domingo, 1 de septiembre de 2024

 

LA

CATEDRAL DE MÉXICO

Y EL

SAGRARIO METROPOLITANO,

SU HISTORIA, SU TESORO, SU ARTE

 

EL COMIENZO DE LA OBRA

Y

LOS CIMIENTO DE LA CATEDRAL DE MÉXICO

Todos los autores que han escrito acerca de la historia de la catedral de México sostienen que la primera piedra de nuestro templo metropolitano fue colocada en 1573. Siguen en esto el cronista más autorizado de la obra, el doctor don Isidro sariñana, (1) y es verdaderamente  inexplicable que éste no haya podido consultar documento del archivo de la catedral, pero por otra parte, parece que en los comienzos de la construcción deben condiderarse dos períodos: primero, el de los cimientos; segundo, el de la obra digamos externa. La obra de cimentación fue comenzada mucho tiempo antes y se trabajaron dos cimientos, y la parte externa en 1573. Así pues, Sariñana dice la verdad, pero sólo parte de la verdad, y el error de quienes han copiado a este autor estriba en que creen que dicho año de 1573 se principió la obra de los cimienos.

¿Cuándo fue comenzada la obra de la primera cimentación? Parece que aprincipuo de 1563 ya se estaba entendiendo en ello, pues el acta de cabildo, de fecha 19 de febrero de dicho año, se lee: “Que atento que los cimientos que se abren para la obra de la iglesia desta cibdad se abren difgerentemente de como está trazado y señalado, lo cual es en gran daño y perjuyzio desta cbdad, e conviene se pida para que se provea lo que convenga mandaron quel procurador mayor desta cibdad salga a la cabsa e con parecer de losletrados della pida y alegue ante quien convenga lo queconvenga pedir cerca dello e lo fenesca en todas instancias.” (2)

Por esta cita  se ve que la iglesia había sido ya trazada y que los cimientos se estaban ebriendo en forma distinta, por lo que la ciudad se consideraba atacada en sus intereses.

En el mismo Códice Osuna antes citado, y que lleva fecha de 1564, se ve en el último folio, 30 vto., una lámina que reproduce la obra de dichos cimientos. Es interesante obsaervar en la lámina como las piedras sehallan reproducidas no sólo en una forma realista, sino figurando el jeroglífico indígena tépetl, que siginifica piedra; los instrumentos parecidos a coas, que aún usan para trabajar “el maceado”; las cabezas de las estacas que se han clavado para la consolidación de los cimientos. Así pues, es indudable que el año de 1562 fue trazada la iglesia y comenzada la obra de los cimientos.

Vista parcial del centro de la Ciudad de México alrededor del año de 1550 según se muestra en el Mapa de Uppsala, ejecutado por manos indígenas, pero posiblemente bajo la dirección del cartógrafo Alonso de Santa Cruz,  dentro del que fue Colegio Imperial de la Santa Cruz, donde se impartían clases especialmente a los hijos de la nobleza indígena. Este colegio fue fundado en 1535 y estaba ubicado junto al convento de Santiago Apóstol en Tlatelolco. En la imagen se aprecia la Plaza Mayor (2), aparentemente cruzada diagonalmente por una acequia y a la derecha la Iglesia Mayor (1), que aunque  en 1530 fue expedida la bula papal para elevarla al rango de catedral, en el dibujo no se usa dicho calificativo. También se aprecia que esta iglesia, que después fue demolida como veremos más adelante, estaba orientada con su frente hacia el oriente, pero no era esa su entrada principal.  Del lado izquierdo de la plaza cruza la que fue denominada Acequia Real (3) y aparentemente un múltiple sistema de canales que aún se conservaba. Se pueden localizar también la Casa Real (4), dado que aún no existía el Palacio Virreinal y la existencia de la iglesia de Santo Domingo  (5). En la parte baja aparece la Casa del Marqués (6) que era entonces la casa de Hernán Cortés, sitio que después ocuparía el viejo Palacio Virreinal, hoy Palacio Nacional. La excelente digitalización de esta imagen se debe al trabajo realizado por la Dra. Lili Díaz en Europa, quien obtuvo incluso una versión estereoscópica del famoso Mapa de Uppsala.

http://www.mexicomaxico.org/zocalo/zocalo.htm

LOS CIMIENTO DE LA CATEDRAL DE MÉXICO

 

