miércoles, 23 de agosto de 2023

 

GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 1936 - 1939


     El presente ensayo, trata un tema un poco complicado quizá, pues la guerra civil española debe su origen a circunstancias específicamente españolas, trataré de poner como fue vista en España. Hay una pregunta que forzosamente debe constituir una parte principal en los recuerdos de todos porque era crucial para comprender aquel período. ¿Si el mantenimiento del orden público fue un problema, entonces esto fue causa de desestabilización? Desde el triunfo de la República, el país había vivido un deterioro de la convivencia social entre españoles, los enfrentamientos entre sectores ideológicos, clases sociales y partidos, se radicalizan con el tiempo. La moderación deja paso al extremismo y radicalización. Esta radicalidad se manifiesta tanto en la derecha como en la izquierda, dentro del PSOE el sector más influyente es el de Largo Caballero que es conocido con el apelativo de “El Lenin Español” y aboga sin tapujos por una República Socialista; con él estarán la UGT, las juventudes socialistas y la Federación Socialista Madrileña (FSM).

    En la derecha ocurre lo mismo, en la CEDA triunfan las opciones proclives al fascismo, los sectores de extrema derecha contrarios a la constitución de 1931 y la República. El papel de Gil Robles como político moderado se diluye y el protagonismo pasa a José Calvo Sotelo, diputado monárquico que abiertamente propone la destrucción del sistema republicano. Falange Española y de las Jons, hasta ahora un partido de poca importancia, comienza a crecer y experimentar un aumento de afiliados; las juventudes de la CEDA se afilian y engrosan el partido, así como sus unidades paramilitares. Las escuadras falangistas que se enfrentan abiertamente con la JSU convierten la calle en un escenario de lucha, y aunque la Falange es ilegalizada, sus milicias seguirán actuando.

    Los Carlistas o Requetés también organizan sus propias milicias y cooperan al desorden. Así, la República se ve desbordada, y el orden público es un problema difícil de resolver y esto favorece los intereses golpistas de la extrema derecha.

La causa primaria de esta guerra civil hay que buscarla en la marcada polarización de la vida y la política españolas que se había profundizado en las décadas precedentes y muy especialmente en la negativa de la alta burguesía industrial y terrateniente, las castas militares y la jerarquía católica a perder parte de sus privilegios en favor de las clases trabajadoras, pérdida de privilegios producida por la política de reformas sociales emprendida por los gobiernos republicanos de centro e izquierda. Desde este punto de vista, la guerra civil fue inevitable dado que la derecha interpretó la pérdida de privilegios como persecución. Así se inició una guerra que tenía como objeto principal devolver el poder real y los privilegios a las clases que los estaban perdiendo, eliminando a todos los elementos que pudieran siquiera pensar de otra manera, sólo así se explica la represión discriminada contra los obreros, campesinos e intelectuales que tenía lugar desde el mismo momento en que las tropas rebeldes entraban en cualquier pueblo o ciudad.

 

ALZAMIENTO NACIONAL, SUBLEVACIÓN CONTRA EL GOBIERNO

     El denominado alzamiento nacional se produce inicialmente en territorio marroquí el día 17 de julio de 1936 y en concreto en la ciudad de Melilla. Dos días después de haber conseguido que Canarias quedara controlada por los sublevados, Franco llega a Marruecos en un avión inglés alquilado por la derecha monárquica para hacerse cargo del norte de África. En la península en estos días, 16 al 20, se producen alzamientos de guarniciones militares. El éxito de estos alzamientos va a depender de numerosos factores como la decisión de los mandos militares, de la división que haya entre ellos, de la reacción del propio  gobierno o de sus fuerzas de orden público, de la existencia de organizaciones obreras, etc.

    De hecho el alzamiento no cumple el objetivo fundamental que es hacerse con el poder y acabar con el gobierno republicano, pero tampoco el gobierno es capaz de poner orden, ya que en numerosos lugares los militares se hacen con el poder. El resultado a finales de julio es una España dividida, una controlada por los militares (España Nacional) y otra controlada por la República (España Republicana).

     “Por la carretera de Extremadura, se establecieron dos tabores de artillería y descargaron todo su poder. Una de las calles emblemáticas que sintieron el silbido y roce del viento causado por los obuses, fue la calle Segovia, que nace en el Paseo de la Virgen del Puerto, desde el río Manzanares y sube hasta las cercanías de la Catedral de San Isidro, lugar de mi casa y de mi familia, el n° 20, mi tío contaba esto; las aceras fueron tapiadas, la gente andaba, como todos los días por ellas, mientras escuchaban el silbido de los obuses y su impacto en algunas casas, por la noche, se establecía el toque de queda, y siempre las casas se quedaban a oscuras, por los francotiradores, fueron momentos de tensión y miedo” 1

     El 6 de noviembre el Gobierno se trasladó a Valencia, pero una junta de defensa, que utilizaba lo mejor de la milicia movilizó a la población y a las milicias. El 7 y 8 de noviembre fracasa el “Plan Varela que preveía que los defensores en combate estarían al sur de la ciudad en los Puentes de Toledo y Segovia y que debería atacar con fuerza la Casa de Campo y la ciudad Universitaria. El día 8 desfilaron por Madrid para incorporarse al frente, las primeras unidades de las Brigadas Internacionales, estos voluntarios de la libertad se batieron con tanta fe que el efecto psicológico fue considerable en un enfrentamiento en que los valores simbólicos desempeñaron un gran papel. 2

    Como dato, un mexicano de renombre David Alfaro Siqueiros, llegó a España en marzo de 1937, para incorporarse a las filas del Ejército Popular. Al contrario de lo que pudiera pensarse de un revolucionario que entra en un país extranjero para combatir por la causa, su ingreso en las fuerzas militares del bando republicano fue lo menos idealista que pueda imaginarse. Según documentos hallados en el archivo militar de Ávila, Siqueiros formalizó su adhesión al Ejército Popular a través de un contrato burocrático, firmado el 20 de marzo de 1937 con el Ministerio de Guerra, que le reconocía el grado de teniente coronel. 3

