jueves, 21 de marzo de 2024

 

Historia de los Cátaros

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En la Edad Media existían clases, aun entre los trovadores y juglares provenzales, los primeros eran a la vez cantores del amor cortés y cantautores, muchos de ellos de procedencia noble e incluso eclesiástica, tanto cristianos como cátaros , en cambio los juglares eran de orígenes mas modestos, cantando composiciones ya escritas por los trovadores, incluso se dedicaban, a la vida circense, lanzadores de cuchillos, equilibristas, dándose el caso de estar a veces al servicio de los señores, o como bufones de palacio, normalmente su vivir era bohemio, teniendo ambos en común, el propósito de ir explicando historias a las gentes del Languedoc y en su misma lengua, de pueblo en pueblo, y de castillo en castillo, una especie de corresponsales de la época.

Los cátaros aceptaban el amor cortés de los trovadores, como algo natural en la idealización de las relaciones amorosas, no obstante existía cierta contradicción en cuanto a los cátaros , sobre este tema, ya que las damas desde pequeñas eran educadas en esta sublimación amorosa con respecto a los hombres, y ser corteses con todo el mundo, mas aun cuando los trovadores mencionaban a las damas “divinas hermosuras del cuerpo femenino”, el principio moral de los cátaros les inclinaban a decir que el atractivo físico era un ente del diablo “cosa impura ante Dios”, sin embargo cuando la dama se convertía en creyente cátara , los “buenos hombres” aceptaban esta dedicación carnal del feminismo, con lo que les era permitido a las mujeres cátaras , gozar sexualmente cuanto quisieran, a condición, eso si, que después de cada una de sus dedicaciones carnales extramatrimoniales, se confesaran de inmediato.

Existía una concienciación por parte de los católicos, declarando que esas entregas amorosas las cuales eran idealizadas por los trovadores,constituían un libertinaje, pero no dejaban escapar la ocasión cada vez que se les presentase, los cátaros en esta cuestión no fueron menos, teniendo en cuenta que los ejemplos vividos a su alrededor, por parte de sus propios maridos, parientes, otros caballeros, escuderos, y gentes de otras índoles, haciendo de estas prácticas amorosas, como la cosa más natural del mundo.

Esta manera de ver la vida amorosa, fue implantada por los trovadores en todo el Languedoc, o Provenza, como fue su denominación posterior, a tenor eso si, del sentir de las gentes, ya católicos o cátaros, es por ello que fueron tan bien acogidos los trovadores, puesto que a parte de informarles con noticias de otros lugares, las gentes los sentían muy próximos a causa de compartir su misma filosofía amorosa.

La creación de la poesía romántica, fue sin duda obra de los cátaros, en su mayor parte, inexistente con anterioridad, pero que ha sobrevivido y perdurado hasta llegar a nuestros días, desaparecieron los cátaros, pero quedaron sus obras, rescatadas de los archivos, que la Inquisición no pudo destruir. Fueron los trovadores junto con los cátaros, los que propiciaron la sublimación del erotismo, teniendo en cuenta que estos poetas sin ser eclesiásticos, surgieron de los monasterios y conventos, siendo personas de una gran cultura, en una época con pocas libertades de pensamiento, pudiéndose apoyar precisamente en los cátaros, que en aras de esa libertad, les facilitaron en su desarrollo poético.

Hubieron grandes trovadores, como el cátaro Pierre Corbián, insignes poetas, Guilhem Figuiera, Jaufre Rudel, el Uc de Saint-Circ. Es conocida la historia de Adelaida casada con el señor de Pera, gobernador de Albí, la cual fue amante del vizconde de Saint-Antoine llamado Ramón Jordán, su fama se extendió por toda Occitania, creando una corte de “Amor platónico”, que a pesar de ser cátara y aspirante a “Perfecta” no fue impedimento para cortejarla el rey Alfonso “El Casto”,de Aragón y Conde de Barcelona, tuvo la cátara Adelaida su poeta trovador, como amor platónico, llamado Arnaut de Maruelh, que toda su vida suspiró por ella, cantando su esplendorosa belleza, y aquejado de intensa melancolía, hasta su vejez, cuando comprendió que nunca conseguiría materializar su pasión, hacia su querida Adelaida.

Vida y costumbres de los Cátaros

El valor literal de la palabra “cátaros”, proviene de la lengua griega, que significa “los puros”, tal y como se denominaban ellos mismos, por lo tanto es todo aquel conjunto basado en antiguas creencias, que los cátaros adoptaron para si mismos, y que tanto las jerarquías como sus discípulos hicieron propias, intentando adecuarlas a las nuevas épocas que les tocaron vivir, pero con un ascetismo y un estricto cumplimiento, propias de los primeros cristianos, que surgieron tras las predicaciones de Jesucristo.

Protofeminismo entre los cátaros

No sería justo eludir el importante papel de la mujer cátara que tuvo en esta sociedad, `por otro lado tan patriarcal y misógina como lo fue en la Edad Media. Aun a pesar de la escasa documentación que sobre este tema nos ha llegado hasta nosotros, causada por la limitada atención de que eran objeto las mujeres, relegándolas al papel que se les imponían en una sociedad donde el feminismo era visto como algo susceptible en su papel reproductivo, y sumisión al hombre, al que debían obedecer y someterse. Como mucho era la dueña de su casa de puertas a dentro, sin participar en las decisiones que estaban supeditadas al padre de la familia, cuando no a un hermano, o siguiendo dicha sumisión, al marido. Que entre las familias de cierto rango, la mujer podía aspirar al matrimonio, o bien al ingreso de alguna orden religiosa, como último recurso, en caso de verse abocada a la soltería.

Todas estas particularidades han sido reflejadas gracias a la documentación existente por parte de la Inquisición u otros estamentos eclesiásticos, que sin ser especialmente abundantes, si se hayan en mayor abundancia al ser comparados con los obtenidos a través de los propios cátaros, puesto que es limitada la documentación conservada por los cátaros que pudo llegar hasta nuestros días.

A todo ello se han de hacer resaltar las investigaciones modernas actuales, en donde empieza a despuntar un mayor interés sobre estos temas, frenados siempre por el desapego hacia la mujer, no dándoles tanta importancia con respecto al hombre, por lo que muchos historiadores han pasado de puntillas sobre ello.

Aun así, existen autores que si se han atrevido en dar a conocer por medio de sus trabajos, las particularidades de las distintas mujeres que influyeron en la vida social del Medievo y en especial del mundo cátaro, dándoles la importancia que el feminismo se merecía.

Cabe destacar a prestigiosos historiadores, estudiosos en el tema de la mujer tanto en el catarismo como temas afines a ellos:

René Nelli, en su obra “Los cátaros en el Languedoc en el siglo XIII.

Paul Labal “Los cátaros, herejía y crisis”.

Anne Brenón, paleóloga eminente, fundadora de la revista “Heresis”, perteneciendo entre los años 1982 al 1998, a la institución “Centre nacional d’études cathares René Nelli” y profesora de la “Universidad de Warwick de Coventry (Reino Unido), siendo autora de una publicación el año 1997 en “El mundo de los trovadores”.

Las mujeres cátaras gozaban al igual que los hombres del privilegio de ser “perfectas” con el nombre de “buenas damas” pudiendo administrar los sacramentos propios del catarismo como el “consolamentum” o bien el “melioramentum” bendición que se otorgaba para un “buen final” en el ocaso físico de algún fiel cátaro.

Existen en la actualidad estudios dedicados a las “buenas damas” sobre las cuales se han descrito la gran importancia que tuvieron muchas de las mujeres cátaras, autor de estos modernos descriptivos femeninos se encuentran a Nariri Mertinengo en su “Las trovadoras poetisas del amor cortés” (1997) o bien Anne Brenon ya nombrada más al principio, con su obra “Las mujeres cátaras” la cual, esta misma autora, ya hace revelaciones en la existencia de mujeres organizadas en obispados, formando comunidades femeninas reunidas en conventos, así como las sedes de diáconos, en sitios muy concretos como lo fueron Carcasona, Albí, Tolosa o Limoux.

