Historia de los Cátaros
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En la Edad Media existían
clases, aun entre los trovadores y juglares provenzales, los primeros eran a la
vez cantores del amor cortés y cantautores, muchos de ellos de procedencia
noble e incluso eclesiástica, tanto cristianos como cátaros , en cambio los
juglares eran de orígenes mas modestos, cantando composiciones ya escritas por
los trovadores, incluso se dedicaban, a la vida circense, lanzadores de
cuchillos, equilibristas, dándose el caso de estar a veces al servicio de los
señores, o como bufones de palacio, normalmente su vivir era bohemio, teniendo
ambos en común, el propósito de ir explicando historias a las gentes del
Languedoc y en su misma lengua, de pueblo en pueblo, y de castillo en castillo,
una especie de corresponsales de la época.
Los cátaros aceptaban el amor
cortés de los trovadores, como algo natural en la idealización de las
relaciones amorosas, no obstante existía cierta contradicción en cuanto a los
cátaros , sobre este tema, ya que las damas desde pequeñas eran educadas en
esta sublimación amorosa con respecto a los hombres, y ser corteses con todo el
mundo, mas aun cuando los trovadores mencionaban a las damas “divinas
hermosuras del cuerpo femenino”, el principio moral de los cátaros les
inclinaban a decir que el atractivo físico era un ente del diablo “cosa impura ante
Dios”, sin embargo cuando la dama se convertía en creyente cátara , los “buenos
hombres” aceptaban esta dedicación carnal del feminismo, con lo que les era
permitido a las mujeres cátaras , gozar sexualmente cuanto quisieran, a
condición, eso si, que después de cada una de sus dedicaciones carnales
extramatrimoniales, se confesaran de inmediato.
Existía una concienciación por
parte de los católicos, declarando que esas entregas amorosas las cuales eran
idealizadas por los trovadores,constituían un libertinaje, pero no dejaban
escapar la ocasión cada vez que se les presentase, los cátaros en esta cuestión
no fueron menos, teniendo en cuenta que los ejemplos vividos a su alrededor,
por parte de sus propios maridos, parientes, otros caballeros, escuderos, y gentes
de otras índoles, haciendo de estas prácticas amorosas, como la cosa más
natural del mundo.
Esta manera de ver la vida
amorosa, fue implantada por los trovadores en todo el Languedoc, o Provenza,
como fue su denominación posterior, a tenor eso si, del sentir de las gentes,
ya católicos o cátaros, es por ello que fueron tan bien acogidos los
trovadores, puesto que a parte de informarles con noticias de otros lugares,
las gentes los sentían muy próximos a causa de compartir su misma filosofía
amorosa.
La creación de la poesía
romántica, fue sin duda obra de los cátaros, en su mayor parte, inexistente con
anterioridad, pero que ha sobrevivido y perdurado hasta llegar a nuestros días,
desaparecieron los cátaros, pero quedaron sus obras, rescatadas de los archivos,
que la Inquisición no pudo destruir. Fueron los trovadores junto con los cátaros,
los que propiciaron la sublimación del erotismo, teniendo en cuenta que estos
poetas sin ser eclesiásticos, surgieron de los monasterios y conventos, siendo
personas de una gran cultura, en una época con pocas libertades de pensamiento,
pudiéndose apoyar precisamente en los cátaros, que en aras de esa libertad, les
facilitaron en su desarrollo poético.
Hubieron grandes trovadores,
como el cátaro Pierre Corbián, insignes poetas, Guilhem Figuiera, Jaufre Rudel,
el Uc de Saint-Circ. Es conocida la historia de Adelaida casada con el señor de
Pera, gobernador de Albí, la cual fue amante del vizconde de Saint-Antoine
llamado Ramón Jordán, su fama se extendió por toda Occitania, creando una corte
de “Amor platónico”, que a pesar de ser cátara y aspirante a “Perfecta” no fue
impedimento para cortejarla el rey Alfonso “El Casto”,de Aragón y Conde de
Barcelona, tuvo la cátara Adelaida su poeta trovador, como amor platónico, llamado
Arnaut de Maruelh, que toda su vida suspiró por ella, cantando su esplendorosa
belleza, y aquejado de intensa melancolía, hasta su vejez, cuando comprendió
que nunca conseguiría materializar su pasión, hacia su querida Adelaida.
Vida
y costumbres de los Cátaros
El
valor literal de la palabra “cátaros”, proviene de la lengua griega, que
significa “los puros”, tal y como se denominaban ellos mismos, por lo tanto es
todo aquel conjunto basado en antiguas creencias, que los cátaros adoptaron
para si mismos, y que tanto las jerarquías como sus discípulos hicieron
propias, intentando adecuarlas a las nuevas épocas que les tocaron vivir, pero
con un ascetismo y un estricto cumplimiento, propias de los primeros
cristianos, que surgieron tras las predicaciones de Jesucristo.
Protofeminismo
entre los cátaros
No sería justo eludir el
importante papel de la mujer cátara que tuvo en esta sociedad, `por otro lado
tan patriarcal y misógina como lo fue en la Edad Media. Aun a pesar de la
escasa documentación que sobre este tema nos ha llegado hasta nosotros, causada
por la limitada atención de que eran objeto las mujeres, relegándolas al papel
que se les imponían en una sociedad donde el feminismo era visto como algo
susceptible en su papel reproductivo, y sumisión al hombre, al que debían
obedecer y someterse. Como mucho era la dueña de su casa de puertas a dentro,
sin participar en las decisiones que estaban supeditadas al padre de la
familia, cuando no a un hermano, o siguiendo dicha sumisión, al marido. Que
entre las familias de cierto rango, la mujer podía aspirar al matrimonio, o
bien al ingreso de alguna orden religiosa, como último recurso, en caso de
verse abocada a la soltería.
Todas estas particularidades
han sido reflejadas gracias a la documentación existente por parte de la
Inquisición u otros estamentos eclesiásticos, que sin ser especialmente
abundantes, si se hayan en mayor abundancia al ser comparados con los obtenidos
a través de los propios cátaros, puesto que es limitada la documentación
conservada por los cátaros que pudo llegar hasta nuestros días.
A todo ello se han de hacer
resaltar las investigaciones modernas actuales, en donde empieza a despuntar un
mayor interés sobre estos temas, frenados siempre por el desapego hacia la
mujer, no dándoles tanta importancia con respecto al hombre, por lo que muchos
historiadores han pasado de puntillas sobre ello.
Aun así, existen autores que
si se han atrevido en dar a conocer por medio de sus trabajos, las
particularidades de las distintas mujeres que influyeron en la vida social del
Medievo y en especial del mundo cátaro, dándoles la importancia que el
feminismo se merecía.
Cabe destacar a prestigiosos
historiadores, estudiosos en el tema de la mujer tanto en el catarismo como
temas afines a ellos:
René Nelli, en su obra “Los
cátaros en el Languedoc en el siglo XIII.
Paul Labal “Los cátaros,
herejía y crisis”.
Anne Brenón, paleóloga
eminente, fundadora de la revista “Heresis”, perteneciendo entre los años 1982
al 1998, a la institución “Centre nacional d’études cathares René Nelli” y
profesora de la “Universidad de Warwick de Coventry (Reino Unido), siendo
autora de una publicación el año 1997 en “El mundo de los trovadores”.
Las mujeres cátaras gozaban al
igual que los hombres del privilegio de ser “perfectas” con el nombre de
“buenas damas” pudiendo administrar los sacramentos propios del catarismo como
el “consolamentum” o bien el “melioramentum” bendición que se otorgaba para un
“buen final” en el ocaso físico de algún fiel cátaro.
Existen en la actualidad
estudios dedicados a las “buenas damas” sobre las cuales se han descrito la
gran importancia que tuvieron muchas de las mujeres cátaras, autor de estos
modernos descriptivos femeninos se encuentran a Nariri Mertinengo en su “Las
trovadoras poetisas del amor cortés” (1997) o bien Anne Brenon ya nombrada más
al principio, con su obra “Las mujeres cátaras” la cual, esta misma autora, ya
hace revelaciones en la existencia de mujeres organizadas en obispados,
formando comunidades femeninas reunidas en conventos, así como las sedes de
diáconos, en sitios muy concretos como lo fueron Carcasona, Albí, Tolosa o
Limoux.
