miércoles, 1 de diciembre de 2021

 

La era de las catedrales

La irrupción de las catedrales góticas en la Europa de los siglos XII, XIII y XIV no fue un acontecimiento imprevisible ni inexplicable. Hay una larga cadena de causas socioeconómicas, políticas, militares y religiosas que contribuyen a explicarlo. Nos remontamos, para empezar, al siglo VIII. El nombre de catedral, procedente del latín cathedra (silla, trono), fue aplicado en tiempos de Carlomagno a las sedes episcopales de su imperio. Era lo que se había dispuesto en la nueva organización eclesiástica patrocinada por este emperador de acuerdo con los papas Adriano I y León III. La cátedra era la silla honorífica, el símbolo de la autoridad del obispo. Y la catedral era precisamente el lugar donde este, sentado en su trono y a la vista del público, ejercía solemnemente sus funciones.

En el Imperio carolingio hubo catedrales, como la de Aquisgrán, en la que el emperador vivió seguramente sus fastos más felices. Pero la vida de estas catedrales del siglo IX fue muy corta y su gloria, efímera. Porque a la muerte de Carlomagno la rápida desintegración de su imperio produjo cambios extraordinarios. En primer lugar, acentuó el decaimiento de las ciudades, puesto ya de manifiesto unos siglos antes con las invasiones bárbaras , que habían acabado con una civilización romana ya mortecina. Un siglo más tarde, el peso de las ciudades era casi inexistente en Europa occidental. Y sin ciudades no eran concebibles las catedrales. Por otra parte, con los sucesores de Carlomagno inmersos en luchas dinásticas se descuidaron asuntos públicos, sobre todo en lo que hoy son Francia y Alemania, y el poder político, atomizado, frágil, pasó de la monarquía a la nobleza.

Aquellos nobles vivían aislados en sus castillos y sometidos a una economía de mera subsistencia, que solo era posible gracias al servicio obligado de sus vasallos, alojados en tierras dependientes de su residencia. También en el seno del clero se produjeron cambios notables. Los obispos, muchas veces parientes o amigos de los señores feudales, vivían aislados en sus fortalezas. Casi siempre ajenos a las tareas pastorales de otros tiempos, se centraron más en las intrigas políticas y los negocios mundanos.

Gracias al trabajo y la organización de los cluniacenses, decrecieron las hambrunas, se mitigaron las epidemias y creció la población.

La religiosidad y la cultura se habían refugiado en los monasterios, que eran centros de oración y trabajo, independientes del poder feudal, habitados generalmente por monjes de la orden benedictina. Casi todos los monasterios poseían extensas tierras alrededor de la casa madre, cultivadas por novicios y legos. La profunda religiosidad de aquellos tiempos, unida al deseo de asegurar la salvación del alma, hizo que llovieran las donaciones sobre algunos monasterios. Pero con la acumulación de bienes la conducta de los monjes se relajó. En el siglo X se produjo una reacción moral, originada en el monasterio francés de Cluny. La regla, las normas y las costumbres practicadas en este lugar influyeron en todo el monaquismo occidental y provocaron mejoras espirituales y materiales. Gracias al trabajo y la buena organización de los cluniacenses, se guardaron, se leyeron y se escribieron libros en sus bibliotecas, se roturaron nuevas tierras, se perfeccionaron los cultivos, decrecieron las hambrunas, se mitigaron las epidemias y creció la población.

El nacimiento del arte románico estuvo vinculado a los postulados de esta reforma religiosa. Una de sus principales manifestaciones fue la construcción de iglesias, monumento esencial del monasterio y modelo para otras edificaciones. Estos templos monásticos eran sólidos y desprovistos al principio de cualquier ornamentación. Ya que estaban en plena época feudal, era lógico que muchos de estos monasterios y sus iglesias fuesen considerados “fortalezas de Dios”. Con el tiempo, una fiebre constructora afectó a todo el Occidente cristiano y las primeras catedrales se hicieron en estilo románico, ya superada la época feudal y renacida la vida en las ciudades.

Se asegura que los que dirigieron la construcción de las primeras catedrales fueron monjes, antes de que apareciesen los maçons.

A principios del siglo XII, los cuantiosos donativos otorgados a Cluny por monarcas y nobles europeos provocaron un rápido y desmesurado enriquecimiento de aquellos monasterios y, con ello, una segunda decadencia moral. Pero, como en el caso anterior, también se produjo un profundo cambio de ideas y costumbres en la vida monástica. Esta reforma se inició en un lugar francés llamado Cîteaux, conocido en español como Cister.