    La ayuda soviética, muy acogida con entusiasmo popular, fue en la aparición de un avión caza (Moscas) contra los bombarderos Heinkel y apoyo a los soldados de infantería, de tanquistas experimentados, españoles “dinamiteros” y pastores armados con ondas. Una tentativa de contraataque por el flanco en el Cerro de los Ángeles a cargo de la XII Brigada Internacional acabó en desastre. Los marroquíes establecieron una cabeza de puente sobre el Manzanares y ocuparon una parte de la Ciudad Universitaria. Poco entrenada, la columna Durruti de la que su jefe había querido hacer el símbolo de la ayuda de los anarquistas catalanes a Madrid cedió terreno. En el Puente de los Franceses alrededor del Palacio de la Moncloa, de la casa de Velázquez, del Hospital Clínico, los combates, a veces son cuerpo a cuerpo.   

El 23 de noviembre Franco renunciaba a tomar Madrid, previó una guerra larga, organizó la movilización en su zona, la formación de mandos por instructores alemanes, el entrenamiento de soldados, con mandos italianos. A principios de 1937, disponía de medio millón de hombres, quizá dos veces más que sus adversarios. Madrid, mientras se fortificaba, un cuerpo de ingenieros nacía gracias a los sindicatos de la construcción, había también una retaguardia de 1 millón de civiles con problemas de provisiones, bajo los horrores de los bombardeos, de las amenazas de la “quinta columna”, pero sin doblegarse.

Si la liberación del Alcázar de Toledo fue para los sublevados una victoria psicológica, la resistencia de Madrid compensó el efecto. Se convirtió en el “símbolo mundial de la lucha contra el fascismo”.

No pasarán”. Durante la Guerra Civil, con las borlas de los soldados franquistas asomando ya por las trincheras de la Ciudad Universitaria, la propaganda republicana empapeló Madrid con esta célebre consigna. Los rebeldes pasaron, pero el lema sobrevivió a la toma de la capital de España. 4

 

BRIGADAS INTERNACIONALES  - LA BATALLA DE GUADALAJARA

    Ambos bandos reclamaron apoyo de partidos políticos de otras potencias extranjeras. La primera fase de urgencia (julio-agosto de 1936) llevó, por un lado al gabinete presidido por Giral a solicitar el auxilio del gobierno del Frente Popular francés (presidido por León Blum) y, por el otro, a los rebeldes a concretar el inicial apoyo prestado por Italia (presidida por Benito Mussolini) y Alemania (con Adolfo Hitler).

    El Frente Popular español contó con el apoyo de Francia y de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Sin embargo, el temor del gobierno francés a crear una situación conflictiva en todo el continente frenó su ayuda y se acogió a la política de no intervención que, propugnada por el gobierno británico, acabaría aplicando la Sociedad de Naciones. La URSS, gobernada por Iósiv Stalin, tras comprobar la participación activa y directa de italianos y alemanes, rechazó la política de no intervención, su apoyo resultó fundamental en blindados, aviones y equipos de asesores militares. En tanto, que los rebeldes recibieron aviones, armamento y combatientes de Italia y Alemania (ejemplo la Legión Cóndor), así como la ayuda de los voluntarios portugueses, enviados por el gobierno de Antonio de Oliveira Salazar.

    Entre los auxilios recibidos por el gobierno republicano la III Internacional, creó un comité internacional para organizar a sus miembros, que contó con la participación de los dirigentes comunistas Palmiro Togliatti y Joseph Broz (Tito). El centro de reclutamiento estuvo en París y entre sus gestores cobró relieve el dirigente comunista francés André Marty. Los primeros brigadistas llegaron al puerto español de Alicante en octubre de 1936 para continuar hasta Albacete, en donde se formo la XI Brigada, que pronto participó en la batalla de Madrid y Guadalajara.

    En septiembre de 1936 nació en Londres el Comité de No Intervención, integrado por los embajadores residentes en la capital británica con el objeto de reducir el conflicto al ámbito nacional. Sin embargo, a la vista de las numerosas violaciones del compromiso, las medidas adoptadas por el Comité no resultaron efectivas y, desde luego,  no impidieron que las potencias extranjeras apostaran por uno u otro contendiente, si bien la mayor beneficiada de la actitud de las democracias occidentales acabó siendo la causa franquista, auxiliada de forma reiterada por las potencias del Eje.

En marzo, tuvo lugar esta ofensiva; se conoce con el nombre de “batalla de Guadalajara”, su objetivo era esta ciudad, a 60 Km. al nordeste de Madrid. Una columna –Gral. Moscardó- debía llegar de Spria, otra la principal, italiana: cuatro divisiones a las órdenes del Gral. Roatta. Tomaba como eje la carretera de Francia, por Zaragoza, y anunciaba una operación Blitzkrieg: carros italianos Fiat L-3/35, así como los alemanes "Krupp Panzerkamfwagen", modelos todos de entre 1933 y 1935, cazas italianos Fiat CR 32 y los alemanes Heinkel 46, Heinkel 51 y Junker 52 (adaptados como bombarderos), arrolló y sobrepasó Trijueque y Brihuega, con cierto desorden, por el mal tiempo. El IV cuerpo de ejército republicano, formado con brigadas agotadas no parecía estar preparado para organizar más que una defensa, pero contraatacó, apoyado por carros de combate Pavlov, aviación “Hidalgo de Cisneros” y la colaboración de Enrique Líster con brigadas españolas e internacionales “Khale, Ludwig Rem”.