La imagen de igualdad de la
mujer con respecto al hombre nos viene dada por el autor Jean-Claude Genel
(1999), matizando no obstante en la diferenciación con que se hace en la
actualidad. Se da también una breve pincelada en la afirmación de que las
mujeres disfrutaban en igualdad de derechos y obligaciones que los hombres. Se
hacia patente la importancia relacionada entre las mujeres cátaras y los
trovadores los cuales idealizaban a estas a veces sublimemente en referencia al
“amor cortés”, dando gran importancia al amor virtuoso, ya como amor cortesano.
Con ello se fue desarrollando una relación mujer-trovador, los cuales exigía un
amor libre y puro, desprendiéndose por otra parte de la pecaminosa carne tanto
dentro del matrimonio como fuera de el, tal y como era concebido por la
doctrina cátara, con la libertad de pecar según el catarismo o amar según los
trovadores, sintiendo la libertad sin ataduras en las mujeres cátaras. Por otra
parte no podían existir grandes ataduras de estas mujeres hacia los trovadores,
al ser estos unos personajes en continuo movimiento, de castillo en castillo,
en los cuales a parte del amor cortés, también cantaban las historias y
noticias que se producían en toda la geografía por ellos recorrida. En fin, que
en cierta manera eran los telediarios de la época.
De todas formas existe un
debate, en el cual muchos historiadores ponen en duda que la igualdad de las
mujeres respecto al hombre dentro del catarismo, no era de una manera total y
absoluta, seguía existiendo un cierto misogismo que impedía, por decirlo así,
una integración femenina igualitaria. Si bien es verdad que las mujeres de la
alta sociedad, tenían unas facilidades más amplias que pudieran existir entre
las clases inferiores a ellas.
Destacaremos una serie de
personajes femeninos, de los que nos hablan historiadoras como María Milagros
Rivera, en su obra “La diferencia sexual en la historia (2005), o historiadores
como A. Guirdham en su “La gran herejía” (998) donde trata este tema del
feminismo.
En otro apartado sobre este
interesante tema de la mujer cátara, daré a conocer varias de estas cátaras,
que aun a riesgo de sus vidas y contra cierta oposición dentro y fuera (sobre
todo), de la herejía cátara, mujeres que supieron hacerse valer y aun a
contribuir en la comunidad cátara un papel tan importante, y en ocasiones
decisivo, como pudiera tener sus homólogos masculinos.
Este conjunto de mujeres
cátaras, por su relevancia especial han podido significarse y obtener su
reconocimiento histórico serian: Beatriz de Plannisoles, Esclaramonda de Foix y
Loba de Pennautier, de las cuales se harán patentes en unas breves biografías.
Rituales
esenciales de los Cátaros
Existen entre los cátaros una
serie de rituales, necesarios estos que sin ser precisamente dogmas de fe, como
sería de obligado cumplimiento en la doctrina de los cristianos católicos, si,
son observados por todos aquellos creyentes que moralmente han de seguir la
creencia de su fe y, sobre todo la utilización de un “Pathos” suficientemente
creíble ante sus obispos o hacia la multitud presente en tales ritos, como
forma de reafirmación en la fe que han aceptado profesar.
El más importante de estos
ritos es sin duda el “Consolamentum”,
ya nombrado brevemente en varias ocasiones, pero que aquí es preciso reseñar
como una importante ceremonia en el mundo de los cátaros, por lo que responde
al único “sacramento” dualista de esta religión herética. Por lo que el “consolamentum”
era por así decirlo la síntesis correspondiente al bautismo, la confirmación,
la ordenación e incluso la extremaunción practicada por los católicos. Suponía
la constatación de un creyente cátaros en su paso hacia una estancia superior
jerárquica, que les confería el título de “Perfecto”, ello se conseguía por la
simple imposición de manos, que otro “perfecto” efectuaba sobre el nuevo
aspirante, el cual a su vez tenía la potestad de transmitir el “consolamentum”
a otro creyente que voluntariamente lo solicitase. Este libre asentimiento que
se adquiría, representaba no obstante un camino no exento de unas obligaciones
muy comprometedoras en su cumplimiento, debía vivir una vida completamente
entregada a los demás, de un comportamiento intachable, ascetismo total, y
observando las reglas que adquiría propias de su fe, rezos continuados, ayunos
frecuentes, abstenerse de toda práctica sexual. En cuanto al alimento, no
debían comer carne ni todo lo derivado de ella, como huevos, leche,
mantequilla, ya que todos estos productos significaban el resultado de la
reproducción sexual, totalmente prohibidos por el catarismo, al significar en
ellos, estar poseídos por el diablo. Si en cambio podían beber vino
moderadamente y la ingesta de pescado, ya que, según las creencias del medievo,
los peces se reproducían espontáneamente en el seno del agua.
Cualquier transgresión de
todas estas normas de estricto cumplimiento, significaba para el “perfecto” la
pérdida del “consolamentum” al mismo tiempo que lo perdían todos aquellos que
este transgresor hubiera impuesto este sacramento a otros creyentes. Tan solo
podían recuperarlo, si accedían de nuevo al “ consolamentum ”, ya que
rechazaban la idea católica, de que un sacramento siempre es válido aunque el
oficiante sea indigno, en el catarismo , sus representantes en todo momento
habían de ser merecedores intachables de sus cargos. El “consolamentum” también
se administraba a toda clase de creyentes en los últimos momentos de su vida, a
fin de conformarlos, perdonar sus pecados y por lo tanto salvar sus almas.
Un primer rito llamado “Melioramentum” (mejoramiento) tal como
la misma palabra da a entender, se pedía a los simpatizantes del catarismo,
como a sus neófitos, un compromiso de buena voluntad, por el cual se les
exhortaba en la práctica de la humildad, la caridad, así como el perdón de las
ofensas recibidas por el prójimo y sobre todo la veracidad sobre sus acciones,
virtud esta tan valorada entre los cátaros. Consistía el rito del “
melioramentum ” al considerar que los Creyentes estaban en posesión de Satanás
, por lo que no podían rezar a Dios , hasta no pertenecer al catarismo ,
suplicando al “ Perfecto ” por cuanto entonaban las plegarias en posición
arrodillada, con las palmas tocando el suelo o bien estas sobre un banco,
efectuando tres inclinaciones de cabeza acompañadas por un “ Benedicite ”
(bendícenos), pronunciando la siguiente fórmula: “Señor, o buen cristiano, o buena señora (si era una Perfecta ) con la
bendición del Señor o con la tuya, y reza a Dios por nosotros” en la
tercera inclinación de cabeza diciendo “ Señor
, rezad a Dios por este pecador porque lo libre de una muerte maléfica y lo
conduzca a buen fin. Ante lo cual el Perfecto asentía en la primera y segunda
plegaria, extendiéndose en la tercera aludiendo al “Consolamentum” diciendo: “Recemos a Dios para que haga de ti un buen
cristiano y te conduzca a un buen fin”.
El rito del “Apparellamentum” es descrito como una
fórmula que mensualmente se utilizaba, a cargo de los diáconos. Consistía esta
ceremonia en unas confesiones colectivas y públicas, describiendo las faltas
que pudieran cometer los “Perfectos”, en donde se pronunciaban ocasionalmente
ante los obispos.
En la manera occitana del “
Apparellamentum ” se requería de un Pathos lo bastante retórico, no tanto para
impresionar a los asistentes, como ante los representantes del catarismo , pero
si para dar un aire solemne a las fórmulas contenida en ellos, estos eran: “Comparemos ante Dios y ante vosotros y ante
la orden de la Santa Iglesia para recibir el Servicio, el perdón y la
penitencia para todos nuestros pecados”, dando exhaustivamente toda clase
de pormenores de las faltas cometidas, sus miserias, imperfecciones,
corrupciones, y cuantos pecados pudieran existir, prometiendo actos de
arrepentimiento, como ayunos, plegarias, obediencias sin olvidarse de nada y
recordando ante Dios “La salvación de
todos los justos, gloriosos, cristianos” “Benditos antepasados que descansan en
paz y hermanos aquí presentes”. Que por cierto, no se diferenciaban mucho
en estos actos de contrición practicados por los cristianos católicos.
También hemos de hacer notar
que todo lo concerniente tanto a los ritos de la religión cátara, como otras
variadas noticias llegadas hasta nosotros, no se han descubierto por la Inquisición,
la cual obviaba estos aspectos de la herejía, y aun se despreocuparon en
indagar por medio de los testigos que eran interrogados. Por lo que estos
conocimientos son debidos a los documentos que escaparon a la destrucción, ya
que los cátaros predicaban ampliamente sus conocimientos sin esconder sus
creencias e incluso debatían con los católicos las diferentes opiniones en
reuniones asamblearias.
