domingo, 2 de julio de 2023


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Los Valles Pasiegos en 5 imágenes

Los Valles Pasiegos están formados por tres valles: el Pas, el Miera y el Pisueña. Estos ríos marcan los límites de una de las comarcas turísticas más visitadas de nuestra Cantabria Infinita. Sus verdes prados, su extraordinaria leche, los sobaos y quesadas de la zona o sus vacas, son señas de identidad de un pueblo dedicado durante mucho tiempo a la ganadería y en el que la vida transcurría tranquila en sus famosísimas cabañas. Hoy queremos mostrarte cinco imágenes que identifican claramente a estos valles y que estamos seguros descubrirás por ti mismo, más pronto que tarde.

Como bien sabéis la mayoría de vosotros, los Valles Pasiegos son zona de pastos frescos y pueblos aislados, que han vivido durante siglos con un estilo de vida tradicional, dedicado a la ganadería. Hoy en día, apenas hay ya pasiegos trashumantes, tan sólo queda el recuerdo de su actividad – conocida como la muda pasiega - en las numerosas cabañas de piedra con techos de pizarra, repartidas a lo largo de sus valles. Estas cabañas y ese paisaje son la primera de las señas de identidad de los Valles Pasiegos. Cualquiera de nuestros visitantes y amigos deducen que están en hablando de este entorno cántabro, cuando ven imágenes como la que sigue.



Y es que sus valles verdes plagados de cabañas son la primera y quizá una de las más conocidas señas de identidad. Pero si hay algo que ha viajado por todo el mundo y se ha hecho archiconocido, como producto gastronómico cántabro, son los sobaos y quesadas, cuyo origen y tradición están íntimamente ligados a estos Valles Pasiegos. La fama de los pasiegos como excelentes comerciantes está atestiguada en documentos desde el S.XVI donde se constata que las mujeres recorrían los mercados cargadas de estas excelencias gastronómicas.



La base tanto del sobao como de la quesada es, sin duda, la leche, pero también el pan, ese pan pasiego que tenía una particular técnica de cocción a la que tradicionalmente se entregaban las mujeres. Cuando el consumidor de hoy en día degusta estos productos, en cierto modo, está reviviendo las características del hogar pasiego. El sabor a humo del horno, las delicias de la mantequilla casera, el gusto de los huevos de gallinas bien libres o el sabor seco del trigo, perfectamente seleccionado para lograr estas exquisiteces. Toda una delicia para el paladar y una buena manera de saborear lo más genuino del sabor de nuestra Cantabria Infinita.

Pero como no solo de pan vive el hombre, sino que también la cultura logra llenar el alma de nuestros visitantes y amigos, no podemos mostrar imágenes que definan los Valles Pasiegos y no incluir sus cuatro cuevas Patrimonio de la HumanidadEl CastilloMonedasChimeneas y La Pasiega son las cuatro cavidades que la UNESCO ha declarado patrimonio de la humanidad. Todas ellas se encuentran en el Monte Castillo de Puente Viesgo y pueden visitarse todos menos La Pasiega.



Estas cuatro cuevas presentan una gran diversidad de arte rupestre del Paleolítico Superior, uno de los más amplios de Cantabria, con gran cantidad de figuras de animales y un gran número de signos. Su valor es excepcional y las imágenes de manos de la cueva del Castillo o la del caballo de la Cueva de Monedas son muy conocidas, y una clara seña de identidad de los Valles Pasiegos. ¿Las reconoces?

 


Otra de las imágenes que nuestros visitantes asocian perfectamente a los Valles Pasiegos es la escultura del hombre pez junto al puente romano de Liérganes, sobre el rio Miera. Es importante aclarar que el puente se llama romano pero no lo es, para que nadie se decepcione al verlo. Y es que otra de las fotos habituales en los Valles Pasiegos es en sus pueblos, especialmente en Liérganes, ya que ha sido declarado uno de los pueblos más bonitos de España.

 

LIÉRGANES



Capital del municipio del mismo nombre, su conjunto urbano, declarado de interés histórico-artístico nacional en 1978, concentra una valiosa arquitectura clasicista de los siglos XVII y XVIII, fruto del auge económico que la fábrica de artillería propició en ese período en la comarca.