    Por lo que se refiere al apoyo soviético, la financiación de los suministros bélicos entregados al gobierno republicano se relacionó con las reservas del Banco de España. Dos terceras partes del oro guardado en el banco nacional salieron hacia Moscú, en concepto de depósito primero, y como pago por aquellos suministros posteriormente. El famoso “oro de Moscú” sería un asunto controvertido y utilizado como propaganda por el gobierno franquista. Mientras éste recibió a crédito suministros alemanes e italianos, que fueron abonados en parte después de finalizar la guerra, el gobierno republicano agotó las reservas para pagar la ayuda soviética. 5

     Las ilusiones del Gral. Roatta venían de su éxito del mes anterior: “La toma de Málaga”, una operación combinada de estas fuerzas con la columna Roatta barrió y tomó Málaga -3-10 de febrero del 37-, de hecho la resistencia republicana fue muy débil por esta zona, con milicias desorganizadas y el coronel Villalba que no tenía ni medios, ni la moral, ni quizá el deseo para ganar. Esta pérdida produjo una desavenencia entre el Gral. Asensio y los organizadores comunistas del frente de Madrid, Asensio y Villalba fueron sancionados.

 

CAÍDA DEL PAÍS VASCO Y ASTURIAS (BRUNETE-BELCHITE)

    Si Franco renunciaba a Madrid, era lógico que se volvieran hacia el norte, los elementos de resistencia allí situados tenían un valor simbólico: Asturias como núcleo revolucionario, el País Vasco por su nacionalismo.

Como estos dos elementos no se confundían ideológicamente y como Santander los separaba, el norte republicano estaba muy mermado, porque toda Guipúzcoa –hasta Ondárroa- había sido ocupada después de la toma de Irún. En la parte occidental todo había girado alrededor de Oviedo, refugio del coronel Aranda, asediado al principio, liberado después y convertido en amenaza para Gijón. Militarmente se emprendió el ataque al este y se confió a los Carlistas navarros apoyados por una división italiana y por la Legión Cóndor alemana. El 3 de marzo, el Gral. Mola dirigió a los vascos un ultimátum muy duro y lanzó un ataque, la novedad fue la preparación de operaciones por bombardeos masivos; dos pequeñas ciudades vascas fueron destruidas Durango y Gernika.

Gernika fue la primera en ser destruida por aviones alemanes, este hecho tuvo tales implicaciones que los responsables lo negaron sus partidarios les creyeron y los tontos hicieron como que les creían. Mola murió el 3 de junio en un accidente aéreo. El norte resistió hasta octubre. El norte pudo haber sido un nuevo Madrid pero las contradicciones de la política francesa, de los ingleses, en torno a la entrega de armas redujeron a casi nada el aprovisionamiento de las ciudades en víveres y del frente en armamento, ante la superioridad de sus adversarios, los vascos se sintieron aislados. 6

     La imagen de un “cinturón de hierro” que protegía a Bilbao era engañosa, los planos habían sido entregados a los sublevados por el mismo ingeniero que los diseñó. Preocupado el Gobierno vasco por el futuro del país rehusó emplear la táctica de –tierra quemada-, se le acusó de dejar al vencedor el potencial industrial vasco. Bilbao cayó el 19 de junio; una parte de su ejército se reagrupó en Santoña por la noticia de que el PNV negociaría con el mando italiano, pero Franco se opuso a las evacuaciones por mar que se habían previsto.

     El fin de Asturias no fue menos dramático, el Consejo de Asturias tendía a constituirse como en 1808, en fuerza autónoma dirigiéndose a la Sociedad de Naciones, cosa que hizo reaccionar al poder central. Al frente de la resistencia se encontraban los jefes de la Comuna asturiana de 1934. A partir del 10 de octubre, se organizó la evacuación por mar de los mejores combatientes, cosa muy difícil. Gijón fue ocupado el 21 de octubre. A finales de octubre de 1937 ya no hay frente del norte para Franco era una gran victoria, pero desde el fracaso de Madrid, había pasado un año. La ayuda gubernamental al frente del norte había consistido principalmente en operaciones de diversión, (entretener al enemigo, haciendo creer que atacan otro lado)

     Dos no tuvieron demasiada envergadura: una sobre la Granja, más allá de la sierra de Madrid; la otra a finales de junio contra Huesca, pereció el Gral. Lukacs de las Brigadas Internacionales.

     Hubo dos importantes batallas en julio y en agosto. La batalla de Brunete comenzó el 6 de julio, el efecto sorpresa tuvo éxito pero fue mal explotado, 20 días duró la batalla, muy mortífera,  con un sol que ahogaba, y Brunete pequeña localidad fue destruida y abandonada por los republicanos, conservaron algunos pueblos conquistados. Pobre resultado para tan grandes perdidas. Durante 20 días, 30 mil hombres, la aviación alemana y todo un estado mayor incluido Franco tuvieron que desviarse del norte hacia Brunete.

     El norte no fue salvado, no lo fue por la Batalla de Belchite desencadenada cuando Santander estaba cercado. El objetivo del ataque era Zaragoza cuya toma hubiera sido una fuerte impresión, el avance llegó a una docena de Km. de la ciudad en la que reinó la inquietud; los republicanos no se atrevieron a dejar de lado las resistencias locales. La ofensiva se transformó en guerra de posiciones, Franco prefirió sacrificar a Belchite, el ataque contra Asturias no fue detenido.

 

OFENSIVA REPUBLICANA – LA BATALLA DEL EBRO

     Eliminado el frente norte los estados mayores diseñaron planes: los franquistas en dirección a Madrid y los republicanos a Extremadura.

Finales de diciembre de 1937, ofensiva republicana contra Teruel.