La
Burguesía cátara
Ya al término del siglo XIII,
cuando es casi aniquilado el movimiento cátaro, surge un periodo de cierta
bonanza hacia los cátaros, aun a pesar de inmiscuirse la política entre ellos,
en donde toman un mayor partido los burgueses, principalmente en la ciudad de Carcassone,
pasando de la lucha armada, al poder político, donde la Inquisición ya no es la
fuerza preponderante de antaño.
Aunque la burguesía tuvo desde
el principio de la cruzada contra los cátaros, pensamientos anticlericales,
como anti inquisitoriales, se inclinó en los finales de esos turbulentos
tiempos, por la doctrina catara rechazando los burgueses el sentido financiero
(contrario a ellos) del Vaticano, mas aun, en cuanto que este apoyaba la
política jacobina de Francia.
Era precisamente la ciudad de Carcassone,
la representante principal de la clandestinidad herética de los cátaros, que se
afianzaba principalmente entre la burguesía, en donde a escondidas, de la
siempre vigilante Inquisición, se reunían en “circa noctem” (a la caída de la
noche) a fin de recibir el consolamiento de los moribundos o de las gentes que
deseaban obtener esa gracia catara. Personajes importantes como el clérigo
Blazy, el notario Paul Floris, o el rico carnicero Perre Gary, entre muchos
otros.
El resultado de esta clandestinidad
fue de carácter conspiratorio, precisamente representados por gente culta, lo
contrario a los católicos, estos nuevos cataros burgueses eran la flor y nata
de la sociedad, abogados, notarios, médicos, incluso militares, englobando a
numerosos clérigos, como los párrocos de Ilhes, de Pennautier, de Villardonnel,
el vicario diácono de Caunes, un monje de la Abadía de Sans Morlane, y tantos
otros que se unieron a la nobleza catara , citando entre ellos a la Dama de
Sallès-Cabardès, Dama Jordana, hija de Jourdain de Saissac, o bien los
“franceses” del Castillo de Cabaret .
En una fecha no precisada del
año 1285, los cónsules se reúnen en la casa del oficial diocesano Guillaume Brunet,
en donde ante una numerosa asistencia, deben tratar de asuntos tan importantes,
como el hecho de que la Inquisición, mantenía una larga lista de todos aquellos
personajes que habían abrazado la causa de los cataros. Estaban dispuestos a
conseguir tan preciada relación, proponiendo al hereje relapso Lagarrigue ,
antiguo perfecto, realizara la sustracción del referido documento, aprovechando
que éste se había pasado al lado de los católicos, cosa por otro lado normal en
la Edad Media , que por diversas razones existía gente proclive hacia el lado
opuesto a sus primitivas creencias.
Propusieron para tan peligrosa
gestión a un pariente de Lagarrigue llamado Arnau Matha, que además era su
amigo, intentándole convencer en volver a sus creencias cataras, y aprovechando
ser el hombre de confianza del inquisidor de Carcassone, para que tuviese a
bien apoderarse de la tan temida lista. Fueron muchas veces por las que los
cónsules y el mismo Matha, quisieron convencer a Lagarrigue para sus fines,
hasta que tras renovados esfuerzos lograron persuadirle de ello, Lagarrigue
pidió cien libras con el fin de poder corromper al notario de la Inquisición;
le fue dada dicha cantidad, pero reclamó otras cien libras, para dárselas al
funcionario, una vez en su poder la relación pedida por los cónsules.
El fin primordial de los
cónsules en el apoderamiento del referido inventario, era a parte de proceder a
su destrucción, tener una base firme en la elaboración de una serie de
apelaciones que presentarían ante Roma , y de esta forma dejar sin efecto las
acusaciones de que eran objeto los cataros de Carcassone , apoyándose en
Derecho.
Pero a la hora de encomendar
al anónimo notario la sustracción de los registros de la Inquisición , este se
encontraba de viaje, por lo que hubo que recurrir al substituto del mismo, que
resultó ser analfabeto, siendo designado al Maestre Bernat Agasse , fiel
seguidor del catarismo , para ayudar a encontrar los documentos en litigio.
Se supone que Lagarrigue, por
temor a ser condenado a muerte, informó a los inquisidores Jean Galand y
Vigorous sobre los propósitos de los cónsules, dando al traste con la paciente
trama en conseguir el anhelado documento. A pesar de todo ello no hubo gran
represión sobre los cataros, permitiendo a los burgueses seguir con sus
gestiones jurídicas, procurando, eso si, no hacer ninguna alusión sobre la
herejía catara.
Vida
y muerte en la religión catara
La Inquisición en los últimos
tiempos de la cruzada contra los cátaros, tenía una fijación contra ellos en lo
referente a la “endura”, considerada
como el suicidio cataro, ya que era
una prohibición en todas las religiones monoteístas. Pero no es una exacta
afirmación, ya que esta forma de suicidio tan solo era efectuada en casos muy
excepcionales, cuando la muerte de un cátaro, era inminente o bien la
enfermedad padecida resultaba incurable y mortal. Por lo que los cátaros para
evitar mayores padecimientos, se abandonaban completamente, dejando de ingerir
alimentos, aun así la endura fue una leyenda que sus enemigos aprovecharon en
contra de los cátaros. Por otra parte el término “endura” se prestaba a
confusiones, ya que su significado no estaba claro, puesto que podía
expresarse, como un padecimiento o sufrimiento, precisamente el mismo que
experimentó Jesucristo cuando se retiró al desierto, con el fin de meditar y
rechazar las tentaciones del demonio, tal y como se da a entender en varios
escritos de exegetas sobre la palabra “endura”.
Teniendo en cuenta que en la
Edad Media, la longevidad humana se situaba entre los 35 y 40 años de edad, con
pocas posibilidades de curación ante cualquier tipo de enfermedad, puesto que
la medicina aun era muy primitiva, al no aceptar el cristianismo, el desarrollo
ni el intento de cualquier avance científico, aceptando las enfermedades o
accidentes como castigo por los pecados cometidos, y en todo caso era: “la
voluntad de Dios”, los cátaros no aceptaban esta manera de ver las cosas,
considerando una falta de libertad del individuo.
La muerte en la Edad Media en
el ámbito religioso, era el paso ineludible por medio del cual el espíritu era liberado
a la vida eterna, también lo era entre los cátaros , con gran diferencia con
respecto del cristianismo romano, siendo vista por estos de forma mucho menos
dramática, la Iglesia siempre mantenía la espada de Damocles pendiente sobre
las cabezas de sus feligreses, en el temor al fuego eterno, de no seguir los
dictados que a fuerza de dogmas y terribles amenazas infernales, caería
inexorablemente sobre ellos, lo que les hacía vivir en un constante temor al
castigo divino, contrastando con la creencia de los cátaros , en una vida
preparatoria para el tránsito final, como algo lógico y natural.
La visión católica de aquellos
momentos, en cierto modo aterrorizaba a las gentes, puesto que toda aquella
persona distanciada del dictado eclesiástico, podía abocar al individuo al
fuego eterno, en contraste con los cátaros , los cuales si bien estaban sujetos
a ciertos mandatos por sus obispos, no existía otro compromiso para sus fieles,
que el producir actos de buena fe hacia el prójimo sin importar su credo, ni
posición social, cuyo logro cátaro era, recibir al final de su vida el
“consolamiento” siéndoles perdonados todas sus faltas y pecados.
Existían similitudes, entre
católicos y cátaros , en cuanto a creencias sobre el alma, la cual permanecía
en el cuerpo durante tres o cuatro días, hasta lograr su total liberación con
la ascensión a los cielos, por cuanto en todas las casas donde se velaba a un
muerto, desprendían del tejado una o dos tejas, a fin de que el espíritu del
finado pudiera salir libremente a traves de ellas, estas y otras costumbres
fueron decayendo entre los cátaros con el tiempo, tampoco estos mostraban su
dolor como hacían las gentes de la Edad Media, arrancándose los cabellos, o
gritando desesperadamente para mostrar su luto, en eso los cátaros lo tenían
bien claro, el cuerpo pertenecía al “Mal” por cuanto la muerte les liberaba de
lo material, en un tránsito gozoso, al fin dejaban de sufrir las penalidades
que la vida les hubiera deparado, con lo cual, el alma cátara purificada por
sus buenas obras y el consolamiento, accedía hacia el Reino de Dios.
