EL SENTIDO DE LA VIDA
DE TIAHUANACO
Tiahuanaco fue un centro ceremonial
pre-incaico, ubicado 21 km al sudeste del Lago Titicaca en territorio
boliviano. Por cientos de años ha cautivado la atención de investigadores y por
milenios atrajo peregrinos desde tierras muy lejanas para mostrar su devoción a
las divinidades ahí representadas. Unos y otros muestran fascinación de manera
distinta por Tiahuanaco, pero todos concuerdan en que sus restos abren el marco
para más interrogantes de las respuestas que nos pueda proporcionar sobre su origen
y los hombres que la habitaron.
https://www.elmundo.es/la-aventura-de-la-historia/2014/06/17/53a004b4ca47414e528b4574.html
El Sentido de la Vida en Tiahuanaco
Para un Filósofo o enamorado de la
Sabiduría, los restos de las viejas civilizaciones representan una posibilidad
de acceder a grandes enseñanzas de vida; son un apoyo para la búsqueda de un
sentido más profundo de la vida, a la vez que inspiran como prueba fehaciente
de que existieron hombres y mujeres que daban preponderancia a lo duradero y
sagrado por encima de lo efímero y profano.
Comprender cómo pensaban y qué movía
a los hombres de las viejas culturas a elaborar sus símbolos hieráticos y a
levantar sus monumentos no es tarea fácil, pero el fruto de este artículo puede
alumbrarnos el camino en la dirección del propio auto-conocimiento y
auto-perfeccionamiento.
“Los museos no deben ser un simple
depósito de cosas viejas, acumuladas sin sentido histórico y sin teleología…
Songuardianes de los restos de un gran naufragio. El naufragio de la Humanidad
Espiritual. Ellos llevan la impronta de aquel mundo mágico y bello, donde todos
creían en Dios y lo religioso primaba en todas las actividades, aun en las más
sencillas y triviales… son un respaldo espiritual, semillas de futuro e
inspiración de nuevos Ideales…” – Jorge A. Livraga
Tiahuanaco: un Enigma en los Andes
Tiahuanaco fue un centro ceremonial
pre-incaico, ubicado 21 km al sudeste del Lago Titicaca en territorio
boliviano. Por cientos de años ha cautivado la atención de investigadores y por
milenios atrajo peregrinos desde tierras muy lejanas para mostrar su devoción a
las divinidades ahí representadas. Unos y otros muestran fascinación de manera
distinta por Tiahuanaco, pero todos concuerdan en que sus restos abren el marco
para más interrogantes de las respuestas que nos pueda proporcionar sobre su
origen y los hombres que la habitaron.
No se cuenta con fuentes escritas y
existen pocos restos arqueológicos que han sobrevivido las inclemencias del
tiempo, la destrucción sistemática de los colonizadores y el saqueo a través de
los años. Las tradiciones y leyendas, que el filósofo Mario Roso de Luna
recomendaba considerar como el “Fósil-Tradición” que complementara el
“Fósil-Hueso” en la tarea de arqueólogos y paleontólogos, se presentan muy
vagas y haciendo referencia a tiempos que la mayor parte de los investigadores
no reconoce como dignos de aparecer en una investigación seria.
A continuación aportamos algunos
elementos que nos permitan acercarnos al Hombre de Tiahuanaco, intentando así
correr en una pequeña medida el velo del enigma y comprender un poco más sobre
la visión que tenían ante la Vida.
¿Qué Antigüedad tiene Tiahuanaco?
La arqueología oficial indica que
Tiahuanaco probablemente estuvo habitada desde 1500 a.C. hasta su desaparición
en el 1000 d.C. Se reconocen cinco y quizá hasta nueve estratos arqueológicos;
el problema de esta cronología, es que la presencia de los estratos implicaría
que cada estrato refiere a un periodo promedio de 500 años, y en este periodo
tendría que haber el tiempo suficiente para permitir un periodo de crecimiento
y uno de decadencia que llevara a construir la ciudad encima de la que hubiera
decaído. Quien conoce la magnitud de estas construcciones puede concluir que
sólo el conjunto monumental que se observa actualmente en el parque
arqueológico pudo haber tomado varios cientos de años en erigirse, si nos
atenemos a los métodos convencionales.