Como hemos dicho antes, parece que a principio de 1563 se trabajaba ya en la obra de los cimientos de la catedral. Esta obra, reproducida en el llamado Códice Osuna que lleva fecha de 1564, reproduce el trabajo de los indios para hacer los cimientos del gran templo. En un principio, siguiendo las ideas del arzobispoMontúfar, se pensó edificar una gran iglesia de siete naves semejante a la catedral de Sevilla. Esta iglesia iba a seguir la misma orientación que la catedral vieja, es decir, de oriente a poniente, y así, los cimientos formaban una gran faja en dicha dirección y el templo tendría el ábside hacia el palacio virreinal ylas puertas principales hacia el poniente, a la placeta del marqués. Es indudable que este cimiento fue terminado, pues aparece en el plano del centro de la ciudad de México, que debe ser fechado entre 1562 y 1565, en forma de un rectángulo perfecto que ostenta el rótulo “El cimiento de la iglesia”. La muerte de don Luis de Velasco, la llegada del visitador Valderrama, los graves acontecimientos políticos ocasionados por la supuesta rebelión del marqués del Valle y además el cambio de ideas en el señor Montúfar, hicieron que la obra se suspendiese del todo. Los cimientos quedaron abandonados. Así, el doctor Zorita dice en su relación de la Nueva España: “El cimiento  que primero se había hecho para ello costó ochenta mil pesos y se dejo por no se poder proseguir por aquella orden a causa del agua, que no se podía agotar avnque a continua andavan trabajando en ello con sus bombas y se mudó a otra parte y se hace de estacada el cimiento por vna orden sutil y de buen ingenio conque se hincan las estacas y todas quedan parejas a raíz del agua y de ahí adelante sobre la haz de la tierra hacen vn plantapié de argamasa que toma todo el edificio de la iglesia, porque con el peso se sumen los edificios de la laguna y quede que se podrá sumir (sic), y también porque no lleguen los cuerpos de los difuntos en la sepolturas al agua.” (3)

            La primera obra de los cimientos fue trabajada por indios, los cuales se quejan en el Códice Osuna de que no les han pagado su trabajo.

         Poseemos dos reales cédulas que nos aclaran, hasta sacarnoos completamente de dudas, tan oscuro problema. La primera fue dada en el Pardo el 4 de mayo de 1569, (4) y en ella se dice que la Corona se ha enterado de las dificultades para hacer una iglesia tan suntuosa como se había ordenado, a causa de que la cimentación tenía que ir sobre agua y que los temblores son ordinarios en la tierra, por lo que los edificios de bóveda corren riesgo; ademá, que sería demasiado costosa si se hiciese de siete naves como la de Sevilla; que portanto se haga en la forma más adecuada y que si es preciso se cubra de madera.

         El segundo documento, fechado en la ciudad  de México el 15 de febrero de 1570, nos enseña que el virrey don Martín Enríquez convocó a una junta de oidores y autoridades eclesiásticas para tratar lo que convendrá hacer para el edificio de la iglesia, de acuerdo con la cédula anterior. “E porque pareció que en la parte e lugar donde se había comenzado a plantar y sacar cimientos no es tan cómodo como conviene, a causa del perjuicio que podrían recebir las casas reales e calle principal qiue viene del hospital del Amor de Dios a la plaza mayor de esta ciudad, e por otros inconvenientes muy notorios, se acordó que se plante y edifique en el lugar donde están los portales que llaman de Lerma (de) la plaza pequeña que está delante de las casas del marqués del Valle, lo que pareciere ser necesario a disposición de su Exa. E de esta Real Audiencia, Norte Sur, poniendo la puerta del Perdón hacia la plaza mayor y el campanario a la cabezada de la dicha iglesia que se hubiere de hacer, e que sea de tres naves claras y a los lados de ellas sus xapillas colaterales y que todo se cubra de madera. Y en cuanto a los cimientos que se han de sacar se nombrarán oficiales expertos y hábiles que lo vean y den su parecer para que conforme a lo que de ello resultare, se provea en ello lo que más convenga.” (5)

https://mediateca.inah.gob.mx/repositorio/islandora/object/fotografia%3A280368

            Este documento nos aclara por completo el origen de nuestro templo: se abrieron en un principio los cimientos en dirección oriente poniente, la que tenía la xatedral antigua. En dichos cimientos se desplantó la iglesia de siete  naves a semejanza de la de Sevilla, más como eso era difícil de realizarse y había obstáculos para conservar  la primitiva traza, se volvieron a hacer cimientos que seguían una dirección norte sur y  sobre ellos se desplantó la actual iglesia con su puerta  del Perdón ala plaza, de tres naves con dos colaterales de capillas.