Se asegura que los arquitectos que dirigieron por entonces la construcción de las primeras catedrales fueron monjes, que eran los más ilustrados y expertos en esta actividad, antes de que apareciesen los equipos de seglares especializados, los maçons . Los cistercienses representaban una nueva concepción del arte religioso y querían perfeccionar el estilo anterior, aquel Románico severo, macizo y oscuro de sus primeros monasterios. El espíritu de estos continuadores, también benedictinos, pero procedentes no de Cluny, sino de Cîteaux o de Clairvaux, se manifestaba a favor de la abundancia de luz, a favor de grandes ventanales acristalados que dejaran pasar los rayos del sol a todas horas. Si para ello había que reforzar los muros y correr riesgos de seguridad, aquellos cistercienses, y sus discípulos laicos de los tiempos posteriores, lo harían sin vacilar. Empezaba la era del Gótico.

Surgida de sus cenizas

La construcción de nuevos templos se veía favorecida por la destrucción accidental de los antiguos. La necesidad de poseer iglesias a disposición de los fieles, tanto en las zonas rurales como en las urbanas, exigía levantar un templo cuando el anterior se había visto arrasado por un incendio, un saqueo o un incidente bélico. Así es como podía producirse sobre el mismo terreno la sustitución de una iglesia prerrománica por una románica o el cambio de ésta por otra gótica.

Muchos templos medievales nacieron con el fin de guardar y exhibir reliquias. Entre otros, la catedral románica de Santiago.

Los incendios eran frecuentes, especialmente en la Europa central y nórdica, donde la abundancia de bosques facilitaba el uso de la madera en cualquier construcción, incluidos los edificios religiosos. Su estructura era de piedra, pero se cubrían con madera, combustible y frágil. En la península ibérica, aún no terminada la Reconquista, las razias musulmanas provocaban a menudo incendios o destrucciones intencionadas de iglesias, como ocurría en las costas atlánticas de Francia a manos de los normandos.

Un poderoso estímulo para construir nuevas iglesias fue la devoción a las reliquias, muy extendida y muy intensa en todos los países cristianos de la Edad Media. Estos vestigios de carácter sagrado necesitaban un reducto solemne para ser guardados y exhibidos. Y con ese fin nacieron muchos templos medievales. Entre otros, la catedral románica de Santiago, que se convirtió en un gran centro de peregrinación por albergar los restos del apóstol.

El camino de Santiago cruzaba Francia de norte a sur, partiendo de la Île de France, Borgoña o Auvernia, pero había también otras rutas seguidas por muchos peregrinos, como la del Midi provenzal. Los peregrinos no solo necesitaban caminos practicables, reservas de agua y albergues frecuentes, sino también monasterios y templos. En ellos los caminantes podían descansar y participar en los actos de culto. Este fue otro de los motivos por los que se construyeron tantas iglesias en aquella época. Es posible que la principal de ellas, erigida en la ciudad de Burgos y convertida pronto en catedral, así como la de León, situada también en el camino de Santiago, tuviese el propósito de favorecer a los peregrinos.

La primitiva catedral de Chartres se enorgullecía de poseer la túnica que llevaba la Virgen en el momento de dar a luz a su hijo.

En algunos casos, los peregrinos ricos contribuían con sus donaciones a la conclusión de una iglesia que ya disponía de relicarios, pero que aún no estaba terminada. Parece que la custodia de reliquias influyó decisivamente en la idea de construir grandes templos franceses, como la primitiva catedral de Chartres, que antes de su incendio en 1194 se enorgullecía de poseer la túnica que llevaba la Virgen en el momento de dar a luz a su hijo, según una tradición creída en el lugar. La Sainte-Chapelle de París fue mandada construir por Luis IX para guardar la supuesta corona de espinas de Jesucristo.


Las cruzadas contribuyeron a aumentar el prestigio de las reliquias, pues quienes regresaban de Palestina, Egipto o tierras próximas mostraban a menudo objetos que, según ellos, habían pertenecido a Cristo, a la Virgen o a los apóstoles. Estas presuntas reliquias acababan siendo depositadas en algún monasterio o iglesia que pronto se hacían famosos y despertaban oleadas de fervor popular.