La imagen de igualdad de la mujer con respecto al hombre nos viene dada por el autor Jean-Claude Genel (1999), matizando no obstante en la diferenciación con que se hace en la actualidad. Se da también una breve pincelada en la afirmación de que las mujeres disfrutaban en igualdad de derechos y obligaciones que los hombres. Se hacia patente la importancia relacionada entre las mujeres cátaras y los trovadores los cuales idealizaban a estas a veces sublimemente en referencia al “amor cortés”, dando gran importancia al amor virtuoso, ya como amor cortesano. Con ello se fue desarrollando una relación mujer-trovador, los cuales exigía un amor libre y puro, desprendiéndose por otra parte de la pecaminosa carne tanto dentro del matrimonio como fuera de el, tal y como era concebido por la doctrina cátara, con la libertad de pecar según el catarismo o amar según los trovadores, sintiendo la libertad sin ataduras en las mujeres cátaras. Por otra parte no podían existir grandes ataduras de estas mujeres hacia los trovadores, al ser estos unos personajes en continuo movimiento, de castillo en castillo, en los cuales a parte del amor cortés, también cantaban las historias y noticias que se producían en toda la geografía por ellos recorrida. En fin, que en cierta manera eran los telediarios de la época.

De todas formas existe un debate, en el cual muchos historiadores ponen en duda que la igualdad de las mujeres respecto al hombre dentro del catarismo, no era de una manera total y absoluta, seguía existiendo un cierto misogismo que impedía, por decirlo así, una integración femenina igualitaria. Si bien es verdad que las mujeres de la alta sociedad, tenían unas facilidades más amplias que pudieran existir entre las clases inferiores a ellas.

Destacaremos una serie de personajes femeninos, de los que nos hablan historiadoras como María Milagros Rivera, en su obra “La diferencia sexual en la historia (2005), o historiadores como A. Guirdham en su “La gran herejía” (998) donde trata este tema del feminismo.

En otro apartado sobre este interesante tema de la mujer cátara, daré a conocer varias de estas cátaras, que aun a riesgo de sus vidas y contra cierta oposición dentro y fuera (sobre todo), de la herejía cátara, mujeres que supieron hacerse valer y aun a contribuir en la comunidad cátara un papel tan importante, y en ocasiones decisivo, como pudiera tener sus homólogos masculinos.

Este conjunto de mujeres cátaras, por su relevancia especial han podido significarse y obtener su reconocimiento histórico serian: Beatriz de Plannisoles, Esclaramonda de Foix y Loba de Pennautier, de las cuales se harán patentes en unas breves biografías.

Rituales esenciales de los Cátaros

Existen entre los cátaros una serie de rituales, necesarios estos que sin ser precisamente dogmas de fe, como sería de obligado cumplimiento en la doctrina de los cristianos católicos, si, son observados por todos aquellos creyentes que moralmente han de seguir la creencia de su fe y, sobre todo la utilización de un “Pathos” suficientemente creíble ante sus obispos o hacia la multitud presente en tales ritos, como forma de reafirmación en la fe que han aceptado profesar.

El más importante de estos ritos es sin duda el “Consolamentum”, ya nombrado brevemente en varias ocasiones, pero que aquí es preciso reseñar como una importante ceremonia en el mundo de los cátaros, por lo que responde al único “sacramento” dualista de esta religión herética. Por lo que el “consolamentum” era por así decirlo la síntesis correspondiente al bautismo, la confirmación, la ordenación e incluso la extremaunción practicada por los católicos. Suponía la constatación de un creyente cátaros en su paso hacia una estancia superior jerárquica, que les confería el título de “Perfecto”, ello se conseguía por la simple imposición de manos, que otro “perfecto” efectuaba sobre el nuevo aspirante, el cual a su vez tenía la potestad de transmitir el “consolamentum” a otro creyente que voluntariamente lo solicitase. Este libre asentimiento que se adquiría, representaba no obstante un camino no exento de unas obligaciones muy comprometedoras en su cumplimiento, debía vivir una vida completamente entregada a los demás, de un comportamiento intachable, ascetismo total, y observando las reglas que adquiría propias de su fe, rezos continuados, ayunos frecuentes, abstenerse de toda práctica sexual. En cuanto al alimento, no debían comer carne ni todo lo derivado de ella, como huevos, leche, mantequilla, ya que todos estos productos significaban el resultado de la reproducción sexual, totalmente prohibidos por el catarismo, al significar en ellos, estar poseídos por el diablo. Si en cambio podían beber vino moderadamente y la ingesta de pescado, ya que, según las creencias del medievo, los peces se reproducían espontáneamente en el seno del agua.

Cualquier transgresión de todas estas normas de estricto cumplimiento, significaba para el “perfecto” la pérdida del “consolamentum” al mismo tiempo que lo perdían todos aquellos que este transgresor hubiera impuesto este sacramento a otros creyentes. Tan solo podían recuperarlo, si accedían de nuevo al “ consolamentum ”, ya que rechazaban la idea católica, de que un sacramento siempre es válido aunque el oficiante sea indigno, en el catarismo , sus representantes en todo momento habían de ser merecedores intachables de sus cargos. El “consolamentum” también se administraba a toda clase de creyentes en los últimos momentos de su vida, a fin de conformarlos, perdonar sus pecados y por lo tanto salvar sus almas.

Un primer rito llamado “Melioramentum” (mejoramiento) tal como la misma palabra da a entender, se pedía a los simpatizantes del catarismo, como a sus neófitos, un compromiso de buena voluntad, por el cual se les exhortaba en la práctica de la humildad, la caridad, así como el perdón de las ofensas recibidas por el prójimo y sobre todo la veracidad sobre sus acciones, virtud esta tan valorada entre los cátaros. Consistía el rito del “ melioramentum ” al considerar que los Creyentes estaban en posesión de Satanás , por lo que no podían rezar a Dios , hasta no pertenecer al catarismo , suplicando al “ Perfecto ” por cuanto entonaban las plegarias en posición arrodillada, con las palmas tocando el suelo o bien estas sobre un banco, efectuando tres inclinaciones de cabeza acompañadas por un “ Benedicite ” (bendícenos), pronunciando la siguiente fórmula: “Señor, o buen cristiano, o buena señora (si era una Perfecta ) con la bendición del Señor o con la tuya, y reza a Dios por nosotros” en la tercera inclinación de cabeza diciendo “ Señor , rezad a Dios por este pecador porque lo libre de una muerte maléfica y lo conduzca a buen fin. Ante lo cual el Perfecto asentía en la primera y segunda plegaria, extendiéndose en la tercera aludiendo al “Consolamentum” diciendo: “Recemos a Dios para que haga de ti un buen cristiano y te conduzca a un buen fin”.

El rito del “Apparellamentum” es descrito como una fórmula que mensualmente se utilizaba, a cargo de los diáconos. Consistía esta ceremonia en unas confesiones colectivas y públicas, describiendo las faltas que pudieran cometer los “Perfectos”, en donde se pronunciaban ocasionalmente ante los obispos.

En la manera occitana del “ Apparellamentum ” se requería de un Pathos lo bastante retórico, no tanto para impresionar a los asistentes, como ante los representantes del catarismo , pero si para dar un aire solemne a las fórmulas contenida en ellos, estos eran: “Comparemos ante Dios y ante vosotros y ante la orden de la Santa Iglesia para recibir el Servicio, el perdón y la penitencia para todos nuestros pecados”, dando exhaustivamente toda clase de pormenores de las faltas cometidas, sus miserias, imperfecciones, corrupciones, y cuantos pecados pudieran existir, prometiendo actos de arrepentimiento, como ayunos, plegarias, obediencias sin olvidarse de nada y recordando ante Dios “La salvación de todos los justos, gloriosos, cristianos” “Benditos antepasados que descansan en paz y hermanos aquí presentes”. Que por cierto, no se diferenciaban mucho en estos actos de contrición practicados por los cristianos católicos.

También hemos de hacer notar que todo lo concerniente tanto a los ritos de la religión cátara, como otras variadas noticias llegadas hasta nosotros, no se han descubierto por la Inquisición, la cual obviaba estos aspectos de la herejía, y aun se despreocuparon en indagar por medio de los testigos que eran interrogados. Por lo que estos conocimientos son debidos a los documentos que escaparon a la destrucción, ya que los cátaros predicaban ampliamente sus conocimientos sin esconder sus creencias e incluso debatían con los católicos las diferentes opiniones en reuniones asamblearias.

