LOS MAJOREROS DE
FUERTEVENTURA
¿Nunca te has
preguntado porque a Fuerteventura se la conoce como la isla majorera y
sus habitantes se llaman majoreros? El nombre viene de los mahos, unos de los
primeros grupos pobladores de la isla canaria.
¿Quiénes eran los mahos?
También conocidos
como majos, eran los primeros pobladores de las islas de Lanzarote y
Fuerteventura antes de la conquista europea del siglo XV.
Aunque no había distinción entre los habitantes de las islas, actualmente se
denomina majo a los pobladores de Lanzarote y majoreros a los de
Fuerteventura.
El origen real del
nombre maho o majo se desconoce, ya que historiadores y autores de distintas
épocas consideran diferentes significados. Antes del siglo XV, las islas
de Fuerteventura y Lanzarote se llamaban Maoh y de aquí vendría
el gentilicio mahorero. Otros afirman que proviene
del tipo de calzado que utilizaban, hecho en cuero y
llamado mahorero.
Sin embargo, la
teoría más extendida y que cobra más fuerza es que los habitantes de las islas
se denominan majorero debido a su oficio. Eran hombres que
trabajaban en el campo y eran ganadores, traducción al español del término
majorero.
¿Cómo eran los mahos?
Los mahos
dedicaban su día a la ganadería, agricultura, recolección y pesca. La cabra, al igual que en la
actualidad, era la especie animal más importante de Fuerteventura. De
estas, aprovechaban la carne y la leche con la que producían queso y manteca
para elaborar sus platos.
En cuanto a la
agricultura, destacaba el cultivo de cebada que convertían en gofio. Lo
mezclaban con leche, agua o manteca y formaba parte de su alimentación. Este
plato ha pasado de década en década para convertirse en uno de los más
importantes y típicos de la gastronomía majorera.
Para preparar
estos alimentos y realizar el trabajo, los majoreros utilizaban y
fabricaban herramientas de hueso y piedra y utensilios
de cerámica.
Viviendas y otras edificaciones
Los majoreros de
Fuerteventura vivían en construcciones de planta circular conocidas
como “casa honda”. Consistían en muros de piedras grandes que los pobladores
completaban con arcillas, piedras más pequeñas y conchas.
Además, construían
otras edificaciones como templos o refugios para los animales. En Fuerteventura
todavía siguen existiendo y puedes visitarlos. Son grandes muros de piedra volcánica que
los aborígenes utilizaban como corrales para salvaguardar al ganado.
Estos no son los
únicos vestigios que los primeros pobladores dejaron en Fuerteventura. Las
Dunas de Corralejo, La Pared de Jandía, las cuevas de Villaverde, el Barranco
de Tinojay o la Montaña de la Muda son algunas de las zonas arqueológicas donde
vivieron los majoreros y nos trasladan a esa época.
El poblado de la
Atalayita, a escasos kilómetros de nuestra finca Verdeaurora
Bio Farm , es un poblado aborigen majorero que se puede
visitar. Podrás recorrer los callejones que hace tanto años recorrían los
antiguos mahos.
https://guiaislascanarias.com/fuerteventura/que-ver-puerto-del-rosario/
https://verdeaurora.com/los-mahos-los-antiguos-pobladores-de-fuerteventura/
Fuerteventura,
El segundo municipio es Puerto del Rosario, el
cual ocupa una extensa franja de terreno de 289,95
kilómetros cuadrados que abraza de este a oeste toda
la isla.
COMPOSICIÓN POR UNIDADES DE POBLACIÓN
El municipio de Puerto del Rosario lo componen veinte núcleos
de población. En la costa este de la localidad se encuentra la principal
entidad de población, Puerto del Rosario. Antiguamente conocido por Puerto
Cabras es, desde mediados del siglo XIX, la capital
administrativa, comercial y de ocio de Fuerteventura, albergando además el
principal puerto de la isla donde cada año atracan varios transatlánticos.
1.2. Puerto del Rosario es una población que
se ha caracterizado por la actividad de su puerto, de manera especial en los
años que estuvo instalada la Legión en la isla, habiendo sido motivo de
tensiones. Desde el punto de vista cultural, hay que destacar el papel que ha
jugado la Universidad Popular. (www.fuerteventuraenimagenes.com
Puerto del Rosario lo forman otros pueblos y caseríos unidos en poco
tiempo por carretera. Al sur de la capital municipal y junto al único
aeropuerto de la isla se sitúa el barrio del Matorral. Al norte de
Puerto del Rosario se encuentra el núcleo costero de Puerto Lajas y
muy cerca, hacia el interior, el barrio de Guisguey.
Hacia el oeste se descubren los barrios de La Asomada, Los
Estancos, Llanos Pelados, El Time y su ermita de la
Merced, una de las más antiguas de la isla y hoy declarada Bien de Interés
Cultural, y el barrio de Tesjuate y sus famosas cruces. En los
valles del interior encontramos a Tetir, municipio desde 1812 a
1925, resalta por sus elementos arquitectónicos y religiosos de gran valor; la
ermita de San Andrés de 1652 y la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán de 1750.
Se suman La Matilla y su ermita del Socorro, del siglo XVII,
y Casillas del Ángel, municipio entre 1812 y 1926, destaca por la
Iglesia de Santa Ana del siglo XVII y la Casa de Los Rugama.
En la gran llanura interior se localizan Tefía y su
ermita de San Agustín de principios del siglo XVIII), y La Ampuyenta con
su ermita del siglo XVII y la Molina del Almacigo (Bien de Interés Cultural).
En la fachada oeste, dentro del Macizo de Betancuria, se localizan Las
Parcelas, también llamada Colonia Rural García Escamez, y Llanos de
la Concepción, con su ermita en honor a Nuestra Señora de la Concepción. En
la desembocadura del Barranco de Los Molinos y dentro de
Parque Rural de Betancuria se sitúa el Puertito de Los Molinos. Hay que sumarle
el poblamiento disperso y otros pequeños asentamientos formados por pocas
casas. (Fuente: ISTAC 2010).
Paseo Marítimo
https://guiaislascanarias.com/fuerteventura/que-ver-puerto-del-rosario/
FISIOGRAFÍA
El paisaje del municipio lo forman tres tipos
de relieves. Al este, morros y cuchillos perpendiculares a la costa
donde se descubren pequeños y fértiles valles. En el interior se extiende la
productiva llanura central, cerrada al oeste por el Macizo de
Betancuria.