     El gobierno, que el 31 de octubre dejó Valencia por Barcelona, eligió una estrategia modesta destinada a contrarrestar una ofensiva contra Madrid. Teruel se hizo célebre por las condiciones de la batalla: montañas abruptas, fríos de 5 a 20° bajo cero. La guarnición de Teruel fue separada de su base y los combates comenzaron el 22 de diciembre; ocupada, abandonada, conquistada casa por casa, la ciudad fue tomada el 8 de enero de 1938; después del agotamiento de sus fuerzas, el coronel Rey d´Harcourt se rindió. El efecto psicológico fue grande porque después de la caída del norte, las capacidades ofensivas republicanas eran nulas.

     Por eso, Franco no quiso mantener esa impresión de fracaso, puso numerosas divisiones contra un dispositivo muy distendido por los vencedores y reconquistó la ciudad el 22 de febrero. Esto convenció a Franco de que debía dirigirse, no contra Madrid,  sino contra el este.

    En marzo de 1938, la ofensiva hacia el este se extendió a lo largo de 300 Km. desde los Pirineos –Bielsa, Val d´Aran- hasta las montañas del litoral valenciano. La ofensiva, 9 de marzo hundió el frente republicano a Belchite, Calanda, dirección a Alcañiz, el frente se llevó hasta territorio catalán –Lérida en ruinas, cayó el 4 de abril-, pero no se pasó el bajo Ebro y la ofensiva se fue al sur. El 15 de abril se alcanzó el mar cerca de Vinaroz; Barcelona quedó separada de Valencia. Hicieron falta dos meses para alcanzar Castellón y no se pudo atravesar las defensas en Sagunto, se preveía la toma de Valencia para el día 25 de julio, pero, en la noche del 24 al 25, divisiones republicanas habían pasado el Ebro y atacado el oeste.

     La Batalla del Ebro –julio y noviembre de 1938- es un episodio militar muy discutido; llegó a ser una guerra de trincheras como en 1914, que no acabó hasta noviembre con una retirada en orden del ejército republicano. Fue una guerra de desgaste de resultado nulo, se considera el origen del fracaso republicano, pero hay que tener en cuenta el efecto indirecto y el moral; el “derrotismo” fue superado por los dirigentes y el paso del río fue una victoria técnica.

     El embajador alemán Von Stohrer previó una derrota franquista sino era ayudado por los alemanes. Hasta los Pactos de Munich el gobierno de Negrín se preguntó si los acontecimientos pondrían fin a su aislamiento, durante algunos meses la política francesa sobre entrega de armas cambió varias veces, Munich significó la toma de posición de Inglaterra en política internacional. 7

 

FASE FINAL. CAMPAÑA DE CATALUÑA 1938 - 1939 Y CAPITULACIÓN

    Entre la retirada del ejército y la ofensiva final de Cataluña el problema para los dos campos, fue el armamento. La aportación alemana fue decisiva, en noviembre Stalin prometió a Hidalgo de Cisneros, un gran envío de armas y aviones; despachado por Murmansk, retenido en Francia estaba todavía embalado, cuando los republicanos empezaron la retirada cruzando los Pirineos.

     Campaña de Cataluña -23 diciembre 1938 al 2 de febrero de 1939-. En un mes y medio llevó a la total desorganización de los poderes republicanos a la retirada de las unidades militares y a un éxodo civil.

     Hay un aspecto que ha sido poco subrayado: la sorprendente semejanza entre ésta campaña y los acontecimientos militares ulteriores, en Polonia y en Francia.

     En Cataluña las brechas fueron explotadas sin preocuparse  de las resistencias locales y esto dio incluso a unidades combativas una impotencia y desconfianza hacia el mando, ya que este se vió obligado a ordenar sin cesar –rupturas de contacto- que el éxodo civil y los ataques de la aviación, hacían desmoralizante.

    En junio de 1940, el análisis de la retirada, dio como resultado: 100 mil combatientes fueron desarmados en la frontera; refugiados civiles de 250 mil a 300 mil fueron internados en campos improvisados, vigilados por tropas coloniales. 8

     A mediados de febrero de 1939, la zona centro-sur todavía republicana representaba una tercera parte del territorio nacional, la mitad de la población, Valencia, Madrid con 700 mil soldados. Negrín, cinco días después de la caída de Barcelona reunió en Figueres a 67 diputados en Cortes y obtuvo su confianza para alargar la resistencia y poner como condiciones de paz: exclusión de presencias extranjeras, referéndum sobre el régimen, renuncia a las represalias.

     Resistir no era impensable, pero esperar negociar era poco realista, por:

1.- Diplomáticamente, ingleses y franceses insistieron en una paz rápida y no querían abogar ante Franco. El 3 de febrero el Gobierno francés envió a Burgos a León Berard, conocido franquista. En 20 días se caminó hacia un reconocimiento formal del Gobierno de Burgos. Inglaterra hizo lo mismo, poniendo un representante oficial el 23 de febrero.

2.- Políticamente, los republicanos estaban divididos. Unos estaban preocupados por su destino personal otros partidarios de la resistencia otros juzgaban seguir una asistencia inútil y esperaban clemencia del vencedor.

Azaña, el Presidente de la República, era de estos: a partir del reconocimiento diplomático del Gobierno franquista por Londres y París, dimitió el 24 de febrero. El presidente de las Cortes, Martínez Barrio se convirtió en la más alta autoridad de la república, pero no se reunió con Negrín, cosa que tampoco hizo el mando militar responsable desde 1936, el Gral. Rojo.

3.- Militarmente, desde la campaña de Cataluña algunas altas autoridades militares encargadas de las ofensivas de diversión, las habían rechazado o las habían ejecutado a su interés. El Gral. Miaja mítico de la defensa de Madrid, pensó en el exilio. El coronel Casado jefe del Estado Mayor central entró en contacto en enero-febrero con agentes ingleses y con los servicios secretos franquistas. En Cartagena después de incidentes contradictorios, la flota huyó del Gobierno y abandonó aguas españolas.