La Burguesía cátara

Ya al término del siglo XIII, cuando es casi aniquilado el movimiento cátaro, surge un periodo de cierta bonanza hacia los cátaros, aun a pesar de inmiscuirse la política entre ellos, en donde toman un mayor partido los burgueses, principalmente en la ciudad de Carcassone, pasando de la lucha armada, al poder político, donde la Inquisición ya no es la fuerza preponderante de antaño.

Aunque la burguesía tuvo desde el principio de la cruzada contra los cátaros, pensamientos anticlericales, como anti inquisitoriales, se inclinó en los finales de esos turbulentos tiempos, por la doctrina catara rechazando los burgueses el sentido financiero (contrario a ellos) del Vaticano, mas aun, en cuanto que este apoyaba la política jacobina de Francia.

Era precisamente la ciudad de Carcassone, la representante principal de la clandestinidad herética de los cátaros, que se afianzaba principalmente entre la burguesía, en donde a escondidas, de la siempre vigilante Inquisición, se reunían en “circa noctem” (a la caída de la noche) a fin de recibir el consolamiento de los moribundos o de las gentes que deseaban obtener esa gracia catara. Personajes importantes como el clérigo Blazy, el notario Paul Floris, o el rico carnicero Perre Gary, entre muchos otros.

El resultado de esta clandestinidad fue de carácter conspiratorio, precisamente representados por gente culta, lo contrario a los católicos, estos nuevos cataros burgueses eran la flor y nata de la sociedad, abogados, notarios, médicos, incluso militares, englobando a numerosos clérigos, como los párrocos de Ilhes, de Pennautier, de Villardonnel, el vicario diácono de Caunes, un monje de la Abadía de Sans Morlane, y tantos otros que se unieron a la nobleza catara , citando entre ellos a la Dama de Sallès-Cabardès, Dama Jordana, hija de Jourdain de Saissac, o bien los “franceses” del Castillo de Cabaret .

En una fecha no precisada del año 1285, los cónsules se reúnen en la casa del oficial diocesano Guillaume Brunet, en donde ante una numerosa asistencia, deben tratar de asuntos tan importantes, como el hecho de que la Inquisición, mantenía una larga lista de todos aquellos personajes que habían abrazado la causa de los cataros. Estaban dispuestos a conseguir tan preciada relación, proponiendo al hereje relapso Lagarrigue , antiguo perfecto, realizara la sustracción del referido documento, aprovechando que éste se había pasado al lado de los católicos, cosa por otro lado normal en la Edad Media , que por diversas razones existía gente proclive hacia el lado opuesto a sus primitivas creencias.

Propusieron para tan peligrosa gestión a un pariente de Lagarrigue llamado Arnau Matha, que además era su amigo, intentándole convencer en volver a sus creencias cataras, y aprovechando ser el hombre de confianza del inquisidor de Carcassone, para que tuviese a bien apoderarse de la tan temida lista. Fueron muchas veces por las que los cónsules y el mismo Matha, quisieron convencer a Lagarrigue para sus fines, hasta que tras renovados esfuerzos lograron persuadirle de ello, Lagarrigue pidió cien libras con el fin de poder corromper al notario de la Inquisición; le fue dada dicha cantidad, pero reclamó otras cien libras, para dárselas al funcionario, una vez en su poder la relación pedida por los cónsules.

El fin primordial de los cónsules en el apoderamiento del referido inventario, era a parte de proceder a su destrucción, tener una base firme en la elaboración de una serie de apelaciones que presentarían ante Roma , y de esta forma dejar sin efecto las acusaciones de que eran objeto los cataros de Carcassone , apoyándose en Derecho.

Pero a la hora de encomendar al anónimo notario la sustracción de los registros de la Inquisición , este se encontraba de viaje, por lo que hubo que recurrir al substituto del mismo, que resultó ser analfabeto, siendo designado al Maestre Bernat Agasse , fiel seguidor del catarismo , para ayudar a encontrar los documentos en litigio.

Se supone que Lagarrigue, por temor a ser condenado a muerte, informó a los inquisidores Jean Galand y Vigorous sobre los propósitos de los cónsules, dando al traste con la paciente trama en conseguir el anhelado documento. A pesar de todo ello no hubo gran represión sobre los cataros, permitiendo a los burgueses seguir con sus gestiones jurídicas, procurando, eso si, no hacer ninguna alusión sobre la herejía catara.

Vida y muerte en la religión catara

La Inquisición en los últimos tiempos de la cruzada contra los cátaros, tenía una fijación contra ellos en lo referente a la “endura”, considerada como el suicidio cataro, ya que era una prohibición en todas las religiones monoteístas. Pero no es una exacta afirmación, ya que esta forma de suicidio tan solo era efectuada en casos muy excepcionales, cuando la muerte de un cátaro, era inminente o bien la enfermedad padecida resultaba incurable y mortal. Por lo que los cátaros para evitar mayores padecimientos, se abandonaban completamente, dejando de ingerir alimentos, aun así la endura fue una leyenda que sus enemigos aprovecharon en contra de los cátaros. Por otra parte el término “endura” se prestaba a confusiones, ya que su significado no estaba claro, puesto que podía expresarse, como un padecimiento o sufrimiento, precisamente el mismo que experimentó Jesucristo cuando se retiró al desierto, con el fin de meditar y rechazar las tentaciones del demonio, tal y como se da a entender en varios escritos de exegetas sobre la palabra “endura”.

Teniendo en cuenta que en la Edad Media, la longevidad humana se situaba entre los 35 y 40 años de edad, con pocas posibilidades de curación ante cualquier tipo de enfermedad, puesto que la medicina aun era muy primitiva, al no aceptar el cristianismo, el desarrollo ni el intento de cualquier avance científico, aceptando las enfermedades o accidentes como castigo por los pecados cometidos, y en todo caso era: “la voluntad de Dios”, los cátaros no aceptaban esta manera de ver las cosas, considerando una falta de libertad del individuo.

La muerte en la Edad Media en el ámbito religioso, era el paso ineludible por medio del cual el espíritu era liberado a la vida eterna, también lo era entre los cátaros , con gran diferencia con respecto del cristianismo romano, siendo vista por estos de forma mucho menos dramática, la Iglesia siempre mantenía la espada de Damocles pendiente sobre las cabezas de sus feligreses, en el temor al fuego eterno, de no seguir los dictados que a fuerza de dogmas y terribles amenazas infernales, caería inexorablemente sobre ellos, lo que les hacía vivir en un constante temor al castigo divino, contrastando con la creencia de los cátaros , en una vida preparatoria para el tránsito final, como algo lógico y natural.

La visión católica de aquellos momentos, en cierto modo aterrorizaba a las gentes, puesto que toda aquella persona distanciada del dictado eclesiástico, podía abocar al individuo al fuego eterno, en contraste con los cátaros , los cuales si bien estaban sujetos a ciertos mandatos por sus obispos, no existía otro compromiso para sus fieles, que el producir actos de buena fe hacia el prójimo sin importar su credo, ni posición social, cuyo logro cátaro era, recibir al final de su vida el “consolamiento” siéndoles perdonados todas sus faltas y pecados.

Existían similitudes, entre católicos y cátaros , en cuanto a creencias sobre el alma, la cual permanecía en el cuerpo durante tres o cuatro días, hasta lograr su total liberación con la ascensión a los cielos, por cuanto en todas las casas donde se velaba a un muerto, desprendían del tejado una o dos tejas, a fin de que el espíritu del finado pudiera salir libremente a traves de ellas, estas y otras costumbres fueron decayendo entre los cátaros con el tiempo, tampoco estos mostraban su dolor como hacían las gentes de la Edad Media, arrancándose los cabellos, o gritando desesperadamente para mostrar su luto, en eso los cátaros lo tenían bien claro, el cuerpo pertenecía al “Mal” por cuanto la muerte les liberaba de lo material, en un tránsito gozoso, al fin dejaban de sufrir las penalidades que la vida les hubiera deparado, con lo cual, el alma cátara purificada por sus buenas obras y el consolamiento, accedía hacia el Reino de Dios.