         El último documento consiste en el dictamen de los maestros aquitectos para la cimentación de la obra. Primero dictamina Alonso Ruiz, maestro de cantería, vecino de la ciudad  de Los Ángeles; en seguida dan su opinión Miguel Martínez, obrero de las casas reales, Juan Sánchez, Juanes de Ibar y Ginés Talaya. El dictamen del primero tiene fecha de 13 de marzo de 1570 y el de los otros data de dos días después. Sustancialmente están de acuerdo todos y dicen: “Nos parece que el pavimento de todo el edficio comprendiendo vacuas y  macizos se saca de una masa y estructura de su mezcla y piedra crecida desde desde la superficie del agua hasta un estado sobre el suelo de la plaza, estancándolo por debajo con sus estacas gruesas y espesas hasta ponella en lo más fijo y sobre esta dicha cepa se erigirán sus cimientos crecidos  de dos varas de medir de alto para los enterramientos y sepolturas que ha de haber en la dicha iglesia y de allí empezará a despedir el edificio fuera de la tierra porque de al´´i para abajo queda por cepa y carcañal del edificio.” (6)

            Es indudable que se aceptó la opinión de los maestros  de arquitectura y los cimientos se hicieron conforme a sus indicaciones. Resulta curioso observar que la profundidad  que daban a su cimentación debía servir para sepultura y enterramiento, idea que se ha aprovechado en la actualidad para construir las criptas para restos humanos que se están  edificando, si bien en otra  forma más higiénica, más decorosa y más práctica de como se hacían tales sepulcros en la época colonial.

         Sobre aquella plataforma que presentaba ya el sólido aspecto de una nueva tierra, se desplanta el templo y se coloca con toda solemnidad la primera piedra. El virrey de Nueva España, don Martín Enríquez de Almanza, debe de haber tomado gran empeño en la obra, pues desde el 12 de septiembre de 1571 escribe a la Corte una carta en que se refiere a las obras de la Catedral de México: (7) el 29 de marzo de 1574 vuelve a  dirigirse en otra carta tratando también de las obras y lo mismo el 23 de septiembre de 1575 y  el 25 de marzo de 1576. Si conociésemos el texto de dichas cartas podríamos apreciar el estado en que se encontraba la obra, por más que lo suponemos, pues levantados los cimientos se seguía trabajando  en ella y en 1580 informa sobre la construcción el conde de Coruña. (8) El año siguiente, 1581, vuelve a escribir y  su carta cuyo textos conocemos (9) nos da la siguiente  información: “Yo he visitado la obra nueua de la ilesia catedral que V.M. manda hazer en esta ciudad y están sacados de los cimientos poco más de la haz de la tierra, y según va elegida parece que  durará hasta  acabarse más de quarenta  años”.

         Cuatro años más tarde, en 1585, se trabaja ya en la obra de las capillas: se habían hecho por lo menos dos encasamentos hacia el lado del oriente, es decir, los nichos que existen en las capillas contiguas a la sacristía, los cuales todavía pueden verse y servían de altares en dichas capillas. Era obrero mayor de la fábrica el capitán Melchor Dávila hasta 1584m en que murió, como hemos dicho, y maestro mayor Claudio de Arciniega. Podemos  citar  hasta los nombres de los canteros que trabajaban en la obra: las capillas las labraba Juan Arteaga y los encasamentos Hernán García de Villaverde, que además trabajaba en los pilares torales cuyas medias muestras esculía Martín Casillas. (10)

            El plano de la ciudad de México que nos muestra el centro de la capital en 1596, nos enseña cómo la obra iba ya  bastante adelantada para poder ser reproducidos los  fustes de las columnas ylas jambas de las puertas.