Para los Incas, Tiahuanaco era una
ciudad sagrada que ya iban a realizar ofrendas religiosas. Cuando Pedro Cieza
de de la conquista, preguntó a los aymaras que si las estructuras de Tiahuanaco
fueron construidas por los incas, éstos se rieron y afirmaron que todo lo que
se podía observar había “ocurrido súbitamente en el curso de una sola noche”.
Ciertamente, uno de los mayores enigmas que presenta Tiahuanaco es en relación
al cómo trabajaron sus megalíticas construcciones, puesto que muchos de los
bloques empleados
pesan arriba de cien toneladas y
fueron traídos desde varias decenas de distancia. Ante esta interrogante, la
ciencia moderna permanece muda, mientras que las tradiciones locales nos
aportan distintas posibilidades:
§ El cronista Bernabé Cobo narra que los pobladores del área le narraron
una historia que indicaba que las grandes moles de piedra fueron transportadas
por los aires al son de una trompeta.
§ Diversas tradiciones apuntan sobre una raza de gigantes que realizó las
construcciones en el curso de una sola noche.
§ Percy Harrison Fawcett, quien fue socio de la Royal Geographical Society
de Londres, en su libro “Exploración Fawcett”, indica que los
tiahuanacotas conocían los secretos de una planta que crecía en las selvas
amazónicas, cuya savia tenía el poder de reblandecer la dura roca sobre la cual
se iba a trabajar, hasta transformarla en una pasta dúctil.
Helena Petrovna Blavatsky sugiere que
las construcciones ciclópeas de Tiahuanaco, así como otras de su mismo tipo,
fueron obra de las últimas humanidades de los lemures: “los restos más antiguos
de las construcciones Ciclópeas fueron todas obra de las últimas subrazas de
los Lemures; y un Ocultista, por tanto, no se sorprende al saber que las
reliquias de piedra encontradas en el pequeño trozo de tierra llamado Isla de
Pascua por el capitán Cook, son: ‘muy parecidas a las paredes del templo de
Pachacamac, o a las ruinas de Tiahuanaco, en el Perú’, y también que ellas son
de estilo Ciclópeo.” En cambio, el Glosario Teosófico editado por el teósofo
Gottfried de Purucker menciona que Tiahuanaco se trata de una civilización más
bien de origen atlante, que había heredado fragmentos de la tradición lemur.
Cualquiera que sea el caso, abundan
las tradiciones locales sobre hombres gigantes que realizaron las grandes
construcciones del área. En la crónica “Copacabana de los Incas” de Fray
Baltasar de Salas refiere tradiciones sobre los “Chullpas” o gigantes que
existieron antes de que surgiera el Lago Titicaca; dice con sus guerras y
matanzas llevaron a Dios a “raer la faz de la Tierra con Agua Universal”.
La historia de Tiahuanaco aparece por
todas partes ligadas a la del Lago Titicaca. La historia de ambos es la
proto-historia andina. En “Suma y Narración de los Incas”, Juan de Betanzos
relata una tradición que indica que Ticci Viracocha surgió de la laguna que
está donde hoy día está Tiahuanaco y de ahí creó el sol, la luna y los seres
humanos. Es decir, aunque buena parte de las tradiciones ubican el génesis
andino en la Isla del Sol, ésta lo ubica en Tiahuanaco, lo que no deja de ser
interesante si se considera que diversos investigadores afirman que
Tiahuanaco era un viejo puerto del Lago Titicaca y que el nivel del lago solía
estar 135 pies más alto.
