La
Santa Liga
La relación
entre Felipe II y El Greco parece iniciarse con este enigmático
cuadro, pintado quizá como anticipo del Martirio de San Mauricio y la
Legión Tebana para El Escorial. Podemos pensar que la escena - de la
que aquí vemos el boceto preparatorio, muy acabado - fuese realizada al llegar
Doménikos a Madrid en 1577 para darse a conocer al monarca, o bien que sería
ejecutada en 1579, con motivo de una visita real a Toledo. Al enigma de la
fecha debemos añadir las diferentes versiones que se han dado del tema,
reflejado en sus numerosos títulos. Primero fue interpretado como una Adoración
del Nombre de Jesús denominándose la Gloria de El Greco; después se pensó que
reflejaba un Juicio Final o incluso un Sueño de Felipe II, títulos con los que
también se conoce la obra. Sin embargo, la denominación actual parece la más
correcta, una vez que se identifican los personajes protagonistas de la escena.
Las figuras que contemplamos en primer plano son Felipe II, el dux de Venecia
Alvise Mocenigo - de espaldas con el manto amarillo - y el papa Pío V junto a
dos de sus cardenales. Los tres personajes firmaron una alianza en el Nombre de
Cristo contra el Imperio turco, que provocó la victoria en la Batalla de
Lepanto en 1571, por lo que también aparece Don Juan de Austria, junto al
papa, idealizado como un general romano. En la parte superior del lienzo
encontramos escrito en letras capitales el Nombre de Jesús - esquematizado IHS,
en latín Jesucristo Hombre Salvador - rodeado de ángeles que forman un círculo.
La zona inferior se completa con la boca del Leviatán o el Infierno, que quizá
represente el paganismo de los turcos. Las dos zonas apenas se relacionan entre
sí, otorgando mayor enigma a la escena. Los retratos de primer plano están
perfectamente captados y demuestran la habilidad de Doménikos en esta temática.
El modelado de estas figuras se realiza a través de luz y color, sin apenas
emplear dibujo. Las figuras del fondo están realizadas con una pincelada
suelta, por medio de manchas, destacando el color rojo de la que eleva los
brazos. El colorido es el característico del cretense, recurriendo a los
carmines, amarillos, azules y blancos, tonalidades inspiradas en la Escuela
veneciana y en el Manierismo. Con esta obra se pone totalmente de
manifiesto la originalidad de El Greco, existiendo un trabajo
similar en el monasterio escurialense.
Durante años trató el papa Pío V de levantar una liga católica contra el amenazador poderío turco en el Mediterráneo, pero Felipe II le daba largas, tanto porque no estaba
interesado en la intervención francesa en el Mediterráneo como porque no
valoraba la amenaza otomana. Finalmente, en 1569, aceptó formar paree de la
Santa Liga junto con Venecia y el Papa, tanto para conjurar la amenaza turca,
como para terminar con las esperanzas de los moriscos granadinos, y para cortar
la importante actividad de la piratería norteafricana. La alianza cristiana no
se logró por completo hasta 1571, porque Venecia recelaba de los españoles
tanto como de los turcos y prefería negociar con la Sublime Puerta -en cuya
zona de influencia hacía pingües negocios- que sostener una guerra prolongada.
Finalmente, al no lograr las concesiones que pretendía de Selim II, se adhirió a la Liga, cuya flota se fue reuniendo
durante el verano de 1571. En total se juntó una fuerza de más de 250 naves,
entre galeras, galeazas, fragatas y barcos de carga y unos 30.000 soldados. El
mando supremo lo ostentaba Juan de
Austria, impuesto por España, que proporcionaba más de la mitad de
los barcos y dos tercios de los hombres. La flota cristiana se dividió en
cuatro escuadrillas: la primera, que ocupaba el centro o "batalla",
la mandaba Juan de Austria -asistido por Luis de Requesens y Alejandro
Farnesio- con la colaboración de Sebastián Veniero el jefe veneciano-
y Marco Antonio Colonna -el jefe de las fuerzas pontificias; la segunda la
mandaba Andrea Doria -genovés al servicio de España-; la tercera
estaba a las órdenes de Álvaro de
Bazán, marqués de Santa Cruz; la cuarta, a las del veneciano
Agustín Barbarigo; y había, además, un grupo de exploración, mandado por Juan
de Cardona. Las flotas se encontraron en el Golfo de Lepanto, iniciando el fuego la capitana turca, donde
alzaba sus banderas el almirante Alí, a mediodía del 7 de octubre de 1571.
"La mayor ocasión que vieron los siglos", en palabras de Miguel de Cervantes- que mandó un grupo de 12 hombres en la galera
Marquesa, de la escuadrilla de Barbarigo- fue una batalla extraordinariamente
confusa, con medio millar de barcos evolucionando durante unas cinco horas en
un espacio reducido. Sólo cuando murió Alí y se perdió su capitana y cuando
Requesens tomó la galera del pirata Caracush, que le había sucedido en el
mando, cedió el centro turco y sus alas se dieron a la fuga. La escuadra de la
Liga quedó dueña del Golfo. Se dice que los otomanos perdieron unas 250 galeras
-la mitad quedó en manos de los vencedores- y sólo salvaron medio centenar, que
alcanzó Constantinopla al mando de Luchalí. Las bajas turcas se calcularon en
15.000, pero en manos cristianas quedaron, además, cerca de diez mil
prisioneros y 18.000 remeros, en su mayoría cristianos, que fueron liberados.
La armada de la Liga perdió unas 40 galeras y lamentó la pérdida de 12.000
hombres, además de unos 10.000 heridos, entre ellos el propio Cervantes, que
fue alcanzado en el pecho y quedó manco del brazo izquierdo. La gran victoria
de Lepanto tuvo algo de pírrico. Cuentan que Selim II dijo "Habéis afeitado la barba del Gran
Sultán, pero brotará más fuerte en pocas semanas". En efecto, la actuación
de la Liga careció de continuidad: no aprovechó su enorme superioridad en los
meses siguientes para tomar algunas posiciones estratégicas otomanas; Felipe II estaba más pendiente de Flandes y no quería
comprometer más fuerzas en el Mediterráneo; Venecia, por su parte, volvió a sus
negociaciones con la Sublime Puerta... La Santa Liga se disolvió en la
primavera de 1573, mientras el nuevo gran almirante turco, Luchalí, se
enseñoreaba del Mediterráneo Oriental, con una fuerza similar a la que combatió
en Lepanto.
https://www.artehistoria.com/es/contexto/la-santa-liga
https://www.artehistoria.com/es/obra/alegor%C3%ADa-de-la-liga-santa
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