 TERCEROS

Los templarios , que desde su fundación tuvieron como objetivo la defensa de los peregrinos a Tierra Santa, pronto se enriquecieron gracias a su audacia militar y a sus finanzas afortunadas, y pudieron levantar en toda Europa fortalezas y templos espectaculares. Estas construcciones contenían reliquias y evocaban en muchos casos la condición de sus autores, que se consideraban a sí mismos “continuadores del templo de Salomón”.

La extinción del Temple en el siglo XIV determinó la condena de sus líderes, pero no el derribo de sus castillos e iglesias. Algunas de estas, heredadas por la orden de los Hospitalarios, continuaron al servicio de los fieles y siguieron dando testimonio de la pujanza de un arte, el Gótico, que los templarios habían mejorado en muchos aspectos técnicos.

Templo urbano

Aparte de la aportación de peregrinos y de la voluntad patrocinadora de algunos reyes, la mayor transformación de la arquitectura religiosa en la Edad Media se produjo con la aparición de los burgos (ciudades). En ellos, una nueva clase social, luego llamada burguesía, se desarrolló con éxito lejos de los monasterios y las zonas rurales. Ya no dependía de ningún señor feudal, sino directamente del rey, que le concedía privilegios y franquicias y muchas veces la utilizaba para enfrentarse a la nobleza.

Los gremios tenían en la catedral sus capillas y altares, donde se encontraban con frecuencia para dirimir sus disputas y resolver sus problemas.

Estos burgueses se dedicaron sobre todo a labores artesanales y mercantiles. Los operarios que trabajaban manualmente en la producción de objetos prácticos muy pronto se agruparon en gremios, es decir, en corporaciones legalmente reconocidas de personas que se dedicaban a la misma tarea (curtidores, carpinteros, canteros, pintores...). Generalmente vivían en la misma calle y formaban parte de las mismas cofradías, o agrupaciones religiosas presididas por un santo.

Muchos obispos habían abandonado sus refugios feudales y ya residían en las ciudades, convertidas oficialmente en sedes episcopales y en activas cabezas de diócesis. La cátedra, la silla honoraria del obispo, había vuelto a situarse en una ciudad, como en los tiempos carolingios. Y para que eso fuese posible, se había construido un gran templo en el centro de la urbe, la catedral, destinada en primer lugar al servicio del obispo y de los canónigos, pero también al de los gremios y al de todos los burgueses piadosos.

En muchas ciudades, la catedral , además de un lugar de culto, fue un activo punto de reunión de los habitantes. Los gremios tenían allí sus capillas y altares, donde se encontraban con frecuencia para dirimir sus disputas y resolver sus problemas. Algunos nobles, imitados en este punto por patricios ricos, banqueros y comerciantes, pedían ser enterrados allí. El clero regular se había trasladado de los monasterios aislados a la ciudad bulliciosa y paseaba por sus calles tras decir misa en la catedral. Los antiguos benedictinos, tanto los de Cluny como los del Cister, que oraban y trabajaban en sus monasterios, perdieron importancia a favor de las nuevas órdenes mendicantes, las de franciscanos y dominicos, que vivían pobremente en la urbe al servicio directo de la gente. La catedral, visible desde lejos, emblema de la ciudad, se convertirá en el núcleo de un vasto conjunto con múltiples funciones: centro religioso, intelectual, artístico... Toda una ciudad sagrada y simbólica dentro de la ciudad.

Este artículo se publicó en el número 482 de la revista Historia y Vida. ¿Tienes algo que aportar? Escríbenos a redaccionhyv@historiayvida.com.

https://www.lavanguardia.com/historiayvida/edad-media/20170306/47310448000/la-era-de-las-catedrales.html

 

 

 

 

Aguilar de Campoo, Colegiata de (Palencia)

 

 

La construcción de la Colegiata de San Miguel Arcángel, gótica primitiva, tiene abundantes restos románicos del siglo XI, si bien la estructura principal actual fue levantada en el siglo XIV. No obstante, en el siglo XV se construyó una capilla funeraria y en el XVIII la Sala Capitular y la Sacristía.

La mitad superior de la torre es un doble cuerpo construido en el siglo XVII en estilo herreriano.

 


https://www.palenciaturismo.es/visitar/lugares-interes/colegiata-san-miguel

Arbás del Puerto, Colegiata de (León)

 

La Colegiata de Santa María construida en estilo tardorrománico con sillares de arenisca con cabecera triple y una torre en su fachada principal, tuvo su origen como hospital de peregrinos.

