Puritanos
Los puritanos fueron cristianos protestantes
ingleses, principalmente activos en los siglos XVI-XVIII, que afirmaban que la
Iglesia anglicana no se había distanciado lo suficiente del catolicismo y
trataban de "purificarla" de las prácticas católicas. El término era
originalmente un insulto utilizado por los anglicanos para referirse a las
personas que, según ellos, se ofendían con demasiada facilidad por la liturgia
de la Iglesia anglicana y se dedicaban a criticar detalles y a causar
problemas, al tiempo que justificaban sus esfuerzos con textos de prueba de
la Biblia. Los puritanos
no utilizaban el término para referirse a sí mismos, sino que utilizaban
principalmente "santos" como autorreferencia.
Aunque inicialmente era una pequeña secta de
disidentes que se inspiraba en los escritos del reformador religioso Juan Calvino (1509-1564),
el puritanismo se extendió hacia finales del siglo XVI y principios del XVII.
Se oponían al uso del Libro de Oración Común, a la jerarquía de la Iglesia
anglicana (que reflejaba la de la Iglesia católica), al uso del incienso y la
música en los servicios de culto, y a otros aspectos de la liturgia y la
práctica de la Iglesia. Bajo el mandato de la reina Isabel I de Inglaterra (reinó
entre 1558 y 1603) se les dio cabida (en su mayor parte), mientras que bajo su
sucesor Jacobo I de Inglaterra (reinó
entre 1603 y 1625) fueron perseguidos.
La mitad de los pasajeros a bordo del Mayflower, que
fundaron la colonia de Plymouth en Norteamérica en 1620, eran separatistas
puritanos (creían que la Iglesia no podía ser redimida y los verdaderos
creyentes debían separarse de ella) que huían de las persecuciones de Jacobo I.
Muchos de los que colonizarían Nueva Inglaterra en los años siguientes al
establecimiento de la colonia de Plymouth eran también puritanos (pero no
separatistas) que pretendían dejar atrás las prácticas y persecuciones
anglicanas y fundar sus propias colonias en Norteamérica guiadas por sus
creencias religiosas.
El puritanismo en Inglaterra siguió creciendo
y ejerciendo un poder político considerable a mediados del siglo XVII,
influyendo finalmente en dos guerras civiles y en el establecimiento de la
Mancomunidad de Inglaterra (1649-1660) y el Protectorado (1653-1659). El
puritanismo como fuerza política decayó tras la restauración de la monarquía en
1660, mientras que en Norteamérica floreció hasta mediados del siglo XVIII. El
puritanismo influyó en los órganos de gobierno de muchas de las trece colonias
inglesas originales de la costa este de Norteamérica y continuó su influencia
hasta poco antes de la Revolución estadounidense (1775-1783), pero incluso
después continuó influyendo en las normas y costumbres sociales, especialmente
en Nueva Inglaterra, y sigue teniendo un efecto en la cultura de Estados
Unidos, en mayor o menor medida, en la actualidad.
Origen y desarrollo del puritanismo
La Reforma protestante (1517-1648)
rompió la unidad de la Iglesia católica y estableció denominaciones cristianas
en países de toda Europa. Uno de los
primeros reformistas protestantes fue el teólogo suizo Jean Cauvin (conocido en
español como Juan Calvino), que abogaba por una lectura literal de la Biblia
como palabra de Dios y por una
estricta adhesión a las Escrituras a la hora de dirigir la propia vida. El
rey Enrique VIII de Inglaterra (reinó
entre 1509 y 1547) siguió el ejemplo de otros países al rechazar el catolicismo
y establecer la Iglesia anglicana, pero no tenía ningún interés en las
cuestiones teológicas ni en cómo debía organizarse su iglesia, por lo que no
tuvo inconveniente en modelarla estrechamente según el paradigma católico al
que la gente estaba acostumbrada.
Esta decisión ofendió a un pequeño número de
protestantes que esperaban el mismo tipo de ruptura radical con el catolicismo
del que habían oído hablar en otros países, como Alemania, y empezaron a abogar
discretamente por nuevas reformas. Sus compañeros anglicanos los tildaron de
"puritanos" por sus esfuerzos por "purificar" la Iglesia.