Uno de los valles que caracterizan el relieve
del sector este del municipio. Al fondo el barrio de Casillas del Ángel y los
cuchillos y morros perpendiculares a la costa, pertenecientes a la serie
basáltica I. (www.fuerteventuraenimagenes.com
En la vertiente oriental, el
relieve se caracteriza por una extensa terraza costera o 'tableros', salpicada
por algunos barrancos de pequeño recorrido. Hacia el interior la amplia vega de
Tetir, drenada por el Barranco de La Herradura, el valle de Casillas de Ángel
con el Barranco de Casillas y de Río Cabras, y los valles de
Goroy y Jenejey.
Entre los valles arcillosos la erosión ha dejado
atrás 'morros' y 'cuchillos'
o 'cuchilletes'; los orientados de norte a sur que separan el
sector este del municipio y la gran llanura central, donde sobresalen los picos
de El Aceitunal (686 metros), La Fortaleza (625 metros) y Montaña Tao, y los
orientados de oeste a este, donde se encuentra, por ejemplo, el pico La
Muda, cúspide de la localidad con 689 metros.
La vertiente occidental del
municipio se caracteriza por la gran llanura central en cuyo
interior destaca la Montaña Bermeja y de Tefía. Al oeste se descubre parte del
antiguo Macizo de Betancuria que representa el período de
construcción más antiguo de la isla. Cabe destacar el Barranco de Los
Molinos y sus pequeños afluentes. Es uno de los pocos barrancos donde
podemos encontrar agua, agua que con el paso del tiempo excavó la tierra
dejando tras de sí paredes adornadas con los materiales que hace millones de
años comenzaron a formar la isla. Al norte el Barranco de Jarubio, cuya
cabecera forma parte de la gran llanura central.
La zona occidental de la localidad alberga los
restos del complejo basal, formación volcánica compuesta por lavas y
piroclastos submarinos que hoy se nos presenta de forma suave y ondulada. (www.fuerteventuraenimagenes.com
Otros elementos del relieve son el cono de
Montaña Blanca y los morros de La Oveja y de La Morena. Al norte de la cuenca
de Jarubio está el malpaís de Montaña Quemada. Se suman los
volcanes en 'escudo', de aspecto ligeramente abombado y rebajado en su forma de
Cercado Viejo, al norte de la Rosa del Taro, y los que vemos entre La Ampuyenta
y Antigua.
La costa
Con respecto a la costa es preciso destacar la
diferencia existente entre la vertiente occidental y oriental.
La costa este se caracteriza por ser baja y por los procesos de modelado marino
y fluviotorrencial que han actuado a lo largo de los siglos. De norte
a sur nombrar la playa de Puerto Lajas, de los Pozos, Playa Blanca y del
Matorral.
La costa occidental, situada en el límite del eje estructural de la isla, es más elevada, ya que la mayor parte del litoral es acantilado, si bien nunca supera los 25 metros de altura de desnivel con respecto al nivel del mar. En esta parte de la localidad señalar el pequeño barrio pesquero y playa de Los Molinos y junto a él un acantilado activo excavado por el mar con una sucesión de lavas 'almohadilladas', atravesadas por diques basálticos. Por encima de estas rocas aparece una paleo-rasa costera sobre la que se depositan una playa levantada y dunas fósiles, cubiertas por otra capa de rocas basálticas. Al norte se encuentra la playa de Jarugo.
La playa y caserío de Los Molinos se sitúa en
la costa oeste de la localidad y en la desembocadura del Barranco de los
Molinos. (www.fuerteventuraenimagenes.com
NATURALEZA
Las características climáticas, geológicas y la intervención
del hombre van a dar como resultado un medio natural protagonizado por una
vegetación y fauna de indudable valor. Lejos del esplendor de antaño que le
daba una vegetación potencial de tabaibas, cardones, palmeras, etc., Puerto del
Rosario acoge un mosaico de ricas comunidades de sustitución y especies
animales únicas, donde es posible ver algún endemismo insular como el
jorado (A.sericeus), una planta de flor amarilla que nace muy cerca
del Pico de la Fortaleza.
Barranco de Las Parcelas en el límite norte de
Parque Rural de Betancuria, al oeste del municipio. Junto al Paisaje Protegido
de Vallebrón son los dos espacios naturales protegidos presentes en la
localidad. Ambos lugares albergan una rica y variada flora y fauna de enorme
interés. (www.fuerteventuraenimagenes.com)
La flora y vegetación
La principal característica de la vegetación
de Puerto del Rosario es la inexistencia de formaciones arbóreas densas y su
sustitución por formaciones de matorral de porte ralo.
Cerca del núcleo de Puerto del Rosario y en
otros puntos de la costa aparecen comunidades psamófilas, que crecen gracias a
la presencia de formaciones arenosas en el litoral. Destaca, por encima de
todas, el balancón (Traganum moquinii) que convive con comunidades
halófilas de mala (Polycarpaea nivea), de tomillo
marino (F.capitata) y de uva de mar (Zygophyllum
fontanesii) (ver más).
Desde la costa hacia el interior, allí donde
no hay infraestructuras urbanas o agrícolas, el paisaje vegetal está
protagonizado por extensas alfombras compuestas sobretodo por la aulaga (Launaea
arborecens), un arbusto muy espinoso, el matomoro brusquillo (Suaeda
mollis), la algahuera o salado lanudo (Chenoleoides tomentosa) y la
'matabrusca carambilla' (Salsola vermiculata), que con un porte
subarbustivo y escaso recubrimiento coloniza gran parte del espacio.
En el Barranco de Los Molinos y de Jarugo vive
el conocido por matamoro común (Suaeda vera) y, entorno
a la presa de Los Molinos y en el Barranco de Jenejey, se desarrollan
comunidades de veneneros o tabaco moro (Nicotiana glauca),
una especie introducida en la isla. Una planta ligada a la historia de la
localidad por su interés comercial es la barrilla (Mesembryanthemum
crystallinum).
En el interior, cerca de las áreas de cultivo,
en el Llano de las Salinas, en el Barranco de los Molinos, en el barranco de
Jarugo, en determinados tramos del Barranco de Río Cabras, así como en otros
lugares de la localidad, podemos encontrar comunidades de tarajales (Tamarix
canariensis), una especie más hidrófila y perteneciente al piso de transición o termófilo. Puerto del Rosario también
alberga algunas palmeras canarias (Phoenix canariensis),
principalmente en los cauces de los barrancos, y dragos (Dracaena
draco).