Era especialmente chocante para los que no fueran cátaros, la forma de aceptar el suplicio del fuego en la hoguera, a ella se sometían incluso entonando cánticos, puesto que para los cátaros era inconcebible ceder en sus creencias, aun sabiendo el final tan doloroso, los cátaros preferían el sacrificio, que la pérdida de sus almas, similitud esta comparable a los primeros cristianos, enfrentados a la muerte en los circos romanos.

La reencarnación en la religión de los cátaros, consistia al igual que otras religiones orientales, en la transmigración del alma tras la muerte, pudiendo adoptar el sexo contrario al que pertenecian en vida, o bien seguir sin este cambio sexual, otra originalidad en las creencias de los cátaros , consistia en la pérdida de la clase social y por tanto la transmisión hereditaria, haciéndoles a todos los cátaros iguales entre si.

Formas de reconocer a los Cátaros

Los inquisidores tenían una norma peculiar con el fin de reconocer a los cátaros al objeto de poderlos descubrir y detener:

Entre las diferentes maneras de localizar a los cátaros , fijaban la atención en los rostros de las personas, que al verlos delgados y pálidos, eran catalogados como cátaros , ello podría darse en un principio a los cátaros artesanos, los cuales trabajaban intensamente en lugares cubiertos, sin ver la luz del sol, y sus dietas eran principalmente muy frugales y vegetarianas.

Los inquisidores con el propósito de asegurarse la caza de los cátaros, al ser estos detenidos, eran obligados a ser examinados por un médico católico, con el propósito de averiguar si su estado físico, era debido, a alguna enfermedad, mala alimentación o deterioro por razón en el excesivo esfuerzo del cátaro en su trabajo cotidiano.

Otra forma de descubrir su identidad, era el estado higiénico de un individuo, puesto que los cátaros tenían costumbre de lavase diariamente, algo inconcebible en la Edad Media, donde un caballero que se pasaba el tiempo guerreando, tenía a gala y como forma de virilidad, permanecer con las mismas ropas en las campañas bélicas, durante varias semanas.

El aseo personal, era considerado cosa de judíos y árabes, que incluso se perfumaban, por lo tanto los cátaros eran fácilmente descubiertos por tal motivo.

Resultaba peligroso para un cátaro , negarse a matar una gallina, un cerdo u otro cualquiera animal, puesto que la religión cátara tenía prohibido sacrificar a todo tipo de criatura, en la creencia de que a la muerte de un astrong>cátaro su alma podría transmigrar (metempsicosis) a un hombre, una mujer e incluso a un animal que estuvieran vivos.

En los primeros tiempos, pudiéramos decir “dorados” de los cátaros , existían otras formas de identidad fácilmente apreciables hacia todo aquel interesado en su persecución, como lo eran la Inquisición y todo su terrible aparato, cosa que los cátaros se percataron de ello, teniendo necesidad de ir cambiando sus costumbres mas visibles evitando con ello sus detención en lo posible.

Los cátaros caminaban en parejas, debido a la posible ayuda que uno al otro pudieran proporcionarse, evitando con ello que el otro cayese en alguna mala tentación, pero con el tiempo también era esa una forma de identidad de los cátaros, con lo que se les detenía, juntos tal y como habían vivido, eran llevados a la hoguera y juntos morían quemados, otra costumbre que los cátaros debieron suprimir o disimular al máximo. Los buenos hombres, debían llevar barba, y pelo largo, teniendo necesidad de modificar su aspecto claramente cátaro, rapándose la barba y cortándose el pelo, por lo que los cátaros por lo tanto adoptaron el hábito de cubrirse la cabeza con la capucha de sus mantos, pareciéndose a los comerciantes y peregrinos, ya que un buen cátaro nunca podía ser confundido con gentes de otra religión que no fuera la suya.

Los Perfectos vestían con ropas negras, un bonete sobre sus cabezas, y como identificación cátara de su ordenación, un fino hilo de lino ceñía su cintura, y colgando de tal cinturón una bolsa donde guardaban el Evangelio de San Juan, así como una marmita para sus frugales comidas, aunque a finales del siglo XIV, por el recrudecimiento de las persecuciones a que eran sometidos los cátaros, estos tuvieron que cambiar sus ropas por el color azul, mas común entre las demás gentes.

Armonia catara en el medio ambiente

En la Edad Media, tanto los campesinos del Languedoc como los del resto de Europa, su existencia estaba muy ligada a la magia negra, y a las supersticiones, entre otras cosas, era mala suerte cruzarse con una comadreja, las mujeres dudosas de su fertilidad, obligaban a sus maridos beber una porción de su sangre menstrual, asimismo las suegras ofrecían encantamientos para hacer fértiles a los maridos de estas, tales costumbres no eran admitidas por los cátaros en su religión, no obstante los círculos de amistad con los campesino eran bien patentes, tampoco los cátaros tenían propiedades privadas a fin de evitar confiscaciones por parte de la Inquisición, así que el anonimato cátaro se conseguía mezclándose con las gentes del campo o ciudades.

El mundo cátaro estaba bien delimitado, en cuanto a sus deberes, Los Perfectos ofrecían sus consejos a fin de no maltratar a los animales, y las Perfectas, se ocupaban de aleccionar sobre las labores agrícolas a las mujeres, puesto que eran estas las encargadas en los trabajos del campo.

Los cátaros convivían sin problemas entre la población, llevando a cabo sus obligaciones religiosas, tanto los Perfectos como Perfectas, debían interrumpir el sueño nocturno seis veces a fin de rezar el “Pater”, así como sus penitencias en el ayuno, consistente en la sola ingestión de pan y agua tres veces por semana, las comidas normales de los cátaros consistían en una composición alimentaria exenta de carne y grasas animales, y en pocas cantidades, solamente eran mas abundantes cuando algún no cátaro era invitado a la mesa.

Los vecinos de los cátaros les llamaban “los buenos hombres de las grandes pausas” ya que los Perfectos, proveedores de gran cultura, se dirigían a los no creyentes de forma directa sin, precipitarse, con gran cuidado, sobre todo si eran preguntados los cátaros sobre alguna cuestión, para lo cual se tomaba un tiempo en pensar la respuesta, con la idea de dar una contestación mas acertada posible, midiendo sus palabras pausadamente, siendo además costumbre de los cátaros tras sus adicionales comentarios a las gentes, ser estos sumamente modestos con frases como; “es posible”, “tal vez sea así”, “si Dios nos lo consiente”, “espero que Dios nos ayude”.

Con respecto al trato con las mujeres los cátaros, al considerarlas como seres pecaminosos procedentes del “Mal” jamás debían tener contacto físico con ellas, puesto que comiendo o durmiendo debían hacerlo separadamente. Tan solo cuando la Inquisición fue arreciando en su cruzada contra los cátaros , en ocasiones para no levantar sospechas sobre los que continuamente les vigilaban, accedían a dormir con su supuesta mujer, simulando un matrimonio normal, pero eso si, vestidos completamente, e incluso besarse en la boca públicamente a fin de alejar toda sospecha que pudieran tener como cátaros .

Una de las singulares costumbres de los cátaros en caso de encontrar por el camino una bolsa con dinero o joyas, tenían la obligación de investigar quien eran sus dueños, para devolverles lo extraviado, de no averiguarlo, debían entregar lo hallado a la autoridad más próxima del lugar.

De encontrar un cátaro un animal vivo atrapado en una trampa, debían liberarlo, y en compensación hacia el cazador, al cual no podían perjudicar por tal pérdida, dejaban una moneda junto a la trampa.

Otra peculiaridad de los cátaros , consistía en respetar la vida tanto de animales como personas a cualquier precio, por lo que si durante un viaje eran atacados por algún bandido, incluso si empleaban armas en ello, los cátaros habían de poner en práctica todas sus dotes persuasivas con el fin de hacerles ver su mala acción, y hacerles desistir en el empeño, de no conseguir los cátaros que los ladrones renunciaran en robarles, debían no oponer resistencia alguna, y mucho menos herirles o matarles, sabiendo que por ello pudiesen perder la vida.