El término no era muy halagador y su uso inicial correspondería a llamar a
alguien "estirado" o "mojigato" en la actualidad, porque
los anglicanos consideraban que estos puritanos se oponían innecesariamente a
aspectos del culto que en general se consideraban inofensivos y beneficiosos.
Sin embargo, los puritanos no solo se oponían
a aspectos del culto o de la práctica, sino también a las fiestas -como la
Navidad- y a diversas formas de entretenimiento. Se oponían al popular
pasatiempo de la caza de osos (en el que se soltaba a un perro en un corral
para que atacara a un oso encadenado), a las peleas de perros, a las peleas de
gallos y al teatro. En ciudades como Londres, los teatros estaban situados en
la misma zona que los burdeles y los actores eran considerados personas de
moral relajada y de bajo carácter.
Isabel I y Jacobo I
A Enrique VIII le sucedió su hijo Eduardo VI
de Inglaterra (reinó ente 1547 y 1553), mucho más interesado en los asuntos
religiosos que su padre. Eduardo VI reorganizó la Iglesia anglicana para
alejarla del catolicismo y durante su reinado muchos sacerdotes y teólogos
fueron calvinistas. Le sucedió María I de Inglaterra (también
conocida como "María la Sanguinaria", que reinó entre 1553 y 1558),
que revirtió las reformas de Enrique VIII y Eduardo VI para restaurar el
catolicismo. Persiguió a los disidentes protestantes en lo que se conoció como
las Persecuciones Marianas, quemando a muchos de ellos en la hoguera, y
restauró las propiedades católicas que habían sido confiscadas por Enrique
VIII. Los puritanos que podían permitírselo huyeron del país hacia el
continente y más tarde se les denominó exiliados marianos.
Retratada por Antonio Moro, 1554. Museo del Prado, Madrid
https://es.wikipedia.org/wiki/Mar%C3%ADa_I_de_Inglaterra
Su política fue revertida por su sucesora y
hermanastra Isabel I, que restauró el protestantismo en forma de Iglesia
anglicana con ella misma a la cabeza (como lo habían sido Enrique VIII y
Eduardo VI). El Acuerdo Religioso Isabelino de 1559 creó la entidad
eclesiástica diferenciada de la Iglesia anglicana e hizo concesiones para los
compromisos entre los puritanos calvinistas y otros que no compartían sus
puntos de vista. Sin embargo, los exiliados marianos empezaron a regresar del
continente y se opusieron al Acuerdo y a sus compromisos porque, para ellos,
los esfuerzos protestantes en Francia y Alemania habían ido mucho más lejos en
el distanciamiento del catolicismo y en la creación de iglesias basadas en la
Biblia que se autogobernaban (también conocidas como congregacionales) en las
que los ancianos elegidos hacían la política en lugar de los obispos.
Las tensiones entre la corona y los puritanos
aumentaron, incluso cuando los puritanos o simpatizantes de los puritanos
ocupaban puestos importantes en la Iglesia anglicana, y dieron lugar a redes
clandestinas de puritanos que pretendían desafiar radicalmente la autoridad de
la reina y su iglesia. Este desafío tomó finalmente la forma de una guerra de
panfletos conocida como la Controversia de Marprelate. Un autor puritano
anónimo, que firmaba como Martin Marprelate, publicó entre 1588 y 1589 una
serie de tratados que atacaban a la reina, a la Iglesia y a algunos sacerdotes
y obispos.
Se inició una persecución nacional para
encontrar a Marprelate y, mientras tanto, Isabel hizo que sus propios
escritores publicaran tratados respondiendo a las críticas de Marprelate. Nunca
se encontró a Marprelate, pero sus prensas fueron descubiertas y destruidas al
mismo tiempo que se rompía la red de distribución. La Controversia de
Marprelate tuvo como resultado una mayor reforma y consolidación de la Iglesia
anglicana, así como el establecimiento de leyes que trataban las críticas a la
Iglesia como traición a la monarquía.
Retrato al óleo
de Isabel I, Reina de Inglaterra e Irlanda. La obra titulada "The
Rainbow Portrait of Queen Elizabeth I". La obra, pintada alrededor de los
años 1600 y 1602, se atribuye al pintor Marcus Gheeraerts, un
artista flamenco instalado en la corte de los Tudor.