El núcleo urbano está asentado a los pies de dos pequeñas elevaciones: Marimón y Cotillamón (conocidas popularmente como "Las Tetas de Liérganes" por su parecido antropomorfo).

Liérganes y su historia están ligados a la leyenda del Hombre-Pez, que como todas las leyendas tiene algo de real (su protagonista, Francisco de la Vega) y algo de ficción (su variado final). Francisco de la Vega nació en la localidad en 1660 y, tras arrojarse al río Miera, desapareció en el Cantábrico. Cuentan que fue localizado años después, perdida la razón y el habla, en la bahía de Cádiz.

Innegable es también la dualidad existente entre Liérganes y su balneario que, rodeado de una magnífica finca con arbolado de gran porte, le confiere un aire decimonónico característico.



La parte vieja de Liérganes (El Mercadillo) es conjunto histórico-artístico e incluye, además de las casonas populares, el Palacio de Rañada o Cuesta-Mercadillo, la iglesia de San Sebastián, la parroquial de San Pedro Ad Víncula, las casas de los Setién y los Cañones, las capillas del Humilladero y el Carmen y el puente nuevo. A pesar de la indudable relevancia de este conjunto, el monumento más importante del municipio es el museo-palacio de Elsedo, en Pámanes.


Podemos destacar también, ya en otras localidades, la Cruz de Rubalcaba o el palacio de San Jorge, en Tarriba.




La gastronomía de Liérganes conquista por sus exquisitas carnes y pescados de río, así como por sus reconocidos quesos frescos y de nata y su famosa repostería a base de "sacristanes" o el chocolate con churros.





El palacio y museo de Elsedoubicado en Pámanes, es una de las joyas arquitectónicas de la geografía regional. Declarado monumento histórico-artístico, el palacio data del siglo XVIII y su promotor fue Francisco de Hermosa y Revilla, primer conde de Torre Hermosa. Se asienta en varios cuerpos independientes entre los que destaca la capilla de severa ornamentación barroca y la torre octogonal, muestra única en Cantabria tanto por su finalidad no defensiva, como por tu tipología.


El palacio, fue adquirido por un matrimonio austríaco que dedicó gran parte de su fortuna a restaurarlo. En la actualidad, es propiedad de la familia de empresarios cántabros Santos Díez y alberga el museo de arte contemporáneo en el que pueden admirarse esculturas de Eduardo Chillida, Jorge de Oteiza, Pablo Serrano, Miguel Berrocal, Ramón Muriedas, José Clará… Además, Elsedo reúne una importante muestra de la pintura de nuestro siglo, entre la que se distinguen los valores más sobresalientes de la región: Pancho Cossío, Gutiérrez Solana, María Blanchard, Casimiro Sainz, Quirós, Raba, y otros como Sunyer, Redondela, Zabaleta…

  

No obstante, Liérganes no es la única localidad pasiega que debes visitar, las conocidas como las tres villas pasiegas, Vega de PasSan Pedro del Romeral San Roque de Riomiera, concentran la historia, la tradición y las auténticas costumbres de la zona, lo que atrae a muchos de los visitantes a los Valles Pasiegos. A estas villas se unen Selaya y su excepcional conjunto arquitectónico de origen medieval y Villacarriedo, que alberga una de las mayores joyas arquitectónicas barrocas de la región, el palacio de Soñanes, convertido hoy en día en un establecimiento hotelero.



No podemos terminar este post sin hacer referencia al origen de casi todo en los Valles Pasiegos y entorno a la que la economía tradicional pasiega ha girado: la vaca lechera. La vaca de raza pasiega, de lazada pequeña, esqueleto y formas finas, capa color avellana, sin ser un dechado de productividad, ofrecía una leche de excelentes principios grasos, y estuvo en el origen del ajetreo comercial de los pasiegos con quesos y mantequillas de excelente calidad. Este hecho convierte a la vaca pasiega, en otra de las señas de identidad de estos valles, aunque en la actualidad, y desde que en el siglo XX se instalara la Nestlé en el valle de Pisueña, el modelo ganadero cambió totalmente. Este hecho favoreció la implantación, en estos valles, de una vaca de mayor productividad diaria, la frisona holandesa, que logró una adecuada adaptación al clima y los pastos pasiegos, y la convirtió en la nueva habitante de la comarca.