De igual manera, si en el monte topaban con algún animal peligroso, los cátaros debían evitarlo en lo posible, y ahuyentarlo, de lo contrario, aun a costa de ser atacados o devorados por la bestia, no se les permitía matarla.

Los cátaros tenían buena organización referente a la propia supervivencia, permitiéndoselo sus buenas dotes de comerciantes, o mediante los oficios que dominaban perfectamente, incluso existían médicos, escribanos e incluso cambistas y pequeños banqueros, llegando en ocasiones los cátaros a mover respetables cantidades de dinero, pero lo que mas abundaban eran los oficios, de cesteros, zapateros o curtidores, facilitando por este motivo el trato directo hacia las gentes que les rodeaban, todo ello en cuanto a los Perfectos.

Las Perfectas cátaras a parte de sus obligaciones religiosas, se dedicaban a ir por las ferias vendiendo toda clase de artículos de mercería, agujas de coser, hilos, bordados o pieles.

Naturalmente que los cátaros , vieron en gran manera reducidas sus actividades cuando las persecuciones, y las cruzadas organizadas por la Inquisición arreciaron, y fueron haciéndose mas violentas, aun así podían contar con sus vecinos, dándoles a veces soporte de forma incondicional, aunque supusiera un peligro para sus vidas,escondiéndolos con eficacia de los numerosos espías que la Inquisición tenía apostados en todas partes, con el propósito final de quemar el mayor número posible de cátaros .

Vida espiritual de los Cátaros

Como es sabido la fascinación de los cátaros le viene inspirada por las diversas corrientes de las antiguas religiones que tuvieron sus orígenes en Zoroastro, real o imaginario pero que desprende una verdad filosófica bien aceptada por los cátaros.

Esta filosofía se basa en los dos principios que existen entre el Cielo y la Tierra, el Bien y el Mal, aceptados por los cátaros (en este caso) basándose en la existencia de una intermediación entre estos dos elementos naturales, llamados “Inmortales Benéficos”, pudiendo alcanzar tales beneficios espirituales, para lo cual los cátaros debían practicar la Virtud, y la Piedad con el fin de ejercitar buenas obras por medio de la bondad, la verdad,los buenos pensamientos, y tolerancia hacia el prójimo, requisitos estos imprescindibles, para obtener los “Inmortales Beneficios” tras estas prácticas indispensables, los cátaros salvaban el alma para la vida eterna.

Los cátaros tenían muy claros los dos principios dualistas del Bien y del Mal, para los cuales trabajaban toda la vida, en la creencia que las almas humanas eran consideradas como partículas luminosas, procedentes del Padre de la Grandeza, del principio luminoso o Dios Bueno, que en origen (estas almas) eran prisioneras de la Tinieblas, por estar en posesión de la tierra y lo material de la vida, por lo que los cátaros debían practicar pensamiento y acciones buenas, de lo contrario serian castigados.Los cátaros también eran conocidos como los «Buenos hombres».

Estas ideas filosóficas las quisieron transmitir los cátaros a todo ser viviente de la tierra, pero tales doctrinas chocaban frontalmente con la ortodoxia del cristianismo, tan apegado a los bienes temporales o el poder de decisión sobre todas las gentes, reyes, gobernantes del estamento religioso, arraigando ya desde la época de Carlomagno,como poder teocrático hasta tiempos bien recientes.

Los cátaros y su doctrina fueron en general bien acogidos, tanto por la nobleza como el pueblo llano, que veían en las formas de vida de los cátaros, un acercamiento espiritual hacia los primeros siglos del cristianismo, por la pureza de sus costumbres cátaras en comparación a la vida austera de los primitivos cristianos, admirando su pacifismo, su tolerancia y el trato hacia el prójimo, frente a las convulsiones de una época tan belicosa como fue la Edad Media.

Aun así el poder político-religioso, consideraban a los cátaros herejes, de falsa bondad, contrarios en definitiva a sus ambiciones, y temerosos de perder la preponderancia tan solo legitimada por la Iglesia, y los grandes señores de la guerra, que veían la pérdida de su dominio sobre el pueblo en su binomio Estado-Iglesia.

Los cátaros en un principio gozaban de más libertad en el Languedoc, practicando con el ejemplo el amor hacia el prójimo, la búsqueda de la paz a toda costa, y la ayuda a sus semejantes sin recibir nada a cambio, granjeándose las simpatías de las gentes y señores. Posteriormente tuvieron que ser mucho más discretos en la práctica de su religión, al arreciar la acción inquisitorial, y por ende las persecuciones de que fueron objeto.

La vida de los cátaros era sencilla, sin bienes terrenales mas que los necesarios para la subsistencia, la oración y el trabajo, eran sus armas para poder llegar al final con absoluta paz, preparándose toda la vida para la muerte a la cual no temían, con este sencillo bagaje los cátaros podían redimirse accediendo así a la vida eterna., como felicidad que toda alma debía alcanzar.

Por la sencillez de los cátaros , poseían estos una sobria organización representada por los Perfectos, o jefes de su iglesia en donde existían obispados al mando de los mismos, en las principales ciudades del Languedoc, Lombers, Lavaur, Carcassona, Albí, Tolosa, Narbona, acompañados los Perfectos por los diáconos, con los cuales regían las sedes episcopales, y eran sus ayudantes, tanto en la administración como la organización de la predicación a que estaban obligados, este primer grupo de cátaros eran los responsables de cumplir sus reglas religiosas mas estrictas, el rezo diario, el celibato, y dar el “Consolamiento” a los moribundos para poder acceder a la vida eterna. El ingreso de los cátaros en la comunidad se realizaba por medio de la imposición de manos, aun que aceptaban su particular Nuevo Testamento, no admitían el bautismo.

En el obispado de los cátaros, los obispos de cada demarcación poseían otros ayudantes auxiliares del obispo llamados Hijo mayor e Hijo menor, con gran prestigio, no tan solo entre los creyentes sino también entre los simpatizantes de los cátaros.

Aunque se ha especulado mucho sobre las grandes riquezas de los cátaros, lo que si ha sido relevante entre ellos, fue la sencillez de sus casas donde moraban, ya que a diferencia de los católicos, siempre se distinguieron, al no poseer monasterios ni ostentosas mansiones, puesto que sus vidas cotidianas trascurrían en casas sencillas como eran las de sus vecinos, mercaderes o campesinos la cual cosa, era bien vista por los señores feudales del Languedoc.

Destacable de la religión cátara, es sin duda, el que la mujer aunque de procedencia noble, podía ser nombrada «Perfecta», con sus funciones exactamente iguales que la de los hombres, diferenciadas este carácter de los católicos, en cuanto al trato discriminatorio que en general estas tenían.

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Resurgir de los Cátaros

Su origen surge principalmente del personaje mitológico llamado Zoroastro o Zarathustra , citado ya por Nietzsche, como religión iraniana, se cree en los comienzos del siglo VI antes de Cristo, aunque algunos historiadores lo sitúan cuatro o cinco siglos hacia atrás. Fundamentalmente de creencia dualista, con dos diferenciaciones, representadas por el Bien –Ormuz o Ahura Mazda- y el Mal –Ahriman o Angra Mainyu- denominándose por ello en un principio Mazdeísmo, que a través de los tiempos fueron recogidas estas doctrinas por diversos pueblos o etnias, existiendo relaciones secretas entre todos estos movimientos maniqueístas, como por ejemplo las creencias de los bogomilitas búlgaros, -publicanos de la iglesia de Drugrutia con prácticas idénticas entre si.

Se presume que una de ellas, la de los esenios, provinentes de Asia Menor, fueron grupos de judíos ascetas, posiblemente del siglo I antes de Cristo, considerándose así mismos como los “sacerdotes puros”, considerando el libro sagrado de la Biblia, como un conjunto de mensajes esotéricos que debían interpretar correctamente, con el fin de encontrar la clave del futuro y por este medio llegar al “Mesías” que tanto influenció posteriormente en las corrientes occidentales, donde una de sus ramas cobró auge, pasando a llamarse principalmente cátaros .