         Desde 1581 a 1615 se habían levantado los muros que circunsciben el templo a más de la mitad de su altura, así  como los que separan las capillas; faltaban los de la fachada principal. Estaban construidos todos los pilares, algunos hasta los capiteles y  otros a su segundo tercio y se habían cerrado ocho bóvedas; dos sobre  los vvestíbulos de las puertas del lado del norte, dos sobre  la sala capitular y cuatro sobre  las capillas inmediatas, en cada  nave, a la sala capitular y sacristía.

----------------------------------------------------------------

 

Imafronte de la Catedral de México

 

Vista de conjunto desde el Poniente

https://www.freepik.es/fotos-premium/catedral-metropolitana-ciudad-mexico-vista-arriba-mexico_34122280.htm

https://mediateca.inah.gob.mx/repositorio/islandora/object/fotografia%3A396085

 

 

Apéndice

Acuerdo de 1570

 

         (Al margen:) Sobre la fundación de la santa catedral.-El acuerdo que tuvo S. Exa. Y esta Real Audiencia con el Arzobispo y capitulares de la iglesia de México, sobre la obra de ella).

         En la ciudad de México, quince días del mes de febrero de mil e quinientos y setenta años, el muy excelente señor D. Martín Enríquez, Visorrey e Gobernador e Captán General de la Nueva  España, porS.M., e su Presidente en  la Audiencia Real  de ella, proveyó que en estas Casas Reales se junten con S. Exa. el Rmo.. Arzobispo de esta ciudady los señores oidores de la dicha Real Audiencia, D. Juan Cisneros, D. Francisco Rodríguez Santos, D. Rodrigo Barbosa, arcediano, tesorero e chantre de la Iglesia Catedral de esta ciudad, como capitulares de ella, para  tratar  de lo que convendrá se haga en lo  tocante a la obra y edificio de la dicha  iglesia, que por mandado de S.M. se manda hacer, los cuales se juntaron con S. Exa., e por mí el Secretario yusoescritofue leída la Cédula Real de S.M. que fue dirigida a los dichos señores Presidente e oidores en que dá la orden que se ha de tener en el dicho edificio, cua data es en el Pardo, a cuatro de mayo de quiniento y sesenta e nueve, e habiéndose leído por S. Exa. e los dichos señores arzobispos  e oidores, e los dichos capitulares, se trató y confirió sobre el orden que se debe tener en la obra y  edificio de la dicha  iglesia. E porque pareció que en la parte  e lugar donde se había comenzado a plantar y sacar cimientos, no es tan cómodo como conviene, a causa del perjuicio que podrían recibir las casas reales e calle principal que viene del Hospital de Amor de Dios a la Plaza Mayor de esta ciudad, e por otros inconvenientes muy notorios (Al margen: Acordóse que se mude de donde está comenzada, a la Plaza Myor del Marqués sobre los portales que llaman de Lerma, Norte Sur). SE  acordó que plante y  edifique en el lugar donde están los portales que llaman de Lerma, tomando de la Plaza pequeña que está delante de las casas del Marqués del Valle, lo que pareciere ser necesario a disposición del S. Exa., e de esta Real Audiencia, Norte Sur, poniendo la puerta del perdón hacia la Plaza Mayor, y el campanario a la cabeza de la dicha iglesia que se hubiere de hacer (Al margen: Sea de tres naves claras, y  a los lados sus capillas colaterales, cubiertas  de madera.) e que sea de tres naves claras y  a los  lados de ellas sus capillas coalterales yque todo se cubra de madera. (Al margen: Para sacar los cimientos se nombrarán oficiales.) Y en cuanto a los cimientos que se han de sacar se nombrarán oficiales expertos y hábiles quelo vean y den su parecer, para que conforme a lo que de ellos resultare, se provea en ello lo que más convenga.

         (Al margen: La cobranza de lo que está repartido, ha de ser desde el principio del año MDLXIX.)