 

VEGA DE PAS







Situado al sureste de Cantabria, en el límite con Burgos, Vega de Pas es una de las tres villas pasiegas, constituida en la época medieval. De aquí descienden cántabros ilustres como Marcelino Menéndez Pelayo, el marqués de Valdecilla y Gerardo Diego. De esta tierra fueron también muchas de las amas de cría de la Corte española durante siglos.

El "pasiego" es el más claro prototipo de los habitantes de Cantabria. Posee una personalidad muy singular, basada en una enorme vinculación con su tierra. Es individualista, desconfiado y buen comerciante.


El "cuévano" es sin duda su principal signo de identidad y ocupa un lugar predominante en la peculiar vida pasiega. Lo mismo que las típicas "cabañas", construcciones rústicas con tejado de pizarra, mitad casa y mitad cuadra para el ganado, que son utilizadas temporalmente para la "muda". Así denominan los pasiegos al continuo cambio de cabaña en que viven en busca de los mejores pastos para su ganado.


Entre sus costumbres lúdicas sobresalen el "salto pasiego", una especie de salto con pértiga, y los bolos.


Sus monumentos más significativos son la iglesia parroquial (XVII) y el sanatorio del Doctor Madrazo, de principios del XIX y obra singular en su época. La plaza de Vega de Pas concentra también una gran belleza arquitectónoca por sus casonas montañesas con balconadas.


El sobao y la quesada, los dulces autóctonos de Cantabria por excelencia, logran en este municipio su máxima exquisitez. Los pasiegos conservan las recetas caseras con el más riguroso celo y sólo las transmiten de generación en generación. Son igualmente extraordinarios su mantequilla casera y los quesucos pasiegos.


Vega de Pas, junto a San Pedro del Romeral y San Roque de Riomiera, conforma el conjunto denominado las "tres villas pasiegas".

Lo realmente significativo de esta aldea es su arquitectura rural, concretada en la cabaña pasiega, cuya influencia queda patente en su tradicional modo de vida. Se trata de una sencilla construcción de piedra utilizada por el pasiego en su particular vida trashumante en busca de los mejores pastos para el ganado.

Su repostería artesanal basada en la fabricación de los típicos sobaos y quesadas (con mantequilla pasiega) goza de reconocido prestigio en toda la geografía española y ocupa a gran parte de su población. A la entrada del pueblo se encuentra un interesante museo etnográfico dedicado a las villas pasiegas, cuya visita recomendamos.

 

SAN PEDRO DEL ROMERAL

Es una de las tres villas pasiegas, con su territorio establecido en los lluviosos y altos valles del Pas. Fue tierra de realengo durante toda la Edad Moderna y recibió en 1689 el privilegio de concesión de villa.



https://www.turismodeobservacion.com/foto/san-pedro-del-romeral-vega-de-pas/45156/


Como en el resto de la comarca pasiega, en San Pedro del Romeral perviven 
costumbres ancestrales. Sus habitantes aún realizan los cambios de cabaña (conocidos por "mudas"), ayudándose de los cuévanos, en cuya elaboración con varas de avellano existe una verdadera tradición artesanal. Cambian de lugar de residencia en función de las necesidades del ganado.


"Las Marzas" (29 de mayo) y "El Rosario" (7 de octubre) son junto a San Pedro (29 de junio) sus 
fiestas más populares.


El paisaje, salpicado de multitud de 
típicas cabañas pasiegas, constituye su principal atractivo. El espíritu pasiego marca las costumbres de su población, cuyas tradiciones a menudo chocan al visitante por su carácter primitivo.