En el valle del Tetir, en las zonas más altas
del municipio, como en el Pico de la Muda, y en otros puntos del municipio
nacen comunidades de euphorbias (tabaiba
amarga, tabaiba dulce y tabaiba salvaje majorera). En las cumbres más altas
emergen verodes (Kleinia neriifolia), varios líquenes y
comunidades rupícolas endémicas de jorjas o jorados (A.sericeus), poteras
o farrobas (Aeonium balsamífera), espineros (Rhamnus
crenulata), etc.
. La barrilla y su exportación contribuyeron
al crecimiento del entonces conocido como Puerto Cabras, hoy Puerto del
Rosario. Escobar y Serrano describe en su Estadística de las Islas Canarias 1793-1806,
al referirse al por entonces pueblo de Tetir; "En las playas de su
término está el Puerto que llaman de Cabras, por donde se embarca casi toda la
barrilla que produce la isla."
La fauna
Fauna marina
Las aguas que bañan la costa de Puerto del
Rosario albergan una numerosa fauna marina que forman parte de las 390 especies de
animales marinos, divididos en 117 familias que poseen las aguas que rodean la
isla de Fuerteventura. Destaca la lapa majorera (Patella
candei candei), en peligro de extinción, y los crustáceos como el cangrejo
blanco (Plagusia depressa), el juyón (Pachygrapsus
transversus), la jaca (Eriphia verrucosa), entre otros.
Fauna terrestre
La fauna invertebrada en tierra también es numerosa, aunque
solo se conocen algunos grupos de insectos como los escarabajos, los arácnidos
y la conocida cochinilla. Del grupo de los mamíferos destaca
la musaraña (Crocidura canariensis) un animal endémico de las islas y
especies introducidas como el conejo (Oryctolagus cuniculus) y la
ardilla. Entre los reptiles citar el lagarto atlántico o de
Haría (Gallotia atlantica), el perenquén majorero (Tarentola
boettgeri) y la lisneja o la lisa majorera, una especie muy amenazada.
La avifauna sigue copando el mayor protagonismo, ya que
Fuerteventura es un importante destino para aves nidificantes y endémicas de la
región. De suma importancia es el Barranco y la presa de Los Molinos y el Llano
de La Laguna, donde se dan cita aves acuáticas como la cerceta
pardilla (Marmaronetta angustirostris), la polla de agua (Gallinula
chloropus), la cigüeñuela común (Himantopus himantopus), la focha
común (Fulica atra) o la ganga ortega (Pterocles orientalis).
La polla de agua es un ave muy extendida por
todo el planeta y es común verla en las presas de la localidad.(CGC)
Son aves comunes en los valles del interior la
terrera marismeña (Calandrella rufescens), la tarabilla canaria (Saxicola
dacotiae), el herrerillo (Parus caeruleus degener), el gorrión
moruno (Passer hispaniolensis), el alcaraván (Burhinus oedicnemus
distinctus), la hubara (Chlamydotisundulada) y el alimoche o guirre
(Neophron percnopterus), un ave carroñera en peligro de extinción.
En las áreas montañosas se encuentran aves
como el cuervo (Corvus corax canariensis), el alcaudón real (Lanlus
excbitor koenigl) y endemismos como por ejemplo el vencejo unicolor (Apus
unicolor) y la bisbita caminero (Anthus berthelotii).
Las zonas acantiladas del Parque Rural de
Betancuria son el hogar de aves marinas como la pardela
cenicienta (Calonectris diomedea borealis), el paiño común (Hydrobates
pelagicus), el petrel de Bulwer (Bulweria bulwerii), la gaviota
patiamarilla (Larus michaheiis Atlantis) y el águila pescadora o guincho
(Pandion haliaetus), y rapaces como el halcón de Berbería (Falco
pelegrinoides) y la lechuza común (Tyto alba).
Los acantilados costeros son el hábitat de
numerosas aves marinas, en la imagen la gaviota patiamarilla (Larus
michaheiis atlantis). (www.fuerteventuraenimagenes.com y SG)
Animales domésticos
En Puerto del Rosario es preciso destacar la
importante presencia de animales domésticos, de claro protagonismo
en el paisaje isleño, como es el caso de la cabra majorera, y algo
menos el camello y el burro.
CLIMA Y AGUA
Un rápido vistazo al paisaje de Puerto del
Rosario nos indica que el clima es cálido y con periodos secos de más de seis
meses al año. Se trata de un clima típico del litoral de las Islas Canarias, donde predomina una alta irradiación solar
y el relieve, muy bajo y llano, impide que se generen cambios en el régimen de
humedad, temperatura y precipitación (ver más).
El mar actúa como regulador térmico,
impidiendo que exista una diferencia mayor de siete grados entre el mes más
frío y el mes más cálido. Las precipitaciones son escasas, siendo un poco
mayores hacia el interior, pero nunca superiores a los 150mm anuales, hecho que
se refleja en la escaza vegetación que viste su territorio.
A pesar de un clima estéril y seco, los cortos
periodos de lluvias nos regalan esta bella estampa. (www.fuerteventuraenimagenes.com
Algunos elementos del clima
Las precipitaciones tan
deseadas y escasas están ausentes durante los meses que van de junio a
septiembre donde apenas se registran lluvias. Así, de los poco más de 105mm que
se registran anualmente, 26mm los aporta el mes de diciembre, mientras que en
enero y febrero se alcanzan valores de 17mm. En marzo, con 14mm, y noviembre
con 12mm tienen lugar las mayores lluvias de primavera y otoño respectivamente,
cuyo aporte conviene tener en cuenta. Sin embargo el adjetivo escaso es el que
mejor define el régimen de lluvias, ya que los 105 litros por metro cúbico no
son propios de un clima prácticamente desértico. A ello es preciso señalar las
pocas ocasiones en las que llueve más de un 1mm diario, contabilizándose un
total de 15 en toda la serie de 1971 a 2000.
Durante la temporada de lluvias el agua fluye
por los barrancos para alegría del campesino. (Consejo Insular de
Agua de Fuerteventura
Las temperaturas son suaves
durante todo el año, con una media de 20,4ºC, si bien hay un
incremento nada despreciable durante los meses de verano (julio, agosto y
septiembre), en donde se superan los 23 grados de temperatura, dando lugar a
una media de las máximas particularmente elevadas (27,2ºC en agosto y 26,9ºC en
julio y septiembre) y una media de las mínimas que rebaja los 20ºC. Por el
contrario, los meses de invierno (de diciembre a febrero) son los más fríos,
llegando a los mínimos anuales con una media que no supera los 18ºC en enero y
febrero, teniendo a diciembre con 18,3ºC. Marzo y abril tampoco suelen superar
los 19ºC, lo que da lugar a una primavera más suave y mucho menos rigurosa
térmicamente que los meses de otoño. Durante estos meses más fríos se pueden
alcanzar una media de las mínimas que se acercan mucho a los 14ºC (14,2ºC en
enero y 14,4ºC) siendo unos registros que obedecen casi a un clima templado o
templado cálido.
