LAS LENGUAS DE MEXICO
Las lenguas de México
Aunque la lengua usual en México es el
español, no es la lengua oficial. Según la Constitución Mexicana la nación no
tiene un idioma oficial.
El principal problema para realizar una
reforma de la ley es que hay aproximadamente seis millones de indígenas que
poseen lenguas nativas y tienen como segunda lengua el español. La declaración
del español como lengua oficial podría afectar gravemente a los pueblos
aborígenes.
La Ley General de Derechos Lingüísticos de los
Pueblos Indígenas, publicada el 13 de marzo de 2003, tiene por
objeto regular
el reconocimiento y protección de los derechos lingüísticos individuales, y
colectivos de los pueblos y comunidades indígenas, así como la promoción del
uso y del desarrollo de las lenguas indígenas, además reconoce a
las lenguas indígenas y al español como
lenguas nacionales por su origen histórico, y tienen la misma validez en su
territorio, y contexto en que se hablen.[1]
Pero en la práctica no existe una
educación bilingüe en la mayoría de las escuelas pertenecientes al sistema de
educación indígena, en las que se sigue aplicando un modelo de
castellanización, imponiéndose el español por encima de las lenguas oficiales.
Si se declarara al español como lengua
oficial de México, esta asimetría que existe actualmente de hecho se
convertiría en una asimetría jurídica. Este es el principal motivo que impide
la modificación de la ley.
Existe una gran controversia por el uso
de los términos español y castellano, que
para muchos significan lo mismo. Según los mexicanos el idioma que hablan de
hecho es el español.
Para ellos el castellano es la lengua que se habla en Castilla. Cuando llegaron
los conquistadores con Hernán Cortés hablaban su idioma, el castellano, la
lengua de Castilla. Pero actualmente la lengua se ha transformado adoptándose a
las características mexicanas, se ha hecho universal, por ello consideran que
su lengua es el español.
En cambio en el Título Preliminar de la
Constitución Española vigente, su Artículo 3 dice textualmente, el castellano es la lengua española
oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el
derecho a usarla. Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las
respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos. La riqueza de
las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que
será objeto de especial respeto y protección.
Según el razonamiento de los mexicanos,
en España hay otras lenguas que se consideran también españolas, como el
catalán, el euskera o el gallego. Por consecuencia, el español no sólo es
español y castellano. Pero esto es una razón política que en América no existe
y por eso dicen que hablan español y no castellano, que consideran como el
dialecto peninsular del español. En México se habla el dialecto mexicano del
español.
Actualmente en México, según el doctor
Jaime Labastida, director de la Academia Mexicana de la Lengua, se hablan 68
lenguas indígenas con 264 variantes, siendo el español el vehículo de
comunicación entre ellas y el nexo de unión entre los distintos pueblos.
La lengua nativa con mayor número de
hablantes es el Náhuatl con
alrededor de 1.700.000 de indígenas que lo hablan. Sus hablantes lo
llaman mexicatlahtolli o
lengua mexicana. El náhuatlahtolli o
lengua náhuatl, era la lengua hablada por los aztecas o mexicas. Comenzó su
difusión imponiéndose a otras lenguas mesoamericanas desde el siglo XIII hasta
la caída del Imperio mexica o azteca, llegando a través de los territorios
conquistados hasta las zonas de los mayas.
Se convirtió en una especie de lengua franca en
una gran parte del territorio mesoamericano, por ello al ser la lengua de
los mexicas se
conocía como la lengua
mexicana. Proveniente del latín medieval lingua franca era
la denominación que se daba a la lengua
vehicular usada para entenderse los diferentes pueblos en
aquella época. El origen del nombre proviene de la lengua de los francos, la
lengua hablada en la época de Carlomagno. Cuando todavía no se usaba el término
Europa, con el nombre de francos eran conocidos sus habitantes por los pueblos
fuera de sus fronteras.
Es difícil establecer una clasificación
de las lenguas indígenas, especialmente por la falta de documentos escritos
antiguos. Antes de la época colonial no existía una verdadera forma de
escritura. Las obras prehispánicas tenían una forma de registro en parte
pictográfico, en parte ideográfico y con escasos elementos fonéticos.
Los frailes españoles introdujeron el
alfabeto latino, con lo cual se preservó parte de la cultura mexica, mientras
que otra parte fue abandonada por los propios indígenas, que cambiaron por la
nueva traída por los españoles, los cuales también destruyeron gran parte de la
misma.