También refiere el cronista Bernabé
Cobo que después que cesó el Diluvio el Creador formó de barro en Tiahuanaco
“las naciones todas que hay en esta tierra… que les mandó se sumiesen debajo de
tierra… para que allí fuesen a salir a las partes y lugares que él les
mandase.” Curiosamente, también existen diversas tradiciones que afirman que
Tiahuanaco, la Isla del Sol en el Lago Titicaca y el Cusco estaban conectados
por redes de túneles subterráneos. Hoy existen varias entradas de túneles
antiguos cerca de Sacsayhuamán y Qenqo, pero tienden a estar cerrados al paso
de cinco o diez metros.
Además de que las tradiciones de los
habitantes circunlacustres abundan de referencias a ciudades sumergidas en el
fondo del Lago Titicaca, diversas expediciones afirman haber encontrado restos
sub-acuáticos. Desde 1956, el norteamericano William Mardoff describió detalles
de una ciudad de titanes sumergida y semicubierta por el lodo y las algas. La
expedición del argentino Ramón Avellaneda, en 1968, refirieron el hallazgo de
enormes piedras monolíticas, ensambladas entre sí formando murallas, similares
a las de Sacsahuamán y caminos perfectamente pavimentados con enormes losas de
piedra. Comentarios similares a este último resultaron de otra expedición en
1979, a cargo del investigador Hugo Boero Rojo, mientras se filmaba la película
“El Lago Sagrado”. Más recientemente, en publicaciones de BBCMundo.com,
se refiere sobre el descubrimiento de escalinatas, rampas y muros preincaicos
bajo las aguas del Lago Titicaca.
Sumando a las tradiciones de gigantes
de la zona, Garcilaso de la Vega menciona en el Libro NOVENO de los
“Comentarios Reales de los Incas” que los naturales de Passau referían una
tradición de sus antepasados de muchos siglos atrás, sobre unos gigantes que
llegaron por mar y desembarcaron en la punta de Santa Elena (hoy Ecuador):
Cuentan los naturales, por relación
que oyeron de sus padres, la cual ellos tuvieron y tenían de muy atrás,
que vinieron por la mar en unas
balsas de juncos, a manera de grandes barcas, unos hombres tan grandes,
que tenía tanto uno de ellos de la
rodilla abajo como un hombre de los comunes en todo el cuerpo, aunque
fuese de buena estatura, y que sus
miembros conformaban con la grandeza de sus cuerpos tan disformes,
que era cosa monstruosa ver las
cabezas, según eran grandes, y los cabellos, que les allegaban a las
espaldas. Los ojos señalaban que eran
tan grandes como pequeños platos; afirman que no tenían barbas y
que venían vestidos algunos de ellos
con pieles de animales, y otros con la ropa que les dio natura, y que
no trajeron mujeres consigo… como no
hallasen agua, para remediar la falta que de ella sentían hicieron
unos pozos hondísimos, obra por
cierto digna de memoria, hecha por tan fortísimos hombres como se
presume que serían aquéllos, pues era
tanta su grandeza. Y cavaron estos pozos en peña viva, hasta que
hallaron el agua, y después los
labraron desde ella hasta arriba de piedra, de tal manera que durara
muchos tiempos y edades… todo el
mantenimiento que hallaban en la comarca de la tierra que ellos
podían hollar lo destruían y comían,
tanto que dicen que uno de ellos comía más vianda que cincuenta
hombres de los naturales de aquella
tierra; y como no bastase la comida que hallaban para sustentarse,
mataban mucho pescado en la mar, con
sus redes y aparejos, que según razón tenían… Vinieron en grande
aborrecimiento de los naturales,
porque por usar con sus mujeres las mataban, y a ellos hacían lo mismo
por otras causas…
Pasados algunos años, estando todavía
estos gigantes en esta parte, como les faltasen mujeres y las
naturales no les cuadrasen por su
grandeza, o porque sería vicio usado entre ellos por consejo e
inducimiento del maldito demonio,
usaban unos con otros el pecado nefando de la sodomía, tan
grandísimo y horrendo, el cual usaban
y cometían pública y descubiertamente, sin temor de Dios y poca
vergüenza de sí mismos; y afirman
todos los naturales que Dios Nuestro Señor, no siendo servido de
disimular pecado tan malo, les envió
el castigo conforme a la fealdad del pecado; y así dicen que, estando
todos juntos envueltos en su maldita
sodomía, vino fuego del cielo, temeroso y muy espantable, haciendo
gran ruido, del medio del cual salió
un ángel resplandeciente con una espada tajante y muy refulgente, con
la cual de un solo golpe los mató a
todos, y el fuego los consumió, que no quedó sino algunos huesos y
calaveras, que por memoria del
castigo quiso Dios que quedasen sin ser consumidos del fuego.