Los vientos dominantes son
eminentemente los propios del alisio, que soplan del noreste o del norte la mayor parte
del año. Las tormentas de polvo (o calima) debido a los vientos del siroco
africano son regulares a lo largo del año, estando más presentes durante los
meses de invierno, cuando la influencia del Anticiclón de las Azores es menor.
La humedad nunca baja del 67%
y no supera el 74%. Esta variación se aprecia sobre todo comparando los meses
de invierno (en donde hay más) y los de verano, en donde hay menos humedad, al
mismo tiempo que hay mayor insolación (288 horas en julio y agosto). Por su
parte, la radiación solar está menos presente en los meses de
invierno, en donde se rebaja de las 200 horas.
El agua
"Cuando el cielo se mostraba pródigo
con Fuerteventura las fuentes crecían, los barrancos corrían, las cosechas
abundaban, la cabaña ganadera aumentaba y, en consecuencia, sus habitantes,
los que no habían muerto en la tránsfuga, volvían a la tierra". |
En Puerto del Rosario, al igual que en toda la
isla de Fuerteventura, no existen suelos que favorezcan la infiltración (tan
solo un 2% de la recepción total se infiltra) ni tampoco hay suficientes
lluvias para aprovecharlas, al igual que tampoco existe un relieve lo
suficientemente importante como para retener las escasas nubes que atraviesan
el cielo majorero.
Aún así, el hombre ha sabido arreglárselas
mediante la construcción de ingeniosas obras para obtener, canalizar y
almacenar el agua; alcogidas, caños, gavias, nateros, aljibes o
cisternas, coladeras, tanquillas, enarenados, pozos, norias tiradas
por animales, maretas, cadenas, zanjones para el ganado,
etc. son las más comunes.
Puerto del Rosario es el municipio que mejor
sostiene y organiza los aprovechamientos hídricos de la isla. Existen
varias presas repartidas por todo el territorio municipal,
siendo La Herradura, Los Molinos y Río
Cabras las de mayor capacidad (más de 150 millones de litros entre las
tres), y cuyas aguas se destinan al consumo doméstico, industrial, agrícola y
ganadero.
La gavia es un curioso e ingenioso método empleado
por la población local para aprovechar el agua de la lluvia, como en el
barranco de Valhondo, muy cerca de caserío de Guisguey. También es otro
importante recurso para la recarga subterránea de la localidad. (Consejo Insular de
Agua de Fuerteventura
Del mismo modo, el núcleo de Puerto del
Rosario cuenta con infraestructuras que permiten el abastecimiento de agua de
forma permanente, ya que contiene una potabilizadora (la única
de la isla), dos Estaciones Desaladoras de Agua de Mar, dos depuradoras de agua
residuales (EDAR Puerto del Rosario y EEDAR; Aeropuerto (AENA) en el Matorral),
y varios depósitos reguladores de agua que abastecen a buena parte de una
población que debe vivir en unas condiciones de sequía que no deben de obviarse
AGRICULTURA, GANADERÍA Y PESCA
Según las estadísticas de Escolar y Serrano de
comienzos del siglo XIX, algunas de las actividades económicas que se
desarrollaban en las tierras del actual municipio de Puerto del Rosario
eran; "la agricultura cuya producción agraria se centraba en los
cultivos de trigo, cebada, millo, garbanzos, papas, barrilla y algunos
frutales, principalmente higueras y parras. La cabaña ganadera estaba compuesta
por cabras, ovejas, reses vacunas, camellos, burros, cerdos y caballos; el ganado
menor y bovino producía leche, carne, cueros y quesos, y el mayor era empleado
en los trabajos del campo y como medio de transporte de mercancías y
personas."
Puerto del Rosario es el máximo dinamizador de
la economía en Fuerteventura. Es el tercer destino turístico de Fuerteventura y
además abandera el buen curso de las comunicaciones, del comercio, de la
construcción y del sector primario de la isla.
Su historia y su progreso como núcleo de
población siempre ha venido acompañada de una bonanza en la economía; primero
en la ganadería, después en los transportes y finalmente en
el turismo, actividades que en la actualidad se siguen manteniendo
en Puerto del Rosario.
El comercio de la barrilla y de
la cochinilla también dejó huella en el paisaje agrícola de la
localidad así como el cereal (trigo y cebada) ya que aún se conservan
numerosos molinos y molinas que se utilizaban para moler el
grano y obtener el gofio.
El pueblo de Tetir se rodea de fértiles
tierras que antiguamente se destinaron al cereal. Otras zonas agrícolas
importantes fueron Casillas de Ángel, Tefía, La Ampuyenta, Llanos de la
Concepción y La Matilla. Aún hoy algunas huertas se siembran de cereal, pero
también de leguminosas y vid. (www.fuerteventuraenimagenes.com
La agricultura
La agricultura tiene grandes rendimientos en
Puerto del Rosario, siendo además una rama que complementa sus beneficios con
el comercio de los productos que obtiene. De este modo, Puerto del Rosario
cuenta con 62 hectáreas de tierras labradas, siendo uno de los municipios con
mayor uso de suelo agrícola.
Se trata sobre todo de cultivos de
secano realizados en gavias, terrenos allanados, rodeados
por un dique de tierra y diseñados para inundarse mediante el desvío del agua
que durante los periodos de lluvia discurre por los barrancos y barranquillos.
Éstas gavias se siembran de cereal (maíz grano y maíz forrajero), leguminosas
(lentejas y garbanzos) y alfalfa.
Entre los cultivos de regadío destacan
las hortalizas (tomate y cebolla), las papas, el aloe y la
alfalfa. Los frutales también se cultivan en las tierras
portuenses, destacan el chiromoyo, la palmera, los cítricos (naranjos y
limoneros) y en especial la chumbera, que sirvió en el pasado para
el alimento del ganado y el cultivo de la cochinilla.
Puerto del Rosario es el primer productor
de uvas (26 hectáreas) de toda la isla. Presente además
el olivo para la producción de aceituna de mesa y aceite (5
hectáreas).