         En  cuanto a la cobranza de los pesos de oro que se han de cobrar para la dicha obra, atento que lo que está librado y mandado cobrar es hasta fin del año de sesenta y tres, e desde entonces acá no  se ha  librado cosa alguna, pareció que si de presente se mandase cobrar lo que está por librar será en daño y pperjuicio de las personas a quien se repartiesen por las necesidades que tienen, e porque se daría lugar que en los pueblos de indios se echasen derramas y nuevos repartimientos, con lo cual los naturales por no tener bastantes comunidades de donde lo pagar, serían vejados y molestados y no lo pdrían cumplir. Se acordó que lo que está librado hasta fin del dicho año de sesenta y tres, se cobre por la menos vejación que se pueda, e lo que va a decir desde el dicho año hasta fin del sesenta y ocho, se sobresea la cobranza de ello, de lo cual por el presente no se haga cobranza ni repartimiento, e para lo  de adelante se libren y cobren los doce mil ducados que se mandan librar en cada un año por la orden que antes se hacía, lo cual sea desde principio del año de quinientos e sesenta e nueve, y esta orden se tenga en lo susodicho.

(Cuatro rúbricas.)

Ante mí.

Sancho López de Agurto.-(Rúbrica.)

                   A.G.N., Ramo Reales Cédulas. Dupliicados, vol. 47. Fjs. 427-427 v.

 

ESCRITOS DE 1570

         (Al margen: El modo de cimiento de la Santa Iglesia.-Sobre la obra de la Iglesia Catedral de esta ciudad.-Los pareceres de los obreros.)

         Muy poderoso señor, Alonso Ruiz, maestro de cantería e vecino de la ciudad  de Los Ángeles, digo que por mandado del Ille.  Sr. Dr. Villalobos, del Consejo de S.M., me fue mandado que  yo declarase y diese mi parecer acerca  de los fundamentos que se han de hacer para la fundación de la Santa Iglesia de esta ciudad, para sí convendrá fundar los cimientos superficialmente o profundamente llegando con ellos hasta  el tepetate, digo es mi  parecer que se abra todo el  fundamento que tomare la circunferencia de la dicha iglesia, hasta llegar  al  agua, y puesto en  aquel peso de allí empiecen a echar sus  estacas gruesas de viamel que vayan espesas hasta topar con el fijo, dejando las cabezas de ellas todas a un peso, y por encima se le eche  una torta de amigo de una tercia de grueso, muy bien pisado e maceado, y de allí se empiece a fundar la dicha obra, haciendo todo el cimiento una cepa hasta un estado encima de la tierra, lo cual vaya con su mezcla derretida de piedra crecida, como la que está en la plaza para el dicho edificio, e se vaya haciendo todo ello igualmente por sus hiladas gasta ponerla en el peso que tengo dicho, e de allí se elija la obra con sus cimiento cruzados de cinco pies de alto, para que se puedan hacer sepolturas para enterrar, y  de allí ariiba despojar a la obra de la dicha iglesia, porque todo lo [ikegible] que arriba está dicho queda por cepa del dicho edificio, y juro a Dios y  a esta  cruz en forma debida de derecho, que esto me parece e lo que siento que conviene, y lo firmé de mi nombre. Alonso Ruiz.

En la  ciudad de México, atrece días del mes de marzo de mil y  quinientos y setenta años, ante mí el Secretario Sancho López de Agurto, pareció Alonso Ruiz, maestro de cantería, e presentó este parecer, e juró por Dios e por Santa  María, en forma de derecho, que lo en él contenido es lo que le parece acerca de los cimienntos que se han de hacer, para  la obra de la Iglesia Catedral de esta ciudad. Testigos: Diego Tarrique, e Cristóbal Osorio.  Sanncho López de Agurto.

         (Al margen Sobre el cimiento de la Iglesia de esta ciudad.)

         Muy poderoso señor,  Miguel Martínez, obrero de las Casas Reales, y Juan Sánchez y Juanes de Ibar y Ginés Talaya, decimos que por mandato del Ille. Sr. Pedro de Villalobos, del Consejo de S.M., nos fue mandado que declarásemos y diésemos parecer acerca  de los fundamenntos que se han de hacer para la fundación de la Santa Iglesia Catedral que por mandato deS.M. se quiere hacer en esta ciudad  de México, para ver y  determinar si se harán los dichos cimienntos superficialmente o profundamente, llegando con ellos  al tepetate, decimos que habiendo  conferido y platicado entre nosotros la contra ypro de ello, nos parece queel pavimento de todo el edificio,  comprendiendo vacuas y macizos, se saque de una masa de su mezcla y piedra crecida desde la superficie del agua hasta un estado sobre  el suelo de la plaza, estancándolo por debajo con sus estacas gruesas y  espesa hastaponnellas en lo más fijo y sobre  esta dicha  cepa se elegirán sus cimientos cruzados de dos varas de medir de alto para los enterramientos y sepolturas que  ha  de haber en la dicha  iglesia, y de allí empezará a despojar el edificio fuera de tierra, porque de allí para abajo queda por cepa y carcanal deldicho edificio. Y este es nuestro parecer resoluto por los daños y asientos que vemos hacer en los edificios que está fundados en la tosca y tepetate donde parece no ser fundamento fijo. Miguel Martínez, Juan Sánchez, Joanes de Ibar, Ginés Talaya.