     El 5 de marzo estalló la disidencia. El coronel Casado constituyó en Madrid un Consejo de Defensa presidido por Miaja, presentado en la radio por Besteiro intelectual socialista, por el anarquista MENA y por Casado mismo. El discurso era ambiguo, violento contra el gobierno de Negrín pero hablaba de resistencia si no se obtenían condiciones honrosas. Pero Franco a pesar de la impaciencia de sus agentes de Madrid, sólo pensaba en la rendición sin condiciones al más bajo nivel y sin ofensiva.

    A partir del 6 de marzo, Negrín y sus ministros abandonaron España, los dirigentes comunistas les siguieron, empezaron una lucha contra los disidentes. En Cartagena se reconquistó la plaza y fue hundido un barco franquista. En Madrid, una guerra civil dentro de una guerra civil, ocasionó muertos, unos 2000 mil, obligando a Casado a negociar. El 10 de marzo, los agentes de Franco en Madrid añadían: las dos facciones ignoran el número y lealtad de sus propias fuerzas. Fuera de Madrid –Valencia- hubo negociación.

     El 22 de marzo el Consejo de Defensa envió a Burgos oficiales de grado medio a negociar la rendición. Los frentes se descomponían, el 28 los ejércitos franquistas entraban en Madrid. Casado se embarcó en Gandía en un barco inglés.

     El último acto de la tragedia sucedió en Alicante, unos 15 mil fugitivos –combatientes, militantes y familiares- amenazados en su libertad y su vida fueron al puerto esperando barcos ingleses y franceses, ninguno llegó a tiempo. Por tierra, el cuerpo italiano de Gambara y por mar barcos franquistas, los cercaron y los enviaron a campos. 9

   

CONCLUSIONES

El período que culminó en la 2ª. República y la guerra civil, fue un esfuerzo para asimilar el pasado de España y elevar el nivel económico y cultural de la secularmente destruida España.

     Cuando advino la República en 1931, pillando de sorpresa a muchos de sus dirigentes, los españoles quisieron hacer todo enseguida, separar la Iglesia del Estado, crear escuelas primarias y secundarias, reformar las universidades, reducir el número y aumentar la eficacia de la burocracia y el ejército, conceder la igualdad legal a la mujer, distribuir los grandes latifundios entre los campesinos, mejorar el sistema de justicia, tanto a los individuos como a las organizaciones políticas y laborales, construir carreteras, pantanos y centrales eléctricas, dar la autonomía a los catalanes y vascos y dar a España libertades políticas y religiosas.

    La República trató de hacerlo demasiado y hacerlo deprisa, para los críticos derechistas la República trató de destruir la contextura tradicional de la sociedad, todos esos ataques al concepto de España tal como la entendían y representaba para ellos la “Anti-España.

    Los críticos marxistas reprobaron con sarcasmo la timidez del nuevo régimen, la República se limitó a platónicas amenazas que no tocaron el poder de la Iglesia, el Ejército y los terratenientes, por eso la impaciencia de la clase obrera y de los campesinos sin tierras, quienes en 1934 se fueron desligando de la República. Hasta el verano de 1934 todos los conflictos surgidos de la legislación republicana pedían una solución parlamentaria. En la Iglesia, por ejemplo: las Cortes Constituyentes subestimaron la fuerza de los sentimientos católicos en defensa de las órdenes religiosas y las escuelas.

    Hubo mucha alarma cuando, Marcelino Domingo importó trigo y compró para el Gobierno carbón asturiano. De los principales problemas con que tropezó la República, el único el cual era imposible hallar una solución era el de la Reforma Agraria. La conclusión de los 3 primeros años está basada en la atención de la obra Legislativa de las Cortes y la administración de las Leyes. 10

    Dentro de la mayoría de centro-derecha elegida en 1933 hubo siempre defensores del programa de escuelas públicas, de obras hidráulicas y de la legislación social. Los problemas regionales pasaron a primer plano en el verano de 1934, el gobierno de Companys se negó a aceptar la decisión del Tribunal de Garantías anulando la Ley de cultivos catalana, y los municipios vascos desafiaron al Gobierno en cuestiones de impuestos y elecciones locales. Mientras tanto se descubrieron los desembarcos de armas en Asturias, y la CEDA anunció de antemano que retiraría su apoyo al jefe de Gobierno, pues consideraba inaceptables sus concesiones a los catalanes y vascos. La CEDA era la minoría más numerosa en la Cámara, en circunstancias normales, Gil Robles se habría unido al Gobierno ya desde antes, pero no sólo los socialistas y los republicanos liberales, sino el católico y conservador presidente Alcalá-Zamora desconfiaban de él. Cuando le preguntaron si era fiel a la República, decía que la forma de régimen era “accidental”, todo el mundo sabía que dependía del apoyo financiero de la monarquía.

    Todos los dirigentes moderados de los partidos, como Azaña, Martínez Barrio, Felipe Sánchez Román y Miguel Maura advirtieron al presidente que no permitiera la entrada de la CEDA en el gobierno.

    Un dividido Partido Socialista desencadenó la huelga general que para los jefes mineros de la UGT significaba una rebelión armada en Asturias. En la zona de Oviedo los mineros crearon una Comuna basada en la cooperación de los socialistas de izquierda, los comunistas, anarquistas y trotskistas. 11

    En Cataluña la sublevación cedió ante la firmeza del Gral. Domingo Batet, mientras que en Asturias, el Gobierno temeroso de depender de las tropas españolas, empleó a los moros y al Tercio –Legión- para “pacificar” la provincia.

    Un historiador debe tratar estrictamente con lo que pasó, más bien que con lo que pudo haber pasado; pero si no menciona los factores que pudieron haber producido un diferente curso para los acontecimientos, corre el riesgo de dar una falsa impresión de predestinación.