A la izquierda gavias en el Barranco de
Valhondo, muy cerca del barrio de Guisguey. El campesino local aprovecha el
agua de la lluvia almacenada en la gavia para sembrar la alfalfa, el millo y el
cereal. A la derecha el cultivo de la cochinilla en el barrio de Tetir durante
la década de 1960-1970. (FEDAC y Consejo Insular de
Aguas de Fuerteventura
La cabaña ganadera
"El país está lleno de cabras, tanto
domesticadas como montaraces; y a partir de ahora cada año se podrán coger
30.000 cabras y aprovechar la carne, el cuero y la grasa", señalaba
Gadifer de La Salle, conquistador de la isla, en el manuscrito Le
Canarien (1480-90).
La ganadería, herencia del
pueblo majo o antiguos habitantes de Fuerteventura, es la
actividad del primario que más rendimientos económicos proporciona al
municipio, además de ser el sector más explotado. Esto lo explica no solo su
pasado histórico, en donde los diferentes ganaderos del municipio de Puerto
Cabras dirigían sus rebaños de cabras majoreras por toda la isla, sino además
al número de cabezas de ganado. El camello, casi desaparecido, fue
fundamental en las tareas cotidianas como animal de carga, medio de transporte
y para arar el campo, al igual que el burro.
Según los datos del Gobierno de Canarias,
Puerto del Rosario ocupa el segundo lugar de la isla en número de granjas y el
primero en cuanto a cabezas de ganado. Están presente tanto el ganado avícola
(gallinas, avestruces y palomas) como el caprino, bovino, porcino, ovino,
equino, asnal y camellos. La ganadería local da lugar a excelentes productos;
huevos, carne y sobre todo leche, con la que se elabora el famoso y
sabroso queso majorero, hoy bajo Denominación de Origen.
La pesca
La actividad pesquera tiene su base de
operaciones en el muelle ubicado en la capital así como en
otros pequeños enclaves costeros como Los Molinos y Puerto
Lajas. Los pescadores de bajura y de fondo realizan sus faenas y aprovechan
los ricos recursos marinos de la isla, en especial pescado blanco y negro.
Desde los acantilados de la costa muchos
pescadores lanzan su caña, antaño echa de bambú y hoy sustituida por la fibra.
Utilizaban un recurso tan tradicional como el cuerno de la cabra cuidadosamente
limado y pulido a modo de puntero en uno de los extremos de la caña, con el que
dicen aseguran sus capturas.
Sus aguas son un lugar idóneo para la pesca de
recreo y el buceo, gracias a la presencia de clubs y grupos sociales interesados
en la enseñanza de esta última práctica deportiva. En sus ricas aguas también
faena la flota de barcos y pescadores pertenecientes a la Cofradía de
Pescadores de 'Corralejo' situada en la vecina localidad de La Oliva.
Un pequeño grupo de pequeñas embarcaciones
situadas en el núcleo pesquero de Puerto Lajas. El mar fue uno de los
principales recursos para la población local y el pueblo majo. (www.fuerteventuraenimagenes.com
TURISMO Y SECTOR SERVICIOS EN EL MUNDO RURAL
El sector
servicios en el municipio de Puerto del Rosario es, según los datos
del ISTAC, la actividad económica de mayor protagonismo. Por su condición
de capital de la isla, Puerto del Rosario destaca por el comercio al por mayor
y al por menor; reparación de vehículos de motor y motocicletas, la
administración pública y defensa, las actividades sanitarias y de servicios
sociales, y por último el transporte y almacenamiento, actividades que también
se extienden a los barrios rurales de interior.
Existen una serie
de servicios que, por sus características, son exclusivos del mundo rural. Nos
referimos, en este caso, a zonas de esparcimiento como las áreas recreativas
(Merendero Casa Felipito) y los museos (Ecomuseo
de la Alcogida y Casa Museo Doctor Mena). A ellos se suman
los servicios sociales básicos de sanidad, transporte, comunicación,
información y comercio, centros culturales, de ocio y deportivos, destinados a
mejorar la calidad de vida de la población.
Ecomuseo de la Alcogida situado en el barrio
de Tefía. (www.fuerteventuraenimagenes.com
Turismo rural
Puerto del Rosario
cuenta con varios establecimientos alojativos que permiten al visitante pasar
la noche y conocer el interior de la localidad; Casa de la Burra en
el barrio de Llanos de la Concepción, Hotel rural Casa de Los
Rugama en el barrio de Casillas de Ángel, Casa rural Asuncionita en Tetir, Casa
Rural Valen en el barrio de Guisguey, Casa Rural el Sitio de Jaifa en La Asomada, y la Casa
Rural Atalaya Rosa de Taro, así como otros alojamientos tipo apartamento o
albergue como el de Tefía.
Hotel rural Casa de Los Rumaga. (www.fuerteventuraenimagenes.com
Principales senderos del municipio
Muchos caminos y veredas sirvieron en el
pasado para el tránsito de mercancías y personas, a pie y con animal. Algunos
han desparecido y otros han sido sustituidos por modernas carreteras y medios
de transporte. A pesar de todo el paisaje rural capitalino sigue conservando
restos de lo que fueron las principales vías de comunicación de
la localidad, en especial aquellas que unían los pueblos de interior y estos
con Puerto Cabras, sobre todo a partir del siglo XVIII.
Puerto de Cabras (1920-1930). (FEDAC
Hoy, gracias al trabajo realizado por el Cabildo
de la isla, se han rehabilitado varios senderos destinados a conocer los
encantos naturales y culturales de la localidad. Están los caminos de pequeño
recorrido de Tefía-Casillas-Tefía y Tefía-Vallebrón-Tindaya,
ya en el municipio de La Oliva, y también los de gran recorrido de Tindaya
(La Oliva)-Tefía y Tefía-Los Llanos-Valle de Santa Inés (Betancuria).
EL HOMBRE Y EL MEDIO: CAMBIOS EN EL MUNDO RURAL
La interacción del hombre con el medio durante
más de cinco siglos de historia ha ido conformando el paisaje que se muestra
ante nosotros. Gavias, hornos de cal, antiguos asentamiento, molinos, huertas
de cultivos abandonadas y una cubierta vegetal reducida son testigos, aún
vivos, de los ciclos agrarios y demográficos del pasado, que
afectaron a esta parte de la isla de Fuerteventura.
