El hiperrealismo en la pintura
figurativa.
El hiperrealismo es
un género de pintura y escultura que se asemeja a la fotografía y es
considerado una evolución del fotorrealismo. El término se aplica a un
movimiento y estilo de arte independiente que surgió en Estados Unidos y Europa
a finales de 1960 y a principios de 1970.
Este estilo ha conseguido su mayor desarrollo
dentro del ámbito de la pintura figurativa o arte representacional,
que es aquel que, al contrario que el arte abstracto, se
define por la representación de figuras, entendiendo estas
como objetos identificables mediante imágenes reconocibles.
El retrato pictórico y el
paisaje son los dos géneros más significativos de la pintura figurativa. Ambos
forman parte de la Historia del Arte y han sido decisivos para la
evolución de la pintura. En el caso del Retrato pictórico es un género muy
ligado al encargo y al hiperrealismo.
Actualmente son muchos
los artistas que hacen retratos por encargo, como en https://retratosdeencargo.com/ en
sustitución de retratos fotográficos y artistas estadounidenses contemporáneos,
como Andy
Warhol, Alex Katz y Chuck Close, hicieron del rostro humano un punto focal de su obra.
Alyssa Monks es una artista especializada en
retratos hiperrealistas al óleo de gran formato. Su representación de la figura
es fotográfica pero difumina y fusiona capas para crear una sensación inmersiva
y de intimidad.
El hiperrealismo se basa casi,
exclusivamente, en el virtuosismo que nació a finales de los años 60 y está
relacionado con la perfección técnica, definición y gusto por el detalle
extremo que acrecienta el realismo de lo representado. Tanto el virtuosismo
como el gusto por el detalle, característicos en tiempos atrás, del arte
barroco, conceden al hiperrealismo un tono academicista.
El movimiento
del Fotorrealismo fue el claro precursor del hiperrealismo, aunque
también se considera una variante. En la década de 1920, en Estados
Unidos, los pintores del precisionismo o realismo cubista ya
trabajaron con la ayuda de fotografías, como en el caso de Charles
Sheeler, pintor y fotógrafo a la vez.
Charles Sheeler unió la
composición cubista y la estética futurista para desarrollar su
estilo pictórico basado en un gran detallismo y precisión y que, a su vez,
había recibido la influencia de
Cézanne, Matisse, Picasso y Braque.
Skyscrapers,
pintura de 1922. Charles Sheeler
Los fotorrealistas nunca llegaron a
constituirse como grupo, pero si protagonizaron varias exposiciones que los
presentaron como un estilo y grupo en Nueva York a mediados de los sesenta.
En esa
época la abstracción era la tendencia dominante y el realismo estaba mal visto.
Se consideraba un arte que copiaba de fotografías o de la realidad, realizaba
retratos y copias de obras de arte.
En la
web https://retratosdeencargo.com/reproducciones-de-cuadros/ podéis
encontrar réplicas, copias y reproducciones de cuadros al óleo por encargo.
Sin embargo, artistas como Chuck Close o Richard
Estes desarrollaron técnicas muy novedosas que
representaban la realidad con resultados realmente asombrosos.
Cabinas telefónicas. La luz de sus lienzos, por el
contrario, busca los momentos más brillantes del día y se encuentra,
especialmente, atraído por las superficies metálicas, los cristales y los
espejos.
Richard Estes es muy conocido por sus
cuadros de escaparates y escenas urbanas. Pero no sólo se ve el escaparate,
sino todo lo que hay dentro del recinto. Manhattan se convirtió en su tema
preferido y aunque admiraba profundamente a Edward Hopper, sus paisajes urbanos
se distanciaron de los de éste, al evitar las escenas nocturnas y elemento
emocional.
Chuck Close se apartó del retrato
tradicional y ha trabajado grandes formatos, siempre, a partir de la fotografía.
Utilizando un sistema de mallas, coloca una sobre la fotografía y otra sobre el
lienzo, copiando celda a celda. Este artista pinta de manera mecánica e
impersonal dando una sensación de realidad total.
Las obras de los fotorrealistas no tienen huellas
de pinceladas y los cuadros se cubren con una fina capa de pintura aplicada con
pistola y siendo raspada, para que no quede ninguna imperfección ni relieve. Si
a esta técnica, le sumamos la exactitud en los detalles y la falta de otros
elementos narrativos, estamos ante una obra que puede ser confundida con una
fotografía.
Sin embargo, el
hiperrealismo contrasta con el enfoque literal encontrado en las pinturas
fotorrealistas tradicionales de finales del siglo xx. Los pintores y
escultores hiperrealistas utilizan imágenes fotográficas como fuente de
referencia para crear una representación detallada como el fotorrealismo, pero
con un enfoque más suave y más complejo.