Esto dicen de los gigantes, lo cual
creemos que pasó porque, en esta parte que dicen, se han hallado y se
hallan huesos grandísimos, y yo he
oído a españoles que han visto pedazo de muela que juzgaban que, a
estar entera, pesara más de media
libra carnicera; y también que habían visto otro pedazo de hueso de
una canilla, que es cosa admirable
contar cuán grande era, lo cual hace testigo haber pasado; porque sin
esto se ve adónde tuvieron los sitios
de los pueblos y los pozos o cisternas que hicieron.
Otros hallazgos que nos dan una idea
de al menos la antigüedad mínima que podría tener Tiahuanaco guardan relación
con referencias a distintos animales prehistóricos. La Puerta del Sol muestra
en sus glifos la imagen de un animal que asemeja un elefante. Según Graham
Hancock, en su obra “Huellas de los Dioses”, existió en los Andes una especie
llamada Cuvieronius, que se asemeja mucho a la imagen de la Puerta
del Sol, que se extinguió cerca del 10,000 a.C.
Adicionalmente, en su obra
“Tiahuanaco, Cuna del Hombre Americano”, Posnansky afirma haber encontrado un
cráneo fósil a una profundidad de cuatro metros junto a la pirámide de Akapana
en Tiahuanaco; en la misma capa, afirma haber encontrado restos de huesos de
especies de animales extintas. El investigador Guillermo Lange aporta que,
posteriormente, expertos zoólogos determinaron que estos restos pertenecían a
la especie del Toxodonte, el cual vivió en el periodo Plioceno, hace 25
millones de años, en la Era Cenozoica, en medio de un clima benigno de
abundante vegetación. Graham Hancoc aunque la especie del Toxodonte se cree
haber desaparecido del área andina hace más de 12,000 años, la misma se
encuentra representada en diversas figuras tiahuanacotas.
Todo lo anterior parece apuntar a una
antigüedad muy anterior a la oficial aceptada y las diversas pruebas apuntan a
que se trata de una civilización cuyas primeras expresiones antecedieron el
levantamiento de los Andes y la creación del Lago Titicaca, posiblemente en un
tiempo que presentara un clima más benigno que el que actualmente se
muestra frente al investigador que visita esta árida región
El Sentido de la Vida a través del
Simbolismo Teológico Tiahuanacota
Es evidente que las construcciones,
monolitos y símbolos de Tiahuanaco son de naturaleza muy diferente a los
posteriores de la civilización incaica. Nuevamente, la ausencia de documentos
escritos dificulta su interpretación, pero relacionándolos con las tradiciones
y símbolos de otras culturas nos permite inteligibilizar la trama simbólica y
el mensaje que evoca.
Un nombre anterior que recibía
Tiahuanaco era Taypikala, lo que significa en la lengua aymara “la piedra del
centro”, haciendo referencia a un centro sagrado, a un “ombligo”, como
igualmente se relacionan de distintas maneras otros centros sagrados como
Cusco, Potala y Delfos. Así, los símbolos de Tiahuanaco reflejan un enfoque
teleológico de la vida dirigido a la realización humana o su contacto con los
más profundos Misterios del hombre y el universo.