Este conjunto de doctrinas, afincó sus raíces por Europa, y concretamente, a Occitania , ya en el siglo XII, se inició un gran crecimiento de la herejía, los valdenses , -llamados los pobres de Lión- después los bribones, junto con la denominación de albigenses en el mismo siglo, esta última denominación se debió por su afincamiento, y crecimiento de sus diócesis principales de Albi , Tolosa y Carcasona , siendo la primera ciudad, Albi , el núcleo desde donde irradiaron hacia el resto del territorio sur de Francia.

En un primer momento se conoció el movimiento emprendido contra ellos como la “cruzada albigense”, al ser la villa de Albi, el foco de expansión de esta herejía, posteriormente sería conocida por todos, hasta llegar a nuestros días como la doctrina de los “Cátaros”, o “Buenos Hombres”.

Doctrina de los Cátaros

 

Los cátaros consideraban a la Iglesia de Roma, desorientada y perdida en su primitiva esencia, con que los primeros cristianos vivían su Fe, con sencillez, pobreza y humanismo, que según los cátaros , había perdido en gran manera, convirtiéndose en una religión, prepotente, intransigente, cuyos fieles vivían en continuo temor al castigo divino por cualquier falta o desvío de sus actos, que pudiera reportarles la condenación de sus almas, estaban los cristianos obligados bajo pena de excomunión, obediencia ciega hacia los dogmas que la Iglesia, consideraba inamovibles.

En un principio fue difícil la investigación de los cátaros, debido a la persecución sufrida, que los diezmó físicamente, destruyendo además en gran manera todo documento que pudiera dar alguna luz realista sobre esta herejía.

Aun así se han descubierto libros cátaros, “El libro de los dos principios “como “El Ritual Occitano” “El Ritual latino”. Pero el principal de todos ellos es el dicho anteriormente “El libro de los dos principios”, a parte de esto la bibliografía sobre el tema hasta ahora es muy escasa, debido en parte a la destrucción sistemática de todos sus escritos y libros, por parte de los cruzados.

Gracias al descubrimiento de “El libro” por el dominico Dondaine en Florencia, publicado por primera vez en 1939, se pueden extraer conocimientos cátaros de una forma fehaciente, lo mismo se puede decir del “Anónimo” por el mismo investigador, cuyos manuscritos se encuentran en la Biblioteca Nacional de París, publicados por Cristina Thouzellier en 1961.

Cruzada contra los Cátaros

La cruzada fue la maquinaria que los católicos utilizaron, a fin de suprimir la herejía de los cátaros, para ello se creó el ejército de los cruzados, que los componían, según las cifras de la época, veinte mil caballeros armados, con mas de doscientos mil, entre villanos, y agricultores, sin contar para la lucha contra los cátaros, de los burgueses, clérigos armados. Todas estas cifras tampoco son fiables del todo, puesto que, los propios interesados, las desvirtuaban en su propio beneficio, los cátaros eran los únicos que no inflaban su participación en las luchas y batallas, al ser el comportamiento defensivo, en la herejía de los cátaros.

Con el fin de crear un ambiente de terror hacia los cátaros, los cruzados empleaban la táctica de arrasar todo cuanto encontraban a su paso, con ello conseguían el alimento para las tropas cruzadas, en los mismos lugares de lucha, y sobre todo el hacerse con toda clase de botín, en especial de los supuestos tesoros que, guardaban celosamente en sus castillos.

Se ha de tener en cuenta, que sobre la misión de los nobles cruzados en la persecución de los herejes cátaros, con el propósito de erradicar la herejía cátara, se sobreponía el interés de los mercenarios, y cazadores de fortuna, cuya casi única preocupación consistía en diezmar las posesiones de los cátaros, para su enriquecimiento personal, con la excusa de preservar la religión romana.

Para este fin guerrero de los cruzados, contra los castillos cátaros, se construían, catapultas, con que poder lanzar grandes piedras contra las murallas de los cátaros, recluidos en sus castillos y poder así resistir el máximo posible el asedio de que eran objeto por parte de lo cruzados.

El ejército cruzado, contra los cátaros, se puso por primera vez en marcha el día de San Juan del año 1209, bajando por el Roine, al mando de Arnau Amalric, guerrero de una gran crueldad, contra el vizconde Trencavell de Montpelier, y Ramón Roger.

Posteriormente, frente a los cátaros, designaron a Simón de Montfort, de humilde origen, pero un gran soldado cruzado, que organizó el ejército contra los herejes cátaros, actuando contra los cátaros de una forma violentísima, sin ninguna compasión hacia el vencido.

El final de la persecución contra los cátaros, fue su total aniquilación, y diáspora de los pocos cátaros que pudieron sobrevivir.

Ejércitos cruzados contra los Cátaros

En contra de la herejía de los cátaros, se forma un gran ejército cruzado a orillas del río Roine, entre Lyón y Valence, si hacemos estricto caso de las cifras de sus componentes, siempre con la tendencia secular en la exageración de estas, diremos que según Guillén de Tudela, la cruzada contra los cátaros, se componía de 20.000 caballeros bien armados, mas de 200.000 soldados entre villanos, campesinos, a parte de los burgueses y personajes eclesiásticos.

Al frente de este numeroso ejército cruzado contra los cátaros, grandes señores, caballeros, mercenarios con derecho a botín, violar y arrasar todo cuento pudieran a su paso. Los villanos y campesinos no combatientes eran los encargados de la intendencia del ejército, víveres, aprovisionamiento de armas, así como el consabido grupo de prostitutas, para el entretenimiento de la soldadesca.

Toda esta máquinaria de cruzados anti cátaros , se pone en marcha el día de San Juan del año 1209, descendiendo por el Roine, hasta Montpelier, el 14 de julio del mismo año, forzándose conversaciones para la rendición de los cátaros, entre el legado papal Arnau Amalric y el vizconde Ramón Roger Trencavell, sin éxito.

Otro ejército cruzado contra los cátaros, va penetrando por Carcí, ante Casseneuil, cerca de Agen, dirigido por el belicoso arzobispo de Burdeos.

Las tropas cruzadas se detienen frente a la ciudad cátara de Beziers, el día 22 de julio de 1209, donde el obispo católico de Beziers Renaud de Montreyroux intenta parlamentar con Arnau Amalric, proponiéndole la entrega de 222 cátaros de la ciudad, pero los habitantes de ésta ciudad, se niegan en redondo.

Sucede que un grupo de soldados insulta a los cátaros posicionados tras las murallas, por lo que propicia una imprudente salida de una patrulla, para castigar a los provocadores, lo que aprovechan los cruzados para colarse por la puerta abierta de Beziers, invadiendo rápidamente toda la ciudad cátara, es tanto el ímpetu de los asaltantes, que no pueden impedir los cátaros , el incendio, destrucción, pillaje, y el degüello de todo lo que encuentran a su paso, hombres, mujeres, ancianos, y niños, ante lo horroroso del espectáculo, alguien le pregunta Amalric, como distinguir los cátaros del resto de los habitantes, pronunciándose aquella cruelísima frase del legado papal, “matadlos a todos, y Dios ya separará a los buenos”.

El día 3 de agosto siguiente, las tropas cruzadas atacan la ciudad cátara de Carcasona, que aun de sus dobles murallas, y lo inexpugnable de su asalto, permanece en la mente de todos, el violento fin de la ciudad cátara de Beziers, más aun cuando un traidor aconseja a Ramón Roger Trencavell, la salida a campo abierto con 100 caballeros para enfrentarse a Arnau Amalric, siendo todos hechos prisioneros, y asaltada Carcasona.

No corrió la misma suerte que la ciudad cátara de Beziers, al interceder por sus habitantes, Pedro el Católico de Aragón, y hasta el mismo Inocencio III, prohibiendo pasar a degüello a sus gentes, puesto que su deseo era juzgar por medio de la Inquisición a los cátaros existentes.

Desde este momento Amalric, cede el mando al terrible vizconde Simón de Montfort, quedando toda Occitania a su merced, con las tropas que el rey de Francia Felipe Augusto le facilitó, para el exterminio de los cátaros.