Era especialmente chocante
para los que no fueran cátaros, la forma de aceptar el suplicio del fuego en la
hoguera, a ella se sometían incluso entonando cánticos, puesto que para los
cátaros era inconcebible ceder en sus creencias, aun sabiendo el final tan
doloroso, los cátaros preferían el sacrificio, que la pérdida de sus almas,
similitud esta comparable a los primeros cristianos, enfrentados a la muerte en
los circos romanos.
La reencarnación en la
religión de los cátaros, consistia al igual que otras religiones orientales, en
la transmigración del alma tras la muerte, pudiendo adoptar el sexo contrario
al que pertenecian en vida, o bien seguir sin este cambio sexual, otra
originalidad en las creencias de los cátaros , consistia en la pérdida de la
clase social y por tanto la transmisión hereditaria, haciéndoles a todos los
cátaros iguales entre si.
Formas
de reconocer a los Cátaros
Los inquisidores tenían una
norma peculiar con el fin de reconocer a los cátaros al objeto de poderlos
descubrir y detener:
Entre las diferentes maneras
de localizar a los cátaros , fijaban la atención en los rostros de las
personas, que al verlos delgados y pálidos, eran catalogados como cátaros ,
ello podría darse en un principio a los cátaros artesanos, los cuales
trabajaban intensamente en lugares cubiertos, sin ver la luz del sol, y sus
dietas eran principalmente muy frugales y vegetarianas.
Los inquisidores con el
propósito de asegurarse la caza de los cátaros, al ser estos detenidos, eran
obligados a ser examinados por un médico católico, con el propósito de
averiguar si su estado físico, era debido, a alguna enfermedad, mala
alimentación o deterioro por razón en el excesivo esfuerzo del cátaro en su
trabajo cotidiano.
Otra forma de descubrir su
identidad, era el estado higiénico de un individuo, puesto que los cátaros
tenían costumbre de lavase diariamente, algo inconcebible en la Edad Media,
donde un caballero que se pasaba el tiempo guerreando, tenía a gala y como
forma de virilidad, permanecer con las mismas ropas en las campañas bélicas,
durante varias semanas.
El aseo personal, era
considerado cosa de judíos y árabes, que incluso se perfumaban, por lo tanto
los cátaros eran fácilmente descubiertos por tal motivo.
Resultaba peligroso para un
cátaro , negarse a matar una gallina, un cerdo u otro cualquiera animal, puesto
que la religión cátara tenía prohibido sacrificar a todo tipo de criatura, en
la creencia de que a la muerte de un astrong>cátaro su alma podría
transmigrar (metempsicosis) a un hombre, una mujer e incluso a un animal que
estuvieran vivos.
En los primeros tiempos,
pudiéramos decir “dorados” de los cátaros , existían otras formas de identidad
fácilmente apreciables hacia todo aquel interesado en su persecución, como lo
eran la Inquisición y todo su terrible aparato, cosa que los cátaros se
percataron de ello, teniendo necesidad de ir cambiando sus costumbres mas
visibles evitando con ello sus detención en lo posible.
Los cátaros caminaban en parejas,
debido a la posible ayuda que uno al otro pudieran proporcionarse, evitando con
ello que el otro cayese en alguna mala tentación, pero con el tiempo también
era esa una forma de identidad de los cátaros, con lo que se les detenía,
juntos tal y como habían vivido, eran llevados a la hoguera y juntos morían
quemados, otra costumbre que los cátaros debieron suprimir o disimular al
máximo. Los buenos hombres, debían llevar barba, y pelo largo, teniendo
necesidad de modificar su aspecto claramente cátaro, rapándose la barba y
cortándose el pelo, por lo que los cátaros por lo tanto adoptaron el hábito de
cubrirse la cabeza con la capucha de sus mantos, pareciéndose a los
comerciantes y peregrinos, ya que un buen cátaro nunca podía ser confundido con
gentes de otra religión que no fuera la suya.
Los Perfectos vestían con
ropas negras, un bonete sobre sus cabezas, y como identificación cátara de su
ordenación, un fino hilo de lino ceñía su cintura, y colgando de tal cinturón
una bolsa donde guardaban el Evangelio de San Juan, así como una marmita para
sus frugales comidas, aunque a finales del siglo XIV, por el recrudecimiento de
las persecuciones a que eran sometidos los cátaros, estos tuvieron que cambiar
sus ropas por el color azul, mas común entre las demás gentes.
Armonia
catara en el medio ambiente
En la Edad Media, tanto los
campesinos del Languedoc como los del resto de Europa, su existencia estaba muy
ligada a la magia negra, y a las supersticiones, entre otras cosas, era mala
suerte cruzarse con una comadreja, las mujeres dudosas de su fertilidad,
obligaban a sus maridos beber una porción de su sangre menstrual, asimismo las
suegras ofrecían encantamientos para hacer fértiles a los maridos de estas,
tales costumbres no eran admitidas por los cátaros en su religión, no obstante
los círculos de amistad con los campesino eran bien patentes, tampoco los
cátaros tenían propiedades privadas a fin de evitar confiscaciones por parte de
la Inquisición, así que el anonimato cátaro se conseguía mezclándose con las gentes
del campo o ciudades.
El mundo cátaro estaba bien
delimitado, en cuanto a sus deberes, Los Perfectos ofrecían sus consejos a fin
de no maltratar a los animales, y las Perfectas, se ocupaban de aleccionar
sobre las labores agrícolas a las mujeres, puesto que eran estas las encargadas
en los trabajos del campo.
Los cátaros convivían sin
problemas entre la población, llevando a cabo sus obligaciones religiosas,
tanto los Perfectos como Perfectas, debían interrumpir el sueño nocturno seis
veces a fin de rezar el “Pater”, así como sus penitencias en el ayuno,
consistente en la sola ingestión de pan y agua tres veces por semana, las
comidas normales de los cátaros consistían en una composición alimentaria
exenta de carne y grasas animales, y en pocas cantidades, solamente eran mas
abundantes cuando algún no cátaro era invitado a la mesa.
Los vecinos de los cátaros les
llamaban “los buenos hombres de las grandes pausas” ya que los Perfectos,
proveedores de gran cultura, se dirigían a los no creyentes de forma directa
sin, precipitarse, con gran cuidado, sobre todo si eran preguntados los cátaros
sobre alguna cuestión, para lo cual se tomaba un tiempo en pensar la respuesta,
con la idea de dar una contestación mas acertada posible, midiendo sus palabras
pausadamente, siendo además costumbre de los cátaros tras sus adicionales
comentarios a las gentes, ser estos sumamente modestos con frases como; “es
posible”, “tal vez sea así”, “si Dios nos lo consiente”, “espero que Dios nos
ayude”.
Con respecto al trato con las mujeres
los cátaros, al considerarlas como seres pecaminosos procedentes del “Mal”
jamás debían tener contacto físico con ellas, puesto que comiendo o durmiendo
debían hacerlo separadamente. Tan solo cuando la Inquisición fue arreciando en
su cruzada contra los cátaros , en ocasiones para no levantar sospechas sobre
los que continuamente les vigilaban, accedían a dormir con su supuesta mujer,
simulando un matrimonio normal, pero eso si, vestidos completamente, e incluso
besarse en la boca públicamente a fin de alejar toda sospecha que pudieran
tener como cátaros .
Una de las singulares
costumbres de los cátaros en caso de encontrar por el camino una bolsa con
dinero o joyas, tenían la obligación de investigar quien eran sus dueños, para
devolverles lo extraviado, de no averiguarlo, debían entregar lo hallado a la
autoridad más próxima del lugar.
De encontrar un cátaro un
animal vivo atrapado en una trampa, debían liberarlo, y en compensación hacia
el cazador, al cual no podían perjudicar por tal pérdida, dejaban una moneda
junto a la trampa.
Otra peculiaridad de los
cátaros , consistía en respetar la vida tanto de animales como personas a
cualquier precio, por lo que si durante un viaje eran atacados por algún
bandido, incluso si empleaban armas en ello, los cátaros habían de poner en
práctica todas sus dotes persuasivas con el fin de hacerles ver su mala acción,
y hacerles desistir en el empeño, de no conseguir los cátaros que los ladrones
renunciaran en robarles, debían no oponer resistencia alguna, y mucho menos
herirles o matarles, sabiendo que por ello pudiesen perder la vida.