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/isabel-i-y-era-dorada-inglaterra_7156
Cuando Jacobo I sucedió a Isabel I en 1603,
trató de resolver los conflictos religiosos y convocó la Conferencia de Hampton
Court de 1604, que fue una reunión de teólogos puritanos y obispos anglicanos.
Jacobo I escuchó a ambas partes y rechazó el puritanismo. Los puritanos
utilizaban como escritura la traducción de la Biblia conocida como la Biblia de
Ginebra, influenciada por la teología de Juan Calvino, por lo que Jacobo I encargó
a los principales eruditos de la época que crearan una nueva traducción, la
Biblia del Rey Jacobo, que apoyara sus puntos de vista teológicos y los de la
Iglesia anglicana. También autorizó a los funcionarios de la Iglesia a trabajar
en conjunto con las fuerzas del orden seculares para arrestar, multar,
encarcelar e incluso ejecutar a los disidentes puritanos.
Teología y conflicto
Los puritanos se negaban a comprometer su fe,
pues creían que la Biblia era la palabra de Dios y que había que vivir lo más
cerca posible del modelo de Jesucristo y sus
doce discípulos. Para los puritanos, cualquier aspecto de la observancia
religiosa o del comportamiento personal que no apareciera en la Biblia, o que
al menos pudiera justificarse con ella, no era de Dios y debía rechazarse. La
insistencia de la Iglesia anglicana en mantener la posición de los obispos, en
utilizar el Libro de Oración Común, en permitir que los sacerdotes lleven vestimentas
como los sacerdotes católicos, en quemar incienso durante los servicios de
culto y en permitir la música, contribuyó a convencer a los puritanos de que la
Iglesia estaba corrupta y bajo la influencia de poderes satánicos.
Los puritanos sostenían que no había nada más
importante en la vida que la propia creencia religiosa, que dictaba la forma en
que uno se comportaba en este mundo y le daba a uno la esperanza de la
salvación y la vida eterna en el otro. Su creencia en el pre-determinismo
significaba que no podían saber realmente si estaban "salvados", ya
que eso solo lo sabía Dios, pero podían actuar de forma adecuada a uno de los
elegidos que Dios ya había elegido. Creían en lo que se conoce como Teología de
la Alianza, una relación quid
pro quo entre el individuo y Dios en la que un creyente
actuaba de acuerdo con la voluntad de Dios tal y como se recoge en la Biblia y
Dios recompensaba los esfuerzos del creyente.
Entre sus observancias más importantes estaba
lo que se conoce como sabadismo, la estricta observancia del sábado, durante el
cual Dios debía ser el único centro de atención y no se podía realizar ningún
trabajo ni actividad de ocio. El púlpito se convirtió en el punto central de
los servicios de adoración porque el sermón se consideraba su aspecto más
importante de acuerdo con la advertencia bíblica "Así que la fe viene por
el oír, y el oír por la palabra de Dios" (Romanos 10:17). A los niños se
les educaba en el oficio de su padre para que fueran laboriosos, mientras que a
las niñas se les enseñaba a ser amas de casa, pero se fomentaba la
alfabetización de ambos sexos, ya que se creía que todos debían ser capaces de
leer la Biblia.
La asistencia al teatro, en cualquier
momento, estaba prohibida al igual que los juegos de azar como los dados. El
alcohol estaba permitido, pero la embriaguez estaba muy mal vista. Solo se
fomentaba el sexo dentro del matrimonio, y se esperaba que tanto los maridos
como las esposas fueran capaces de satisfacerse sexualmente. Las mujeres eran
consideradas espiritual y moralmente inferiores a los hombres, ya que estaban
contaminadas por el espíritu de Eva, que había causado la caída del hombre en
el Jardín del Edén, pero
debían ser respetadas y cuidadas como amas de casa y portadoras de hijos.
Este punto de vista teológico no hizo que los
puritanos se sintieran atraídos por Jacobo I ni por la mayoría de los miembros
de la Iglesia anglicana. Los puritanos moderados siguieron sirviendo en la
Iglesia en los primeros años del reinado de Jacobo I, pero los fundamentalistas
formaron sus propias congregaciones y se reunían en secreto, especialmente los
llamados separatistas que creían que había que abandonar la Iglesia anglicana
por completo para salvar el alma. Estas reuniones secretas eran ilegales, y
cuando una congregación era descubierta, sus miembros eran perseguidos.