Introducidos entre finales del siglo XVIII y
comienzos del siglo XIX aún se pueden observar numerosos molinos, testigos
inertes de la tradición cerealística de esta zona de la isla. (www.fuerteventuraenimagenes.com
A finales del pasado siglo, la irrupción
del sector terciario es una cuestión imparable, dando lugar a
una transformación estructural de la economía local. Se produce un abandono del
sistema agrícola tradicional y el sector terciario pasa a ocupar el primer
lugar en el Producto Interior Bruto (PIB), impulsado por los servicios prestados
en el mundo urbano y por el desarrollo alojativo turístico.
La actividad agraria se centra en el cultivo
del tomate para la exportación y en otros cultivos como el calabacino,
el pimiento, el pepino, los melones, etc. en pequeñas huertas para el consumo
local. Ahora los recursos se importan, en el interior la población aumenta (en
densidad y número), disminuye la población activa que trabaja en el campo, a
favor de los servicios, y la superficie cultivada se reduce.
Los hornos de cal fueron construcciones de una
gran importancia. En la imagen horno de cal situado en Los Estancos. (www.fuerteventuraenimagenes.com
Panorama actual
Hoy el medio rural es valorado y se convierte
en una oferta complementaria al turismo de sol y playa de la costa. Los barrios
rurales del interior son ahora residencia de aquellos que trabajan en la costa.
Asimismo el espacio rural presenta una diversidad de actividades productivas y
de servicios. Se mejoran los servicios (sanidad, educación,
las vías de comunicación, ocio, etc.), y se construyen casas y hoteles para el turismo
rural.
Del mismo modo se mantienen tanto las
actividades agropecuarias como las ganaderas, con su propio cultivo de forraje
(millo y alfalfa), y se recupera parte del patrimonio arquitectónico (gavias,
molinos y molinas, etc.) creando en ellos museos donde poder conocer las
costumbres, productos, etc. de la localidad. Hay que sumar la creación de
los E.N.P. y de la Reserva de la Biosfera que contribuyen a la mejora
del medio natural y aquellos proyectos destinados al florecimiento, desarrollo
y valoración del medio rural llevados a cabo por el Cabildo de la isla y grupos
como GDR Maxorata,
gracias a los Fondos Europeos Agrícola de Desarrollo Rural (LEADER).
LA VIVIENDA TRADICIONAL
Puerto del Rosario acogen verdaderas reliquias
de la arquitectura tradicional, repartidas por su casco histórico
(Puerto del Rosario, antiguo Puerto Cabras) y por los barrios del interior.
Destacan los caseríos de Casillas de Ángel (Casa de La Medina
y de Los Rugama), Tetir, La Ampuyenta (Casa Museo
Doctor Mena), Tefía (Poblado y Ecomuseo de La Alcogida), El
Time, La Matilla, etc.
Barrio de Tetir, primer asentamiento de
población tras la conquista de la isla que se instala en lo que hoy es Puerto
del Rosario, le seguirían Puerto Cabras, Puerto Lajas, etc. (www.fuerteventuraenimagenes.com
Las materias primas
Los materiales para la construcción de la
vivienda popular o tradicional de Fuerteventura tras la conquista siempre
fueron escasos. Se utilizaban los del entorno y en muchos casos se recurría a
la importación de los mismos desde otras islas, en especial de las islas
occidentales, como en el caso de la madera de tea (corazón del pino canario).
En Fuerteventura la madera se sustituía por
el tarajal (T.canariensis), la palmera (Phoenix
canariensis), el drago o, ya a fines del siglo XIX, por los pitones de
las piteras (A.americana). Todas ellas se empleaban
como vigas para sostener la techumbre de la vivienda tradicional. El remate de
los techos se hacía cubriéndolos con hojas de palmera o tarajal, incluso aulagas secas
(L.arborescens), más una capa de torta de barro (barro
mezclado con paja). El barro también se utilizaba para fabricar la teja. El
caliche se transforma en cal para el encalado de las casas.
Varias tipologías
En general se pueden distinguir dos tipos de
viviendas. Las edificaciones construidas en los siglos posteriores a la
conquista de la isla con claras influencias coloniales o castellana y la
vivienda tradicional majorera.
Al igual que para toda la isla, la casa
humilde es lineal, en L o U, de una sola planta y a veces de dos, o
con un pequeño sobrado, y de una dependencia a la que se van añadiendo más con
el tiempo (comedor, sala de estar, cocina, dormitorio, corral, granero, etc.).
El suelo es de tierra o de hormigón apisonado. La casa majorera posee un patio
lateral cerrado por muros o central rodeado por las diferentes dependencias. La
vivienda tradicional apenas tiene ventanas y si muchas puertas. Destaca la 'tahona',
molino harinero tirado por una bestia o camello. Cabe destacar la Casa de La
Alcogida en el barrio de Tefía.
. Ecomuseo de La Alcogida en el barrio de
Tefía, un ejemplo de vivienda tradicional majorera donde se puede apreciar el
típico tejado de torta de barro, un horno de pan, un pequeño sobrado, una
tahona para moler el grano, eras, caños, aljibes y coladeras. Apenas hay
ventanas y todas la puertas se orientan al sur.(www.fuerteventuraenimagenes.com
En un primer momento la casa es construida
de piedra. Con el tiempo se le añade un encalando de cal,
adornado en determinadas ocasiones por una franja de color que bordea la
edificación, las exiguas ventanas y las puertas. También se dejan algunas
piedras al descubierto. Destacan los techos de torta de barro apisonado
o de paja que debían renovarse periódicamente. El techo tiene forma rectangular
e inversa a un tejado común para aprovechar el agua de la lluvia, agua que se
almacena en un aljibe ubicado en el patio.
La vieja casona burguesa como
la Casa de Los Rugama en el barrio de Casilla de Ángel y otras
en Tetir, pertenecían a la burguesía agraria relacionada con el cultivo del
cereal, y más recientes en el tiempo, con la exportación de tintes (cochinilla
y orchilla).
Las paredes se construyen de piedra y mortero
de cal y barro, pintada habitualmente de cal y con sillares en
esquineros y portadas. Las hay de uno y dos pisos, de plantas variadas, patio
interior en alguna de ellas, escaleras y balcones de madera y
techos de teja árabe. En la casa noble abunda el uso de la piedra y
la madera decorada en balcones, puertas y ventanas. El aljibe para
almacenar el agua de la lluvia es un elemento primordial en los patios de las
casas debido a las repetidas sequías.