De igual manera, si en el
monte topaban con algún animal peligroso, los cátaros debían evitarlo en lo
posible, y ahuyentarlo, de lo contrario, aun a costa de ser atacados o
devorados por la bestia, no se les permitía matarla.
Los cátaros tenían buena
organización referente a la propia supervivencia, permitiéndoselo sus buenas
dotes de comerciantes, o mediante los oficios que dominaban perfectamente,
incluso existían médicos, escribanos e incluso cambistas y pequeños banqueros,
llegando en ocasiones los cátaros a mover respetables cantidades de dinero,
pero lo que mas abundaban eran los oficios, de cesteros, zapateros o
curtidores, facilitando por este motivo el trato directo hacia las gentes que
les rodeaban, todo ello en cuanto a los Perfectos.
Las Perfectas cátaras a parte
de sus obligaciones religiosas, se dedicaban a ir por las ferias vendiendo toda
clase de artículos de mercería, agujas de coser, hilos, bordados o pieles.
Naturalmente que los cátaros ,
vieron en gran manera reducidas sus actividades cuando las persecuciones, y las
cruzadas organizadas por la Inquisición arreciaron, y fueron haciéndose mas
violentas, aun así podían contar con sus vecinos, dándoles a veces soporte de
forma incondicional, aunque supusiera un peligro para sus vidas,escondiéndolos
con eficacia de los numerosos espías que la Inquisición tenía apostados en
todas partes, con el propósito final de quemar el mayor número posible de
cátaros .
Vida
espiritual de los Cátaros
Como es sabido la fascinación
de los cátaros le viene inspirada por las diversas corrientes de las antiguas
religiones que tuvieron sus orígenes en Zoroastro, real o imaginario pero que
desprende una verdad filosófica bien aceptada por los cátaros.
Esta filosofía se basa en los
dos principios que existen entre el Cielo y la Tierra, el Bien y el Mal,
aceptados por los cátaros (en este caso) basándose en la existencia de una
intermediación entre estos dos elementos naturales, llamados “Inmortales
Benéficos”, pudiendo alcanzar tales beneficios espirituales, para lo
cual los cátaros debían practicar la Virtud, y la Piedad con el fin de
ejercitar buenas obras por medio de la bondad, la verdad,los buenos
pensamientos, y tolerancia hacia el prójimo, requisitos estos imprescindibles,
para obtener los “Inmortales Beneficios” tras estas prácticas indispensables,
los cátaros salvaban el alma para la vida eterna.
Los cátaros tenían muy claros
los dos principios dualistas del Bien y del Mal, para los cuales trabajaban
toda la vida, en la creencia que las almas humanas eran consideradas como
partículas luminosas, procedentes del Padre de la Grandeza, del principio
luminoso o Dios Bueno, que en origen (estas almas) eran prisioneras de la Tinieblas,
por estar en posesión de la tierra y lo material de la vida, por lo que los
cátaros debían practicar pensamiento y acciones buenas, de lo contrario serian
castigados.Los cátaros también eran conocidos como los «Buenos hombres».
Estas ideas filosóficas las
quisieron transmitir los cátaros a todo ser viviente de la tierra, pero tales
doctrinas chocaban frontalmente con la ortodoxia del cristianismo, tan apegado
a los bienes temporales o el poder de decisión sobre todas las gentes, reyes,
gobernantes del estamento religioso, arraigando ya desde la época de
Carlomagno,como poder teocrático hasta tiempos bien recientes.
Los cátaros y su doctrina
fueron en general bien acogidos, tanto por la nobleza como el pueblo llano, que
veían en las formas de vida de los cátaros, un acercamiento espiritual hacia
los primeros siglos del cristianismo, por la pureza de sus costumbres cátaras
en comparación a la vida austera de los primitivos cristianos, admirando su
pacifismo, su tolerancia y el trato hacia el prójimo, frente a las convulsiones
de una época tan belicosa como fue la Edad Media.
Aun así el poder
político-religioso, consideraban a los cátaros herejes, de falsa bondad,
contrarios en definitiva a sus ambiciones, y temerosos de perder la
preponderancia tan solo legitimada por la Iglesia, y los grandes señores de la
guerra, que veían la pérdida de su dominio sobre el pueblo en su binomio
Estado-Iglesia.
Los cátaros en un principio
gozaban de más libertad en el Languedoc, practicando con el ejemplo el amor
hacia el prójimo, la búsqueda de la paz a toda costa, y la ayuda a sus
semejantes sin recibir nada a cambio, granjeándose las simpatías de las gentes
y señores. Posteriormente tuvieron que ser mucho más discretos en la práctica
de su religión, al arreciar la acción inquisitorial, y por ende las
persecuciones de que fueron objeto.
La vida de los cátaros era
sencilla, sin bienes terrenales mas que los necesarios para la subsistencia, la
oración y el trabajo, eran sus armas para poder llegar al final con absoluta
paz, preparándose toda la vida para la muerte a la cual no temían, con este
sencillo bagaje los cátaros podían redimirse accediendo así a la vida eterna.,
como felicidad que toda alma debía alcanzar.
Por la sencillez de los
cátaros , poseían estos una sobria organización representada por los Perfectos,
o jefes de su iglesia en donde existían obispados al mando de los mismos, en
las principales ciudades del Languedoc, Lombers, Lavaur, Carcassona, Albí,
Tolosa, Narbona, acompañados los Perfectos por los diáconos, con los cuales
regían las sedes episcopales, y eran sus ayudantes, tanto en la administración
como la organización de la predicación a que estaban obligados, este primer
grupo de cátaros eran los responsables de cumplir sus reglas religiosas mas
estrictas, el rezo diario, el celibato, y dar el “Consolamiento” a los
moribundos para poder acceder a la vida eterna. El ingreso de los cátaros en la
comunidad se realizaba por medio de la imposición de manos, aun que aceptaban
su particular Nuevo Testamento, no admitían el bautismo.
En el obispado de los cátaros,
los obispos de cada demarcación poseían otros ayudantes auxiliares del obispo
llamados Hijo mayor e Hijo menor, con gran prestigio, no tan solo entre los
creyentes sino también entre los simpatizantes de los cátaros.
Aunque se ha especulado mucho
sobre las grandes riquezas de los cátaros, lo que si ha sido relevante entre
ellos, fue la sencillez de sus casas donde moraban, ya que a diferencia de los
católicos, siempre se distinguieron, al no poseer monasterios ni ostentosas
mansiones, puesto que sus vidas cotidianas trascurrían en casas sencillas como
eran las de sus vecinos, mercaderes o campesinos la cual cosa, era bien vista
por los señores feudales del Languedoc.
Destacable de la religión cátara,
es sin duda, el que la mujer aunque de procedencia noble, podía ser nombrada
«Perfecta», con sus funciones exactamente iguales que la de los hombres,
diferenciadas este carácter de los católicos, en cuanto al trato
discriminatorio que en general estas tenían.
https://www.loscataros.com/trovadores-juglares-y-los-cataros/
Resurgir
de los Cátaros
Su origen surge principalmente
del personaje mitológico llamado Zoroastro o Zarathustra , citado ya por
Nietzsche, como religión iraniana, se cree en los comienzos del siglo VI antes
de Cristo, aunque algunos historiadores lo sitúan cuatro o cinco siglos hacia
atrás. Fundamentalmente de creencia dualista, con dos diferenciaciones,
representadas por el Bien –Ormuz o Ahura Mazda- y el Mal –Ahriman
o Angra Mainyu- denominándose por ello en un principio Mazdeísmo, que a
través de los tiempos fueron recogidas estas doctrinas por diversos pueblos o
etnias, existiendo relaciones secretas entre todos estos movimientos
maniqueístas, como por ejemplo las creencias de los bogomilitas búlgaros,
-publicanos de la iglesia de Drugrutia con prácticas idénticas entre si.
Se presume que una de ellas,
la de los esenios, provinentes de Asia Menor, fueron grupos de judíos ascetas,
posiblemente del siglo I antes de Cristo, considerándose así mismos como los
“sacerdotes puros”, considerando el libro sagrado de la Biblia, como un
conjunto de mensajes esotéricos que debían interpretar correctamente, con el
fin de encontrar la clave del futuro y por este medio llegar al “Mesías” que
tanto influenció posteriormente en las corrientes occidentales, donde una de
sus ramas cobró auge, pasando a llamarse principalmente cátaros .