En el centro ceremonial de
Tiahuanaco, al igual que en el resto del mundo antiguo, la pirámide cobró un
lugar importante; en una interpretación, se relaciona la pirámide con el
ascenso evolutivo de la Vida desde la base del mundo manifestado hasta la
cúspide del mundo divino. Además, la planta de la estructura de
la Pirámide de Akapana es semejante a
la mitad de la cruz andina, un símbolo harto repetido en la producción
simbólica de Tiahuanaco.
a) La Puerta del Sol
Se puede considerar que en la Puerta del Sol se ve reflejada la síntesis
del sentido del centro ceremonial tiahuanacota. Con dimensiones de tres metros
de ancho por más de dos metros de alto, pesa diez toneladas y está tallada de
una sola pieza de andesita:
Muchos afirman que la figura central del monolito representa a la deidad
pan-andina Virakocha, otros prefieren referirla de manera más simple como una
deidad solar. De la cabeza de este personaje se despiden 24 rayos que terminan
en círculos o cabezas de puma y sus ojos se representan terminando en dos
cabezas de puma con puntos que descienden que asemejan lágrimas. Sostiene dos
cetros de poder que terminan en cabezas de cóndor. Aparece ricamente ataviado
con diversas cabezas que le cuelgan: unas antropomorfas y otras cabezas de
puma. El personaje está posado encima de una pirámide escalonada en cuyo
corazón aparece una figura que recuerda a una oruga o larva y que muestra una
cabeza de puma.
https://www.blogicasa.com/arquitectura-de-la-cultura-tiahuanaco/
Hacia ambos lados de la figura
central aparecen tres hileras de seres alados (son 48 en total) que parecen
arrodillarse en dirección a la imagen solar central: de éstos, 32 tienen cabeza
humana y 16 tienen cabeza de cóndor. Todos sostienen sendos cetros de poder,
con coronas y representaciones de cóndor y puma alrededor de la misma corona y
distribuidas en el cuerpo de estos seres.
En la fila inferior del friso,
aparecen once máscaras solares rodeadas de un “meandro” con terminaciones en
cabeza de cóndor.
Existen varias teorías acerca de lo
que esto puede simbolizar. Estas son algunas de ellas:
– Considerando que el Sol era tenido
como símbolo de la Divinidad por muchas civilizaciones antiguas, se podría
decir que la imagen central del friso representa la idea del Sol Espiritual o
Logos Solar que sintetiza la conquista de la espiritualidad del Ser Humano; de
tal modo, quien cruzaba la Puerta del Sol era el Iniciado en los Misterios que
había potenciado sus características internas, su Dios interior.
– Múltiples figuras del puma y el
cóndor hacen referencia a dos símbolos ampliamente representados en América
precolombina. El cóndor es el equivalente del águila en otras culturas, donde
su constitución robusta y fuertes garras evocan gran poder, así como su vista
extremadamente aguda refleja un símil con la visión espiritual. El puma o,
según otros, el jaguar, también se representa ampliamente en la América
precolombina y viene a representar el aspecto oculto del Sol; así como el Sol
físico impulsa la Vida física de nuestro planeta y sistema solar, los antiguos
creían que existía un Sol espiritual que igualmente impulsa la Vida espiritual
de nuestro sistema solar. Por lo tanto, los atributos de puma y cóndor refieren
al despertar de las cualidades que estos símbolos evocan.
– En las viejas tradiciones y
símbolos, el cetro de poder se encontraba siempre en manos del sabio o rey y
por lo tanto era símbolo del que había despertado el poder interno y por lo
tanto podía ejercer poder sobre los demás.
– El hecho de que la imagen central
esté posada sobre una pirámide evoca la idea de que superó los peldaños de
evolución espiritual; una pirámide en cuyo corazón está la semilla de ese proceso
evolutivo y aquí aparenta estar representada por una oruga con cabeza de puma o
un germen de puma. Las terminaciones de sus ojos en dos cabezas de puma evocan
la idea de haber alcanzado una visión de puma o del Sol espiritual. Los
círculos que aparentan lágrimas evocan la idea de que el hombre que superó los
peldaños de evolución aún siente profundo dolor por el resto de los seres que
aún sufren en el ciclo vicioso de la ignorancia que les lleva al dolor. Hace
recordar aquel pasaje de La Voz del Silencio: “Haz que tu alma preste oído a
todo grito de dolor, de igual modo que descubre su corazón el loto para
absorber los rayos del sol matutino. No permitas que el sol ardiente seque una
sola lágrima de dolor antes de que tú la hayas enjugado en el ojo del que sufre”.