Casa de Los Rumaga, un bello ejemplo de vivienda
tradicional. El uso de la madera, en muchos casos importada, se puede observar
en balcones, ventanas, puertas y en el armazón de los tejados. (www.fuerteventuraenimagenes.com)
PRINCIPALES FIESTAS POPULARES
De gran importancia en el municipio son las
fiestas en honor a Nuestra Señora del Rosario o del Cariasen
(7 de octubre), imagen que podemos contemplar en su parroquia de Puerto del
Rosario. Durante los días que duran las fiestas se puede asistir, entre otros
actos lúdicos, a varios conciertos y verbenas, visitar el recinto ferial o
participar y disfrutar de su tradicional romería acompañada de las típicas
canciones canarias y la rica gastronomía local.
Los barrios del interior y en especial sus
gentes aún recuerdan algún que otro acto único y menos multitudinario hoy ya
desaparecido. Cabe señalar los velorios de paridas, reuniones
festivas y familiares con motivo del nacimiento de una persona y donde se
practicaban juegos, se cantaba y bailaba al ritmo de la música popular
majorera.
Son muy conocidos los 'papagüevos' (gigantes
y cabezudos), el baile de Taifa de la Matilla, pionero de la
isla, y las fiestas paganas vinculadas a las labores agrícolas y ganaderas; los
trabajos de arrancar el cereal, descamisar y desgranar el millo o las apañadas.
Puerto del Rosario reúne el calendario festivo
más numeroso de la isla de Fuerteventura. Compartir y participar en sus fiestas
es una de las mejores formas de conocer el municipio y su cultura. (www.fuerteventuraenimagenes.com
Los distintos barrios de la capital también celebran sus fiestas de
marcado signo religioso. Así, nos encontramos las siguientes celebraciones:
·
Fiestas de la Virgen
del Mar en El Charco (1 de Junio)
·
Fiestas de San
Pedro en La Charca (6 de Junio)
·
Fiestas de San
Juan en Los Pozos (24 de Junio)
·
Fiestas de San
Marcial en Majada Marcial(30 de Junio)
·
Fiestas del Sagrado
Corazón en Fabelo (3 de Julio)
·
Fiestas de La
Peña en las 90 Viviendas (20 de Septiembre)
·
Ntra. Sra. del Carmen. 16 de julio.
·
Las hogueras de San Juan, en el mes de Junio.
El carnaval, de mucho renombre en toda Canarias, se celebra
en Puerto del Rosario entre los meses de febrero y marzo.
Una de las atracciones del carnaval de la
localidad es la carrera de Achipencos o arritrancos, aunque también destaca el
entierro de la Sardina, la elección de la reina del Carnaval, entre otros. (www.fuerteventuraenimagenes.com)
Nuestra Señora del Rosario
https://guiaislascanarias.com/fuerteventura/que-ver-puerto-del-rosario/
Puerto del Rosario cuenta con numerosas
festividades que tienen lugar a lo largo del año y que se reparten por las
distintas poblaciones de la localidad, siempre en honor a un patrón o patrona.
En ellas se mezclan los oficios religiosos con competiciones deportivas populares,
juegos infantiles, y eventos tradicionales como bailes, romerías y etc.
Principales
fiestas
·
Fiesta en honor
de Fray Andresito. 14 de enero, La Ampuyenta.
·
Santa Mónica. 4 de mayo, Tefía.
·
Ntra. Sra. de Fátima. 13 de mayo, La Asomada.
·
Santa Rita. 22 de mayo, Los Estancos.
·
Día de la Madre. Primer domingo de mayo, Tesjuate.
·
San Juan. 24 de junio, El Matorral.
·
San Pedro. 29 de junio, Guisguey.
·
Ntra. Sra. del Carmen. 16 de julio, Los Molinos.
·
Santa Ana. 26 de julio, Casillas del Ángel, en la que
se incluyen a Santiago Apóstol y San Joaquín. También se celebra la fiesta del
Ángel, el día 1 de marzo y la fiesta del Agua, hoy ya desparecida.
·
Santo Domingo de Guzmán. 4 de agosto, Tetir.
·
Ntra. Sra. del Perpetuo
Socorro. 7 de agosto, La
Matilla.
·
Ntra. Sra. de la Concepción. 15 de agosto, Llanos de la Concepción.
·
San Agustín. 28 de agosto, Tefía.
·
Ntra. Sra. de la Merced. 24 de septiembre, El Time.
·
Ntra. Sra. del Rosario. 25 de septiembre al 7 de octubre, Puerto del
Rosario.
·
Romería de Ntra. Sra. del
Pino. 12 de octubre,
Puerto Lajas.
·
San Pedro Alcántara. 19 de octubre, La Ampuyenta.
San Andrés. 30 de noviembre,
Tetir, peregrinación que nació con el objetivo de pagar promesas por los
favores recibidos o pedir nuevas gracias, en este caso agua. San Andrés también
se celebra el primer domingo de diciembre en el barrio de Las Parcelas
FOLCLORE MUSICAL
El folklore tradicional es una
mezcla de las influencias aborígenes (majos) y de las aportaciones morisca,
española, europea y americana, que ha pasado a formar parte de uno de los
patrimonios artísticos más importantes de la localidad.
Se atribuyen a los antiguos majos el uso de
callaos y lapas como instrumentos musicales. El bucio o caracola también fue un
instrumento muy utilizado para avisar a los habitantes de la localidad del comienzo
de las faenas diarias en el campo, en especial durante la recogida del cereal.
(www.fuerteventuraenimagenes.com
De influencia morisca eran los antiguos bailes
de brujas o danzas nocturnas que se celebraban muy cerca de la localidad de
Tetir, en la conocida como fuente de Miregua.
Durante las faenas agrícolas como por ejemplo
en la recogida o arrancada del cereal, en el sembrando y arando de la tierra,
etc. se cantaban romances a la vez que se emitían arureos.
En el descamisar y desgranar del millo o en la pelada de tunos (fruto del
nopal) para hacer porretas se cantaba los aires de lima y también se bailaba.
Nombrar además el baile de la manzanilla acto que se solía celebrar al
finalizar las apañadas en la plaza del pueblo y la danza del trigo.
Otro evento tradicional era los velorios
de paridas, reunión de vecinos y parientes en torno a un recién nacido
donde se cantaba los aires de lima y se bailaba los desaparecidos baile del
pavo, de la rana, el gorgojo, etc. Los ranchos de ánimas eran
grupos de personas que se reunían para ir de pueblo en pueblo cantando a los
difuntos, bailando y tocando instrumentos como la guitarra, el laúd, el timple,
etc., destacó el rancho de ánimas del barrio de Tetir. Como en el resto de Canarias, en
Fuerteventura fueron característicos los cantos de cuna como el arrorró y los
cantos infantiles durante sus juegos.