Aunque las tropas de los cruzados, hicieron uso de la obligada cuarentena, para licenciarse, a Simón de Montfort le quedaban aun efectivos con el propósito de seguir los ataques contra los cátaros , asolando todo el Languedoc , castillos cátaros como, Bram, Minerva, Termes, Cabaret, Lavaur, Puillorenç, Les Cassés, Montferrand, Motgey, incendia Altarriba, pasa a degüello a Pamis (a pesar de la prohibición papal) Foix en 1212, conquistan a sangre y fuego Agen, Castelsarrasin, Moissac, Montalbán, todas estas victorias de los cruzados , van seguidas otras tantas hogueras, que son encendidas para quemar vivos a los cátaros y sus simpatizantes.

Un hecho importante de la cruzada contra los cátaros , tiene lugar en la Batalla de Muret y el asalto a la ciudad, por Simón de Montfort contra Pedro el Católico, pero eso merece un capítulo a parte, por la relevancia que significo esta acción contra los cátaros .

Simón de Montfort, a parte sus crueldades, era un guerrero eficiente, cosa que a Inocencio III, le conviene, y Felipe Augusto le cede el dominio de las tierras cátaras de toda Occitania, a satisfacción de Montfort, siendo recibido por el rey de Francia en la población de Melun, agradeciéndole los servicios prestados a la corona, sin mas reconocimiento.

Por parte de los cátaros, experimentan un breve resurgir de sus cenizas, cuando el hijo de Ramón VI, asedia la plaza de los cruzados en Bellcaire en la Provenza, obteniendo una victoria que hace renacer las esperanzas de los cátaros, al ser derrotados los cruzados, lo que anima a Ramón VI, hacerse fuerte en Tolosa, acudiendo Simón de Montfort, y entablándose una furiosa batalla para recuperar la ciudad para los cruzados.

En el sitio de Tolosa defendida por los cátaros , una catapulta lanzada desde las murallas una gran piedra, que da de lleno en la cabeza de Simón de Montfort, muriendo casi instantáneamente, destrozándole el yelmo, la cota de malla y con ello la cabeza en varios pedazos, cayendo Montfort del caballo, la alegría en el bando cátaro es indescriptible, al poder eliminar a su mas encarnizado enemigo, el 2 de junio del año 1218, la leyenda dice que una enorme piedra es lanzada desde las almenas de Tolosa por varias mujeres cátaras , implicadas en la lucha, dando fin al su terrible enemigo.

Le sucede en la persecución de los cátaros Amalaric de Montfort, hijo de Simón, pero la verdad es que durante un tiempo, los cátaros obtienen resonantes victorias, comandados por Ramón VII, hijo de Ramón VI, por lo que es llamado a la ciudad de Meaux en 1229, proponiéndosele su rendición, a cambio de perdonar su vida, la de su familia junto con la de todos los tolosanos, que no acepta, solamente al morir prematuramente Ramón VII, el rey de Francia toma el dominio de toda la región cátara de Tolosa.

Los cátaros , son nuevamente perseguidos por la Inquisición con más ahínco si cabe, volviendo a la costumbre de los cruzados , en la implantación de las hogueras, que consumirán a centenares de Buenos Hombres y cuantos cátaro hallasen en su camino, por lo que en el año 1244, cae el castillo cátaro de Montsègur ultimo reducto de los cátaros , y en 1255 el castillo de Queribús, terminando de esta manera la persecución de los cátaros por la cruzada, y la diáspora de los pocos que han podido salvarse de estas terribles persecuciones.

Creación de la Inquisición contra los

 Cátaros

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Hacia el siglo VI d.C, no existían grandes grupos heréticos, como lo serian posteriormente los cátaros, tan solo ciertos personajes eclesiásticos que diferían sobre algunos aspectos del cristianismo, terminando estos normalmente, con la pena de excomunión.

Tan solo a partir del año 1100, la Iglesia empezó a controlar de manera eficiente a sus feligreses, por lo que la herejía de los cátaros, siendo ya conocida, no ofrecía de momento peligro para Roma.

Pero a partir de esta fecha del siglo XII, cuando los cátaros, se organizan mejor y conquistan grandes masas de simpatizantes a su causa. Es cuando empieza la preocupación y movilización eclesiástica, mirando con otros ojos, ya muy distintos, hacia el fenómeno de los cátaros, empeñados en de atajar, sin grandes éxitos.

En un principio solo el estamento civil toma cartas en los asuntos heréticos como el de los cátaros, juzgando con pocas garantías a varios de sus miembros, enviándolos a la hoguera, sin contar con la opinión ni beneplácito de la iglesia dogmática romana.

La línea pacífica para la conversión de los cátaros se inicia a finales del siglo XII, sobre todo por Santo Domingo y San Francisco, pero con poco éxito, como ya apuntábamos

La iglesia católica empieza a organizarse legalmente, con el fin de atajar la herejía de los cátaros , imponiendo en 1184 llamada “Inquisición Episcopal”, por la decretal “Ad abolendam”, con pena del fuego, para herejes cátaros impenitentes o reincidentes, utilizando instrumentos jurídicos, en 1199, se añade la confiscación de bienes para los cátaros , apareciendo sobre la mitad del siglo XIII, ya en el año 1231 por medio de la decretal “Ile humani generis” se establece la “Inquisición Pontificia, disposiciones inquisitoriales, con procedimientos tales como, la tortura en temas de fe, manteniendo en secreto el nombre de los testigos, para evitar represalias, pero todas estas medidas contra los cátaros , necesitaban el apoyo secular, a fin de cumplir las penas que Roma, por los medios mas fáciles y rápidos ejercían su ministerio.

Ya el papa Inocencio III, con el total apoyo del rey de Francia Felipe Augusto, empieza a crear un frente común en contra de los cátaros , bien sea por disposiciones claramente inquisitoriales desde principios del siglo XII y de una manera clara en pleno siglo XIII.

Inocencio III instituye la “Santa Inquisición” como instrumento jurídico a fin de poner término a la herejía cátara, por medio de procedimientos legales ajustados a leyes precisas, a fin de juzgar a todo aquel que cometiere cualquier desviación de los dogmas católicos, y delitos contra la fe cristiana, y en este aspecto los cátaros tenían todas las de perder.

Los Cátaros en Cataluña

Tras la eliminación de los cátaros en el sur de Francia, muchos de ellos se expandieron por Europa, y también arraigaron en España, especialmente en Cataluña.

En consecuencia a la derrota de los cátaros, por la acción de la cruzada contra ellos y la Inquisición, los restos de esta comunidad cátara, emprendieron la diáspora, por varios países de Europa, afincándose en pequeños grupos, que pudieron sobrevivir gracias a sus dotes de comerciantes, artesanos y también su dinero.

España fue uno de los destinos de los derrotados cátaros , en Aragón, Valencia y sobre todo en Cataluña, por la similitud del idioma y por ser el pueblo catalán de carácter, mas liberar y abierto a todas las culturas, no en balde ha sido siempre tierra de paso e influencia, por los griegos, romanos, y visigodos principalmente.

El gran inconveniente desde el punto de vista histórico, ha sido la escasa documentación existente del paso de los cátaros por Cataluña, tan solo noticias aisladas, de algunos historiadores, tales como Jordi Ventura i Subirats, Esteve Albert, Pere Catalá i Roca, y mas recientemente Roquebert, Brenon o Jesús Mestre i Godes, los cuales han aportado noticias interesantes de los escasos vestigios que los cátaros nos han dejado, teniendo en cuenta que la Inquisición catalana, era una de las mas activas en este territorio; Pero aun así las dificultades encontradas por los cátaros huidos, estos supieron ganarse la confianza de las gentes, y sobre todo ser muy cautos en lo referente a llamar la atención, adquiriendo las costumbres y formas de vivir de cada población, sin tener que abandonar sus prácticas religiosas.

Tenemos el ya descrito y trágico paso del último “Perfecto” cátaro Gillem Belibaster, desde Tolosa hasta Morella, en donde existió una importante colonia cátara, tejedores, cambistas y comerciantes en general.