Por iniciativa del conde Fruela Díaz en 1116, se quiso fundar un albergue para peregrinos, lo que dio lugar a la construcción de un hospital y pequeña capilla a tal fin, que a través del tiempo sufrió modificaciones como la de 1693 con la construcción de una torre, si bien con el paso del tiempo se fue deteriorando hasta que a mediados del siglo XX se procedió a su restauración.

 




Calatayud, Colegiata de (Zaragoza)

 

Con una torre mudéjar renacentista y portada del plateresco aragonés, la Colegiata de Santa María la Mayor se construyó sobre una antigua mezquita a partir del año 1120. Claro que el chapitel es del 1770 y los cuerpos de campanas son de los siglos XV y XVII.



http://www.lasimagenesqueyoveo.com/2018/05/si-vas-calatayud-no-preguntes-solo-por.html

 

Cardona, Colegiata de (Barcelona)

 

Es estilo románico lombardo, la Colegiata de San Vicente que está situada en el recinto amurallado del Castillo de Cardona y que se construyó entre el 1029 y 1040 como ampliación de otra levantada en el 980.

Consta de tres naves, la central de mayor tamaño, están cruzadas por el transepto dando al templo el aspecto de cruz latina. Dispone de un cimborrio octogonal que corresponde a la cúpula y tres semicírculos que corresponden a los ábsides.

En 1794 fue convertida en cuartel militar para el ejército español.



https://temasycomentariosartepaeg.blogspot.com/p/blog-page_18.html

 

Castañeda, Santa Cruz de. Colegiata de (Santander)

Dedicada a Santa María de Tiermes, se creó como un monasterio benedictino cluniacense en el siglo X y en el siglo XII se convirtió en colegiata de la orden de San Agustín.

 

Su construcción en estilo románico, se fue transformado a causa de añadidos y reformas, pues la nave original, el transepto y tres ábsides escalonados con una torre cuadrada, en época barroca se sustituyó el ábside del lado sur por una capilla  y una sacristía y una nave lateral se levantó en el siglo XVII.


https://www.asturnatura.com/turismo/colegiata-de-santa-cruz-de-castaneda/2893.html

 

 

Castrojeriz, Colegiata de (Burgos)

 

Construcción bajo el patrocinio de la reina de Castilla Doña Berenguela, se inició en 1214 en estilo románico, pero en el siglo XV reformó todas sus bóvedas al gótico. En el siglo XVII se reformó una capilla, la cripta y se añadió un nuevo ábside así como otro cuerpo a la torre.


https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Colegiata_de_Nuestra_Se%C3%B1ora_del_Manzano_de_Castrojeriz.jpg

 

Cervatos, Colegiata de (Santander)

 

La Colegiata de San Pedro, se construyó bajo el estilo románico allá por el 1129 siendo en el 1199 un monasterio. Con una torre construida en el siglo XII, entre los siglos XII y XIV se añadieron varias dependencias y el baptisterio, y en el siglo XVI se modificó la cubierta de la única nave.

En su portada y muros están presentes diversos motivos eróticos de ese periodo.

 


https://surdecantabria.es/cervatos/

 

 Covarrubias, Colegiata de (Burgos)

La Colegiata de San Cosme y San Damián, es un templo gótico del siglo XV construido en 1474 y posteriores sobre un anterior templo románico. Su retablo mayor se edificó entre el 1751 y 1753, y el claustro construido en el siglo XVI.



https://es.wikipedia.org/wiki/Colegiata_de_San_Cosme_y_San_Dami%C3%A1n_(Covarrubias)

Elines, Colegiata de (Burgos)

 

Con una cabecera románica, la Colegiata de San Martín, parece ser que ya en el siglo X existía, pues unos arcos mozárabes se encuentra en el cementerio actual. Considerándose que la Colegiata actual se empezó a construir a principios del siglo XII en estilo románico, aunque su claustro se construyó en el siglo XVI.




Gandia, Colegiata de (Valencia)

La Colegiata de Santa María, es un edificio gótico de los siglos XIV – XVI, pero varios terremotos la dañaron, en especial a finales del siglo XVI, por lo que hubo hubo de restaurarla manteniendo su estilo original a pesar de haberse considerado cambiar al estilo clasicista.