    La victoria de las izquierdas en las elecciones de febrero de 1936, llevó al poder a Manuel Azaña. Sin embargo varias circunstancias hicieron imposible para Azaña gobernar como él, y la mayoría del pueblo esperó. Durante el período de las Cortes Constituyentes habían apoyado a Azaña; pero los engaños como el de la reforma agraria, la amargura por la depresión asturiana, el progreso de las técnicas revolucionarias y la conversación de Largo Caballero a la posición revolucionaria, alteraron la postura de los socialistas. Largo Caballero fue un burócrata sindical y un recién converso marxista. Los grupos anarquistas supieron llegar a los trabajadores e imprimir a la sociedad de su tiempo una dinámica de lucha contra las injusticias y la opresión del Estado. Durante décadas los oradores anarquistas estuvieron predicando la dignidad del trabajo y la absoluta igualdad del hombre con los campesinos, que los terratenientes trataban como animales domésticos. La corriente caballerista, fue más fuerte desde el verano de 1934 hasta finales de 1936, estuvo motivada por el irresistible deseo de lograr la plena camaradería entre la clase media liberal y los intelectuales por un lado, y el proletariado agrícola e industrial por el otro. “Asumía sin vacilación alguna que el proletariado era la clase que seguiría los destinos de la humanidad en un futuro libre de explotación” 12

    El efecto fue que en lugar de apoyar al Gobierno de Azaña a principios de 1936, la mayoría socialista anticipó la frustración de los liberales burgueses y esperó alcanzar el poder para el proletariado en un  futuro. Al mismo tiempo la derecha antidemocrática preparó el derribo de la República. La Falange se expansionó, el prestigio de Calvo Sotelo aumentó mientras que Gil Robles decaía. Oficiales activistas conspiraron preparando un alzamiento y los carlistas se preparaban para una cruzada armada.

    Considerando en conjunto la historia de los 5 años de paz de la República, hubo un factor importante que trabó el régimen desde el principio, fue que el nuevo régimen nunca pudo contar con la ayuda leal de los cuerpos establecidos de funcionarios civiles.

     Pero debe ser recordado que la República siguió a una dictadura de 7 años y que la precedente monarquía constitucional había falseado los resultados de las elecciones y la labor de las cortes.

    La Democracia sólo puede ser aprendida a través de la experiencia y la libre agitación política siempre incluye, ciertas “componendas” en las alturas.

    La República sabía que había que mantener el orden público si quería ganarse a la clase media. Los anarquistas, se dieron cuenta que el desorden y el caos era su mejor arma para tener concesiones de la burguesía. Los monárquicos, que algunas veces tenían buenas relaciones con los anarquistas en las zonas rurales, subvencionaron y provocaron las actividades anarquistas como medio para desacreditar al nuevo régimen. En proporción a la amenaza que parecía haber con el orden público, aumentaba el peligro de una intervención militar.

    En la zona del Frente Popular, la derrota del pronunciamiento animó el fervor revolucionario de las masas, con una variedad de experimentos colectivos locales, mitad anarquistas y marxistas y que provocó una purga enorme de sacerdotes, policías y militares, así como civiles tenidos como cómplices de los sublevados.

    La guerra en si constituyó la más amarga de las educaciones políticas para el pueblo español. Éste aprendió que el dominio militar, hace al tejido de la vida civil y sufrieron la vana jactancia de la mentalidad fascista. Fue el primer pueblo europeo en experimentar los bombardeos aéreos en masa, y el único pueblo de Europa occidental que sufrió directamente la cínica explotación comunista del ideal del Frente Popular.

    El resultado más importante de la guerra civil fue la derrota total de los liberales y de las izquierdas. La Iglesia y el Ejército lograron un poder más grande que bajo ningún gobierno conservador monárquico o dictadura militar de todo el siglo XIX. Los terratenientes volvieron a ocupar sus fincas y su autoridad, y el abismo entre ellos y los campesinos siguió siendo como antes de 1931. La censura de prensa, libros, teatro y cine se hizo mucho más severa.

    La guerra civil fue seguida por una represión política masiva. El general Franco no siguió el ejemplo de un Lincoln que terminó la guerra de Secesión en los EEUU “sin malicia para nadie”. Decenas de millares de veteranos republicanos fueron fusilados, con o sin el beneficio de un consejo de guerra, otros pasaron años en trabajos forzados, construyeron carreteras, ferrocarriles o construyendo el mausoleo del Caudillo, el Valle de los Caídos.

    Ni el general Franco ni las clases poderosas tenían nada que ofrecer en el terreno de un programa social que fuera histórico para el país. El remate fue la absoluta falta de imaginación o magnanimidad de los vencedores. Si hubieran contado con la cooperación del pueblo habrían construido miles de escuelas y de una redistribución de la riqueza y de una reducción radical de la aristocracia terrateniente y financiera. El temperamento del dictador, y la naturaleza de las fuerzas de su régimen, se combinaron para reducir todo al mínimo.

        Los historiadores franquistas y liberal-izquierdistas han coincidido en sus críticas. Los primeros explican que los republicanos eran tímidos y resentidos sino que homosexuales; los segundos hablan de los intelectuales escrupulosos que, según ellos debieron actuar como los jacobinos de 1793.

    La primera interpretación está dominada por los mitos fascistas acerca de la virilidad, los segundos por las exageradas analogías de la Revolución Francesa.