Antonio López.
Gran Vía. Sus cuadros se desarrollan a lo largo de varios años con una
realización lenta y meditada. El pintor busca entre la realidad que lo rodea
aquellos aspectos cotidianos que él recoge con un tratamiento pleno de detalle,
rozando lo fotográfico.
El hiperrealismo, basado en la noción filosófica de la
hiperrealidad, desarrollada en el siglo XX, afirma que el cerebro humano no
distingue entre realidad y ficción. Si aplicamos al arte este concepto, el
realismo de una obra es más convincente que el mundo objetivo representado en
una fotografía.
Tras la invención de la
fotografía, el arte se convirtió para muchos como una manera de desapegarse un
poco de la realidad. Pero si vemos la definición del diccionario, si una
persona logra transmitir emociones a través de su trabajo, en teoría eso lo
convierte en arte. […] En el hiperrealismo, al igual que en la fotografía, se
captura un momento. Si ese momento tiene un mensaje implícito, sin duda es
arte.”
Bob Lansroth.
Las pinturas y
esculturas del hiperrealismo detallan meticulosamente las texturas, las
superficies, las luces y sombras y hacen visible lo que no suele verse en la
foto original que toman como modelo. Además al ocultar cualquier resto del
proceso llevado a cabo la sensación es estar delante de una obra con vida
propia.
Dawn (1989). Enrique Sobisch llegó al
hiperrealismo después de atravesar varios estilos. No se detuvo en lo
accesorio. Realizó una pintura de primeros planos, donde capta al hombre como
forma casi excluyente. Colores intensos, donde no se advierte la pincelada,
acentúan la fuerza de una propuesta sin efectismos.
Por
esta razón, el hiperrealismo siempre se ha apartado de otros movimientos que no
trataban de ocultar sus procedimientos, como el Impresionismo, el
Postimpresionismo y el expresionismo abstracto.
El hiperrealismo actual se fundó a partir de
la estética del fotorrealismo. El pintor estadounidense Denis Peterson utilizó
por primera vez el término hiperrealismo para aplicarlo al nuevo movimiento y
su grupo de artistas.
Not Again.
Denis Peterson. Esta
considerado el padre de este movimiento artístico, que abarca la pintura y la
escultura.
En el caso español, algunas de las
figuras más relevantes del hiperrealismo serían los pintores Antonio
López, Eduardo Naranjo o Gregorio Palomo.
Los temas que trata el arte hiperrealista son variados.
En muchas ocasiones aparece la figura humana en un retrato o escenas, paisajes
urbanos, bodegones, representación de objetos cotidianos, escenas de la
naturaleza y reproducciones de obras de arte.
Luis Toruriño,
es un artista español especializado en la realización de retratos
hiperrealistas, copias y reproducciones de obras con la técnica de la
pintura al óleo. Más información en https://retratosdeencargo.com/precios/
Algunos pintores usan la fotografía para
la elaboración de sus obras, proyección de diapositivas o la simple observación
de la realidad. Pero todos utilizan el
claroscuro, mezcla de colores y un estudio muy pormenorizado de la luz sobre
los objetos. Hablamos de técnicas pictóricas tradicionales
de la pintura, siendo el óleo y la pintura acrílica la más común.
En el mercado del arte contemporáneo, Claudio Bravo es
una de las figuras más consolidadas y cotizadas. Sus dibujos han logrado
reinventar el hiperrealismo, dándole una condición casi metafísica.
The fortune-teller. Claudio Bravo. 1981
Kit King es una
artista actual que congela momentos en sus obras a través de sus pinceles. La
finalidad de su obra es hacer una copia fidedigna de algo que existe y hacerlo
ver como real.
La obra de Kit King plasma retratos que hablan de
sentimientos, tanto positivos y negativos, que ocurren en la vida de cualquier
ser humano.
El hiperrealismo, fotografía o pintura. Fotografía
parece, pero no lo es.
Ron Mueck: Máscara II. Es un escultor del
movimiento hiperrealista. A través de sus obras de grandes proporciones,
este artista quiere crear un vínculo con sus espectadores recreando, al máximo,
los detalles de la piel, desde las expresiones hasta la propia pigmentación.
Actualmente e
impulsado por una nueva generación de pintores con mucho talento, este
movimiento forma parte activa del arte contemporáneo. Sus exposiciones y obras
están en galerías y museos de todo el mundo, despertando admiración y asombro.
https://arteyalgomas.com/2023/08/11/el-hiperrealismo-en-la-pintura-figurativa/
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