Existe cierta polémica sobre el uso de
la letra x en
México. Los vocablos indígenas fueron transcritos por los frailes al alfabeto
latino. El topónimo México, mēxihcah, es
de origen náhuatl designando al país de los mexicas, también conocidos
como aztecas. En la época en que se realizó la transcripción, en el siglo XVI,
se usaba el castellano antiguo, en el cual el sonido de la jota se escribía con
x.
Como reglas de tipo general las
palabras procedentes del español que presentan la letra x, se pronuncia con el
sonido ks,
como existencia o excepción. También se usa la pronunciación ks en la
palabra que designa la capital de Chiapas, Tuxtla, que proviene del náhuatl,
significando tierra de conejos.
En palabras de origen indígena la x se
pronuncia como el sonido ingles sh,
como en mixiote,
un guiso preparado con la penca del maguey, o en Santa María Xadani,
una población zapoteca.
En otras también de origen indígena se
pronuncia con el sonido j,
como en México, Xalapa, la capital
del estado de Veracruz o en axolote,
un anfibio de los lagos del centro del país.
Finalmente en otras palabras indígenas
la x toma el valor de la s como
en Xochimilco,
una delegación o demarcación territorial del Distrito Federal de México,
conocida por sus lagos. La misma pronunciación que en la palabra española
xilófono.
El náhuatl pertenece a la familia
lingüística yuto-azteca la más extendida en el territorio mexicano. Otras
lenguas del grupo son la tarahumara,
la yaqui,
la cora,
el huichol y
el pápago entre
otras.
Las lenguas hokanas se hablan en las zonas áridas del norte, siendo minoritarias
como el cucapá o
el kumiai.
El kikapú hablado
en Coahuila pertenece a las lenguas algonquianas provenientes de Oklahoma,
indios desplazados por otras tribus y por los blancos.
Las lenguas otomangueanas como el zapoteco y
el mixteco en
Oaxaca, el popoloca en
Puebla o el pame en
el Estado de México. Las lenguas toto-zoquenas
como el popoluca en
Veracruz o el zoque en
Oaxaca.
Otro grupo importante es el de las
lenguas mayenses, habladas en las
regiones mayas del sur de México. Entre las cuales encontramos el huasteco, el maya yucateco,
el lacandón y
el tzeltal en
Chiapas.
Finalmente se encuentran lenguas
aisladas sin relación visible con el resto, como el purépecha hablado
en Michoacán, el huave en
Oaxaca o el seri en
Sonora.
Solamente se han mencionado 22 de las
lenguas indígenas habladas en el territorio mexicano. Esto nos indica la
complejidad de su clasificación. Nosotros en este trabajo nos referiremos casi
siempre a la lengua mayoritaria, el náhuatl, del
que veremos provienen muchas palabras usadas en el México actual.
La terminación tl se pronuncia como una
t seguida de una l no vibrada y la h de náhuatl es muda. Se pronuncia náuatl. La doble ll
se pronuncia como una l larga. También existen vocales largas y cortas,
como chichi que
significa perro o chichïtl que
significa pulmones con i corta, ï larga.
Han pasado cinco siglos desde la
llegada de los españoles a las costas mexicanas. Durante este tiempo se han
producido muchas interacciones entre el español y las lenguas indígenas. Estas
influencias se han producido en ambos sentidos. Las lenguas indígenas actuales
no son las mismas que se hablaban hace quinientos años, ni su pronunciación,
pero no poseemos material antiguo para poder demostrarlo.
Lo que sí es reconocible es la
influencia de los idiomas indígenas en el español. En este trabajo analizaremos
solamente la influencia del náhuatl sobre
el español, algo que se irá comprobando a lo largo de la obra.
Un aspecto gramatical es la presencia
del sufijo le en
el español mexicano, algo procedente de las interjecciones excitativas nahuas[2] como macuele, un
adverbio usado para incitar. En el español mexicano el imperativo brinca se
transforma en bríncale,
come en cómele.
Con ello se logra darle un carácter más enfático, ándele.
Existen alrededor de 200 palabras
procedentes del náhuatl que
se han españolizado. Entre ellas, encontramos aguacate, ajolote, cacahuate,
chapopote, clapulín, chile, chocolate, coyote, cuate, ejote, elote, guacamole,
guajolote, hule, mezcal, nopal, ocelote, petaca, petate, peyote, popote,
pulque, quetzal, tamal, tianguis, tiza, tomate, zacate o zopilote. Solo son
algunas de ellas.
Por su proximidad a los Estados Unidos
existen muchos anglicismos en el español de México. Por ejemplo los coches no
se alquilan, los
carros se rentan, del inglés cars are rented.
[1] Artículo
4º
[2] Véase en "Sobre el origen del falso
dativo -le del español de México", 1989 por Alfredo López
Austin
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