PAISAJES ESPECTACULARES
DE
AMÉRICA DEL SUR
Basta un recorrido por algunos de los
paisajes más asombrosos de América del Sur para soñar. ¡Te quedarás sin
palabras!
América del Sur fue
estudiada, medida y mostrada por dos de los más grandes viajeros de todos los tiempos: Alexander Humboldt y Charles Darwin. Si el primero recorrió Latinoamérica
durante tres años, el segundo pasó por las costas de Brasil, Argentina, Chile y las Islas Galápagos en su recorrido
de vuelta al mundo con el Beagle. Los dos observaron algunos de
los paisajes más asombrosos de América del
Sur.
En la cima del Chimborazo, en Ecuador, el techo del mundo por entonces, exhausto por el
esfuerzo y casi congelado por no llevar ropa adecuada, Humboldt pudo observar la naturaleza desde el punto más
distante posible del planeta: alcanzó los
5.400 metros de altitud, apenas 300 metros de la cima según sus cálculos (en
realidad, hoy sabemos que mide 6.263 metros sobre el nivel del mar). Era junio
de 1802 y su viaje había empezado tres años antes.
Darwin llegó a América del Sur unas décadas más tarde que Humboldt. En una nota tomada durante una de sus expediciones
a los
Andes describió así el
sentimiento que le causaba contemplar la naturaleza: “Me siento feliz de estar
solo; experimento lo que se siente cuando se presencia una tempestad tremenda o
cuando se oye un coro del Mesías ejecutado por una gran orquesta”.
Basta un recorrido por algunos de los paisajes más
asombrosos de América del Sur para soñar, para imaginar horizontes, para vernos
en el encuadre como en una postal, para sentir que algún secreto está apunto de
desvelarse. Basta admirar
algunos de estos paisajes para sentir aquella libertad de espíritu que
describieron Humboldt y Darwin.
Ambos se maravillaron con el espectáculo de los paisajes que les brindó la naturaleza. Hoy, a pesar de que el mapa
ya no guarda espacios vacíos como en su época, seguimos teniendo la oportunidad
de disfrutar de algunos escenarios sublimes. Solo hace falta la voluntad de
conservarlos con admiración tal como hicieron ellos. Como dijo Humboldt, la naturaleza ejerce un poder
positivo en todas aquellas almas que se sienten agitadas y preocupadas. Así pues, vale la pena el esfuerzo, ¿verdad?
SALAR
DE UYUNI, BOLIVIA
Lo difícil de
decidir con esta maravilla natural en Bolivia es cuándo visitarlo. El Salar de Uyuni no es lo mismo en época de lluvias que
en época seca: mientras en la
primera se forma un espejo perfecto en el que se refleja el cielo y el horizonte
se confunde; en la época seca, admiramos un espacio de infinito blanco propicio
para el juego de perspectivas. Es
el mayor desierto de sal continuo y alto del mundo. Y en él no solo se puede extraer sal, también litio, el
mineral del futuro, aunque en un proceso complicado. Desde la población de Uyuni salen tours para visitar toda
la zona, que incluye la
Laguna Colorada o el Desierto Siloli y Árbol de Piedra, verdaderas maravillas
naturales.
MONTE
FITZ ROY, PATAGONIA
Un monte que es
uno de los símbolos de la Patagonia. Alcanza los 3.405 metros de altitud y está
ubicado en el oriente del campo de hielo Patagónico Sur, en el límite entre la Argentina y Chile. Muchos montañeros salen de la población cercana de El
Chaltén, provincia de Santa Cruz, Argentina, para alcanzar su cumbre siguiendo
una de las caminatas más bellas del mundo. Desde el lado chileno, se alcanza
partiendo de Villa O'Higgins. La senda es exigente a nivel físico; pero cuando
se alcanza la cumbre, la maravilla de ver sus aristas rozando el cielo, junto
al lago, sirve de pago a todo esfuerzo.
PEÑÓN
DE GUATAPE, COLOMBIA
Cerca de la ciudad
de Medellín, Colombia, se
encuentra uno de los
paisajes más extraños de América del Sur. Algunos dicen que forma parte de un meteorito; pero lo cierto es
que se trata de una
formación geológica muy singular. Una especie de
piedra; pero gigante. Conforme se llega al pueblo de Guatapé, se puede observar
en el horizonte una protuberancia que sale de la tierra. Es la Piedra del
Peñol, una roca
gigantesca con más de 200 metros de altura que escaló por primera vez un lugareño, el señor Luis Eduardo
Villegas López. Para alcanzar el mirador sobre el monolito formado por cuarzo,
feldespato y mica hay que ascender cerca de 700 escalones. Las vistas lo valen,
porque se puede ver el embalse de Guatapé.