 

SAN ROQUE DE RIOMIERA




Es una de las tres villas pasiegas. Zona eminentemente ganadera, con gran riqueza de pastos, al pie del Portillo de Lunada. Ofrece bellísimos parajes que en invierno, por su altitud, registran nevadas copiosas. La dispersión de la población es muy típica en esta comarca.


Aunque el paisaje y los poblamientos rurales son sin duda su principal atributo, 
San Roque de Riomiera cuenta también con algunas manifestaciones artísticas como la iglesia parroquial de La Pedrosa, edificada en el siglo XVII aunque con abundantes reformas posteriores. La imaginería fue destruida durante la Guerra Civil. El retablo mayor es de mediados del XVIII y fue traído de Burgos.


Podemos mencionar también la
 ermita de Los Desamparados, en Morilla, una edificación popular del siglo XVII.


En 
gastronomía, San Roque de Riomiera sobresale por sus excelentes carnes de vacuno y cordero.

 



SELAYA

De origen medieval, formó con sus barrios de Campillo, Pisueña y Bustantegua uno de los cuatro municipios en que se escindió el viejo Valle de Carriedo en torno al año 1000. Su territorio configuró los señoríos de Lara y Castañeda, aunque fue la Casa de la Vega la que ejerció mayor influencia.


El conjunto urbano de Selaya es en lo que al arte se refiere su principal patrimonio. Se trata de una agrupación de casonas y casas populares, iglesias y ermitas, construidas todas ellas entre los siglos XV y XIX. En Selaya se encuentra además un "rollo heráldico" del siglo XVIII, con armas de Miera, Sámano y otros nobles. Fue incoado como Bien de Interés Cultural en 1980.


El Santuario de Nuestra Señora de Valvanuz es otro de los monumentos más significados de Selaya. Data del siglo XVII y cuenta con una ermita sencilla que guarda en su interior la imagen gótica de la Virgen de Valvanuz, patrona del Valle de Carriedo, a la que los pasiegos profesan gran devoción, como se pone de manifiesto año a año en la fiesta popular del 15 de agosto.

https://twitter.com/javiernoriegago/status/1051082031826984960


En Selaya se celebran también fiestas por San Juan (24 de junio), San Roque (16 de agosto) y Nuestra Señora de Septiembre (8 de septiembre).


Este municipio goza de gran tradición en la fabricación artesana de los dulces más típicos de Cantabria: los sobaos y las quesadas pasiegas.

 

VILLA CARRIEDO

Casi en el centro geográfico del valle de Carriedo se encuentra este municipio, por el que discurre el río Pisueña. Sus primerios poblamientos se establecieron con anterioridad al año 1000 y formaron parte del señorío de los Manrique, los Castañeda y la casa de la Vega. Durante la Edad Moderna se desarrolló en Villacarriedo una importante cofradía de correos a caballo del rey.


Entre los personajes ilustres de este valle sobresale Juan Antonio Díaz de Arce, intendente general del reino de Aragón, consejero del rey y caballero de Santiago, quien mandó construir a un arquitecto italiano la más expectacular obra barroca de Cantabria, el palacio de Soñanes (s. XVIII)


En el valle de Carriedo, resaltan por su verdor hermosas laderas y praderías.







Villacarriedo, como capital del valle de Carriedo reúne la mejor dotación comercial y de servicios de la zona.

Los carredanos, como se conoce a los habitantes del lugar, disfrutan de una rica vega, siendo el prado el elemento dominante dentro de una población vegetal de alisosrobles y hayas.

En Villacarriedo se encuentra el palacio barroco de Soñanes, el ejemplo más valioso de este estilo arquitectónico en la región. Edificado en el siglo XVIII, el palacio presenta dos impresionantes fachadas, profusamente decoradas, y en su interior se guarda una monumental escalera. Todo ello dentro de una gran finca con rico arbolado. Junto al palacio, muy representativo en Villacarriedo, el colegio de los escolapios, que ha funcionado de forma ininterrumpida desde su fundación en 1746. En este centro se formaron importantes personajes de Cantabria.

 




https://turismodecantabria.com/comunidad-viajera/miradas-de-cantabria/257-los-valles-pasiegos-en-5-imagenes



























































 

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