La gran migración
Los puritanos empezaron a salir
clandestinamente de Inglaterra hacia los Países Bajos, donde había mayor
tolerancia religiosa, y varias congregaciones se establecieron en Ámsterdam.
Una de estas congregaciones, en el pueblo de Scrooby, Inglaterra, fue
descubierta por el arzobispo anglicano Tobias Matthew (1546-1628) en 1607, y
sus miembros fueron arrestados y multados. El grupo estaba dirigido por el
pastor John Robinson (1576-1625), que después decidió seguir el mismo camino
que otros y marcharse a los Países Bajos. Primero se trasladaron a Ámsterdam,
pero al encontrar que la disidencia entre las congregaciones puritanas era
demasiado frecuente allí, se trasladaron a Leiden.
Aunque las prensas y la red de distribución
de los tratados de Marprelate habían sido destruidas, los puritanos siguieron
publicando tratados ilegales, panfletos y octavillas que criticaban a la
Iglesia anglicana. En 1618, uno de los principales miembros de la congregación
de Leiden, William Brewster (1568-1644), publicó un tratado de este tipo y lo
hizo entrar de contrabando en Inglaterra. Jacobo I ordenó el arresto de
Brewster y esto animó a la congregación a trasladarse a otro lugar.
Para entonces, Inglaterra había intentado
establecer colonias en Norteamérica en tres ocasiones, con dos fracasos
(la colonia de Roanoke y
la de Popham) y un éxito (la colonia de Jamestown, en Virginia). Los
separatistas de la congregación de Robinson decidieron establecer la suya
propia, y varios de ellos partieron hacia el Nuevo Mundo a bordo del Mayflower en
1620. Aunque perdieron a la mitad de sus miembros por enfermedad y desnutrición
durante el primer invierno, los supervivientes establecieron la exitosa colonia
de Plymouth, en Massachusetts, y la noticia llegó a Inglaterra en 1622 junto
con el panfleto conocido como Mourt's
Relation, escrito por dos de los colonos, William Bradford (1590-1657)
y Edward Winslow (1595-1655), en el que describían la región en términos
elogiosos y animaban a otros a realizar el viaje.
https://www.worldhistory.org/trans/es/1-19354/puritanos/
El éxito de la colonia de Plymouth condujo a
lo que se conoce como la Gran Migración (o la Migración Puritana) entre
1620-1640, durante la cual más de 20.000 puritanos ingleses emigraron a Nueva
Inglaterra, estableciéndose principalmente en Massachusetts. En 1630, una flota
de barcos con 700 puritanos, bajo el liderazgo de John Winthrop (hacia
1588-1649), llegó y estableció la colonia de la Bahía de Massachusetts,
en torno a Boston. Winthrop creía que esta colonia sería una "ciudad sobre
una colina" (una referencia al pasaje bíblico de Mateo 5:14:
"Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre una colina no
puede esconderse") que atraería a otros y sería un ejemplo de la verdadera
fe cristiana.
Los puritanos en
Norteamérica
Los puritanos habían llegado a Norteamérica
para practicar su culto libremente sin temor a la persecución, pero no les
interesaba la libertad religiosa de los demás. La colonia de la Bahía de
Massachusetts, aunque no era una teocracia, se basaba en las creencias
puritanas y exigía a sus ciudadanos un estricto cumplimiento de la conducta
adecuada (definida por los puritanos). Se consideraba que los nativos
americanos necesitaban urgentemente la salvación, por lo que se enviaron
misioneros para convertir a las tribus vecinas, lo que dio lugar a los llamados
"indios rezadores", que dejaron de ser bienvenidos por su pueblo y
fueron considerados inferiores por los puritanos, por lo que fueron relegados a
una especie de tierra de nadie entre ambos.
