¿Por
qué triunfó el fascismo italiano?
El miedo a la 'amenaza
roja', el apoyo de las élites locales y las consecuencias de la Primera Guerra
Mundial explican el éxito del fascismo en los años veinte.
Datos
recién recopilados para explorar la conexión entre la amenaza percibida del
socialismo tras la Primera Guerra Mundial y el consiguiente ascenso del
fascismo en Italia.
Nuestro
resultado principal es una asociación fuerte entre la “amenaza roja” en Italia,
medida con el porcentaje de voto al partido socialista en sus primeras
elecciones de posguerra en 1919, y el consiguiente apoyo local del Partido
Fascista a principios de los años veinte.
Específicamente,
usamos tres medidas de apoyo a los fascistas: el porcentaje de voto al Partido
Fascista en las elecciones de 1924, la presencia de filiales locales del
partido a finales de 1921 y la violencia fascista. Estas tres medidas muestran
una conexión estrecha entre el porcentaje de voto municipal del Partido
Socialista en las elecciones de 1919 y el apoyo al movimiento fascista.
También
demostramos que las élites locales, especialmente los grandes propietarios,
desempeñaron un papel importante al apoyar las actividades fascistas. El
gráfico 1 muestra la relación entre las víctimas de la guerra (panel de
arriba), el voto al partido socialista en 1919 (panel central) y el voto al
partido fascista en 1924 (panel de abajo) en los municipios italianos.
Gráfico
1 Relación entre víctimas de la guerra (mapa de
arriba), el porcentaje de voto a los socialistas en 1919 (mapa central) y el
voto a los fascistas en 1925 en los municipios italianos (mapa de abajo).
Víctimas
de la guerra, amenaza roja y fascismo
La
correlación entre el voto socialista en 1919 y el apoyo fascista posterior es
posible que tenga muchas otras causas. Para establecer una conexión causal
entre la amenaza roja y el surgimiento del fascismo italiano, desarrollamos una
nueva fuente de variación en el apoyo al partido socialista basada en las
víctimas de la Primera Guerra Mundial en el ámbito local.
La
Primera Guerra Mundial creó enormes dificultades y desilusión en Italia, tanto
por las derrotas en el campo de batalla y sus víctimas como por la sensación de
que, a pesar de estar en el bando ganador, Italia no se benefició de la
guerra. A principios del siglo XX, el Partido Socialista Italiano era uno
de los más fuertes de Europa. Como se opuso a la entrada de Italia en la Gran
Guerra, el sentimiento antibélico provocó una corriente de apoyo al partido.
Los socialistas se convirtieron en el primer partido en las elecciones de 1919,
con un 32,3% del voto nacional.
Hemos
usado datos detallados sobre víctimas de la guerra para medir el alcance del
sufrimiento que provocó la guerra a nivel local. Primero mostramos que los
soldados víctimas a nivel municipal no tienen relación con las condiciones
económicas, sociales y políticas de la región antes de la guerra, incluido el
apoyo preguerra a partidos socialistas o nacionalistas. En contraste con esto,
hay una asociación muy fuerte entre las víctimas y el voto al partido
socialista en 1919, controlando por varias cuestiones históricas y
contemporáneas.
Sin
embargo, para entonces, el Partido Socialista había comenzado a cambiar su
carácter, y empezaba a adoptar una línea dura influida por los soviéticos.
Durante el Congreso de 1918, la rama revolucionaria tomó el control del
partido, y elaboró un programa centrado en el objetivo de “hacer como en Rusia”
(Tasca 1938). Un año después, el partido se unió a la Internacional Comunista,
alegando que “La conquista violenta del poder político en nombre de los
trabajadores significará el traspaso de poder de la clase burguesa a la clase
proletaria, estableciendo por lo tanto la dictadura de todo el proletariado”
(Payne 1996: 89).
En
los dos años posteriores a las elecciones se intensificó considerablemente la
movilización socialista. Crecieron las huelgas y disturbios. El clímax se
alcanzó en septiembre de 1920, cuando miles de trabajadores de todo el país
ocuparon fábricas, sucesos que podrían haber desembocado en una revolución
socialista en Italia.
Estos
sucesos generaron un miedo y ansiedad palpable en los propietarios y algunas
élites, pero también entre la clase media rural y urbana. Muchas élites
comenzaron a pensar que la visión tradicional de los partidos de centroderecha
era incapaz de parar el socialismo y por lo tanto comenzaron a apoyar a los
fascistas. Como ha señalado Lyttleton (2003: 70), “la expansión del fascismo en
las áreas rurales fue fomentada y dirigida por la reacción de los agricultores
y propietarios contra las ligas campesinas de los socialistas y los católicos.”
Los
resultados empíricos de nuestra investigación son consistentes con esto:
encontramos una fuerte correlación entre la amenaza roja, correlacionada con el
voto a los socialistas en 1919 motivado por las víctimas de la guerra, y
nuestras tres variables del apoyo fascista, como ilustramos en el gráfico 2.