Los seres alados que rodean a la imagen central parecen representar especies de
genios o espíritus alados que rinden tributo y prestan servicio a aquel que
despertó a la divinidad interior. Dice la Voz del Silencio: «Ayuda a la
Naturaleza y trabaja con ella, así la Naturaleza te considerará como uno de sus
creadores y te prestará obediencia.” Estos seres también reflejan en sí los
atributos de poder espiritual: cetros, cabezas de cóndor y de puma, etc.
– En cuanto a la fila inferior del
friso, referimos la interpretación que da Arturo Posnansky, en cuanto a que
refiere a un calendario con sus once meses representados en las máscaras
solares en la parte interior del “meandro” y la imagen central del friso
representa el mes de septiembre, el mes de la primavera para el hemisferio sur.
Adicionalmente, investigadores de la
Universidad de Moscú han demostrado que la Puerta del Sol refleja un calendario
venusino. El planeta Venus muestra un lugar predominante, no sólo en otros
panteones de América precolombina (Quetzalcoatl en México), sino que la
tradición esotérica afirma que existe una relación importante entre los señores
de Venus y los seres humanos.
b) Monolito Ponce
También dentro del Templo de
Kalasasaya se encuentre el llamado monolito Ponce, que mide 3.7 metros de
altura, elaborado de piedra andesita y muestra a un personaje ricamente
ataviado y decorado con diversos símbolos.
https://mapio.net/place/8931505/
La cabeza está adornada con una
corona de seres alados al estilo de la Puerta del Sol y los ojos del personaje
muestran igualmente terminaciones en cabezas de puma y cóndor (el monolito El
Fraile igualmente muestra estos atributos). Sostiene contra su pecho dos kerus
o vasos ceremoniales adornados con diversas imágenes de peces. En la cintura se
muestra una franja con imágenes de cubos del cual salen cabezas de cóndor o de
pez. Las piernas están cubiertas por círculos dobles.
De la parte posterior de la corona
descienden especie de trenzas con seis segmentos más un séptimo en la parte
inferior que representa una cabeza de pez. En la parte central de la espalda
figura un personaje similar al principal de la Puerta del Sol, ricamente
ataviado con imágenes de pez, puma y cóndor, con dos cetros de poder, a la vez
que rodeado por seres alados que igualmente se encuentran arrodillados con
cetros de poder y portando imágenes de pez, puma y cóndor.
Los símbolos que refleja este
monolito, a su vez se observan en la Puerta del Sol y se replican a lo largo de
la producción simbólica tiahuanacota, mostrando una unidad en su mensaje. En
este caso, el personaje del monolito Ponce parece representar a un sacerdote o
candidato que habría sido merecedor de atravesar la Puerta del Sol, por cuanto
refleja en sí los atributos de poder de la Divinidad:
§ Los seres alados en su corona y la imagen en el centro de su espalda lo
emparentan a la imagen solar de la Puerta del Sol.
§ Los kerus o vasos ceremoniales se sostienen a manera de ofrendas.
§ Los ojos con terminaciones en cabezas de cóndor y puma parecen indicar
el despertar de una visión espiritual o una visión de los planos celestes en el
caso de la figura del cóndor.
§ Las imágenes de cuadrado en el cinturón del cual salen cabezas de pez y
de cóndor parecen evocar la idea de la materia primordial que se emparenta por
un lado con las aguas primordiales o genesíacas (pez) y por el otro lado con la
materia primordial que contiene en sí el poder espiritual (cóndor).
c) Pumas y Chacha-pumas
Arriba mencionamos el carácter
sagrado que tenía la imagen del puma a lo largo de la América precolombina.