Se unen danzas otras hoy ya desaparecidas como
el baile de las espadas, la cadena, el perrito, la punta y tacón, aparte
de otro sinfín de bailes, como el baile del candil, de la cadena, el fandango,
la carraquiña, el meriñaque, la zorrilla, la jerigonza, la mazurca, el
pasacatre, etc.
En todos los festejos, en los bailes
nocturnos y de taifas se cantaban y danzaban, y aún
hoy se sigue haciendo, a ritmo de folias, isas, malagueñas, aires de
lima, etc. así como un rico cancionero popular de coplas, seguidillas y
berlinas, acompañados por el violín, la guitarra, el timple y la bandurria.
Las romerías son caravanas de romeros por
caminos o la concentración de éstos en un festejo, un momento ideal para
conocer el folklore tradicional y la gastronomía local. (www.fuerteventuraenimagenes.com
GASTRONOMÍA Y PRINCIPALES
PRODUCTOS
Puerto del Rosario posee una rica gastronomía
impregnada por los productos de la tierra, del mar y aquellos que
con el tiempo llegaron desde el exterior importados de Europa, América y
África. Están las leguminosas, las papas (arrugadas), las hortalizas, las
verduras (calabaza, bubangos, calabacines, arvejas, habichuelas, etc.), los
frutales (higos, tunos, etc.), el mojo (verde o picón) y el vino.
De los productos cosechados en su medio rural
nombrar el cereal, con el cual se elabora el gofio (de millo
principalmente pero también de trigo) que se amasa en un zurrón con agua, leche
de oveja, caldo, patatas, miel y vino. El gofio se utiliza para elaborar los
chicharrones (tocino frito) y complementar, por ejemplo, los potajes de
verduras.
Aunque en Puerto del Rosario se puede comer de todo
lo que ofrece en el resto de la isla cabe destacar los productos del mar, en
especial su pescado frito, asado, cocido, adobado con mojo y
salado. Señala el tradicional sancocho y los tollos.
Sin duda el queso de
cabra tierno, ahumado, de reserva, semiahumado al pimentón y al gofio, los de
denominación de origen, el curado, etc. es el producto estrella. Son diez la
queserías de Puerto del Rosario (ver más). Al igual que la leche de
cabra servía para elabora el queso, la leche de camella también se consumía en
la isla. La leche de camella y gofio o con gofio, aceite y azúcar da lugar a lo
que se conoce por sobado,
un producto típico de las islas.
La carne de
baifo (cabrito) asada con leña y de cabra en todas sus variantes, es la
autentica joya de la cocina local. Nombrar el jamón de cabra; consiste en poner
los cuatro cuartos de la cabra en sal marina durante unos días y después secar
al aire libre. Este método también es utilizado para secar el pescado como la
vieja, es un pez autóctono de Canarias, al producto final se le conoce por
'jarea'.
A pesar de su paisaje casi desierto, la huerta local es
capaz de engendrar una notable variedad de productos a degustar en sus
numerosas tascas y restaurantes repartidos por toda la localidad,
especializados en comida canaria y casera; el cabrito del país, carnes y asados a la brasa,
pescados (Mero, Abae o Abadejo), Cherne, Salmonetes, Vieja, Cabrilla, Gallo,
Sargos, Jurel, Medregal, etc.) y mariscos como la lapa. Las verduras
normalmente componen los primeros platos; potajes, pucheros o cocidos canarios,
rancho canario, el potaje de berros y las sopas verdes (a base de huevo, papas
y perejil).
No olvidar la repostería
local; roscos, truchas, bizcochos de tuno (fruto del nopal), el
gofio y el frangollo, postre elaborado con harina, leche de cabra, cáscara de
limón, yemas y almendras. Gracias a los numerosos hornos tradicionales la
población local elabora un rico pan que
podemos adquirir en mercadillos, pequeños comercios, tiendas especializadas,
supermercados, grandes superficies y restaurantes.
MEDICINA POPULAR
Como en todas las
sociedades tradicionales existieron curanderos, sanadores o
esteleros que solían remediar las enfermedades con hierbas, aceites,
vendas, rezados, etc. Sin duda uno de eso personajes fue Andrés García, "Fray
Andresito", conocedor de la medicina popular y de muchas de las
propiedades curativas de las plantas de Canarias y en especial de la isla de
Fuerteventura.
Iglesia de La Ampuyenta, barrio en el que
residió Andrés García "Fray Andresito" (www.fuerteventuraenimagenes.com)
Algunas crónicas describen la utilización de
ciertos animales para sanar algunas enfermedades de la
población; "En el siglo XVIII, el navegante inglés George Glas
describió como algunos pescadores de la isla cogieron una gran tortuga, y tras
cortarle la cabeza, todos bebieron su sangre con sus manos alegando "que
era un remedio excelente contra el prurito", puesto que tenían
"sus manos llenas de costras y úlceras".
Animal de gran importancia fue el
camello o 'güelfo', como también se le conoce en Fuerteventura. No
solo resolvía muchas de las faena cotidianas de la población sino que además
poseía propiedades curativas, se dice que; "la leche de camella era muy
estimada como tónico medicinal, combatir el raquitismo, la grasa de su joroba
era muy estimada como producto medicinal. Se solía usar en masajes, para curar
esguinces y torceduras, y las almorranas así como otras enfermedades".
Según las fuentes se sabe que "a
principios del siglo XX existió en la isla el médico de los corderos, sanador
popular que recorría la isla en burro administrando hierbas y preparados
naturales a quienes demandaran de sus servicios." También estuvo la
figura del hierbero y el pastor, conocedores de las propiedades
curativas de muchas plantas de la zona como la lavanda, planta que se utilizaba
contra los dolores de cabeza y la desinfección de heridas y llagas; el tarajal
como astringente, contra las opilaciones del hígado y del baso; el acebuche que
rebaja la tensión sanguínea y aminora la fiebre; el abrepuños como diurética,
emenagoga y afrodisíaca; la palmera canaria cuyas propiedades
curativas ablandan la tos, combaten el catarro e incluso los tumores de la
piel; el rábano marino, entre otras muchas plantas que sirvieron a la población
para luchar frente a las enfermedades que por aquél entonces se sufrían.
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