Durante la Guerra Civil española, el 2 de agosto del 1939, fue incendiada y sus retablos e imágenes reducidos a cenizas. Suerte que en 1999 se procedió a su restauración.

 


https://www.lasprovincias.es/valencia/20080523/safor/colegiata-gandia-repara-campanas-20080523.html

Pastrana, Colegiata de (Guadalajara)

 

La Colegiata de la Asunción, tiene sus orígenes en una iglesia románica del siglo XII, que construida por caballeros calatravos, fue reformada en los siglos XVI y XVII en estilo gótico. Siendo en el 1569 cuando se lleva a cabo una verdadera transformación por el primer duque de Pastrana Ruy Gómez de silva, para convertir el templo, de tres anchas naves, en colegiata.

 

Ubicada en el casco histórico del pueblo de Pastrana, contiene una importante colección de tapices y otras obras de arte.



https://www.civitatis.com/es/pastrana/tour-privado-pastrana/

 

Roncesvalles, Colegiata de (Navarra)

 

Templo del primer gótico francés es la colegiata de Santa María, se construyó entre 1194 y 1234 gracias al rey Sancho el Fuerte, quien lo eligió como lugar de enterramiento. Sufriendo varios incendios, en 1445, 1468 y 1626, se procedió a su restauración introduciendo algunos cambios al barroco.

La iglesia consta de una planta con tres naves, la central el doble de ancha que las laterales, y una fachada que muestra el diseño original de una puerta apuntada, flanqueada con un rosetón y ventana también apuntada.


https://www.tripadvisor.com.mx/LocationPhotoDirectLink-g676272-d2324190-i207099156-Colegiata_de_Roncesvalles-Orreaga_Roncesvalles_Navarra.html

 

Santillana del Mar, Colegiata de (Santander)

 

Bella es la Colegiata de Santa Juliana, pues construida en estilo románico sobre un templo antiguo como monasterio benedictino adquiriendo el rango de colegiata en el siglo XI.

Consta de una planta de tres naves y transepto con tres ábside semicirculares, una torre cilíndrica y cimborrio sobre el crucero. En épocas posteriores la fachada principal dispuso de un frontón triangular de estilo renacentista.


https://www.albergue-paradiso.com/es/santillana-del-mar-entre-los-diez-pueblos-con-mas-encanto-de-espana/

 

Sar, Colegiata del (La Coruña)

 

Edificio románico es la Colegiata de Santa María, que en el siglo XII fue construida en estilo románico a orillas del río Sar. Son llamativos sus robustos arbotantes construidos entre los siglos XVII y XVIII para proteger los muros septentrionales y evitar su derrumbe a causa del terreno inestable a menudo inundado por el río.


https://www.santiagoturismo.com/monumentos/colexiata-santa-maria-a-real-do-sar-6

Talavera, Colegiata de (Toledo)

 

Mayormente es gótica, pero tiene muchos elementos mudéjares la Colegiata de Santa María. Se asentó en el lugar que había un templo de la época romana, posiblemente dedicado a Júpiter.

La planta es rectangular con tres naves rematadas por ábsides poligonales y sin crucero, cubiertas por bóvedas de crucería. El claustro se construyó en el siglo XV en estilo gótico, encontrándose en él enterrado Fernando de Rojas.

Los cuerpos superiores de la torre se construyeron a principios del siglo XVIII en estilo barroco.

 


https://es.wikipedia.org/wiki/Colegiata_de_Santa_Mar%C3%ADa_(Talavera_de_la_Reina)

Toro, Colegiata de (Zamora)

 

De estilo románico es la Colegiata de Santa María la Mayor, que inspirada en la catedral de Zamora, comenzó a construirse en el siglo XII.

El cimborrio es típico leonés, y la planta en forma de cruz latina dispone de tres naves con tres tramos con bóvedas de horno en la cabecera, de cañón en el crucero y nervadas en el centro. La portada principal está formada por diferentes arquivoltas decoradas con ornamentación vegetal y religiosa.


Torrijos, Colegiata (Toledo)

Construida a comienzos del siglo XVI, la Colegiata del Santísimo Sacramento, combina los estilos tardogótico y plateresco.


Consta de tres naves, siendo la central más alta que las otras dos, y en su interior hay tres capillas, siendo su joya principal el retablo.


http://www.colegiatadetorrijos.com/menu/la-colegiata/el-monumento.html



































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