ISLA
DE PASCUA, CHILE
Uno de los lugares
más bellos de América del Sur, y uno de los más
misteriosos del planeta. En medio del Pacífico, a unos 3.700 km de la costa de Chile, se encuentra la isla de Pascua, que sigue despertando
la fascinación por sus moais. El paisaje de Isla de Pascua es espectacular y, a criterio de Jacques Cousteau, tiene uno de los mejores mares para bucear por su alta
visibilidad. Ver un atardecer en Hanga Roa, con el Ahu Tahai, uno de los grupos de moais mejor
conservados de la isla, como escenario sigue siendo uno de los espectáculos que
todos deberíamos disfrutar al menos una vez en la vida.
HUARAZ,
PERÚ
Este es
el lugar de los grandes nevados de la Cordillera Blanca, en Perú, que forma parte de los Andes. Se extiende a lo largo de
200 km en dirección nordeste: todo un espectáculo de seismiles, glaciares,
páramos, lagos y lagunas. Si lo tuyo es el senderismo y el montañismo, Huaraz
es el centro. El Parque Nacional
Huascarán, Reserva de
Biosfera, es famoso por el gran macizo nevado que le da nombre. Algunos lugares
asombrosos que se encuentran en la zona son: la laguna de Chinaconcha, la
Laguna 69 (en la imagen), el Glaciar Pastoruri, el Alpamayo. Y no solo
naturaleza, también las ruinas
de una civilización misteriosa: Chavín de
Huántar, una de las culturas preincaicas más importantes de Perú.
ISLAS
GALÁPAGOS, ECUADOR
Las Islas
Galápagos forman un
archipiélago de origen volcánico perteneciente a Ecuador. Está declarado
como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1978. Se trata de un mundo en sí mismo, conocido por la gran variedad de especies endémicas que
estudió Charles Darwin. Es tal la
riqueza de fauna y flora que son conocidas como “Las Islas Encantadas”. Toda
visita se centra de forma imprescindible en tres islas principales: Isabela, Santa Cruz, Fernandina. El turismo vive en un complicado equilibrio con la
conservación del hábitat de sus especies. El Aeropuerto Seymur de Baltra, a
corta distancia de Santa Cruz, es el primero ecológico y sostenible del mundo.
MACHU
PICCHU
Uno de los lugares
más mágicos del planeta. El atractivo de alcanzar la antigua ciudad de Machu Picchu, en el promontorio rocoso que une los cerros de Machu
Picchu y Huayna Picchu, concentra a miles de viajeros que llegan a Perú atraídos
por los misterios de esta maravilla de la civilización inca. Es Patrimonio de la Humanidad y una de las nuevas siete
maravillas del mundo moderno.
RÍO
AMAZONAS, A SU PASO POR IQUITOS
Uno de los ríos míticos del mundo. Su cuenca hidrográfica
corresponde a cerca de una quinta parte
del agua dulce líquida del planeta. Se trata de un universo maravilloso de fauna y flora. Es el río más largo del mundo, con 7.062 km de longitud desde su nacimiento hasta la
desembocadura. Nace en Perú, atraviesa Colombia y desemboca
en Brasil. A él llegan más de 1.000 ríos tributarios, algo que lo
convierte en el río más caudaloso del mundo (contiene más agua que el Nilo, el
Yangtsé y el Misisipi juntos). Su conservación es esencial para el planeta.
CHIMBORAZO,
ECUADOR
El Volcán
Chimborazo está en Ecuador y es el “el punto más cercano al Sol”. No es que
el Everest se haya encogido, sino que es un efecto debido a que el diámetro terrestre en la
latitud ecuatorial es mayor que en la latitud del Everest. Así que, medido desde el centro de la tierra, es el
punto más lejano del planeta al que puedes llegar sin volar.
GLACIAR
PERITO MORENO, ARGENTINA
Una maravilla
heladora. Y nunca mejor dicho… El Glaciar Perito Moreno tal vez no sea el más
bello del mundo; pero sí es espectacular, y, además, se trata del glaciar con más fácil acceso de todo el
planeta. Basta descender
unas escaleras y sus pasarelas para encontrarse directamente con la gran masa
de hielo que procede del campo de hielo Patagónico Sur. Se ubica frente a la
península de Magallanes, a unos 80 km de la población de El Calafate, Argentina. Alcanza el lago
con una altura de 60 metros de media y con sorprendentes azules de un hielo muy antiguo. Sólo puede haber algo que mejore su contemplación:
coincidir con el fenómeno de la ruptura, que ocurre cada cuatro o cinco años.
LENÇÓIS
MARANHENSES, BRASIL
¿Puede estar un
desierto inundado? Sí, si se trata del Parque Nacional de los Lençois Maranhenses, en Brasil, en la región nordeste del estado de Maranhão. Su
belleza es de las que dejan sin palabras. Más en la época húmeda. Entonces es
cuando se forman centenares de
lagunas de todos los tamaños de color azulado o verdoso, cercadas por dunas de arena blanca. Aparecen y
desaparecen de forma cíclica cada año, constituyendo un espectáculo de una
belleza asombrosa.
LOS
ROQUES, VENEZUELA
Un pequeño tesoro
en forma de islas. Si piensas en un paraíso perfecto del mar Caribe, es esto: Los Roques, aguas turquesas y tranquilas,
playas de arena blanca y fina, corales, sol. Se trata de un archipiélago
de Venezuela, en el Mar Caribe, a 168 Km al
norte de La Guaira. Su singularidad y belleza se debe en parte por la formación
geológica pues poseen una estructura de atolón, más propia del Pacífico que del
Mar Caribe.