    La guerra civil tuvo un significado positivo que con el tiempo trascendió, con el cual aprendimos a no luchar entre hermanos, a ser iguales, a tratar de defender nuestros ideales, respetándonos, para poder convivir y para el fortalecimiento de la patria. La guerra marcó moralmente a la sociedad española de la posguerra y dificultó considerablemente la reconciliación entre los vencedores y los vencidos. Desde el punto de vista bélico la guerra había finalizado el 1 de abril de 1939, pero la paz no terminaba de llegar, ya que durante un período de cuarenta años, la paz fue la aplicación de lo que los franquistas estimaban como su victoria. Más que la paz, la guerra trajo un estricto orden policial. La Guerra Civil española estuvo presente en la memoria de los españoles a pesar de que el paso del tiempo diluyó su influencia. Las autoridades del nuevo régimen se encargaron de recordarla, pues era para ellos fuente de legitimidad. La aprobación de una Constitución democrática tras la muerte de Francisco Franco no cerró de forma definitiva el capítulo de la Guerra Civil. Sólo la asunción de la realidad histórica, la condena oficial del régimen ilegal de Franco y la anulación de todos los procesos judiciales y la consiguiente rehabilitación de las víctimas podrá cerrar de manera definitiva las heridas de la guerra civil.

 

NOTAS

1.      Testimonio oral de Alberto Galindo, hermano de mi abuelo Antonio Galindo contado en 1975.

2.      Vilar, Pierre. La guerra civil española Barcelona, Editorial Crítica, 2000. (Biblioteca de bolsillo, n° 19) pp. 74-77

3.      Corral, Pedro. Siqueiros, en la guerra civil española, en Revista “La Aventura de la Historia”, Año 8 – N° 88 – Febrero-2006, pp.23-24.

  1. http://www.elmundo.es/magazine/2006/367/1159980812.html  04/12/06 – 09:55 p.m.

5.      Schwartz, Fernando. La internacionalización de la Guerra Civil Española: julio de 1936-marzo de 1937. Barcelona, ED. Ariel, 1972. p. 193.

6.      Vilar, Pierre, op. cit., pp. 82

7.      Ibid,  pp. 85-86

8.      [1] Ibid,  pp. 88.

9.      Testimonio oral de un amigo de la familia, D. Ramón Guillot, Comandante republicano, jefe del puerto de Alicante. Contado en 1985.

10.  Jackson, Gabriel. La república española y la guerra civil. Barcelona, Editorial Crítica, 1999. pp. 413.

11.  Jackson, Gabriel, op. cit., pp. 417.

12.  Largo Caballero, Francisco. Mis recuerdos. México, Alianza, 1954. pp. 218-226.

Apéndice

ORGANIZACIONES Y TÉRMINOS POLÍTICOS

 

ACCIÓN ESPAÑOLA

Organización de intelectuales monárquicos, tanto carlistas como alfonsinos, que publicaban un periódico de ese nombre.

ACCIÓN POPULAR

Organización política que defendía los derechos de la Iglesia contra la legislación laica.

ACCIÓN REPUBLICANA

Partido de Manuel Azaña, fusionado en 1934 con otros pequeños partidos y conocido desde entonces como Izquierda Republicana.

AGRUPACIÓN AL SERVICIO DE LA REPÚBLICA

Grupo político creado por José Ortega y Gasset, Ramón Pérez de Ayala, Marañón y otros.

CEDA

Confederación Española de Derechas Autónomas; federación de pequeños partidos derechistas agrupados en las Cortes bajo la dirección de José María Gil Robles, de signo católico y no comprometido respecto a la forma de régimen.

CHEKAS

Tribunales irregulares formados por los diversos partidos de extrema izquierda en el verano de 1936.

CNT

Confederación Nacional del Trabajo; federación sindical de los anarquistas.

CARLISTAS

Partidarios de la rama carlista de la familia real, muy fuertes en Navarra y en Levante que aspiraban a una monarquía tradicionalista y católica contra la monarquía liberal de 1875-1923. Su nombre oficial era Comunión Tradicionalista.

CASA DEL PUEBLO

Centro de trabajadores con biblioteca pública y salas de reunión. Las más numerosas eran las del partido socialista, así como centros políticos y educativos.

CRI

Cruz Roja Internacional, toda con personal suizo.

ESQUERRA

Izquierda Catalana, dirigida por Lluis Companys y que por su carácter político correspondía a las fuerza Azaña-Prieto en Madrid.

EUZKADI

Nombre medieval del País Vasco, empleado después por el PNV (Partido Nacionalista Vasco).

FAI

Federación Anarquista Ibérica; organización de idealistas y hombres de acción de significación ácrata.

FALANGE ESPAÑOLA

Partido político de inspiración fascista, fundado y dirigido por José Antonio Primo de Rivera de octubre de1933 a julio de 1936.

FALANGE ESPAÑOLA TRADICIONALISTA Y DE LAS JONS

Fusión de la Falange y los Carlistas en abril de 1937, para formar la única organización política autorizada por la España nacionalista, bajo la jefatura del general Franco.

GENERALITAT

Gobierno autónomo de Cataluña según el Estatuto otorgado en septiembre de 1932.

IZQUIERDA REPUBLICANA

Originada en la fusión de las fuerzas de Azaña, Marcelino Domingo y Casares Quiroga, en 1934; dirigida por Manuel Azaña.

JAP

Juventud de Acción Popular; organización juvenil de la CEDA.

JONS

Junta de Ofensivas Nacional-Sindicalista; partido de militantes fascistas con sede en Valladolid, fusionado con Falange en 1934.

JSU

Juventud Socialista Unificada; grupos juveniles socialistas y comunistas fusionados en 1936.

LLIGA CATALANA

Partido Conservador Catalán dirigido por Francisco Cambó.

NKDV

Policía Secreta Soviética (llamada GPU).

PARTIDO RADICAL

Fundado y acaudillado por Alejandro Lerroux.

PCE

Partido Comunista de España.

PISTOLERO

Personas a sueldo contra huelguistas o en las luchas intersindicales de la UGT, CNT y comunistas.

 

POUM

Partido Obrero de Unificación Marxista; partido comunista antiestalinista en Lérida, dirigido por Andrés Nin y Joaquín Maurín.

