LA HISTORIA A TRAVÉS DEL TIEMPO

jueves, 21 de enero de 2021

LA ÓPERA DE PARÍS

El Palais Granier

La Ópera de París, u Ópera de París, ha tenido varios nombres, entre ellos “Real Academia de Música y Danza” en su nacimiento y más tarde “Academia Imperial”, y sus actividades se han desarrollado en al menos quince auditorios diferentes. Luis XIV asignó la operación exclusiva a Abbey Perrin y al compositor Robert Cambert en 1669, con el fin de dar a "las academias de ópera o representaciones musicales en lengua francesa la misma categoría que las de Italia". El marqués de Sourdéac se convirtió en director y Beauchamps en maestro de ballet. La cantante Monier partió hacia Languedoc para reclutar las mejores voces. La Salle du Jeu de Paume fue alquilada por cinco años a partir de 1670 y acondicionada como teatro. Fue inaugurado con Pomone por Perrin y Cambert. Luego, Lully compró el privilegio en 1672 y desterró de su escenario cualquier obra que no fuera suya.

Le siguieron Campra, Rameau y Destouches que gradualmente modificaron el género. Tras la muerte de Rameau, llegaron artistas de Alemania e Italia: Gluck, Piccinni, Sacchini, Salieri, luego Spontini, Cherubini, Rossini y finalmente Meyerbeer, todos contribuyendo a crear el rostro de la ópera al estilo francés. Esta fue la moda, la gran ópera acompañada de ballet (Donizetti, Verdi, con Jerusalén, Las Vísperas Sicilianas, Don Carlos). Incluso se le pidió a Wagner que revisara Tannhauser para adaptarse a la tendencia.

Después del incendio en el teatro Palais Royal en 1763, la Ópera pasó un tiempo en un gran número de auditorios en París, incluida la sala Montansier, en el sitio de la actual Plaza Louvois, que el obispo de París ordenó destruir después de que el Duque de Berry fuera asesinado. La Ópera instaló un cuartel en la Salle Favart, que había sido abandonada por la Opéra-Comique. Se trasladó de nuevo a la espera de la finalización del Palais Garnier en 1874, que formaba parte de los planes de desarrollo urbano de Haussmann. Todo este período fue intenso y lleno de creatividad, pero luego la calidad disminuyó, la energía se desperdició en intrigas y muchos cantantes se trasladaron a otras salas.

El Palais Garnier fue construido entre 1861 y 1875 por orden de NapoIeon III. Se decía que este edificio simbolizaba mejor la "autosatisfacción" del Segundo Imperio. Pero, de hecho, es un ejemplo brillante de la unidad de la creatividad artística. La sala fue inaugurada el 5 de enero de 1875 con un acto de La Juive de Halévy y extractos de los hugonotes de Meyerbeer. Se instaló electricidad en la sala y en el escenario entre 1881 y 1887. En 1932 tuvo lugar la primera transmisión radial de una actuación en vivo. El edificio, que entonces era uno de los más grandes de Europa, contaba con inmensos vestíbulos, biblioteca, salas de ensayo, escuela de danza, etc.

En sus primeros cuarenta años, las actuaciones se mantuvieron cautelosas y de bajo perfil, ya que los compositores franceses practicaron una estricta política proteccionista. Las cosas empezaron a cambiar en 1915 con la llegada de Jacques Rouché, que ocupó su cargo durante treinta años. Pero las obras extranjeras siguieron siendo pocas y espaciadas. Formó una compañía altamente estructurada y virtualmente prohibió a los artistas extranjeros en el escenario. Sin embargo, la Ópera, que por cierto produjo actuaciones bastante decentes, quedó aislada del mundo de la ópera internacional.

En 1939, un decreto estableció la Unión de Teatros Líricos Nacionales. Sus responsabilidades fueron compartidas por un administrador y un director. A pesar de algunas producciones prestigiosas y elencos suntuosos, la Ópera declinó lentamente hasta 1970, cuando se instituyeron importantes reformas. Mientras se disolvía la compañía y se cerraba el teatro, Roilf Liebermann fue nombrado director gerente de la Ópera de París, con Georg Solti como asesor musical durante un tiempo. Se pusieron a disposición del nuevo administrador importantes recursos financieros. Rolf Liebermann hizo un buen uso de ellos y amplió considerablemente el repertorio, requiriendo el uso exclusivo del idioma original e invitando a los grandes nombres en el canto, la dirección, la dirección y la escenografía. La Ópera de París se convirtió rápidamente en uno de los centros de creatividad mundial. Bernard Lefort, Massimo Bodgianckino y Jean-Louis Martinoty siguieron su estela, intentando promover una escuela de canto y volver a formar una compañía. La Ópera de París también alberga el cuerpo de ballet que, además de las actuaciones en el Palais Garnier, realiza numerosas giras por el extranjero y que durante algunos años estuvo dirigido por Rudolf Nureyev. La Orquesta de la Ópera de París está formada por excelentes intérpretes franceses, conocidos especialmente por su temperamento rebelde.

En 1990, el Palais Garnier y la Opéra Bastille formaron la Ópera de París, que en 1994 se convirtió en la Ópera Nacional de París. Desde entonces, Hugues R. Gall, Gérard Mortier y actualmente Nicolas Joël se han sucedido en el timón. El 1 de agosto de 2014 asume Stéphane Lissner (ex director de La Scala).