         En la  ciudad de México, aquince días del mes de marzo  de mil y quinientos y setenta años, ante mí el Secretario Sancho López de Agurto, parecieron  Miguel Martínez, Juan Sánchez, e Juanes de Ibar, e Ginés Talaya, presentaron este parecer e juararon por Dios y por Santa  María, en forma de derecho que lo que en él contenido es lo  que les parece acerca del  cimeinto que se sacar parala obra de la Iglesia Catedral de esta  ciudad. Testigos, Diego Tarrique, e Diego Rodríguez, Sancho López de Agurto.

Sancho López de Agurto.-(Rúbrica.)

A.G.N. Ramo Reeales Cédulas. Duplicados. Vo. 47. Fjs. 431-432.

NOTAS

Toussaint, Manuel, La Catedral de México y El Sagrario Metropolitano, su historia, su tesoro, su arte, México, Editorial Porrúa, S.A., 1973.

 

1.- Sariñana, Dr. Isidro, Llanto del Occidente en el ocaso del más claro sol de las Españas. Fúnebres demostraciones que hizo, Pyra real que erigió en las excequias del rey N. Sr. D. Felipe III el Grande, el Exmo. Señor D. Antonio Sebastián de Toledo, marqués de mancera, Virrey de la Nueva España… México, 1666, folio 35; Sariñana, Dr. Isidro, Noticia breve de la solemne deseada ultima dedicación del templo Metropolitano de México. Celebrada el 22 de Diciembre de 1668. F. 5.

2.- Acta de Cabildo de la Ciudad  de México del 7 de septiembre de 1556.

3.- Zorita, Dr. Alonso de, Historia de la Nueva España, Tomo I. Colección de libros y documentos referentes a la historia de América. Tomo IX. Madrid, 1909, pp. 175-76.

4.- Archivo General de la Nación, AGN.- Ramo Reales Cédulas. Duplicados. Vol. 47. Fjs. 408-409.

5.- AGN, Reales Cédulas. Duplicados, vol. 47, foja 427 vto. y 427v., Fjs. 431-432.

6.- Reproducimos dos documentos el primero esta en el cap. Anterior, en el Apéndice. El arquitecto Luis G Anzorena conoció indudablemente el tercer documento, pues lo cita, aunque de modo incompleto, en su  trabajo acerca de la Catedral de México publicado en los Anales de la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de México, tomo XX, vol. 1, México, 1913, pp. 68-69, en que reproduce trabajos de los antiguos números de los Anales de 1869.; Anzorena, ARq. Luis G., La Catedral de México. Lectura de la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de México, 1869.”Anales de la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de México.” Tomo XXI, México, 1913. (Reproducción del cuaderno de “Anales” del  segundo semestre de 1869).

7.- A.G.I., Montero, 6/5249-5267-5273-5277.

8.- A.G.I., Montero, 6/5287.

9.- Cartas de Indias, I-341. Las publica por primera vez el Ministerio de Fomento. Madrid, 1877.

10.- Noticia tomada del A.G.N., tomo  Historia, 112. A. García de Villaverde se le pagarón 500 pesos por su obra el 8 de abril de 1585; a Martín Casillas 390 pesos y a  Juan Arteaga 400 pesos el 21 de noviembre de 1585. Martín Casillas fue con el tiempo el arquitecto de la catedral de Guadalajara; véase el Apéndice.

 

 

-----------------------------------------------------

 

CONTINUARÁ…..









No hay comentarios:

Publicar un comentario

  LA CUARTA CRUZADA: la conquista latina de Constantinopla y el escándalo de la cristiandad Enrico Dandolo. Domenico Tintoretto (Public ...