PSOE

Partido Socialista Obrero Español.

PSUC

Partido Socialista Unificado de Cataluña, nacido de la fusión de los partidos socialista y comunista de Cataluña en 1936.

RENOVACIÓN ESPAÑOLA

Partido Monárquico Alfonsino dirigido por Antonio Goicoechea y José Calvo Sotelo.

REQUETÉS

Unidades de milicias carlistas.

UGT

Unión General de Trabajadores, confederación obrera socialista.

UHP

Unión de Hermanos Proletarios; slogan de los mineros asturianos en 1934 y símbolo de la esperanza en la unión de la clase obrera.

UME

Unión Militar Española; organización de militares opuestos a las reformas de Azaña, que conspiró en 1936.

UMRA

Unión Militar Republicana Antifascista; fundada a principios de 1936 para combatir a la UME.

UNIÓN REPUBLICANA

Partido de Martínez Barrio tras su ruptura con Lerroux en 1934.

BIBLIOGRAFÍA

 

Testimonio oral de Alberto Galindo, hermano de mi abuelo Antonio Galindo, contado en 1975.

 

Vilar, Pierre. La guerra civil española. Barcelona, Editorial Crítica, 2000. (Biblioteca de Bolsillo, n° 19),

184 p.

 

AuthorVilar, Pierre.2000,La guerra civil española.TitlePlace Barcelona, Editorial Crítica. pp. 74-77PagesCorral, Pedro. Siqueiros, en la guerra civil española, en Revista “La Aventura de la Historia”, Año 8 – N° 88 Febrero de 2006.

 

Testimonio oral de un amigo de la familia, D. Ramón Guillot, Comandante republicano, jefe del puerto de Alicante en 1939. Contado en 1985.

 

Jackson, Gabriel. La república española y la guerra civil. Barcelona, Editorial Crítica, 1999. (Biblioteca de Bolsillo, n° 4), 494 p.

 

Largo Caballero, Francisco. Mis recuerdos. México, Alianza, 1954. 384 p.

 

Schwartz, Fernando. La internacionalización de la Guerra Civil Española: julio de 1936-marzo de 1937. Barcelona, ED. Ariel, 1972. 322 p.

 

BIBLIOTECA NACIONAL Catálogo de carteles de la República y la Guerra Civil española en la Biblioteca Nacional, Madrid, 1990

http://193.146.129.47:7780/guerraCivil/guerracivi_InicioBusquedaIndices.jsp?busqueda=indices

02/12/06 – 02:30 p.m.

http://www.elmundo.es/magazine/2006/367/1159980812.html  04/12/06 – 09:55 p.m.

Duato, Ángeles. Carr, Raymond. Imágenes de la Guerra Civil Española. Introducción de Raymond Carr; Traducción de Ángeles Duato. Barcelona, Edhasa, 1986. 192 p.

 

https://www.oldskull.net/ilustracion/la-creatividad-y-el-arte-como-medio-de-propaganda-en-los-carteles-de-la-guerra-civil-espanola/

 

ILUSTRACIONES

 

PROPAGANDA DE LA REPÚBLICA ESPAÑOLA


La forma de comunicación por excelencia era ilustrada ya que gran parte del pueblo era analfabeto, por lo que las imágenes resultaban eminentemente claras, informadoras y realistas, llegaban de forma sencilla y al mayor número de personas posibles.

Desde gobierno hasta sindicatos, utilizaban los carteles para comunicarse y lanzar sus ideas y consignas, lo que dio lugar a una explosión de creatividad y arte, que se enfocó en informar, a tomar partido y a actuar como medio de propaganda. 

https://es-us.noticias.yahoo.com/carteles-propaganda-guerra-civil-pocos-recuerdan-162413108.html?guccounter=1&guce_referrer=aHR0cHM6Ly93d3cuZ29vZ2xlLmNvbS8&guce_referrer_sig=AQAAAEC9WwW5nh-QSQ-7y6tlZeR2ORMPCzZ9JpoOTcVK22kPfphMmFjyv31PgKHSzLhQXqacQTk43dD76qXa4jJNI5TFkXkX8migxJgdV-3xXTrAlwR6EBfwJnC7IQdzh0dI88kgm7Y-iCMkqcNq6iJ5VxVvycvaOTwubpjFB-MNfcyz


https://www.oldskull.net/ilustracion/la-creatividad-y-el-arte-como-medio-de-propaganda-en-los-carteles-de-la-guerra-civil-espanola/

La temática de los carteles comunicaba la actividad militar, el reclutamiento y la movilización, el fortalecimiento de la disciplina y la enumeración de normas, a si mismo se plasmaban las consignas de guerra, los mensajes ideológicos (en especial los referidos al antifascismo), la economía de guerra, el trabajo en la retaguardia y la agricultura.

Los llamamientos de ayuda y solidaridad, la protección de los niños, las mujeres y su valiosa contribución al esfuerzo bélico.

En el Bando Nacional, los carteles se identificaban por los letreros con eslóganes sobre la unidad de España, la fe y el catolicismo. De igual modo, aparecía la simbología básica fascista como el águila bicéfala, el yugo, las flechas y la esvástica nazi.

LA PROPAGANDA EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA







Los carteles del Bando Republicano resaltan la importancia de la educación, la lucha contra el fascismo, la necesidad de disciplina, letreros con eslóganes para campañas de financiación. En cuanto a símbolos, se representaron: la hoz, el martillo y otras herramientas industriales como los engranajes o martillos, y las estrellas de cinco puntas y la de tres.








Tristemente o felizmente, según como lo veas, las guerras también hacen que otros sectores se desarrollen en este caso vemos como el arte de estos carteles marcan un hito en la historia del arte, la comunicación, la propaganda en la guerra civil Española y la ilustración.




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