Adicional a su representación por sí sola para evocar la meta divina que se nos
propone lograr, también se muestran imágenes de los llamados Chacha-pumas u
hombrespumas.
https://pueblosoriginarios.com/sur/andina/tiwanaku/litico.html
Una obra de importancia simbólica
muestra un personaje con máscara de puma y una cabeza humana entre las manos.
Recordando el significado del puma, se piensa que esta imagen vendría a evocar
la idea del hombre que superó su humanidad inferior, reemplazándola por una
nueva realidad divina, a través de la máscara que refleja el poder espiritual
del puma.
Otra imagen que complementa la
anterior muestra a un personaje identificado como “sacrificador” con máscara de
felino, sosteniendo en una mano un hacha y en la otra una cabeza humana. A la
imagen anterior del hombre que despertó en sí a la realidad del puma y por lo
tanto reemplazó su cabeza humana por la cabeza del puma, se agrega en esta
imagen la idea de que para despertar a la realidad del Chacha-puma u
hombre-puma debe el hombre sacrificar su humanidad inferior con el hacha. Es
una realidad representada en diversas tradiciones de que el nacimiento del
hombre espiritual está supeditado a una superación del hombre inferior, las
pasiones e instintos inferiores. También el hacha se relaciona en diversas tradiciones
con el instrumento de la Voluntad que permitirá aniquilar finalmente a ese
yo-inferior.
Más
información en:
1. Acosta,
Joseph de. “Historia Natural y Moral de las Indias. México: Fondo de Cultura
Económica.
2.
Arancibia, Arturo. “Tiwanaku, Stelas or monoliths; esoteric iconography and
simbolism.
2006.”
3.
Betanzos, Juan de. “Suma y Narración de los Incas: Tomo I.” Biblioteca Hispano
Ultramarina,
1860.
4.
Blavatsky, Helena Petrovna. “La Doctrina Secreta: Tomo III”. Buenos Aires:
1956.
5. Cieza
de León, Pedro. “Crónica del Perú.” Madrid: Imprenta de Manuel Ginés
Hernández,
1880.
6. Cobo,
Bernabé. “Historia del Nuevo Mundo: Tomo III”. Imprenta de E. RASCO, 1892.
7.
Garcilaso de la Venga, Inca. “Comentarios Reales de los Incas.” Lima:
Universidad
Nacional
Mayor de San Marcos, 1959.
8.
Gilardi, Angela y Fígares, Fernando. “Perú: Manual de Simbolismo y
Arqueología.”
Madrid:
Editorial Nueva Acrópolis, 1989.
9.
Hancock, Graham. “Fingerprints
of the Gods.” New York: Three Rivers Press, 1995.
10. Lange,
Guillermo. “El mensaje secreto de los símbolos de Tiahuanaco y del lago
Titikaka”.
Cochabamba: Grupo Editorial Kipus, 2007 (cuarta edición).
11.
Livraga, Jorge Ángel. “Magia, Ciencia y Religión para el tercer milenio.
Antiguas
Civilizaciones
de América II.” Madrid: Editorial Nueva Acrópolis, 1996.
12. Pratt,
David. “Lost Civilizations of the Andes.”
http://davidpratt.info/andes1.htm
13. Purucker, Gottfried de. “Encyclopedic
Theosophical Glossary: a resource on
Theosophy.”
http://www.theosociety.org/pasadena/etgloss/etg-hp.htm.
14. Salas,
Baltasar de. “Copacabana de los Incas.” La Paz: J. Viscarra F., 1901.
15.
“Simbología Teológica en América.” Madrid: Editorial Nueva Acrópolis, 1976.
16.
Tiwanaku: Señores del Lago Sagrado. Santiago: Banco Santiago, 2000.
https://www.revistaesfinge.com/2010/07/0el-sentido-de-la-vida-en-tiahuanaco/
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