la campaña italiana, y la 93ª División de Infantería,
incluido el 25º Regimiento de Infantería, sirvió en la guerra del Pacífico.
A pesar de algunas
barreras administrativas, y de reticencias entre oficiales blancos de alto
rango, muchos soldados afroamericanos fueron entrenados como pilotos,
desempeñando un importante papel en la guerra aérea en Europa. Tras la
Batalla de las Ardenas, y ante la escasez de tropas, se permitió la entrada de
soldados de color en las unidades que debían entrar en combate. La
guerra de Corea fue el principio del fin para los Buffalo
Soldiers, que se disolvieron definitivamente en abril de 1951.
El teniente Henry
Flipper fue el primer afroamericano en graduarse de la Academia Militar de West
Point. Tras la disolución definitiva de los Buffalo Soldiers siguió su carrera
militar de forma voluntaria.
Foto: CC
En opinión de algunos
historiadores, los Buffalo Soldiers fueron
utilizados como meras tropas de choque y como instrumentos para los planes
expansionistas del gobierno de Estados Unidos a costa de los nativos americanos
y de otras minorías. Sin embargo, existen evidencias de que
algunos Buffalo Soldiers, como el teniente Henry Flipper (el primer
afroamericano en graduarse de la Academia Militar de West Point) siguieron
voluntariamente carreras militares. Hay un poema escrito por uno de los
"soldados búfalo" del noveno de Caballería que habla de la
resistencia de sus hombres: "El resto se ha ido a casa, para encontrarse
con la ráfaga invernal de la ventisca. El noveno, el noveno dispuesto, acampa
aquí hasta el último. Fuimos los primeros en llegar, seremos los últimos en irnos.
¿Por qué nos vemos obligados a quedarnos, por qué recibir esta recompensa? En
los barracones cálidos, nuestros camaradas recientes se relajan, mientras que
nosotros, los pobres diablos, y los Sioux, nos congelamos”. Otra
evidencia de que muchos se alistaron voluntariamente la ofrece una carta
escrita por Francis Roe, esposa de un oficial, en 1873. En
ella se refiere a los Buffalo Soldiers por su nombre
común diciendo: "Estos 'soldados búfalo' son hombres activos, inteligentes
y decididos; están perfectamente dispuestos a luchar contra los indios, siempre
que se les pida que lo hagan, y me parecen bastante superiores al promedio de
hombres blancos reclutados en tiempo de paz".
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