Los puritanos perseguían a las personas de
otras religiones, al igual que los puritanos habían sido perseguidos por la Iglesia
anglicana en Inglaterra. Los judíos, los católicos, los anglicanos y otras
sectas cristianas eran considerados condenados al infierno, pero ninguno más
que los cuáqueros. Los cuáqueros inspiraban una persecución especialmente dura
porque creían que una chispa de la luz divina estaba presente en todos y, por
tanto, cada persona era digna de respeto. Esto contradecía la creencia central
de los puritanos en los "elegidos" y en ellos mismos como pueblo
elegido por Dios. La intolerancia de los puritanos y su persecución de los no
puritanos provocó nuevas migraciones de estos grupos (y también de otros
puritanos más tolerantes y abiertos) a las regiones circundantes que se
convirtieron en los estados de Rhode Island, Connecticut, Vermont, New
Hampshire y Maine. Las constituciones originales de algunos de estos estados se
vieron influidas e inspiradas por el documento separatista puritano, el Pacto del Mayflower,
que estableció el gobierno de la Colonia de Plymouth y que luego sirvió de
modelo para otros.
Illustration of
the Mayflower Compact by Linas Garsys/The Washington Times.
https://www.washingtontimes.com/news/2021/nov/24/rough-and-reverent-why-the-mayflower-compact-still/
Los puritanos influyeron en el desarrollo y
la cultura de Estados Unidos de muchas otras maneras. Como los puritanos
rechazaban la Navidad, no se celebró en Estados Unidos hasta 1870. La
alfabetización era un valor primordial porque solo leyendo la Biblia se podía
conocer la voluntad de Dios, por lo que se impulsó la educación pública. Los
puritanos de la colonia de la Bahía de Massachusetts fundaron la Universidad de
Harvard en 1636 para formar al clero, y también fomentaron el conocimiento y la
práctica de la medicina. La estricta observancia del sábado dio lugar a las
llamadas "leyes azules", que restringen ciertas actividades y la
venta de alcohol en domingo.
Los puritanos también fomentaron el racismo y
el sexismo, ya que creían que los africanos, las mujeres y los nativos
americanos tenían una inclinación natural hacia Satanás o, en el caso de las
mujeres, eran demasiado débiles para resistir las tentaciones del diablo. La
persecución de las mujeres a través de los juicios por brujería no se limitó
solo a Salem, Massachusetts, en la década de 1690, sino que se llevó a cabo en
varios estados de Nueva Inglaterra. Los puritanos también se dedicaron al
comercio de esclavos y se beneficiaron de él, vendiendo a los nativos
americanos de la tribu pequot como esclavos al final de las Guerras Pequot de
1636-1638, importando esclavos africanos y vendiendo bacalao salado en masa
para alimentar a los esclavos de Jamestown y los de las Indias Occidentales.
Conclusión
Mientras los puritanos que habían emigrado
desarrollaban América del Norte, los que estaban en Inglaterra seguían
intentando reformar la Iglesia anglicana y conseguir una voz política. Sus
esfuerzos influirían en las Guerras civiles inglesas, en el establecimiento de
la Mancomunidad, en la ejecución de Carlos I de Inglaterra (que
reinó ente 1625 y 1649) y en el ascenso al poder del magistrado y general
puritano Oliver Cromwell (1599-1658), que estableció el Protectorado.
Cuando el Protectorado se derrumbó y la monarquía fue restaurada en 1660, los
puritanos de Inglaterra perdieron su poder político y su ventaja.
En las colonias de América del Norte, las
disputas teológicas entre las congregaciones puritanas, así como la llegada de
personas de otras religiones, diluyeron gradualmente el control puritano sobre
las comunidades a mediados del siglo XVII. Su influencia, sin embargo, sigue
siendo evidente en la cultura de Estados Unidos, especialmente a través del
concepto conocido como excepcionalismo americano (la afirmación de que Estados
Unidos es innatamente superior a otras naciones), que fue promovido tanto por
Bradford como por Winthrop en relación con sus respectivas colonias, promovido
por los Padres Fundadores en el siglo XVIII y popularizado en los siglos XIX y XX.
Desde el siglo XIX, los separatistas puritanos de la colonia de Plymouth han
sido considerados héroes nacionales y, en el XX, la visión idealizada de
Winthrop de su colonia como una brillante "ciudad en una colina" se
aplicó a Estados Unidos en general.
Bibliografía
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World: A Critical Anthology. Princeton
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Philbrick, N. Mayflower: A Story of
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·
What's a Puritan, and
Why Didn't They Stay in Massachusetts? by Walter W. WoodwardAccessed 10 Jan
Mark,
J. J. (2021, enero 12). Puritanos [Puritans].
(A. Cardozo, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-19354/puritanos/
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