Este conjunto de doctrinas,
afincó sus raíces por Europa, y concretamente, a Occitania , ya en el siglo
XII, se inició un gran crecimiento de la herejía, los valdenses , -llamados los pobres de Lión- después los bribones, junto con la denominación de albigenses en el mismo siglo, esta
última denominación se debió por su afincamiento, y crecimiento de sus diócesis
principales de Albi , Tolosa y Carcasona , siendo la primera ciudad, Albi , el
núcleo desde donde irradiaron hacia el resto del territorio sur de Francia.
En un primer momento se
conoció el movimiento emprendido contra ellos como la “cruzada albigense”, al
ser la villa de Albi, el foco de expansión de esta herejía, posteriormente
sería conocida por todos, hasta llegar a nuestros días como la doctrina de los
“Cátaros”, o “Buenos Hombres”.
Doctrina
de los Cátaros
Los cátaros consideraban a la
Iglesia de Roma, desorientada y perdida en su primitiva esencia, con que los
primeros cristianos vivían su Fe, con sencillez, pobreza y humanismo, que según
los cátaros , había perdido en gran manera, convirtiéndose en una religión,
prepotente, intransigente, cuyos fieles vivían en continuo temor al castigo
divino por cualquier falta o desvío de sus actos, que pudiera reportarles la
condenación de sus almas, estaban los cristianos obligados bajo pena de
excomunión, obediencia ciega hacia los dogmas que la Iglesia, consideraba
inamovibles.
En un principio fue difícil la
investigación de los cátaros, debido a la persecución sufrida, que los diezmó
físicamente, destruyendo además en gran manera todo documento que pudiera dar
alguna luz realista sobre esta herejía.
Aun así se han descubierto
libros cátaros, “El libro de los dos principios “como “El Ritual Occitano” “El
Ritual latino”. Pero el principal de todos ellos es el dicho anteriormente “El
libro de los dos principios”, a parte de esto la bibliografía sobre el tema
hasta ahora es muy escasa, debido en parte a la destrucción sistemática de
todos sus escritos y libros, por parte de los cruzados.
Gracias al descubrimiento de
“El libro” por el dominico Dondaine en Florencia, publicado por primera vez en
1939, se pueden extraer conocimientos cátaros de una forma fehaciente, lo mismo
se puede decir del “Anónimo” por el mismo investigador, cuyos manuscritos se
encuentran en la Biblioteca Nacional de París, publicados por Cristina
Thouzellier en 1961.
Cruzada
contra los Cátaros
La
cruzada fue la maquinaria que los católicos utilizaron, a fin de suprimir la
herejía de los cátaros, para ello se creó el ejército de los cruzados, que los
componían, según las cifras de la época, veinte mil caballeros armados, con mas
de doscientos mil, entre villanos, y agricultores, sin contar para la lucha
contra los cátaros, de los burgueses, clérigos armados. Todas estas cifras
tampoco son fiables del todo, puesto que, los propios interesados, las
desvirtuaban en su propio beneficio, los cátaros eran los únicos que no inflaban
su participación en las luchas y batallas, al ser el comportamiento defensivo,
en la herejía de los cátaros.
Con
el fin de crear un ambiente de terror hacia los cátaros, los cruzados empleaban
la táctica de arrasar todo cuanto encontraban a su paso, con ello conseguían el
alimento para las tropas cruzadas, en los mismos lugares de lucha, y sobre todo
el hacerse con toda clase de botín, en especial de los supuestos tesoros que,
guardaban celosamente en sus castillos.
Se
ha de tener en cuenta, que sobre la misión de los nobles cruzados en la
persecución de los herejes cátaros, con el propósito de erradicar la herejía
cátara, se sobreponía el interés de los mercenarios, y cazadores de fortuna,
cuya casi única preocupación consistía en diezmar las posesiones de los
cátaros, para su enriquecimiento personal, con la excusa de preservar la
religión romana.
Para
este fin guerrero de los cruzados, contra los castillos cátaros, se construían,
catapultas, con que poder lanzar grandes piedras contra las murallas de los
cátaros, recluidos en sus castillos y poder así resistir el máximo posible el
asedio de que eran objeto por parte de lo cruzados.
El
ejército cruzado, contra los cátaros, se puso por primera vez en marcha el día
de San Juan del año 1209, bajando por el Roine, al mando de Arnau Amalric,
guerrero de una gran crueldad, contra el vizconde Trencavell de Montpelier, y
Ramón Roger.
Posteriormente,
frente a los cátaros, designaron a Simón de Montfort, de humilde origen, pero
un gran soldado cruzado, que organizó el ejército contra los herejes cátaros,
actuando contra los cátaros de una forma violentísima, sin ninguna compasión
hacia el vencido.
El
final de la persecución contra los cátaros, fue su total aniquilación, y
diáspora de los pocos cátaros que pudieron sobrevivir.
Ejércitos
cruzados contra los Cátaros
En contra de la herejía de los
cátaros, se forma un gran ejército cruzado a orillas del río Roine, entre Lyón
y Valence, si hacemos estricto caso de las cifras de sus componentes, siempre
con la tendencia secular en la exageración de estas, diremos que según Guillén
de Tudela, la cruzada contra los cátaros, se componía de 20.000 caballeros bien
armados, mas de 200.000 soldados entre villanos, campesinos, a parte de los
burgueses y personajes eclesiásticos.
Al frente de este numeroso
ejército cruzado contra los cátaros, grandes señores, caballeros, mercenarios
con derecho a botín, violar y arrasar todo cuento pudieran a su paso. Los
villanos y campesinos no combatientes eran los encargados de la intendencia del
ejército, víveres, aprovisionamiento de armas, así como el consabido grupo de
prostitutas, para el entretenimiento de la soldadesca.
Toda esta máquinaria de cruzados
anti cátaros , se pone en marcha el día de San Juan del año 1209, descendiendo
por el Roine, hasta Montpelier, el 14 de julio del mismo año, forzándose
conversaciones para la rendición de los cátaros, entre el legado papal Arnau
Amalric y el vizconde Ramón Roger Trencavell, sin éxito.
Otro ejército cruzado contra
los cátaros, va penetrando por Carcí, ante Casseneuil, cerca de Agen, dirigido
por el belicoso arzobispo de Burdeos.
Las tropas cruzadas se
detienen frente a la ciudad cátara de Beziers, el día 22 de julio de 1209,
donde el obispo católico de Beziers Renaud de Montreyroux intenta parlamentar
con Arnau Amalric, proponiéndole la entrega de 222 cátaros de la ciudad, pero
los habitantes de ésta ciudad, se niegan en redondo.
Sucede que un grupo de soldados
insulta a los cátaros posicionados tras las murallas, por lo que propicia una
imprudente salida de una patrulla, para castigar a los provocadores, lo que
aprovechan los cruzados para colarse por la puerta abierta de Beziers,
invadiendo rápidamente toda la ciudad cátara, es tanto el ímpetu de los
asaltantes, que no pueden impedir los cátaros , el incendio, destrucción,
pillaje, y el degüello de todo lo que encuentran a su paso, hombres, mujeres,
ancianos, y niños, ante lo horroroso del espectáculo, alguien le pregunta
Amalric, como distinguir los cátaros del resto de los habitantes,
pronunciándose aquella cruelísima frase del legado papal, “matadlos a todos, y
Dios ya separará a los buenos”.
El día 3 de agosto siguiente,
las tropas cruzadas atacan la ciudad cátara de Carcasona, que aun de sus dobles
murallas, y lo inexpugnable de su asalto, permanece en la mente de todos, el
violento fin de la ciudad cátara de Beziers, más aun cuando un traidor aconseja
a Ramón Roger Trencavell, la salida a campo abierto con 100 caballeros para
enfrentarse a Arnau Amalric, siendo todos hechos prisioneros, y asaltada
Carcasona.
No corrió la misma suerte que
la ciudad cátara de Beziers, al interceder por sus habitantes, Pedro el
Católico de Aragón, y hasta el mismo Inocencio III, prohibiendo pasar a
degüello a sus gentes, puesto que su deseo era juzgar por medio de la
Inquisición a los cátaros existentes.
Desde este momento Amalric,
cede el mando al terrible vizconde Simón de Montfort, quedando toda Occitania a
su merced, con las tropas que el rey de Francia Felipe Augusto le facilitó,
para el exterminio de los cátaros.