DESIERTO
DE TATACOA, COLOMBIA
Si cierras los
ojos y te trasladan a este lugar, al abrirlos te parecerá imposible seguir en
la tierra. En el departamento del Huila, Colombia, se
encuentra una de las zonas
áridas más espectaculares del mundo. El lugar constituye un horizonte de ocre y gris que parece un laberinto
natural. Cuando Jiménez de Quesada llegó aquí, le pareció alcanzar un espacio
deteriorado y por ello lo bautizó como
Valle de las Tristezas. No le faltó
razón, los científicos, más recientemente, revelaron que en el lugar, durante
el Periodo Terciario, existió un jardín poblado de vegetación. Solo las
estrellas guardan el recuerdo de aquellos siglos pasados; pero el viajero puede
mirar al cielo preguntándoles, porque se trata de una estupenda zona para la
observación celeste.
ILHA
GRANDE, BRASIL
Un auténtico
paraíso de Brasil al que se llega por mar. Esta isla situada frente a
la costa de Río de Janeiro forma parte del municipio de Angra dos Reis. Por sus paisajes, y
aunque no esté bañado por el Mar Caribe, a esta zona se la conoce como Caribe Brasilero. Antiguamente hubo un penal famoso; hoy llegan viajeros atraídos por
sus fantásticas playas y rutas de senderismo; pero sobre todo, atraídos por la
calma de un lugar al que no
llegan automóviles.
LAGUNA
COLORADA, BOLIVIA
Podría ser que el
agua de esta laguna sea de un color tan especial porque a los miles de flamenco andinos que acuden allí a criar se les destiñe las plumas.
Pero no, no se trata de eso. La explicación tiene más que ver con los
sedimentos de un tipo de alga que hay en las agua de esta laguna, de tipo alto
andina-salina que se encuentra en la Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo
Abaroa, Bolivia, en el altiplano potosino.
RORAIMA,
LA GRAN SABANA
El monte Roraima
es una de las
formaciones geológicas más antiguas de la tierra. Forma parte de la cadena de mesetas tepuis (montañas
tabulares) de la sierra de Pacaraima. Hasta su cumbre llegó Carl, el
protagonista de la película Up, en su casa voladora. La cumbre es una meseta rodeada de
paredes completamente verticales de las que suelen caer abundantes cascadas, lo
cual dificulta algo su ascenso. Se da la particularidad que hay un punto
denominado la triple frontera, compartida por Venezuela, Guyana y Brasil.
Llegar arriba es encontrarse con un paisaje de otro tiempo; no obstante, Arthur Conan Doyle se inspiró en las descripciones de
este lugar que hicieron
las expediciones de la época para ambientar su novela El mundo perdido.
TORRES
DEL PAINE
El Parque Nacional
Torres del Paine es uno de los más importantes de Chile y símbolo de la Patagonia chilena. Los circuitos O y W en Torres del Paine son uno de los
más bellos en el mundo del senderismo, ya que presentan una gran variedad de entornos naturales que suman
montañas, ríos, valles, lagos y glaciares. A esta belleza que parece sacada de
otro mundo, o de otra época, se accede desde la población de Puerto Natales. Su
acceso se puede realizar durante todo el año; pero en temporada baja, de mayo a
septiembre, con la llega del invierno, cierran las instalaciones para acampar y
algunas zonas del circuito O se convierten con nieve y hielo en muy exigentes
para la práctica del senderismo.
LAGO
TITICACA
Uno de los lugares
más bellos y misteriosos de América del Sur. El lago Titicaca, en el altiplano
andino, entre Bolivia y Perú, es el lugar del origen del imperio Inca; al
menos, para el Inca Garcilaso de la Vega, que así lo describe. Todavía en las
tradiciones orales se considera la isla del Sol, en la parte boliviana del
lago, como el lugar del que los legendarios Manco Capac y Mama Ocllo partieron
para fundar el Tahuantinsuyo, nombre que recibió el territorio de los incas.
Navegar el lago y visitar algunas de sus islas sigue siendo todavía un viaje al
pasado y un escenario de una belleza impresionante. Un imprescindible: ver las
puestas de sol.
CATARATAS
DE IGUAZÚ
“El asombroso
espectáculo de un océano cayendo a raudales en un abismo es casi
escalofriante”, así describió el espectáculo de las Cataratas del Iguazú, el botánico suizo Robert Chodat. Su topónimo, que
proviene del guaraní, se refiere precisamente a estas dimensiones gigantescas:
Iguazú significa “Agua Grande”. Se encuentra entre la provincia argentina de Misiones y el estado
brasileño de Paraná, y sus saltos
fueron elegidos como una de las “Siete maravillas naturales del mundo”.
https://viajes.nationalgeographic.com.es/a/20-paisajes-espectaculares-america-sur_11557/20
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