Aunque en un principio el rey Jaime I, contemporizó con los cátaros, posteriormente se vio presionado por la Inquisición, convenciéndolo para perseguir la herejía cátara, y donde jugó un gran papel el jurista dominico Raimundo de Peñafort, apoyando a la Inquisición, en contra de los cátaros.

Juegan un gran papel en Castellbó por su afinidad cátara el Vizconde Arnau, hermano de Esclaramunda de Foix casada con Ramón Niort, de mucha influencia cátara en la ciudad de Foix, por tal motivo el Obispo de la Seu d’Urgell, enemigo acérrimo de los cátaros , promueve un proceso inquisitorial contra Arnau, su hijo Guillem Ramón Josa, junto con su hija Ermenssenda, culminando dicho proceso en la iglesia de Santa Catarina de Barcelona, por lo que ordenó el obispo exhumar los cadáveres de todos ellos, quemando públicamente sus restos.

Un hecho curioso es de que no existieron en Cataluña, mujeres con el rango de “Perfectas”, puesto que el catarismo no arraigó lo suficiente, como sucedió en Occitania, al existir una atenuada cohesión entre los cátaros , al ser unas comunidades, ya de por sí débiles, y llamadas a desaparecer en poco tiempo

Existió un núcleo cátaro en Ciurana (cerca de Girona), donde celebraban sus ritos de la religión cátara, e incluso con el Perfecto Guillem de San Melé, se reunían semanalmente en la Iglesia de Sant Pau del Camp de Barcelona.

Otras colonias de los cátaros, se instalaron en Tortosa, Prades, Cornudella del Montsant, Arbolí, La Seu, Gósol, Josa, Tor de Querol. Visitable por el viajero es la Torre del Castillo de Gósol, y el impresionante castillo roquero de Morella del siglo XIII, situado sobre la “Mola” de origen íbero, con reformas hechas a través de los siglos, en el centro de su castillo se conserva un aljibe de la época romana, es notable la Torre de la Pardalea, la mayor importancia de Morella, se debe sobre todo a las guerras carlistas del siglo XIX, al estar inmerso en las luchas desarrolladas de su entorno, puesto que los cátaros , no utilizaron Morella como baluarte de resistencia militar, por el contrario, fue quizás el asentamiento, mas seguro y prolongado que pudieron encontrar, debido a su lejanía con Francia.

No hay que confundir con el otro tratado de igual nombre ”La cena secreta” del conocido novelista Javier Sierra, el cual se apoya en el cuadro de la “Última cena” de Leonardo da Vinci, en donde reseña novelescamente una interpretación del famoso cuadro escandalizando a los doctores de la Iglesia Católica.

La “Cena secreta” aquí relatada forma parte de los textos doctrinales de los cátaros IV, que sin ser escritos por ellos mismos, son manifiestos conocidos públicamente de una gran importancia, que nos han llegado hasta nosotros; También se conocen estos documentos por el nombre de “Preguntas de Juan” el cual habría formulado una serie de interrogantes formulados por el santo y dirigidos a Jesucristo en una “Cena santa del reino de los cielos”.También es conocido el documento cátaro como “La ascensión de Isaïas”.

Versión de Carcassone.

Versión idealizada que corresponde a la Creación, donde se hace una exposición muy pormenorizada, comenzando por la rebelión de Satanás, influyendo sobre diversos otros ángeles a fin de intentar engañar a Dios de su verdadera intención de oponerse al Creador, por lo que son todos ellos condenados y proscritos. Seguidamente bajo la égida del Génesis da una explicación de la creación de la cual surge Adán el primer hombre, seguido de Eva la primera mujer, a través de la cual Satán le influye a cometer desobediencia, perdiendo por ello a toda la humanidad. En consecuencia a tras tantas tribulaciones no obstante Dios promete que llegado el fin del mundo, resarcirá a los humanos que hayan sido fieles a sus mandatos la vida eterna prometiendo la gloria el disfrute en la contemplación del Creador junto con Jesucristo a su diestra, condenando a los ángeles caídos y a toda humanidad que con ellos han sido partícipes de todas las maldades castigándoles con el sufrimiento eterno.

Traducción de Viena:

Corresponde ello a las preguntas que hacen el evangelista y Apóstol Juan a Jesucristo en la “Cena secreta del reino de los cielos”. En donde el Salvador le da a entender a Juan que alguien le traicionará, ya que Satanás entrará en el cuerpo de Judas, toda vez el ángel caído prometerá la dominación del mundo con tal de que toda la humanidad se someta a todos sus mandatos.

Juan insiste en preguntarle a Dios sobre el diablo, los motivos de este en el intento de atraerse a Adán y Eva. En consecuencia Satán pretendría hacer suyo el mandato por el cual dominaría la tierra con la tentación implícita de que esta sería la fuerza empleada para oponerse a Dios, perdiendo por ello a toda la humanidad. Valiéndose Satanás de la serpiente a fin de conseguir la desobediencia hacia el Creador. Todo ello dando todo lujo de detalles con el fin de conseguir su maleficio fines en la prosecución del dominio del mundo.

El Salvador le expresa a Juan tras la pregunta de como se puede salvar la humanidad tras el pecado cometido por la humanidad, haciéndole saber este que por todo ello Dios permite que su hijo se presente en la tierra como única alternativa en la Redención de todos las gentes de buena voluntad, con la ayuda del bautismo, sin el cual la salvación no es posible ganar el perdón ni el disfrute de la vida eterna.

Juan también le repregunta a Jesucristo sobre el día del Juicio Final, el cual le explica muy detalladamente, la salvación de todas las gentes a las cuales se las juzgarán y se abrirá todos los libros de la tierra para juzgar las obras malas como las buenas, y por ello serán salvados o condenados; Los ángeles caídos serán precipitados al abismo tenebroso de sus horrendos pecados precipitándolos hacia el averno, que para ellos estará dispuesto por toda la eternidad.

El libro de los dos principios:

Este libro comprende; el “Tratado del libre arbitrio” el cual dice que dará conocimiento a todas aquellas gentes ignorantes de la verdadera fe, explicándoles a través de los testimonios de las divinas escrituras, argumentos fehacientes con el auxilio del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

El presente tratado a su vez está dividido en los siguientes ejemplos:

Los dos principios:

Se rechaza la teoría del principio único como aseguran los ignorantes, los cuales argumentan que eran buenos o bien malos, como dijo Cristo en evangelio de San Mateo, en que todo árbol que fuera malo no daría buena fruta, un árbol bueno no podría dar mal fruto, en conclusión existen dos principios por la fuerza de la razón y en el correcto discernimiento (Mit.,VII, 17-18).

De la verdad de Dios:

Reflejado en San Pablo en la “Epístola a los Romanos” (Ro.,XI, 33) que dice: “La causa primera está por encima del todo lo que se pueda decir”

Que Dios conoce todo de toda la eternidad

La cual dice que Dios conoce todas las cosas de toda la eternidad, el pasado, el presente y el futuro, incluso antes de que producirse este (Heb.,IV,13).

De la bondad, la santidad y la justicia de Dios:

Las tres principales cualidades de Dios, están probadas en los asertos anteriores ya señalados, por lo que nadie debe dudar de ellos. O como bien dice uno de los salmos que califican al Creador, es “Dios y juez igualmente justo fuerte y paciente!: ¿se enfada cada día? (Sal., XXIV, VII,12).

De la Omnipotencia de Dios:

Todo poderoso porque su palabra está llena de poder sin posible duda al expresarnos “¿Por qué haces eso así?” (Ec.,VII,3-4).

Primera proposición contra nuestros adversarios:

Es innegable que a la vista de la naturaleza divina de Dios, el cual conoce todo lo creado por él tanto antes de ser creado, lo presente creado y el venidero futuro por crear, ya que todo suceso pretérito, presente y futuro lo tiene previsto por si mismo-.

De la imposibilidad:

Dios sabedor por causa de su Providencia, que sabiéndolo todo en si mismo, por tanto al crear los ángeles sabía que unas legiones de ellos caerían en la maldad, y que al ser creados todo el conjunto de los ángeles prebeyó la transformación de una parte de ellos en demonios en pro de la libertad de la que les concedió; por razón de los dos principios que ya fueron establecidos, el Bien y el Mal.

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