Aunque las tropas de los
cruzados, hicieron uso de la obligada cuarentena, para licenciarse, a Simón de
Montfort le quedaban aun efectivos con el propósito de seguir los ataques
contra los cátaros , asolando todo el Languedoc , castillos cátaros como, Bram,
Minerva, Termes, Cabaret, Lavaur, Puillorenç, Les Cassés, Montferrand, Motgey,
incendia Altarriba, pasa a degüello a Pamis (a pesar de la prohibición papal)
Foix en 1212, conquistan a sangre y fuego Agen, Castelsarrasin, Moissac,
Montalbán, todas estas victorias de los cruzados , van seguidas otras tantas
hogueras, que son encendidas para quemar vivos a los cátaros y sus
simpatizantes.
Un hecho importante de la
cruzada contra los cátaros , tiene lugar en la Batalla de Muret y el asalto a
la ciudad, por Simón de Montfort contra Pedro el Católico, pero eso merece un
capítulo a parte, por la relevancia que significo esta acción contra los
cátaros .
Simón de Montfort, a parte sus
crueldades, era un guerrero eficiente, cosa que a Inocencio III, le conviene, y
Felipe Augusto le cede el dominio de las tierras cátaras de toda Occitania, a
satisfacción de Montfort, siendo recibido por el rey de Francia en la población
de Melun, agradeciéndole los servicios prestados a la corona, sin mas
reconocimiento.
Por parte de los cátaros,
experimentan un breve resurgir de sus cenizas, cuando el hijo de Ramón VI,
asedia la plaza de los cruzados en Bellcaire en la Provenza, obteniendo una
victoria que hace renacer las esperanzas de los cátaros, al ser derrotados los
cruzados, lo que anima a Ramón VI, hacerse fuerte en Tolosa, acudiendo Simón de
Montfort, y entablándose una furiosa batalla para recuperar la ciudad para los
cruzados.
En el sitio de Tolosa
defendida por los cátaros , una catapulta lanzada desde las murallas una gran
piedra, que da de lleno en la cabeza de Simón de Montfort, muriendo casi
instantáneamente, destrozándole el yelmo, la cota de malla y con ello la cabeza
en varios pedazos, cayendo Montfort del caballo, la alegría en el bando cátaro
es indescriptible, al poder eliminar a su mas encarnizado enemigo, el 2 de
junio del año 1218, la leyenda dice que una enorme piedra es lanzada desde las
almenas de Tolosa por varias mujeres cátaras , implicadas en la lucha, dando
fin al su terrible enemigo.
Le sucede en la persecución de
los cátaros Amalaric de Montfort, hijo de Simón, pero la verdad es que durante
un tiempo, los cátaros obtienen resonantes victorias, comandados por Ramón VII,
hijo de Ramón VI, por lo que es llamado a la ciudad de Meaux en 1229,
proponiéndosele su rendición, a cambio de perdonar su vida, la de su familia
junto con la de todos los tolosanos, que no acepta, solamente al morir
prematuramente Ramón VII, el rey de Francia toma el dominio de toda la región
cátara de Tolosa.
Los cátaros , son nuevamente
perseguidos por la Inquisición con más ahínco si cabe, volviendo a la costumbre
de los cruzados , en la implantación de las hogueras, que consumirán a centenares
de Buenos Hombres y cuantos cátaro hallasen en su camino, por lo que en el año
1244, cae el castillo cátaro de Montsègur ultimo reducto de los cátaros , y en
1255 el castillo de Queribús, terminando de esta manera la persecución de los
cátaros por la cruzada, y la diáspora de los pocos que han podido salvarse de
estas terribles persecuciones.
Creación de la Inquisición contra los
Cátaros
https://es.topwar.ru/91888-religiya-katarov-gibel-katarov-i-zamki-katarov.html
Hacia el siglo VI d.C, no
existían grandes grupos heréticos, como lo serian posteriormente los cátaros,
tan solo ciertos personajes eclesiásticos que diferían sobre algunos aspectos
del cristianismo, terminando estos normalmente, con la pena de excomunión.
Tan solo a partir del año
1100, la Iglesia empezó a controlar de manera eficiente a sus feligreses, por
lo que la herejía de los cátaros, siendo ya conocida, no ofrecía de momento
peligro para Roma.
Pero a partir de esta fecha
del siglo XII, cuando los cátaros, se organizan mejor y conquistan grandes
masas de simpatizantes a su causa. Es cuando empieza la preocupación y
movilización eclesiástica, mirando con otros ojos, ya muy distintos, hacia el
fenómeno de los cátaros, empeñados en de atajar, sin grandes éxitos.
En un principio solo el
estamento civil toma cartas en los asuntos heréticos como el de los cátaros,
juzgando con pocas garantías a varios de sus miembros, enviándolos a la
hoguera, sin contar con la opinión ni beneplácito de la iglesia dogmática
romana.
La línea pacífica para la
conversión de los cátaros se inicia a finales del siglo XII, sobre todo por
Santo Domingo y San Francisco, pero con poco éxito, como ya apuntábamos
La iglesia católica empieza a
organizarse legalmente, con el fin de atajar la herejía de los cátaros ,
imponiendo en 1184 llamada “Inquisición Episcopal”, por la decretal “Ad abolendam”, con pena del fuego, para
herejes cátaros impenitentes o reincidentes, utilizando instrumentos jurídicos,
en 1199, se añade la confiscación de bienes para los cátaros , apareciendo
sobre la mitad del siglo XIII, ya en el año 1231 por medio de la decretal “Ile humani generis” se establece la
“Inquisición Pontificia, disposiciones inquisitoriales, con procedimientos
tales como, la tortura en temas de fe, manteniendo en secreto el nombre de los
testigos, para evitar represalias, pero todas estas medidas contra los cátaros
, necesitaban el apoyo secular, a fin de cumplir las penas que Roma, por los
medios mas fáciles y rápidos ejercían su ministerio.
Ya el papa Inocencio III, con
el total apoyo del rey de Francia Felipe Augusto, empieza a crear un frente
común en contra de los cátaros , bien sea por disposiciones claramente
inquisitoriales desde principios del siglo XII y de una manera clara en pleno
siglo XIII.
Inocencio III instituye la
“Santa Inquisición” como instrumento jurídico a fin de poner término a la
herejía cátara, por medio de procedimientos legales ajustados a leyes precisas,
a fin de juzgar a todo aquel que cometiere cualquier desviación de los dogmas
católicos, y delitos contra la fe cristiana, y en este aspecto los cátaros
tenían todas las de perder.
Los
Cátaros en Cataluña
Tras la eliminación de los
cátaros en el sur de Francia, muchos de ellos se expandieron por Europa, y
también arraigaron en España, especialmente en Cataluña.
En consecuencia a la derrota
de los cátaros, por la acción de la cruzada contra ellos y la Inquisición, los
restos de esta comunidad cátara, emprendieron la diáspora, por varios países de
Europa, afincándose en pequeños grupos, que pudieron sobrevivir gracias a sus
dotes de comerciantes, artesanos y también su dinero.
España fue uno de los destinos
de los derrotados cátaros , en Aragón, Valencia y sobre todo en Cataluña, por
la similitud del idioma y por ser el pueblo catalán de carácter, mas liberar y
abierto a todas las culturas, no en balde ha sido siempre tierra de paso e
influencia, por los griegos, romanos, y visigodos principalmente.
El gran inconveniente desde el
punto de vista histórico, ha sido la escasa documentación existente del paso de
los cátaros por Cataluña, tan solo noticias aisladas, de algunos historiadores,
tales como Jordi Ventura i Subirats, Esteve Albert, Pere Catalá i Roca, y mas
recientemente Roquebert, Brenon o Jesús Mestre i Godes, los cuales han aportado
noticias interesantes de los escasos vestigios que los cátaros nos han dejado,
teniendo en cuenta que la Inquisición catalana, era una de las mas activas en
este territorio; Pero aun así las dificultades encontradas por los cátaros
huidos, estos supieron ganarse la confianza de las gentes, y sobre todo ser muy
cautos en lo referente a llamar la atención, adquiriendo las costumbres y
formas de vivir de cada población, sin tener que abandonar sus prácticas
religiosas.
Tenemos el ya descrito y trágico
paso del último “Perfecto” cátaro Gillem Belibaster, desde Tolosa hasta
Morella, en donde existió una importante colonia cátara, tejedores, cambistas y
comerciantes en general.