Nuestras estimaciones sugieren que hasta un 15% del apoyo al Partido Fascista
entre 1919 y 1924 podría deberse al apoyo a votantes conservadores y moderados
ante la sensación de que hay una amenaza roja. El gráfico 2 (el panel de abajo
y el central) muestran que los efectos sobre la violencia fascista y la
probabilidad de tener una filial del partido fascista en la región son
igualmente grandes.
Gráfico
2. Apoyo a la filial local del Partido Fascista y
variación en el porcentaje de voto al Partido socialista en 1919,
correlacionados con el shock de las víctimas de soldados.
¿Por
qué triunfó el fascismo?
Demostramos
que los votos al Partido Fascista no provenían del núcleo de apoyo a los
socialistas; en su lugar, fueron los votantes que solían apoyar a los partidos
de centroderecha los que comenzaron a votar por los fascistas en 1924. El
creciente sentimiento nacionalista tenía poco que ver con el aumento del
fascismo: los veteranos de guerra parece que no apoyaron al partido fascista.
Tampoco vemos un mayor sentimiento nacionalista correlacionado con el apoyo a
otros partidos nacionalistas o con la probabilidad de construir memoriales de
guerra, en zonas que sufrieron mayores víctimas.
En
su lugar, en línea con la evidencia histórica, el apoyo de las élites locales
parece haber sido importante a la hora de coordinar el apoyo del centroderecha
al fascismo. Encontramos efectos mucho más significativos (incluidas donaciones
a la causa fascista de italianos ricos) en zonas donde hay un aumento mayor del
voto a los socialistas en 1919, y donde existen asociaciones de propietarios y
un mayor número de élites locales.
Si
las consecuencias de las víctimas y el sufrimiento de la guerra determinan el
surgimiento de la amenaza roja, entonces podríamos esperar que otros shocks que
aumentan el apoyo a la izquierda tengan consecuencias similares. Demostramos
que así es. Tanto la falta de lluvias como la mayor mortalidad durante la
pandemia de gripe española también parecen haber incrementado el apoyo al
Partido Socialista, y este aumento del apoyo al Partido Socialista condujo a un
crecimiento de la actividad del Partido Fascista (aunque nuestros resultados
aquí son menos precisos que los que surgen como consecuencia de las víctimas de
la guerra).
Efectos
a largo plazo del fascismo
¿Qué
consecuencias a largo plazo tuvo el fascismo en el poder? No hay un consenso al
respecto. La captura del poder del fascismo fue un suceso que definió una
época, y podría haber alterado la trayectoria económica y política de Italia en
las décadas subsiguientes. Sin embargo, a consecuencia de su colapso tan
abrupto en 1943, muchos historiadores han dudado sobre sus consecuencias a
largo plazo. Nuestro artículo también analiza esta cuestión usando estadísticas
de víctimas y nuevas fuentes de datos.
En
primer lugar, mostramos que en zonas donde había un mayor apoyo local al
Partido Fascista, fueron deportados más judíos entre 1943 y 1945. Por lo tanto,
a pesar de que el apoyo de los italianos a las atrocidades nazis ha sido
minimizado, nuestros datos sugieren que el fascismo italiano provocó una
colaboración con los nazis. En segundo lugar, documentamos que en las
elecciones posteriores a la Segunda Guerra Mundial, el apoyo local al Partido
Fascista se asocia con los resultados mucho peores de los partidos de
centroderecha. Esto puede deberse a que su alianza y complicidad con los
fascistas en los años veinte deslegitimó al establishment de centroderecha.
Conclusiones
El
éxito de Mussolini fue un punto de inflexión en la historia global. Junto a la
Alemania nazi, introdujo a Europa en una era de atrocidades y sufrimiento
humano sin precedentes. En nuestro artículo, examinamos qué ayudó al éxito
electoral del Partido Fascista y demostramos que la percepción de una amenaza
socialista contribuyó sustancialmente al éxito del fascismo italiano. Esto se
debe principalmente al hecho de que los propietarios, los industriales ricos y
muchos individuos de clase media se volvieron simpatizantes del fascismo en
mitad de un mayor apoyo del Partido Socialista y de una mayor movilización
industrial y rural.
¿Qué
lecciones podemos extraer para hoy? Por una parte, si el nacionalismo, el
militarismo y la amenaza real de la revolución socialista de entreguerras
fueron relevantes para el apoyo masivo (y las actividades violentas y asesinas)
de los partidos de extrema derecha, entonces hoy tenemos mucho menos que temer
y es poco probable que el populismo de derecha se vuelva un fascismo militante.
Por otra parte, nuestros resultados pueden también leerse como un aviso de que
deberíamos vigilar las ansiedades y miedos crecientes basados en la
inestabilidad económica, los grandes flujos migratorios y el nacionalismo como
consecuencia de tensiones internacionales, no sea que comiencen a radicalizar
de manera simultánea a los populistas de derechas y a aumentar su atractivo
entre la población.
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