Aunque en un principio el rey
Jaime I, contemporizó con los cátaros, posteriormente se vio presionado por la
Inquisición, convenciéndolo para perseguir la herejía cátara, y donde jugó un
gran papel el jurista dominico Raimundo de Peñafort, apoyando a la Inquisición,
en contra de los cátaros.
Juegan un gran papel en
Castellbó por su afinidad cátara el Vizconde Arnau, hermano de Esclaramunda de
Foix casada con Ramón Niort, de mucha influencia cátara en la ciudad de Foix,
por tal motivo el Obispo de la Seu d’Urgell, enemigo acérrimo de los cátaros ,
promueve un proceso inquisitorial contra Arnau, su hijo Guillem Ramón Josa,
junto con su hija Ermenssenda, culminando dicho proceso en la iglesia de Santa
Catarina de Barcelona, por lo que ordenó el obispo exhumar los cadáveres de
todos ellos, quemando públicamente sus restos.
Un hecho curioso es de que no
existieron en Cataluña, mujeres con el rango de “Perfectas”, puesto que el
catarismo no arraigó lo suficiente, como sucedió en Occitania, al existir una
atenuada cohesión entre los cátaros , al ser unas comunidades, ya de por sí débiles,
y llamadas a desaparecer en poco tiempo
Existió un núcleo cátaro en
Ciurana (cerca de Girona), donde celebraban sus ritos de la religión cátara, e
incluso con el Perfecto Guillem de San Melé, se reunían semanalmente en la
Iglesia de Sant Pau del Camp de Barcelona.
Otras colonias de los cátaros,
se instalaron en Tortosa, Prades, Cornudella del Montsant, Arbolí, La Seu,
Gósol, Josa, Tor de Querol. Visitable por el viajero es la Torre del Castillo
de Gósol, y el impresionante castillo roquero de Morella del siglo XIII,
situado sobre la “Mola” de origen íbero, con reformas hechas a través de los
siglos, en el centro de su castillo se conserva un aljibe de la época romana,
es notable la Torre de la Pardalea, la mayor importancia de Morella, se debe
sobre todo a las guerras carlistas del siglo XIX, al estar inmerso en las
luchas desarrolladas de su entorno, puesto que los cátaros , no utilizaron
Morella como baluarte de resistencia militar, por el contrario, fue quizás el
asentamiento, mas seguro y prolongado que pudieron encontrar, debido a su
lejanía con Francia.
No
hay que confundir con el otro tratado de igual nombre ”La cena secreta” del
conocido novelista Javier Sierra, el cual se apoya en el cuadro de la “Última
cena” de Leonardo da Vinci, en donde reseña novelescamente una interpretación
del famoso cuadro escandalizando a los doctores de la Iglesia Católica.
La
“Cena secreta” aquí relatada forma parte de los textos doctrinales de los
cátaros IV, que sin ser escritos por ellos mismos, son manifiestos conocidos
públicamente de una gran importancia, que nos han llegado hasta nosotros;
También se conocen estos documentos por el nombre de “Preguntas de Juan” el
cual habría formulado una serie de interrogantes formulados por el santo y
dirigidos a Jesucristo en una “Cena santa del reino de los cielos”.También es
conocido el documento cátaro como “La ascensión de Isaïas”.
Versión
de Carcassone.
Versión
idealizada que corresponde a la Creación, donde se hace una exposición muy
pormenorizada, comenzando por la rebelión de Satanás, influyendo sobre diversos
otros ángeles a fin de intentar engañar a Dios de su verdadera intención de
oponerse al Creador, por lo que son todos ellos condenados y proscritos.
Seguidamente bajo la égida del Génesis da una explicación de la creación de la
cual surge Adán el primer hombre, seguido de Eva la primera mujer, a través de
la cual Satán le influye a cometer desobediencia, perdiendo por ello a toda la
humanidad. En consecuencia a tras tantas tribulaciones no obstante Dios promete
que llegado el fin del mundo, resarcirá a los humanos que hayan sido fieles a
sus mandatos la vida eterna prometiendo la gloria el disfrute en la
contemplación del Creador junto con Jesucristo a su diestra, condenando a los
ángeles caídos y a toda humanidad que con ellos han sido partícipes de todas
las maldades castigándoles con el sufrimiento eterno.
Traducción
de Viena:
Corresponde
ello a las preguntas que hacen el evangelista y Apóstol Juan a Jesucristo en la
“Cena secreta del reino de los cielos”.
En donde el Salvador le da a entender a Juan que alguien le traicionará, ya que
Satanás entrará en el cuerpo de Judas, toda vez el ángel caído prometerá la
dominación del mundo con tal de que toda la humanidad se someta a todos sus
mandatos.
Juan
insiste en preguntarle a Dios sobre el diablo, los motivos de este en el
intento de atraerse a Adán y Eva. En consecuencia Satán pretendría hacer suyo
el mandato por el cual dominaría la tierra con la tentación implícita de que
esta sería la fuerza empleada para oponerse a Dios, perdiendo por ello a toda
la humanidad. Valiéndose Satanás de la serpiente a fin de conseguir la
desobediencia hacia el Creador. Todo ello dando todo lujo de detalles con el
fin de conseguir su maleficio fines en la prosecución del dominio del mundo.
El
Salvador le expresa a Juan tras la pregunta de como se puede salvar la
humanidad tras el pecado cometido por la humanidad, haciéndole saber este que
por todo ello Dios permite que su hijo se presente en la tierra como única
alternativa en la Redención de todos las gentes de buena voluntad, con la ayuda
del bautismo, sin el cual la salvación no es posible ganar el perdón ni el
disfrute de la vida eterna.
Juan
también le repregunta a Jesucristo sobre el día del Juicio Final, el cual le
explica muy detalladamente, la salvación de todas las gentes a las cuales se
las juzgarán y se abrirá todos los libros de la tierra para juzgar las obras
malas como las buenas, y por ello serán salvados o condenados; Los ángeles
caídos serán precipitados al abismo tenebroso de sus horrendos pecados
precipitándolos hacia el averno, que para ellos estará dispuesto por toda la
eternidad.
El
libro de los dos principios:
Este
libro comprende; el “Tratado del libre arbitrio” el cual dice que dará
conocimiento a todas aquellas gentes ignorantes de la verdadera fe,
explicándoles a través de los testimonios de las divinas escrituras, argumentos
fehacientes con el auxilio del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
El
presente tratado a su vez está dividido en los siguientes ejemplos:
Los
dos principios:
Se
rechaza la teoría del principio único como aseguran los ignorantes, los cuales
argumentan que eran buenos o bien malos, como dijo Cristo en evangelio de San
Mateo, en que todo árbol que fuera malo no daría buena fruta, un árbol bueno no
podría dar mal fruto, en conclusión existen dos principios por la fuerza de la
razón y en el correcto discernimiento (Mit.,VII, 17-18).
De
la verdad de Dios:
Reflejado
en San Pablo en la “Epístola a los Romanos” (Ro.,XI, 33) que dice: “La causa primera
está por encima del todo lo que se pueda decir”
Que
Dios conoce todo de toda la eternidad
La
cual dice que Dios conoce todas las cosas de toda la eternidad, el pasado, el
presente y el futuro, incluso antes de que producirse este (Heb.,IV,13).
De
la bondad, la santidad y la justicia de Dios:
Las
tres principales cualidades de Dios, están probadas en los asertos anteriores
ya señalados, por lo que nadie debe dudar de ellos. O como bien dice uno de los
salmos que califican al Creador, es “Dios y juez igualmente justo fuerte y
paciente!: ¿se enfada cada día? (Sal., XXIV, VII,12).
De
la Omnipotencia de Dios:
Todo
poderoso porque su palabra está llena de poder sin posible duda al expresarnos
“¿Por qué haces eso así?” (Ec.,VII,3-4).
Primera
proposición contra nuestros adversarios:
Es
innegable que a la vista de la naturaleza divina de Dios, el cual conoce todo
lo creado por él tanto antes de ser creado, lo presente creado y el venidero
futuro por crear, ya que todo suceso pretérito, presente y futuro lo tiene
previsto por si mismo-.
De
la imposibilidad:
Dios
sabedor por causa de su Providencia, que sabiéndolo todo en si mismo, por tanto
al crear los ángeles sabía que unas legiones de ellos caerían en la maldad, y
que al ser creados todo el conjunto de los ángeles prebeyó la transformación de
una parte de ellos en demonios en pro de la libertad de la que les concedió;
por razón de los dos principios que ya fueron establecidos, el Bien y el Mal.
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